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Ambas mienten. La Derecha en el gobierno pone cara de ingenua sorprendida y nos anuncia con la coartada de que "las cosas están peor que lo que preveíamos" (¿?) que el hachazo a las condiciones de vida de los trabajadores y de la población en general va a ser inusitadamente salvaje. La Izquierda del capital, ahora en la oposición, pone en solfa la hipocresía del PP, para añadir a continuación, no menos cínicamente, que "eso nos pasa por un gobierno facha", pero que con ellos las cosas no irían tan mal,... (¿?).
Asistimos pues a la enésima representación de la farsa electoral, y de la "alternancia" entre las facciones de la burguesía: en la oposición prometen lo que nunca harán cuando gobiernen; en el poder hacen lo que nunca anunciaron cuando estaban en la oposición.
"PSOE y PP: la misma mierda es" (consigna de las manifestaciones del movimiento de los Indignados)
Entre las políticas anti-obreras del periclitado ZP y el neonato de Rajoy hay una total continuidad, como no puede ser de otra forma, entre partidos servidores del capitalismo (como ponemos una vez más de manifiesto en el artículo de este mismo AP: "La burguesía está dividida respecto a cómo enfrentar la crisis pero está unida ¡contra el proletariado!"). Esa política es la única política posible en un sistema capitalista en bancarrota que sólo encuentra un mínimo resuello asfixiando cada vez más a todos los trabajadores y a la población en general.
Con ZP se llegó al dramático récord de los 5 millones de desempleados. Para el primer año de gobierno Rajoy, - y son estimaciones del FMI y del propio Banco de España, - se espera rondar los 6 millones de parados, de los cuales la mitad son parados de larga duración que, por lo tanto, habrán perdido su derecho a la prestación por desempleo. Pero tampoco así se aliviará el problema, puesto que para 2013 se "confía" en que el desempleo retroceda ¡un 0'1%!,... Entre los trabajadores jóvenes las tasas de desempleo cercanas al 50% de la población activa están aquí para quedarse,...
Si ZP machacó los salarios de los empleados públicos con recortes del 5% y congelaciones posteriores, con el nuevo gobierno de Rajoy - o con el de Más en Cataluña, o el de Fabra en Valencia, - los hachazos a los sueldos de los empleados públicos rondan ya el 15% - 20% . Sumando la supresión de complementos, y el aumento de impuestos, se calcula que un maestro de Educación Básica puede perder 200-300 euros mensuales , una enfermera o un médico de de asistencia primaria unos 400-500, y los médicos de asistencia hospitalaria hasta 700-800 euros al mes (en función de las guardias). A estos terribles hachazos se suman la ampliación de la jornada laboral - vía eliminación de días de libre disposición - y el aumento de la explotación, puesto que sólo 1 de cada 10 bajas por enfermedad prolongada o jubilación será cubierta por una nueva contratación. A todo esto cabe añadir una bestial oleada de despidos de trabajadores interinos del sector público (3000 sólo entre los maestros en Madrid, 15 mil interinos en los empleados públicos de la Comunidad Valenciana,...).
Si el "ingenuo" ZP promulgó una Reforma Laboral que ha servido para abaratar el despido, extender la eventualidad (los jóvenes pueden encadenar contratos temporales ¡hasta los 30 años de edad!), y presionar a la baja salarios y condiciones laborales, resulta que la primera prioridad del "indolente" Rajoy es,... ¡OTRA REFORMA LABORAL!, que reduzca nuevamente las indemnizaciones por despidos y dando a los explotadores mayores instrumentos de chantaje para imponer reducciones de salarios, ampliación de las jornadas laborales, etc.
La prueba más palpable de esa complicidad de clase entre los defensores del orden capitalista, es ver la práctica de quienes se ofrecen como "alternativa" para frenar a la Derechona y el "neoliberalismo", o sea los Sindicatos. Estos prodigan a troche y moche sus declaraciones contra la Reforma laboral de Rajoy, pero acaban de acordar un convenio colectivo para los 1'8 millones de trabajadores de la construcción , en el que no solo han sacrificado el aumento salarial pactado ya para este año, sino que dictan subidas de sueldos inferiores a la inflación para los dos próximos años, y se establecen múltiples "cláusulas de descuelgue" para las empresas con pérdidas de ventas,... ¡Con convenios así ¿para qué necesitan los explotadores una "reforma laboral"?!. No es de extrañar que la patronal del sector del metal o de las cajas de ahorra haya corrido para apuntarse a estas "negociaciones".
Pero es que las medidas que adopta hoy el gobierno del PP en España son las mismas que meses atrás tomó el "socialista" Papandreu contra los compañeros en Grecia: aumentos de impuestos sobre las rentas salariales, retraso de la edad de jubilación a los 67 años, supresión de empleos en el sector público (hasta 200 mil, mientras que en España se habla de 600 mil trabajadores) y rebaja bestial de sus salarios. Son también las mismas que se han adoptado en Portugal, encareciendo los accesos a servicios sanitarios (hasta 20 euros por acudir a Urgencias hospitalarias; en Cataluña se paga 1 euro por receta, en la Comunidad Valenciana van a cobrar hasta 200 euros/mes a los enfermos psiquiátricos hospitalizados),...
La corrupción y el despilfarro no explican por sí mismas esta guerra a las condiciones de vida obreras
Esta política de recortes sociales a mansalva, de degradación de salarios, subsidios y pensiones, de acentuación de los sufrimientos de la población trabajadora,... demuestra cada vez más a las claras la oposición entre las necesidades humanas y las exigencias de la supervivencia del sistema capitalista. Y cuando esto va quedando cada vez más claro para más compañeros, redoblan en cambio las campañas propagandísticas de la Izquierda del Capital que tratan de poner el foco en la especulación financiera, el despilfarro irresponsable de los recursos generados por la sociedad, o la corrupción del personal político del Estado burgués, como origen de nuestros males.
No seremos nosotros quienes neguemos la veracidad de tales fenómenos. El sistema capitalista basado en la apropiación privada de lo producido colectivamente, regido por la primacía de la acumulación a expensas de las necesidades de la humanidad, y que hace de la valorización de la mercancía su obsesión irracional, supura por todas sus costuras especulación, despilfarro y corrupción. Es precisamente la Izquierda del Capital quien trata de ilusionarnos con la posibilidad de un sistema de explotación "limpio" de estas abyecciones. Como sus cofrades de DRY pretenden vendernos un sistema capitalista "democrático" al servicio del pueblo.
Es verdad que la acentuación de la crisis histórica del sistema capitalista, espolea aún más estas tendencias a la avidez por el beneficio inmediato, al "cada uno a la suya", a la irresponsabilidad de los gestores de un Estado cada vez más hinchado pero cada vez más incompetente para organizar la vida social,... Pero eso son otras tantas demostraciones de la necesidad de superar esta decadente sociedad capitalista, y no de su posible "reforma" con que quieren entramparnos la propaganda del ala izquierda de ese mismo Estado capitalista. Estas ilusiones representan además el aval criminal con el que sembrar todo tipo de ilusiones y divisiones. Así a los trabajadores de Grecia se les dice que la culpa de sus sufrimientos la tiene la avidez de Alemania. A los trabajadores de Cataluña se les explica la crisis por el expolio fiscal español. Del mismo modo trata de dirigirse la indignación de los empleados públicos valencianos contra las "mangadas" de Camps, etc. Apoyados en toda esa retahíla de "explicaciones" circunstanciales y locales, la Izquierda y los sindicatos construyen sus maniobras para fragmentar y debilitar la respuesta de los trabajadores, y poder así acabar imponiendo las necesidades del capital a las necesidades obreras.
Como prueba un botón: Hace menos de tres meses los trabajadores de la educación de la Comunidad de Madrid se lanzaron a una lucha masiva contra los despidos de interinos, la prolongación de la jornada laboral[1]. ¿Cual fue la respuesta entonces de los sindicatos de la enseñanza en Valencia? Atribuir ese ataque a la "furia neoliberal" de la "lideresa" Aguirre y apelar a la calma pues "vislumbraban" un "talante" más negociador (¡sic!) en el nuevo conseller de educación,... que, al parecer, les ha sorprendido ahora en esa su "ingenuidad"[2]. ¿Pero ese no es el discurso de la actual vicepresidenta del gobierno del PP?
Con tales añagazas quieren que luchemos separados cuando ellos están unidos en defensa del capital nacional. Necesitamos pues luchar unidos. No caer en la trampa de creer que podemos escondernos de unos ataques que antes o después nos acabarán golpeando a todos (¿no nos acordamos de cuando querían adormecernos con eso de que "España no es Grecia"?). Para sentirnos fuertes, para confiar en que la solidaridad de los explotados puede vencer a la complicidad de los explotadores debemos llevar a la práctica de la lucha otra de las consignas de los Indignados: "Si tocan a uno, nos tocan a todos".
Dámaso 23 de Enero de 2002
[1] /content/3219/solidaridad-con-la-lucha-de-los-trabajadores-de-la-ensenanza
[2] Las propias fuentes de CCOO deben reconocer que desde 2010, los presupuestos para educación se han recortado en 3000 millones de euros en toda España, lo que supone un 15% menos por alumno