En memoria de nuestro camarada Miguel

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Ha fallecido nuestro camarada Miguel. Nacido en 1944 desde muy joven se rebeló contra esta sociedad de barbarie y explotación que es el capitalismo. Comprendió la necesidad de luchar por una nueva sociedad, pero al mismo tiempo lo que ocurría en la URSS, presentada como “Patria del Socialismo”, le provocó muchas dudas sobre ese pretendido “comunismo”. En aquella época estaban de moda otras “alternativas”. Una de ellas era la Yugoslavia de Tito, un país “no alineado”1 y que se presentaba como un “socialismo autogestionario”. Emigró allí, estudió y trabajó y pronto se dio cuenta que aquello de socialismo no tenía nada, que era otra de las numerosas variantes del capitalismo de Estado. De esta decepcionante experiencia nació su convicción de que ninguna de las “mecas del socialismo” (Rusia, Yugoslavia, Albania, China, Cuba etc.) eran comunismo ni estaban “en transición hacia él”, todos eran Estados capitalistas donde la explotación reinaba con la misma furia que en los países oficialmente capitalistas.

De vuelta a España trabajó en una empresa muy importante, Standard Eléctrica, fue un obrero consciente y combativo, que participó activamente en las múltiples huelgas que por entonces sacudían España, como parte del renacimiento histórico del proletariado cuya expresión más avanzada fue la gran huelga de mayo 68. Eran tiempos (1972-76) donde la dictadura franquista era incapaz de hacer frente a la enorme oleada de luchas y la burguesía se planteaba la famosa “transición”, pasar de la dictadura franquista a la dictadura democrática, es decir, el Estado Capitalista dejaba como trasto inútil el franquismo y su nacionalcatolicismo y se rodeaba del armamento democrático para mejor enfrentar a la clase obrera: sindicatos “obreros”, elecciones, “libertades” …

Pronto el compañero llegó a una segunda convicción: los sindicatos, tanto el viejo sindicato vertical del franquismo como los “sindicatos obreros” (CCOO, UGT y compañía) eran órganos del Estado burgués, servidores incondicionales del capital, dispuestos a sabotear las huelgas, dividir a los trabajadores, desviarlos hacia callejones sin salida. Miembro de la UGT acabó rompiendo el carné tras intervenir en una asamblea.

También esa época le proporcionó otra experiencia concluyente: afiliado a uno de los numerosos grupos trotskistas (la Liga Comunista) sufrió en sus carnes lo que es el izquierdismo, el encargado con un lenguaje radical obrerista de recoger a los militantes que rompen con el PC o con los sindicatos y buscan una auténtica alternativa proletaria internacionalista. Criticaban a la URSS, pero llamaban a defenderla como “estado obrero degenerado”; se decían “contra la guerra imperialista”, pero apoyaban la guerra en Vietnam y otras guerras imperialistas en nombre de la “liberación nacional”; ; criticaban a los sindicatos, pero llamaban a participar en ellos para “ganarlos para la clase”; criticaban las elecciones, pero llamaban a votar para “conseguir un gobierno obrero PC-PSOE”; hablaban de “democracia en la organización”, pero esta era una cesta de víboras donde las distintas pandillas se disputaban a muerte el control de la misma recurriendo a maniobras, calumnias y todas las bajezas imaginables.

Ni la pesadilla del “socialismo autogestionario” yugoslavo, ni el sabotaje sindical, ni la ratonera del izquierdismo, apartaron al camarada de la búsqueda de posiciones realmente comunistas. En esa búsqueda contactó con la CCI y emprendió una serie de discusiones muy exhaustivas, sacando lecciones de todas las experiencias vividas, decidiendo finalmente incorporarse en 1980.

Desde entonces ha sido un militante fiel a la causa del proletariado, que siempre reflexionaba e intervenía en las reuniones tratando de contribuir a la elaboración común de nuestras posiciones. Siempre estaba totalmente disponible para las actividades de la organización. Obligado por razones de trabajo a cambiar de residencia a nuevas ciudades, su primera preocupación era mantener la actividad militante en todos los planos, tanto la discusión y el análisis, como la intervención en las luchas, la difusión de la prensa etc.

Era sobre todo muy activo en las luchas de la clase, participando como trabajador en numerosas luchas (Telefónica, Standard), también en combates como Delphi, SEAT, reuniones de desempleados etc. No dudaba en intervenir en las asambleas, enfrentando las maniobras sindicales, proponiendo medidas de reforzamiento de la asamblea y de búsqueda de la extensión de la lucha para romper el aislamiento. Del mismo modo, acudía a reuniones donde pudieran darse discusiones de interés para la clarificación revolucionaria donde no dudaba en intervenir de forma clara y valiente defendiendo las posiciones de la CCI.

También realizó una gran contribución en la difusión de la prensa. Repartía con regularidad nuestras publicaciones en librerías, bibliotecas, buscaba sin descanso nuevos centros de difusión. En manifestaciones, asambleas, concentraciones etc., era el primero en difundir la prensa de la CCI con entusiasmo y una perseverancia realmente ejemplar.

Siempre estaba disponible para las actividades de la organización y llevó una entusiasta labor de recopilación de prensa y libros revolucionarios, pero también de todos los temas de interés para la lucha revolucionaria de la clase obrera. La biblioteca que logró reunir es un tesoro para la transmisión de las tradiciones y posiciones de las organizaciones comunistas.

Ha seguido siendo militante hasta el último minuto. Aquejado de una dolorosa enfermedad, preguntaba a todos los camaradas que le visitábamos cuales habían sido las discusiones, pedía que le leyéramos los textos internacionales de la organización, escuchaba ávido todo lo que le exponíamos. Era, sencillamente, UN MILITANTE COMUNISTA DEL PROLETARIADO. Con mucho dolor escribimos estas líneas, pero lo hacemos decididos y animados por su militancia, dispuestos a seguir luchando y por ganar a jóvenes que, actualmente, se estarán confrontando a las trampas que tuvo que superar y buscaran las respuestas que él encontró y que motivaron toda su vida.

Corriente Comunista Internacional 27-9-23

1 En aquella época existía el llamado “movimiento de no alineados” países que se decían al margen de los dos bloques imperialistas que dominaban el mundo: USA y URSS. Uno de los promotores era Tito presidente yugoslavo que fue una de las estrellas de la famosa conferencia de Bandung de 1955.

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