3.Revolución y contrarrevolución en España

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Balance General:

...El Gobierno republicano de Valencia ha salido victorioso y ha roto el predominio de los elementos anarquistas y con toda su influencia para construir un ejército disciplinado y equilibrado, esta política se ha llevado igualmente a cabo en Cataluña. El señor Companys y la Generalitat han podido ejecutar el decreto que ordenaba el desarme de los extremistas del movimiento libertario, el cual solo existía sobre el papel. Los anarquistas, que en Barcelona tienen su fortaleza y la fuerza mejor armada, han tomado en esto medidas inmediatas iniciando el desarme individual de los Guardias de Asalto. Así comenzó la lucha en las calles y sus primeros resultados, y el Gobierno se vio obligado a recurrir a los dirigentes anarquistas, para llegar a un acuerdo y conseguir el desarme. En este momento el Gobierno de Valencia acuerda intervenir para mantener el orden y lo toma en sus manos. El General Pozas pone a las fuerzas de la Generalitat a sus órdenes. Igualmente envía al Gobierno central unidades motorizadas y despacha tres barcos de guerra con la misión de ir a Barcelona para desarmar...” (Le Temps 8 de Mayo).

Los hechos de Barcelona fueron el inicio de una nueva fase en la lucha entre la Revolución y la Contrarrevolución. La frase “Unidad Antifascista” resulta inequívocamente refutada para todos los que lo quieran ver. Nada bueno se puede esperar de un frente de unidad entre burguesía y proletariado, tampoco en España.

Por primera vez en la era del Frente Popular las dos clases del ordenamiento capitalista se han presentado frente a frente. La cuestión del poder en la sociedad se ha planteado claramente. Esta lucha en torno al poder se ha acabado provisionalmente sin haberse producido una solución definitiva. Los trabajadores han sido persuadidos por los dirigentes de sus organizaciones para finalizar la lucha. Habiéndose de conformar con promesas y concesiones insignificantes.

Todas las ventajas positivas han sido minucias en comparación con lo obtenido por la burguesía. En general se van  desmantelando las posiciones de poder de los trabajadores de la retaguardia más que en el frente de combate, donde también ya se ha mostrado claramente su cara contrarevolucionaria, continuándose no sólo la política previa al 3 de Mayo, sino hasta agravándola. El poder gubernamental se refuerza ocupando las principales posiciones económicas y militares en sus manos. Comienza el desarme de los obreros revolucionarios y se inaugura la persecución de estos. El resultado de los hechos del 3 al 5 de Mayo es un refuerzo de las posiciones de la burguesía en detrimento del proletariado.

Pero la lucha no ha llegado aún a su fin, y el proletariado no solo ha obtenido perjuicios. Ciertamente los obreros han sufrido una involución, sin ser completamente derrotados. Han perdido muchas posiciones materiales pero el antagonismo con la burguesía se ha agudizado.

Aunque con la ayuda de sus peones la burguesía ha tenido éxito, la mayor parte del proletariado ha perdido su fe en una España libre y democrática. Aunque la situación se vuelva cada día más difícil, los revolucionarios en España conservan siempre un campo de batalla favorable. La creciente persecución de las fuerzas revolucionarias en España es la prueba no solo del crecimiento de la contrarrevolución sino de un incremento de la conciencia revolucionaria.

Es difícil hacer predicciones sobre la evolución futura de la lucha entre revolución y contrarrevolución. El proletariado español aprende de su derrota las enseñanzas consiguientes de su revolución, y ha visto como la burguesía de todos los Estados se ha unido contra él. De esta enseñanza las fuerzas que frenan el desarrollo revolucionario han hecho un fuerte uso. Tendrán que afrontar un futuro en el que el sentimiento de la impotencia se irá incrementando. Siempre se remarca que, sin la ayuda de la burguesía Franco no será derrotado. El gran significado de esta situación de parálisis es que puede generar ya nuevos estados de ánimo con los que profundizar en la comprensión de la situación. Los “bolcheviques-leninistas”, los trotskystas, los cuales constituyen la oposición contra la dirección oficial del POUM, la cual no esta de acuerdo con la política del Frente Popular, escribieron en un Manifiesto publicado el Primero de Mayo, bajo el epígrafe “Contra el fascismo y la reacción burguesa ¡La Dictadura del Proletariado!”, lo siguiente: “...El proletariado español, que conquistó el poder, no encuentra una solidaridad significativa del proletariado mundial en la actualidad. Los imperialistas democráticos apoyan España porque temen, que los trabajadores puedan conservar las armas, y dirigirlas contra la propia burguesía. Por el contrario, firmemente, el proletariado inglés podría aportar más ayuda si el proletariado del País Vasco actuase contra los nacionalistas católicos. Todo prescindiendo del hecho, de que la reacción vasca sabotea la lucha preparando un armisticio encima de los cuerpos de los obreros...´Sin revolución mundial estamos perdidos` decía Lenin. Esto es aún más válido para España; pero para llevar el proletariado mundial a la insurrección debemos avanzar con nuestro ejemplo. Para hacer romper al proletariado francés con la reacción es necesario liquidar antes la política de Frente Popular de nuestros líderes y contraponerle el Frente revolucionario de los obreros...”.

El desarrollo de la lucha de clases en España depende de su desarrollo en todo el mundo, pero también es verdad al contrario. La revolución proletaria es internacional e igualmente lo es la reacción. Cada acción del proletariado español encuentra su eco en el resto del mundo y cada explosión de la lucha de clases aquí, es un apoyo a los combatientes proletarios españoles.

En un momento donde el proletariado español se ve empujado atrás, su lucha no esta aún perdida es sólo una fase en la confrontación internacional entre capital y trabajo. Hay períodos de ascenso y de reflujo, sin embargo, la victoria del proletariado es segura. La obligación de los trabajadores revolucionarios es esta: han de mantener sin vacilaciones el objetivo de la liberación de su clase, sin perderlo de vista. Todo hay que subordinarlo a este fin.

Una de las primeras condiciones para el desarrollo de la lucha en el sentido proletario-revolucionario es que el proletariado consiga la conciencia de la necesidad de una lucha de clases autónoma. Para eso hay que desenmascarar la ideología de cada una de las organizaciones ligadas al Frente Popular y esto de un modo absolutamente necesario y prioritario. No obstante los obreros revolucionarios no tienen que olvidar nunca el carácter pernicioso de la política del Frente Popular. En este contexto hay que proceder a desenmascarar a la CNT y a la FAI, las cuales igualmente apoyan al Frente Popular y a la reacción burguesa.

La posición de la CNT ante los acontecimientos del 3 de Mayo

Los acontecimientos muestran, una vez más, la bancarrota de los principios anarcosindicalistas. En el mismo momento, en el que la lucha entre el proletariado y la burguesía se plantea claramente, la CNT quiebra abiertamente en los hechos. En el mismo momento del ataque conjunto de las fuerzas de la reacción, cuando los militantes de sus filas esperaban una clara respuesta al dilema, dejar las armas o no, la CNT se deja seducir por componentes políticos y con todo esto ayuda a romper la resistencia de los trabajadores. La CNT es uno de los principales culpables del sofocamiento del alzamiento puesto que en el momento en que el proletariado se ponía en marcha contra la reacción democrática lo desmovilizó. Esta posición de la CNT prueba la ruptura de esta organización con la lucha de clases revolucionaria y el reforzamiento de su complicidad con el Frente Popular y con la reacción capitalista.

Pero de todas formas hay que clarificar las causas por las que la CNT tuvo este comportamiento. Sería una casi desviación que fue aumentando, que la ha conducido a una vulgar “traición”, convirtiéndose en una fuerza contra la revolución obrera. Igualmente sería un gran error también la concepción, de que esta posición no estaría de acuerdo con la voluntad de la mayor parte de la clase obrera. Es precisamente al revés, la CNT se adaptó nada más a las aspiraciones de la gran masa de los obreros catalanes, que ciertamente querían acaudillar la lucha contra el fascismo y por su liberación hasta el final, pero que que no conocían suficientemente los problemas sociales, ni podían discernir la lucha revolucionaria del reformismo, la democracia burguesa de la proletaria, el capitalismo del comunismo. La CNT impulsó sus orientaciones gracias a las opiniones vacilantes e inmaduras del proletariado. E igualmente la conciencia no revolucionaria de los obreros los caracteriza como traidores de clase porque el miedo a Franco debilita su lucha contra la reacción “democrática”. Igualmente podían actuar contra las organizaciones, pero tenían  interiorizadas sus concepciones. Muchas son las razones y las causas que explican esta postura, no en sus resultados sino en sus raíces y es ahí donde hay que atacar. La CNT, que abarca millones de obreros, la única organización revolucionaria que abarca a toda España , la que el 19 de Julio prácticamente representa a la totalidad de la población obrera catalana, en realidad nunca ha sido una verdadera organización de clase. La CNT siempre había rechazado toda política categóricamente, condenando toda dictadura estatal y de partido, y ahora se hunde en los trapicheos de los Gobiernos y de los partidos políticos, naufragando como organización revolucionaria. La contradicción entre teoría y práctica parece acrecentarse pero sólo es superficial. Las críticas de los anarquistas extranjeros, para los cuales la CNT ha traicionado, no han pasado tal cosa. La CNT de ninguna forma podía comportarse con un absoluto desprecio efectivo por sus principios, tuvieron que encadenarse a las otras fuerzas combatientes.

Precisamente sus principios anarquistas, sus ilusiones, así como la organización que encarnaba la lucha de los trabajadores, contuvieron la preparación efectiva de una organización de clase y empujándolos al ejército de la burguesía, en donde encontraron su naufragio como organización de lucha de las clases revolucionarias.

El “Syndikalist” del 20 de Agosto de 1931, escribió “... Hay en el Comité Nacional de la CNT un número de luchadores que no creen que la CNT haya de permanecer en un estadio estacionario, hacía falta tomar la posesión de la dirección de la producción, desearíamos tener tiempo, mucho tiempo, para organizar mejor a la CNT...”.

Esta manifestación es característica de la totalidad del movimiento anarco-sindicalista hasta el día de hoy. A los ojos del movimiento anarco-sindicalista español el comunismo es un asunto de control de la producción por la CNT y de la dirección por los mismos sindicatos, y no por tanto la obra del conjunto de la clase obrera a través de sus propias organizaciones de Consejos.

Esta concepción posibilita que un sindicato en razón de circunstancias especiales permanezca combativo y no degenere en el reformismo, no por esto está menos en oposición a la realidad.

Aquí se encuentra la causa esencial por la que la CNT no desarrolló sus cometidos revolucionarios. Como esta concepción domina el discurso y la práctica de la CNT así como su impronta, destruye la realización de una política de clase, tal y como fue claramente manifestado con motivo de los hechos de Cataluña. Remitimos al Boletín de Información de la AIT en lengua alemana aparecido el 11 de Mayo de 1.937.

“...Tenemos que entender, no obstante, que ninguno de ambos sindicatos, CNT o UGT, está en situación, él solo, de cumplir esta tarea (la de dar pasos hacia formas concretas de libre socialismo). La UGT no puede imponerse a la CNT, pero tampoco es posible al contrario, ya que significaría una guerra civil. No pueden coexistir dos formas de producción una al lado de la otra. Los obreros, en las fábricas han encontrado la solución en la práctica del trabajo conjunto. Esto ocurre a gran escala. Cuando trabajamos por la construcción de federaciones de la industria y por la Alianza CNT-UGT, nosotros ponemos las bases para una nueva economía ibérica a partir de los diferentes experimentos sociales ocurridos hasta hoy, es la voluntad de nuestro pueblo...”.

La CNT, ve así la disolución de las diferencias entre socialdemocracia y anarquismo en un frente unitario de las organizaciones.  Sin embargo, los objetivos de ambas no pueden cambiar. ¿Qué política llevará este frente unitario, una socialdemócrata o una anarquista?. ¿ O variará entre ambas direcciones?. La socialdemocracia piensa en estos momentos “más revolucionarios” quizás en una nacionalización general de la economía, cuando en la práctica sabotea cada transformación de la vida económica. Los anarquistas están en principio por abolir el poder estatal y quieren llevar la producción bajo la dirección de los sindicatos, que piensan serían el punto cardinal de un poder obrero autónomo. Un compromiso entre tal  poder obrero y la socialdemocracia es, sin embargo, una cosa imposible. En caso de que un compromiso entre socialdemocracia y anarquistas existiese sin embargo es necesario que tenga otro carácter al que se ha dado antes. Y de hecho, es así. Significa nada más que otra serie de concesiones de la CNT a la socialdemocracia con subordinación a la “democracia” burguesa existente. La necesaria consecuencia de todo esto es que, los sindicatos, como que ahora disponen de un aparato más o menos burocratizado, que en poco tiempo se complementará con el incremento del aparato estatal, las bases obreras permanecerán completamente alejadas y desaparecerán como un lastre superfluo. Así aparece el compromiso entre socialdemocracia y anarquismo, no como un acuerdo entre CNT y UGT, sino como una completa victoria de la socialdemocracia y la burguesía. Pero la CNT esto no lo podía comprender. En su opinión ya es socialismo cuando los sindicatos toman la dirección de la producción. ¿ Para qué tenemos que preocuparnos sobre las diferentes tendencias políticas?. La producción bajo la dirección común de los sindicatos es al mismo tiempo el inicio del fin de la revolución. Esta es su concepción del comunismo. Todo lo demás es un asunto de carácter técnico y nada más. La discusión política sería perpetua pero la unidad con todos los políticos no se pone en duda ¡ Dirección conjunta de los sindicatos!, ¡ Solo cuando los socialdemócratas lo quieran, todo está en regla!. Después los hechos resolvieron contra los anarquistas de forma horrorosa.

Los anarquistas no comprenden que el poder de la clase revolucionaria no es otra cosa que dictatorial. Seguro que es necesaria la unidad de la clase obrera, pero precisamente la claridad de los compromisos de las organizaciones evita la realización de la unidad de la clase revolucionaria. No es posible ninguna unidad entre las concepciones socialdemócratas, que dejan el poder en manos del Estado burgués, mientras los obreros intentan armarse. Cada olvido lleva al retroceso, y estas concepciones revolucionarias toman la consigna: “Todo el poder al proletariado”, como punto de partida. Cuando la clase obrera está organizada en una lucha revolucionaria, entonces pasa que, se entrega el poder a un Gobierno del Frente Popular aunque se deje el armamento, pero todos los poderes los ejerce el primero.
Las organizaciones, los partidos así como los sindicatos materializan las diferentes corrientes políticas que existen en la clase obrera y están ligadas al capitalismo y dirigidas por la política de la burguesía. Y en la lucha revolucionaria se coloca a los obreros frente a nuevos problemas, sin duda. Tales problemas sólo se pueden solucionar sobre las bases de las reivindicaciones del momento, e implica una gran transformación de los cerebros de los obreros, las antiguas organizaciones en la lucha de ideas llevan una lucha por solidificar dogmas, abortando la renovación espiritual de los trabajadores. También por eso los trabajadores deben deshacerse de ellas, puesto que amenazan la revolución tanto mediante ideas como a través del flujo material. En vez del compromiso entre la CNT y UGT es válido poner la consigna “Todo el poder a los Consejos Obreros”. Los obreros tienen que ejercer su poder inmediatamente, no dejarse engañar por una burocracia, que cada vez más les resulta ajena. Su liberación espiritual de los brazos del capitalismo puede ser así mismo sólo su propia tarea. Esta no puede realizarse de ninguna manera mediante componendas y pactos entre burócratas.
Estos motivos son trascendentales para las organizaciones revolucionarias, porque rompen la influencia paralizante de las viejas organizaciones. Transforman la lucha de las organizaciones en una lucha de concepciones que no podrán por más tiempo dejar de criticar su origen, sino su valor exclusivo para la revolución. Encarnan allí mismo, donde aparecen insuficiencias, el espíritu de la lucha de la liberación del proletariado.

“...Con clara conciencia de las circunstancias del momento la CNT renuncia a una rápida realización de su objetivo propio, el comunismo libertario. No obstante, se ponen las bases para una colectivización de las grandes y medianas empresas a manos de los sindicatos obreros y por el reemplazamiento progresivo de las antiguas instituciones del Estado por nuevos órganos económicos y políticos y culturales bajo el control de los sindicatos obreros. La CNT ya antes del 19 de Julio lo tenía claro, que estas tareas no las podía realizar sola, explicó que para conseguir estos objetivos actuales el medio era la alianza revolucionaria entre los sindicatos anarquistas y socialistas. De este criterio participa la CNT. Aunque la UGT no existiese en Cataluña hasta después del  19 de Julio y se convirtiese en sitio de refugio seguro de las capas retrasadas de trabajadores y del conjunto de la pequeña-burguesía...” (del mismo boletín).

“...Vemos las cosas tal como son, sin anteojos, sin prevenciones doctrinarias. Se trata de una revolución y no de una estudiada discusión en torno a este o ese principio. Los principios no deben ser severos mandamientos, sino formas manejables para el vencimiento y la confrontación  de la realidad. ¿Garantiza nuestra plataforma  la realización del Comunismo Libertario en el momento de la revolución?. Seguramente no. Pero garantiza la ruptura del capitalismo y la aniquilación de su apoyo, el fascismo. Garantiza la construcción de un régimen proletario, democrático y sin explotación y privilegios de clase y una puerta ancha para una sociedad libre en el más amplio concepto...” (Boletín en alemán de la AIT, 11 de Mayo de 1.937).

Aquí alcanzan las confusiones anarquistas su punto más elevado. De las que son conformes ahora la CNT o la AIT. ¿Las perspectivas concretas de esta lucha?. No el comunismo libertario, sino el aniquilamiento del capitalismo, la construcción de un régimen democrático-proletario sin explotación ni privilegios de clase. ¿Pero cuando esto no es aún el comunismo libertario, qué es sino?.

Nosotros siempre mantuvimos la opinión, de que con la superación del modo de producción capitalista y la abolición de la explotación en conexión con la realización de la democracia proletaria, sería realizado el comunismo. Aparentemente estamos extraviados. ¿O- debía la CNT- entender como algo diferente la democracia proletaria, la abolición de la explotación?. En vista de la práctica la respuesta no es difícil. Por realización de esto la AIT había señalado un programa mínimo, que podemos reconocer en la práctica actual.

¿ Democracia proletaria? : es la vulgar representación proporcional de los sindicatos en el Gobierno, así como el impedimento de la unidad revolucionaria a través de una unidad aparente. La representación mediante el compromiso y la lucha de la concurrencia de las fracciones de opinión.

¿ Abolición del capitalismo? :  es la vulgar expropiación de los capitalistas pero sin que resulte el poder económico sobre las empresas en posesión de los trabajadores.

¿ Abolición de los privilegios de clase? : las organizaciones obreras deben tomar el sitio en el Gobierno al lado de los burgueses mientras permanecen las rentas de los propietarios desocupados.

¿ Abolición de la explotación? : significa la mera abolición de los capitalistas privados, entregándose la dirección de la producción a los sindicatos.

Ya que los sindicatos son sin embargo organizaciones burocráticas en las que la influencia de los obreros está descartada   y, cuya práctica se ha mostrado también en España con insistencia (ver también Rätenkorrespondenz nº 21), significa esto que los obreros entregan el derecho a determinar el producto y los medios de producción en manos de una organización burocrática que les es ajena. Implica que delante de los obreros se sitúa una capa dominante que dispone de la producción y distribuye a su libre albedrío. Significa que los obreros, en vez de por los capitalistas privados, serán explotados por la burocracia sindical. De aquí será necesario constituir una nueva dominación estatal, ya que hasta ahora ninguna explotación puede existir sin Estado.

Estos son pues los puntos prográmaticos de cómo actúa la CNT en casos concretos. Cuanto este es su programa mínimo, después tienen ciertamente razón cuando opinan que no es comunismo libertario. Pero entonces también es un grave error cuando sostienen que es una puerta abierta hacia el comunismo libertario.

Capitalismo y comunismo son ideas, que la CNT aparentemente no puede diferenciar bien. Todo su proceder lleva la marca de esta impotencia. Proclaman por doquier la “democracia proletaria”. Y por esto proclama el frente único con UGT, sobre la que escribe lo siguiente: “... En Cataluña no había existido antes y después del 19 de Julio. Se incremento al convertiste en sitio de refugio, hasta cierto punto, de capas de trabajadores y del conjunto de la pequeña-burguesía. ...”

¡ Con la ayuda de esta organización se quiere construir la democracia proletaria, destruir el capitalismo, abolir la explotación y derogar las clases ¡.

“... La pequeña y media burguesía que permanecen en el país, los políticos profesionales, los parlamentarios, las organizaciones de trabajadores empleados reformistas y sobre todo los comunistas dirigen sin embargo una política, siempre activa, de restauración de las antiguas relaciones. El corrupto parlamentarismo burgués fue puesto como ideal para el pueblo combatiente antifascista. Una gran ofensiva contra los comités revolucionarios tiene lugar, los cuales, compuestos por la CNT y la UGT, o por ambos sindicatos y por los partidos antifascistas, han tomado posesión de todas las funciones esenciales de la vida pública...”.

La contrarrevolución, abarca a los restos de la burguesía, políticos de profesión, parlamentarios, funcionarios de las organizaciones reformistas, comunistas, así como a Esquerra, PSUC, UGT, comprende en suma a quienes están presentes en los comités y pertenecen a los sindicatos y partidos, igualmente como Esquerra, PSUC, UGT y la CNT-FAI.

¿ Cómo es que están igualmente con los estalinistas, socialdemócratas y burgueses?. ¿Son revolucionarios o contrarrevolucionarios?. Aparentemente son revolucionarios en los comités y contrarrevolucionarios en el Gobierno. Y no obstante, siguen en ambos sitios la misma política...

Es por lo demás bastante conocido, que las perpetuas concesiones de los anarquistas que han hechos a las direcciones y organizaciones y que harán, los califica de contrarrevolucionarios: “...La CNT... sacrificó a la unidad antifascista muchas reivindicaciones, lo que fue considerado por muchos trabajadores revolucionarios como algo inaceptable. Las masas de la CNT conservan la disciplina y se muerden los dientes...” (ver boletín citado anteriormente).

Los anarquistas entregan en interés de la unidad una de sus posiciones más importantes sin precio y perdiendo el enlace con el proletariado mundial. Todo esto a favor de esa “unidad” que no podía existir más que con la derrota absoluta del proletariado combatiente. Y esto mientras los mismos anarquistas explican que: “...Para los trabajadores revolucionarios de España tiene la defensa contra el fascismo sentido sólo si va simultáneamente ligada a la lucha contra el sistema capitalista...” (ver boletín citado).

Pero tenemos que repetirlo, la oposición entre estas declaraciones es solo aparente. En realidad sostiene la armonía por la cual capitalismo y comunismo, revolución y reformismo tenían antes un significado diferente del que tienen para nosotros. Para ellos la revolución no es nada más que la toma de posesión por la CNT y el comunismo nada más que la dirección de la producción por los sindicatos. Hasta situados en esta escala, después la CNT retrocederá sólo al carácter razonable de insignificantes concesiones en tanto que representa en realidad una completa capitulación ante la reacción.

La posición de la CNT durante los episodios de Mayo

Después de lo expuesto el comportamiento de la CNT durante los días de Mayo no puede suscitar ninguna extrañeza.

Recordemos el penetrante manifiesto de la Juventud Ibérica Libertaria contra la política del Frente Popular que contiene la agudeza del pueblo español. Aquí se trata de una parte del movimiento anarquista que se encuentra en medio de una lucha revolucionaria y que se encuentra trastornado por la contraposición entre revolución y contrarrevolución. A la CNT oficial le pasa todo lo contrario, se convierte en el transcurso de los meses en una parte del aparato de gobierno. Sus comités son parte del Estado. Sus hombres se sientan en los ministerios y otras partes del Ejército. Pero no se sientan allí (naturalmente) como ejecutores de la voluntad de los obreros sino del régimen imperante. La crisis de Gobierno en Cataluña, el nombramiento de un general del Gobierno central como comandante de las tropas de milicias catalanas, el intento de ocupación de la central telefónica tenía para ellos sólo el significado de incidentes. Resistieron esos intentos y aprobaron la resistencia para convertirse de esa manera en capitalizadores de la resistencia a esas medidas; pero no fueron más allá porque no lo podían controlar, porque estas medidas eran sólo acciones parciales en el contexto de un intento a gran escala de la burguesía, de proceder al desarme de la clase obrera. Los anarquistas conservaron su “buen sentido” relevando a los “provocadores” aislados de sus funciones y fueron sustituidos por otros oficiales con objeto de conservar el Orden. Y  ya llamó la CNT a sus partidarios a paralizar todas las acciones.  El incidente fue por ellos olvidado, la contrarrevolución había vencido. Sin embargo, finalmente parece que la CNT no ha aprendido nada.

“... Estamos autorizados, a explicar, que  ni la CNT  ni la FAI. No obstante como cualquier otra organización responsable se habrían descolgado, a romper la unidad del frente antifascista o de cualquier intento de acometerla...”.

Los sindicatos y las organizaciones anarquistas trabajan siempre con lealtad, como hasta ahora, con todos los sindicatos y sectores políticos del frente antifascista conjuntamente. Prueba de esto es que, la CNT colabora ampliamente con el Gobierno de la República así como con la Generalitat de Cataluña, así como en todos los municipios. Cuando fue provocado el conflicto de Barcelona, tenía la CNT a nivel regional y del conjunto del país todo a ganar, pero actuaron tan rápidamente como fue posible para desarticular el conflicto. Al segundo día del conflicto llegaron a Barcelona, el secretario del Comité Nacional de la CNT y el Ministro de Justicia, así como un conocido miembro de la CNT, apelando por todos los medios posibles a cesar la lucha entre hermanos. Fuera de los pasos que se emprendieron junto con los otros sectores políticos,  dirigieron a la población de Barcelona razonamientos que todo el mundo ha oído. Se les ha de reconocer que sólo hablaron de seriedad y voluntad en la unidad de acción contra el enemigo común: el fascismo.

El secretario del Comité Nacional, María Vázquez dijo en su discurso en el micrófono de la Generalitat del 4 de Mayo lo siguiente “... Tenemos que cesar con lo que aquí ocurre. Tenemos que cesar porque nuestros camaradas en el frente saben, que tenemos que tener delante de los ojos las realidades del momento actual y, porque saben, que nosotros nos entendemos los unos junto a los otros. En ningún momento se debe dar este sentimiento de inseguridad en la retaguardia, no debemos dar ninguna esperanza al fascismo. ¡Deponed el fuego camaradas!. Pero nadie puede aprovecharse de la tregua, ni conquistar posiciones. Estamos reunidos aquí y mientras discutiremos lo que es necesario, pero encontraremos una solución, un acuerdo entre todos ya que es esta nuestra obligación. Porque el sentido de conservación nos empuja a la responsabilidad, y en torno a estos puntos todas las fuerzas antifascistas tenemos que llegar a un acuerdo en la Generalitat. Estamos aquí reunidos y en especial el Comité Ejecutivo de la UGT y el Comité Nacional de la CNT, que hemos llegado con la mayor rapidez, y encontramos una situación difícil en Barcelona, y por ello debemos llegar a un acuerdo para finalizarla. Hemos de encontrar un punto común, para eso se ha hecho el alto el fuego, sin el cual, solo nuestro enemigo común, el fascismo, puede tomar ventaja..” (Del mismo número 44 del Boletín de la AIT).

“¡Deponed el fuego camaradas!” , Así habló el presidente anarquista desde el edificio de la Generalitat, que los revolucionarios anarquistas iban rodeando. “! Deponed las armas!”. Ya discutiremos mientras acordamos una componenda entre la revolución y la contrarrevolución.

La prensa confederal ha lanzado varios llamamientos a la vuelta al trabajo. Desde la radio daban indicaciones a los sindicatos y los comités de defensa no hacían más que llamamientos a la responsabilidad y la pacificación de los espíritus.

Un ejemplo más de que la CNT no quería romper la unidad antifascista, fue que posibilitó la formación de un nuevo Gobierno catalán el 5 de Mayo, Gobierno en el que participaba el mismísimo secretario regional de la CNT.

Estamos facultados para explicar, posteriormente, que la CNT y la FAI, en ningún caso responderán a la violencia abierta, aunque sea rompiendo acuerdos con el Estado y la Generalitat. En ningún sitio puede caer un miembro de la CNT en responder al “primer tiro”.

Los hombres responsables de la Confederación situados en la cúspide de la Conselleria de Defensa, han dado ordenes al conjunto de fuerzas que dependen de la Consellería , de que en forma alguna tomen parte en el conflicto. Tomando medidas además para asegurarse del cumplimiento de dichas ordenes.

Los camaradas responsables de los comités de defensa confederales de la CNT y la FAI, han dado la consigna de que nadie se alejara de los distritos y que nadie debe responder a las provocaciones. Las órdenes fueron hechas cumplir por todas partes.

El Comité regional de la CNT-FAI ha generalizado la consigna de que en toda Cataluña nadie puede moverse ni puede perturbar el orden en sitio alguno.

Como hemos visto la vida normal fue restablecida, fueron la CNT y la FAI los primeros en llamar a la colaboración, los primeros que dieron la consigna de parar los combates. Como el Gobierno central acordó tomar el orden público en sus manos, fue la CNT la primera en poner a su disposición las fuerzas con las que contaba. Tal como acordó el Gobierno central se enviaron fuerzas hacia Barcelona, mientras se disolvían las patrullas de control para debilitar a la CNT. Fue esta de nuevo la primera en facilitar la marcha por las comarcas catalanas de las fuerzas del Gobierno y posibilitando que estas llegaran a Barcelona (véase el nº 44 del Boletín de la AIT).

¡ Democracia obrera!. La consigna de la CNT. Se garantiza su programa mediante la alianza con la UGT. ¿Pero cual es la realidad?.

Conferencias de Ministros, llamamientos a finalizar el combate, prohibición de la libertad de movimientos a los obreros, favorecer el transporte de las tropas hacía Barcelona, limitación de la acción de las patrullas de control. Y los obreros tienen que obedecer las consignas de Vázquez y del señor Largo Caballero y sus acuerdos mutuos. Y después ¡Obediencia!. Ninguna oposición, y en ningún caso lucha. Ninguna discusión. ¡Así defiende la CNT la democracia obrera!. ¡Así defiende la revolución!. Pero de nuevo esta es la consecuencia lógica de la evolución entera de la CNT, y de sus concepciones. Significa, así mismo, democracia obrera. ¡Es más que representación paritaria de las organizaciones!. Entonces hay que salvar el compromiso con la UGT a toda costa. El secretario general de la CNT, Vázquez, llamó a acabar la lucha. Puesto que el personifica al proletariado catalán, ¿qué quieren aún más los obreros?. Sus representantes discuten con Largo Caballero, ¿no es eso la mejor garantía  del respeto a sus derechos?. Los obreros de Cataluña podéis ir tranquilos a vuestras casas, Vázquez salvara tanto la democracia como la revolución.

Un día después apareció el Boletín del 11 de Mayo, del cual ya hemos tomado algunas citas pues en cierta forma dan otra impresión de los acontecimientos, mientras en el mencionado manifiesto de la CNT-FAI, estas organizaciones cierran filas en la solidaridad mutua, escribe el boletín de la AIT del 11 de Mayo: “...El 3 de Mayo prueba de nuevo, en Barcelona, lo que es el anarcosindicalismo catalán. Como el 19 de Julio, así fue realizada también en  estos días una movilización total de la población obrera. Este momento fue un plebiscito en las calles. Todos los barrios obreros de la ciudad, todos sin excepción, fueron convertidos en un abrir y cerrar de ojos en bastiones de la CNT. Los distritos de las masas proletarias de Barcelona están con la CNT, hoy como siempre...”.

Una vez más fue suministrada la prueba de que los anarcosindicalistas son incapaces de ver a la lucha de clases como lucha de clases. Los episodios son presentados como una mera lucha por esta o aquella organización. Aunque ellos mismos constatan que: “...En aquellas partes de la ciudad en donde existen cuarteles y puestos de guardia de la policía y de las milicias republicanas y marxistas, se pusieron o bien de lado de los obreros como la policía en Sants y Sant Gervasi o bien declarando su neutralidad como los soldados del cuartel comunista de Sarriá ...La antigua policía, los marxistas y los republicanos por el contrario conservaron la posesión de los barrios burgueses y de la ciudad antigua, donde se sitúan las autoridades ...” (Del mismo Boletín).

Las consecuencias de la liquidación

La CNT ha ayudado a liquidar la lucha en Barcelona por todos los medios. Se lee como la AIT sentencia las consecuencias de la liquidación, en el ya mencionado Boletín.

...La noche del 5 de Mayo fue formado el nuevo Gobierno catalán. Se compone de representantes de la CNT, la UGT, de la Esquerra burguesa y de los rabassaires. Después de que se impusiese el alto el fuego y deshechas las barricadas, en buena parte por ordenes de los comités de la CNT, el Gobierno de Valencia tomó la iniciativa. Van en marcha hacia Barcelona 5000 hombres de la Guardia de Asalto, que deben sustituir a la hasta ahora policía catalana. Tal y como prevé el Estatuto de Autonomía de Cataluña, en caso de disturbios interiores, toma el Gobierno central además, provisionalmente el control del Orden público. El Consejero Aiguadé y el jefe de la policía Rodríguez Salas son depuestos de sus funciones. Los enemigos visibles de la revolución obrera, por la preservación  del “Orden Público”, igual significado tenía la exterminación de la CNT. Y la FAI es neutralizada. Valencia asumió nuevas responsabilidades en Orden Público, como ahora poner bajo su control las fuerzas de policía y las patrullas de control antifascista, asegurándose que éstas cumplan su misión de forma imparcial. Las próximas semanas nos lo mostrarán...”. 

Una reivindicación anarquista dice “Los trabajadores nombraran a sus comandantes ellos mismos”. Ahora en realidad los comandantes nombrarán a sus subordinados. Nos deja pues sorprendidos ver como cumplían con sus cometidos imparcialmente, ellos, sin embargo, han prometido (¿Aiguadé y Salas quizás, no?). “Las semanas siguientes nos lo mostrarán”. Pero ya el 6 de Mayo nos lo han indicado. De la misma pagina en el mismo Boletín leemos:

“...Sin embargo después que CNT y UGT, en la mañana del 6 de Mayo hacen un llamamiento conjunto a la reanudación del trabajo, comunistas y policías asaltaron el sindicato de la piel arruinando el acuerdo global. Otros sindicatos, como Sanidad y distribución fueron igualmente atacados y del cañoneo resultaron casi destruidos. Fueron desarmados y detenidos compañeros de la CNT-FAI en gran cantidad en la ciudad vieja. Sin embargo como el resto de todos los antifascistas estaban autorizados a llevar armas. En los barrios obreros iban los obreros armados actuando enérgicamente contra las fuerzas policiales que se habían situado contra los obreros. Así se da por ejemplo que cae en manos de la CNT después de fuerte combate un cuartel de la Guardia Civil y 400 policías. Se encontró en el cuartel insignias fascistas y monárquicas. No obstante fueron tratados humanamente los prisioneros y se retuvieron los policías hasta dejarlos en libertad con el alto el fuego...”.

Para estos mercadeos de la CNT solo hay un adjetivo, criminal. Los obreros, que asaltaron los cuarteles de la reaccionaria Guardia Civil, no actuaron seguramente para ponerlos en libertad. Habían entregado los policías confiando en la CNT y esta ¡libera de nuevo a los fascistas y monárquicos armados! .

¿ Era esto quizás el precio pagado por sus poltronas ministeriales? ¡ Al mismo tiempo, militantes de la CNT eran arrestados en masa!. Y este hecho aparece para la CNT como secundario ya que esperan que las “. Siguientes semanas aguardan a conocer la lealtad de los nuevos comandantes...”. ¿No es esta la posición que la burguesía agradece a la CNT? Y, ¿ no ha perdido demasiado la clase obrera con ella?.

La explicación para este comportamiento deplorable es el miedo a Franco. El miedo a Franco lleva a la CNT a entregar a la clase obrera a la “Democracia”, la cual quiere acabar con la lucha contra Franco mediante un compromiso. Esta “democracia” que escatima armas para el frente de Aragón, que arroja a los trabajadores revolucionarios a la prisión y ampara a los traidores de Málaga. Es esta “democracia” la que forma de nuevo a la reaccionaria Guardia Civil y toma a los espías fascistas bajo su protección. Y a esta “democracia”, los aliados del capitalismo internacional, quieren entregar el poder por miedo a una victoria de Franco. Ella no es más que la materialización de la contrarrevolución, vosotros los trabajadores tenéis que oponeros tanto a ella como a Franco, de lo contrario seréis entregados a la más negra reacción. Sólo hay una esperanza y una posibilidad para la clase obrera, la lucha incondicional contra el fascismo y la reacción. ¡¡ Esto lo ha olvidado la CNT!!.

En el Boletín número 45 de la AIT se ha hecho un importante descubrimiento sobre el carácter del Gobierno “....Ya desde hace meses se hace ostensible, que las mayores organizaciones obreras (CNT+UGT) están descartadas de la dirección de los asuntos públicos. La contrarrevolución encubierta lo pidió y las potencias extranjeras, de las que es servidora la contrarrevolución, lo han llevado a término. La contrarrevolución encubierta lo pidió, y la CNT lo discutió y lo obedeció.

El antifascismo español naufraga sin rumbo ni timón, es triste pero lo tenemos que decir en voz alta. Un montón de beneficiarios de esta situación quieren dar un golpe de timón a la derecha y que tan rápidamente como sea posible se llegue a un determinado armisticio, que no sería la victoria sobre le fascismo...” (Boletín nº 45).

La CNT que siempre ha sostenido que “representa al pueblo catalán real y al antifascismo autentico” reconoce pues su impotencia, cuando el antifascismo español ha perdido el rumbo y el timón. Entonces significa más que nada que la CNT no ha estado a la altura de las circunstancias, que es incapaz de cumplir las tareas que se había propuesto.

...Se quiere que el futuro de España, el futuro del proletariado, que su sangre vertida en el combate, sea malvendido. Malvendido conjuntamente con la democracia internacional y el fascismo internacional. Pero el proletariado no se ha batido en la lucha por la defensa de una República democrática falsificada, sino por la victoria de la revolución, por una nueva vida, por la transformación moral y económica del país. La contrarrevolución no podía tolerar la marcha de las masas por más tiempo, ya que estas están dispuestas a luchar con valentía , sólo para sí, pero desconfiando de los que verdaderamente sólo quieren un retorno al pasado. Aquí  reside la clave para la comprensión de los hechos de Barcelona, la principal ciudad del proletariado revolucionario español...” (Boletín nº 45).

¿ Y quien ha ayudado a arrinconar la marcha de las masas? : ¡¡¡ La CNT ¡!!.

Pero también ahora, donde el fiasco de la postura mantenida por la CNT es ostensible, no puede volver atrás en el camino recorrido hasta ahora. Todo su aparato organizativo está ahora colocado en el intento de administrar los medios de la vida económica de los sindicatos. Esto no lo puede dejar ir. Aquí está la causa de que la CNT también ahora mantenga la consigna del trabajo conjunto con la UGT. “...Ahora todo con la Alianza CNT-UGT. Ahora: ¡Obreros de España, Unios!...”. (Boletín nº 45).

Por supuesto, unios, pero no en la alianza CNT-UGT, eso ¡sería la alianza con la contrarrevolución!.

¡El anarcosindicalismo ha mostrado toda su incapacidad!

La Conferencia de París

El 6-7 de Marzo se ha realizado en París una Conferencia de grupos de Izquierda Comunista. Entre las delegaciones de los ocho grupos representados se encontraba también un representante del G.I.C.

El propósito de la Conferencia era el de desarrollar una discusión sobre las dos cuestiones esenciales del Movimiento Obrero. La primera efectuar una clara valoración de los acontecimiento de España y, la otra cuestión puesta sobre la mesa, examinar las posibilidades de un trabajo internacional conjunto de la Izquierda Comunista.

En los dos días de la Conferencia no pudieron tratarse estos dos problemas a fondo por falta de tiempo.

Fue la cuestión de España la que, sin embargo, reclamó la mayor parte del tiempo. Un camarada que tomó parte desde el inicio de los acontecimientos sobre el terreno, dio un buen resumen de la marcha de los hechos. En la discusión siguiente se hicieron palpables una serie de discrepancias sobre las cuestiones esenciales de la táctica de un partido revolucionario ante tal situación dada.

Ciertamente, podemos establecer, que la mayoría de los presentes han alcanzado ya unas concepciones coincidentes (por ejemplo sobre la cuestión de Rusia). Sin embargo, permanecen grandes puntos de desacuerdo aún, como los que se pudieron constatar en la Conferencia. Se acordó por eso, preparar la edición de un órgano de discusión internacional.

Una resolución sobre los acontecimientos españoles no se pudo aprobar en la misma Conferencia, sino que se remitió más tarde a todos los participantes. Se puede decir, que de una buena valoración de las posiciones, una buena parte se refiere al objetivo de un partido revolucionario. Nuestro grupo no ha hecho este planteamiento. En caso de que compañeros estén interesados en conocer el contenido del proyecto de resolución se lo podemos hacer llegar.

¿Y cual fue la respuesta de la Conferencia?. Hoy podemos decir que las expectativas que nos habíamos marcado no se han cumplido. Fuera de la Resolución, tal como nos fijamos, no se han alcanzado, no se han trabajado las condiciones para el inicio de una discusión internacional. El planeado “Boletín de discusión internacional” no ha visto la luz hasta este momento, ni tampoco se ha entrevisto. Es más, ni tan sólo se han expuesto cuales serán los criterios básicos. Sólo nos queda esperar, que los contactos personales hechos en París den sus frutos.

Rätekorrespondenz nº 22 (Junio de 1937) G.I.C.