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La película que apareció en Youtube el 11 de septiembre, La inocencia de los musulmanes de acuerdo a todas las opiniones es extremadamente estúpida y mediocre, producida por un defraudador californiano supuestamente cristiano ha estado en el centro de la atención mundial durante dos semanas. Esta denuncia del profeta Mahoma y sus seguidores, presentada, entre otras caricaturas, como individuos inmorales, pedófilos y brutales, ha provocado reacciones en todo el mundo musulmán. Estas manifestaciones han llevado a enfrentamientos y violencia dirigidos principalmente a los Estados Unidos, incluyendo el asesinato del Embajador de Estados Unidos en Libia.
Se han dicho muchas cosas sobre las reacciones conducidas por los radicales salafistas. Todo ello con una gran cobertura de los medios de comunicación occidentales. Pero estamos hablando de un máximo de algunas decenas de miles de manifestantes diseminados en varios países desde Túnez a Pakistán a través de Yemen. Esto no es realmente mucho cuando consideramos que hay cientos de millones de musulmanes tan solo en los países árabes, sin contar los millones de musulmanes que viven en Europa o América.
No se trata de minimizar la violencia que tuvo lugar, pero estos eventos fueron reproducidos deliberadamente para alimentar la idea del “peligro musulmán”. En Alemania Angela Merkel expresó su “gran inquietud”, mientras que en Francia Manuel Valls fue sacudido por esta “amenaza contra la República” luego de la mini manifestación en el Elíseo, que tuvo lugar “sin permiso oficial”. En los Estados Unidos, escuchamos a Hilary Clinton a declarar que los países árabes no habían “cambiado la tiranía de un dictador por la tiranía de la multitud”, refiriéndose a las “revoluciones árabes” de la primavera de 2011. Hasta el Papa, desde Líbano llamó a “erradicar” el fundamentalismo; musulmán obviamente!
En este concierto de preocupadas reacciones de los políticos, algunos comentaristas destacan la evidente manipulación ideológica de una parte y de otra.
• or un lado, el que esta película () salga en el contexto de crecientes tensiones guerreras entre Siria e Irán, pero también con los islamistas radicales en Malí y Sahel, y además que apareció el 11 de septiembre, aniversario del ataque a las torres gemelas en 2001 que resultó en 4000 muertes y luego la invasión estadounidense de Afganistán, estuvo claramente orientada a señalar con el dedo el salvajismo de los extremistas islámicos por todo el mundo.
• or otro lado, los extremistas islámicos cayeron justo en la trampa, revelando una vez más su potencial destructivo y su determinación para hacer frente a Estados Unidos y las potencias occidentales con el fin de afirmarse sobre camarillas burguesas rivales.
Está claro que hubo una escalada en ambos lados en un momento en que se perfilan nuevas intervenciones militares y masacres en el horizonte. Este tipo de campañas sirven para preparar el terreno en el plano ideológico.
La clase dirigente y todas sus fracciones, cualquiera que sea su religión, utilizará eventos como éste para dividir intimidar y aterrorizar a los explotados. Pero sobre todo, para sus hipócritas llamamientos a la calma y la razón, su objetivo es justificar nuevos pasos hacia la barbarie de la guerra.
Mulan, 28 de noviembre