Huelgas en Tekel (Turquía): ¿Cómo podemos organizar nuestras luchas sin los sindicatos?

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En varios artículos de nuestras publicaciones territoriales hemos dado cuenta de la lucha que desde hace varios meses  vienen librando los trabajadores de la empresa TEKEL (ver nuestra página web, en especial los artículos publicados en CCI ON LINE). Con este artículo, queremos informar  de la evolución y las lecciones que todos los obreros debemos extraer del desarrollo de esta lucha desde que los obreros acamparon en el centro de Ankara, hasta principios de Marzo de 2010, momento en el que los compañeros de TEKEL deciden abandonar Ankara.

Ante todo queremos agradecer, profundamente, la colaboración que nos han prestado los compañeros de TEKEL para elaborar nuestros artículos. Si no hubiéramos podido contar con sus experiencias, con sus vivencias, con sus temores y aciertos, nos habría sido imposible hacer de esa experiencia un ejemplo vivo, una referencia activa, para el desarrollo de la lucha de toda nuestra clase a nivel internacional. Lo que a continuación exponemos forma parte viva de la historia de la lucha de nuestra clase y, por ello, invitamos a todos nuestros lectores a leerlo con suma atención y pasión.

En la lucha de los trabajadores de TEKEL ha habido siempre un esfuerzo permanente para intentar organizar la lucha por sí mismos. Desde el principio de la lucha hasta el 20 de Enero de 2010, hubo cinco tentativas de formar un Comité de Lucha que representara a todos los obreros y, más tarde (como veremos a lo largo del artículo) se intento muchas veces más. Desde el principio existió una coordinación entre los trabajadores de TEKEL de diferentes ciudades que debatieron como hacer avanzar la lucha. Sin embargo, en todo ese período, no se consiguió crear un Comité que fuera reconocido por los trabajadores. ¿Por qué sucedió esto?.

 Uno de los primeros problemas que debemos  destacar para explicar los motivos de esta situación es, la carencia  de una comunicación real entre los trabajadores. Los trabajadores estaban juntos, y hablando constantemente. Pero aún no habían sido capaces de establecer un órgano propio, una asamblea de masas, que permitiera que hablaran y reflexionaran todos juntos de una manera organizada. El desarrollo de la lucha les obligo a elegir delegaciones de las diferentes ciudades donde TEKEL tiene factorías, pero estas delegaciones tuvieron muchos problemas para hacer vivir un verdadero órgano de debate y coordinación de su lucha.  Se podría decir que esta separación bloqueó la comunicación. Además, existía un problema  general aún más importante: los trabajadores, en su mayor parte, no quisieron y no supieron establecer una alternativa a las acciones de los sindicatos, y en muchos casos vacilaron enormemente a la hora de hacerlo.  Muchos sindicalistas fueron respetados por la única razón de que eran sindicalistas. Sus palabras fueron aceptadas antes que las de los trabajadores decididos y militantes. Este condujo a un problema muy serio ya que los trabajadores no supieron darse los medios para llevar adelante sus propias decisiones. La dependencia psicológica de los trabajadores en los funcionarios sindicales dificulto la aparición de los comités de los trabajadores al margen de los sindicatos.

Un obrero de TEKEL de la ciudad de Adıyaman nos confirmó esta observación: "...Si hubiéramos discutido en las tiendas de campaña (se refiere a las tiendas en las que acamparon en Ankara, que estaban separadas por ciudades de origen) y cada tienda hubiera enviado una delegación, se habría formado un comité espontáneamente. Nadie se habría  opuesto a ello. Habría sido imposible. Tratamos de plantear esta cuestión, pero lo hicimos un poco desde la distancia, como gente que pensaba que era necesario agruparse. La carencia de comunicación fue un problema grande,  deberíamos haber tenido una tienda de campaña de comunicaciones cuando nos establecimos en las tiendas. Creo que si hubiéramos hecho esto, el Comité habría sido construido a su  alrededor."

 Los trabajadores en general expresaron abiertamente su falta de confianza hacia los sindicatos que actúan en TEKEL, pero sus vacilaciones impidieron que surgiera una alternativa a la acción de estos. Esta situación que parece contradictoria, muestra que el sindicalismo todavía tiene una influencia muy importante entre los trabajadores. Los trabajadores, aunque no confíen en los sindicatos, todavía siguen agarrándose a ellos y siguen pensando que pueden hacer oír  su voz a través de ellos.

En cuanto a los funcionarios  sindicales, como cabía esperar, estaban molestos por la simple mención de la palabra comité. Eran muy conscientes de que sí nacía ese Comité perderían el control de la lucha y, la masa de trabajadores ya no estaría en sus manos. En esos momentos, este problema no se planteaba conscientemente para el conjunto de trabajadores de TEKEL. A pesar de ello, las tentativas de formar el Comité siguen planteándose pese a los problemas que encuentran los obreros y mal que les pese a los funcionarios sindicales.

Para comprender mejor esta situación y los problemas que plantean situaciones similares al conjunto de nuestra clase, debemos volver atrás, a los acontecimientos acaecidos, el 14 de Enero, cuando casi todos los trabajadores de la empresa de cada ciudad donde TEKEL tiene una fábrica y sus familias se reunieron en Ankara para realizar una concentración de tres días.  Por las noches hacían hogueras para calentarse. Durante el tercer día, llovió a mares. Los trabajadores pusieron techos de nylon en las calles sonde estaban durmiendo. Así es como iba surgiendo una pequeña ciudad hecha de tiendas de campaña obreras en el centro de Ankara. La creación de este espacio fue absolutamente espontánea, como otros muchos aspectos de la lucha. En ese contexto, los trabajadores intentaron establecer sus posiciones de lucha frente a la sede central de los sindicatos montando una tienda allí. Era una de las demandas que se desarrolló con los esfuerzos iniciales para formar un comité, pero los sindicatos evitaron que ocurriera en ese momento. Después se levantaron tiendas de campaña aquí y allá, porque las condiciones climáticas lo hacían necesario. El nylon que se puso para cubrir las calles daba el aspecto de una tienda de campaña y así al poco tiempo los obreros que llegaban de diferentes ciudades levantaban sus tiendas. Tras la creación de hecho de esa  situación, los sindicatos no tuvieron más remedio que dar su apoyo a la iniciativa de los trabajadores de TEKEL. La razón por la que las tiendas estaban separadas según las ciudades de las que venían los obreros fue que querían prevenir la infiltración de policías o provocadores y también evitar la dispersión haciendo que los de cada ciudad se controlaran entre ellos. Debido al frío hubieron de traerse más techos de nylon. Como las hogueras que se hacían producían mucho hollín y humo, los trabajadores trajeron estufas. Así iba surgiendo una ciudad de campaña viva y respirando en el centro de Ankara.

Pocos días después de plantar el campamento, el 17 de Enero, hubo una manifestación masiva de todos los obreros de TEKEL y de otros muchos trabajadores que les apoyaban. Conscientes de que sólo  podrían conseguir sus objetivos extendiendo la lucha presionaron a los sindicatos para la convocatoria de una huelga  general. Tras la intervención del dirigente sindical Mustafa Kumlu, que no mencionó la huelga general ante los más de cien mil manifestantes, los obreros subieron a la tribuna desde la que se dirigía a la manifestación y más tarde intentaron ocupar la sede central de los sindicatos. Eso llevó a Mustafa Türkel, el portavoz de Tek-Gida Is, el sindicato de Tekel, a distanciarse de Kumlu y a quejarse de lo aislados que están en la Turk-Is [1](confederación sindical) y de que no habían recibido apoyo de otros sindicatos afiliados a ella ni de otras confederaciones.

Acto seguido,  obreros de TEKEL  proponen iniciar una huelga de hambre de tres días.  Y depués seguiría otra indefinida. A pesar de que muchos pensaban que la huelga de hambre era  la última opción, consideraban que al menos sus cadáveres valdían más que sus vidas, que la paga que sus familias recibirán si muriesen, sería mayor que los salarios a los que les quieren condenar. Esta opción no fue una idea extrema desarrollada por una sola persona. Era la probable respuesta que recibiría de los obreros quien estuviera preocupado por la huelga de hambre. Al mismo tiempo, un gran número de obrero de TEKEL comprendía los motivos de esta decisión, pero no creían que fuera el camino adecuado para desarrollar la lucha. Ocurrió que,  el 19 de Enero comenzó una huelga de hambre con un número limitado de participantes, 140.

En los días siguientes,  varios sindicatos (TurK-Is y las confederaciones de sindicatos izquierdistas, KESK y DISk) anunciaron su plan conjunto de acción. Se tomó la decisión de comenzar el trabajo una hora más tarde el 22  y  se organizó un plan  de visitas de apoyo y protestas. El día 21, Turk-Is, KESK, DISk así como otras confederaciones más de derechas como Kamu-Sen, Memur-Sen y Hak-Is,  anunciaron que si el Gobierno no solucionaba el problema laboral el día 26, utilizarían "el poder de la producción" y organizarían una huelga de solidaridad. El primer ministro Erdogan invitó al portavoz del sindicato Turk-Is, Kumlu, a una reunión ese mismo día. Después de la reunión, el Gobierno encargó que Mehmet Simsek, el Ministro de Hacienda, preparara una propuesta de solución. Este representante gubernamental había declarado que  "...si nuestro gobierno ha cometido un error, es el de ser demasiado compasivo con los trabajadores que perderán sus empleos debido a la privatización".  Ahora decía que, después de gestar una nueva solución, quería reunirse de nuevo con la delegación de Turk-Is. Las negociaciones duraron  cinco días y el 26 llega la respuesta del Gobierno. No va a ceder, ni a dar marcha atrás a sus planes. No obstante, el Gobierno propone mantener las negociaciones hasta el 1 de  Febrero.  Desde todos los puntos de vista esta era una política de diversión. El Gobierno no cambio el fondo de su propuesta, el conocido como el plan  4-C[2] pero lo maquilló con algunas mejoras:  compensación mínima por los días de trabajo aumentados y derecho a 22 días de vacaciones.  . Los trabajadores respondieron diciendo "....no aceptamos la propuesta del  4-C ni siquiera después de ser maquillado....".

El 2 de Febrero comenzaron de nuevo las huelgas de hambre. Las seis confederaciones sindicales, Türk-Is, Hak-Is, DISK, Memur-Sen, Kamu-Sen and KESK, se unieron de nuevo y decretaron "...una huelga general en la cual utilizaremos el poder que viene de la producción..". Esta decisión, por supuesto, no fue tomada por su propia iniciativa y voluntad; la presión de los trabajadores no les dejaba otra alternativa. Los trabajadores habían manifestado claramente su voluntad de tomar este camino de la extensión de la lucha durante la manifestación del 17 de Enero. Los sindicatos lo sabían perfectamente al ver su sede central ocupada por los obreros , que  obligaron a los dirigentes sindicales a adoptar un discurso muy crítico contra los planes del Gobierno. La decisión de los sindicatos fue, claramente, el resultado de la presión que vino de la base, de los trabajadores. A pesar de sus esfuerzos para desgastar y dividir a los obreros, las  confederaciones sindicales tuvieron que declarar la huelga general.

 El Gobierno, por boca del primer ministro Erdogan declaró: "las manifestaciones de los trabajadores han excedido su objetivo., Hemos hecho todo lo posible por llegar a un acuerdo. Esta situación se ha convertido en una campaña abierta contra el Gobierno, más que en acciones para pedir más derechos laborales. Somos responsables, somos los responsables de proteger el dinero de los huérfanos recién nacidos y de mantener los gastos de forma responsable. Los trabajadores de TEKEL han cobrado lo previsto, y los finiquitos están ahora en sus cuentas bancarias. Deben ponerse a trabajar inmediatamente bajo las condiciones del decreto, el 4-C que el Gobierno ha acordado." Esta declaración era, en realidad, una amenaza velada de despido para todos aquellos que no cumplieran con los planes del Gobierno. No dudó tampoco en lanzar abiertamente amenazas. Tras declarar ilegal la manifestación ante la sede de Turk-Is y definir los hechos como una ocupación, dijo: "vamos a poner a prueba nuestra paciencia hasta fin de mes.... Después tomaremos todas las medidas  legales necesarias (...) Porque estos acontecimientos se han convertido en un abuso abierto por parte de grupos ideológicos y extremistas. Mirad  sus banderas. Mirad  sus lemas.  Usan un tono desvergonzado e impúdico que apunta mí y mi partido. Los trabajadores están siendo utilizados... ". El gobernador de Ankara, Kemal el Onal, decidió subirse al tren de esta política tras estas declaraciones y lanzó otra amenaza: justo antes de la acción de solidaridad general con los trabajadores TEKEL, declaró que sería ilegal la participación de los obreros del sector público en esta acción y que se abrirían cargos contra todos los que participaran.

Por otra parte, que los sindicatos hubieran convocado una huelga general no significaba que no trataran por todos los medios de vaciarla de contenido y boicotearla, de ponerle el máximo de impedimentos. Muchos sindicatos progubernamentales de la confederación Turk-Is se opusieron a la decisión de la huelga general. Las confederaciones progubernamentales Memur-Sen y Hak-Is decidieron en el último momento no participar. Por lo que respecta a Turk-Is en general, decidió participar sólo en la manifestación en Ankara pero enviando exclusivamente una representación de funcionarios y líderes sindicales. De esta forma se bloqueó la voluntad de participar de las bases y se impidió que confluyeran obreros de diferentes sectores y ciudades. Ese día en la manifestación habían quizás 30 o 40 mil personas, pero podrían haber sido más de 100.000. Los sindicatos se esforzaron por limitar el número de manifestantes y sectores en lucha. Pese a ello, la participación de trabajadores TEKEL fue de  aproximadamente el 90 % de los 10.857 empleados y también hubo manifestaciones de apoyo ese mismo día en otras ciudades.  Los sindicatos consiguieron su objetivo: aquello no fue una huelga general, fue demasiado limitada, demasiado insuficiente.

 La fuerza de la huelga general viene de la amenaza de detener la vida misma usando el potencial que tiene la paralización de la producción en todas partes por los huelguistas. Sin embargo, para cualquiera que no estuviera advertido por los sindicatos de la huelga del 4 de Febrero era imposible darse cuenta de que realmente había una huelga en marcha.  Esto fue al menos parcialmente admitido por algunos voceros sindicales. El Sami Evren, el portavoz de KESK, dijo "...el movimiento iniciado por los trabajadores TEKEL ha desencadenado una gran solidaridad en toda Turquía. Ha desencadenado un movimiento social. Ese es el éxito del movimiento, aunque han habido fracasos por cuanto se refiere a la utilización del potencial de paralización de la producción de la huelga en muchos sitios, hay que reconocerlo". El portavoz de DISk, Suleyman Celebi, afirmó  "...en 81 ciudades han habido acciones huelguísticas de solidaridad. Si bien es cierto que en Estambul y Ankara han estado por debajo de lo previsto, no se puede decir que esto haya afectado el éxito general de la acción de solidaridad".

 El mismo día, el Gobierno tomó algunas contra-medidas. La nueva ley de empleo "del personal temporal", la famosa  4-C, fue publicada en el Periódico Oficial del Estado. El número de empleados temporales con esa modalidad fue establecido en 36.215 para el año 2010. TEKEL fue incluido en la ley. Esta ley no sólo abolió el derecho de los trabajadores para cobrar el seguro de desempleo durante ocho meses, también incluía clausulas que obligan a los obreros a trabajar con salarios muy bajos bajo amenaza de desempleo.

El 16 de Febrero, el sindicato Tek Gida-Is presentó recurso contra el  límite de tiempo de un mes para la solicitud del famosos 4-C. Se dijo que, si la ley fuera anulada por esta demanda, los trabajadores TEKEL podrían conseguir su prestación por desempleo durante ocho meses, que es el doble del salario mínimo, y podrían solicitar 4-C al final de este período. La dirección principal de los sindicatos, que hasta el 4 de Febrero insistía en la convocatoria de una huelga general, ahora lo posponía todo a la decisión de los tribunales.

Lo que mantuvo el ánimo de los obreros hasta el 4 de Febrero era el esfuerzo de presionar a las confederaciones sindicales para que convocaran la huelga general, para extender la lucha. El hecho de que sus expectativas no se vieran cumplidas, de que no hubiera una verdadera huelga general, cambió el curso de la lucha. Desde ese momento, toda la atención estuvo centrada en las decisiones judiciales sobre el recurso al decreto del Gobierno.  Cuando la lucha se debilita este tipo de situaciones ocupa el primer plano. El ejemplo con TEKEL no fue una excepción. La acción de los sindicatos para hacer fracasar las tentativas de extender las luchas, así como de preparar la trampa del recurso legal no debe ser subestimada. Para expresarlo sin rodeos, los trabajadores se habían convertido en un problema para los sindicatos. Lo mejor entonces era enviarlos a casa, emprender la vía legar y abrir un tiempo de espera; y en ese sentido trabajaban. Enredarse en una disyuntiva legal sobre la decisión judicial y las consecuencias que ella tendría para sus empleos, para sus prestaciones y para su futuro era un terreno minado que los llevaba a la división y al cada uno para sí. Los sindicatos se dividieron entre partidarios y detractores de la aplicación del decreto y, la división estaba ya servida al 100 %.  Por supuesto, los sindicatos no se atrevían a plantear abiertamente esta trampa ante las asambleas de trabajadores puesto que sabían que esto aumentaría su malestar y descontento. Simplemente dejaron cundir la confusión y el desanimo organizando, de nuevo, un golpe político a la lucha y a los sectores obreros más combativos.

La cuestión que dominó los días siguientes fue si el finiquito que los trabajadores habían recibido del Gobiernos  en sus cuentas bancarias había sido usado o no. El Primer ministro,  Erdogan dijo: " Los trabajadores ya  consiguieron su compensación y es todo lo que vamos a dar..." . Los trabajadores más conscientes habían decidido no utilizar esas migajas que les había pagado el Gobierno para que ese uso no se volviera en su contra. Sin embargo, las deudas que acumulaban muchos de ellos hicieron que los bancos realizaran deducciones automáticas, lo que de hecho hizo que utilizaran contra su voluntad ese dinero.  Es más, el Gobierno para que esta jugada política no fracasara, indicó por orden del Ministerio de Hacienda a la Administración General Bancaria Vakif que abriera una nueva cuenta a muchos trabajadores de TEKEL donde ingresar la susodicha compensación. El banco, sin informar a los trabajadores hizo cambios en las cuentas y transfirió la compensación a aquella nueva cuenta. Así, no podía escapar nadie de la trampa de haber usado ya los fondos y, por tanto estar en una posición de debilidad "moral" para reclamar nada. Después de hacerse público este asunto, los sindicatos dieron una nueva vuelta de tuerca legal a la dinámica de la lucha e interpusieron una nueva demanda sobre esta cuestión.

Al mismo tiempo que ocurría esto, la huelga de hambre que aún mantenían algunos trabajadores concluyo oficialmente el día 5 de Febrero. Sin embargo, ese mismo día 100 trabajadores de TEKEL decidieron prolongar esta acción de forma indefinida. El presidente del sindicato Tek Gida-IS, Mustafa Turkel, anunció que en cualquier caso las huelgas de hambre acabarían el 11 de Febrero. Ante la resistencia de algunos trabajadores a acabar con esta medida, el líder sindical visitó a 16 trabajadores que siguieron la huelga de hambre a pesar de la decisión de los sindicatos de pararla. Ante ellos volvió a insistir en que lo dejaran pero no lo consiguió. Uno de estos trabajadores habló con él líder sindical de la situación y le manifestó que por decisión personal seguiría hasta el final. Este obrero fue interpelado por otro trabajador de TEKEL que se había caracterizado por defender las propuestas de los sindicatos. En esta conversación se produjo una agresión hacia el huelguista de hambre por parte del otro trabajador. No podemos afirmar, porque no tenemos todos los elementos de lo que allí aconteció, que este ataque fue una provocación deliberada para doblegar en otro terreno la resistencia de los obreros más combativos. No obstante, por el contexto en el que se desarrollaron cada compañero podrá hacerse una idea de lo que el hecho puede representar. En cualquier caso,  que este ataque fuera obra o no de una orden sindical lo que nos interesa destacar es el hecho de que los sindicatos, también en este terreno hicieron todo lo posible por quebrar y deshacer la resistencia de los trabajadores a los planes del Gobierno. Esto viene a demostrar, una vez más que, los sindicatos tienen  intereses contrarios y distintos a los de los trabajadores y, esto significaría que el intentó de avalar sus intereses, sea consciente o no, solo sirve para dividir y derrotar a los trabajadores. Este ejemplo muestra  abiertamente que mientras la cuestión principal para los trabajadores que luchaban era la pregunta de ¿cómo podemos ganar la lucha, como podemos extenderla y hacerla más fuerte?,  los sindicatos persiguen intereses completamente ajenos  a estos objetivos y actúan a las órdenes y objetivos que marcan el Gobierno y sus planes políticos.  Esta situación, lejos de ser sorprendente, es un ejemplo más de la naturaleza contrarrevolucionaria de los sindicatos en nuestra época.

 En cualquier caso, después de este acontecimiento, las negociaciones con el Gobierno de Erdogan siguieron. Como resultado de que no se alcanzara un acuerdo en las negociaciones, HaK-Is se negó a seguir actuando junto a las otras confederaciones. El 12 de Febrero, Turk-Is, Kamu-Sen, KESK y DISK se unieron de nuevo. En esta reunión, se decidió seguir las negociaciones con el Gobierno, presentar una demanda para anular el 4-C, y que las organizaciones locales de las distintas confederaciones fueran a Ankara y se quedaran con los obreros de Tekel  ante la  sede de Turk-Is la noche del 20 de Febrero. El 16 de Febrero, las confederaciones anunciaron su plan de acción conjunto: el 18 de Febrero, habían de poner se pancartas que dijeran "la lucha de los trabajadores TEKEL es nuestra lucha" y "No al trabajo no regulado e inseguro" en todas las sedes sindicales de las  cuatro confederaciones, el 19 de Febrero, debían haber sentadas y anuncios de prensa en todas las ciudades y el día 20 habría una manifestación de solidaridad en Ankara. Aquellos que vinieran de otras ciudades se debían agrupar en la plaza Kolej, y marchar hasta la plaza Sakarya donde permanecerían con los trabajadores de TEKEL durante toda la noche.

 Los trabajadores de TEKEL de Adana hicieron un llamamiento a la participación en la manifestación del 20 de Febrero, enfatizando la importancia de la extensión de la lucha: "...queremos que todos los que estén en contra de esta  ley en Turquía apoyen nuestro movimiento. Esta situación ya no es solo un problema nuestro. Este es un problema de la mayoría, de todos los oprimidos. Esperamos  ganar esta lucha. Hemos encendido un fuego, y habrá que continuar a partir de aquí. Lo que está en juego es  nuestro futuro, el futuro de nuestros niños y el de toda la clase obrera en Turquía. Hemos llegado hasta aquí pero es algo que todos juntos debemos terminar. No nos marcharemos  de aquí sin conseguir lo que merecemos, pero los otros trabajadores tienen que despertarse y apoyarnos, con sus familias, niños con todo, cada uno".

 El 11 de Febrero, el sindicato Tek Gida-Is declaró el final de la huelga de hambre, pero 16 trabajadores la mantienen. El 12 de Febrero, un trabajador fue hospitalizado, y  cinco más se sumaron a ella. Cuando decidieron terminar con ella declararon que habían terminado la huelga de hambre por ellos mismos y que, no vacilarían en comenzar otra vez si  lo juzgaban necesario.

Hubo manifestación de solidaridad finalmente el 20 de Febrero, con la participación de los sindicatos, partidos políticos y organizaciones de masas. Los trabajadores de la compañía de logística BALNAK que habían perdido su trabajo en el mismo momento que empezó la lucha de TEKEL estuvieron presentes. Como se había previsto todos se concentraron en la plazao Kolej por la mañana y marcharon hacia la plaza Sakarya. Esta última se encontraba repleta de manifestantes haciendo que cambiara por completo su fisonomía habitual. Los trabajadores de TEKEL estaban todavía en sus tiendas de campaña, mientras los manifestantes estaban en la plaza. Estaban muy próximos pero persistió la separación. Por la noche, la gente estaba cansada, y las calles estaban repletas de manifestantes durmiendo sobre pedazos de cartón. Al día siguiente, todos los allí presente se juntaron  y la manifestación acabó con la lectura de un comunicado. Después, todos los participantes volvieron a sus lugares de origen. Esta manifestación fue muy importante en aquellos momentos ya que dio un soplo de aire fresco y ayudó a reforzar la moral a los trabajadores de TEKEL que se vieron apoyados por una manifestación de solidaridad de clase. Sin embargo, debido a la decisión de los sindicatos de enviar sólo a representantes y funcionarios de otras ciudades y sectores, el número real de trabajadores de otros sectores que participaron fue bajo, sin embargo la mayor parte de trabajadores TEKEL que no estaban aún en Ankara sí que participaron en la manifestación.

El 23 de Febrero, las cuatro confederaciones que dicen apoyar la lucha se reúnen otra vez y llegan al acuerdo de organizar otra huelga general el 26 de Mayo en caso de que el Gobierno no retirara sus medidas.  La programación de una huelga general tres meses más tarde fue una burla para todos los trabajadores. La decisión estaba en Internet antes de que fuera anunciada oficialmente.  Los obreros que se enteraron no daban crédito a la noticia y comenzaron a intercambiar informaciones entre ellos. Nadie quiso creer las noticias. Los representantes sindicales de sector no habían sido informados de la decisión, y decían que las noticias eran falsas. Es más se enfadaban, cuando se les planteaba la cuestión. Esta situación provocó que los trabajadores comenzaran a corear consignas contra los sindicatos artífices del acuerdo, Turk-Is y su líder Kumlu.  En estos momentos críticos, el presidente de Tek Gida-Is, Turkel, mostró su verdadera naturaleza  abiertamente. No lo quedó más remedio que decir en público  '....Si  seguís  gritando Kumlu dimite, entonces yo dimitiré también....'. ¡Los trabajadores siguieron gritando esta consigna porque era lo que querían y no se volvieron atrás!.  Mustafa Turkel, presidente de Tek Gida-Es, dimitió de su puesto de Secretario General de la confederación Turk-Is el 24 de Febrero.  

El sindicalista anuncio que haría públicos los motivos de su dimisión el 2 de Marzo. En esta fecha los trabajadores de TEKEL tenían el límite para solicitar el famosos 4-C, según el Gobierno y, por tanto, era también la fecha en la que el Gobierno había amenazado con atacar a los trabajadores obligándolos a desmantelar  la acampada. Turkel,  no dio ninguna explicación sobre los motivos de su dimisión a los trabajadores. Al no dar ninguna explicación quería minar la lucha de los trabajadores TEKEL en lucha desde hacía más de dos meses. ¿Por qué alguien que dimitió rechaza explicar los motivos de tal decisión? ¿Qué podía significar esto, desaparecer en una atmósfera en la cual el Gobierno amenazaba a los trabajadores tanto con el desempleo como con un ataque para desalojarlos de Ankara?. Esta situación incierta condujo a confusiones sobre los verdaderos motivos de la dimisión. Podía haber dimitido porque los trabajadores habían pedido la dimisión de Kumlu,  o bien porque no tenía ningún apoyo dentro de la confederación sindical Turk-Is. Los trabajadores consideraban ambas posibilidades. Un trabajador  de TEKEL de Adıyaman evaluaba la situación del siguiente modo: " ...Esto puede ser interpretado de dos modos. Si creemos lo que dice la prensa el presidente de Tek Gida- dimitió como una reacción contra los trabajadores, pienso que nos equivocaríamos. Él no se puede permitir tal lujo. Nadie tiene el derecho de sabotear este proceso. Hemos estado luchando durante 71 días. Seguramente habrán de entre 12 mil trabajadores quienes no puedan controlar sus nervios, y que reaccionen mal. Por otra parte, Turkel dimitió de su posición del Secretario General de Turk-Is, , no de su posición de presidente de Tek Gida-Is. Pienso que esta dimisión también puede ser una reacción contra las decisiones tomadas por las confederaciones ayer. Si este fuera el caso, si esto es una reacción contra las decisiones de Turk-Is  o las otras confederaciones como diciendo: ‘nos estáis dejando solos', entonces abrazaríamos a nuestro presidente de todo corazón. No quiero pensar que dimitió como una reacción contra los trabajadores, como dice la prensa. Quiero pensar que fue una reacción contra la burocracia de Turk-Is y su apoyo a las medidas del Gobierno ....No pienso que las reacciones mostradas contra él por unos compañeros representen el sentimiento general. Él no hubiera dimitido por la consiga de "Turke dimisión" que gritaban unos cuantosl. Deben de haber otros motivos....Desde el principio nuestra reacción fue contra Kumlu, por su relación cercana con el Gobierno y su falta de sinceridad. Pero creímos en Turkel. Seguimos esperando las explicaciones del presidente.... ".

Un trabajador de TEKEL de Estambul evaluó la situación así: ".... Somos una familia. Puede haber discusiones entre nosotros. Si él ha dimitido debido a las reacciones de trabajadores, se equivoca. Si lo hace porque está en contra de las decisiones de la confederación Turk-Is tendría razón. Pero si lo ha hecho por la reacción de los trabajadores, se trata de una excusa para salir corriendo. No puede   abandonar a los trabajadores y escaparse. Aunque la lucha seguirá sin tener en cuenta si él está o no. Realmente, nos ha estado amenazando cada día durante 71 días, como un marido amenaza a una esposa. Pero permanecimos pacientes y unidos. No está bien decir "ya no juego" como un niño. Como trabajadores todo lo que queremos es que los sindicatos hagan su trabajo y que no nos reprendan. Para nosotros ha sido muy natural reaccionar contra las decisiones de las confederaciones, y pienso realmente que esto incluyó a todos los trabajadores. Se nos convocaba a reuniones por la mañana y después se nos decia que Turkel tenía una reunión urgente, y que las asambleas  debían ser pospuestas hasta la tarde. Poco después  su dimisión fue anunciada. No sabemos que ha pasado realmente". Turkel había dicho antes que él estaba contra la reacción que los trabajadores habían tenido contra Kumlu, y que él dimitiría si se repitiera. Los sindicalistas pensaron que la dimisión de Türkel era debida a la reacción de trabajadores. A consecuencia de esto, Mustafa Akyurek, el Secretario General para la Educación de Tek Gida-IS declaró que los rumores de que la decisión de Turkel  fue por  sus desacuerdos con Turk-Is eran falsos y que la decisión de dimitir fue tomada debido a las reacciones que había recibido de los trabajadores de TEKEL.  Parece evidente que las verdaderas razones de la dimisión se encuentran en el rechazo de los trabajadores a aceptar sumisamente las medidas planteadas por el Gobierno y secundadas por los sindicatos.

El 23 de Febrero, trece mineros murieron en  Balikesir  debido a una explosión de grisú. Este era el tercer asesinato en el lugar de trabajo que había pasado debido a condiciones  inseguras desde 2006. Poco antes de este hecho otros  diecisiete trabajadores habían muerto por las mismas razones.  Los trabajadores  de TEKEL tuvieron conocimiento de este hecho y, como no podía ser de otra forma, sintieron un gran dolor. Sus hermanos de clase difuntos habían sufrido las consecuencias de tener que trabajar en condiciones cada vez más penosas. Ahora, el Gobierno quería conducirlos a ellos a la misma situación. Era imposible no sentir cólera, rabia y dolor ante esta situación. Un trabajador de Adiyaman nos explico lo que muchos trabajadores sentían: " .....sabemos que estos muertos son nuestros difuntos, debemos mostrarles nuestra solidaridad. Todos y cada uno de nosotros.  Preparamos pancartas, cintas negras,  e hicimos un comunicado de prensa. Era muy importante para la solidaridad de nuestra clase.....". Los mineros muertos fueron homenajeados durante las concentraciones regulares de la mañana y la tarde. Se guardó un minuto de silencio en  honor a los mineros difuntos. La consigna "viva la solidaridad de clase" se hizo muy presente entre todos los trabajadores.

Las malas noticias nunca llega solas y en la mañana del 25 de Febrero,  los trabajadores se despertaron con otra. Un compañero de TEKEL, Hamdullah Uysal, había muerto en Ankara en un accidente de tráfico.

Hamdullah Uysal, nacido en Amasya, había estado trabajando como obrero   de TEKEL Samsun. Tenía 39 años y, tenía dos niños, uno de ellos discapacitado. Había participado en las huelgas de hambre. Los trabajadores de TEKEL sufrieron otras pérdidas durante la lucha, unos tenían a madres o padres, y unos tenían a niños que fallecieron, pero esta era la primera vez que un trabajador de TEKEL había fallecido durante la lucha. Hamdullah Uysal era un trabajador militante que había estado implicado en la lucha desde el principio. Había estado en Ankara desde el principio y había vuelto a su casa sólo dos veces. Los trabajadores lo consideraron como un mártir de la guerra de clases. Uysal había sido golpeado por un jeep conducido por un chofer borracho a las  5:30 de la mañana, mientras se dirigía a la oración matinal. Había cólera hacia aquella persona y la clase que representaba. Los trabajadores se referían al asesino como "un tipo rico con un jeep".

 Como los trabajadores vieron a  Uysal como un mártir de la lucha, decidieron celebrar el entierro en la "ciudad de las tiendas de campaña", realizar una ceremonia de despedida y después enviar los restos mortales a su casa. Se dirigieron a la esposa de Uysal que dijo: " La calle de enfrente de la sede de Turk-Is ha sido como su casa, vivía en la tienda de campaña allí mismo, él hubiera querido la ceremonia que proponéis".  Entre  400 y500 trabajadores se dirigieron a la Oficina Forense en Kecioren, donde reposaba el cuerpo de Uysal. Se decidió enviar esta delegación aunque todos los trabajadores quisieran haber estado presentes en el acto de recogida del cadáver. No pudo ser ya que la mayoría debía defender su lugar de lucha ante las amenazas del Gobierno de destrozar el lugar de concentración. Los trabajadores temían que  el Gobierno  atacara y derribara las tiendas de campaña tan pronto como abandonaran la plaza de Sakarya. Así unos tuvieron que quedarse y esperar frente al local de los sindicatos esperando que el cuerpo del compañero llegara al lugar de su concentración. .

 Los trabajadores de TEKEL que fueron a la Oficina Forense  intentaron recoger el cuerpo. Tuvieron que esperar durante horas, y les dijeron que el hermano y el tío de Uysal vendrían para recoger su cuerpo. Al final, un pariente de Uysal que también era trabajador de TEKEL reclamó el cuerpo pero tampoco le fue dado. Finalmente apareció  un "tío" que dijo que era el marido de tía de Uysal. La Oficina Forense  declaró que se le entregaría el cuerpo.  Los trabajadores que sabían que los cuerpos sólo pueden entregarse a parientes de primer grado, recelaron de esta "solución" y del pariente en cuestión. De hecho,  sospechaban que el supuesto "tío" fuera un policía secreto y así lo vocearon. Sus sospechas fueron confirmadas cuando este "tío" finalmente tuvo que confesar que,  en efecto era un policía. Los trabajadores comenzaron a presionar para conseguir el cuerpo. La policía, de nuevo,  no lo permitió. Esperaron durante horas e intentaron llamar a la Familia de Uysal en vano. Finalmente la familia Hamdullah Uysal llegó y la Policía de Ankara y el Gobernador los pusieron inmediatamente bajo presión. La Policía de Ankara los paró en el camino y trató de obligar a la familia a firmar un documento para que aceptaran que se llevarían el cuerpo a casa y que no habría ceremonia en Ankara. Las presiones siguieron en la Oficina Forense. Finalmente la familia tuvo que aceptar bajo presión llevar a su casa el cuerpo y no realizar la ceremonia en Ankara. Mientras tanto, dijeron a los trabajadores que esperaban delante de la Oficina Forense que les darían el cuerpo. Así los trabajadores entraron en la ambulancia que supuestamente llevaba el cuerpo de Uysal. Sin embargo un grupo de obreros se dio cuenta de que la ambulancia iba por otro camino del que debiera e inmediatamente lo cloquearon. Otros compañeros les siguieron y finalmente una masa de trabajadores impidió que la ambulancia se moviera. La policía trató de abrir camino entre los obreros, separando a los que estaban delante y detrás de la ambulancia y luego atacó a los de delante para abrir el paso. Los obreros de atrás trataron de ayudar a los de delante, pero la policía les lanzó gas lacrimógeno y los dispersó, formando una barrera en la retaguardia que permitió despejar el paso a la ambulancia atacando ferozmente a los obreros.

 Mientras tanto, los trabajadores que habían estado esperando ante la sede sindical de Turk-Is intentaron ir a la calle de Pachá Mithat, donde murió su compañero, para llevar ramos de flores en homenaje, pero la policía lo evitó de nuevo con el uso de la fuerza,. Al mismo tiempo, las "fuerzas del orden" dispersaron a los trabajadores que estaban en la plaza de Sakarya para evitar que contactaran con los que se habían desplazado a la Oficina Forense. Ante la barricada de la policía en la calle de Pachá Mithat, los trabajadores gritaron "Tenéis miedo de nuestros muertos". También se gritaron consignas como "Tayip  (Erdogan, primer ministro) asesino" "AKP -partido en el gobierno- asesino tendrás las respuesta de los trabajadores". A pesar de todos los esfuerzos de la policía, un grupo de trabajadores logró  dejar flores en el lugar donde Hamdullah Uysal fue asesinado.

 Los trabajadores que volvían de la Oficina Forense fueron directamente a la calle de Pachá Mithat. La Policía formó otra barricada con el  fin de impedir a los trabajadores cruzar la calle en masa. Los trabajadores lograron abrirse camino a través de la barricada y comenzaron a sentarse en la calle. Se mantuvieron durante 20-25 minutos  gritando lemas en memoria de Uysal Hamdullah. La policía rodeó a los trabajadores durante este acto. Finalmente los trabajadores terminaron la sentada y volvieron a la acampada.

El sindicato no tomó partido por los trabajadores en todo este episodio. Estaba ausente cuando la policía atacó a los obreros en la Oficina Forense. Y cuando los obreros frente a la sede de Turk-Is quisieron ir a ayudar a sus compañeros, los sindicalistas solo trataron de calmarlos y hacer que volvieran a subtiendas.

Fue difícil que todos los trabajadores se unieran a este acto ya que ,--de un lado la policía intentaba separarlos por la fuerza y, por otra parte, los sindicalistas trataban de que no salieran de sus tiendas de campaña.   La muerte de Hamdullah Uysal mostró una vez más como se asustan las "fuerzas del orden "ante la determinación de los trabajadores. La Policía y el Gobernador habían intentado para impedir a los trabajadores ofrecer su adiós a su compañero pero al final su esfuerzo fue en vano. Los trabajadores  lograron abrirse camino ante la barricada policial y realizaron una sentada en la calle donde Uysal murió, bloqueando todo el tráfico durante 25 minutos. En esas circunstancias era, quizás, el mejor adiós que los trabajadores de TEKEL pudieron ofrecer a su compañero de lucha.

La muerte de Uysal afectó a los trabajadores TEKEL enormemente, pero al mismo tiempo también ayudó a los que estaban todavía en sus ciudades lejos de Ankara a que entendieran lo seria que era su lucha. Una de las cosas que Hamdullah Uysal  había legado a sus compañeros era su llamamiento a la extensión de la lucha al resto de la clase: ".... todo lo ganado en este combate será una brújula para toda la clase obrera,  para los movimientos de clase de hoy y de mañana. Luchar con nosotros es luchar por el futuro....". Tal  era su visión de los objetivos de la lucha de los obreros de TEKEL.

 Al día siguiente, 25 trabajadores de TEKEL fueron a la sede del AKP en Ankara. Los trabajadores de TEKEL que entraron en el edificio querían poner una pancarta con una foto de Uysal Hamdullah.  La autoridad se negó a aceptarlo y los obreros fueron atacados por la policía y la seguridad privada. Los compañeros que estaban fuera intentaron ayudarlos pero la policía cargo con la brutalidad de la que ha hecho gala siempre. Muchos trabajadores resultaron heridos en este ataque. Diecinueve  de entre ellos fueron detenidos. Se corearon otra vez consignas como "AKP criminal, Tayyip asesino" y los trabajadores explicaron cómo y porque  el Gobierno era responsable de la muerte de Hamdullah Uysal. Los obreros intentaron detener los vehículos en los que sus compañeros iban detenidos al grito de "TEKEL está en todas partes, lucha en todas partes", "la represión no puede intimidarnos". Sin embargo, lamentablemente no lograron impedir que sus compañeros fueran llevados a comisaria.

 Tras la noticia del arresto un grupo de trabajadoras de la tienda de campaña de Izmir se dirigió a la oficina central de la policía. Cual no fue su sorpresa al enterarse de que no se había registrado ningún formulario de detención, por ¡ obras en el edificio ¡ (sic ¡!!!). Los trabajadores presionaron para que los sindicatos mandaran a sus abogados. Pero los hechos habían acontecido al margen de la iniciativa de los sindicatos, que querían distanciarse todo lo que pudieran; sin embargo debido a la presión  de los trabajadores, finalmente tuvieron que acudir a la sede policial con sus abogados. Al día siguiente, los trabajadores esperaron delante del juzgado desde las 10:00 a las 21:00 hasta que sus compañeros fueron liberados. Estuvieron detenidos aproximadamente 40 horas. 15 trabajadores fueron liberados esa tarde. Cuatro, que fueron acusados "de ataque a  la propiedad pública y desobediencia a la autoridad policíal", fueron juzgados, pero liberados la misma noche. Todos juntos volvieron a la acampada con sus compañeros de trabajo y los simpatizantes con el movimiento que habían estado esperándolos.

 El 1 de Marzo, el tribunal dictó sentencia a favor del recurso contra el período de un mes para la aplicación del plan 4-c a los trabajadores TEKEL. Los trabajadores celebraron la decisión. Sin embargo, los trabajadores más conscientes recibieron con recelo esta sentencia y trataron de advertir a sus compañeros de que esto sería una victoria insignificante, que no duraría más allá de una semana. Desgraciadamente, sus advertencias no fueron tomadas en cuenta. Este sentimiento de falsa victoria entrañaba el riesgo de romper la unidad de los trabajadores.

El 2 de Marzo, Mustafa Turkel anunció que las manifestaciones y concentraciones en Ankara debían de acabar. Pidió la retirada de las tiendas de campaña antes del 1 de Abril.  Estas propuestas dividieron a los trabajadores. Muchos obreros se manifestaron en el sentido de afirmar que  "..las tiendas de campaña son nuestro honor. No le dejaremos tocar nuestro honor". Otros afirmaban que  "Turkel es nuestro honor". Los que se opusieron a la decisión de los sindicatos fueron presionados y estaba claro que querían dejarlos en minoría. Para escenificarlo claramente, algunas tiendas de campaña fueron desmontadas antes de que el discurso de Turkel acabara. No se permitió que los obreros pudieran organizar asambleas y tener un debate general y abierto sobre la propuesta sindical. Sin embargo, a pesar de toda esa presión,  los trabajadores que se oponían a la propuesta sindical  hablaron entre ellos y decidieron actuar con una estrategia. El sindicato trataba de presionarlos con el abandono del lugar el día 1 de Abril para asilarlos del resto de sus compañeros.

Los trabajadores más militantes y combativos no cayeron en la trampa de los sindicatos y para no ser expulsados o no comprendidos por el resto de obreros, dejaron de resistirse abiertamente a los objetivos de los sindicatos. Los que se oponían a abandonar el campamemto eran mayoría en las tiendas de  Adiyaman, Izmir, Estambul y Diyarbakir. Pero eran muy conscientes de que los sindicatos hacía más de 20 días que trabajaban en el subsuelo y en la sombra para hacer que el campamento fuera desmantelado.. El día que los trabajadores esperaban delante del juzgado a sus compañeros de trabajo detenidos, los sindicatos habían realizado reuniones de ramo, y habían propuesto por todas partes la idea de desmantelar el campamento. Todo este trabajo había dado resultado cuando la decisión fue finalmente anunciada por el líder sindical: la mayoría la apoyó. Uno de los trabajadores a los que preguntamos por esta situación queriendo saber si esperaban un ataque policial para expulsarlos de Ankara nos dijo: "... no habrá ninguna necesidad de un ataque de la policía  ya que los sindicatos tienen todo esto bajo control..." . Era una demostración más de la estrecha colaboración de los sindicatos con el Gobierno para hacer frente a esta lucha. La división había ganado la batalla a la lucha por la unidad y un trabajador lo resumía diciendo que ".. los sindicatos al comienzo siembran la confusión y al final también..".

 La lucha de los trabajadores de TEKEL ha sido un movimiento que ha puesto fin al amargo silencio que ha protagonizado la clase obrera en Turquía desde medidos de los años 1990. La lucha de estos compañeros ha planteado algunas cosas novedosas para el desarrollo de las luchas en este país. La formación de un campamento de tiendas de campaña, en el que los trabajadores luchan y viven 24 horas es algo completamente nuevo. Como señalamos al principio del artículo, esto ha tenido aspectos positivos. Permitió a trabajadores desarrollar el autocontrol de sus acciones en gran medida. Pero, por otra parte, esto también tenía efectos negativos: el aislamiento se ha impuesto a pesar de la proximidad. El problema de la carencia de comunicación y de debate en un problema a abordar para el futuro. No obstante, tanto con sus aspectos positivos como con los negativos, las tiendas de campaña de TEKEL eran una expresión de la lucha, y se han convertido en un símbolo de ella.

 Los militantes más conscientes de TEKEL  en diferentes ciudades han decidido, a pesar de que la lucha por el momento ha acabado, mantenerse en contacto y continuar con la lucha en el futuro. Han decidido coordinar las posibles acciones que tengan que realizarse en el mes de Abril y seguir apoyando el desarrollo de la unidad y la conciencia en las luchas de toda la clase obrera en Turquía.

Sude, 31 de mayo de 2010.

Artículo adaptado de World Revolution (ver CCI On Line en inglés), publicación en Gran Bretaña de la CCI.


[1] Para aclararse en la sopa de letras turcas de los diferentes sindicatos y confederaciones, aquí una tentativa de situar quien es quien:

Sindicato del metal- DISK
Sindicato del transporte- Turk-Is
Banca- Turk-Is
Servicios Públicos- DISK
Marina mercante -Turk-Is
TES-Is-sindicato de trabajadores del gas, el agua y la energía- Turk-Is
PETROL-Is- petróleo y químicas- Turk-Is
Sindicato de trabajadores del sector público- KESK
TeK-Gida-Is- alimentación, tabaco y alcohol- Turk-Is
METAL-IS obreros del metal Turk-Is
ferrocarriles -Turk-Is
HAK-Is agrupa trabajadores del sector sanitario, agricultura...

[2] ¿"Cuál es el contenido del plan  4-C ? Esta práctica era según el Gobierno 'una bendición' propuesta por el Estado Turco cuando el número de trabajadores que debían perder sus empleos debido a las privatizaciones aumentó. Este plan incluye, aparte de una reducción del salario muy importante, la posibilidad de que trabajadores públicos sean cambiados de sector dentro del Estado en condiciones horribles. La política 4-C da a los patronos gubernamentales un poder absoluto sobre los trabajadores. Así, el salario que determina el Estado y que significa ya un recorte de la paga, es meramente un "precio máximo" que puede ser, puede ser reducido por los gerentes de compañías estatales arbitrariamente. También la reglamentación del horario de trabajo es completamente abolida para aquellos que deben trabajar en las condiciones de 4-C y, los jefes de las compañías estatales tienen  el derecho de hacer que  los trabajadores sigan trabajando tanto como haga falta hasta que "terminen la tarea que se les ha asignado". Los trabajadores no consiguen ningún dinero a  cambio de este trabajo "suplementario" después de las horas de trabajo regulares o durante vacaciones. Bajo esta política, los jefes tienen el poder de despedir a los trabajadores arbitrariamente, sin tener obligación de pagarles ningún tipo de compensación. Además, el periodo de trabajo al año se fija entre tres y 10 meses (con horarios como ya se ha dicho), y el tiempo que no hay trabajo, los obreros no cobran nada. A pesar de esto, los trabajadores tienen prohibido encontrar un segundo trabajo aunque no tengan empleo en un cierto período. Los pagos de la seguridad social a  los trabajadores no se realizan bajo las normas de la política 4-C, y todos loas prestaciones para la salud desaparecen. Ver para más detalles :

http: // en.internationalism.org/icconline/2010/01/tekel-turkey

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