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A continuación publicamos una toma de posición que los camaradas de Krass, un pequeño grupo del medio anarco-sindicalista en Rusia, han difundido desde los primeros momentos de la confrontación guerrera de este verano 2008. Aunque entre nuestras dos organizaciones hay gran número de desacuerdos, la CCI mantiene relaciones políticas fraternales con el Krass; relaciones basadas en las posiciones internacionalistas que ambas compartimos.
El lector podrá comprobar que la postura totalmente internacionalista que hoy defiende el Krass está en continuidad con la adoptada en guerras anteriores, en especial en el conflicto de Chechenia...
A continuación publicamos una toma de posición que los camaradas de Krass, un pequeño grupo del medio anarco-sindicalista en Rusia, han difundido desde los primeros momentos de la confrontación guerrera de este verano 2008. Aunque entre nuestras dos organizaciones hay gran número de desacuerdos, la CCI mantiene relaciones políticas fraternales con el Krass; relaciones basadas en las posiciones internacionalistas que ambas compartimos.
El lector podrá comprobar que la postura totalmente internacionalista que hoy defiende el Krass está en continuidad con la adoptada en guerras anteriores, en especial en el conflicto de Chechenia:
- denuncia de los intereses exclusivamente capitalistas e imperialistas de los diversos gobiernos nacionales y de su rapacidad, en especial de las grandes potencias;
- contra cualquier apoyo a alguno de los bandos presentes en la guerra capitalista e imperialista;
- llamamiento a los trabajadores de todos los países beligerantes a manifestar su solidaridad de clase por encima de las fronteras y a emprender el combate contra sus respectivos explotadores.
Por ello apoyamos plenamente lo esencial de esta toma de posición.
Sin embargo queremos precisar que si bien las consignas que al final de él se dirigen a los soldados (desobedecer las ordenes de los comandantes, volver las armas contra ellos,...) son totalmente justas desde el punto de vista de la perspectiva histórica (de hecho se llevaron a la practica en la Revolución Rusa de 1917 y en la alemana de 1918) hoy, de manera inmediata, no pueden estar al orden del día porque aún no hay una fuerza y una madurez suficiente en los combates de la clase obrera, ni en la zona ni a escala internacional, que lo permita.
Dicho esto, queremos felicitar a los camaradas de KRASS por su defensa intransigente del internacionalismo y por su coraje político del que hacen gala desde hace años en una condiciones especialmente difíciles, tanto desde el punto de vista de la represión policial como por el peso de las mistificaciones, en particular las nacionalistas, que siguen teniendo una influencia en la conciencia de los proletarios resultado de la capa de plomo de la contrarrevolución estalinista que reinó durante decenios en estos países.
¡No a la guerra caucásica!
La erupción de nuevas acciones militares entre Georgia y Osetia del Sur amenaza en convertirse en una guerra más amplia entre Georgia, apoyada por la OTAN; y el Estado ruso. Ya hay miles de muertos y heridos, la mayoría de ellos entre la población civil desarmada. Ciudades enteras e infraestructuras han sido literalmente borradas del mapa. La sociedad entera se ve arrastrada por el torrente de lodo del nacionalismo y de la histeria chauvinista.
Como siempre, como en todos los conflictos entre Estados, no hay ni puede haber nada de justo en esta nueva guerra del Cáucaso: todos son culpables. Durante años han estado soplando unas brasas que finalmente han prendido en un enfrentamiento militar. El régimen de Saakashvili ha sumido a dos tercios de la población georgiana en la miseria más negra, y cuanto más subía la cólera contra esa situación en el país, el régimen buscaba con mayor ahínco una escapatoria a ese impass a través de una "pequeña guerra victoriosa" con la esperanza de que eso hiciera olvidar todo lo demás.
Por su parte el gobierno ruso está totalmente decidido a mantener su hegemonía en el Cáucaso. Hoy se presenta como defensor de los débiles, pero su hipocresía es bien visible: de hecho lo que hace hoy Saakashvili es lo mismo que ha venido haciendo la soldadesca putiniana en Chechnia durante nueva años. Los círculos dominantes de Osetia y de Azerbaiyán aspiran a reforzar su papel de aliados exclusivos de Rusia en la región, y al mismo tiempo atraer a las poblaciones pauperizadas en torno a la llama del "ideal nacionalista" y del "apoyo al pueblo".
Los dirigentes de Estados Unidos, de los estados europeos y de la OTAN, por el contrario, buscan debilitar lo más posible la influencia de su rival ruso en la zona del Cáucaso para poder tomar el control de los recursos petroleros y de su distribución.
Así somos testigos y victimas de un nuevo punto de fijación del antagonismo imperial en la lucha por el control de la energía, el petróleo y el gas.
Estos combates no van a aportar nada a los trabajadores, ni a los georgianos, ni a los osetios, azerbayanos o rusos, solo sangre y lágrimas, desastres y privaciones incalculables. Queremos expresar nuestra profunda simpatía por los familiares y amigos de las victimas, por aquellos que han perdido su casa y sus medios de subsistencia por culpa de la guerra.
No debemos dejarnos influenciar por la demagogia nacionalista que nos llama a la unidad con "nuestro" gobierno agitando la bandera de la "defensa de la patria". El enemigo principal de la gente corriente no es el hermano o la hermana del otro lado de la frontera, o de otra nacionalidad. El enemigo son los dirigentes, los patronos de todo pelaje, los presidentes y ministros, los generales y los hombres de negocios, todos los que provocan las guerras para salvar su poder y sus riquezas. Llamamos a los trabajadores de Rusia, Osetia, Azerbaiyan y Georgia a rechazar el juego del nacionalismo y el patriotismo y dirigir su cólera contra los dirigentes y ricos estén en el lado de la frontera que sea.
Soldados rusos, georgianos, osetios y azerbayanos. ¡Desobedecer las ordenes de vuestros comandantes!. ¡Volver vuestras armas contra los quienes os mandan a la guerra!. ¡No disparéis contra los soldados "enemigos!, confraternizar con ellos!. ¡Enterrad vuestras bayonetas!.
Trabajadores de la retaguardia. ¡Sabotear el esfuerzo militar, salir del trabajo para ir a reuniones y manifestaciones contra la guerra! ¡organizaros y poneros vosotros mismo en huelga!
¡No a la guerra y a sus organizadores -dirigentes y ricos- . Si a la solidaridad obrera por encima de las fronteras y de los frentes de guerra!.
Federación por la Educación, la Ciencia y los obreros técnicos, KRASS-IWA.