Enviado por Accion Proletaria el
Durante bastante tiempo ha dado la impresión de que la clase obrera en Gran Bretaña permanecía en silencio, aturdida por la brutalidad de los ataques del nuevo gobierno: obligar a volver al trabajo a los enfermos, forzar a los desempleados a trabajar por nada, aumentar la edad de jubilación, recortes salvajes en los gastos del sector de la Educación, amortización de cientos de miles de empleos en el sector público, aumento al triple de las tasas de matrícula universitaria y retirada de los bonos de ayuda para la manutención de los estudiantes de 16 a 18 as..., la lista es interminable. La luchas obreras que han tenido lugar recientemente - British airways, Metro, bomberos- han sido reducidas al aislamiento.
Pero somos una clase internacional y la crisis de este sistema es también internacional. En Grecia, España y más recientemente en Francia, han habido luchas masivas contra las nuevas medidas de austeridad. En Francia, la reacción contra la "reforma" de las pensiones ha focalizado un descontento creciente que atraviesa toda la sociedad, pero que es especialmente intenso en los jóvenes.
La gran manifestación del 10 de Noviembre en Londres mostró que en Gran Bretaña existe el mismo potencial de resistencia. El mero tamaño de la manifestación, la implicación, tanto de los estudiantes como de los trabajadores del sector de la educación, el rechazo a limitarse a una dócil procesión prefigurada de antemano, todo esto expresa un amplio sentimiento de que no podemos aceptar la lógica tras el asalto del Estado a nuestras condiciones de vida. La ocupación momentánea de la sede del partido Conservador no fue resultado de la conspiración de un puñado de anarquistas, sino el producto de un malestar mucho más amplio, y la gran mayoría de estudiantes y obreros que apoyaron la manifestación se negaron a secundar la condena de estos actos que habían hecho la dirección del NUS (National Union Students -Sindicato Nacional de Estudiantes) y los media.
Muchos lo han dicho: Esta manifestación era sólo el principio. Ya se ha organizado una segunda Jornada de acción y manifestaciones para el 24 de Noviembre. Por el momento las movilizaciones están convocadas por organizaciones "oficiales" como el NUS, que ya han mostrado que forman parte de las fuerzas del orden. Pero esta no es una razón para no participar masivamente en las manifestaciones. Al contrario, acudir conjuntamente y masivamente es poner las mejores bases para crear nuevas formas de organización que puedan expresar las necesidades reales de la lucha.
Antes de estas manifestaciones y Jornadas de lucha, ¿Cómo podemos avanzar? Necesitamos convocar reuniones y asambleas generales en las universidades, institutos y colegios, abiertas a todos los estudiantes y trabajadores, para discutir los objetivos de las manifestaciones y para apoyarlas.
Hay que apoyar la iniciativa que han tomado algunos compañeros de formar "grupos de estudiantes y obreros radicales" en las manifestaciones; pero donde sea posible, habría que reunirse antes para discutir exactamente cómo expresar la independencia respecto a los organizadores oficiales de las Jornadas.
Tenemos que aprender de las experiencias recientes en Grecia, donde las ocupaciones (incluyendo la de la sede de los sindicatos) se usaban para crear espacios de discusión donde pudieran celebrarse asambleas generales. ¿Y cual ha sido la experiencia de Francia? En muchas ciudades vimos una minoría importante de obreros y estudiantes que celebraban asambleas, no sólo al final de las manifestaciones, sino regularmente mientras continuaban las movilizaciones.
También hemos de ser claros sobre que, en el futuro, las fuerzas del orden no van a mantener el tono "bajo" del 10 de Noviembre. Serán puestas en alerta y buscarán provocarnos para que emprendamos enfrentamientos prematuros y les demos un pretexto para desplegar sus fuerzas -esta ha sido una táctica común en Francia. La organización de nuestra autodefensa y solidaridad contra las fuerzas de represión tiene que surgir de la discusión y la decisión colectiva.
La lucha no es sólo del sector de la educación. Toda la clase obrera está siendo atacada y la resistencia necesita extenderse conscientemente al sector público y privado. Controlar nuestras luchas es la única forma de extenderlas.
Corriente Comunista Internacional, 15/10/10