Reuniones Públicas: CRONICA DE UN DEBATE SOBRE LA CRISIS CAPITALISTA

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Están de moda los "debates" electorales, el cara a cara entre Zapatero y Rajoy donde se insultan, se acusan, se atacan a muerte. Estos espectáculos nada tienen que ver con un verdadero debate[1].

Frente a ello nuestra última Reunión Pública en Barcelona sobre el tema de la crisis fue una contribución al desarrollo de un verdadero debate. Un conjunto de compañeros se reunieron durante 4 horas y discutieron de forma abierta y fraternal, pudiendo cada cual expresar su punto de vista sobre las cuestiones sin ser interrumpido (al contrario del guirigay que armaban Zapatero y Rajoy), dándose respuestas unos a otros desde el respeto mutuo, la sinceridad y la voluntad de aclararse.

Esta reunión forma parte de un esfuerzo de debate en el que se están comprometiendo compañeros de un buen número de países y que tiene como medios tanto los foros de Internet como encuentros directos.

Queremos dar parte de las discusiones llevadas en la Reunión Pública. Recogemos las notas de las intervenciones realizadas por los asistentes. Estas notas intentan reflejar lo que se dijo no tanto en sentido literal sino en el contenido. Quizá haya habido algún error de trascripción o interpretación por lo que pedimos disculpas de antemano[2].

No recogemos en ellas las intervenciones de nuestros militantes ni vamos a responder a las ideas expresadas en la reunión. En primer lugar, porque nuestro punto de vista se puede conocer a través de nuestras publicaciones y, en segundo lugar, porque creemos que lo más importante es que prosiga el debate. En el curso mismo del debate intervendremos.

¿Cuál es la situación actual del capitalismo? ¿Tiene salida a la crisis actual?

La discusión se centró fundamentalmente sobre dos temas:

  • ¿Cuál es la situación actual del capitalismo? ¿Tiene salida a la crisis actual?
  • ¿Hay una respuesta de la clase obrera? ¿Cómo podemos avanzar en esa respuesta?

Respecto a la primera cuestión se expresaron básicamente 3 posturas.

Había una posición que no veía que el capitalismo estuviera en crisis. « Estáis exagerando sobre la crisis. Yo veo que más bien hay prosperidad. El capitalismo tiene cuerda para rato. La clase dominante puede ofrecer reformas para satisfacer las necesidades de la mayoría y los de abajo pueden acceder a las riquezas y a los cargos públicos».

Otros compañeros respondieron a esta visión con diferentes argumentos. «Yo no veo que las necesidades de la mayoría se vean satisfechas. Se dice que la gente está ahíta de tanto consumismo. Pero yo no veo el consumismo por ninguna parte. La gente se ve obligada a apretarse el cinturón. Pagar la hipoteca es una pesada carga que obliga a reducir el consumo hasta mínimos vitales. Las familias para llegar a fin de mes tienen que renunciar a muchas cosas. Pagar el coche y la hipoteca obliga a gastar menos en comida, en vestido, en muchas cosas básicas. Si las familias quieren mantener un consumo mínimo, se ven obligadas a endeudarse, tienen que engancharse en una cadena de créditos que les obliga a ir a que les reunifiquen las deudas y eso supone intereses usureros, una deuda cada vez mayor. Esa es la realidad y no todo ese ruido sobre el consumismo».

«Yo no veo una clase dominante que de respuesta las necesidades de la mayoría, yo veo una clase dominante sometida a la lógica de la competencia y eso le lleva a reducir los salarios, a echar gente al desempleo, a que las necesidades de la mayoría estén cada vez más insatisfechas. El capitalismo va hacia la barbarie y no cabe esperar nada de él».

«Hay una crisis muy fuerte. Además, la crisis no es solo económica, hay también crisis de las ideologías. Las ideologías de la burguesía para hacer atractivo el capitalismo se están desgastando. Hasta ahora todas las crisis del capitalismo tenían una salida. A esta no se le ve salida. Yo creo que no se le puede llamar simplemente crisis pues es algo peor».

Entre las dos posturas se expresó una posición que expresaba una serie de matices:

«Hay crisis económica pero el capitalismo tiene salidas. La crisis económica agudiza las contradicciones políticas y sociales, pero la verdad es que hay prosperidad y eso se ve en que los ricos son cada vez más ricos. El capitalismo está actualmente en un proceso de reestructuración. Se formarán nuevos bloques económicos (el bloque europeo, el bloque norteamericano, el bloque alrededor de Chávez etc.) y los que son cabeza de cada bloque tendrán mucho más margen de maniobra que los demás. El aumento de la productividad permite al capitalismo aumentar las ganancias y con ello salir de la crisis».

El debate manifestó una heterogeneidad de puntos de vista sobre la crisis del capitalismo. Mientras había compañeros que compartían claramente nuestro punto de vista, otros estimaban que el capitalismo "tiene cuerda para rato". Este debate es muy importante: si el capitalismo de verdad tuviera "cuerda para rato" y pudiera satisfacer mal que bien las necesidades de la mayoría entonces la lucha tendría que situarse en el terreno de las reformas y las mejoras del sistema. Por eso, creemos que el debate debería proseguir sobre la base de formularse una serie de preguntas:

-          ¿Estamos ante una "crisis de reestructuración" como piensa uno de los que intervinieron? ¿Estaríamos ante un proceso en el que frente a unas potencias en declive otras potencias (¿China?) irían emergiendo? O, por el contrario, ¿no estaríamos ante un nuevo escalón en el descenso progresivo hacia el abismo que ha caracterizado los últimos 40 años? ¿No sería el actual crecimiento de China sino la expresión de un intento de paliar la crisis que puede acabar agravando todavía más los problemas de la economía mundial? ¿No estaríamos ante lo que uno de los participantes calificaba como "algo peor que una crisis"?

-          Otra pregunta cabe formularse: ¿Qué "los ricos sean cada vez más ricos" es verdaderamente una expresión de la prosperidad del sistema? ¿No sería, más bien, la evidencia de su fracaso, la realidad de una tendencia a una fractura irremediable de la sociedad entre una minoría cada vez menor y más rica y una mayoría cada vez mayor y más pobre?

-          Por último: ¿Constituye el aumento de la productividad una salida a la crisis? ¿No es el por el contrario un agravante de la crisis? ¿No es el problema de la saturación de los mercados el principal problema del capitalismo frente al cual el aumento de la productividad no puede sino agravarlo más allá de los alivios momentáneos que aporte?[3]

La continuación del debate -tanto por medio de Internet como mediante la celebración de nuevos encuentros- permitiría desarrollar respuestas más elaboradas a estas preguntas y con ello dilucidar la política a seguir por la clase obrera: no es lo mismo que el capitalismo tenga posibilidades de ofrecer reformas para satisfacer las necesidades de la mayoría -como señaló un participante- que vaya hacia la barbarie y no cabe esperar nada de él, como le respondió una compañera.

¿Hay una respuesta de la clase obrera? ¿Cómo podemos avanzar en su desarrollo?

Esta cuestión es que la más ocupó la reunión. Se desarrolló un debate muy animado donde se expresaron una serie de ideas.

Una posición no veía capacidad de lucha en la clase obrera: « El proletariado de los países opulentos pasa de todo. Yo no confío en el proletariado pues está aburguesado. Es más, si como decís la crisis se agrava entonces lo que vendrá es el fascismo, como pasó en los años 30. Mirad el discurso de la derecha sobre la emigración, eso apunta hacia el fascismo y no a ninguna toma de conciencia».

El tema del fascismo y de si éste constituiría el "mal supremo" frente al cual habría que elegir el "mal menor" de la democracia lo hemos tratado en numerosos artículos a los que nos remitimos[4]. En la reunión dicho tema no fue abordado por los demás participantes que se centraron más en exponer argumentos contra la tesis de que el "proletariado está aburguesado". Un participante dijo « Eso del aburguesamiento del proletariado lo llevan 50 años diciendo. No tiene bases objetivas. En realidad hablamos de aburguesamiento porque vemos a los sindicatos que se dicen los representantes de los obreros y todo lo que hacen está aburguesado. Pero lo que sucede es que no hay identidad entre sindicatos y obreros sino más bien oposición». Una participante añadió: «Yo donde veo aburguesamiento y alienación es en la lucha sindical pero en la lucha obrera lo que veo es lo contrario, un intento de ruptura con la alienación».

Otro asistente no acababa de ver una capacidad de respuesta en la clase obrera: « Los obreros están pasivos y a lo sumo son capaces de desarrollar luchas parciales». Esta dificultad de la clase obrera la atribuía a que «La burguesía desarrolla una ingeniería social contra las luchas obreras, contra la toma de conciencia de la clase obrera. La burguesía gasta millones de euros en la mistificación de los obreros: la mistificación electoral, la mistificación política, la mistificación ideológica. La burguesía se coordina internacionalmente contra la clase obrera».

Hubo otras intervenciones que trataban de ir más lejos de una simple fotografía de la situación de la clase obrera a nivel inmediato, intentaban ver sus luchas -por que confusas o erradas que fueran- dentro de una dinámica social e histórica. « Del mundo burgués no cabe esperar nada. La esperanza está en el desarrollo de las luchas de los obreros que apuntan elementos de toma de conciencia», señaló una participante.

Otro asistente planteó: «Hay luchas obreras, más de lo que nos pensamos. Lo que pasa es que no tienen apenas publicidad. Las huelgas no son noticia. No existen más que para los interesados. Pero son una escuela. La mayor aportación de las luchas no son las ganancias económicas que suelen ser pírricas sino las lecciones en cuanto a conciencia, unidad y solidaridad, el aprendizaje que suponen en la lucha por el comunismo.

No hay atajos para llegar a una revolución. Es la acumulación de experiencias, la conciencia que se va generando, lo que conduce a la revolución. Yo creo que hace mucho daño todo eso de los radicalismos de fachada: quemar neumáticos, hace una huelga que fastidia a los usuarios, tener broncas violentas con la policía... Radicalismo no es eso, ser radical es ir a las raíces. La lucha obrera es radical cuando se enfrenta decidida a la explotación capitalista, cuando frente a la competencia y división que siembran las relaciones de producción consigue unir a la mayoría de los obreros, cuando logra aislar políticamente al Estado y a los capitalistas».

Dentro de ese marco, otro asistente planteó cuestiones concretas sobre cómo puede avanzar el proletariado, cómo puede superar las debilidades y el carácter todavía muy embrionario de su lucha actual.

«Para mi lo más importante es la necesidad de una respuesta del proletariado. La pregunta que debemos hacernos es: ¿las condiciones objetivas económicas de crisis impulsan automáticamente la respuesta subjetiva del proletariado? Yo creo que no, que para desarrollar la respuesta subjetiva del proletariado éste necesita una toma de conciencia más global, lo que se une a las condiciones económica».

La respuesta del proletariado no es -como dice muy bien el compañero- un mero reflejo pasivo de la agudización de las condiciones objetivas, ni tampoco el producto inmediato y mecánico de las luchas, necesita que todo lo anterior sea fertilizado y guiado por un proceso de toma de conciencia - que es a su vez un poderoso factor impulsor de las propias luchas-. En ese sentido, el compañero prosiguió: «¿Es el proletariado consciente de los restos de la ideología que lleva en sus cabezas? El proletariado tiene dificultad para desarrollar la conciencia únicamente en las luchas, necesita de una reflexión, tomando más distancias, viendo todo lo que pasa en el mundo, viendo las cosas con el prisma de la historia».

La necesidad de continuar el debate

Una asistente expresó su satisfacción por la discusión: « Estoy desencantada de los sindicatos, de los políticos, de las luchas sindicales. Sin embargo esto me ha encantado pues hemos discutido con claridad».

La discusión debe proseguirse como herramienta para combatir ese sentimiento de desencanto y transformarlo en un sentimiento de solidaridad y lucha contra el capitalismo. Como dijo un asistente « Hemos venido aquí para algo que nos une a todos: la lucha contra el capitalismo».

Tanto el debate sobre la crisis como el debate sobre la situación de la lucha de clases son importantes. Otros temas -como el planteado por un asistente que no llegó a abordarse en la reunión (¿habría un peligro fascista?), por ejemplo- pueden ser abordados. En una carta que nos ha enviado un participante tras la reunión nos transmitía la siguiente reflexión: «Las reuniones públicas, cuando en las mismas participan personas que se les nota interesadas en los temas, se les ha de brindar la oportunidad de continuar las charlas de manera continúa, o bien, establecer un calendario de reuniones públicas más coherente con la realidad que demanda la participación de esos asistentes. Las reuniones de dos meses en dos meses se hace verdaderamente largo el espacio de tiempo entre ambas, lo cual, hace retroceder organizativamente, perdiendo todo o gran parte del significado y de la comprensión ideológica adquirida en las mismas.  Los asistentes de una reunión, probablemente participarán en una segunda, si esta se realiza en un espacio corto o suficiente de tiempo (en la misma reunión se les puede convocar para la siguiente, recogiendo el sentir general de todos, a dos o tres semanas más adelante) como para que no decaiga el entusiasmo o la curiosidad nacida en la misma. Pasado un dilatado período de tiempo (5, 6,7 semanas), la fortaleza del entusiasmo o de la curiosidad, nacida en la primera reunión, se desvanecen, se pierden los contactos y, los esfuerzos realizados se convierten en inútiles».

Creemos que, como dice el compañero, existe un interés que no puede desperdiciarse por dispersión y atomización. De ahí que hayamos hecho una propuesta a los participantes de volver a reunirse y tratar los temas que vean más necesarios e interesantes. Esta propuesta la hacemos extensiva a quienes deseen sumarse a este esfuerzo que pueden contactarnos a nuestra dirección mail.

Acción Proletaria 5-3-08



[1] Ver en nuestra Web: Debates electorales, lo contrario de un verdadero debate: https://es.internationalism.org/node/2185

[2] Invitamos a todos los que quieran hacer precisiones, aclaraciones o rectificaciones a que nos escriban

[3] Para una reflexión más general sobre la situación actual del capitalismo y sus perspectivas ver -entre otros- Decadencia del capitalismo: la revolución es necesaria y posible desde hace un siglo. /revista-internacional/200807/2192/decadencia-del-capitalismo-i-la-revolucion-es-necesaria-y-posible-

[4] Ver, entre otros, Orígenes económicos, políticos y sociales del fascismo en Revista Internacional nº 3: /revista-internacional/197704/111/origenes-economicos-politicos-y-sociales-del-fascismo y también Crimen fascista en Madrid en Acción Proletaria https://es.internationalism.org/node/2070

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