El
conflicto vasco ha entrado en una nueva fase más virulenta
con la presentación por parte del ejecutivo autónomo
del “Plan Ibarretxe” que plantea una apenas disimulada
puesta en cuestión de la Constitución (la soberanía
recaería sobre el “pueblo vasco”), “revisando
las relaciones entre Euskadi y España” (el primero
pasaría a ser un “estado libre asociado” a la
segunda),... Este nuevo paso de la confrontación entre una
fracción de la burguesía vasca agrupada en torno al
PNV y el resto de la burguesía española supone una
confirmación patente de nuestros análisis (1). En el
último artículo que dedicamos al conflicto vasco (AP
nº 158: “Un conflicto sin solución bajo el
capitalismo”) señalábamos que el revés
sufrido por la burguesía españolista (el Frente
Nacional Español que integran PP y PSOE uncidos por su
Pacto Antiterrorista) en las elecciones autonómicas de Mayo
de 2001, no iba a rebajar la tensión sino todo lo
contrario: la burguesía española iba a acentuar la
presión contra el PNV, y éste iba a responder, para
salvaguardar su propia existencia, lanzando el órdago
soberanista,.... como así ha sucedido.