Sin duda alguna, las movilizaciones posteriores al
decreto de extinción de la compañía de Luz y Fuerza, demostraron un enorme
descontento en la clase trabajadora, sin embargo, tales movilizaciones al
desarrollarse sobre la defensa de la empresa y del sindicato, fue esterilizada
y llevada a un aislamiento que ha dejado arrinconados a los trabajadores de la
electricidad.