En el verano de 2015 un enorme aluvión de refugiados llega a Europa procedente de un cinturón de caos que rodea este supuesto continente privilegiado: el arco que va desde Afganistán a Libia, pasando por Irak, Siria, Palestina, Ucrania, Somalia, Sudán, Chad, República Centroafricana, Mali etc., sumido en un océano espantoso de guerras, caos, sumergido en un agujero negro donde cualquier forma de vida humana está en riesgo. En noviembre de 2015, los atentados de París trajeron una muestra bárbara de esa locura a la ciudad considerada la joya turística del mundo.