En la primera parte de este artículo, publicada en la Revista Internacional no 150, iniciamos una reflexión sobre el papel de la mujer en la aparición de la cultura en nuestra especie Homo sapiens, basándonos en una crítica al libro de Christophe Darmangeat, El comunismo primitivo ya no es lo que era (1). En esta segunda y última parte, nos proponemos examinar lo que nos parece ser uno de los problemas más fundamentales planteados por el comunismo primitivo: cómo la evolución del género Homo ha podido generar una especie cuya supervivencia misma se basa en la confianza y la solidaridad mutua, y más concretamente cuál ha sido el papel de la mujer en este proceso, apoyándonos en particular en los trabajos del antropólogo británico Chris Knight.