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"Los manifestantes, que vinieron de todo el país, lograron uno de sus objetivos: que esta marcha por la "dignidad" entrara en la historia. Esta multitud monumental deseaba encontrarse con otros, bailar al ritmo de los demás y al son de las darbukas para denunciar, en una euforia colectiva, los excesos de un “poder asesino", como lo han estado denunciando a gritos, sin descanso desde el 22 de febrero, fecha de la primera gran movilización. (...) En el cortejo, entre los cientos de miles de hombres que inundaron las calles de Argel, estaban presentes numerosísimas mujeres de todas las edades, clases y generaciones, que fueron llegando a lo largo de las dos últimas semanas. (...) De las 11.00 a las 18.00 horas, era un concentrado de toda Argelia el que desfilaba por los bulevares que serpentean a través de Argel: hombres jóvenes, muchachas jóvenes vestidas a la última moda, hadjas (ancianos), ejecutivos, empleados, muyahidines (viejos combatientes), mujeres envueltas en jaiques (su vestido tradicional"). (Le Monde del 11 de marzo de 2019).
Desde el 22 de febrero, todos los viernes se desarrollan manifestaciones masivas en Argelia, que reúnen a cientos de miles de participantes en todas las grandes ciudades del país. Las del 8 de marzo fueron especialmente concurridas, con una participación récord de más de un millón de personas en Argel. Son millones las personas en las calles cada semana, especialmente estudiantes de instituto y estudiantes de secundaria en huelga.
Las razones de esta inmensa ira son muchas: miseria en todas sus formas, una tasa de desempleo del 11% (oficialmente) de la población activa, más del 26% entre los jóvenes de 16 a 24 años, falta de vivienda, represión y, quizás lo más importante, la corrupción generalizada, empezando por la del clan familiar de Bouteflika y sus fieles aliados: el Jefe del Estado Mayor del Ejército (Ahmed Gaîd Salah), el jefe de la patronal argelina (Ali Haddad), el secretario general del sindicato UGTA (Abdelmadjid Sidi-Saïd) y todo el aparato histórico del FLN; todos estos gánsteres se reparten la parte esencial de los beneficios del petróleo y el gas. El clientelismo es establecido por Bouteflika como el modo arbitrario de gobernar que organiza una gigantesca política de redistribución arbitraria del maná financiero, procedente de los hidrocarburos, que reparte entre todas las categorías sociales: veteranos combatientes, hogares, automovilistas, usuarios del transporte público, agricultores, deudores, inquilinos de HLM[1], jubilados, banqueros, empresarios, etc. Ni que decir tiene que a todos estos ciudadanos “bendecidos” se les pide que reelijan al presidente o a sus partidarios en cada ocasión.
El movimiento parece nacer en las redes sociales y sin ningún vínculo aparente con un partido, sindicato, grupo o individuo conocido; se autoorganiza, dirige sus propias manifestaciones y se va atrayendo progresivamente a crecientes masas de población. El movimiento también ha demostrado su valentía al desafiar sistemáticamente la prohibición de las manifestaciones, especialmente en la capital, al tiempo que se mantiene en calma y tranquilo ("pacífico", cuentan los medios de comunicación), rechazando la confrontación física con las fuerzas del orden y cualquier provocación que pudiera facilitar la represión policial.
Sin embargo, este movimiento no es de naturaleza proletaria. Podemos decir que es sobre todo interclasista: dentro de éste se agrupan también numerosos obreros (activos, precarios o desempleados), así como muchos elementos de la pequeña-burguesía (ejecutivos, notables, abogados, tenderos, líderes de pequeñas empresas....) que se agrupan en una mezcolanza. El resultado es que predominan en su seno las reivindicaciones propias de la burguesía: democracia, legalismo,... La clase obrera queda así diluida y no se pone a la cabeza de este movimiento.
La otra gran característica de este movimiento es su contenido altamente nacionalista, ilustrado por la presencia masiva y permanente de la "bandera nacional argelina" en todas las manifestaciones. En resumen, queda lejos de pensar en unirse o mostrar solidaridad con los proletarios de otros países. Pero, como ejemplo, desde diciembre los movimientos en Sudán también se han pronunciado masivamente contra el terrible plan de austeridad del gobierno sudanés, liderado por otro viejo dictador, Omar Al-Bashir, que acaba de ser "depuesto" por el ejército en un intento de "calmar" la ira en las calles.
De hecho, en lugar de apoderarse de la consigna "proletarios de todos los países, uníos", el movimiento social prefiere en ese momento unirse a todas las fuerzas "democráticas argelinas" (supuestamente "no corruptas"); con lo que, todas las reivindicaciones verdaderamente proletarias contra el desempleo masivo, el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo, etc., han quedan prácticamente disueltas o ahogadas, mientras que las demandas "ciudadanas" de la pequeña-burguesía dominan, especialmente en el medio estudiantil, donde muchos profesores se están aprovechando de las Asambleas Generales para impartir cursos sobre la Constitución, las instituciones y su funcionamiento, con vistas a construir “¡un sistema nuevo y más democrático! ". Cada vez más personas proponen incluso una salida a la "tunecina"; es decir, el establecimiento de elecciones "libres y democráticas". Este es el enfoque que aparece como el favorito para la burguesía argelina "ilustrada", para los "gobiernos amigos" de Argelia (especialmente Francia y la UE) y para todos los demás países que temen enfrentarse a nuevas oleadas de inmigrantes o a incursiones armadas en sus territorios (especialmente en los países del Sahel).
Aunque algunos medios de comunicación hablan unas veces de "nueva primavera árabe" y otras de "revolución", en realidad, el movimiento argelino se encuentra básicamente en la estela de las mayores debilidades de la protesta de 2011/2012. El movimiento argelino actual toma la forma, casi exclusivamente, de grandes manifestaciones con pocas o ninguna huelga: mientras que en Túnez y Egipto, las manifestaciones fueron acompañadas de grandes huelgas que afectaron directamente a la producción, los servicios públicos y el transporte. En 2011, la "primavera árabe" también comenzó en Argelia, e incluso con un vigor extremo: "Lo olvidamos, pero la primavera árabe comenzó en enero de 2011 en las grandes ciudades de Argelia, casi al mismo tiempo que en Túnez. Por una vez, el movimiento abarcó todo el país y no escatimó esfuerzos en ninguna región, desde Argel hasta Annaba. Del 5 al 10 de enero, los jóvenes marcharon, a menudo detrás de una bandera tunecina, por el pan y la dignidad. (...) Un habitante que presenciaba la manifestación rememoraba su sorpresa: "Nací aquí, tengo casi 50 años y nunca he visto esto". (...) Las autoridades lograron contener las manifestaciones lo mejor que pudieron multiplicando las promesas: las legumbres secas se añadieron a los doce productos alimenticios cuyos precios están regulados y/o subvencionados, los salarios se elevaron a menudo hasta en un 80% con dieciocho meses con carácter retroactivo". (“Opinión”, en el Suplemento de Le Monde Diplomatique, marzo de 2012). Por lo tanto, se puede afirmar que en ese momento, el régimen de Bouteflika había logrado sofocar el descontento.
Durante mucho tiempo, las autoridades argelinas se enfrentaron a los movimientos sociales con la conocida como arma de "el palo y la zanahoria”. La “zanahoria”: sacan algunas migajas de las arcas del Estado (obtenidas gracias a los altos precios del petróleo); el “palo”: los reprimen violentamente. Hay que recordar que la "Década Negra"-de los años 1990-2000- (una guerra civil que se cobró 200.000 muertos) se llevó a cabo después del sangriento aplastamiento de las huelgas y manifestaciones de 1988 en las que asesinaron a 500 huelguistas. Hoy en día, ya no existe la "zanahoria": la situación económica es desastrosa: con el precio-mercado del barril de petróleo cayendo bruscamente y con las arcas del Estado expoliadas por el clan mafioso del gobierno. Y… queda el "palo"...
Para todos los estratos de la sociedad ha llegado la hora de disolver el gran clan Bouteflika y de arreglarles las cuentas. Para estos últimos, lo que está en juego es muy importante, ya que se trata de una cuestión de vida o muerte para él mismo y para su familia. En efecto, el presidente no quiere sufrir, tras su dimisión, la misma suerte que sus homólogos tunecinos y egipcios, Ben Ali y Mubarak, "liberados" por la "primavera árabe" de 2011, que han conocido la cárcel (o el exilio) y la confiscación de sus bienes (decenas de miles de millones de dólares de cada uno). Es más fácil entender por qué Bouteflika se aferró al poder a toda costa apostando porque se “pudriera” el movimiento y por el apoyo del jefe del ejército, quien finalmente lo derrocó mientras trataba de salvar su cabeza. La cuestión es, por tanto, si los militares preferirán silenciar sus diferencias de clan para preservar sus "intereses comunes" reprimiendo el movimiento actual, con el riesgo de reproducir una "nueva década negra", o apoyar la carta de la democracia y de la renovación con todas las incertidumbres que ello conlleva. En ambos casos, la clase obrera saldrá perdiendo: o aplastada en un baño de sangre o aturdida por la propaganda burguesa que martillea las cabezas de unos y otros con las "virtudes" de la "democracia", para mantener mejor su sistema de explotación.
Durante la primera "Primavera Árabe" (2011), escribimos: "El proletariado occidental, por su experiencia y concentración, es quien tiene la responsabilidad de dar una verdadera perspectiva revolucionaria. Los movimientos de los Indignados en España y de las Ocupaciones en Estados Unidos y Gran Bretaña se refirieron explícitamente a la continuidad de los levantamientos en Túnez y en Egipto, su inmenso coraje y su increíble determinación. El grito de la "primavera árabe": "Ya no tenemos miedo", debe ser una fuente de inspiración para el proletariado mundial. Pero es sólo el faro de la afirmación de las asambleas obreras contra los ataques del capitalismo en crisis, en el mismo corazón del sistema, lo que puede ofrecer una alternativa que realmente permita el derrocamiento de este mundo de explotación que nos sumerge cada vez más en la pobreza y en la barbarie. La clase obrera no debe minimizar el peso real que tiene en la sociedad, por su lugar en la producción y, también y sobre todo, por lo que representa como perspectiva para toda la sociedad y para el futuro del mundo. En este sentido, para que los obreros de Egipto y Túnez no se dejen engañar por los espejismos de la ideología democrático-burguesa, es responsabilidad de sus hermanos de los países centrales mostrarles el camino. Es concretamente en Europa donde los proletarios tienen la experiencia más amplia de enfrentarse a la democracia burguesa y a las trampas más sofisticadas de las que es capaz. Por lo tanto, deben cosechar los frutos de esta experiencia histórica y acrecentar su conciencia mucho más allá de lo que es hoy en día. Al desarrollar sus propias luchas, como clase revolucionaria, romperá el aislamiento actual de las luchas desesperadas que sacuden a muchas regiones del mundo y reafirmarán la posibilidad de un nuevo mundo para toda la humanidad.
Hoy estamos ante lo mismo: un movimiento social en el que domina la ideología pequeñoburguesa y democrática es una plaga para todo el proletariado mundial e indica exactamente lo contrario del camino a seguir: el de la lucha de la clase obrera en su terreno de clase, sus huelgas, sus asambleas generales, sus consignas. El proletariado europeo tiene la tarea de ser el faro guía de los explotados del mundo.
Amina, abril de 2019
[1] Nota de la Redacción: HLM son las siglas en francés de Habitation à Loyer Moderé que significa Vivienda de alquiler moderado, es la denominación que se daba en Francia y en sus antiguos colonias a las viviendas sociales.
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Desde ya hace un mes en Chile los profesores del sector público en todo el país, aglutinados en el colegio de profesores (organización gremial) han llevado una paralización de sus actividades y empezaron una movilización que ha provocado mucho revuelo.
En primer lugar, de acuerdo con los docentes, la cartera liderada por Marcela Cubillos[1] no entregó una respuesta satisfactoria a su petición que la mención de las educadoras diferenciales sea reconocida[2].
Sumado a ello, acusaron que el Mineduc no patrocinará la titularidad de las horas de extensión.
En sus labores, muchos profesores municipales tienen un anexo horario que se considera como trabajo a contrata. De acuerdo con el diputado Tomás Hirsch la cifra bordea los 50 mil, según indicó en la Sala de la Cámara a mediados de marzo.
En la instancia estaba presente Cubillos, a quien pidió que el ministerio reconociera tales horas e incluso recordó que aquello era parte del petitorio hoy fustigado.
Por otro lado, con respecto a la deuda histórica, desde el Colegio de Profesores señalaron que, tras las conversaciones, el Mineduc aseguró que su extinción no es “jurídicamente exigible”.
Pese a ello, en noviembre de 2018, los diputados aprobaron de manera unánime tres resoluciones para reparar este compromiso.
Sin embargo, el presidente del magisterio, Mario Aguilar admitió que aquella iniciativa no puede hacerse efectiva sin apoyo del Gobierno.
En 2008 la deuda ya había sido reconocida por una comisión especial del Congreso, pero las medidas ejecutadas por el Gobierno de la época no llegaron a ningún puerto.
En base a cifras del mismo Colegio de Profesores, 14.263 docentes han muerto esperando la reparación, que se originó en 1981 cuando la dictadura de Pinochet traspasó la dependencia de colegios municipales a las municipalidades, con lo que se perdió el pago de una asignación especial no imponible que habían obtenido con anterioridad.
Además, según el gremio, el Mineduc tampoco estableció soluciones reales para terminar con la doble evaluación docente.
Hoy en día, a la hora de ser evaluado, un profesor debe completar un portafolio que el ministerio le hace llegar por internet, al cual se debe inscribir.
En concreto, consta de tres etapas. La primera es de autorreflexión, que va de la mano con el Marco para la Buena Enseñanza.
La segunda dice relación con la planificación de una unidad de tres clases más una cuarta, que es grabada. La última tiene que ver con el trabajo colaborativo al interior del recinto.
Sumado a ello, todos los profesores deben rendir una prueba de conocimientos. Lo que buscan es el perfeccionamiento de la evaluación y dejar un solo instrumento.
Bajo la etiqueta de “sin solución concreta” también quedaron las peticiones sobre condiciones laborales e igualdad de trato, el liderazgo directivo y la mejora del Sistema de Desarrollo Profesional Docente, cuya implementación debía partir en 2016 y se extenderá hasta 2026.
También fue motivo de molestia entre los profesores el hecho que el Mineduc entregara una respuesta incierta sobre la “seguridad” de los docentes en establecimientos públicos.
A través de una carta, emitida y difundida el lunes 27 de mayo, el gremio calificó la respuesta del ministerio como un “rechazo rotundo a cualquiera de las mejoras planteadas”.
A su juicio, sumado a lo anterior, es necesario terminar con la sobrecarga de trabajo administrativo, las demoras para cancelar el bono de retiro y la inestabilidad laboral.
En la misiva, además, indicaron que la modificación curricular que elimina Historia y Educación Física del plan común, para terceros y cuartos medios, también forma parte de sus motivos para paralizar funciones.
La movilización fue convocada por el colegio de profesores, una organización gremial y por ende defensora del estado y de la burguesía , ni siquiera nació por iniciativa propio de los trabajadores de la educación , es dirigida por dirigentes pertenecientes a la izquierda del capital que se oponen al gobierno actual , para finalizar ni siquiera son todos los docentes de Chile, sino solo los del sector público , una movilización estructurada por el corporativismo y gremialismo , obviamente no tienen ningún futuro bueno para los trabajadores , no hay iniciativas de llevar la huelga a otros sectores , no hay asambleas generales donde los profesores puedan debatir y decidir por ellos mismos, sin los esbirros sindicales o gremiales del capital, ni comités de huelga extendidos , ningún llamado a asambleas abiertas , no hay elección de delegados para comunicarse con otros sectores ni enviar a otras empresas, la lucha se ve obstaculizada por el legalismo y el sectarismo . Ahora mismos también los trabajadores de Wallmart y de la mina de Chuquicamata también están en huelga, pero no hay ninguna iniciativa de unir sus luchas, formar sus propias asambleas y formar comités con delegados revocables en todo momento, la lucha lamentablemente se ve afectada por la izquierda contrarrevolucionaria del capital y sus gremios y sindicatos. El movimiento irá en descenso porque los gremios irán desgastando y desmoralizado a los trabajadores, aislándolos cada vez más. Es verdad que ha habido muchos intentos de solidaridad, por ejemplo, los estudiantes y los trabajadores portuarios de Lirquen[3] se unieron a ellos, pero si los proletarios no rompen con los gremios, sindicatos y partidos del régimen, si no forman ellos mismos sus propias asambleas generales y comités de huelga, si deciden seguir a sus dirigentes izquierdistas-burgueses y no se autoorganizan de forma autónoma, esos intentos de unidad proletaria de nada servirán para doblarle la mano a los patrones y su estado. La autoorganización asamblearia autónoma respecto de los sindicatos y partidos políticos es la única solución para unir la lucha de los profesores con otras huelgas, como también para que ellos decidan y dirijan sus combates y que también sirva para expandirlos a todos los sectores, ya que la lucha por la dignidad y el respeto no es solo de los profesores, sino de toda la clase obrera. Los gremios y sindicatos nos quieren separados, pero nosotros debemos unirnos.
Evidentemente la educación es algo esencial para el ser humano, el conocimiento es algo que literalmente permite al ser humano vivir y actuar, sin embargo, el capitalismo ha hecho de la educación un mero instrumento para transmitir sus ideologías dominantes, la educación en el capitalismo está destinada a crear futuros esclavos asalariados. entonces si queremos tener una verdadera educación primero la clase obrera mundial deberá destruir de una vez por todas las relaciones del capital que tanto alienan y esclavizan a la humanidad en beneficio de unos pocos.
La izquierda del capital, que lamentablemente dirige la lucha, trata de fomentar la estatización, la izquierda burguesa lucha por un capitalismo de estado (como el de la Europa nórdica) contra el “neoliberalismo” (Capitalismo de libre mercado más radical), hay que aclarar dos cosas aquí.
La única forma de conseguir una educación de verdad , la única forma de conseguir una vida mejor nunca se conseguirá dentro del capitalismo no es sino mediante la revolución mundial que acabe con las relaciones del capital y empiece a construir la sociedad socialista donde se consiga la verdadera y autentica liberación humana , los trabajadores ya no tenemos nada que pedirle a este sistema que se cae a pedazos y que incluso amenaza nuestra vida humana , es hora de que los trabajadores ya empecemos a desarrollar nuestra conciencia política socialista de clase y no mantenernos solo en las “Reformas económicas” , la izquierda del capital con sus marchas, fiestas, funas, etc. solo buscan derrotar a los obreros , los trabajadores deben empezar a debatir y discutir sobre cómo superar de una vez por todas este sistema y tomar el poder, ya que es la única forma de acabar con nuestros sufrimientos que día a día vivimos a expensas del capital.
-Unir las luchas de los profesores con las diversas huelgas que están ocurriendo (mineros, wallmart, portuarios, etc.)
-autoorganizarse bajo asambleas generales soberanas y formar comités de huelga extendidos compuestos por delegados revocables en cualquier momento, autónomas a los gremios, sindicatos y partidos políticos. Romper con la izquierda del capital y sus dirigentes y activistas, considerándola solo otra fracción defensora del estado burgués
-radicalizar y expandir las huelgas a otras las fábricas y empresas.
-discutir y e incentivar el debate político entre los trabajadores.
Esa es la única forma de fortalecer el movimiento proletario y darle una dirección revolucionaria, es la única forma que de verdad podrán conquistar una educación y vida mejor para los trabajadores
Patrix 01-07-19
Compartimos plenamente el análisis del compañero que realiza una respuesta combativa con propuestas claras y proyectadas hacia el futuro de una Revolución Proletaria Mundial a la lucha de los profesores en Chile. Con total claridad el compañero denuncia la elección entre educación pública y educación privada. Solamente quisiéramos hacer una precisión que busca reforzar la clarificación teórica: durante muchos años al proletariado de todos los países se nos ha querido encerrar en el terreno del capital dándonos a elegir entre “estatización” o “liberalismo”, propiedad estatal o propiedad privada. En un texto importante de nuestros predecesores de INTERNATIONALISME (GCF) se denuncia con una argumentación en profundidad esta falsa y tramposa alternativa[4]. En todos los países, sean de coloración liberal o “social”, reina el capitalismo de Estado: “Durante el siglo XX con la entrada del capitalismo en su periodo histórico de decadencia el Estado ha constituido su máximo baluarte frente a la exacerbación de las contradicciones sociales, guerreras y económicas. El siglo XX y XXI se caracterizan por la tendencia universal al capitalismo de Estado. Esta tendencia opera en todos los países sea cual sea su régimen político. Básicamente existen dos vías de realización del capitalismo de Estado:
- La estatización más o menos completa de la economía: es la que existía en Rusia o existe actualmente en China, Cuba, Corea del Norte etc.
- La combinación entre la burocracia estatal y la gran burguesía privada.
En ambos casos es el Estado quien controla la economía. En el primer tipo, ostenta la propiedad de gran parte de los medios de producción y servicios. En el segundo tipo, el Estado interviene en la economía a través de una serie de mecanismos indirectos: presupuestos, fiscalidad, compras a las empresas, fijación de los tipos de interés interbancario, regulación de precios, normas contables, agencias estatales de concertación, inspección, inversión etc.
Nos repiten hasta la náusea dos mentiras gemelas: la primera identificar socialismo con estado, la segunda identificar neoliberalismo con desregulación y libre mercado. El capitalismo en su periodo histórico de decadencia (siglos XX y XXI) no puede existir sin las muletas omnipresentes del Estado. El mercado "libre" está guiado, controlado, sostenido, por la mano de hierro del Estado. Adam Smith decía que el mercado estaba regulado por una "mano invisible". ¡Esa mano es el Estado!”.[5]
[1] Ministra de Educación, en Chile se llama a dicho ministerio Mineduc.
[2] Esta Mención se trata de un bono a pagar a los trabajadores de la educación pública
[3] Ciudad portuaria cercana a Concepción que constituye la cabecera de una importante área industrial.
[4] Ver La experiencia rusa: propiedad privada y propiedad colectiva /revista-internacional/200711/2089/la-experiencia-rusa-propiedad-privada-y-propiedad-colectiva [4]
[5] ¿Crisis del neoliberalismo o crisis del capitalismo?, https://es.internationalism.org/cci-online/200810/2380/crisis-del-neoliberalismo-o-crisis-del-capitalismo [5]
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Gaza, Líbano, Siria, Irak, Afganistán, Yemen… La espiral infernal de caos imperialista hunde Oriente Medio cada vez más en una profunda barbarie, concentrando en esta región del mundo lo más innoble del capitalismo decadente. Después de décadas de desestabilización, de invasiones, de guerras civiles, y de todo tipo de conflictos mortíferos, ahora Irán está de nuevo en el ojo del huracán. En 2015, durante el gobierno Obama en USA, Irán firmó con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania un acuerdo para controlar su programa nuclear a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas que aquejan al país desde hace décadas. Apoyado por los “halcones” americanos, el Primer Ministro israelí y la monarquía saudita, Donald Trump sin embargo, desde su llegada al gobierno, no ha dejado de denunciar «el peor acuerdo de la historia» antes de anunciar, en Mayo 2018, que USA se retiraría de él definitivamente[1].
A partir de entonces las tensiones y provocaciones de todas las partes se han multiplicado. USA ha abierto la veda restableciendo un embargo feroz. Un año después, Irán amenazaba con suspender los compromisos contraídos aumentando sus reservas de uranio enriquecido, desencadenando a su vez una nueva salva de sanciones. Algunos días antes del anuncio de Teherán invocando oscuras «indicaciones de una amenaza con visos de credibilidad», USA desplegaba en el Golfo Pérsico el portaaviones Abraham Lincoln y varios bombarderos. Según el New York Times, el Pentágono tendría previsto movilizar 120000 soldados suplementarios en Oriente Medio. El buque anfibio Arlington y el sistema de defensa antiaérea Patriot ya van camino del estrecho de Ormuz, por el que circula una parte importante de la producción de petróleo mundial.
El 13 de Junio, un mes después del sabotaje de 4 barcos en las mismas aguas, la presión ascendía de nuevo un escalón tras el ataque a dos cargueros (noruego uno y japonés el otro según se informó) que Trump atribuyó a Irán a pesar de los desmentidos de este país[2]. Una semana después Irán abatía un dron norteamericano acusado de sobrevolar territorio iraní. Lo que fue desmentido, esta vez por Trump, que envió inmediatamente sus bombarderos, antes de cambiar de opinión en el último momento. ¡Y todo esto en medio de insultos, de amenazas y de declaraciones belicosas[3]!
Obviamente está claro que Trump no se molesta en recurrir a las muletillas de rigor sobre la guerra “justa” o “humanitaria”, y emplea la estrategia de lo que él mismo ha llamado la «presión máxima», ya que el ejército USA no está interesado en abrir un nuevo frente. Pero hay que constatar que se reúnen todos los ingredientes de una pendiente hacia la guerra: una estrategia que ha mostrado su ineficacia en Corea del Norte; tropas dispuestas al combate a los dos lados de la frontera; consignas de guerra cínicas en la cumbre de la administración USA y del Estado iraní… ¡La audaz estrategia de la “presión máxima” significa sobre todo un riesgo máximo de guerra!
Aunque Trump trate de mostrar la musculatura USA con declaraciones mordaces, estas tensiones en realidad son una clara manifestación del debilitamiento histórico del liderazgo USA. En sus aventuras militares en Irak (1990 y 2003) y en Afganistán (2001), USA ha mostrado sin duda su incontestable superioridad militar; pero también ha puesto de manifiesto su creciente impotencia para mantener un mínimo de estabilidad en la región y para obligar a sus aliados del antiguo bloque occidental a cerrar filas tras sus opciones. Ese debilitamiento ha llevado últimamente a la incapacidad USA de implicar a sus fuerzas terrestres en Siria, dejando el campo libre a sus rivales regionales, empezando por Rusia, y también Irán.
Teherán ha podido así abrir un verdadero corredor militar a través de Irak y Siria hasta su aliado histórico, el Hezbollah libanés, desencadenando la ira de su principal concurrente árabe en la región: Arabia Saudí; y de Israel, que ya ha lanzado ataques aéreos contra las posiciones iranís en Siria. Igualmente, en Yemen, teatro de una guerra de las más atroces, Irán desacredita muy seriamente a Arabia Saudí, principal potencia militar de la región y pivote de la política USA en Oriente Medio.
En ese contexto, el anterior presidente USA, Obama, tuvo que resignarse a negociar un deal (trato) con Teherán: USA permitiría que el país se “reconectara” a la economía mundial, si el Estado iraní aceptaba poner freno a sus ambiciones imperialistas, particularmente abandonando su programa nuclear. Obama también tenía en mente una vieja estrategia de desestabilización, que consistía en debilitar, por medio de la apertura económica, el control de la burguesía local sobre la población, y así suscitar después revueltas para derrocar el régimen actual.
Atascada en Afganistán, y confrontada a sus aliados europeos, que cada vez más arrastran los pies cuando se trata de seguirla, USA se ve obligada a partir de ahora a buscar apoyo principalmente en sus aliados regionales para llevar adelante su política de contención de Irán. Por esa razón Trump ha multiplicado recientemente las muestras de apoyo en dirección de Israel y Arabia Saudí: suministro masivo de armas a Arabia Saudí en su guerra con Yemen, reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado Hebreo, apoyo de Trump al príncipe heredero saudita en el caso del asesinato del opositor Jamal Khashoggi… Si las decisiones contundentes y espectaculares de Trump responden a necesidades tácticas inmediatas, está claro que esa estrategia va a acelerar aún más el proceso de contestación del liderazgo USA en general y el caos en Oriente Medio en particular.
Si está claro que la burguesía USA pretenden el hundimiento del régimen de los mulás, sin embargo, está dividida sobre la manera de proceder. El entorno de Trump está constituido en parte de belicistas notables, del estilo de su consejero de Seguridad nacional, John Bolton, de cow boys sin ley de gatillo fácil. Bolton en efecto ya destacó por su ardor a favor de la invasión de Irak durante la presidencia de Bush Jr. Ahora Irán y sus ambiciones imperialistas son sus objetivos. Este responsable de la política exterior USA escribía ya en 2015 en el New York Times: «La verdad que resulta molesta es que solo la acción militar (…) puede llevar a cabo lo que es necesario (…) Estados Unidos podría hacer un trabajo minucioso de destrucción [de las instalaciones nucleares iranís], pero solo Israel puede hacer lo que es necesario. Una acción semejante tendría que acompañarse de un vigoroso apoyo de Estados Unidos a la oposición iraní, con vistas a un cambio de régimen en Teherán»[4]. ¡No se puede reprochar a Bolton que no persevere en sus ideas, ni que sea ningún hipócrita! Ni una sola palabra, ni un gramo de compasión para los que estarán bajo las bombas americanas e iranís.
Pero las ambigüedades y decisiones contradictorias de Trump, más allá de las gesticulaciones irreflexivas del personaje, también se explican porque una parte de la burguesía USA, más consciente del debilitamiento del liderazgo internacional de este país, sigue vinculada al método más hábil de Obama. Tres miembros republicanos del parlamento, entre los cuales se encuentra el jefe de filas del grupo, Kevin McCarthy, han firmado un comunicado que llama al gobierno, a coro con el partido demócrata, a reaccionar de forma más “moderada” frente a Irán. Pero la “moderación” de la que hablan estos políticos burgueses es solo evidentemente un sinónimo de “contorsiones”, ya que USA se encuentra frente a un dilema insoluble: o bien animan la ofensiva de sus rivales al permanecer sin actuar directamente, o bien alimentan aún más la contestación y el caos desplegando sus tropas. Haga lo que haga, USA, como las otras potencias imperialistas, no puede escapar de la lógica y las contradicciones del militarismo.
De las grandes potencias a los grupúsculos fanáticos, de las potencias regionales a las riquísimas Petro monarquías, ¡los buitres están sedientos de sangre! Únicamente preocupados por sus codiciosos intereses imperialistas, no se preocupan de los cadáveres que se amontonan, de los innumerables refugiados arrojados a las carreteras, de las ciudades en ruinas, de las vidas destrozadas por las bombas, la miseria y la desolación. Todos esos criminales de guerra vomitan cada día palabras hipócritas de “paz”, de “negociación” o de “estabilidad”, pero la barbarie extrema que se despliega cada día más es testimonio de la putrefacción de su sistema: el capitalismo.
EG, 1 de Julio 2019
Traducido de Revolution Internationale, órgano de la CCI en Francia
[1] Atraídos por la ganga de un nuevo mercado a explotar, los otros países firmantes del acuerdo, incluyendo a los países europeos, han intentado mantener el acuerdo con Irán. En represalia, Trump ha amenazado con sancionar a las empresas que no respetaran el nuevo embargo norteamericano, lo que ha contenido sensiblemente las veleidades europeas
[2] Cuando escribimos esto, el origen del ataque todavía es materia de investigación. Si Irán ha podido perfectamente intentar enviar un mensaje a Trump, también hay que tener en cuenta que, vista la tradición de manipulación de las grandes democracias (como atestigua por ej. la invención de “las armas de destrucción masiva” iraquís), no se puede excluir que USA o alguno de sus aliados hayan organizado un golpe para aumentar la presión.
[3] Aún ahora las tensiones no dejan de crecer. Teherán acaba de anunciar que ha superado el límite de producción de uranio enriquecido previsto en el acuerdo de 2015, e Israel ha bombardeado de nuevo las posiciones iranís en Siria.
[4] “To stop Iran’s bomb, bomb Iran”, The New York Times, (26 marzo 2015). Traducido por nosotros.
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/2019_jul_07_el_callejon_sin_salida_de_la-_esp.pdf
[2] https://es.internationalism.org/tag/2/31/el-engano-del-parlamentarismo
[3] https://es.internationalism.org/files/es/lucha_de_los_profesores_en_chile_y_la_necesidad_de_unidad_de_los_proletarios.pdf
[4] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200711/2089/la-experiencia-rusa-propiedad-privada-y-propiedad-colectiva
[5] https://es.internationalism.org/cci-online/200810/2380/crisis-del-neoliberalismo-o-crisis-del-capitalismo
[6] https://es.internationalism.org/tag/4/403/chile
[7] https://es.internationalism.org/tag/2/29/la-lucha-del-proletariado
[8] https://es.internationalism.org/files/es/iran.pdf
[9] https://es.internationalism.org/tag/geografia/iran
[10] https://es.internationalism.org/tag/3/48/imperialismo