Enviado por Revolucion Mundial el
¡Una sola clase, un solo combate!
Año y medio después de la crisis de las subprimes (hipotecas de alto riesgo), la clase obrera a escala internacional permanece aún golpeada e incapacitada bajo la avalancha de golpes que le asesta cada burguesía nacional y todos los gobiernos tanto de izquierda como derecha. Sin embargo, no se resigna ni permanece sin reacción durante estos últimos meses como prueban varias luchas de las que hicimos eco en anteriores artículos: en la refinería de Lindsey en Gran Bretaña, los astilleros de Vigo en España o a través del combate de los obreros de Tekel en Turquía[1]. En estas luchas, demostró no sólo su combatividad sino también su solidaridad y su capacidad para responder a las campañas ideológicas (en particular xenófobos) de la clase dominante para dividirla uniendo en un mismo combate a obreros de distintas corporaciones, sectores, etnias o nacionalidades. Del mismo modo, es necesario recordar que el levantamiento de los jóvenes proletarios organizados en asambleas generales en diciembre de 2008 en Grecia asustó mucho a la burguesía, haciéndole temer el "contagio" del ejemplo griego a otros países europeos entre las jóvenes generaciones escolarizadas; no es una casualidad si aún hoy la vista de la burguesía vuelve hacia las reacciones de los proletarios en Grecia ante los salvajes niveles de austeridad impuestos por el gobierno y los demás Estados de la Unión Europea. Por otra parte, el anuncio casi simultáneo de planes similares precipitó también a la calle a manifestarse a decenas de miles de proletarios en España o Portugal. Sin embargo, aunque las dificultades siguen pesando excesivamente, los planes de despidos masivos que contribuyeron a acentuar el sentimiento de impotencia de los trabajadores y a frenar las huelgas y su movilización se confirma también que se opera un cambio de estado de ánimo en la clase obrera. Por todas partes en el mundo, la exasperación y la cólera se profundizan y generalizan en las filas trabajadoras. La burguesía no se equivoca: organiza un extenso black-out sobre estas luchas que se desarrollan de un lado a otro del planeta lo que demuestra que la clase obrera en ninguna parte renuncia a su suerte ante la miseria y a los ataques crecientes.
En Argelia[2], Rusia, la mano de obra inmigrada sobreexplotada en los Emiratos y privada de toda protección social, los proletarios ingleses así como los estudiantes reducidos a la miseria en el estado más rico de EUA, California, la situación actual da prueba de un estremecimiento alentador que indica una tendencia de fondo hacia la reanudación de la lucha de clases a escala internacional que proporciona los ingredientes para la explosión de luchas más masivas. Es para contribuir a romper este black-out - incluso sobre las luchas en Grecia - que informamos de algunos recientes ejemplos significativos del desarrollo de este combate internacional de nuestra clase y animamos a nuestros lectores a enviar a nuestro sitio web información que la burguesía pretende encubrir sobre los combates que llevan nuestros hermanos de clase.
Grecia
Los acontecimientos que siguieron al anuncio de nuevos ataques a principios de marzo de este año por el gobierno socialdemócrata mostraron con claridad que el proletariado se movilizaba: "A sólo unas horas del anuncio de las nuevas medidas, trabajadores despedidos de Olympic Airways atacaron las brigadas de la policía antidisturbios que resguardaba la sede de la compañía y ocuparon el edificio, en lo que llamaron una ocupación por tiempo indeterminado. La acción condujo al cierre de la principal calle comercial de Atenas por varias horas." (blog en libcom.org)
En los días que preceden la nueva huelga general del 11 de marzo, se produjeron una serie de huelgas y ocupaciones: los trabajadores despedidos de Olympic Airways ocuparon durante 8 días la sede del Tribunal de Cuentas, los trabajadores de la compañía de electricidad ocupaban las agencias de empleo en nombre del "derecho de los futuros desempleados que somos" según uno de ellos. Los obreros de la Imprenta nacional ocuparon su lugar de trabajo y se negaron a imprimir los textos legales de las medidas económicas con la idea de que en tanto la ley no sea impresa, no tiene validez... Los agentes del fisco suspendieron el trabajo durante 48h, los asalariados de las autoescuelas en el norte de Grecia efectuaron 3 días de huelga, mientras los jueces y otros funcionarios de justicia suspendieron su actividad durante 4 horas cada día. La basura no se recogió durante varios días en Atenas, Patras y Salónica ya que los barrenderos bloquearon los grandes depósitos de las tres grandes ciudades.
El clima de miedo y pasividad que parecía reinar cuando la crisis económica tomó un giro dramático en 2008 comienza a ser sustituido por la indignación, y los trabajadores se preguntan abiertamente: ¿Por qué debemos pagar por la crisis del capitalismo
La burguesía tomó precauciones para oscurecer lo que está en juego y borrar esta experiencia desviando la cólera y la combatividad hacia callejones sin salida políticos e ideológicos retomando los aspectos más negativos y más superficiales de las luchas de finales de 2008 para implicar a los obreros en acciones falsamente radicales que vacían todas las potencialidades de toma en manos de la lucha y solidaridad proletaria.
Pero hoy, el PC griego ha puesto de manifiesto que aún es un instrumento esencial de la soberanía burguesa colocándose a la vanguardia de las huelgas, manifestaciones para desvirtuarlas junto con los izquierdistas y los anarquistas.
Pero esta niebla ideológica tiene que disiparse ante la realidad. El 11 de marzo, toda Grecia se paralizó en un 90% por el movimiento de cólera de la población por 24 horas a raíz de la segunda llamada a huelga general en menos de un mes por dos de los principales sindicatos. En total, más de 3 millones de personas (sobre una población total de 11 millones) participaron en la huelga general a pesar de la campaña antihuelga orquestada por los medios de comunicación burgueses, la manifestación del 11 de marzo fue la más masiva en Atenas desde hace 15 años y mostró la determinación de la clase obrera de responder a la ofensiva capitalista
Rusia
Miles de manifestantes (3000 según la policía, 5000 según los organizadores) se reunieron el sábado 20 de marzo en una cincuentena de ciudades de Rusia al llamado de la oposición, para protestar contra la política económica del gobierno de Vladimir Putin y reclamar su dimisión. Organizado por una letanía de partidos políticos, de movimientos de opositores y organizaciones de defensa de los derechos humanos, encuadrado por el Partido comunista, el partido liberal "reformador" Iabloko y el movimiento de oposición Solidarnost, este "día de cólera", como lo bautizó la oposición, reunió, en particular, a 1000 personas en San Petersburgo, 1500 en Vladivostok, varios miles en el enclave de Kaliningrado. Numerosos participantes pedían la dimisión del gobierno de Vladimir Putin y querían que este se declarara culpable de hacer bajar considerablemente el nivel de vida. El pistoletazo de salida de este día de protesta se dio en Vladivostok, dónde más de mil manifestantes se reunieron en el centro. En Moscú, la manifestación, prohibida, a pesar de todo reunió a 200 personas 70 de las cuales fueron detenidos por la policía. También se detuvo a algunos manifestantes en Arkangelsk y Novossibirsk. Hubo también entre 500 y 700 personas reunidas para una manifestación silenciosa a Kaliningrado, aunque los líderes de la oposición tuvieron que decidir cancelar la reunión y la manifestación fue prohibida. Es por otra parte en este enclave a orillas del Mar Báltico que las autoridades rusas se habían dejado sorprender en enero por un movimiento similar que había visto a 10000 personas manifestarse, cuando tal movilización es excepcional en Rusia.
El aumento de precios desde año nuevo condujo a la gente a salir en la calle y a hacer frente a la represión policial
La clase obrera en Rusia, al concentrarse sobre la persona realmente detestable de Putin esperando encontrar una alternativa a través de la otra fracción burguesa rusa nombrada "oposición", da prueba de sus ilusiones democráticas. Pero, al atrever a manifestarse, bajo la amenaza de la represión, que puede ser sangrienta, estos obreros revelan sobre todo la amplitud de su cólera y su valor. Se trata de un primer paso para romper el yugo de hierro que los oprime.
Estados Unidos
El principio del nuevo trimestre escolar (4 de marzo) se ha caracterizado, en las universidades en California y en otros lugares en Estados Unidos, por una ola de protestas por parte de los estudiantes, profesores y empleados del sector de la educación. Realmente, el movimiento ya había comenzado el año pasado a partir de septiembre con la ocupación de varios locales en los campus para protestar contra los planes de austeridad del Gobierno californiano: éstos prevén cortes de mil millones de dólares en la financiación del sistema universitario (una reducción del 20% de las subvenciones concedidas por el Estado californiano con relación al año pasado), a lo que las universidades respondieron con aumentos de los gastos de escolaridad del 32% y de reducciones salariales entre el cuerpo de enseñanza. Para muchos estudiantes, que deben acumular varios empleos para financiar sus estudios y que terminan con una carga aplastante de deudas para poder reembolsarlos, estos aumentos fueron la gota de agua que derramó el vaso. De septiembre a diciembre las ocupaciones, generalmente muy minoritarias, tuvieron lugar en UCLA (Los Ángeles), Berkeley (dónde más de 2000 estudiantes ocuparon el edificio principal para exigir la supresión del aumento de 32%, la reintegración de 38 guardias despedidos, la dimisión del Presidente de la Universidad y que no hubiese ninguna sanción judicial cuando la ocupación finalizara), Santa Cruz, Fresno y San Francisco State. A partir de California, el movimiento se extendió rápidamente en marzo. Hubo manifestaciones a través de una gran parte de los Estados Unidos: en Milwaukee, Denver, Nueva York, en Maryland. California vio también manifestaciones de profesores de las escuelas públicas contra los despidos impuestos por el plan de austeridad.
Bahrein
Miles de empresas obtienen ganancias anuales astronómicas, sobre la espalda de catorce millones de obreros que trabajan noche y día, sin duración legal del trabajo, sin la menor protección social, sin salario mínimo, en condiciones tan terribles como las del inicio del capitalismo. La policía atacó el 27 de febrero a un grupo de 150 trabajadores emigrados chinos de la empresa de Estado china State Construction Engineering Corporation, en huelga salvaje desde la víspera, que secuestraron a nueve capataces durante varias horas cerca de una obra en construcción en Zallaq, a 25 km al sur de la capital Manama. Los huelguistas protestaban contra las condiciones de trabajo inhumanas, pedían aumento a los salarios ridículos y la repatriación a China de los capataces secuestrados. Después de seis horas de negociaciones con un diplomático chino y el Ministro del Interior de Bahrein y un cerco que duró varias horas, ArabNews.com anunció que la policía terminó por realizar el asalto devastando el campamento de barracas que les servía de alojamiento, liberando a los secuestrados deteniendo al mismo tiempo a 26 obreros, en particular, los considerados "líderes".
Gran Bretaña
A pesar de todos los esfuerzos de los sindicatos como el conjunto de la burguesía para impedirlas desde el final del año pasado, las azafatas de la compañía British Airways comenzaron huelgas intermitentes contra las reducciones de personal (BA quiere reducir el número de personal a bordo de todos los vuelos largos). Varios miles de ellos estaban en huelga el fin de semana del 20 de marzo. El sindicato de los ferroviarios RMT, se vio obligado bajo la presión de la cólera creciente a anunciar una huelga general de cuatro días para el fin de semana santa - la primera desde hace 16 años - contra un plan que prevé la supresión de 1500 puestos en Network Carril (gestor de los ferrocarriles).
La crisis es obviamente mundial y por todas partes los dirigentes llaman a los mismos sacrificios para salvar su sistema moribundo. Al desarrollar su resistencia a estos llamados, los trabajadores en todos los países deben reconocer sus intereses comunes y desarrollar una sola lucha.
CCI/abril del 2010
[1] Leer, en particular, los artículos siguientes en nuestro sitio Web: es.internationalism.org :
- sobre la lucha de los obreros en las refinerías de Lindsey: "Huelgas salvajes: los trabajadores de Gran Bretaña nos muestran el camino" RM 110. ;
- sobre Turquía: "¡Trabajadores de Tekel luchan contra gobierno y sindicatos!" en RM 115
[2] Leer, en particular, los artículos siguientes en nuestro sitio Web: es.internationalism.org :