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La Tercera Conferencia de los Grupos de la Izquierda Comunista acabó en dislocación. Dos de los principales grupos que la animaban
Organizaciones participantes: el Partito Comunista Internaziorialista" (PCInt. que publica "Battaglia Comunista"), la "Corriente Comunista Internacional" (CCI), "Il Nuclei Leninisti" (Fusión del ex "Núcleo Comunista Internazionaliste" y del ex "II Leninista") la "Communist Workers Organisation" (CWO) el "Groupe Communiste Interhationaliste"(GCI), el "Eveil Internationaliste". La "Organización Comunista Revolucionaria Internacionalisa de Argelia" (OCRIA, que publica "Travailleurs Immigres en lutte") mandó contribuciones, escritas. El grupo norteamericano "Marxist Workers Group" se asoció a la Conferencia a la que iba a mandar un delegado que no pudo venir (Partito Comunista Internazionalista -Italia- y Communist Workers Organization - Gran Bretaña-) pusieron como condición para seguir participando, que se aceptase que el papel del partido revolucionario es una cuestión cerrada e indiscutible. La CCI rechazó esa condición.
La actual situación del esfuerzo llevado a cabo desde hace algo como 4 años por unos cuantos grupos revolucionarios en vista de crear un marco para facilitar el reagrupamiento de las organizaciones políticas del proletariado puede resumirse en dos frases:
- seguramente ya no habrá conferencias como las tres que acaban de tener lugar;
- las nuevas conferencias para ser viables, tendrán que:
1) desembarazarse de los restos de sectarismo que siguen pesando mucho sobre algunos grupos,
2) ser políticamente responsables.
Los lectores interesados por los detalles del desarrollo de la Conferencia misma, podrán leer las actas de los debates que publicaremos próximamente.
Lo que aquí queremos, es sacar las lecciones de la experiencia que han sido estas tres conferencias.
Estos 4 años de esfuerzos hacia "el reagrupamiento de los revolucionarios" han sido la tentativa más seria desde 1968 para romper el aislamiento y la división de los grupos revolucionarios. Cualquiera que hayan sido sus enormes debilidades, es únicamente sacando todas las lecciones como se podrá seguir el trabajo general de reagrupamiento de los revolucionarios.
Para seguir adelante, hay que comprender las razones que condujeron a la dislocación de la 3a conferencia y definir lo que hay que deducir para el desarrollo de las próximas conferencias.
EL PESO DEL SECTARISMO
Durante la 2a conferencia hubo un debate entre el P.C. Int. ("Battaglia Comunista", según el nombre de su periódico) y la CCI a propósito del sectarismo. La CCI había propuesto una resolución condenando la actitud sectaria de los grupos revolucionarios que habían rechazado la invitación a participar a las conferencias internacionales. El P.C. Int. rechaza la resolución afirmando, entre otras cosas, que la negativa por parte de los grupos no era una cuestión de sectarismo sino de divergencias políticas y también afirmando que estábamos cazando fantasmas de sectarismo en lugar de ocuparnos de las divergencias políticas. El P.C. Int. no conseguía dar con el caballo del sectarismo, por la razón de que estaba montándose en él. El sectarismo existe. Nos encontramos con él, durante todas las sesiones de estas conferencias.
¿A qué se le llama sectarismo?
El sectarismo es el espíritu de secta, el espíritu de capillita. En el mundo de la religión, la cuestión de saber lo que es verdad y lo que no lo es aparece como una cuestión de enfrentamientos de ideas en el mundo etéreo del pensamiento abstracto.
Puesto que en ningún momento la realidad, la práctica material de los mortales puede ser superior a los textos sagrados y a sus interpretaciones divinas, puesto que la realidad no puede resolver los debates, cada secta en divergencia con otras, sólo tiene dos posibilidades: o bien renunciar a sus divergencias y desaparecer, o bien vivir eternamente aislada y en oposición a las sectas "rivales".
Puesto que la práctica social y material no permite determinar donde está la verdad, las sectas que sobreviven lo hacen inevitablemente aisladas unas de otras, cultivando amorosamente en su mini-monasterio "su verdad"
Engels decía al hablar de las sectas en el movimiento obrero, que lo esencial de su vida se resumía en poner siempre por delante lo que las diferencia del resto del movimiento.
Y seguramente es este el síntoma principal de esta enfermedad que aísla a sus víctimas de la realidad.
Frente a cualquier problema, las sectas sólo tienen una preocupación: afirmar lo que las distingue, ignorar o condenar lo que tiende a confundirlas con el resto del movimiento.
Este miedo a reconocer abiertamente lo que se puede tener en común con el conjunto del movimiento, por miedo a desaparecer, esta manifestación caricaturesca del sectarismo, siempre ha puesto trabas a los trabajos de las tres conferencias de los grupos de la izquierda comunista y finalmente ha conducido a la dislocación de la tercera.
¿"NINGUNA DECLARACION COMUN"?
Sabemos que la 3a conferencia, en mayo de 1980, empezó en una situación dominada al nivel de la actualidad por la amenaza de una 3a guerra mundial.
Todas las contribuciones de los grupos para la preparación de la conferencia han subrayado la gravedad de la situación y han afirmado posiciones de clase frente a esta amenaza: esta guerra seria de la misma naturaleza que las 2 guerras mundiales anteriores: imperialista. La clase obrera no tiene intereses que defender en ningún bloque. La única lucha eficaz contra la guerra es la del proletariado contra el capitalismo mundial.
La CCI pidió que la conferencia tomara posición sobre esta cuestión y propuso una resolución que se había de discutir y enmendar si era necesario, para afirmar juntamente la posición de los revolucionarios frente a la guerra.
El P.C. Int. lo rechazó y, seguidamente, la C.W.O. y el "Eveil Internationaliste" y la conferencia se quedó muda.
Por el hecho mismo de los criterios de participación a conferencia, todos los grupos presentes compartían inevitablemente la misma posición de fondo sobre la actitud que ha de ser la del proletariado en caso de conflicto mundial y frente a su amenaza. "Pero, ¡cuidado!" nos dicen los grupos partidarios del silencio, «es que nosotros, no firmamos con cualquiera, No somos oportunistas». Y les contestamos: el oportunismo es traicionar a los principios, a la primera oportunidad. Lo que proponíamos no era traicionar un principio, sino afirmarlo con el máximo de nuestras fuerzas.
El principio internacionalista es uno de los primeros y de los más importantes para la lucha proletaria. Cualquiera que sean las divergencias que, en otras cosas, separan a los grupos internacionalistas pocas organizaciones políticas en el mundo lo defienden de forma consecuente. Su conferencia tenía que hablar de la guerra y hablar lo más alto posible.
En lugar de esto, se calló... «¡porque tenemos divergencias sobre lo que será el Papel del partido revolucionario de mañana!».
El contenido de este brillante razonamiento "no oportunista" es el siguiente: puesto que las organizaciones revolucionarias no han conseguido ponerse de acuerdo sobre todas las cuestiones, no han de hablar de las cuestiones sobre las que están de acuerdo desde hace tiempo.
Las especificidades de cada grupo tienen prioridad a lo que es común a todos. Esto es el sectarismo.
El silencio de las 3 conferencias donde el P.C. Int. y después la CWO, rechazaron cualquier declaración común a pesar de la insistencia de la CCI
En la Conferencia, el PC Int; se negó incluso a hacer una declaración que intentara resumir las divergencias es la demostración más clara de la incapacidad a la que conduce el sectarismo.
LAS CONFERENCIAS NO SON UN RING
¡Selección! Selección Esta es la única función que ven el P.C. Int. y la CWO en las conferencias.
¿Cómo explicar a una secta que debe empezar a aprender que quizás se engaña?
¿Cómo hacer entender a sectarios que en las condiciones actuales, hablar de una conferencia que selecciona cuales son los grupos que construirán el partido de mañana, es absurdo?
Es cierto que, en el proceso revolucionario se producen selecciones entre las organizaciones que se reclamar del movimiento. Pero estas selecciones son la práctica de la clase o las grandes guerras mundiales las que las hacen y no unas cuantas reuniones entre organizaciones. Hasta rupturas tan importantes como la de los bolcheviques y los mencheviques sólo se concretaron realmente a medida que se precipitaban los acontecimientos, con la guerra de 1914 y las luchas de 1917.
Por eso, en primer lugar, no se debe sobrevalorar la capacidad de "autoselección" a nivel del simple debate, de las conferencias.
En segundo lugar, en las condiciones actuales, los debates entre revolucionarios están lejos del punto en el que se puedan resolver en común. Por ahora apenas estamos en el punto de tratar de crear un marco en el que el debate pueda empezar de manera eficaz y útil para la clase obrera. De la selección se hallará el momento apropiado.
¿CONCLUIR UN DEBATE QUE NO TUVO LUGAR?
El P.C. Int. y la C.W.O. por impaciencia... o por miedo se negaron a llevar el debate sobre el problema del partido hasta sus últimas conclusiones. Esta cuestión es una de las mas graves y mas importantes con las que se enfrentan los actuales grupos revolucionarios, en particular respecto a cómo considerar la práctica del partido bolchevique durante la revolución rusa (represión de los consejos de Kronstadt -miles de muertos- mandada por el partido bolchevique a la cabeza del Estado y del ejército, por ejemplo). El debate sobre esta cuestión nunca ha sido abordado con seriedad.
Esto no impidió al P.C.Int. y la CWO decidir de la noche a la mañana, sin saber por qué ni por qué no, que la cuestión está zanjada y dislocar la conferencia, descubriendo de repente que no están de acuerdo con "los espontaneistas de la CCI".
Independientemente de que el P.C. Int. ni la CWO saben lo que significa "espontaneista" (aparte de que sea algo diferente de lo que ELLOS piensan) resulta bastante inconsecuente declarar CERRADO un debate que no ha tenido lugar cuando por otra parte se considera de la mayor importancia...
LA NECESIDAD DEL DEBATE ORGANIZADO ENTRE REVOLUCIONARIOS
Este debate ha de tener lugar. Quizás no consigamos resolverlo antes de que una nueva oleada revolucionaria de la amplitud de la de 1917-23 venga a resolver la cuestión en la práctica. Pero por lo menos llegaremos a los combates decisivos con los problemas planteados de forma correcta, liberados de las incomprensiones y de los espíritus de capilla.
El período de luchas de 1917-23 planteó, desde el punto de vista de la cuestión del papel de las vanguardias más cuestiones que las que ha resuelto.
Desde la impotencias del recién nacido Partido Comunista alemán en enero del 1919 hasta la sangrienta represión de Kronstadt por los bolcheviques en 1921, la experiencia de esos de esos años de levantamientos fracasados, nos ha mostrado mas lo que no hay que hacer que lo que hay que hacer.
Este debate no es nuevo, existe, en sus primeras expresiones desde los años de los primeros congresos de la Internacional Comunista.
Pero es inevitablemente este debate el que los revolucionarios han de volver a emprender hoy día, abierta y seriamente, de manera consecuente, responsable, frente a la clase y al conjunto de las nuevas fuerzas revolucionarias que se están desarrollando y que van a desarrollarse por todo el mundo. El considerar este debate cerrado hoy, no sólo es ignorar lo que significa "debate", sino sobre todo es evitar la responsabilidad histórica (aunque esta palabra pueda parecer algo grandiosa para algunas capillas).
Negarse a tenerlo en el marco de una conferencia de grupos revolucionarios es negarse a tenerlo en el único marco serio en donde puede progresar
Nada puede sustituir el debate oral organizado y enraizado en los problemas de la lucha de clase actual.
Los que evitan este debate están ocultando las necesidades del movimiento revolucionario presente tal y como existe actualmente para refugiarse en sus certidumbres librescas.
El las luchas futuras, ese debate tendrá lugar en la clase, a la luz de los problemas que habrá de encontrar en sus luchas, le hayan preparado o no los revolucionarios actuales. Pero los que hoy se niegan a esclarecer el debate, en, el marco organizado; ya sea los supe partidistas de "Programa Comunista" (Partido Comunista Internacional) ya sean los "anticonstructores de partido" como el PIC ("Pour une Intervention Communiste") o también los "no oportunistas" del P.C.Int. ("Battaglia") o de la CWO habrá hecho todo lo posible para que el debate sea abordado en las peores condiciones.
EXPRESAR LA TENDENCIA A LA UNIDAD DE LA CLASE
La tendencia a la unificación es lo propio del proletariado. La tendencia a la unificación de las organizaciones revolucionarias es una expresión de ello.
Igual que la clase con cuya causa se identifican, esas organizaciones no están divididas entre sí por intereses materiales. Al contrario de las organizaciones políticas burguesas que encarnan y reflejan los intereses materiales de fracciones de la clase explotadora, las organizaciones revolucionarias expresan la necesidad de unificación consciente de la clase. Los revolucionarios discuten y tienen divergencias en cuanto a los medios de esta unidad, pero todos los esfuerzos van hacia ella.
Estar a la altura de su clase es, ante todo, para los revolucionarios, ser capaces de expresar la tendencia proletaria a la unidad, tendencia que la hace portadora de la realización de lo que Marx llamaba "La Comunidad Humana".
¿UN DIALOGO DE SORDOS?
Para un espíritu sectario, el diálogo con otros no sirve naturalmente para nada. "¡No estamos de acuerdo! ¡No estamos de acuerdo! No vamos a convencernos!".
Y ¿por qué unas organizaciones revolucionarias no podrían convencer a otras por medio del debate? Únicamente las sectas se niegan a poner en entredicho sus certidumbre
No era en broma si Marx decía que su divisa personal era "Duda de todo". Fue alguien que nunca paró de combatir el espíritu de secta en el movimiento obrero.
¿Cómo se hicieron entonces las agrupamientos de revolucionarios en el pasado si no es llegando a "convencerse" por medio del debate? Para la secta, "ser convencido por otro organización no es nunca alcanzar una claridad nueva. Para "los programistas", eso es ser un "fottuto" (según un artículo publicado en "Programa Comunista"). Para la CWO o el GCI ("Groupe Communiste Internationaliste", Bélgica) eso es caer bajo el imperialismo de otro grupo. En ambas casos ésa sería la peor desgracia que pudiera ocurrirles
Para esos grupos, las Fracciones de izquierda de la 2a Internacional convencida por los argumentos de Rosa, Pannekoek, Trotski de que lucharán con intransigencia contra la guerra y contra la Social Democracia putrefacta... ¿eran víctimas? . Eso puede y debe ocurrirles a las demás, pero no a ellos. Ese es el espíritu de secta.
No cabe duda de que el debate es difícil. Es posible, como ya hemos dicho, que los revolucionarios no consigan zanjar en esos debates si no hay grandes movimientos de masas obreras, pero:
1) La dificultad de la tarea no es una razón por sí misma,
2) Desde 1968, una nueva práctica de la clase se ha reanudado en el mundo entero, desde los USA hasta Corea, desde Gdansk y Toglattigrado hasta Sao Paulo, creando las bases de una nueva reflexión y poniendo a las minorías revolucionarias ante sus responsabilidades.
No hay peor sordo que el que no quiere oír. Esperemos que los revolucionarios no esperen demasiado tiempo para oír el atronador ruido de los cambios históricos que se preparan.
LO QUE DEBERAN SER LAS PROXIMAS CONFERENCIAS
Un polo de referencia
Los años 80 conocerán un desarrollo sin precedentes de la lucha de clase bajo la presión de la crisis económica. La evidencia de la quiebra del capitalismo, del mortal atolladero al que lleva a la humanidad si ésta no reacciona hace ya y hará aparecer el proyecto revolucionario proletario no como un sueño utópico y quimérico, sino como la única respuesta posible entre el holocausto planetario que implica la supervivencia del sistema de explotación.
El desarrollo de las luchas proletarias viene y vendrá acompañado por el resurgir de nuevos elementos, círculos y organizaciones revolucionarias.
Esas nuevas fuerzas, al intentar convertirse en factores activos y eficaces de la lucha internacional del proletariado, están y estarán pronto encaradas con la necesidad de volver a apropiarse las lecciones de la experiencia de luchas pasadas del proletariado mundial. Y son los grupos revolucionarios que preceden el resurgir de esas fuerzas quienes han procurado, mejor o peor, definir esas lecciones y recuperar las enseñanzas del movimiento obrero internacional del pasado. Por eso inevitablemente, será hacia esas organizaciones hacia donde, tarde a temprano, tenderán a mirar los nuevos elementos surgidos del movimiento para armarse con las experiencias básicas del pasado. Una de las funciones más importantes de las Conferencias Internacionales es la de permitir que esas nuevas fuerzas ENCUENTREN UN MARCO en el que se realice esa labor de apropiación en las mejores, condiciones. Ese marco es el de la confrontación ABIERTA, RESPONSABLE y LIGADA A LAS LUCHAS EN CURSO, entre organizaciones que se sitúan en el campo revolucionario.
El eco que han tenido las tres conferencias de grupos de la izquierda comunista, el interés suscitado por esta experiencia desde Estados Unidos a Argelia, desde Italia hasta Colombia, demuestra, más allá de los fallos de las conferencias mismas, que tal trabajo RESPONDE A UNA NECESIDAD REAL en el movimiento revolucionario.
Por todo eso, proseguir este tipo de trabajo es, hoy, una de las responsabilidades de primer orden en la intervención de los grupos revolucionarios.
CRITERIOS SERIOS DE PARTICIPACION
Para cumplir esa función, las Conferencias deben tener criterios de participación precisos que permitan delimitar lo mejor posible el terreno de clase. Los criterios no podrán basarse en las "venadas" repentinas de tal o cual organización. Al contrario del P.C. Int., el cual, cuando se preparaba la primera Conferencia, se negaba a poner criterios de participación, la CCI defendió siempre:
1) que hay que tener criterios,
2) que estos tienen que recoger por un lado las adquisiciones básicas de la última gran organización internacional del proletariado, expresión de la última oleada de lucha revolucionaria internacional del proletariado (1917-23), o sea, los dos primeros Congresos de la 3ª Internacional y, por otro lado, las principales enseñanzas de la 2ª Guerra Mundial: naturaleza capitalista de la URSS y de todos los Estados autodenominados entre "socialistas" o "en vía de llegar a serlo" así como de todas las organizaciones que, desde los PC a los PS, pasando por los trotskistas, los "defienden".
Los criterios de participación definidos por las tres Conferencias son en este sentido, excepto alguna que otra fórmula de menor importancia, una base sólida
Criterios de participación a las conferencias internacionalistas definido para la 2ª
- reconocer la Revolución de Octubre como proletaria.
- rechazo sin reservas del capitalismo de Estado y de la autogestión.
- rechazo de todos los llamados partidos comunistas y partidos socialistas, partidos burgueses también.
- orientarse hacia una organización de revolucionarios cuya referencia sea la doctrina y el método marxista, ciencia del proletariado.
- reconocer que el proletariado debe negarse al encuadramiento bajo cualquier forma tras las banderas de la burguesía.
Desde la 3ª Internacional, los importantes debates que en ella habían empezado, en particular entre los bolcheviques y las "izquierdas" de Europa occidental han sido esclarecidos por más de 60 años de experiencia. Problemas tales como el del partido revolucionario y su papel, la naturaleza de los sindicatos en el capitalismo tras la 1ª Guerra Mundial, la de las "luchas de liberación nacional", los problemas del "parlamentarismo revolucionario" y las tácticas de "frente único" etc... no han perdido importancia desde entonces, sino al contrario. No es casualidad que sean las que dividen todavía a los grupos revolucionarios.
Pero la importancia, la gravedad de esas cuestiones, lejos de ser un impedimento a la confrontación organizada entre revolucionarios como pretenden la CWO y el P.C.Int. (vuelto de repente furioso partidario de "nuevos criterios de selección"), hacen todavía más urgente e inevitable la confrontación. Cerrar, pues, las Conferencias en función de esas cuestiones, sería, en el estado actual del movimiento, condenarse a la impotencia y las transformaría en "nuevas capillas".
Las Conferencias no significan agrupamiento inmediato. Son un marco, un instrumento en el proceso general y global del agrupamiento de los revolucionarios. Considerándolas como tales es como podrán cumplir su función y no intentando transformarlas precipitadamente en una nueva organización política definida
El desarrollo de las conferencias, su ampliación a otros grupos no impidió que hubiera después unificaciones entre los participantes. Desde las primeras, por ejemplo, el "Núcleo Comunista Internazionalista" y "El Leninista". También, los elementos esenciales del grupo de Suecia "For Komunismen", presente en la 2a, han formado más tarde la sección de la CCI en aquel país .
Sin embargo, la experiencia ha demostrado, sobre todo con la 3ª Conferencia, que no bastan por sí solos los criterios políticos de principio. Para las próximas hay que exigir a los participantes que estén convencidos que su utilidad y de que vengan en plan serio. Gente como el GCI que sólo vienen para "denunciarlas" y dedicarse a "pescar", mejor que se queden en casa. Es casi una perogrullada decir que los que participan tienen que estar convencidos de la eficacia de un trabajo colectivo. Por muy evidente que parezca, para las próximas conferencias habrá que tenerlo en cuenta de manera explícita.
Callarse es para los revolucionarios negar su existencia misma. Los comunistas no tienen nada que ocultar a su clase. Ante ésta, de la cual se pretenden vanguardia, asumen con responsabilidad sus actos y sus convicciones. Por eso, las conferencias venideras tendrán que romper el "silencio" de las precedentes. Tendrán que saber afirmar y asumir clara y explícitamente, en textos y resoluciones cortas y precisas, y no en un montón de páginas de actas, los resultados de sus trabajos, ya sea para aclarar DIVERGENCIAS y en qué consisten éstas, ya para expresar las posiciones COMUNES compartidas por los grupos presentes.
La incapacidad de las conferencias pasadas para poner en claro el contenido verdadero de las divergencias ha sido una expresión de su debilidad. El celoso silencio sobre la cuestión de la guerra en la 3a Conferencia es algo vergonzoso. Las próximas conferencias deberán aprender a asumir sus responsabilidades, si es que quiere servir para algo.
CONCLUSION
El agrupamiento de revolucionarios es algo necesario y posible que va paralelo con el movimiento hacia la unificación de la clase obrera mundial. Aquellos que, en el momento presente, prisioneros de su espíritu de secta impuesto por años de contrarrevolución y atomización del proletariado, ignoran esta tarea revolucionaria, aquéllos cuya credo revolucionario empieza por "SOMOS LOS UNICOS" serán juzgados por la historia comos sectas irresponsables y egocéntricas.
En lo que nos concierne, seguimos convencidos de la validez y de la URGENCIA del trabajo de agrupamiento de los revolucionarios, por muy largo y difícil que sea. Y en esa dirección seguiremos actuando.
R. Víctor.
Organizaciones participantes: el Partito Comunista Internaziorialista" (PCInt. que publica "Battaglia Comunista"), la "Corriente Comunista Internacional" (CCI), "Il Nuclei Leninisti" (Fusión del ex "Núcleo Comunista Internazionaliste" y del ex "II Leninista") la "Communist Workers Organisation" (CWO) el "Groupe Communiste Interhationaliste"(GCI), el "Eveil Internationaliste". La "Organización Comunista Revolucionaria Internacionalisa de Argelia" (OCRIA, que publica "Travailleurs Immigres en lutte") mandó contribuciones, escritas. El grupo norteamericano "Marxist Workers Group" se asoció a la Conferencia a la que iba a mandar un delegado que no pudo venir (Partito Comunista Internazionalista -Italia- y Communist Workers Organization - Gran Bretaña-) pusieron como condición para seguir participando, que se aceptase que el papel del partido revolucionario es una cuestión cerrada e indiscutible. La CCI rechazó esa condición.
La actual situación del esfuerzo llevado a cabo desde hace algo como 4 años por unos cuantos grupos revolucionarios en vista de crear un marco para facilitar el reagrupamiento de las organizaciones políticas del proletariado puede resumirse en dos frases:
- seguramente ya no habrá conferencias como las tres que acaban de tener lugar;
- las nuevas conferencias para ser viables, tendrán que:
1) desembarazarse de los restos de sectarismo que siguen pesando mucho sobre algunos grupos,
2) ser políticamente responsables.
Los lectores interesados por los detalles del desarrollo de la Conferencia misma, podrán leer las actas de los debates que publicaremos próximamente.
Lo que aquí queremos, es sacar las lecciones de la experiencia que han sido estas tres conferencias.
Estos 4 años de esfuerzos hacia "el reagrupamiento de los revolucionarios" han sido la tentativa más seria desde 1968 para romper el aislamiento y la división de los grupos revolucionarios. Cualquiera que hayan sido sus enormes debilidades, es únicamente sacando todas las lecciones como se podrá seguir el trabajo general de reagrupamiento de los revolucionarios.
Para seguir adelante, hay que comprender las razones que condujeron a la dislocación de la 3a conferencia y definir lo que hay que deducir para el desarrollo de las próximas conferencias.
EL PESO DEL SECTARISMO
Durante la 2a conferencia hubo un debate entre el P.C. Int. ("Battaglia Comunista", según el nombre de su periódico) y la CCI a propósito del sectarismo. La CCI había propuesto una resolución condenando la actitud sectaria de los grupos revolucionarios que habían rechazado la invitación a participar a las conferencias internacionales. El P.C. Int. rechaza la resolución afirmando, entre otras cosas, que la negativa por parte de los grupos no era una cuestión de sectarismo sino de divergencias políticas y también afirmando que estábamos cazando fantasmas de sectarismo en lugar de ocuparnos de las divergencias políticas. El P.C. Int. no conseguía dar con el caballo del sectarismo, por la razón de que estaba montándose en él. El sectarismo existe. Nos encontramos con él, durante todas las sesiones de estas conferencias.
¿A qué se le llama sectarismo?
El sectarismo es el espíritu de secta, el espíritu de capillita. En el mundo de la religión, la cuestión de saber lo que es verdad y lo que no lo es aparece como una cuestión de enfrentamientos de ideas en el mundo etéreo del pensamiento abstracto.
Puesto que en ningún momento la realidad, la práctica material de los mortales puede ser superior a los textos sagrados y a sus interpretaciones divinas, puesto que la realidad no puede resolver los debates, cada secta en divergencia con otras, sólo tiene dos posibilidades: o bien renunciar a sus divergencias y desaparecer, o bien vivir eternamente aislada y en oposición a las sectas "rivales".
Puesto que la práctica social y material no permite determinar donde está la verdad, las sectas que sobreviven lo hacen inevitablemente aisladas unas de otras, cultivando amorosamente en su mini-monasterio "su verdad"
Engels decía al hablar de las sectas en el movimiento obrero, que lo esencial de su vida se resumía en poner siempre por delante lo que las diferencia del resto del movimiento.
Y seguramente es este el síntoma principal de esta enfermedad que aísla a sus víctimas de la realidad.
Frente a cualquier problema, las sectas sólo tienen una preocupación: afirmar lo que las distingue, ignorar o condenar lo que tiende a confundirlas con el resto del movimiento.
Este miedo a reconocer abiertamente lo que se puede tener en común con el conjunto del movimiento, por miedo a desaparecer, esta manifestación caricaturesca del sectarismo, siempre ha puesto trabas a los trabajos de las tres conferencias de los grupos de la izquierda comunista y finalmente ha conducido a la dislocación de la tercera.
¿"NINGUNA DECLARACION COMUN"?
Sabemos que la 3a conferencia, en mayo de 1980, empezó en una situación dominada al nivel de la actualidad por la amenaza de una 3a guerra mundial.
Todas las contribuciones de los grupos para la preparación de la conferencia han subrayado la gravedad de la situación y han afirmado posiciones de clase frente a esta amenaza: esta guerra seria de la misma naturaleza que las 2 guerras mundiales anteriores: imperialista. La clase obrera no tiene intereses que defender en ningún bloque. La única lucha eficaz contra la guerra es la del proletariado contra el capitalismo mundial.
La CCI pidió que la conferencia tomara posición sobre esta cuestión y propuso una resolución que se había de discutir y enmendar si era necesario, para afirmar juntamente la posición de los revolucionarios frente a la guerra.
El P.C. Int. lo rechazó y, seguidamente, la C.W.O. y el "Eveil Internationaliste" y la conferencia se quedó muda.
Por el hecho mismo de los criterios de participación a conferencia, todos los grupos presentes compartían inevitablemente la misma posición de fondo sobre la actitud que ha de ser la del proletariado en caso de conflicto mundial y frente a su amenaza. "Pero, ¡cuidado!" nos dicen los grupos partidarios del silencio, «es que nosotros, no firmamos con cualquiera, No somos oportunistas». Y les contestamos: el oportunismo es traicionar a los principios, a la primera oportunidad. Lo que proponíamos no era traicionar un principio, sino afirmarlo con el máximo de nuestras fuerzas.
El principio internacionalista es uno de los primeros y de los más importantes para la lucha proletaria. Cualquiera que sean las divergencias que, en otras cosas, separan a los grupos internacionalistas pocas organizaciones políticas en el mundo lo defienden de forma consecuente. Su conferencia tenía que hablar de la guerra y hablar lo más alto posible.
En lugar de esto, se calló... «¡porque tenemos divergencias sobre lo que será el Papel del partido revolucionario de mañana!».
El contenido de este brillante razonamiento "no oportunista" es el siguiente: puesto que las organizaciones revolucionarias no han conseguido ponerse de acuerdo sobre todas las cuestiones, no han de hablar de las cuestiones sobre las que están de acuerdo desde hace tiempo.
Las especificidades de cada grupo tienen prioridad a lo que es común a todos. Esto es el sectarismo.
El silencio de las 3 conferencias donde el P.C. Int. y después la CWO, rechazaron cualquier declaración común a pesar de la insistencia de la CCI
En la Conferencia, el PC Int; se negó incluso a hacer una declaración que intentara resumir las divergencias es la demostración más clara de la incapacidad a la que conduce el sectarismo.
LAS CONFERENCIAS NO SON UN RING
¡Selección! Selección Esta es la única función que ven el P.C. Int. y la CWO en las conferencias.
¿Cómo explicar a una secta que debe empezar a aprender que quizás se engaña?
¿Cómo hacer entender a sectarios que en las condiciones actuales, hablar de una conferencia que selecciona cuales son los grupos que construirán el partido de mañana, es absurdo?
Es cierto que, en el proceso revolucionario se producen selecciones entre las organizaciones que se reclamar del movimiento. Pero estas selecciones son la práctica de la clase o las grandes guerras mundiales las que las hacen y no unas cuantas reuniones entre organizaciones. Hasta rupturas tan importantes como la de los bolcheviques y los mencheviques sólo se concretaron realmente a medida que se precipitaban los acontecimientos, con la guerra de 1914 y las luchas de 1917.
Por eso, en primer lugar, no se debe sobrevalorar la capacidad de "autoselección" a nivel del simple debate, de las conferencias.
En segundo lugar, en las condiciones actuales, los debates entre revolucionarios están lejos del punto en el que se puedan resolver en común. Por ahora apenas estamos en el punto de tratar de crear un marco en el que el debate pueda empezar de manera eficaz y útil para la clase obrera. De la selección se hallará el momento apropiado.
¿CONCLUIR UN DEBATE QUE NO TUVO LUGAR?
El P.C. Int. y la C.W.O. por impaciencia... o por miedo se negaron a llevar el debate sobre el problema del partido hasta sus últimas conclusiones. Esta cuestión es una de las mas graves y mas importantes con las que se enfrentan los actuales grupos revolucionarios, en particular respecto a cómo considerar la práctica del partido bolchevique durante la revolución rusa (represión de los consejos de Kronstadt -miles de muertos- mandada por el partido bolchevique a la cabeza del Estado y del ejército, por ejemplo). El debate sobre esta cuestión nunca ha sido abordado con seriedad.
Esto no impidió al P.C.Int. y la CWO decidir de la noche a la mañana, sin saber por qué ni por qué no, que la cuestión está zanjada y dislocar la conferencia, descubriendo de repente que no están de acuerdo con "los espontaneistas de la CCI".
Independientemente de que el P.C. Int. ni la CWO saben lo que significa "espontaneista" (aparte de que sea algo diferente de lo que ELLOS piensan) resulta bastante inconsecuente declarar CERRADO un debate que no ha tenido lugar cuando por otra parte se considera de la mayor importancia...
LA NECESIDAD DEL DEBATE ORGANIZADO ENTRE REVOLUCIONARIOS
Este debate ha de tener lugar. Quizás no consigamos resolverlo antes de que una nueva oleada revolucionaria de la amplitud de la de 1917-23 venga a resolver la cuestión en la práctica. Pero por lo menos llegaremos a los combates decisivos con los problemas planteados de forma correcta, liberados de las incomprensiones y de los espíritus de capilla.
El período de luchas de 1917-23 planteó, desde el punto de vista de la cuestión del papel de las vanguardias más cuestiones que las que ha resuelto.
Desde la impotencias del recién nacido Partido Comunista alemán en enero del 1919 hasta la sangrienta represión de Kronstadt por los bolcheviques en 1921, la experiencia de esos de esos años de levantamientos fracasados, nos ha mostrado mas lo que no hay que hacer que lo que hay que hacer.
Este debate no es nuevo, existe, en sus primeras expresiones desde los años de los primeros congresos de la Internacional Comunista.
Pero es inevitablemente este debate el que los revolucionarios han de volver a emprender hoy día, abierta y seriamente, de manera consecuente, responsable, frente a la clase y al conjunto de las nuevas fuerzas revolucionarias que se están desarrollando y que van a desarrollarse por todo el mundo. El considerar este debate cerrado hoy, no sólo es ignorar lo que significa "debate", sino sobre todo es evitar la responsabilidad histórica (aunque esta palabra pueda parecer algo grandiosa para algunas capillas).
Negarse a tenerlo en el marco de una conferencia de grupos revolucionarios es negarse a tenerlo en el único marco serio en donde puede progresar
Nada puede sustituir el debate oral organizado y enraizado en los problemas de la lucha de clase actual.
Los que evitan este debate están ocultando las necesidades del movimiento revolucionario presente tal y como existe actualmente para refugiarse en sus certidumbres librescas.
El las luchas futuras, ese debate tendrá lugar en la clase, a la luz de los problemas que habrá de encontrar en sus luchas, le hayan preparado o no los revolucionarios actuales. Pero los que hoy se niegan a esclarecer el debate, en, el marco organizado; ya sea los supe partidistas de "Programa Comunista" (Partido Comunista Internacional) ya sean los "anticonstructores de partido" como el PIC ("Pour une Intervention Communiste") o también los "no oportunistas" del P.C.Int. ("Battaglia") o de la CWO habrá hecho todo lo posible para que el debate sea abordado en las peores condiciones.
EXPRESAR LA TENDENCIA A LA UNIDAD DE LA CLASE
La tendencia a la unificación es lo propio del proletariado. La tendencia a la unificación de las organizaciones revolucionarias es una expresión de ello.
Igual que la clase con cuya causa se identifican, esas organizaciones no están divididas entre sí por intereses materiales. Al contrario de las organizaciones políticas burguesas que encarnan y reflejan los intereses materiales de fracciones de la clase explotadora, las organizaciones revolucionarias expresan la necesidad de unificación consciente de la clase. Los revolucionarios discuten y tienen divergencias en cuanto a los medios de esta unidad, pero todos los esfuerzos van hacia ella.
Estar a la altura de su clase es, ante todo, para los revolucionarios, ser capaces de expresar la tendencia proletaria a la unidad, tendencia que la hace portadora de la realización de lo que Marx llamaba "La Comunidad Humana".
¿UN DIALOGO DE SORDOS?
Para un espíritu sectario, el diálogo con otros no sirve naturalmente para nada. "¡No estamos de acuerdo! ¡No estamos de acuerdo! No vamos a convencernos!".
Y ¿por qué unas organizaciones revolucionarias no podrían convencer a otras por medio del debate? Únicamente las sectas se niegan a poner en entredicho sus certidumbre
No era en broma si Marx decía que su divisa personal era "Duda de todo". Fue alguien que nunca paró de combatir el espíritu de secta en el movimiento obrero.
¿Cómo se hicieron entonces las agrupamientos de revolucionarios en el pasado si no es llegando a "convencerse" por medio del debate? Para la secta, "ser convencido por otro organización no es nunca alcanzar una claridad nueva. Para "los programistas", eso es ser un "fottuto" (según un artículo publicado en "Programa Comunista"). Para la CWO o el GCI ("Groupe Communiste Internationaliste", Bélgica) eso es caer bajo el imperialismo de otro grupo. En ambas casos ésa sería la peor desgracia que pudiera ocurrirles
Para esos grupos, las Fracciones de izquierda de la 2a Internacional convencida por los argumentos de Rosa, Pannekoek, Trotski de que lucharán con intransigencia contra la guerra y contra la Social Democracia putrefacta... ¿eran víctimas? . Eso puede y debe ocurrirles a las demás, pero no a ellos. Ese es el espíritu de secta.
No cabe duda de que el debate es difícil. Es posible, como ya hemos dicho, que los revolucionarios no consigan zanjar en esos debates si no hay grandes movimientos de masas obreras, pero:
1) La dificultad de la tarea no es una razón por sí misma,
2) Desde 1968, una nueva práctica de la clase se ha reanudado en el mundo entero, desde los USA hasta Corea, desde Gdansk y Toglattigrado hasta Sao Paulo, creando las bases de una nueva reflexión y poniendo a las minorías revolucionarias ante sus responsabilidades.
No hay peor sordo que el que no quiere oír. Esperemos que los revolucionarios no esperen demasiado tiempo para oír el atronador ruido de los cambios históricos que se preparan.
LO QUE DEBERAN SER LAS PROXIMAS CONFERENCIAS
Un polo de referencia
Los años 80 conocerán un desarrollo sin precedentes de la lucha de clase bajo la presión de la crisis económica. La evidencia de la quiebra del capitalismo, del mortal atolladero al que lleva a la humanidad si ésta no reacciona hace ya y hará aparecer el proyecto revolucionario proletario no como un sueño utópico y quimérico, sino como la única respuesta posible entre el holocausto planetario que implica la supervivencia del sistema de explotación.
El desarrollo de las luchas proletarias viene y vendrá acompañado por el resurgir de nuevos elementos, círculos y organizaciones revolucionarias.
Esas nuevas fuerzas, al intentar convertirse en factores activos y eficaces de la lucha internacional del proletariado, están y estarán pronto encaradas con la necesidad de volver a apropiarse las lecciones de la experiencia de luchas pasadas del proletariado mundial. Y son los grupos revolucionarios que preceden el resurgir de esas fuerzas quienes han procurado, mejor o peor, definir esas lecciones y recuperar las enseñanzas del movimiento obrero internacional del pasado. Por eso inevitablemente, será hacia esas organizaciones hacia donde, tarde a temprano, tenderán a mirar los nuevos elementos surgidos del movimiento para armarse con las experiencias básicas del pasado. Una de las funciones más importantes de las Conferencias Internacionales es la de permitir que esas nuevas fuerzas ENCUENTREN UN MARCO en el que se realice esa labor de apropiación en las mejores, condiciones. Ese marco es el de la confrontación ABIERTA, RESPONSABLE y LIGADA A LAS LUCHAS EN CURSO, entre organizaciones que se sitúan en el campo revolucionario.
El eco que han tenido las tres conferencias de grupos de la izquierda comunista, el interés suscitado por esta experiencia desde Estados Unidos a Argelia, desde Italia hasta Colombia, demuestra, más allá de los fallos de las conferencias mismas, que tal trabajo RESPONDE A UNA NECESIDAD REAL en el movimiento revolucionario.
Por todo eso, proseguir este tipo de trabajo es, hoy, una de las responsabilidades de primer orden en la intervención de los grupos revolucionarios.
CRITERIOS SERIOS DE PARTICIPACION
Para cumplir esa función, las Conferencias deben tener criterios de participación precisos que permitan delimitar lo mejor posible el terreno de clase. Los criterios no podrán basarse en las "venadas" repentinas de tal o cual organización. Al contrario del P.C. Int., el cual, cuando se preparaba la primera Conferencia, se negaba a poner criterios de participación, la CCI defendió siempre:
1) que hay que tener criterios,
2) que estos tienen que recoger por un lado las adquisiciones básicas de la última gran organización internacional del proletariado, expresión de la última oleada de lucha revolucionaria internacional del proletariado (1917-23), o sea, los dos primeros Congresos de la 3ª Internacional y, por otro lado, las principales enseñanzas de la 2ª Guerra Mundial: naturaleza capitalista de la URSS y de todos los Estados autodenominados entre "socialistas" o "en vía de llegar a serlo" así como de todas las organizaciones que, desde los PC a los PS, pasando por los trotskistas, los "defienden".
Los criterios de participación definidos por las tres Conferencias son en este sentido, excepto alguna que otra fórmula de menor importancia, una base sólida
Criterios de participación a las conferencias internacionalistas definido para la 2ª
- reconocer la Revolución de Octubre como proletaria.
- rechazo sin reservas del capitalismo de Estado y de la autogestión.
- rechazo de todos los llamados partidos comunistas y partidos socialistas, partidos burgueses también.
- orientarse hacia una organización de revolucionarios cuya referencia sea la doctrina y el método marxista, ciencia del proletariado.
- reconocer que el proletariado debe negarse al encuadramiento bajo cualquier forma tras las banderas de la burguesía.
Desde la 3ª Internacional, los importantes debates que en ella habían empezado, en particular entre los bolcheviques y las "izquierdas" de Europa occidental han sido esclarecidos por más de 60 años de experiencia. Problemas tales como el del partido revolucionario y su papel, la naturaleza de los sindicatos en el capitalismo tras la 1ª Guerra Mundial, la de las "luchas de liberación nacional", los problemas del "parlamentarismo revolucionario" y las tácticas de "frente único" etc... no han perdido importancia desde entonces, sino al contrario. No es casualidad que sean las que dividen todavía a los grupos revolucionarios.
Pero la importancia, la gravedad de esas cuestiones, lejos de ser un impedimento a la confrontación organizada entre revolucionarios como pretenden la CWO y el P.C.Int. (vuelto de repente furioso partidario de "nuevos criterios de selección"), hacen todavía más urgente e inevitable la confrontación. Cerrar, pues, las Conferencias en función de esas cuestiones, sería, en el estado actual del movimiento, condenarse a la impotencia y las transformaría en "nuevas capillas".
Las Conferencias no significan agrupamiento inmediato. Son un marco, un instrumento en el proceso general y global del agrupamiento de los revolucionarios. Considerándolas como tales es como podrán cumplir su función y no intentando transformarlas precipitadamente en una nueva organización política definida
El desarrollo de las conferencias, su ampliación a otros grupos no impidió que hubiera después unificaciones entre los participantes. Desde las primeras, por ejemplo, el "Núcleo Comunista Internazionalista" y "El Leninista". También, los elementos esenciales del grupo de Suecia "For Komunismen", presente en la 2a, han formado más tarde la sección de la CCI en aquel país .
Sin embargo, la experiencia ha demostrado, sobre todo con la 3ª Conferencia, que no bastan por sí solos los criterios políticos de principio. Para las próximas hay que exigir a los participantes que estén convencidos que su utilidad y de que vengan en plan serio. Gente como el GCI que sólo vienen para "denunciarlas" y dedicarse a "pescar", mejor que se queden en casa. Es casi una perogrullada decir que los que participan tienen que estar convencidos de la eficacia de un trabajo colectivo. Por muy evidente que parezca, para las próximas conferencias habrá que tenerlo en cuenta de manera explícita.
Callarse es para los revolucionarios negar su existencia misma. Los comunistas no tienen nada que ocultar a su clase. Ante ésta, de la cual se pretenden vanguardia, asumen con responsabilidad sus actos y sus convicciones. Por eso, las conferencias venideras tendrán que romper el "silencio" de las precedentes. Tendrán que saber afirmar y asumir clara y explícitamente, en textos y resoluciones cortas y precisas, y no en un montón de páginas de actas, los resultados de sus trabajos, ya sea para aclarar DIVERGENCIAS y en qué consisten éstas, ya para expresar las posiciones COMUNES compartidas por los grupos presentes.
La incapacidad de las conferencias pasadas para poner en claro el contenido verdadero de las divergencias ha sido una expresión de su debilidad. El celoso silencio sobre la cuestión de la guerra en la 3a Conferencia es algo vergonzoso. Las próximas conferencias deberán aprender a asumir sus responsabilidades, si es que quiere servir para algo.
CONCLUSION
El agrupamiento de revolucionarios es algo necesario y posible que va paralelo con el movimiento hacia la unificación de la clase obrera mundial. Aquellos que, en el momento presente, prisioneros de su espíritu de secta impuesto por años de contrarrevolución y atomización del proletariado, ignoran esta tarea revolucionaria, aquéllos cuya credo revolucionario empieza por "SOMOS LOS UNICOS" serán juzgados por la historia comos sectas irresponsables y egocéntricas.
En lo que nos concierne, seguimos convencidos de la validez y de la URGENCIA del trabajo de agrupamiento de los revolucionarios, por muy largo y difícil que sea. Y en esa dirección seguiremos actuando.
R. Víctor.