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Este es el planteamiento general y demagógico de los grupos izquierdistas[1], utilizado como eslogan para iniciar movilizaciones ajenas a la realidad de la mayoría de la población. Escenificaciones de una protesta con supuestos tintes radicales, que no llega ni a ser populista.
Si rascamos tras estas consignas, veremos a los izquierdistas como lo que son, alumnos aplicados interpretando el papel que el sistema les tiene reservados: el de canalizadores del malestar general hacia ningún sitio y / o alternativa capitalista (de rostro humano) al capitalismo.
Veamos pues que contiene su propuesta:
- La total incomprensión de la crisis histórica del capitalismo.
Al igual que los liberales más recalcitrantes, los izquierdistas parecen creer que la actual crisis es producto de los excesos especulativos de unos cuantos señores que se han hecho ricos en los últimos años y de los banqueros que sin duda han tenido buenos dividendos. Así entendido la crisis no sería más que un desequilibrio pasajero que se puede corregir "castigando" a los malos capitalistas.
La incomprensión del funcionamiento del Modo de Producción Capitalista y del sentido de sus crisis es total. El capitalismo está inmerso en una crisis profunda desde hace más de 70 años al no poder revalorizar la plusvalía en mercados extracapitalistas, prácticamente inexistentes desde la primera mitad del siglo XX. A esta limitación objetiva impuesta por el propio desarrollo del capitalismo, este he respondido con dos guerras mundiales, crisis de repetición cada vez más profundas, degradación de las relaciones sociales, guerras locales enquistadas, destrucción acelerada del planeta, hambrunas y miserias cada vez más apocalípticas,... Dado que las condiciones no han sido aptas para el desarrollo de campañas belicistas que desencadenasen una nueva guerra a nivel planetario, desde hace más de treinta años el paliativo principal del capital en crisis, ha sido el endeudamiento. Su desarrollo a todos los niveles, incluido el familiar, nos conducen a la actual situación.
No se trata pues de una crisis financiera provocada por un puñado de tiburones de las finanzas, que han especulado más de la cuenta. Si no de la consecuencia última a la que nos conduce la crisis de decadencia del capitalismo.
Es ridículo, por falso e imposible, pedir que solucionen una crisis irresoluble a quienes sólo pueden formar parte del problema. Tan falso como creer que la crisis puede ser superada, sin superar el modo de producción al que es consustancial.
- El apoyo incondicional al Estado capitalista en su forma de capitalismo de estado.
Pero, partiendo de la total ficción, ¿como pretenden los izquierdistas hacer para que la crisis la paguen los ricos y los bancos? Tan sólo hay una solución, aumentando la presión impositiva, es decir los impuestos, y nacionalizando ciertas porciones del capital privado (bancos, empresas, etc.), que no deja de ser un capital devaluado y deficitario que finalmente costaría mucho dinero público sanear. Es decir, una intervención paliativa del Estado capitalista que finalmente supondría un mayor endeudamiento público (que pagamos todos los trabajadores)
Y es que el izquierdista es un gran defensor del Estado capitalista en su forma de capitalismo de Estado. Desde mediados del siglo XX el capitalismo adopta la forma de capitalismo de Estado, característica del capitalismo decadente junto a las guerras imperialistas. La intervención del Estado en economía, hasta convertirse en el mayor de los empresarios, no expresa cambio alguno en la estructura del capitalismo, sino todo lo contrario, apuntala un capitalismo "enfermo" para que siga siendo capitalismo.
Los socialdemócratas de ayer y de hoy y todos los izquierdistas son grandes defensores del capitalismo de Estado. Tanto es así que son capaces de llamarle socialismo. Como llamaron socialismo a formas especialmente aberrantes de capitalismo de Estado como el estalinismo (URSS y satélites, China, Vietnam,...) y se lo siguen llamando a Venezuela o Cuba. En fin, si el intervencionismo en economía y la planificación económica estatal es socialismo, muy socialista debe ser la rancia burguesía británica y su Estado que se ha lanzado a intervenir, nada más y nada menos que, bancos. No sabemos si a esto es lo que llaman socialismo del siglo XXI.
- La negación reiterada del papel histórico del proletariado como sujeto revolucionario.
La defensa del capitalismo de Estado por parte de la izquierda no es ninguna novedad. Como tampoco lo es autoerigirse en representantes del "pueblo" y valedores de su voluntad, para alcanzar sus objetivos.
Con todo ello los izquierdistas niegan el papel del proletariado, único límite real del capitalismo. Y esto no es así por que quede bonito o sea nuestro deseo. El proletariado es el límite objetivo y subjetivo del capitalismo por que es la primera y única clase explotada y revolucionaria de la historia, la única que puede manifestar en su seno la NECESIDAD y la POSIBILIDAD de realizar la revolución comunista (una sociedad cuyo objetivo sea la satisfacción de todas las necesidades humanas) Necesidad por ser clase explotada (como lo fueron esclavos y siervos), posibilidad por que:
- "es la inmensa mayoría que puede representar a una mayoría inmensa" y
- puede controlar los procesos de producción y distribución de riquezas (por lo que puede paralizar la "economía" y ponerla al servicio de sus intereses)
La necesidad del proletariado no es reformar el capitalismo a través de un Estado intervencionista. Su necesidad es superar el actual estado de cosas, que nos condena a una vida cada vez más insegura y miserable, destruyendo el Estado capitalista bajo todas sus formas, tomando el poder en sus manos para la construcción de la sociedad sin clases: el comunismo.
Pero históricamente la izquierda siempre ha operado sobre / contra el proletariado, negando de hecho que la emancipación de este debe ser obra suya. En la actualidad ni se molestan en ello, simplemente lo obvian. Para nuestros actuales izquierdistas, los proletarios no existimos ni como recurso ideológico.
PALABRAS FINALES
Hoy como ayer la actividad de las minorías revolucionarias consiste en apoyar y clarificar la acción consciente y autónoma de nuestra Clase, el proletariado. Ello pasa necesariamente por la unidad y extensión de sus luchas, por la autoorganización de su propio movimiento, por la profundización de su crítica teórica y práctica al sistema capitalista.
La única solución real a la crisis se dará a través de la unidad de la clase obrera, en sus propios órganos de lucha y organización: asambleas generales, consejos obreros, comités,... por encima de cualquier división por motivo de raza, nacionalidad, de tipo ideológico o sindical, y por supuesto, desoyendo y denunciando los cantos de sirena de los izquierdistas de todo pelaje.
Proletarios + Internacionalistas + Revolucionarios
[1] Los grupos que dicen situarse "más a la izquierda": trotskistas, maoístas, estalinistas, anarquistas oficiales...