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Estas reflexiones en sí mismas hacen parte también del despertar de la
clase obrera, del desarrollo de una toma de conciencia de la necesidad de
acabar con el capitalismo. Estas reflexiones son la más viva expresión que le
futuro sigue en manos de la única clase revolucionaria de esta sociedad: el
proletariado[1].
En las últimas semanas, las noticias que llegan de Francia han resultado ser un fresco aire para los revolucionarios y los trabajadores de todo el mundo. La valiente respuesta de los estudiantes franceses lanza un mentís a la burguesía y sus corifeos intelectuales que daban por extinta la lucha de clases en nombre de la «democracia» y de la humanización del capitalismo por la vía del altermundismo y sus múltiples sectas «izquierdistas».
Las diferencias entre lo que está sucediendo en Francia en estos momentos y las manifestaciones altermundistas saltan a la vista.
Mientras que el aparato «izquierdista» de la burguesía fracciona al proletariado en una pléyade de actores sin porvenir (ecologistas, homosexuales, sindicatos, indígenas, etc) los jóvenes proletarios franceses han extendido su lucha al conjunto de la clase, superando sus intereses inmediatos en tanto estudiantes para vincularse con el proletariado francés en primera instancia, pero también con el proletariado de los demás países por las implicaciones y los alcances de su lucha.
Mientras que los altermundistas se caracterizan por sus movimientos dirigidos por figuras emblemáticas y líderes «carismáticos» (Marcos, José Bové, etc) el movimiento francés se ha definido por su capacidad para hacer de las asambleas soberanas sus órganos decisorios y organizativos.
El proletariado ha reconocido en la lucha contra el CPE una batalla de la cual son parte integrante y en la cual se plantea una vez más la inevitable confrontación entre las clases explotadoras y explotadas.
Por comparación, veamos lo que aconteció en la visita del llamado Delegado Zero[2] al municipio de Irapuato. Organizada en principio por un conglomerado de pequeñas organizaciones «izquierdistas» (trotskistas, anarquistas y colectivos estudiantiles de la universidad de Guanajuato), estos grupúsculos de pronto se toparon con un cambio de planes proveniente del mismo Rafael Sebastián («Marcos») y su círculo de «asesores» quienes decidieron dejar en manos de la dirigencia de una organización de «colonos», con raíces en el PPS (Partido Popular Socialista) y vinculada políticamente con el PRI, la recepción a «La Otra Campaña».
En medio de una serie de mutuas descalificaciones que, a decir del primer grupo elegido para tal efecto, llegaron a las amenazas de muerte por parte de la dirigencia del grupo rival, se realizó el arribo de Marcos a Irapuato.
Siguiendo las usuales prácticas de las «asociaciones de colonos» la dirigencia de dicha organización montó el operativo de alojamiento y desarrollo del evento público del Delegado Zero echando mano de los habitantes de los asentamientos irregulares que controla.
En un evento desangelado, cuya concurrencia mayoritaria la constituyeron los colonos «acarreados» para tal efecto, se desarrolló el discurso de Guillén Vicente («Marcos») en la Plaza principal del municipio, recurriendo, como es usual en él a una retórica sentimentaloide, surrealista, pero sobre todo emponzoñada con la deformación de la perspectiva de lucha del proletariado.
Desde su tribuna, flanqueado por la dirigencia de la asociación, unos cuantos oradores improvisados y los usuales «líderes sociales» locales más algún póster de Stalin y Fidel, el Delegado Zero repartió perlas como las siguientes:
- «Los ricos y poderosos nos quieren quitar lo único que nos queda, nuestra pobreza, nuestro pequeño negocio, nuestra parcela».
- «Los ejércitos ya no van a servir para defender a los países de invasiones extranjeras, sino para oprimir a los pobres de los propios países»
- «Van a venir aquí a mandar ya no los mexicanos, sino los gringos y los japoneses»
En la primera cita nos encontramos una vez más con la defensa de la propiedad privada que ha caracterizado a Marcos desde el comienzo de su «carrera» como superstar altermundista. ¿Nos quieren quitar nuestra pobreza? Lo único que tiene el proletario es su fuerza de trabajo y ni su misma «pobreza» le ha pertenecido nunca, sino a los diversos grupos de la burguesía que le expolian (el patrón, el casero, el comerciante, el banquero, etc.) su pobreza les pertenece a ellos porque la necesitan para que el trabajador día con día tenga que venderse por un mísero salario y crear la riqueza que ellos aprovechan. ¿Es acaso este discurso diferente del de otros sectores de la burguesía, como aquel que aseguraba que el indígena será feliz con vocho[3] , tele y changarro[4]?
En ambos encontramos la idea ilusoria de que el proletariado puede, en este sistema económico, ser efectivamente PROPIETARIO bajo los criterios de una mayor adquisición de mercancías. Por ende, la lucha de los pobres tendría como objetivo rescatar la mediana y pequeña propiedad de la voracidad de los grandes capitalistas, batalla por demás perdida dada la tendencia del capital a la concentración.
Los ejércitos NUNCA han servido exclusivamente para defender a las naciones de las agresiones de sus vecinos, sino que también son instrumentos de rapiña internacional pero ante todo su función primordial ES y SIEMPRE HA SIDO la de ejercer la violencia contra las clases dominadas para mantener el sistema de explotación. En esta cita reconocemos una vez más al Marcos que en la Primera Declaración de la Selva Lacandona justifica su alzamiento con la ley burguesa, apelando a la Constitución de 1917. La función de los ejércitos es la salvaguarda de la propiedad privada y la preservación del Estado.
Y por supuesto, no podían faltar las alocuciones patrioteras, dirigidas en total consonancia con la moda altermundista, contra el imperialismo norteamericano y asiático que está provocando pérdidas económicas por sus mayores tasas de productividad a los capitalistas nacionales. Las referencias al «padre de la Patria» estuvieron también presentes aunque faltó el Himno Nacional que siempre acompaña a Marcos en sus pasarelas.
Finalmente, el llamado a unirse a todos «los campesinos, amas de casa, estudiantes, homosexuales, sindicalistas independientes, indígenas, obreros, colonos», diluyendo al proletariado en un pantano de segmentos sociales que son presentados por Marcos y sus intelectuales asociados como los nuevos sujetos revolucionarios.
Cabe mencionar que muchos de los integrantes de las organizaciones izquierdistas «desairadas» por Marcos en su visita a Irapuato han comenzado a replantearse la verdadera naturaleza de «La Otra Campaña», sin embargo, continúan desorientados en cuanto a que consideran que es Marcos el problema y que el zapatismo sigue siendo en esencia un movimiento revolucionario y justo.
Los simpatizantes de este movimiento, jóvenes en su mayoría, deben entender que no es siguiendo a caudillos carismáticos y sus espejismo ideológicos como los desposeídos del mundo encontrarán la solución a la situación cada vez más desesperada que vive la humanidad bajo el capitalismo, sino asumiendo su condición de proletarios y defendiendo por tanto sus verdaderos intereses de clase, tomando la lucha en sus manos, desechando a los Mesías que la misma burguesía vomita para desorientar a su mortal enemigo, la clase obrera. Los jóvenes proletarios mexicanos, como los chinos, los australianos o los norteamericanos deben tomar el ejemplo de los estudiantes franceses, informarse sobre su lucha y difundirla en sus respectivos países, pues la clase obrera es una sola, sin importar las fronteras reales o imaginarias con las que la burguesía intenta dividirnos para mantener su dominio en el orbe.
Las jóvenes generaciones de proletarios han comenzado a integrarse a la lucha conciente y es deber de los comunistas el contribuir a la extensión de esta lucha.
Sobre las mentiras de los encapuchados y sus «padrinos» burgueses lanzamos la consigna proletaria ¡COMUNISMO O BARBARIE! ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, ÚNANSE!
B/21 de marzo de 2006
[1] Hemos hecho sólo ligeras modificaciones y hemos agregado algunas informaciones adicionales para favorecer la mejor comprensión de este artículo en otros países
[2] «Delegado Zero», nueva denominación que el «subcomandante Marcos» se ha atribuido para distinguir su «nueva etapa» en la «otra campaña».
[3] Vocablo usado en México para designara al «sedán» más económico fabricado por la empresa Volkswagen. También llamado «escarabajo». Un auto «barato».
[4] Forma popular de designar a los «pequeños negocios». Durante el gobierno de Fox se pretendía hacer de la microempresa un detonador de la economía nacional. De nuevo era el viejo mito burgués que consiste en pensar que un «negocio pequeño» un día puede llegar a «ser grande» y así combatir la miseria ¿Quién comprará si todos vendemos?