Una vez restablecida la realidad de nuestra plataforma, calumniada por el GIGC (Defensa de la plataforma de la CCI: nuevas mentiras por parte del GIGC [1]), es ahora el contenido de nuestra intervención frente a la guerra lo que debemos defender ante las elucubraciones difamatorias del GIGC atribuyendo a la CCI los enfoques o análisis políticos siguientes: “ocultación del peligro de guerra”, “Un internacionalismo abstracto e intemporal, basado simplemente en los sentimientos y la moral”, “introducción del idealismo burgués en la doctrina revolucionaria del proletariado”, ...
Según el GIGC, la CCI adopta un enfoque de la guerra que “sólo puede abrir la vía a una especie de pacifismo moral, ya que no enraíza el internacionalismo sobre el terreno material de la relación dialéctica entre el proceso mismo de la guerra imperialista y el de la lucha de clases, que se sintetiza en la alternativa ‘revolución proletaria internacional o la guerra imperialista generalizada’, la revolución o la guerra.”1.
¿Cómo se aplica esto a nuestra intervención? ¡Ni una palabra! Es un bluf, una falsedad envuelta en una frase elegante para deslumbrar a los seguidores del GIGC, si es que los hay.
Contrariamente a lo que el GIGC quiere hacernos creer, la política de la CCI sobre la guerra está perfectamente anclada en el contexto de la situación mundial actual y se orienta por la perspectiva de la necesidad del derrocamiento del capitalismo por el proletariado:
En el período actual, el factor principal del desarrollo de la lucha de clases es ya, y será cada vez más, la profundización irreversible de la crisis del capitalismo, que implica ataques económicos cada vez más profundos e insoportables contra la clase obrera. Tal perspectiva ya está ilustrada por la dinámica global de la lucha de clases revelada por la renovación de las luchas en el Reino Unido en la primavera de 2022, que luego se extendió a los principales países industrializados de Europa y Estados Unidos, y que desde entonces ha sido confirmada regularmente por nuevas luchas2. La intervención de la CCI tiene por objetivo reforzar tanto la capacidad de la clase para desarrollar sus luchas de resistencia frente a los ataques, así como su conciencia de la necesidad de derrocar el capitalismo.
La multiplicación y el agravamiento de los conflictos imperialistas en todo el mundo constituyen una amenaza creciente para la humanidad y un factor de concientización del proletariado sobre la necesidad de derrocar al capitalismo; la CCI evidentemente no esperó a las gesticulaciones y bravatas del GIGC para desarrollar esta dimensión de su intervención.
En cuanto a las “advertencias” del GIGC del tipo “En nombre de la Descomposición, la CCI ha descartado definitivamente toda perspectiva de una tercera guerra mundial”3, están destinadas a sembrar la duda sobre la determinación de nuestra organización a asumir sus responsabilidades ante el peligro de guerra.
Para la CCI, esta declaración atestigua que, “frente a la aceleración del conflicto imperialista en Europa, las organizaciones políticas basadas en la herencia de la Izquierda Comunista continúan levantando la bandera de un internacionalismo proletario consecuente y constituyen un punto de referencia para quienes defienden los principios de la clase obrera”4.
Esta iniciativa, que visiblemente molesta al GIGC, le lleva a lanzar todo lo que se le ocurre, sin la menor preocupación por la verosimilitud, para denigrar. Cegado por su odio a la CCI, “dispara al azar” en contra los diferentes grupos firmantes, sin preocuparse siquiera de las verdaderas posiciones de cada uno, ni del contenido real de la declaración, todos ellos son culpables a sus ojos de haber firmado una posición conjunta con la CCI. Así, para el GIGC, “La iniciativa de grupos revolucionarios que calificaríamos de oportunistas, a saber, la CCI e Internationalist Voice, a la que se ha unido el Instituto Onorato Damen, pone de relieve la permanencia de la guerra imperialista bajo el capitalismo y niega la realidad actual de una consolidación de los bloques imperialistas...”5
La gran mentira del GIGC: la Declaración Conjunta de los grupos de la Izquierda Comunista [2] no evoca ni los bloques imperialistas, ni la idea de una “permanencia de la guerra imperialista bajo el capitalismo”. Invitamos a nuestros lectores a comprobarlo por sí mismos.
El GIGC construye sobre su propia mentira, esta vez, levantando el espantajo de “la teoría de la descomposición del capitalismo”, defendida únicamente por la CCI y que constituiría, según los términos del GIGC, “el caballo de Troya de la CCI a través del cual introduce el idealismo burgués en la doctrina revolucionaria del proletariado”6. Añade a esto la idea de que las concepciones de la CCI conducen a “una situación en el que la historia está en un punto muerto”, en la medida en que “ya no es la lucha entre las clases en conflicto en la sociedad, sino el efecto de la Descomposición sobre el conjunto de la sociedad, el factor determinante del desarrollo histórico”.
Nuestra intención no es convencer aquí a un interlocutor del campo proletario, ya que el GIGC no lo es, pero nos debemos a nosotros mismos restablecer la verdad frente a las distorsiones que estos parásitos están infligiendo a nuestro análisis de la descomposición, al igual que han hecho con el contenido de nuestra plataforma política7. ¿Qué dice realmente la CCI y de qué peligros advierte? “En tal situación, en la que las dos clases fundamentales y antagónicas de la sociedad se enfrentan sin lograr imponer su propia respuesta decisiva [la guerra para la burguesía, la revolución para el proletariado], la historia no puede detenerse. Menos aún que para los otros modos de producción que lo precedieron, no puede existir para el capitalismo ‘congelación’ o ‘estancamiento’ de la vida social. En un momento en que las contradicciones del capitalismo en crisis no hacen más que agravarse, la incapacidad de la burguesía para ofrecer la más mínima perspectiva para el conjunto de la sociedad y la incapacidad del proletariado para afirmar abiertamente la suya en el futuro inmediato sólo pueden conducir a un fenómeno de descomposición generalizada, de pudrimiento de la sociedad”8. Cuando la CCI escribe que “la historia no puede detenerse”, “no puede existir en el capitalismo una ‘congelación’ o ‘estancamiento’ de la vida social”, ¡el GIGC nos acomoda la idea de que “la historia se ha detenido”! Todos conocemos la expresión “el que quiere matar a su perro lo acusa de estar rabioso”. Encajaría perfectamente en la situación, salvo que la parte rabiosa aquí no es la CCI, ¡sino el GIGC!
Contrariamente a las alucinaciones del “rabioso GIGC”, “la historia no puede estar en un punto muerto”. En efecto, mientras la clase obrera constituya una fuerza en la sociedad, la revolución comunista sigue siendo una posibilidad que está al orden del día; el otro término de la alternativa es la destrucción de la humanidad, ya sea como consecuencia de una guerra mundial o de un hundimiento irreversible en la descomposición. Para que se produjera una guerra mundial, tendrían que formarse dos bloques imperialistas, lo que actualmente no está a la orden del día y probablemente nunca lo estará. Por otra parte, la descomposición irreversible es una amenaza mucho más tangible, en ciernes, e igual de catastrófica pero probablemente aún más terrible que la guerra mundial.
Al desacreditar a la CCI y agitar el fantasma de su “dudosa teoría de la descomposición”, el objetivo del GIGC era abrir una brecha entre nuestra organización y los demás grupos participantes en el llamamiento, y obstaculizar así la posibilidad de que un planteamiento común de este tipo pudiera repetirse a un nivel superior.
Así, para el GIGC: “es curioso, incluso irónico, ver a la CCI, que rechaza cualquier peligro de guerra imperialista generalizada, llamar a un nuevo Zimmerwald”9.
La CCI nunca ha llamado a un nuevo Zimmerwald como tal. Para nosotros “la importancia real y duradera de Zimmerwald reside en el desarrollo de una línea internacionalista intransigente dentro de una pequeña minoría llamada la Izquierda de Zimmerwald. Ésta reconocía que la Primera Guerra Mundial era sólo el comienzo de todo un periodo histórico dominado por la guerra imperialista que requeriría un programa máximo para la clase obrera: guerra civil, derrocamiento de los regímenes burgueses, dictadura del proletariado con una nueva Internacional Comunista que sustituyera a la II Internacional chovinista en bancarrota.”10 En y a través de este debate, Lenin y quienes le rodeaban forjaron un núcleo que se convertiría en el embrión de la Internacional Comunista.
La situación actual y sus perspectivas -aunque no se expresen en términos de una Tercera Guerra Mundial entre dos bloques imperialistas establecidos- son lo suficientemente dramáticas como para justificar una movilización de la vanguardia política del proletariado para preparar las condiciones del surgimiento del futuro partido de la revolución comunista.
No es así como lo ve el GIGC. Su lógica de grupo parasitario y policial11 le lleva a aportar su pequeña contribución para sabotear tal proyecto, lanzando las mezquindades que tan bien les van y las invenciones que forman parte de su armamento político. Así, revelan la supuesta “cara oculta” de nuestro planteamiento de una posición común de la Izquierda comunista sobre la guerra en Ucrania:
a) “Aparte del hecho de que [la CCI] utilizaría esto para intentar excluir a los llamados parásitos de tal iniciativa, en primer lugar nuestro grupo, aceptar su terreno le permitiría imponer su rechazo a la perspectiva y al peligro de guerra imperialista en nombre de una unidad artificial de la conferencia. (...) ¿No es esto precisamente lo que el Instituto O. Damen tuvo que aceptar”?
Nuestro comentario: El contenido de la declaración común, y nuestras propias posiciones, no contiene ninguna formulación que evoque algún rechazo por parte de la CCI de la realidad y de la agravación de las tensiones imperialistas. Todo lo contrario.
b) “Así, en una conferencia de este tipo, la CCI desempeñaría hoy el papel que los centristas kautskistas desempeñaron en las conferencias Zimmerwald-Kienthal y bloquearía a los internacionalistas consecuentes de hoy, a los que sitúan su acción frente a la dinámica y los pasos hacia la guerra imperialista generalizada”.
Nuestro comentario: Huelga decir que el GIGC se sitúa en la categoría de los “internacionalistas consecuentes de hoy”. En vista de lo anterior, y si la cuestión no fuera tan grave, habríamos situado al GIGC en la categoría de “comediantes indecorosos”.
Sin embargo, respecto a este grupo, mantenemos esta caracterización dentro de nuestro artículo “La lucha contra la guerra imperialista sólo puede librarse con las posiciones de la izquierda comunista [3]”, en el apartado “Un recordatorio del historial del grupo FICCI / GIGC”.
“La camarilla parasitaria, una mezcla caótica de grupos y personalidades, utiliza un refrito indigesto de posiciones de la Izquierda comunista para atacar a la verdadera Izquierda comunista, falsificarla y denigrarla”12.
CCI, junio de 2024
1 Sobre las distintas posiciones adoptadas por los grupos revolucionarios desde la invasión de Ucrania: la cuestión del peligro de guerra imperialista generalizada [4] (Revolución o Guerra 21, junio 2022)
2 ¡La clase obrera sigue luchando! [5]
3 24º Congreso de la CCI: el barco de la descomposición hace agua [6]. Revolución o Guerra n° 20
4 Declaración conjunta de los grupos de la Izquierda Comunista Internacional sobre la guerra en Ucrania [2].
5 Sobre las diferentes posiciones de los grupos revolucionarios desde la invasión de Ucrania: la cuestión del peligro de una guerra imperialista generalizada [4] – La toma de posición común de los grupos de la Izquierda Comunista.
6 Sobre las diferentes tomas de posición de los grupos revolucionarios desde la invasión de Ucrania: la cuestión del peligro de guerra imperialista generalizada [4] – La toma de posición común de los grupos de la Izquierda Comunista (CCI).
7 Leer sobre este tema, TESIS: la descomposición, fase última de la decadencia capitalista [7].
8 TESIS: la descomposición, fase final de la decadencia capitalista [7].
9 Sobre las diferentes posiciones adoptadas por los grupos revolucionarios desde la invasión de Ucrania: la cuestión del peligro de una guerra imperialista generalizada [4] (revolución o guerra 21, junio 2022).
10 ] Dos años después de la declaración conjunta de la izquierda comunista sobre la guerra en Ucrania [8].
11 En el artículo “Los fundamentos marxistas del concepto de parasitismo político y la lucha contra esta lacra [9]”, leer “La FICCI (antecesora de la GIGC), una forma extrema de grupúsculo parásito”.
12 La lucha contra la guerra imperialista sólo puede librarse con las posiciones de la izquierda comunista [3].
Los próximos Juegos Olímpicos, que se celebrarán en París del 26 de julio al 11 de agosto, seguidos de los Juegos Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre, no parecen tener las mejores perspectivas. En un contexto de guerra en Europa y de fuertes tensiones geopolíticas, crisis económica e incertidumbres políticas, estos juegos muestran dificultades para entusiasmar a las multitudes. A los inconvenientes habituales de los parisinos expuestos a las molestias de los preparativos desde hace meses, hay que añadir el enorme aumento de los precios del transporte urbano y, sobre todo, una verdadera “caza de los pobres” que se ha apoderado de la capital.
Para no empañar la “imagen de Francia” y el gran espectáculo programado a orillas del Sena, la burguesía expulsó sin contemplaciones a los “indeseables”. Asistimos así a un “ desplazamiento masivo y forzado de poblaciones altamente precarizadas. Desde 2021-2022, hemos observado un aumento del 40 % de los desalojos en lugares informales (okupas, barrios marginales, campamentos de tiendas de campaña, etc.) situados en las cercanías de las sedes olímpicas de París y Saint-Denis, así como de los 25 espacios de entretenimiento paralelos a las competiciones, esparcidos por toda la capital. Esto incluye a inmigrantes, menores no acompañados, personas sin hogar e incluso trabajadoras sexuales”1 ¡Para el Estado sólo cuenta su imagen en la escena internacional!
El número de expulsados incluso se aceleró brutalmente a medida que se acercaba los Juegos Olímpicos. La “caza de los pobres” llevó a la apertura de los hipócritas “centros de acogida temporal” en algunas regiones (Lyon, Marsella, Toulouse, Burdeos, Besançon, Rouen, Orleans, etc.) A hurtadillas, los autobuses se suceden para trasladar a los indeseables a estos lugares deliberadamente apartados. Al final, muchos de ellos se encuentran de nuevo en la calle… ¡pero lejos de la “fiesta del deporte”!
Esta empresa bárbara e inhumana está estrechamente ligada a una obsesión por la seguridad que también lleva al Estado a incrementar, de forma inaudita, su sistema de vigilancia y represión. A medida que la crisis del sistema capitalista y las tensiones sociales que la acompañan se exacerban, este tipo de manifestaciones, como los Juegos Olímpicos u otras grandes competiciones internacionales, llevan a las fuerzas de represión a recorrer el espacio, a desplegar medios de proporciones sin precedentes, abiertamente totalitarios.
Ya durante los anteriores Juegos Olímpicos en Europa, los de Londres en 2012, el sistema de seguridad era similar a una auténtica operación militar: “había 12 mil policías de servicio y 13 mi 500 soldados disponibles, es decir, más que las tropas inglesas desplegadas en ¡Afganistán (9mil 500 soldados)! ¡Más de 20 mil soldados de la Wehrmacht en Munich en 1936! ¡A esto hay que sumar otros 13 mil 300 agentes de seguridad privada! Se había instalado un dispositivo de misiles tierra-aire ultrarrápido en un edificio, en una zona densamente poblada, cerca del principal recinto olímpico para completar el escudo antiaéreo”2
Sin embargo, los recursos desplegados para estos nuevos Juegos Olímpicos serán mucho mayores. Se calcula que la necesidad diaria de agentes de seguridad es de 22 mil a 32 mil y ¡se habla incluso de movilizar al ejército! Pero la novedad es, el uso de la videovigilancia algorítmica, es decir, la explotación de la inteligencia artificial para una vigilancia policial extraordinaria. Esto, con cerca de 15 mil cámaras de video.3 Estas cámaras son capaces de analizar el comportamiento de las personas e incluso potencialmente recopilar datos biométricos. No hay duda de que estos dispositivos se perpetuarán después de los Juegos Olímpicos, como después de cada evento “excepcional”, preparando así en última instancia la formalización del reconocimiento facial (por el momento practicado pero no autorizado). Lo que China ha hecho para vigilar a su población hace que todos los Estados “democráticos” se pongan verdes de envidia. Además, esta tecnología tan intrusiva ya ha sido probada en varias ciudades de Francia: el ejemplo más conocido es el de Niza.
No hay que hacerse ilusiones: estos dispositivos “probados” están claramente destinados a ser establecidos y ya se anticipan a cualquier movimiento de protesta social. ¡Las Olimpíadas son una bendición para preparar la represión de las futuras luchas obreras!
Por supuesto, ante las preocupaciones y las críticas, la burguesía afirmó que estas Olimpiadas eran beneficiosas para el empleo y la economía. La realidad es mucho menos halagüeña. Si algunos buenos negocios permiten a las empresas llenarse los bolsillos, gran parte de la actividad corresponde a la movilización de sectores improductivos, sin mencionar los escándalos de corrupción que ya han comenzado a surgir. Gran parte de la actividad también se generará mediante el trabajo gratuito de los 45 mil voluntarios durante toda la duración de los Juegos Olímpicos. Como es habitual, veremos florecer un montón de eslóganes publicitarios y los espectadores serán sometidos al tradicional bombardeo publicitario. Pero el empleo real no será sostenible ni estará a la altura de las expectativas.
Contrariamente a la idea de un posible impulso de la economía, no podrá contarse más que con “beneficios económicos muy limitados, o incluso nulos a mediano plazo […] no se espera ningún impacto macroeconómico significativo”.4 En general, los Juegos Olímpicos han lastrado las economías, en lugar de favorecerlas. El ejemplo de los Juegos de Río es muy significativo a este respecto: además de los escandalosos desplazamientos forzosos de poblaciones y de una huella de carbono negativa [residuos de gases de efecto invernadero], con algunos escándalos financieros, los resultados de estos Juegos de Río provocaron un déficit abismal (equivalente a 130 millones euros).
Entonces, ¿cuál es el objetivo de los Juegos Olímpicos? La visión compartida por toda la burguesía se puede resumir en esta intervención de Christophe Lepetit, jefe de estudios económicos del Centro de Derecho y Economía del Deporte (CDES) de Francia: “No organizamos un evento deportivo para generar crecimiento económico, sino por razones geopolíticas y sociales, por el posicionamiento internacional de Francia”. ¿Qué deberíamos entender por “razones geopolíticas y sociales”? Ni más ni menos que propaganda nacionalista destinada a reforzar el sentimiento de pertenencia a una “patria”. Pero a través de la exaltación y las efusiones nacionalistas aparentemente “inofensivas” y “alegres”, a través de la celebración de la “unidad” y la “grandeza” nacionales, la burguesía intenta sobre todo promover la adhesión a sus propios intereses económicos e imperialistas, así como a los sacrificios que ellos exigen. De ahí esta enésima ceremonia grandiosa. “La puesta en escena de deportes con fines propagandísticos, contrariamente a lo que sugiere la historia oficial, no es una particularidad del nazismo o del estalinismo, sino una práctica generalizada en todos los países. Basta recordar los protocolos y la fastuosidad inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 o Londres en 2012, o incluso la entrada de las selecciones nacionales de fútbol en los partidos importantes, para convencerse de ello. Los grandes espectáculos deportivos pueden provocar fuertes emociones colectivas, guiando fácilmente las mentes hacia un universo de códigos y símbolos nacionales […]. A menudo acompañados de música militar, los concursos internacionales están sistemáticamente precedidos o cerrados por himnos: “Estas relaciones son las de enfrentamientos de todo tipo donde está en juego el prestigio nacional; el ritual deportivo es, por tanto, a este nivel un ritual de enfrentamiento entre naciones”. En estos breves momentos de uniones sagradas, las clases sociales se “funden”, se niegan, los espectadores son llamados abiertamente a levantarse y cantar con los ojos fijos en la bandera nacional o en el equipo que la encarna con sus colores”.5
En realidad, es por estas razones principalmente ideológicas que se organizan los Juegos Olímpicos, con el objetivo de promover el veneno nacionalista y, para el país organizador, “mantener su rango internacional”. En este caso, para el Estado francés, la oportunidad de mejorar su imagen como líder europeo dentro de la tambaleante pareja franco-alemana y de olvidar temporalmente su decadencia militar y política en la escena imperialista, tras los reveses en África y las numerosas presiones experimentadas en el Pacífico. Estos Juegos también tienen como objetivo marginar y aislar aún más a Rusia ejerciendo presión política contra ella.
En el momento de escribir este artículo, el gran revuelo mediático, aparte del ridículo seguimiento de la llama olímpica, todavía no ha comenzado realmente. Pero no hay duda de que habrá un gran revuelo patriótico. Frente a esta nueva campaña ideológica, en un contexto donde el militarismo es omnipresente, no podemos más que recordar las palabras de Rosa Luxemburgo durante la Ia Guerra Mundial, ante las primeras hecatombes sangrientas: “Los intereses nacionales no son más que una mistificación que pretende situar a los masas populares trabajadoras al servicio de su enemigo mortal: el imperialalistas”6 ¡Efectivamente, éste es uno de los principales objetivos de estos Juegos!
WH , 11 de julio de 2024
1 “Para las Olimpiadas, inmigrantes, trabajadoras sexuales y personas sin hogar están siendo expulsados en masa” [11], Reporterre (26 de junio de 2024). [solo en francés
2 “El deporte en el capitalismo decadente (de 1914 a la actualidad) [12] (Historia del deporte en el capitalismo , parte [13] II) [13] ”, CCI on line (abril-2013)
3 Según Katia Roux, de Amnistía Internacional-Francia , esta vigilancia automatizada “ nunca ha demostrado su eficacia contra la delincuencia y el terrorismo, aunque sus consecuencias sobre las libertades fundamentales están probadas ”
4 “Los Juegos Olímpicos, ¿un pozo financiero para Francia? », Euractiv (10 de mayo de 2024). [solo en francés]
5 El deporte en el capitalismo decadente (de 1914 a la actualidad) [12] (Historia del deporte en el capitalismo , parte [13] II) [13]” CCI on line (abril-2013)
6 Folleto de Junius (1915)
La Corriente Comunista Internacional está organizando una sesión en línea el sábado 31 de agosto de 2024 a las 15.00 h.
Estas permanencias son espacios de debate abiertos a todos aquellos que deseen reunirse y discutir con la CCI. Invitamos encarecidamente a todos nuestros lectores y simpatizantes a venir a debatir para continuar la reflexión sobre los problemas de la situación y comparar puntos de vista. No dudes en plantearnos todas aquellas cuestiones que te gustaría clarificar o que sean de tu interés.
Los lectores que deseen participar en las sesiones en línea pueden enviar un mensaje a nuestra dirección de correo electrónico ([email protected] [14]) o en la sección "contáctenos [15]" de este sitio web, indicando qué preguntas les gustaría abordar para permitirnos organizar los debates de la mejor manera posible. Los detalles técnicos para conectarse a la oficina se comunicarán en una fecha posterior.
Corriente Comunista Internacional
Pocos días después del atentado contra Donald Trump que se cobró la vida de uno de sus partidarios, aún es pronto para determinar el móvil exacto del pistolero y las razones del fallo del servicio encargado de proteger al expresidente. Sin embargo, el atentado dio un vuelco a la campaña electoral, permitiendo al bando republicano dar un paso más hacia la victoria. Golpeado en la oreja, con la cara ensangrentada y el puño en alto, casi milagrosamente, la bravuconería de la reacción de Trump, ya favorito en los sondeos, contrasta claramente con los signos cada vez más perceptibles de senilidad de Joe Biden. Sea como fuere, este acontecimiento es una manifestación más de la creciente inestabilidad en el seno de la burguesía estadounidense.
Estados Unidos tiene una larga tradición de asesinatos políticos, cuatro de los cuales han alcanzado las más altas esferas del gobierno. Pero, tras el asesinato de la diputada británica Jo Cox en plena campaña del Brexit en 2016, tras el intento de asesinato que tuvo como objetivo a Bolsonaro en Brasil en 2018, tras el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzō Abe en 2022, tras el intento de asesinato del primer ministro eslovaco Robert Fico en mayo de 2024, o el ataque a la primera ministra danesa Mette Frederiksen en plena calle el pasado mes de junio, este nuevo atentado se produce en un contexto de recrudecimiento de la violencia y las tensiones políticas en todo el mundo. Amenazas, insultos, xenofobia a ultranza, violencia de grupos de extrema derecha, implicación de bandas en los procesos electorales, ajustes de cuentas entre camarillas burguesas... este caos progresivo, que hasta ahora se limitaba a los países más frágiles de América Latina y África, empieza a convertirse, con todo sentido de la proporción, en la norma en las grandes potencias del capitalismo.
En Estados Unidos, si bien una de las funciones de las instituciones "democráticas" es garantizar la unidad del Estado, la creciente dificultad para contener y confinar la violencia de las relaciones entre facciones burguesas rivales atestigua una verdadera agudización de las tensiones. El clima de violencia está en su apogeo. Desde que abandonó la Casa Blanca y alentó el intento abortado de asaltar el Capitolio, el propio Trump no ha dejado de echar leña al fuego, cuestionando los resultados de las elecciones, negándose a reconocer su derrota y prometiendo hacer caer su brazo vengativo sobre los "traidores", los "mentirosos" y los "corruptos". No ha cesado de poner cada vez más histérico el "debate público", inventando un cuento chino tras otro, enloqueciendo a sus partidarios... El ex presidente resultó ser un eslabón esencial de una verdadera cadena de violencia que desborda por todos los poros de la sociedad y acabó volviéndose contra él.
El hecho de que una figura tan irresponsable y grotesca haya sido capaz de barrer a cualquier fuerza dentro del Partido Republicano remotamente capaz de gestionar eficazmente el Estado burgués, que incluso haya sido capaz de presentarse como candidato a la presidencia sin encontrar serias dificultades, ni políticas ni siquiera legales (a pesar de los numerosos intentos de sus oponentes), es en sí mismo un signo sorprendente de la impotencia y la profunda inestabilidad en la que se está hundiendo el aparato político estadounidense.
Pero si Trump es efectivamente el portavoz de toda una atmósfera de violencia social y política, un factor activo de desestabilización, no es más que la caricatura de la dinámica en curso en el conjunto de la clase dominante. El bando demócrata, aunque un poco más preocupado por frenar este proceso, está contribuyendo en la misma medida a la inestabilidad global.
Es cierto que, tras las políticas incoherentes e impredecibles de la administración Trump, Biden se ha mostrado más eficaz en la defensa de los intereses de la burguesía estadounidense, pero ¿a qué precio? A pesar de que las guerras de Afganistán e Irak, que pretendían frenar el declive del liderazgo estadounidense imponiéndose como "policía mundial", han terminado en fiasco y han exacerbado el caos en Oriente Medio y en todo el mundo, Biden procedió a provocar a Rusia para que interviniera en Ucrania [1].
Esta masacre a gran escala se está empantanando semana tras semana y no parece tener fin a la vista. Con la inflación disparada y la crisis mundial agravándose, con las tensiones imperialistas en aumento y la economía de guerra incrementándose considerablemente en todos los continentes, el conflicto en Ucrania sólo ha conducido a una mayor desestabilización a una escala aún mayor, incluso en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, Biden ha agudizado las tensiones con China a través del Pacífico, aumentando el riesgo de una confrontación directa. La guerra de Gaza, que el presidente estadounidense no ha sabido controlar ni contener, también ha acentuado considerablemente el declive del poderío estadounidense, que tarde o temprano desembocará en una reacción aún más bárbara por parte de Estados Unidos.
Y ahora el inquilino de la Casa Blanca se ve reducido a aferrarse lastimosamente al poder, ¡mientras una gran parte de su bando le insta abiertamente a dimitir! Pero, ¿quién debería sustituir a Biden? Los demócratas están divididos y desacreditados, apenas son capaces de ponerse de acuerdo sobre un sustituto. Todos están ya dispuestos a luchar. Incluso la vicepresidenta Harris, la única que podría imponerse, es muy impopular incluso dentro de su propio campo. Entre Trump, Biden, Harris... a la burguesía estadounidense sólo le quedan malas opciones, señal de su gran fragilidad.
En otra muestra de las extremas tensiones entre el bando republicano y el demócrata, Trump ni siquiera había abandonado el hospital antes de que empezaran a acusarse con vehemencia mutuamente de ser los responsables del atentado. Trump y Biden, conscientes de la explosiva situación, intentaron momentáneamente calmar el incendiario ambiente en nombre de la unidad nacional... antes de que se desatara de nuevo un torrente de fake news y acusaciones infundadas.
Pero la división entre los partidos burgueses, las amargas luchas internas en su seno, las constantes partidas de póquer, las rivalidades de egos, las puñaladas por la espalda, las estrategias de tierra quemada... todo esto está lejos de ser prerrogativa exclusiva de la burguesía estadounidense. La campaña electoral en Estados Unidos, por supuesto, se hace eco de la situación en muchos estados de Europa y otros lugares, de los cuales Francia es el último ejemplo brillante. El capitalismo se está pudriendo en sus cimientos y esto está teniendo consecuencias a todos los niveles (imperialista, social, económico, medioambiental...), arrastrando a los aparatos políticos de la burguesía a una lógica de "salvar lo que se pueda". Se trata de una espiral ineluctable de inestabilidad en la que cada camarilla burguesa trata como puede de taparse los ojos... incluso en detrimento de los intereses generales de la burguesía.
A pesar de las crecientes dificultades de la burguesía para controlar su propio aparato político, sigue sabiendo perfectamente cómo utilizar la mistificación democrática para reducir a la clase obrera a la impotencia. En un momento en que el proletariado debe desarrollar su lucha contra el Estado
burgués, la burguesía nos atrapa, a través de las elecciones, en falsos dilemas: ¿qué partido sería el más adecuado para gestionar el Estado burgués? Mientras que el proletariado debería tratar de organizarse como clase autónoma, las elecciones reducen a los trabajadores a la condición de ciudadanos-votantes, meramente capaces de elegir, bajo la presión de la aplanadora propagandística, qué camarilla burguesa se encargará de organizar su explotación.
Por lo tanto, no hay nada que esperar de las próximas elecciones. Si finalmente ganara Biden (o su sustituto), se intensificarán aún más las políticas belicistas de la administración Biden y todo el caos mundial que han engendrado para mantener a toda costa la posición de Estados Unidos en la escena mundial. Si Trump confirmara los pronósticos de victoria en noviembre, las políticas desestabilizadoras y erráticas de su primer mandato volverían con más fuerza e irracionalidad. Su compañero de fórmula, J.D. Vance, apela más directamente a la clase trabajadora, y su explotación demagógica de su propia historia personal como víctima olvidada de la América rural y desindustrializada le permite reforzar su influencia convenciendo a los "indecisos" de que él representa un supuesto "nuevo camino" junto a su milagroso mentor.
Gane Trump o ganen los demócratas, la crisis histórica del capitalismo no desaparecerá, seguirán lloviendo atentados y desatándose la violencia indiscriminada.
Frente a la descomposición del mundo capitalista, la clase obrera y su proyecto revolucionario representan la única alternativa real. Mientras que las guerras, las catástrofes y la propaganda chocan constantemente con sus luchas y su capacidad de pensar con claridad, en los dos últimos años el proletariado de todas partes ha redescubierto su espíritu de lucha y empieza a recuperar poco a poco la conciencia de ser una misma clase. Por todas partes surgen pequeñas minorías que reflexionan sobre la naturaleza del capitalismo, sobre las causas de la guerra y sobre la perspectiva revolucionaria. Con todas sus elecciones, la burguesía intenta romper esta combatividad y esta maduración, intenta impedir cualquier politización de las luchas. A pesar de las promesas (obviamente nunca cumplidas) de un capitalismo "más justo", "más verde", más "pacífico", a pesar de la feroz culpabilización de "los que no se interponen en el camino del fascismo" en las urnas, no nos equivoquemos: ¡las elecciones son una trampa para la clase obrera!
EG, 19 de julio de 2024
1 El objetivo de Washington era debilitar a Rusia para que no pudiera ser un aliado importante de China en caso de conflicto con esta última. Se trataba, por tanto, de aislar un poco más a China y, al mismo tiempo, asestar un golpe a su economía y a su estrategia imperialista cortando su "Nueva Ruta de la Seda" a través de Europa del Este.
Links
[1] https://es.internationalism.org/content/5074/defensa-de-la-plataforma-de-la-cci-nuevas-mentiras-por-parte-del-gigc
[2] https://es.internationalism.org/content/4807/declaracion-conjunta-de-grupos-de-la-izquierda-comunista-internacional-sobre-la-guerra
[3] https://fr.internationalism.org/content/11348/lutte-contre-guerre-imperialiste-ne-peut-etre-menee-quavec-positions-gauche-communiste
[4] http://www.igcl.org/Sur-les-differentes-prises-de
[5] https://es.internationalism.org/content/5073/la-clase-obrera-sigue-luchando
[6] http://www.igcl.org/24e-congres-du-CCI-la-barque-de-la
[7] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[8] https://fr.internationalism.org/content/11350/deux-ans-apres-declaration-commune-gauche-communiste-guerre-ukraine
[9] https://es.internationalism.org/content/5002/los-fundamentos-marxistas-del-concepto-de-parasitismo-politico-y-la-lucha-contra-esta
[10] https://es.internationalism.org/en/tag/corrientes-politicas-y-referencias/parasitismo
[11] https://reporterre.net/Pour-les-JO-on-expulse-en-masse-migrants-travailleuses-du-sexe-sans-abri
[12] https://es.internationalism.org/content/3702/el-deporte-en-el-capitalismo-decadente-desde-1914-hasta-hoy
[13] https://fr.internationalism.org/content/5626/sport-capitalisme-decadent-1914-a-nos-jours-histoire-du-sport-capitalisme-ii
[14] mailto:[email protected]
[15] https://fr.internationalism.org/contact
[16] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[17] https://es.internationalism.org/en/tag/corrientes-politicas-y-referencias/izquierda-comunista
[18] https://es.internationalism.org/en/tag/desarrollo-de-la-conciencia-y-la-organizacion-proletaria/corriente-comunista-internacional
[19] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/estados-unidos
[20] https://es.internationalism.org/en/tag/cuestiones-teoricas/parlamentarismo