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La burguesía occidental, de izquierdas o de derechas, que ha andado de compadreo con todos estos dictadores durante décadas, alaga hoy hipócritamente a estos "pueblos corajudos que combaten por la democracia". Pero los halagos no sirven de nada, la miseria y la represión que han provocado la revuelta siguen ahí, tan presentes como lo están en el mundo, en todo el mundo, sometido al capitalismo y a la clase dominante.
El "efecto dominó", que ha llevado al derrocamiento o a la puesta en cuestión de muchos regímenes tiránicos en África del Norte o del Medio Oriente, evoca en muchos el hundimiento en cadena de los regímenes del bloque del Este a principios de los años noventa y les viene a la memoria aquella situación en la que se alimentaban también falsas esperanzas democráticas en las poblaciones liberadas de décadas de terror. Existe sin embargo una diferencia capital entre los dos movimientos, entre los dos periodos. El 1989-90 la burguesía fue quien más se benefició de todo aquello; permitiéndose desarrollar su engañosa ideología sobre la muerte del comunismo, en la que equipara "la implosión de los regímenes estalinistas en descomposición" con "la muerte del comunismo". Los proletarios no tenían entonces conciencia clara de que, en realidad, era un bloque entero del sistema capitalista lo que se hundía; de manera que toda esta propaganda asestó un fortísimo golpe a la moral y la combatividad de nuestra clase. Concretamente: durante los años noventa hubo muy pocas luchas en el mundo; sin embargo hoy, la liberación de poblaciones enteras del yugo y la losa de plomo que imponían odiados dictadores es, por el contrario, un estímulo para la lucha en todo el mundo, a pesar de que estas sublevaciones continúen secuestradas por las perniciosas ideologías nacionalistas y por grandes ilusiones democráticas, electoralistas. La presencia en de obreros en este movimiento que se posicionan en torno a sus propias reivindicaciones y que las sitúan en un terreno de clase es, sin duda, su factor más positivo. Es precisamente esto lo que inspira más temor a la burguesía en todo el mundo. Las luchas obreras, que en un principio quedaron anegadas por la explosión general de cólera, han jugado, sobre todo en Egipto, el papel de un verdadero acelerador de los acontecimientos. Es muy significativo que, solamente cuarenta y ocho horas después de la extensión de estas huelgas a la región industrial del Canal de Suez, Obama persuadiera al ejército de que Mubarak debía salir inmediatamente del Gobierno. Y aun más edificante ver que, tras eso, el movimiento de huelgas continúa extendiéndose; apremiando así al ejército, nuevo gendarme de la nación, a difundir un mensaje inequívoco en el que está exigiendo que ¡Acaben las huelgas y obreros y empleados vuelvan al trabajo!
Hossam el-Hamalawy[1] explica, en un artículo publicado en el The Guardian del 14 de febrero, el recrudecimiento de las luchas obreras al que nos referimos: "Todas las clases en Egipto han tomado parte en la insurrección. Mubarak ha logrado poner en su contra a todas las clases sociales. En la plaza Tahrir se encontraban los hijos y las hijas de la élite egipcia colaborando con los trabajadores, los ciudadanos de clase media y los pobres de las zonas urbanas; pero no olviden que fue cuando comenzaron las huelgas masivas cuando el Régimen comienza a desmoronarse y cuando el ejército obliga a Mubarak a dimitir porque el sistema se hundía... Desde el primer día de la insurrección, el 25 de enero, la clase obrera tomó parte en las manifestaciones. Sin embargo, al comienzo los trabajadores participaban únicamente como "manifestantes" y no como "obreros"; es decir, no actuaban autónomamente. No fueron los manifestantes quienes pararon la economía sino el Gobierno con su Toque de queda, el cierre de los bancos y de las empresas. Se trata de una huelga capitalista con la que se intenta aterrorizar al pueblo egipcio."
David McNally[2], en su artículo en www.pmpress.org [2], nos da una idea de la extensión de las luchas obreras: "Decenas de miles de personas entran en acción, durante la semana del 7 de febrero. Miles de ferroviarios se ponen en huelga bloqueando las vías. Seis mil trabajadores del Servicio del Canal de Suez paralizan el trabajo y organizan ocupaciones y "sentadas "en Suez y otras dos o tres ciudades. En Mahalla, mil quinientos trabajadores de "Abul Sebae Textiles" hicieron huelga y bloquean la carretera. En el hospital de Kafr al-Zayyat, enfermeras y enfermeros organizan una sentada a la que se unen centenares de empleados de otros hospitales. En todo Egipto otros miles de trabajadores -empleados de autobús en El Cairo, los de "Telecom Egypt", periodistas de algunos diarios, trabajadores de empresas farmacéuticas y metalúrgicas se han sumado a la oleada de huelgas. Exigen la mejora de los salarios, el despido de los directores de empresa sin escrúpulos; reclaman los salarios que se les deben, mejores condiciones de trabajo y sindicatos independientes. En numerosos casos han llamado también a la dimisión del presidente Mubarak. En otros, como el de los dos mil obreros de de la seda "Helwan Factory", han exigido la supresión del Consejo de administración de su sociedad. Está también el caso de los miles de miembros del cuerpo profesional de la Universidad de El Cairo que se han sumado a las manifestaciones, se han confrontado a las fuerzas de seguridad y han impedido al Primer ministro Ahmed Shariq reintegrarse a su despacho en el Gobierno."
Podríamos referir numerosos ejemplos más: alrededor de 20.000 trabajadores de Al-Mahalla Al-Kobra -la mayor fábrica de hilatura y tejidos de Egipto, situada a más de cien kilómetros al Norte del Cairo- vuelven a la huelga, tras una pausa de tres días, exigiendo la destitución de sus corruptos patrones; los conductores de ambulancias utilizando sus vehículos bloquean las carreteras para protestar por su bajo salario; trabajadores que se manifiestan ante la sede de la Federación de los sindicatos egipcios a los que denuncian de "Pandilla de rufianes", de "Banda de golfantes" y llaman a su disolución (evidentemente, el fuerte brazo del servicio de orden sindical respondió estos trabajadores con golpes y balas).
Sin duda, habrá muchos ejemplos que añadir a esta pequeña lista.
Ahora que las manifestaciones masivas se han dispersado, circulan informaciones según las cuales las reuniones de trabajadores están siendo prohibidas. Ya sabemos que, durante todo el periodo en que el ejército decía ser el protector de las personas, cientos de militantes han sido arrestados y torturados por esta misma institución "popular" y que no hay ninguna razón para pensar que este tipo de represión "ordinaria" no vaya a continuar, incluso en el caso de que el movimiento consiga evitar los enfrentamientos directos.
Sin embargo, la ilusión de que el ejército pertenece al pueblo está presente. Es una ilusión muy peligrosa, ya que impide a los oprimidos ver quién es su enemigo, de dónde le va a llegar el próximo golpe. Es una ilusión que no va sola sino que forma parte de una ilusión más amplia: la "democracia"; es decir, la ilusión de que los cambios en la forma de Estado capitalista harán cambiar la función de este Estado y lo pondrán al servicio de los intereses de la mayoría. El llamamiento a formar sindicatos independientes, que ha recorrido muchas de estas huelgas, hunde sus raíces en una variante del mito democrático: se basa concretamente en la idea de que el Estado capitalista, cuyo verdadero papel es proteger un sistema que no tiene nada que ofrecer a los trabajadores ni al conjunto de la humanidad, podría permitir a la clase explotada mantener sus propias organizaciones independientes de forma permanente.
Hoy, solo se puede hablar de revolución en un sentido, en el de la perspectiva de la revolución proletaria internacional: pero aún estamos lejos de ella. La conciencia auténticamente revolucionaria, necesaria para conducir esta revolución a la victoria, sólo puede desarrollarse si se hace a escala mundial y no se puede plasmar sin la contribución decisiva de los trabajadores más experimentados de los países capitalistas más antiguos de Europa. Los proletarios (y otras capas oprimidas) de Oriente Medio y África del Norte desarrollan en estos momentos luchas que alumbran enseñanzas esenciales para el proletariado mundial: sobre la manera de llevar adelante sus propias luchas, sobre la organización de la ocupación de las calles, sobre la solidaridad y la ayuda mutua. En la plaza Tahrir se expresó toda esta creatividad, toda esta capacidad de autoorganización de la lucha obrera. Así lo describe McNally: "En la plaza Tahrir, centro neurálgico de la "revolución", la multitud se implica en la toma directa de decisiones, a veces incluso con centenares de miles de manifestantes. Organizados en pequeños grupos, los congregados discuten y debaten; después envían delegados elegidos a hacer consultas relacionados con las exigencias del movimiento [...] Después los delegados de estas mini-concentraciones se reúnen y valoran la situación antes de plantear las potenciales reivindicaciones discutidas al resto de los concentrados, utilizando megáfonos improvisados. La adopción de cada proposición se hace en función de los abucheos o de los aplausos que recibe del conjunto de la multitud.". También se sacan lecciones sobre la manera de defenderse colectivamente de los asaltos de la policía y de los pillastres, la manera de superar las divisiones sectarias entre comunidades religiosas y laicas. Lecciones acerca de cómo propagar las luchas fuera de las fronteras de cada país; la revuelta de territorio en territorio con las mismas exigencias y métodos, con el convencimiento de que, por todas partes, los proletarios mismos van descubriendo que ellos también están confrontados a iguales ataques contra su nivel de vida, a la misma represión y al mismo sistema de explotación.
Interrogados por la prensa a lo largo de los últimos días, los trabajadores en Egipto han expresado la verdad simple que motiva sus huelgas y sus manifestaciones: no pueden alimentar a sus familias porque sus salarios son muy bajos, porque los precio son demasiado altos, porque el paro causa estragos,...
La clase obrera de todos los países va a hacer frente progresivamente a la degradación de sus condiciones de vida, ya que ninguna "reforma democrática" las va a aliviar. La clase obrera solo tiene: por defensa su lucha y la perspectiva de una nueva sociedad por solución.
AM/W (26febrero 2011)
[1] Periodista egipcio que "bloguea" en arabawy.org.
[2] Profesor de ciencias políticas en la Universidad de York en Toronto.
Pero volvamos al inicio de los acontecimientos: Todo empezó con una manifestación masiva contra Gadafi inspirada en los movimientos que se habían producido en Egipto y Túnez[1], la chispa inicial fue la manifestación de unos sesenta jóvenes en Bengasi, el 15 de Febrero, que fue brutalmente reprimida y condujo a una fuerte explosión de ira en otras ciudades que a su vez fueron reprimidas con saña. Ante el asesinato de decenas de jóvenes, miles de personas salieron a la calle librando batallas campales contra las fuerzas del Estado, demostrando una gran valentía. La población de Bengasi al saber que el aeropuerto había sido tomado por mercenarios acudió masivamente y logró retomar su control, aún a costa de cuantiosas pérdidas. En otra ocasión, civiles requisaron excavadoras y vehículos para asaltar un cuartel que estaba fuertemente armado. En otras ciudades la población civil hostigó a las fuerzas represivas del Estado. La única respuesta del régimen fue redoblar la represión, hacerla cada vez más salvaje, provocando que elementos entre los soldados y oficiales se negaran a acatar las órdenes de masacrar a los manifestantes. Un soldado, ante la orden de su comandante de disparar a matar, le pegó un tiro.
Todo apunta a que este movimiento partió en un principio de una explosión de ira popular, especialmente por parte de la juventud urbana, frente a la brutal represión y la agravación de la miseria.
La agravación de la crisis económica y un creciente rechazo a aceptar la represión es el telón de fondo que explica lo que ocurre en Túnez, Egipto y otros lugares de Oriente Medio y África del Norte. Mientras que, durante años, la clase obrera y la población civil sufría cada vez mayor pobreza y explotación, la clase dominante acumulaba inmensas riquezas.
Pero ¿por qué la situación en Libia es diferente de la de Túnez y Egipto? En Túnez o Egipto, más allá de la represión, el instrumento principal para manejar el descontento social ha sido la mistificación democrática. En Túnez, las crecientes manifestaciones obreras y de la población en general contra el desempleo han sido desviadas, de la noche a la mañana, hacia el callejón sin salida de quien reemplazará a Ben Ali. El ejército tunecino, bajo los auspicios del estadounidense, emplazó al presidente de Túnez a quitarse de en medio. En Egipto costó algo más que Mubarak hiciera lo mismo, aunque su resistencia permitió focalizar el descontento social en forzar su dimisión. Pero es importante destacar que una de las cosas que le empujó a tomar las de Villadiego fue que se desencadenaban huelgas exigiendo mejores condiciones de vida y mejores salarios, lo que mostraba que los trabajadores pese a haber participado en manifestaciones masivas contra el gobierno, no habían olvidado sus propios intereses y no estaban dispuestos a dejarlos de lado por dar una oportunidad a la democracia.
En Egipto y Túnez, el ejército es la columna vertebral del Estado y fue capaz de poner los intereses del capital nacional por encima de sus intereses particulares de camarilla. En Libia, el ejército tiene un papel diferente. El régimen de Gaddafi ha mantenido deliberadamente durante décadas el ejército débil así como a cualquier otra parte del Estado que pudiera hacerle sombra. Como señala justamente Paul Sullivan, experto en el norte de África de la Universidad de Defensa Nacional de Washington, "Gadafi ha tratado de mantener a los militares en un estado de debilidad tal que no puedan derrocarlo como él derrocó al rey Idris,". El resultado es "un ejército mal dirigido por oficiales que están en la cuerda floja, con personalidades inestables y con muchas armas a su alcance". (Bloomberg, 02 de marzo) Esto significa que la única respuesta del régimen frente al descontento social es la represión pura y dura.
La brutalidad de la respuesta del gobierno ha llevado a la clase obrera a una explosión de rabia desesperada ante la masacre de sus hijos. Pero los trabajadores que fueron a las manifestaciones lo hicieron, en gran medida, como individuos: a pesar del coraje que mostraron frente a las armas pesadas de Gaddafi, los trabajadores no han podido hacer valer sus propios intereses de clase.
En Túnez, como hemos dicho, el movimiento lo comenzó la clase trabajadora y los pobres contra el desempleo y la represión. Después, en Egipto, el proletariado se movilizó con la experiencia acumulada durante varias oleadas de luchas libradas en los últimos años y esta experiencia le dio confianza en su capacidad para defender sus propios intereses. Prueba de ello es que una vez acabadas las manifestaciones estalló una oleada de huelgas.
El proletariado libio entró en lucha en una posición mayor debilidad. Sabemos que hubo una huelga en un yacimiento petrolífero, pero no hay noticias de otras expresiones de actividad de la clase obrera. Quizá las haya habido, no lo sabemos, pero lo bien cierto es que el proletariado como clase ha estado, en gran medida, ausente. Esto muestra que la clase obrera desde el principio ha sido vulnerable a los venenos secretados en la situación de caos y confusión ideológica. La aparición en escena de la vieja bandera monárquica y su aceptación, en tan sólo unos días, como el símbolo de la revuelta, es signo de lo profundo de esa debilidad. Esta bandera ondeó a coro del lema nacionalista "Libia libre." También hubo expresiones de tribalismo en apoyo a la oposición al régimen de Gaddafi movidas, en algún, caso por intereses regionales o tribales. Los líderes tribales han utilizado y siguen utilizando su autoridad para ponerse a la cabeza de la rebelión. Parece que hay una fuerte presencia del Islam: en muchas manifestaciones se entona el canto "Allahu Akbar"[2].
Esa maraña ideológica hace que decenas -si no cientos de miles- sientan la necesidad de huir del país. ¿Por qué los trabajadores extranjeros deberían desfilar tras una bandera nacional sea del color que sea? Un verdadero movimiento proletario habría incorporado desde el principio a los trabajadores extranjeros, ya que las reivindicaciones habrían sido comunes: mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y fin de la represión contra los trabajadores. Eso les habría unido con independencia de la nación, tribu o religión de cada uno.
Gadafi ha empleado a fondo este veneno para tratar de conseguir el apoyo de los trabajadores y la población civil, contra la supuesta amenaza a su "revolución": los extranjeros, el tribalismo, el islamismo, Occidente ...
La mayoría de la clase obrera odia al régimen. Pero el verdadero peligro para la clase trabajadora es dejarse arrastrar tras la "oposición". Esta oposición liderada por el nuevo "Consejo Nacional" es un conglomerado de diferentes fracciones de la burguesía: desde miembros del antiguo régimen o monárquicos hasta líderes tribales o religiosos. Todos han aprovechado al máximo que este movimiento no tiene una dirección proletaria independiente para tratar cada uno de reemplazar a Gadafi al frente del Estado libio.
El Consejo Nacional tiene claro su papel: "El objetivo principal del Consejo Nacional es ser la cara política ... de la revolución ","Vamos a ayudar a liberar a otras ciudades de Libia, Trípoli, en especial, a través de nuestro ejército nacional, nuestras fuerzas armadas, algunos de cuyos miembros han anunciado su apoyo al pueblo "(Reuters África, 27 de febrero) "Es impensable una Libia dividida" (Reuters, 27 de febrero). En otras palabras, su objetivo es mantener la dictadura capitalista actual, pero con una cara diferente.
Sin embargo, la oposición no está unida. El ex ministro de Justicia de Gaddafi, Mohamed Mustafa Abud Ajleil, anunció a finales de febrero la formación de un gobierno provisional, con sede en Al-Baida, con el apoyo de algunos ex diplomáticos. Esta iniciativa fue rechazada por el Consejo Nacional con sede en Bengasi.
Esto demuestra que hay profundas divisiones en el seno de la oposición, que inevitablemente van a explotar, tanto por ver quién logra alzarse con el poder si finalmente consiguen deshacerse de Gadafi como por su pellejo si Gadafi vence.
El Consejo Nacional muestra su mejor cara poniendo a su cabeza a Ghoga, un famoso abogado de derechos humanos que no está muy quemado por vínculos con el antiguo régimen, a diferencia de Ajleil que está mucho más pringado. Es mejor estrategia para vender su imagen. Los media se han encargado de hacer publicidad de los Comités surgidos en las ciudades en las que Gadafi había perdido el control. Aunque algunos Comités surgieron realmente de la revuelta popular, parece que en muchos casos fueron autoproclamados por los popes locales de la oposición, bajo el auspicio del Consejo Nacional.
El esfuerzo del Consejo Nacional para establecer un ejército nacional está provocando tanta muerte y desolación a la clase obrera y la población civil en general como si formara parte de las fuerzas de Gadafi. La confraternización social que en un principio contribuyó a socavar los esfuerzos represivos del régimen ha dado paso a batallas campales en un frente puramente militar, mientras se pedía sacrificios a la población para que el ejército pudiera hacer su trabajo.
La transformación de la oposición burguesa en un nuevo régimen se acelera con el apoyo cada vez más abierto de las potencias mundiales: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, ... todos ellos gánsteres imperialistas que ahora se distancian de su antiguo amigo Gadafi para garantizarse que si un nuevo equipo llega al poder, tendrán alguna influencia sobre él. ¡La pelea imperialista por el botón libio está servida!. El bienestar de la población libia les importa lo mismo que a Gadafi o al Consejo: nada en absoluto. Lo único que les interesa a todos ellos es defender sus propios intereses imperialistas en una zona que es un avispero[3].
La clase dominante de Libia y del resto del mundo ha utilizado para sus fines lo que en un principio fue, según parece, una respuesta desesperada de la población contra ante la represión, y el movimiento que comenzó como un estallido de indignación y rabia contra la masacre de unos jóvenes se ha convertido con el tiempo en un baño de sangre pero... en nombre de una "Libia libre"
La única respuesta que le cabe al proletariado en Libia y en el resto del mundo es no dejarse enredar en las batallas sangrientas que libran entre sí fracciones de la clase dominante en nombre de la democracia o de la nación libre. En los próximos días y semanas la lucha entre estas fracciones va a ser despiadada, de un lado Gadafi aferrándose al poder y de otro la oposición que cuenta con apoyos internacionales cada vez más fuertes. Si finalmente cae Gadafi habrá una estruendosa campaña sobre el triunfo de la democracia, el poder popular y la libertad. Y si él se va, habrá una campaña tan fuerte sobre el triunfo de la democracia, el poder popular y la libertad. Sea cual sea el resultado lo bien cierto es que la burguesía va a restregarnos hasta la nausea sus dos temas predilectos contra la conciencia obrera: la democracia y el nacionalismo.
Articulo adaptado de WR nº 342 Marzo 2011 (Phil)
[1] Ver en nuestra prensa los artículos "Egipto, Túnez, Argelia: El espectro visible de los combates de clase" (https://es.internationalism.org/ccionline/2010s/2011_egipto [4] web) y "Egipto: la lucha de clases toma el centro de la situación" (https://es.internationalism.org/node/3056 [5])
[2] Allahu Akbar (Alá es Grande o Dios es Grande)es el himno nacional de Libia.
[3] La diplomacia mundial está permanentemente reunida al "más alto nivel" para dar -dicen- una respuesta unida a la crisis Libia. Las dificultades del Consejo General para concretar el "hacer algo ante el genocidio de Libia" en nombre de la comunidad internacional, muestra que tras la fachada del acuerdo general todos los estados tratan de sacar a delante alianzas que beneficien sus intereses imperialistas.
De hecho esta vez, el PP y el PSOE están de acuerdo en hacer esta guerra y únicamente Izquierda Unida se opone desde una especie de pacifismo testimonial, sin hacer demasiado ruido para no molestar, pero levantando la voz lo suficiente como para desmarcarse y aparecer como una alternativa "de oposición".
Pero ¿En qué se diferencia esta guerra de la de Irak para que de repente al PSOE y sus consortes artísticointelectuales les haya entrado el ardor guerrero que denunciaban entonces en el PP? ¿Por qué ésta es una guerra "de izquierdas"?
Nos dicen que Gadafi es un dictador que masacra a la población; pero es el mismo argumento que, una vez aclarado que las armas de destrucción masiva fueron una excusa, USA esgrimió para la invasión de Irak: "defender a la población de Saddam Hussein"; "defender la democracia";
Habría que evitar un baño de sangre en la confrontación entra bandos rivales; pero eso sirvió también de coartada para la ocupación militar americana: contener los enfrentamientos entre sunitas y chiitas, combatir el caos.
También insisten en que no van a haber, ni ha habido, bajas civiles, a causa de la intervención de la coalición internacional; pero ese rollo de los "bombardeos quirúrgicos" ya hemos visto lo que significa en Afganistán, donde los aviones no tripulados han destrozado poblados enteros en la frontera con Pakistán.
Finalmente, la única justificación que les queda es que esta es una intervención militar "aprobada por la ONU", es una "guerra legal". Por supuesto que para la población embarcada en alguno de los bandos en conflicto, o víctima del fuego cruzado, que esta sea una guerra "con papeles" no le protege de entregar su vida en una pelea entre bandas de la burguesía que la explota.
Pero el apoyo de la ONU, ¿Significa la defensa de una "legalidad internacional"? La única "legalidad internacional" es la que imponen las relaciones de fuerza entre los diferentes rivales imperialistas, y la ONU, esa "cueva de ladrones" como la llamaba Lenin, sólo es el reflejo de esas rivalidades. Como lo muestran las disensiones entre los diferentes rivales imperialistas. De entrada Alemania se ha desmarcado de la operación, junto con China y Rusia; pero incluso entre los participantes de la operación militar, las rivalidades son evidentes: USA ha mostrado su disgusto por el protagonismo que pretende arrogarse Francia y GB está empujando abiertamente a derribar a Gadafi, cosa que los demás no comparten demasiado ni siquiera Francia. Para el capital español, la presencia militar en la operación supone una tentativa de no perder pie en todo el trabajo que ha desarrollado por tener una presencia en el mundo árabe.
El cinismo de la burguesía no tiene límites. El mismo Gadafi al que estigmatizan hoy como tirano y asesino, era no hace tanto, desde 2004 una vez olvidado el atentado Lockerbie, objeto de seducción de las diferentes potencias. En 2007 plantó su Haima en los jardines del Eliseo en París (que mantiene sustanciosos contratos de venta de armamento a Libia) y recibió igualmente delegaciones norteamericanas. (en 2005 las principales beneficiarias de contratos de gas y petroleo eran compañias USA).
Las "guerras de izquierdas" son también guerras imperialistas a las que el proletariado tiene que oponer una guerra de clases contra la burguesía en cada capital nacional. Contra el "sí a la guerra" de Libia, lucha de clases.
Hic Rhodas, 21.03.11
A la sombra indirecta de Izquierda Unida y de ATTAC, que aspira a ser algo así como una Internacional Ciudadana, el día 19 de febrero se reunieron en Madrid una serie de mediáticos promotores intelectuales de izquierdas, que han lanzado una especie de manifiesto-programa dirigido a la ciudadanía del país y al que cualquiera puede dar su apoyo, vía internet, con solo enviar el nombre completo, el mail e indicando la localidad. Entre los numerosos convocantes había gente que, aunque la mayoría no pertenece nominalmente a ningún partido, sus análisis sobre los problemas y opiniones son tenidas en cuenta por lo que nosotros llamamos "La Izquierda del Capital"[1].
Reformar el capitalismo ¿Cómo? A través de medidas "progresistas" de capitalismo de Estado contra la ofensiva neoliberal, contra el poder de las multinacionales, de la banca, de la corrupción como norma y de los paraísos fiscales, mediante unas medidas de corte "radical", pero que en el fondo solo constituyen un reforzamiento, aún mayor del Estado para, aparentemente, mantener sus prestaciones sociales y de esa manera realizar una hipotética "redistribución de la renta" que beneficiaría a los obreros. Pero ¿Cuál ha sido la experiencia? En realidad y durante los últimos 40 años, se ha operado una "redistribución de la renta" consistente en desposeer crecientemente a los trabajadores en beneficio de los capitalistas; la parte proporcional de la renta de numerosos países, desde USA hasta España, ha evolucionado en el sentido de ser cada vez mayor la parte atribuida a los más ricos y cada vez menor la asignada a los más pobres, así la participación de los salarios en la renta nacional baja continuamente desde 1973. Esa tendencia general del capitalismo durante los últimos 40 años, del paso a paso, ahora se ha precipitado con la crisis y su expresión dramática son los profundos y rápidos ataques a las condiciones de vida y futuro de la clase obrera. Precisamente las medidas que pretende el Manifiesto se presentan como un punto de inflexión en esa tendencia, como un medio de volver del creciente e imparable "Estado del malestar" al mítico "Estado del bienestar", que se fue
En el breve espacio de lo que es un artículo, no podemos entrar a criticar el llamamiento que hacen y el programa que patrocinan estas mesas de convergencia ciudadana, solo esbozaremos unas breves pinceladas.
El primer golpe ya lo dan en la frente. El llamamiento se hace para "despertar la conciencia de la opinión pública" pero ¿qué clase de conciencia es esta? ¿Existe esta clase de Conciencia? ¿Esa "opinión pública" no es algo que se cocina mediante los medios llamados de comunicación que repiten hasta la nausea sus campañas para abandonarlas a los 4 días y cambiarlas por otras? Nosotros creemos que la única conciencia verdaderamente trasformadora y revolucionaria es la del proletariado como clase, que se basa en la destrucción de las relaciones capitalistas de producción, mientras tanto todo lo demás no es más que el dominio de las ideas de las clase explotadora, aunque tengan, como en este caso, el barniz de la ciudadanía, lo que estamos dispuestos a debatirlo de manera rigurosa y argumentada.
También en el llamamiento dicen que las grandes empresas, los bancos y el poder financiero "extorsionan a los gobiernos elegidos" ¡pobrecitos ellos! En realidad lo que vemos en el tablero capitalista mundial, por encima de los personajes que en un momento u otro ocupen los cargos gubernamentales, son estados nacionales que defienden como un todo su capitalismo nacional y que se enfrentan, de forma directa o indirecta, en los diferentes conflictos y que lo que funciona es el arruina a tu vecino en tu provecho. Lo que hace cada Estado, que es la personificación del interés global del capital nacional es procurar, sino puede aumentar su poder e influencia en las relaciones internacionales a costa de otros, es por lo menos no perder posiciones también a favor de otros. Así funciona el sistema capitalista ya sea una democracia o un régimen autoritario.
Ya dentro de los diez puntos que forma lo que podríamos llamar el programa, hay todo un panel de reivindicaciones que van desde medidas contra el desempleo, la violencia de género, reformas del sistema fiscal hasta el saneamiento de las finanzas y la "elaboración y dotación presupuestaria de un plan de urgencia por la igualdad como base de la lucha contra la crisis..." "Renegociación del pago de la deuda pública...". Al parecer todavía hay gente que se cree estas quimeras. Decimos sobre esto lo mismo que antes respecto a la soberanía nacional, pero referido a la crisis. Esta crisis afecta a la economía privada, a las monedas y a las finanzas de los propios Estados, todos endeudados hasta las cejas, los fuertes y los débiles; Los Estados están atiborrados de deudas y sus arcas exhaustas, para pagar las deudas que vencen necesitan volver a endeudarse, viven casi al día y es una pura ilusión señalar que el Estado capitalista va emplear algún medio a favor de los pobres, la realidad es totalmente la contraria, su única posibilidad de ir tirando es atacar las condiciones de vida de los trabajadores en todos los ámbitos: salarios, desempleo, sanidad, jubilación, etc. Las pomposas reivindicaciones de las mesas de convergencia son incompatibles con el capitalismo en esta época de su total estancamiento. En los últimos 40 años el crecimiento capitalista ha podido ir tirando gracias a un continuo endeudamiento a todos los niveles, la verificación de este fenómeno es fácil de ver en las estadísticas de la burguesía. También encontramos descabellados los lamentos que se hacen en contra de la economía especulativa y a favor de la economía productiva, señalando una serie de medidas de Capitalismo de Estado objetivamente inviables. Billones de dólares se han desplazado de la economía productiva a la especulativa en base a la lógica capitalista que busca máximos beneficios y, por otra parte, la economía real de bienes y servicios no tiene salida rentable, menos ahora con la crisis generalizada de la deuda[2]. Si estos señores, en vez fijarse en un momento histórico del capitalismo, analizaran un poco la historia de este sistema se darían cuenta que el capitalismo hace mucho tiempo que perdió las señas de identidad que le caracterizaban en su época de desarrollo, ese periodo de esplendor no puede volver de la misma manera que no existe el rejuvenecimiento en las personas, está hundido en la decadencia, es un cadáver histórico. Pero este personal político está al servicio de la burguesía y es imposible que de ahí surja ninguna meditación en este sentido, mejor dicho deben envenenar el menor brote de reflexión que nazca en la clase obrera, precisamente por eso hacen lo que hacen.
La época de las reivindicaciones ciudadanas ya han pasado a la historia, es cosa de una época capitalista que se fue para no volver: la verdadera división de poderes, la lucha por los derechos de la mujer, el llamado "estado del bienestar", la erradicación de la corrupción como norma etc., es un esfuerzo baldío en el actual capitalismo, porque el sistema ya no tiene margen para asimilar medidas de corte progresista, por tanto todos los esfuerzos que vayan en esa dirección no solo serán un despilfarro sino que acarrean la desmoralización de los trabajadores que participen.
Como siempre en este tipo de parloteos tramposos, se cuidan mucho de no hablar y denunciar cosas sensibles para los Estados, para algo lo que se pide es más Estado; puestos a proponer cosas imaginativas, ya que están en plan "anticapitalista", y que sí podrían hacer los "gobiernos elegidos y extorsionados", los artífices del llamamiento lo eluden en todo momento: Por ejemplo no estaría nada mal que se publicaran todos los tratados secretos que tiene España y se prohibiera la diplomacia secreta, que se televisaran en directo los Consejos de Ministros, que las declaraciones de guerra, la intervención en cualquier conflicto armado, la firma de la paz, se hiciera de forma electoral y democrática ¿conocemos algún caso de que se hagan estas prácticas u otras análogas en las más rancia y reputadas democracias burguesas del mundo?. Ni las "candorosas" y envidiadas democracias, como Suecia o Noruega, contemplan poner en práctica semejantes medidas u otras más modestas, son incompatibles con la naturaleza del capitalismo y con la democracia burguesa.
Vamos a terminar con unas líneas escritas por un obrero concienciado de Barcelona que conocemos y que no es militante de la CCI, pero que se da cuenta del montaje en curso, un compañero mas práctico que teórico. Escribió estas líneas saliendo al paso de una convocatoria de debate promovida por el Colectivo kaosenlared sobre las próximas elecciones municipales de mayo y a la que están invitados los representantes de varios partidos catalanes de izquierdas: Candidatura d'Unitat Popular, Revolta Global, Esquerra anticapitalista, Partit Comunista del poble de Catalunya, Esquerra Unida y Corrent Roig. Las líneas que escribió este obrero, con las que solo en una parte estamos de acuerdo, son una reflexión que se puede aplicar al montaje de las Mesas de Convergencia Ciudadanas. Se cita una parte del texto tal cual está escrito:
"Compañeros en la actualidad ya no vale los frentes unidos que aceptan el sistema capitalista ni la colaboración de clases ni los sindicatos que negocian con explotadores y mafiosos.
Hace falta la unión de los partidos revolucionarios comenzando por la creación de los consejos obreros Hay que desmarcarse de las posiciones burguesas que colaboran con el sistema..."
Al contrario hemos de denunciar los partidos que colaboran y respetan a los capitalistas
Hemos de exigir que se repudien todos los partidos que no condenen el capitalismo y negarnos a participar en las elecciones
"........Y hacer una campaña denunciando todas las aberraciones del sistema reaccionario....." (Parfeta)
10-03-11
[1] "El conjunto de partidos y grupos que defienden, incluso condicionalmente o de manera "crítica", ciertos Estados o ciertas fracciones de la burguesía contra otras sea en nombre del "socialismo", de la "democracia", del "antifascismo", de la "independencia nacional", del "frente único" o del "mal menor"; que participan, de la forma que sea, en el juego burgués de las elecciones, en la actividad antiobrera de los sindicatos o en la mistificación autogestionarias son órganos del aparato político del capital". Cita sacada del punto XIII de nuestra Plataforma
[2] El Nobel de economía Joseph E. Stiglitz, una autoridad de la burguesía en materia de economía y defensor de una mayor intervención estatal frente a la crisis, dice: "El desfase acumulado entre la producción real de la economía y su producción potencial asciende a billones de dólares". Stiglit: "Caída Libre". Edit. Taurus 2010, pág. 49.
Primero fue el recorte del 5% a los funcionarios, luego vino la Reforma Laboral, recientemente la Reforma de las Pensiones a través del Pacto Social firmado por los sindicatos. Pero las cosas no acaban ahí: siguen, siguen y siguen ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?
En esta situación, que se ve acompañada por el incremento de la inflación y del paro así como del recorte de las ayudas a los parados, vemos que ahora el Gobierno Central y los Gobiernos autonómicos conjugan sus esfuerzos para imponer recortes en la enseñanza.
A nivel nacional, el Gobierno ha reducido la Oferta Pública de Empleo en educación a un 30% de reposición de funcionarios mientras que en la Comunidad Valenciana la oferta pública de empleo ha caído en picado: de 1800 puestos ofertados en 2007 pasamos a ¡110 en 2011!
El Gobierno autonómico ha suprimido entre 1200 y 1500 puestos correspondientes a interinos, todo ello forma parte de una reducción tremenda en los presupuestos educativos que repercute directamente en la propia calidad de la enseñanza a través de la reducción de puestos de trabajo (además de los salarios de los funcionarios docentes). Ello hará que muchos programas educativos desaparezcan de los centros escolares, que aumenten los ratios profesor-alumno y que incrementen el número de horas lectiva con cargo a los profesores (se habla de que quieren hacernos trabajar el mes de Julio y de que en Secundaria el próximo curso pasaremos de 18 a 20 horas lectivas). Al mismo tiempo las comisiones de servicio se ven sometidas a la arbitrariedad y el enchufismo más descarados por parte de los gobernantes del PP.
Para satisfacer sus escandalosos vínculos clientelares, para propiciar divisiones y enfrentamientos entre padres, profesorado, alumnado etc., el Gobierno autonómico, refuerza la enseñanza privada lo que no significa mejora de la calidad de la educación sino degradarla aún más mientras al mismo tiempo se calcula en 900 los centros donde se da la enseñanza en barracones.
Necesitamos la unidad y la auto-organización.
Unidad: los trabajadores de la enseñanza necesitamos ganar a padres, vecinos, alumnos, estudiantes... Luchar solos y aislados es facilitar a los políticos su política populista (como con los controladores) que ponga a los "indignados" padres y demás personas en nuestra contra con el discurso de que tenemos trabajo fijo, un buen salario y trabajamos menos que los demás y con más vacaciones. Todo eso es demagogia: no solamente estamos afectados TODOS por la reforma de las pensiones, los recortes salariales, la inflación, la amenaza del paro, el no futuro..., sino que a todos nos afecta la degradación de la enseñanza, el aumento de ratio de profesores por alumno, los barracones, el desastre de los planes educativos. Necesitamos unirnos y no ir cada cual por su lado.
Auto-organización: para que la lucha sea eficaz debe ser organizada, controlada y dirigida por Asambleas Abiertas donde en unidad con padres, alumnos y vecinos, podamos discutir cómo podemos responder, qué medidas tomar, cómo ganar la simpatía de los demás trabajadores. Si Gobierno Central y Gobierno Autonómico, aunque estén en manos de distintos partidos, llevan una política anti-social mancomunada, ¿hemos de ofrecerles el regalo de actuar cada cual encerrado en su sector, profesores, padres y alumnos cada uno a la suya?
Si compartes estas propuestas y estas inquietudes, si quieres romper el aislamiento y la pasividad, si estás harto de lamentarte de todo y no hacer nada, te animamos a unirte a nuestras reuniones. Tenemos muchas ideas e iniciativas que entre todos podemos impulsar.
Colectivo de Trabajadores de Valencia
Nos reunimos en Laboratorio de Arte en Vivo, junto a Museo Benlliure c/Blanquerías 22 Bajo. Nuestro correo es [email protected] [10] próxima reunión miércoles 9 de marzo a las 19 horas. Escríbenos con tus ideas, tus propuestas y comentarios. Pasa esta nota a más gente. Participamos en la Red de Solidaridad de ESPAREVOL: Espacio Revolucionario de Debate y Encuentro. esparevol.forumotion.net
Economías nacionales endeudadas a tope, socorridas las más débiles para evitarles la bancarrota a ellas y a sus acreedores; planes de austeridad para intentar frenar el endeudamiento que lo único que hacen es incrementar los riesgos de recesión y, por lo tanto, de quiebras en serie; intentos de relanzamiento mediante el recurso a la máquina de fabricar billetes, con lo que se relanza, sí..., la inflación; atolladero a nivel económico que hace aparecer a una burguesía incapaz de proponer una política económica con algo de coherencia.
El "rescate" de los estados europeos.
En el momento que Irlanda negociaba su plan de "rescate", las autoridades del FMI reconocían que Grecia no podría reembolsar el plan que FMI y Unión Europea pusieron en marcha en abril de 2010, y que, por mucho que evitaran usar la expresión, habría que reestructurar la deuda de ese país...
Evidentemente, ese nuevo regalo a Grecia debe acompañarse por nuevas medidas de austeridad. Tras el plan de austeridad de 2010 (supresión del pago de dos meses de pensión, baja de indemnizaciones en el sector público, subida de precios, debida entre otras cosas a la subida de las tasas sobre la luz, los carburantes, alcohol, tabaco, etc.), se están preparando decisiones para suprimir empleos públicos.
En Irlanda, el guión es parecido. Los obreros están soportando su cuarto plan de austeridad: en 2009, los salarios de los funcionarios ya soportaron una baja entre 5 y 15%, se suprimieron subsidios sociales, no se sustituyó a jubilados. El nuevo plan de austeridad negociado a cambio de un plan de "rescate" del país contiene la baja del salario mínimo de 11,5%, la baja de los subsidios familiares, la supresión de 24.750 plazas de funcionarios y el aumento del IVA del 21% al 23%. Y, como en Grecia, es evidente que un país de 4,5 millones de habitantes, cuyo PIB era en 2009 de 164.000 millones de euros, no conseguirá reembolsar un préstamo de 85.000 millones de euros. Para ambos países no cabe la menor duda de que esos planes de austeridad tan brutales lo único que conseguirán es hundir a la mayoría de la población en la miseria más absoluta.
La insolvencia acecha a otros países como Portugal y España, y para hacer frente a su deuda han adoptado planes de austeridad draconianos, que como en Grecia e Irlanda son antesala de otras medidas de ataque suplementarias.
La gravedad de lo que acarrearía una incapacidad de las economías griega e irlandesa para asumir su deuda va mucho más allá de las fronteras de esos países. Es precisamente eso lo que explica el pánico que se apoderó de las altas esferas de la burguesía mundial. Así como los bancos irlandeses poseían créditos considerables en toda una serie de países del mundo, los bancos de los grandes países desarrollados poseen créditos colosales de los estados griego e irlandés (los bancos franceses estarían expuestos a una altura de 21.100 millones de euros en Irlanda, los alemanes 46.000 millones, los británicos 42.300 millones y los estadounidenses 24.600).
Sin el reflotamiento de Grecia e Irlanda, la situación habría sido de lo más difícil para los bancos acreedores y, por lo tanto, de los estados de los que dependen. Así ocurre muy especialmente con países cuya situación financiera ya es muy crítica como Portugal y España, y que, también ellos, están muy implicados en Grecia e Irlanda.
Y no solo eso. Si no se hubiera reflotado a Grecia e Irlanda, eso habría significado que las autoridades financieras de la UE y el FMI no garantizan las finanzas de los países en dificultades, sean Grecia, Irlanda, Portugal o España, etc. La consecuencia habría sido una estampida al grito de "sálvese quien pueda" de los acreedores de esos estados, la quiebra garantizada de los más débiles, el hundimiento del euro y una tempestad financiera comparada con la cual, las consecuencias de la quiebra del banco Lehman Brothers en 2008 habrían parecido una suave brisa marina. En otras palabras, al acudir en auxilio de Grecia e Irlanda, las autoridades financieras de la UE y del FMI, no iban con la preocupación de salvar a esos dos estados y menos todavía a la población de esos dos países, sino la de evitar la desbandada del sistema financiero mundial.
Los países de la zona Euro se encuentran, sin embargo, ante una dificultad suplementaria pues al estado que se endeuda no le queda la posibilidad de crear por su cuenta los medios monetarios para "financiar" sus déficits, ya que tal posibilidad es únicamente incumbencia de una institución exterior, o sea, el Banco Central Europeo. Otros países como Reino Unido o Estados Unidos, muy endeudados también, no tienen ese problema pues tienen autoridad para fabricar moneda propia.
Sea como sea, las cotas de endeudamiento de todos esos países demuestran que sus compromisos superan con creces sus posibilidades de reembolso a unos niveles delirantes. Se han hecho cálculos que demuestran que Grecia debería, como mínimo, alcanzar un excedente presupuestario del 16 o 17% para estabilizar su deuda pública. En realidad, todos los países del mundo están endeudados hasta el punto de que su producción nacional no permite reembolsar la deuda. Eso significa que los estados e instituciones privadas poseen deudas de créditos que nunca serán pagados.
Nos encontramos, pues, a la vez...¡con planes de austeridad y con planes de relanzamiento! ¿Qué explicación tiene semejante contradicción?
Como demostró Marx, el capitalismo sufre por naturaleza de una insuficiencia de mercados pues la explotación de la fuerza de trabajo de la clase obrera acarrea necesariamente la creación de un valor mayor que la suma de los salarios pagados, debido a que la clase obrera consume mucho menos de lo que produce. Durante los años que van hasta finales del siglo XIX, la burguesía pudo solventar ese problema mediante la colonización de territorios no capitalistas, territorios en los que forzaba a la población, por múltiples medios, a comprar las mercancías producidas por su capital. Las crisis y las guerras del siglo XX ilustraron que esa manera de solventar el problema de la sobreproducción, inherente a la explotación capitalista de las fuerzas productivas, había alcanzado sus límites. O sea que los territorios no capitalistas del planeta ya no eran suficientes para permitir a la burguesía dar salida a sus excedentes de mercancías que la acumulación ampliada produce y que son resultado de la explotación de la clase obrera. Los desajustes de la economía que se produjeron a finales de los años 1960 y que se concretaron en crisis monetarias y en recesiones, confirmaron que se habían agotado prácticamente los mercados extracapitalistas como medio para absorber el sobreproducto de la producción capitalista. La única solución que se impuso entonces fue la creación de un mercado artificial alimentado por la deuda. Eso permitía a la burguesía vender a estados, a familias y a empresas unas mercancías sin que dispusieran de medios reales para comprarlas.
Tarde o temprano las deudas deben ser progresivamente reembolsadas y sus intereses sistemáticamente pagados, pues el acreedor no sólo va a salir perdiendo, sino que encima él también corre el riesgo de quebrar.
Ahora bien, la situación de una cantidad creciente de países europeos demuestra que ya no pueden seguir saldando la parte de la deuda que les exigen sus acreedores. Esos países se encuentran ante la exigencia de tener que reducir su deuda recurriendo sobre todo a la reducción de gastos, pero resulta que lo que han demostrado los cuarenta años de crisis es que el aumento de la tal deuda es el requisito ineludible para que la economía mundial no entre en recesión. Esa es la misma contradicción insoluble ante la que se encuentran, con mayor o menor crudeza, todos los estados. Las sacudidas financieras que circulan por Europa en estos últimos tiempos, son así el resultado de las contradicciones básicas del capitalismo, haciendo aparecer el callejón sin salida de ese modo de producción.
En el momento mismo en que muchos países del mundo instauran políticas de austeridad más o menos duras, con su efecto de reducir la demanda interior, incluidos los productos de primera necesidad, se incrementan fuertemente los precios de las materias primas agrícolas: más del 100% el algodón en un año, más del 20% el trigo y el maíz entre julio de 2009 y julio de 2010 y el 16% el arroz entre abril de 2010 y octubre de 2010, y la tendencia es parecida para los metales y el petróleo.
El despegue de la inflación no es un fenómeno exótico reservado para los países "emergentes" (en China entre el 8 y el 10%, en India del 8,6% y en Rusia del 8,5%) pues los países desarrollados también la sufren: el 3,3% en Reino Unido, el 1,9% en Alemania...
Las inflación no siempre está causada por un desfase entre la oferta y la demanda. Otro factor muy diferente, que actúa desde hace décadas, es el aumento de la masa monetaria. En efecto, el uso de la máquina de fabricar billetes, o sea, la emisión de más masa monetaria sin que la riqueza nacional correspondiente aumente, desemboca inevitablemente en una depreciación de la moneda de que se trata, lo que se traduce en aumento de precios. Y todos los datos comunicados por los organismo oficiales hacen aparecer desde 2008, fuertes aumentos de la masa monetaria en las grandes zonas económicas del planeta.
Otro factor que explica el alza de los precios es la especulación. Al ser demasiado floja la demanda, sobre todo a causa del estancamiento o de la baja de los salarios, las empresas ya no pueden aumentar los precios de las mercancías en el mercado por el riesgo de no poder darles salida y registrar pérdidas. Esas mismas empresas o inversores se separan así de la actividad productiva, demasiado poco rentable y por lo tanto demasiado arriesgada, y se van a dedicar a hacer inversiones: compra de productos financieros, de materias primas o monedas con la esperanza que podrán revenderlas con una ganancia sustanciosa; así, van a transformar esos "productos" en activos con los cuales especulan. El problema es que una buena parte de esos productos, especialmente las materias primas agrícolas, son también mercancías que entran en el consumo de la mayoría de los obreros, de los campesinos, de los desempleados, etc. En fin de cuentas, además de la baja de sus ingresos, una gran parte de la población mundial va a tener que vérselas con el aumento del precio del arroz, del pan, de la ropa, etc.
Lo que, sin embargo, expresa mejor la guerra comercial actual es la guerra de las monedas. El "Quantitative Easing nº 2" es una necesidad para el capital de EE.UU., pero, la mismo tiempo, la creación de moneda que entraña significa que va a bajar su valor y, por lo tanto, de los productos "made in USA" en el mercado mundial (en relación con los productos de otros países), lo cual es una medida proteccionista especialmente agresiva. Y los objetivos de la infravaloración del yuan chino son los mismos.
Pero a pesar de la guerra económica, los diferentes estados se han visto obligados a entenderse para evitar que Grecia e Irlanda suspendieran pagos por su deuda. Eso significa que también en ese ámbito, lo único que puede hacer la burguesía es tomar medidas muy contradictorias, dictadas por el atolladero en que está metido su sistema.
En realidad, a la burguesía no le queda sino la alternativa entre dos políticas, algo así como entre la peste y el cólera:
. O hace como con Grecia e Irlanda fabricando moneda, pues tanto los fondos de la Unión Europea como los del FMI provienen de la máquina de fabricar billetes de los diferentes estados miembros; y en ese caso, vamos recto a una depreciación de las monedas y una tendencia inflacionistas que será cada vez más galopante.
. O practica una política de austeridad muy draconiana con vistas a estabilizar la deuda. Alemania preconiza esta solución para la zona euro, pues las particularidades de esa zona hacen que sea, a fin de cuentas, el capital alemán el que tiene que pagar la mayor parte del apoyo a los países en dificultad. La conclusión de tal política sólo podrá ser la caída vertiginosa en la depresión, como se ha visto con la caída de la producción en 2010 en Grecia, Irlanda y España tras los planes de "austeridad" que en esos países se adoptaron.
La única y verdadera solución al callejón sin salida capitalista es la que se despejará de las luchas, cada día más numerosas, masivas y conscientes que la clase obrera se ve obligada a llevar a cabo por el mundo entero, para resistir a los ataques económicos de la burguesía. La solución requiere evidentemente que se acabe con este sistema cuya contradicción principal es producir para la ganancia y no para la satisfacción de las necesidades humanas.
De la Revista Internacional nº 144
"¡Nos tememos lo peor!". Tal es la tonalidad que domina los titulares de los periódicos, de las televisiones o que se expresa en la boca de los dirigentes del planeta. Sin embargo, ¡lo peor lo estamos sufriendo ya! Porque atrapada en la sucesión de terremotos, tsunamis y accidentes nucleares que no parecen acabarse, la población japonesa se encuentra en una situación espantosa. Pero igualmente porque son también millones de personas en el planeta que viven bajo la espada de Damocles de una nube nuclear provocada por los reactores de Fukushima Esta vez, no estamos ante un país pobre como Haití o Indonesia sino uno de los Estados más industrializados del mundo altamente especializado en tecnologías punta. Un país cuya población ha sido la primera en sufrir los peligros de la energía nuclear con las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Una vez más, la locura del capitalismo y la irresponsabilidad de la burguesía, se muestran abiertamente. Hoy, el mundo toma conciencia de que 127 millones de personas han sido amontonadas en un territorio minúsculo, especialmente superpoblado en las costas, donde predominan casas de madera en áreas permanentemente expuestas a terremotos y olas gigantes que pueden tragárselo todo en unos minutos. Esta densidad de población aumenta evidentemente las pérdidas humanas en caso de catástrofe[1].
Como si esto no fuera bastante, las centrales nucleares que constituyen auténticas bombas de relojería, se han construido sin tener en cuenta el elevado riesgo de terremotos, la mayoría se ubican en zonas costeras fuertemente pobladas por lo que son muy vulnerables a los tsunamis. De los 55 reactores instalados en territorio japonés 11 de ellos se han visto afectados por accidentes. Se ha hablado de los accidentes nucleares pero apenas se ha comentado de complejos petroquímicos, construidos a orilla del mar y que algunos de ellos se han incendiado lo que ha venido a sumar a la catástrofe nuclear catástrofes ecológicas de difícil evaluación[2].
Se nos insiste que es un fallo de la naturaleza, que no se puede prever la fuerza de los seísmos y la amplitud de los tsunamis. Es verdad. Pero lo que resulta chocante es que el capitalismo que durante dos siglos ha desarrollado espectaculares avances científicos y técnicos -que podrían ser aprovechados para prevenir este género de catástrofes- siga haciendo sometiendo a la humanidad a situaciones de alto riesgo. El mundo capitalista actual cuenta con enormes medios tecnológicos pero es incapaz de utilizarlos para el bienestar de la humanidad, a sus ojos solo cuenta la ganancia capitalista... en detrimento de nuestras vidas.
Un ejemplo: tras la catástrofe de Kobe en 1995, el Estado japonés había desarrollado una política de construcción de edificios anti-sísmicos que se han mantenido muy bien... pero la mayoría se destinaron a viviendas de alto nivel y a inmuebles de oficinas.
La población se ve sometida a tasas de radiación que oficialmente[3] son 40 veces la normal en la línea de 250 kilómetros desde Fukushima hasta Tokio. Sin embargo, ¡esa tasa de radiación ha sido declarada"sin riesgo" por el gobierno japonés!
Abundan las comparaciones con los precedentes de grandes accidentes nucleares, Three Mile Island (Harrisburg, Pensilvania) en Estados Unidos en 1979 y Chernobyl (Rusia) en 1986. Se nos asegura que "por el momento" en Japón se está muy lejos de la gravedad de este último.
¿Podemos sentirnos seguros antes estos razonamientos tan ostensiblemente optimistas? ¿Cómo podemos evaluar el peligro real que suponen los accidentes de Fukushima?
Hoy por hoy, Japón sufre una polución nuclear de altas proporciones, los responsables de TEPCO -la empresa que explota las centrales nucleares- trastean sin rumbo para evitar la explosión exponiendo desvergonzadamente a empleados y bomberos a tasas de radiación fatales. Provoca náuseas que el gobierno japonés califique a estos trabajadores kamikaze de héroes cuando es el principal responsable de esta política totalmente desorganizada. La impotencia de la burguesía es de tal calibre que tras una semana de tentativas desesperadas de enfriar los reactores dañados, tras haber proyectado conectar cables para servirse de los reactores en fusión para sacar electricidad -lo que los expertos han calificado de empresa de alto riesgo- han acabado por recubrir la central más afectada de arena y cemento... ¡haciendo lo mismo que en Chernobyl![4]
En 1979, Washington había mentido sobre las consecuencias radioactivas del accidente, a la vez que evacuaba 140 mil personas de la zona; si bien es verdad que no hubo que lamentar ninguna muerte, los cánceres se han multiplicado a continuación por centenares, lo que el gobierno norteamericano jamás ha querido reconocer.
Respecto a Chernobyl, afectada por graves deficiencias en su estructura y su mantenimiento, el gobierno ruso había escondido durante semanas la urgencia de la situación. Solamente cuando explotó un reactor y se liberó una inmensa nube nuclear que se extendió tanto en altura como en longitud, el mundo entero captó la amplitud de la catástrofe. Pero no creamos que se trate de una especificidad estalinista. Los responsables occidentales hacen exactamente lo mismo. En esa época el estado francés lanzó una mentira XXL diciendo que la nube radioactiva procedente de Chernobyl ¡se había detenido en las fronteras orientales de Francia!. Hoy todavía la OMS (Organización Mundial de la Salud), estrechamente ligada a la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), saca un balance ridículo de la explosión de Chernobyl: habla solamente de 50 muertos, 9 muertes de niños por cáncer y ¡4000 cánceres potencialmente mortales! En realidad, según un estudio de la Academia de Ciencias de Nueva York, 985 mil personas perecieron a causa del accidente[5].
Pero son precisamente esos organismos los que se encargan de sacar un balance de Fukushima y de informarnos sobre los riesgos en curso. ¿Cómo darles un mínimo crédito? Por ejemplo, ¿qué va a ser de los que se llama "liquidadores" de Fukushima (los que intervienen en las centrales para tareas de urgencia) cuando sabemos que «los 830 mil "liquidadores" que intervinieron en Chernobyl, tras los hechos murieron entre 112 y 125 mil de ellos?»[6]. Todavía hoy, los medios de comunicación insisten en ocultar que el núcleo de la central sigue en situación de alto riesgo porque no paran de añadirse nuevas capas de cemento. Igualmente se oculta que la central de Fukushima registró más de 200 incidentes en los últimos 10 años.
Todos los países mienten sobre la realidad del peligro nuclear. El Estado francés no cesa de declarar con aplomo que los 58 reactores nucleares del hexágono están en perfecto estado de revista, cuando resulta que la mayoría de las centrales están encima de zonas sísmicas y en áreas marítimas o fluviales con riesgo de inundación. En 1999, el curso de una tempestad que causó importantes estragos en el territorio francés y 88 muertos, la inundación de la central de Blayais, próxima a Burdeos, estuvo a punto de provocar la fusión del reactor. La central de Fessenheim cuya obsolescencia es tal que ya debería estar cerrada. Sin embargo, mediante piezas de recambio (muchas de ellas no homologadas) continua funcionando a trancas y barrancas lo que debe provocar tasas de radiación muy nocivas para el personal de mantenimiento. ¡En eso consiste el "control" y la pretendida "transparencia"!
Desde el 11 de marzo, los medios de comunicación nos habían insistido sin mover una pestaña que las centrales nucleares japonesas eran las más seguras del mundo. Dos días después nos decían que la empresa TEPCO había ocultado en el pasado ciertos incidentes nucleares con efectos radioactivos. ¿Por qué serían no menos "seguras" las centrales francesas donde «en el espacio de 10 años, el número de incidentes menores o anomalías en las instalaciones se ha doblado»[7]? , «Alrededor del 20% de los 440 reactores civiles en actividad en el mundo están situados en zonas calificadas de "importante actividad sísmica", según la Asociación Mundial de lo Nuclear (World Nuclear Association, WNA), una agrupación de industriales. Algunos de los 62 reactores en construcción están igualmente situados en zonas de riesgo sísmico, al igual que otros 500 proyectos, en particular dentro de economías emergentes. Numerosas centrales- incluidos los 4 reactores dañados de Fukushima- se encuentran cerca del "círculo de fuego", un arco de 40.000 kilómetros de fallas tectónicas que engloba el Pacífico»[8]
Informaciones serias «dejan entender que los elementos radioactivos circulan sueltos cada vez más. Por ejemplo, mientras el plutonio no existía en la naturaleza antes de 1945, hoy los encontramos en los dientes de leche de los niños británicos»[9], ¡y eso que Gran Bretaña ha cesado su programa nuclear civil!
En Japón junto con la catástrofe nuclear hay en curso una catástrofe humanitaria. La tercera potencia económica mundial se halla sumida en una situación de crisis sin precedentes desde la 2ª Guerra Mundial.
Los mismos ingredientes aterradores están presentes: destrucciones masivas, muertes por millares, irradiaciones que podrían ser comparables a las de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki.
Millones de personas sobreviven en el nordeste del Japón sin electricidad ni agua potable y con alimentos que escasean, la mayoría contaminados. 600 mil personas están desplazadas y sobreviven precariamente expuestas al frío y la nieve. Mientras el gobierno nipón subestima la situación y da las informaciones en cuentagotas, se pueden contar por decenas de miles el número de muertos. El mar no cesa de arrojar cadáveres sobre las costas. Las destrucciones en viviendas, escuelas, hospitales etc., son gigantescas.
Pueblos, trenes, inmuebles, ciudades enteras, han sido arrasadas por el tsunami que ha golpeado la costa nordeste. Algunas poblaciones, atrapadas en estrechos valles como es el caso de Minamisanriku, han visto perecer o desaparecer la mitad de sus 17 mil habitantes. Con el tiempo de alerta de 30 minutos anunciado por el gobierno, las carreteras se han visto rápidamente embotelladas y los más atrasados han perecido a la merced de las olas.
La población ha sido saludada por los media occidentales por su "ejemplar coraje" y su "disciplina"; una población a la que el primer ministro japonés ha llamado a «reconstruir el país a partir de cero», lo que puede traducirse en palabras claras que la clase obrera de ese país debe ahora aprestarse a nuevas privaciones, a una explotación redoblada, a una agravación de la miseria.
Todo esto hace las delicias de los que nos presentan a los trabajadores japoneses como una población servil, que hace deporte con su patrón por las mañanas, que se calla y aceptar ser explotada sin rechistar y que espera pasivamente órdenes mientras los edificios se hunden. Estamos seguros del coraje extraordinario de la población de Japón, pero la realidad de su "estoicismo" que tanto cantan los periódicos es diferente. Centenas de miles tratan de huir de Tokio. Pero los que se quedan no es para hacerse los héroes sino porque no tienen otra elección. Por falta de medios financieros pero también por no saber adónde ir o no tener a nadie que les pueda acoger.
Ser refugiado medioambiental no tiene ningún estatus según la convención de las Naciones Unidas aunque sea por una catástrofe reconocida. Se calcula que 50 millones de personas tienen que emigran anualmente debido a catástrofes medioambientales en el mundo.
Este sistema de explotación furiosa es cada vez más inhumano. Como decía el Foro de nuestra publicación «nosotros no tenemos otra opción frente a este infierno capitalista que Socialismo o Barbarie. Luchar contra él o morir».
Traducido de Révolution Internationale, publicación en Francia de la Corriente Comunista Internacional
[1] Según Google la densidad es de 340 habitantes por Km2, una de las más altas del mundo. Sin embargo, esta cifra es equívoca puesto que de los 127 millones de habitantes, 80 millones se concentran en 14 áreas metropolitanas cuya extensión es apenas de 30.000 km2
[2] Una muestra: «La región de Tohohu, al noreste del país, la más afectada por el seísmo, aporta el 8% del PIB de Japón. Sólo la zona de Sendai, parte de Tohohu, aporta casi un 2% del PIB, en parte a través de su producción agrícola, pero muy especialmente por concentrar varias plantas de fabricación de automóviles y complejos petroquímicos. Sendai, con más de un millón de habitantes, ha quedado anegada prácticamente en su totalidad. La reconstrucción de las viviendas, plantas industriales, reparación de estaciones hidroeléctricas, centrales nucleares y refinerías de petróleo afectadas en distintas zonas del norte del país puede suponer un trabajo de años». Fuente: sur.elargentino.com/notas/la-recuperacion-economica-tendra-que-esperar-anos.
[3] La experiencia nos muestra el escaso crédito que puede acordarse a las cifras oficiales y muy particularmente a la cuestión nuclear: la mentira, la manipulación y la subestimación de peligros constituyen la regla de oro en los dirigentes de todos los países.
[4] La catástrofe había sido prevista: según informa Le Canard Enchaîné del 16-3-11 «Muy cuerdamente, los 8 ingenieros alemanes de Areva que se encontraban en la central de Fukushima sorprendidos por el terremoto en plena operación en un tramo del reactor número 4, desde el viernes 11 de marzo fueron enviados a 40 kilómetros para ponerse al abrigo de lo que pudiera pasar y el domingo 13 enviados a Frankfurt»
[5] Fuente: Le Monde 19-3-11, artículo La inquietante discreción de la Organización Mundial de la Salud.
[6] Fuente: https://www.monde-diplomatique.fr/2010/12/KATZ/19944 [13]
[7] Fuente: "En France, les incidents nucléaires en hausse [14]".
[8] Fuente: https://www.lemonde.fr [15]
[9] Fuente: https://blog.mondediplo.net/2011-03-12-au-Japon-le-seisme-declenche-l-alerte-nucleaire [16]
Han transcurrido efectivamente 90 años desde que los trabajadores de esa ciudad se levantaran contra el Partido Bolchevique, reclamando, entre otras cuestiones, que el poder real volviera a los Soviets sin el Partido Bolchevique. El Partido Comunista tomó entonces la terrible decisión de reprimir este movimiento.
Una de las participantes en este debate, en el que ha firmado como Youhou, nos ha remitido el texto que publicamos a continuación y que queremos saludar encarecidamente. En él busca sintetizar los distintos puntos de vista que se han expresado en el debate y, al mismo tiempo, tomar posición sobre él.
No se trata en manera alguna de darlo por acabado. El espíritu que nos parece apreciar en su texto es, más bien, que sirva como etapa de ese debate. Finalmente queremos unirnos al llamamiento que lanza al final de su carta: "¡Venid a sumaros a este apasionante debate! El debate fraternal es nuestra mejor arma contra la ideología burguesa" [1].
En el fórum de la CCI se está desarrollando actualmente, con ocasión del 90º aniversario de la represión de Kronstadt, una discusión muy animada que merece ser comentada. Es muy interesante pues resulta muy representativa de las posiciones que, sobre este tema, existen en la clase obrera. En este debate se ha expuesto, sin tabúes ni ambages, cómo el ejército rojo, a las órdenes del Partido Bolchevique, aplastó en 1921 la revuelta obrera del Sóviet de Kronstadt. Todos los participantes en este debate compartimos también la voluntad de sacar lecciones de esta masacre, enormemente valiosas para la futura revolución pues tal y como dejo escrito Rosa Luxemburgo a propósito de la revolución rusa: «Queda claro que sólo una profunda crítica y no una apología superficial es lo que puede servirnos para sacar de estas experiencias las valiosas lecciones que conllevan.». A lo largo de las últimas décadas, el debate sobre Kronstadt ha visto marcado por la expresión de dos tendencias diametralmente opuestas: los trotskistas que defienden que este aplastamiento fue una "trágica necesidad", y los anarquistas que creen que el Partido Bolchevique, por el simple hecho de ser un partido, contenía ya los gérmenes de esta degeneración, lo que les lleva a poner en entredicho la necesidad misma de la existencia de un partido de la clase obrera.
Veamos una de las ideas expuestas por Jeannotrouge: «El proletariado no puede constituirse en clase, y consiguientemente tras la revolución en clase dominante, si no es a través de una lucha tenaz en su seno, contra las influencias burguesas que inoculan las diferentes instituciones, organizaciones y partidos, presuntamente "obreros", lucha que no puede eludir el estallido de episodios de confrontación y violencia».
El compañero Mouhamed insiste, aunque de forma algo más matizada, en que los bolcheviques no podían actuar de otra forma.
Pero sobre este punto, yo comparto más bien lo que dicen Tibo y Underthegun: que el aplastamiento de Kronstadt no iba en el sentido del progreso de la revolución. Que esa masacre no era en absoluto necesaria sino que, más bien, precipitó la derrota de la revolución rusa. Y ¿eso por qué? Pues porque quienes fueron masacrados fueron trabajadores y no contrarrevolucionarios de cuello blanco, como el propio Trotsky tuvo que reconocer: «Esperamos todo el tiempo que nos fue posible, para que los marineros, nuestros camaradas ofuscados, abrieran los ojos y vieran donde les conducida el motín». La sociedad comunista no puede nacer de luchas fratricidas. Una masacre así no puede formar parte del arsenal de los revolucionarios. Tibo señala acertadamente: «Sí. Tenemos un mundo "por fin humano" que construir. Y este no puede tener como cimientos cadáveres de trabajadores aniquilados por otros trabajadores». A lo que yo me permito añadir: Y menos de esa manera, tomando rehenes entre sus familiares, condenando a los soldados del ejército rojo que se negaran a disparar,... La violencia de clase es necesaria, por supuesto, pero para la clase obrera esta violencia viene determinada por el objetivo final de su lucha, que no es otro que la liberación de la humanidad del yugo de la explotación. Los camaradas que no están de acuerdo con esta posición han recordado, muy justamente, la contribución de los bolcheviques a la clase obrera. El Partido Bolchevique, liderado por Lenin, jamás traicionó el interés de la clase obrera, y rechazó cualquier alianza para formar un partido de masas, lo que le supuso seguir quedándose en una posición minoritaria entre los trabajadores defendiendo, una y otra vez, la necesidad de no confiar en los socialdemócratas. Este partido defendió el internacionalismo hasta sus últimas consecuencias y apoyó a los trabajadores en su lucha, permaneciendo a su lado incluso cuando sabía que los obreros se equivocaban.
Pero entonces: ¿cómo es posible que este partido, que era plenamente consciente de que el socialismo no podía imponerse por la fuerza sobre la clase obrera, y que el deber del partido era combatir al lado de la clase, tomase las armas contra ella?
Mouhamed plantea: «Para mí que si hubiera habido revolución mundial no habría tenido lugar Kronstadt ni nada parecido». Es verdad que el aislamiento de Rusia fue una de las causas fundamentales de la debacle de la revolución. Muchos trabajadores murieron en la guerra civil, y los Soviets se vieron parcialmente abandonados reduciéndose, en muchos casos, a comités militares poco numerosos que se cernían a decisiones sobre cuestiones estratégicas. Así por ejemplo, cuando el presidente del Bund (el partido comunista judío) preguntó durante el VIIº Congreso de los Soviets, dónde estaba su Comité Ejecutivo Central, Trotsky les respondió: «El CEC está en el frente». A esto cabe sumar los racionamientos alimentarios draconianos por la pérdida de Ucrania auténtico granero de trigo de Rusia, lo que supuso hambrunas, etc. La incorporación del proletariado alemán contagiando a otros proletariados de Europa, y después del mundo, habría representado un segundo aliento para la revolución en Rusia. La CCI escribe en su folleto sobre el período de transición: «Pero el principal peligro de contrarrevolución no provenía ni de los "kulaks", ni de los obreros lamentablemente masacrados en Kronstadt, ni del "complots de los blancos", que los bolcheviques creían ver detrás de esta revuelta. Fue sobre los cadáveres de los obreros alemanes masacrados en 1919 cómo pudo triunfar la contrarrevolución, y fue a través del aparato burocrático de lo que se suponía era el "semi-Estado" del proletariado, como ésta se expresó más poderosamente.». El agotamiento de los Soviets que representan los fundamentos de la dictadura del proletariado, y el confinamiento de la revolución en las fronteras nacionales de Rusia, hizo que el Partido Bolchevique se viese confrontado a disyuntivas enormemente graves y optó por la peor de ellas: eliminar físicamente a su hermanos de clase.
El aislamiento de Rusia en el curso de la revolución mundial nos permite entender, en parte, la actitud de los bolcheviques, pero no explica por qué los Soviets se volvieron contra ellos. Si no hubiese existido tal rebelión esta cuestión ni siquiera se habría planteado. Como yo misma he defendido, al igual que Underthegun, se ve muy claramente, tanto en las reivindicaciones del Soviets de Cronstadt ("Todo el poder a los Soviets"), como en la oleada de huelgas que sacudieron Moscú y Petrogrado, (estamos hablando de 3 de las regiones a la vanguardia de la insurrección de Octubre, dicho sea de paso), que una fosa se estaba abriendo entre la clase obrera y el Partido Bolchevique. He aquí un mensaje de radio destinado "a todos los obreros del mundo" y difundido el 6 de Abril de 1921: « Somos partidarios del poder de los Soviets y no de los partidos. Estamos por la libre elección de los representantes de las masas trabajadoras. Los Soviets fantoches manipulados por el Partido Comunista han sido siempre sordos a nuestras necesidades y reivindicaciones, y no hemos recibido más una única respuesta: la metralla [...]. ¡Camaradas! No sólo os engañan, sino que además desfiguran la realidad y nos difaman de la forma más despreciable [...]. En Kronstadt todo el poder está, exclusivamente, en manos de los marinos, los soldados y los obreros revolucionarios [...]. ¡Vivan el proletariado y el campesinado revolucionario! ¡Viva el poder de los Soviets libremente elegidos! ».
Se puede estar de acuerdo o no con estas reivindicaciones, pero lo que resulta incontestable es que los Soviets se opusieron directamente al Partido al que veían además como a un enemigo. Mi parecer es que la absorción del Partido por el Estado, un órgano que es, por naturaleza, reaccionario y conservador, implicó el alejamiento de los bolcheviques de la clase obrera. En definitiva: el aislamiento en el aislamiento. El Partido se convirtió a la vez en juez y parte, y no pudo comprender que significaba la rebelión de sus camaradas de los Soviets. Underthegun razona acertadamente que: «el "gobierno bolchevique" constituye el verdadero problema de esta revolución aislada y sitiada por todos lados. La urgencia de la situación y los múltiples peligros condujeron a los bolcheviques, a partir de Brest Litovsk en 1918, a asegurar el ejercicio del poder. Pero [...] la dictadura del proletariado no es la dictadura del partido.» Más el partido no representa los intereses de un Soviet o de una parte de la clase obrera, sino que ha de defender los intereses del proletariado mundial. De ahí que la confusión entre partido y Estado, le impidiera ver claramente cuáles eran las orientaciones derivadas del movimiento obrero mundial. Entrampado por las exigencias inmediatas de organización de la revolución, perdió de vista el objetivo final: la liberación de la humanidad. Por eso no estamos hablando de un mero tropiezo en el camino sino de la necesidad de comprender que la dictadura del proletariado debe ser ejercida por los Soviets y en un proceso revolucionario mundial. Hasta aquí hemos analizado las causas materiales y objetivas de este crimen fratricida, pero también ha quedado claro que, al contrario de lo que plantean Prodigy, Jeannotrouge y Mouhamed, evocar únicamente esas condiciones materiales no basta, sino que hemos de integrar en ellas la dimensión ética.
El compañero Underthegun ha insistido mucho en no existe determinismo alguno, y que en el seno de los revolucionarios del Partido Bolchevique, y en idénticas condiciones de urgencia, algunos optaron por defender a sus hermanos los trabajadores de Kronstadt. En cambio Lenin y Trotsky, pudieron elegir, y optaron por masacrar a sus camaradas. Desde mi punto de vista es necesario plantearse esta cuestión, pero los compañeros Mouhamed y Prodigy han objetado en sus intervenciones que: «un análisis marxista no consiste en hacer un balance moral, sino en hacer un balance objetivo y materialista. No se trata de condenar o no, o de decir si es o no es inmoral. Se trata de sacar lecciones sin sentimientos humanistas». Pero balance moral y análisis contextual no se oponen sino que se complementan. No estamos hablando de la moral maniquea de la burguesía, sino del resultado de una larga evolución derivada del hecho de que el ser humano ha desarrollado la civilización, lo que se expresa en la preservación de la especie mediante la solidaridad. Así pues la moral es inherente a las condiciones materiales. El Partido Bolchevique fue degenerando y se encontró ante situaciones inéditas para las que no había receta alguna. Y entonces sí es verdad que eligió la vía que condujo a su perdición, y no es verdad que el aplastamiento de Kronstadt favoreciera la revolución. Pero ¿podría haberse actuado de otra forma? Quizás. ¿Habría que haberlo hecho? ¡Eso es seguro! ¿Por qué algunos dieron la orden de la masacre y otros, en cambio, se opusieron? Pues simplemente porque ante una misma situación la conciencia no es homogénea, y la relación entre conciencia y condiciones materiales no es, en absoluto, mecánica. Por esa razón no debemos examinar la represión de Kronstadt con los ojos de la suficiencia y la superficialidad. Los revolucionarios habrán de enfrentarse a alternativas igualmente cruciales en las luchas futuras. Ahí Kronstadt seguirá siendo un "profundo tesoro de enseñanzas", pues esa desgraciada experiencia seguirá enseñándonos que "no puede haber violencia en el seno de la clase obrera" y que el fin no justifica los medios pero sí los determina.
No habríamos podido debatir de esta cuestión, sin clarificar al mismo tiempo nuestras posiciones sobre el marxismo y también sobre el trotskismo y el anarquismo. ¡Venid a sumaros a este apasionante debate! El debate fraternal es nuestra mejor arma contra la ideología burguesa.
Fraternalmente, Youhou
[1] Por esta misma razón no hemos querido responder aquí a esta compañera. Primeramente porque compartimos lo esencial de su análisis. Y también porque pensamos que esta discusión puede y debe continuar. Para conocer la posición de la CCI sobre este trágico acontecimiento reenviamos a los lectores a dos de nuestros artículos : "La represión de Kronstadt en 1921: un error trágico del movimiento obrero". "1921: Comprender Kronstadt", en la Revista Internacional nº 104 (/revista-internacional/200510/211/entender-cronstadt [19]).
Links
[1] https://es.internationalism.org/files/es/AP218.pdf
[2] http://www.pmpress.org
[3] https://es.internationalism.org/en/tag/noticias-y-actualidad/movimientos-sociales-en-egipto-y-tunez
[4] https://es.internationalism.org/ccionline/2010s/2011_egipto
[5] https://es.internationalism.org/node/3056
[6] https://es.internationalism.org/en/tag/noticias-y-actualidad/guerra-en-libia
[7] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/espana
[8] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/posicion-imperialista-0
[9] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0
[10] mailto:[email protected]
[11] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/intervenciones
[12] https://es.internationalism.org/en/tag/noticias-y-actualidad/crisis-economica
[13] https://www.monde-diplomatique.fr/2010/12/KATZ/19944
[14] https://www.europe1.fr/societe/En-France-les-incidents-nucleaires-en-hausse-497336
[15] https://www.lemonde.fr
[16] https://blog.mondediplo.net/2011-03-12-au-Japon-le-seisme-declenche-l-alerte-nucleaire
[17] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/japon
[18] https://es.internationalism.org/en/tag/noticias-y-actualidad/fukushima
[19] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/211/entender-cronstadt
[20] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/cartas-de-los-lectores
[21] https://es.internationalism.org/en/tag/historia-del-movimiento-obrero/1917-la-revolucion-rusa
[22] https://es.internationalism.org/en/tag/acontecimientos-historicos/hace-90-anos-de-la-tragedia-de-kronstandt