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Una de las tareas más importantes de los revolucionarios es la de desenmascarar movimientos y organizaciones que se presentan como muy “radicales” y “antisistema” y, sin embargo, cuando se les analiza más de cerca, viendo no solo lo que dicen ser sino lo que hacen, se comprueba que constituyen un arma más de la burguesía contra el proletariado. Tal es el caso del llamado “movimiento Anarcopunk”.
Empezaremos preguntándonos ¿Qué es el anarco punk? El Anarco punk es la fusión del Movimiento Anarquista con el Movimiento Punk. Cuando se unen ambos le da al punk una ideología política. El punk viene de los estratos empobrecidos de capas medias, pequeño burguesas e incluso lumpen que se niegan a ser proletarios, estos jóvenes punk surgen del desempleo generado por la vuelta de la crisis capitalista desde finales de los años 60 del siglo pasado. La crisis y ahora la descomposición son un buen caldo de cultivo para el desencanto y los punks expresan así una reacción a la realidad del sistema capitalista. Podemos decir que este movimiento, formado a fines de los años 70s es un subproducto del capitalismo y sus subculturas “underground”.
El anarcopunk como ideología
La CCI quiere alertar de este peligro contra la clase obrera porque este se presenta como un movimiento internacional con una ideología anarquista y que promulgan la revolución social, utilizan conceptos de cambio social basados en la cultura de la burguesía (llámese contracultura, en este periodo de descomposición los jóvenes sin perspectiva política, sin posiciones políticas de clase, ni menos un futuro para la vida) toman la ideología anarquista y la contestación grafica o lirica con esta actitud llamada PUNK es así que nace el llamado movimiento Anarcopunk ( “punks políticos”) . Este movimiento es otra manifestación ideológica de la burguesía que alienta y difunde el individualismo, luchas parciales[1] y otras trampas y venenos para la clase obrera.
Con la descomposición[2] los movimientos anarquistas y el Anarcopunk toman un impulso porque el ambiente es de individualismo, nihilismo, ausencia total de responsabilidad, cada cual a la suya, atomización y fragmentación en falsas comunidades supuestamente “autogestionadas”.
El anarquismo es un movimiento con una ideología política que rechaza el poder estatal y privado y que dice defender la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad. Aunque tuvo ya expresiones a finales del siglo XVIII (William Godwin) el anarquismo se expandió en la segunda mitad del siglo XIX por las condiciones y características del capitalismo en ese periodo. Cuando en los sectores rurales, los pequeños propietarios de la tierra se vieron en dificultades, producto del desarrollo que empezó a mostrar el capitalismo, muchos de esos propietarios y demás miembros de la pequeña burguesía radicalizada comenzaron a expresar su rechazo ante su ruina, abrazando y desarrollando cada vez más el anarquismo, como una ideología que respondería a sus intereses más particulares y mezquinos.
El crecimiento del anarquismo en la segunda mitad del siglo XIX fue el producto de la resistencia de las capas pequeño burguesas –artesanos, intelectuales, tenderos, pequeños campesinos– a la marcha triunfal del capital, una resistencia al proceso de proletarización que los privaba de su «independencia» social original. Fue más fuerte en aquellos países donde el capital industrial llegó tarde, en los países de la periferia en el Este y el Sur de Europa, y expresaba, tanto la rebelión de estas capas contra el capitalismo, como su incapacidad para ver más allá, al futuro comunista; en lugar de eso, el anarquismo se hizo portavoz de su anhelo por un pasado semi mítico de comunidades locales libres y productores estrictamente independientes, sin el estorbo de la opresión del capital industrial ni de la centralización del Estado burgués[3].
El anarquismo rechaza la propiedad privada y el estado a las que considera entidades abstractas desligadas de la evolución histórica y, sobre todo, de la lucha de clases, con ello las ve como “peligros” para “el individuo en general” y no como instrumentos de explotación y opresión de una clase sobre otra. El anarquismo niega siempre la lucha de clases y la reemplaza por la lucha de individuos o de pequeñas comunidades aisladas. De aquí se desprende y entiende su negación de las clases sociales, su individualismo, el no tomar posición, ni considerarse parte de una clase social explotada, el no entender que la sociedad está dividida en la burguesía y el proletariado.
Los anarquistas no conciben la idea del poder que debe ejercer el proletariado (dictadura del proletariado) porque piensan que el “poder”, visto en sí mismo como un ente diferenciado de las clases y de la evolución histórica, sería el Mal Absoluto peor incluso que la dominación burguesa, por eso se limitan a ser vagamente “anti -poder”. Hay que mencionar que el anarquismo desarrolla a partir de esta falsa visión un moralismo puritano duro e implacable, comparable al de la santa inquisición en tiempos del virreinato, por ejemplo. El anarquismo considera con ilusión e ingenuidad que a través de bombas y federaciones abolirán el Estado, conciben esto último como una situación inmediata y violenta, generada por un puñado de elementos llamados a hacer una revolución social, llegando así a la sociedad sin Estado, su meta final conocida como la “Anarquía”. Un proyecto social donde se deja intacta la ley del valor contraponiendo la autogestión generalizada para gestionar la sociedad.
El hundimiento de los regímenes Estalinistas a finales de los años 80s, abre una campaña sucia contra el comunismo, mezclando a Marx, Lenin, y Stalin como si fueran parte de lo mismo. Esto provoca un impulso en el Anarquismo, en tanto que esta ideología ha planteado desde siempre que el marxismo es autoritario. Esta situación puede dar a comprender con mayor claridad la clásica disputa que sostienen los anarquistas entre Marx y Bakunin, señalando al primero como un dictador y al segundo como un redentor. Debemos recordar sin embargo que fue Marx y Engels los que denunciaron la conspiración anti- organizativa de Bakunin en 1872 en el Congreso de la Haya y desarrollando un combate en defensa de la organización[4].
El papel nefasto de un ala del anarquismo libertario en los hechos de España en 1936 es un ejemplo de las contradicciones traicioneras de muchos anarquistas que vociferan ser enemigos de todas las formas de Estado y bogan por la acción directa. Un hecho conocido fue su participación directa en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, colocando ministros que llamaban a deponer las armas a los obreros y fraternizar con sus verdugos de la policía controlada por los Estalinistas[5]. En este intento de generar más confusión en sus prácticas, muchos anarquistas, pretendiendo desmarcarse de relaciones protervas, como los grupos nacidos de la CNT española y sus vertientes, empezaron a emparejarse mordazmente al marxismo con las posturas anarquistas, llamándoles Marxismo libertario. Apañando una crítica malintencionada y totalmente desbocada, de la izquierda germano -holandesa en los labios de Rülhe, en primer momento, y Pannekoek después. Se les ocurrió sostener que la revolución de 1917 fue burguesa, liderada por un partido burgués, de los bolcheviques y controlado por un Jacobino burgués, llamado Lenin.
Es así, como el Anarco punk se conforma como un movimiento ideológico y político dentro del punk. Este niega el marxismo revolucionario, porque no tiene exigencia teórica, ni un método para comprender una realidad cada vez más cambiante (¡El capitalismo de la mitad del siglo XIX, no es igual al de hoy!) No observan al capitalismo decadente en su fase de descomposición, para ellos el capitalismo sigue siendo el mismo como se lo presentaron en un panfleto, son contrarios a la cultura del debate y de la teoría, muchos de ellos consideran que teorizar es solo para intelectuales y que es preferible pasar de una vez por todas a la acción directa. Como todos los movimientos izquierdistas que llevan en su seno ideas de la pequeña y gran burguesía, siempre son inmediatistas y activistas. Niegan la historia del movimiento obrero, aunque muchos de ellos se reclamen parte de él.
“Los medios de lucha” del Anarcopunk
El Anarcopunk dice luchar contra el capitalismo, habla de “revolución”, de “rebelión” y muchas otras fraseologías que suenan “fuerte”. Pero ¿qué hacen concretamente? ¿Cuál es su lucha?
Según el programa básico de la Internacional Anarcopunk (IAP) en un encuentro celebrado en Costa Rica “PUNK ES ACCIÓN DIRECTA, LA ANARQUÍA ES LA IDEA QUE NOS DA FUERZA PARA CONSTRUIR CAMINOS DE LIBERTAD EN FRATERNIDAD, APOYO MUTUO, SOLIDARIDAD, HAGAMOS DEL PUNK UNA AMENAZA, HAZLO TU MISM@”.
Aquí vemos el “método de lucha” del Anarcopunk: “hazlo tu mismo”, es decir, “acción de cada individuo” y no de una clase social, basarse en la anarquía y lo que se pretende es “amenazar” (¿a quién?). Nada se dice, es decir, radicalismo vago y vacío.
La “acción directa” del anarco punk. cae en el saco de los movimientos que reivindican las luchas parciales de la liberación animal, veganismo, vegetarianismo, liberación palestina, ecologismo radical, antimilitarista, feminismo /Genero, anti-multinacionales, Anti-fascismo, Anti-racismo, anti-sexistas, contra la homofobia, apoyo a los zapatistas, contra la represión policial y un largo etc.
¡Reflexionemos! El Anarcopunk no propone una acción contra las raíces de la explotación y de la barbarie capitalista, sino que propone perderse en toda la multitud de manifestaciones, símbolos, efectos, categorías etc., de la dominación capitalista.
Veamos unos ejemplos. El primero es que diversos Espacios Anarcopunk (luego hablaremos de ellos) lanzaron un boicot a McDonald como “símbolo” del capitalismo. Esta es una trampa alevosa, porque el capitalismo no se limita a McDonald (solo en el terreno de las cadenas de comida basura hay competidores de McDonald que agradecerán el boicot de estos “radicales” de pacotilla: Burger King, Kentucky etc.). El capitalismo y su Estado están muy felices que los obreros peleen contra expresiones particulares de su dominación porque está “lucha” deja al capitalismo en su conjunto completamente libre de sospecha.
El segundo es la defensa del veganismo y de la liberación animal. Está claro que la comida bajo el capitalismo es cada vez más comida basura y, en particular, las carnes que nos dan a comer están tan podridas como el propio sistema. Es igualmente cierto que la industria alimentaria y ganadera trata de manera salvaje y sádica a los animales (vacas, pollos, cerdos etc.). Pero ¿es una solución el veganismo? ¿Podemos hablar de “liberación animal”? Perderse en estas parcialidades es fijarse en detalles de la barbarie capitalista dejando de lado su barbarie global que va contra el proletariado, contra el futuro de la humanidad y contra todo el entorno natural. Con ello no se lucha contra el capitalismo, sino que se contribuye a reproducirlo en su explotación, dominación y barbarie.
El tercero es un cartel de un Espacio Anarcopunk que dice “La contracultura existe y resiste”. ¿Qué es la contracultura? Es la tentativa de utilizar la música, la literatura etc., para desarrollar una “contestación” de la cultura oficial, la que desarrollan los grandes medios de comunicación, la televisión, la universidad etc. Elementos mucho más serios que los zafios componentes del Anarcopunk intentaron esta vía, como fue el caso de la Internacional Situacionista que “no nació como verdadero movimiento político, sino como movimiento cultural que reunía a unos cuantos «artistas» (pintores, arquitectos, etc.) procedentes de diferentes tendencias (Internacional Letrista, Movimiento para un Bauhaus imaginista, Comité psicogeográfico de Londres, etc.) y que se proponían hacer una crítica «revolucionaria» del arte tal y como existe en la sociedad actual”[6]. ¿Cuáles fueron los resultados? Pese a su buena voluntad, pese a que al calor de la maduración de lo que fue el Mayo 68 se radicalizó y llegó a implicarse en esta lucha, este grupo fue extraordinariamente confuso y nunca rompió con las cadenas del anarquismo y del izquierdismo. Eso le llevó a un apoyo apenas velado de la LIBERACION NACIONAL: “Saludamos en la emancipación de los pueblos colonizados y subdesarrollados, realizada por ellos mismos, la posibilidad de ahorrarse los estadios intermedios que se han recorrido en otras partes, tanto en la industrialización como en la cultura, y la posibilidad de disfrutar de una vida liberada por completo» («La caída de París», IS nº 4)”. Y en 1977, a propósito de las luchas imperialistas de Palestina o Vietnam, caía en la misma cantinela: “Está claro que hoy resulta imposible buscar una solución revolucionaria en la guerra del Vietnam. Se trata ante todo de acabar con la agresión norteamericana, para dejar que se desarrolle, de manera natural, la verdadera lucha social de Vietnam, es decir permitir que los obreros vietnamitas se enfrenten con sus enemigos del interior, la burocracia del Norte y todas las capas pudientes y dirigentes del Sur (...) Solo un movimiento revolucionario árabe resueltamente internacionalista y antiestatalista, podrá a la vez disolver al Estado de Israel y tener a su lado a la masa de sus explotados. Solo así, con este mismo proceso, podrá disolver todos los Estados árabes existentes y crear la unificación árabe mediante el poder de los consejos» («Dos guerras locales», IS nº 11).
En definitiva, el Anarcopunk copia los métodos propios de los partidos capitalistas, especialmente los de Izquierda y extrema izquierda: PERDERSE EN LA LUCHA CONTRA LOS EFECTOS DEL CAPITALISMO SIN ABORDAR LAS CAUSAS, ENFRENTARSE CONTRA LOS SÍMBOLOS DEL CAPITALISMO SIN COMBATIR LA BASE MISMA DE LA EXPLOTACIÓN. No es de extrañar que dentro de los grupos que forman la IAP (Internacional Anarcopunk) haya quien apoya (o apoyó en el pasado) el zapatismo[7].
Su actividad en estas luchas ideológicas parciales los lleva a hacer el trabajo de la burguesía sembrando confusión, individualismo, divisiones y demás venenos contra la clase obrera. Además, su participación es estos espacios de “lucha” siempre termina agotándolos y odiando cada vez más la teoría, desarrollando un activismo o una actividad por la actividad, sin desarrollar ninguna reflexión para la toma de conciencia.
Es así que el Anarco punk, por su contenido político e ideológico alimenta la mentira antifascista, como denunciamos en el punto 9 de nuestra Plataforma: “En la decadencia capitalista, cuando sólo la revolución proletaria constituye un paso adelante en la historia, no puede existir ninguna tarea común, incluso momentánea, entre la clase revolucionaria y cualquier fracción de la clase dominante, por muy “democrática”, “progresista” o “popular” que se presente (…)”[8]
El otro elemento de los “métodos de lucha” del Anarcopunk es su planteamiento de “desobediencia” y “rebelión”. Los grupos Anarcopunk se mueven por el rechazo a lo establecido actuando y consumiendo lo contrario como una protesta, pero que en el proletariado no tiene sentido, pues el proletariado no es una clase de protesta o de rebelión, sino de lucha contra la explotación capitalista por su abolición definitiva. La lucha del proletariado no se basa en la “Desobediencia Civil” sino en la perspectiva de crear una nueva sociedad que destruya y supere al capitalismo. La protesta, la contestación, la contracultura, la desobediencia etc., constituyen formas pasivas y nihilistas de reacción ante la explotación capitalista. Por consiguiente, NO LA PONEN EN CUESTION, SINO QUE LA REFUERZAN. El Estado Capitalista democrática tolera esas “protestas”, a menudo muy violentas como la de los Black Block, que le sirven para meter miedo y desacreditar toda lucha real contra el capitalismo.
La organización del Anarcopunk contra la organización proletaria
El medio Anarcopunk está extendido a América del Sur y Europa. Se organiza en una “federación internacional” que es, como hemos dicho, la Internacional Anarcopunk (IAP).
La IAP se propone “Difusión del ideal libertario, y de sus diferentes luchas, en el punk y a través de él, en todo el mundo; para incentivar el compromiso político en el movimiento anarco punk y en la población en general (-) Funcionar como medio de proyección y coordinación de campañas, boikots, etc. simultaneas en todo el mundo. (-) Mantener un apoyo social y económico a proyectos, edición de materiales, a compañeros con problemas políticos o frente a cualquier situación que requiera de solidaridad, etc. y a los múltiples colectivos e individualidades integrantes de la organización (-) Buscar con esta organización el fortalecimiento y la unión del movimiento anarco punk mundial tanto cuantitativamente como cualitativamente respetando las diferentes realidades y esperando que sirva para encontrar nuevas perspectivas de lucha y resistencia”
En cada país existen Espacios Anarcopunk que son concebidos como un lugar de “lucha”, de organización actividades contraculturales, protestas, ferias de “productos y música alternativos” etc.
Se trata de una organización federal que aglutina múltiples colectivos e individualidades. Es decir, cada cual hace lo que le da su gana según impulsos individualistas o de afinidad. La “solidaridad” es exclusivista: solamente está reservada a los “compañero Anarcopunk”, lo que choca frontalmente con la concepción universal e histórica de la solidaridad proletaria[9]. No hay cultura del debate ni esfuerzo de comprender lo que pasa en el mundo pues todo está organizado para “liberarse” en “conciertos de ruido” y en un activismo desaforado de campañas, boicots, desobediencias etc. para la Difusión del ideal libertario e incentivar el compromiso político en el movimiento anarco punk y en la población en general.
El compromiso militante es con la lucha de clase del proletariado
Vemos pues que, en la ideología, en los métodos de lucha y en el modo de organización, el movimiento Anarcopunk ataca frontalmente al proletariado y a su lucha organizada. Puede haber compañeros que, atrapados en ese medio picando el anzuelo de su “radicalismo”, quieran sinceramente luchar contra el capitalismo.
A estos compañeros les decimos que el compromiso militante va de la mano con el desarrollo de la teoría revolucionaria, el marxismo ha sido capaz de señalar a la única clase de llevar el papel histórico de transformación social: el proletariado como clase histórica, no como suma de individuos obreros; la teoría revolucionaria nos permite comprender a través del estudio crítico de diferentes disciplinas y ciencias el análisis objetivo del capital que no es otra cosa que el significado de la muerte de este modo de producción. “El marxismo ha establecido que la clase obrera es la clase revolucionaria de esta época, tanto porque es la productora de todo el valor social como por el proyecto de una nueva sociedad que lleva dentro”[10]
Por lo tanto, la única militancia capaz de desarrollar una actividad revolucionaria en el sentido de fracción con miras a la constitución del partido mundial será la que garantice un porvenir a la clase obrera y a la humanidad en su conjunto. La organización revolucionaria, la CCI es fuente de futuro para la clase obrera y su lucha por la revolución proletaria, es la única capaz de detener la barbarie a la que nos empuja el capitalismo decadente en su fase de descomposición actual.
En este sentido, la CCI, como organización revolucionaria, ha defendido siempre la posición de que solo puede haber un futuro posible para la humanidad si la clase obrera es capaz de desarrollar un movimiento de lucha revolucionaria que sea capaz de detener la barbarie a la que nos empuja el capitalismo decadente en descomposición.
Corriente Comunista Internacional 14 octubre 2019
[1] Llamamos luchas parciales a movimientos que van a los efectos de la dominación capitalista o a aspectos parciales y aislados de la misma: feminismo, ecologismo, antirracismo, veganismo etc. Ver el punto XII de nuestra Plataforma política https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[2] Ver Tesis sobre la Descomposición, /revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[3]Ver ¿Anarquismo o Comunismo? https://es.internationalism.org/revista-internacional/199501/1837/x-anarquismo-o-comunismo
[4] Ver La lucha de la Iª internacional contra la «Alianza» de Bakunin https://es.internationalism.org/revista-internacional/199607/1774/cuestiones-de-organizacion-ii-la-lucha-de-la-i-internacional-contr
[5] Ver Historia del movimiento obrero - La CNT ante la guerra y la revolución (1914-1919) https://es.internationalism.org/revista-internacional/200705/1903/historia-del-movimiento-obrero-la-cnt-ante-la-guerra-y-la-revoluci y Respuesta tardía a una anarquista revolucionaria: Emma Goldman y la Revolución Rusa https://es.internationalism.org/content/4333/respuesta-tardia-una-anarquista-revolucionaria-emma-goldman-y-la-revolucion-rusa
[6] Ver Guy Debord - La segunda muerte de la Internacional situacionista https://es.internationalism.org/revista-internacional/200704/1830/guy-debord-la-segunda-muerte-de-la-internacional-situacionista
[7] Para una denuncia del zapatismo se puede consultar Correspondencia: una reflexión marxista en torno a la sexta declaración del EZLN https://es.internationalism.org/RM/2006/90_correo ;
[8] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[9] Ver nuestro Texto de Orientación sobre la Confianza y la Solidaridad, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2695/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-i y https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2714/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-ii
[10] No future for… the punk (No hay porvenir para … el punk), Marc M. / Internacionalismo n° 20 de abril de 1978.