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Presentamos a continuación la traducción al español de una contribución de un compañero que simpatiza con nuestras posiciones a una Reunión Pública que celebró recientemente en Londres nuestra sección en Gran Bretaña. Tras el texto aportamos unos breves comentarios.
¡Hola!:
Como probablemente conoceréis asistiré a vuestra próxima Reunión Pública en Londres. Quiero agradecer por adelantado vuestra hospitalidad.
Las Reuniones Públicas que organiza la CCI son, por lo que yo conozco, un medio para contribuir a la discusión entre trabajadores y también contribuyen a romper el aislamiento, la insolidaridad, la falta de comunicación, el rechazo del pensamiento y de la teoría, la deshumanización..., las cuales desafortunadamente tienen una persistente presencia en nuestros días.
Tal es la razón por la cual, pese a mis problemas con la lengua inglesa, me gustaría hacer una corta contribución a vuestra próxima Reunión Pública sobre el tema (o temas) que me preocupan y que considero muy importantes: el peso de lo que puede llamarse la descomposición social (deshumanización, aislamiento, irracionalismo etc.) los cuales envenenan la vida diaria y su entorno a los trabajadores en las escuelas, los barrios, las calles... Esto, unido a la falta de experiencias de auto-organización, solidaridad, discusión, acción colectiva etc., se levantan como enormes obstáculos frente a la clase trabajadora (especialmente en la jóvenes generaciones precisamente porque sufren en un grado más intenso la descomposición social y el impacto de la falta de experiencia) para que desarrolle las respuestas que hacen falta frente a los problemas que la sociedad presenta y pueda ir asentando las bases de una alternativa revolucionaria.
La organización social actual, lejos de aparecer clara para nosotros (trabajadores, "gente normal") como una sociedad dividida en clases entre una clase dominante minoritaria interesada en mantener el presente estado de cosas (con las implicaciones obvias que ello tiene de sufrimiento humano), y una mayoría explotada que no puede encontrar ningún beneficio o alivio en la continuidad de esta sociedad, y dentro de esta mayoría la existencia de una clase social capaz de desarrollar un movimiento político y social con capacidad para cambiar radicalmente la actual organización social. No, Lejos de tomar tal punto de vista (especialmente el de que existe una fuerza social capaz de realizar un cambio radical), el sentimiento general, el punto de vista general que nos empuja, es que vivimos en una jungla en la cual has de luchar individualmente para sobrevivir. Esta visión general es así porque constituye la tendencia general de la sociedad y constituye la vida real de la gran mayoría de la población y de los trabajadores.
Para decirlo brevemente: es imposible que algo llamado "conciencia de clase" aparezca cuando nuestra vida diaria es la negación de la existencia de clase: es, hablando de forma general, la lucha individual por la supervivencia lo que marca cada estadio de esta (escuelas y centros de enseñanza, calles y barrios, lugares de trabajo).
Desde mi punto de vista, la sociedad entera en general y las jóvenes generaciones de la clase obrera en particular, sufren la influencia negativa de la falta de un "movimiento real", la falta de un movimiento social que exprese la solidaridad, la auto-organización, la voluntad de transformación social, el coraje, la comunicación... En resumen, lo opuesto a la vida social bajo la sociedad capitalista. Sin este movimiento real que pueda expresar y desarrollar embrionariamente una alternativa a través de experiencias reales, desgraciadamente, un cambio aparece más como una utopía que como posibilidad real expresada por un movimiento real.
Por consiguiente, la gran cuestión sería: ¿cómo puede este movimiento social desarrollarse realmente?
En este punto entramos en un círculo vicioso: un mayor crecimiento de la descomposición social significa que la alternativa de la clase obrera (extensión, comunicación, unidad, solidaridad, voluntad de cambio, auto-organización) no se puede desarrollar; por tanto, cuanto menos está presente la clase obrera como un movimiento social (no como una categoría sociológica) menos puede proyectar una transformación revolucionaria de la actual sociedad; cuanto menos puede proyectarse la perspectiva de otra sociedad, más la teoría de "cada uno a la suya" crece y cada uno trata de vivir a través de la individualización, la falta de comunicación, mayor es la competencia... más se ve todo eso como normal etc.
¿Cómo se puede romper esa cadena? ¿Cómo podemos en el medio de tal círculo cuando su desarrollo, en lugar de empujarnos hacia un movimiento revolucionario está erosionando sus bases? ¿Cómo puede hacerse si "el movimiento real que suprime el actual estado de cosas" no existe en nuestra vida diaria?
Bien, hay básicamente dos opciones para la clase trabajadora: bien simplemente mantener una actitud pasiva y tratar de adaptase cada cual y sobrevivir individualmente en el medio de esta jungla de la sociedad capitalista, cada vez en mayor oposición con las necesidades humanas y la felicidad; o bien, tratar de romper esta tendencia, romper este "círculo vicioso" y confrontar nuestras necesidades humanas con las necesidades y la estructura de esta sociedad a través de la única vía posible: con una lucha colectiva solidaria.
Obviamente, la única esperanza para el futuro y el presente de la humanidad viene de la segunda opción. Y obviamente tal movimiento no puede ser creado artificialmente, pero está suficientemente claro también que es necesario algo que empuje esto, que "prepare el terreno", para ese desarrollo, a través de una minoría de personas, que, de una manera clara, vean que esta segunda opción es la única vía realista y efectiva. ¿Cómo hacerlo? Quisiera desarrollar algunos puntos que considero importantes.
- En nuestros días, más que nunca, precisamente por el peso de la descomposición social y la ausencia general de movimiento de la clase obrera, es absolutamente necesario mirar al pasado y encontrar las respuestas y las más efectivas herramientas para confrontar nuestros problemas. Recuperar, analizar y discutir experiencias del pasado no solo es importante porque nos proporciona las armas teórico-prácticas para confrontar la sociedad actual sino también, desde mi punto de vista, porque puede compensar, aunque sea parcialmente, la ausencia de un movimiento real, al mostrar que la alternativa, lejos de ser una utopía, es una posibilidad real, que las cosas pueden ser diferentes.
- Sin embargo, no es suficiente rescatar el pasado de la lucha de los trabajadores para que la conciencia de la necesidad y la posibilidad de una alternativa revolucionaria puede ser desarrollada. Junto con ello, encuentro también necesario informar sobre las luchas y los movimientos que presentan, aunque sea de una manera aún débil, una oposición y una alternativa a la actual sociedad, en orden a conectar las experiencias del pasado con las del presente.
- Al mismo tiempo, y en relación con el punto anterior, considero muy importante contribuir a la creación de espacios de discusión, comunicación y solidaridad entre trabajadores (Reuniones Públicas, publicaciones, informes de luchas etc.) no solo como vía para romper el aislamiento y el peso de la sociedad capitalista, sino, al mismo tiempo, como medio de sentir la solidaridad y la auto organización y sentir que las cosas pueden ser diferentes. Sin esto, sin sentir, sin experimentar que las cosas pueden ser diferentes, una alternativa revolucionaria es, aunque haya una docena de programas, imposible sin la presencia de un movimiento real.
Reuniones Públicas, donde los trabajadores y los elementos que están buscando las herramientas teórico - prácticas para confrontar la sociedad actual, pueden comunicar, pueden analizar experiencias del pasado y del presente de otros trabajadores, aprender, discutir etc., todo eso es, desde mi punto de vista, constituye un aspecto muy importante en la marcha hacia una revolución social.
Bien, como he dicho, me gustaría desarrollar esta temática en la próxima reunión pública. No se, si tendré la oportunidad de leer este texto (o alguno similar) como medio para iniciar la discusión. Hasta pronto.
Nuestros comentarios
Las reflexiones del compañero proporcionan materia para un debate sobre la situación actual de la lucha de clases.
El compañero subraya el peso de lo que llamamos la descomposición social e ideológica del capitalismo sobre la conciencia y la capacidad de lucha de la clase obrera. El compañero incide sobre algo que tiende a ser subestimado: los factores ideológicos y subjetivos, lo que, en la jerga de un seudo-marxismo, se le llama la "superestructura". Esos factores -como hemos puesto de relieve en numerosas publicaciones[1]- son cruciales para el desarrollo de la lucha revolucionaria del proletariado.
Esos factores son especialmente cruciales en la situación actual del capitalismo caracterizada por un pudrimiento de su ideología, de sus relaciones sociales, del conjunto de sus estructuras jurídicas, políticas, morales etc., como consecuencia de su supervivencia durante largo tiempo en medio de una crisis sin salida y sin que sea posible ni una guerra imperialista general (dada la resistencia del proletariado y la población a alistarse para morir por la Patria, la Democracia y demás banderas mentirosas del Capital) ni sea tampoco posible por todo un tiempo una ofensiva revolucionaria del proletariado para salir del atolladero.
En tales condiciones, las tendencias a la insolidaridad, a la violencia irracional, al "sálvese quien pueda", son como emanaciones patógenas que emergen de las relaciones y la ideología dominantes contaminando a todos los componentes de la sociedad incluida la clase obrera. Hoy -a diferencia de hace simplemente 100 años- la idea más común es que el "ser humano no tiene remedio", es "depredador e irresponsable por naturaleza".
Esto produce la impresión -gráficamente recogida por el compañero- de un círculo vicioso: por una parte, la solidaridad, la conciencia, la capacidad de auto-organización y de acción colectiva, características históricas de la lucha del proletariado se ven erosionadas por la atmósfera dominante que empuja en sentido contrario. Pero, por otro lado, lo anterior dificulta el desarrollo de las luchas autónomas y de la conciencia de clase del proletariado, con lo cual esas características tienen una gran dificultad para madurar y afianzarse.
El compañero apunta elementos para romper ese círculo vicioso: reapropiarse de la experiencia histórica de nuestra clase (con sentido crítico como ha hecho siempre el marxismo); desarrollar espacios de debate abierto y fraternal; sacar lecciones de las luchas actuales viendo las diferencias pero también los puntos comunes con las luchas del pasado.
En ese sentido pensamos que la contribución del compañero no puede caer en saco roto. Sería muy interesante el surgimiento de un debate con nuevas aportaciones.
En particular, el texto del compañero nos suscita la siguiente cuestión:
Es cierto que podemos tener la sensación de un círculo vicioso. De un lado, la crisis, las guerras, las catástrofes del capitalismo, son cada vez más brutales, como cada vez es más dañina la putrefacción de su tejido ideológico y social. Y, por otra parte, las luchas abiertas del proletariado internacional siguen siendo globalmente demasiado limitadas, tímidas, sin lograr, por el momento, extenderse y radicalizarse. Este segundo elemento puede producir el sentimiento angustioso de que nunca saldremos del atolladero: las experiencias prácticas de solidaridad, de voluntad de cambio, de auto-organización, de pensamiento colectivo consciente, son, por el momento, extremadamente minoritarias y no tienen una resonancia pública capaz de convencer a la mayoría de la sociedad de que hay una alternativa al oscuro mundo actual.
Sin embargo, actualmente existe por todo el mundo un movimiento internacionalista de pequeñas minorías que reflexionan en profundidad sobre lo que está pasando, que se preocupan por el porvenir, que tratan de comprender las lecciones históricas de la lucha del proletariado, que se comprometen en debatir y actuar para contribuir al desarrollo de la conciencia y la lucha de nuestra clase[2]. La existencia de ese movimiento que se expresa en el terreno de la toma de conciencia ¿no es un anuncio, a la vez que un estimulante, de un movimiento mucho más amplio y masivo que está madurando en las entrañas del proletariado mundial? ¿Cómo debemos ver las dos situaciones, la de las minorías y la de la clase? ¿Cómo dos movimientos separados que corren paralelos el uno al otro sin juntarse? O ¿cómo partes constituyentes de una misma unidad, como las diferentes dimensiones de la lucha de clase del proletariado?
CCI 15-11-07
[1] Ver Texto de orientación sobre ética y marxismo en Revista Internacional números 127 y 128 /revista-internacional/200703/1301/texto-de-orientacion-sobre-marxismo-y-etica-ii y /revista-internacional/200612/1139/texto-de-orientacion-sobre-marxismo-y-etica-i ; La confianza y la solidaridad en el movimiento obrero en Revista Internacional números 111 y 112 (sólo disponemos de versión escrita); Tesis sobre la descomposición del capitalismo en Revista Internacional nº 62 /revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[2] Ver en Revista Internacional nº 130: 17 Congreso de la CCI, un fortalecimiento internacional del campo proletario, /revista-internacional/200708/2005/xviio-congreso-de-la-cci-un-fortalecimiento-internacional-del-camp