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DEBATE SOBRE LA REVOLUCION RUSA DE 1917 EN REPUBLICA DOMINICANA
El debate internacionalista sobre las experiencias históricas y actuales de la clase obrera se extiende a países donde nunca se había dado como por ejemplo República Dominicana. Hace 2 meses una delegación de la CCI animó un debate sobre el tema SOCIALISMO Y DECADENCIA DEL CAPITALISMO en dicho país (ver Acción Proletaria nº 197: Debate internacionalista en República Dominicana, /content/2046/debate-internacionalista-en-la-republica-dominicana ). Hace un mes se celebró una reunión pública sobre el mismo tema en Lima - Perú (ver en nuestra Web: Hacia la construcción de un medio de debate y clarificación, https://es.internationalism.org/node/2107 ). Ahora, gracias al esfuerzo y al entusiasmo de los compañeros del núcleo de discusión internacionalista de República Dominicana se ha celebrado una reunión sobre la experiencia de la Revolución Rusa de 1917.
Señalamos a continuación a partir del informe de los compañeros del núcleo de discusión internacional de Republica Dominicana las principales cuestiones que se discutieron. Los compañeros utilizaron para lanzar la discusión la presentación común a escala internacional que hemos hecho en todas las reuniones públicas celebradas por las diferentes secciones de la CCI y en las que han colaborado simpatizantes en otros países.
Hubo coincidencia con la presentación en señalar que «la revolución rusa se da el en momento de la Primera guerra mundial, la revolución rusa fue una respuesta a la guerra» que «la revolución rusa era socialista y no democrático burguesa» y que «la base de la revolución fue la acción de la clase obrera agrupada en los Soviets (Consejos Obreros), es decir, la revolución socialista sólo puede ser realizada por los trabajadores mismos y nunca delegando su realización en el Estado a través de líderes "geniales" (la infame tradición de caudillos "socialistas" como Stalin, Castro o, actualmente, Chávez)».
Un asistente planteó que «la revolución rusa, demostró que en un país atrasado se podía hacer una revolución proletaria, contrariamente a lo que Marx establecía de que en los países desarrollados era donde se iba a iniciar la revolución proletaria» . Se ha repetido muchas veces que Marx se equivocó porque la revolución proletaria triunfó en un país atrasado y no en países desarrollados como Alemania o Gran Bretaña. En realidad, la revolución proletaria no se plantea a partir de la situación de tal o cual país tomado por separado y aisladamente sino a partir de la situación mundial del conjunto del capitalismo. Con la primera guerra mundial lo que se demostró es que el capitalismo había formado el mercado mundial y había sometido a sus leyes a todos los países. Dentro de ese marco general había una enorme heterogeneidad: había países plenamente capitalistas, otros bajo el yugo colonial o semicolonial, la mayoría arrastraba importantes residuos feudales. Sin embargo, esas realidades nacionales, sin negar su peso, no eran determinantes. Lo determinante era que el capitalismo había llegado a sus límites históricos y que si sobrevivía lo único que causaría serían crisis, guerras y barbarie (como hemos podido comprobar en los últimos 100 años). Por tanto, independientemente de las múltiples y heterogéneas realidades de los distintos países, la evolución mundial del capitalismo llevaba a todos los pueblos de la Tierra a las guerras, la destrucción, la miseria, las hambrunas. Por tanto, la única solución posible era la lucha revolucionaria mundial por la destrucción del capitalismo y la creación de una sociedad nueva, el comunismo. La Revolución Rusa no surgió en respuesta a las realidades particulares de Rusia (aunque los bolcheviques y los Soviet trataron de tomarlas en cuenta) sino en respuesta a la situación mundial creada por la primera Gran Guerra. Los Soviet y los Bolcheviques concibieron la Revolución Rusa como el primer paso en la lucha por la Revolución Mundial.
Los bolcheviques y los propios Consejos Obreros rusos dejaron bien claro desde el principio que la revolución iniciada en Rusia solo se salvaría si se extendía a los principales países desarrollados y especialmente a Alemania. Fue precisamente el aplastamiento de la tentativa de revolución proletaria en Alemania en 1919-23 (perpetrada por la Socialdemocracia y los Sindicatos) lo que impidió el desarrollo de la revolución mundial y significó la muerte de la revolución en Rusia. En línea con esto último, los compañeros del núcleo defendieron en la discusión que «Precisamente la tesis del socialismo en un solo país fue el inicio de la derrota de la URSS», de lo que se hizo eco un asistente apoyando que «ninguna revolución puede crecer ni sobrevivir sin una frontera solidaria».
Reunión Pública de la CCI en Perú: Hacia la construcción de un medio de debate y clarificación
En el mes de octubre en la ciudad de Lima, la CCI realizó la primera Reunión Pública en este país con el objetivo de abrir un espacio de discusión fraterna al servicio de la clarificación. Queremos agradecer públicamente a nuestros simpatizantes en esa región por su ayuda logística, sin su apoyo la CCI difícilmente hubiera logrado hacer algo así: emprender una reflexión de fondo sobre el mundo actual, lo que el capitalismo ofrece a las personas y qué perspectivas se desprenden para la humanidad. Once personas estuvieron reunidas abordando temas cruciales para el desarrollo de la futura revolución. El tema anunciado en los carteles colocados en puntos de la ciudad de Lima era "qué es el socialismo y cómo luchar por él", sin embargo, la avidez de los participantes y sus planteamientos honestos y profundos hizo que la reunión abordara diversos temas. En las discusiones se expresaron posiciones de compañeros que habían estado vinculados al GCI[1] o que comparten actualmente más o menos algunas de sus posiciones. Otros compañeros se sentían identificados con el anarquismo. Igualmente participaron los militantes de la CCI y simpatizantes muy próximos a nuestra organización. No obstante, lo más relevante fue el ambiente de debate sincero y abierto.
Los temas que se debatieron:
1).- Lucha obrera: contenido y forma del terreno de clase
Dado que los asistentes mostraron un tácito acuerdo con la necesidad de la revolución y con la perspectiva de derribar al capitalismo, la discusión se trasladó a cuestiones más "concretas". De las primeras ideas que los asistentes abordaron fue la noción de la decadencia del capitalismo, para los asistentes bajo la influencia del GCI hay una cierta visión ahistórica del proceso que conduce a la transformación de la sociedad, incluso se llegó a introducir la idea de la existencia de un proletariado antes de la llegada de los españoles («masacrar proletarios en la conquista no tenía nada de progresista», dicho casi textual por un participante). Detrás de esta posición se dibujan las confusiones típicas que el GCI reparte a manos llenas.
Mas que entender los procesos históricos el GCI difunde el radical pero hueco método de "violencia reaccionaria contra violencia de los oprimidos" pero haciendo una omisión del contexto histórico. Ello conduce a una dificultad para poder explicar por qué la revolución mundial no era realizable en el siglo XIX y que ello daba un contenido y forma diferentes a la lucha proletaria y a sus organizaciones políticas (sindicatos, partidos de masas, lucha por el programa mínimo, etc.). Hubo otros asistentes que insistieron en desarrollar la explicación de la decadencia, es por ello que pensamos que es una interesante cuestión que deberemos abordar.
Se ha abierto un debate también sobre qué es el proletariado, su naturaleza y cómo lucha. Unos participantes vertieron la idea de que los acontecimientos en Argentina 2001 fueron movimientos plenamente proletarios y que habría que "defenderlos e imitarlos" así como los «soviet en Irak en 1991» (sic!). La CCI explicó su posición, se han dado elementos de reflexión que los participantes tomaron con seriedad. Así, han sido tres los ejes sobre los que la CCI ha insistido:
-rechazar la "violencia por la violencia". Si bien la revolución que derrocará al capitalismo será un hecho violento porque una minoría que tiene en su poder el aparato estatal se va a resistir, tal violencia no es la esencia misma de la revolución, su esencia está en la capacidad del proletariado para desarrollar su lucha masiva y consciente, lo que distingue a la clase que hará la revolución no es la violencia sino su conciencia.
-las luchas obreras se articulan a través de organismos que la misma lucha va generando, desde las asambleas masivas, las delegaciones, los comités de lucha, hasta llegar a estadios más avanzados donde las formas de organización son más amplias y donde la situación exigirá la construcción de consejos obreros. Estamos aún en los inicios de las respuestas obreras a nivel mundial después del duro golpe que significó la enorme campaña de la "muerte del comunismo" y el retroceso que el proletariado mundial sufrió en su conciencia. Rechazar las asambleas donde se expresa un esfuerzo del proletariado por tomar las luchas en sus manos es un error, lo mismo que privilegiar acciones desesperadas (quema de autos, bloqueos, enfrentamientos con la policía, etc.) en vez de sacar lecciones y discutir dónde y cómo la burguesía y su Estado entrampan las luchas obreras y la clarificación de sus minorías.
-las auténticas luchas obreras no son "puras" y la CCI no está esperando a que se den luchas sin la influencia de la ideología burguesa o luchas donde haya una ausencia total de los aparatos del estado (sindicatos de todo pelaje así como partidos abiertamente ligados al capital, así como el brazo radical de la burguesía: el izquierdismo -sea este de corte maoísta, anarquismo oficial, etc., no. Para la CCI una auténtica lucha obrera no se mide por la presencia de los factores antes señalados, sino por la existencia en toda lucha naciente de una dinámica donde los participantes puedan reconocerse como integrantes de una clase, como miembros que tienen la necesidad de ir a la lucha con los otros ya que comparten interese inmediatos comunes. Cuando se empieza a comprender que existe una identidad proletaria esa lucha ha dado pasos adelante y hay que generalizar esas lecciones. Cuando después de un evento queda la sensación de división, sectarismo, segregación, gremialismo, etc., entonces lo que hay que generalizar es dónde está la trampa o el error.
En lo referente a la lucha obrera sólo se han planteado los problemas y hay un largo camino de clarificación por delante.
2).- La cuestión sindical
Hubo también está cuestión que atravesó una parte de la discusión. No se hizo esperar la clásica visión de ver en el sindicato un organismo rescatable para la clase obrera, está posición del anarquismo ve en la CNT un órgano a "rescatar" y se planteó abiertamente la cuestión de «¿es posible un sindicato revolucionario?». Se estuvo de acuerdo que si bien la CNT traicionó durante los acontecimientos de España 1936, al menos «los amigos de Durruti se opusieron a la militarización del trabajo». Uno de los participantes aportó una respuesta clásica en el GCI: «el sindicato nunca ha sido y nunca será revolucionario». Lo cual contiene una parte de verdad, ya que, efectivamente, los sindicatos no surgieron como órganos de la lucha revolucionaria del proletariado, sino como órganos para obtener mejoras y conquistas dentro del capitalismo; pero esta posición también regresaba sobre una falta de método, sobre la incapacidad para ver al sindicato como producto histórico y comprender que su surgimiento, que costó sangre al proletariado, estaba condicionado por un periodo histórico donde la revolución no estaba al orden del día. Esta idea coincide también con la vieja letanía del GCI de que la IIª internacional no tendría nada de proletaria...recordemos rápidamente que la IIª internacional tiene el mérito de adoptar el marxismo como método para desarrollar la teoría revolucionaria, que separó las organizaciones proletarias en unitarias (sindicatos) y los partidos políticos, amén del combate de la socialdemocracia contra la francmasonería y el desarrollo de las discusiones sobre los orígenes del cristianismo e infinidad de artículos de fondo, que la segunda internacional haya traicionado al apoyar los créditos de guerra en 1914 no impide que reconozcamos su existencia como una eslabón más en la cadena de esfuerzos del proletariado por dotarse de un partido mundial.
Un asistente apoyó las posiciones de la CCI sobre la cuestión sindical mostrando cómo los sindicatos constituyen un medio de control del Estado y cómo el mismo Fujimori desarrolló una campaña de destrucción de los sindicatos para luego en alianza con la oposición a su gobierno hacer creer a los trabajadores en la «necesidad de luchar por sindicatos».
Los sindicatos fueron un arma del proletariado en un periodo de la historia donde el capitalismo podía no sólo conceder reformas duraderas sino que además la revolución proletaria no estaba aún a la orden del día y el "programa mínimo" era una cuestión inmediata por la cual luchar. Sin embargo, los acontecimientos de 1905 y sobre todo 1917 en Rusia demostraron cómo la lucha da una respuesta a un problema de organización en la decadencia del capitalismo, la revolución no giró en torno a los sindicatos sino en torno a los consejos obreros, "la forma al fin encontrada" diría Lenin "de la dictadura del proletariado". Desde entonces, el desarrollo de las luchas obreras estará confrontado a organizarse fuera y contra los sindicatos. Sabemos que no todos los días se pueden instaurar consejos obreros ya que ello depende de las condiciones de generalización de las luchas hasta plantear una situación prerrevolucionaria, pero los combates obreros no deben esperar hasta ese día para autoorganizarse, desde que estalla la huelga en una fábrica se plantea el dilema de tomar el control de las decisiones a través de asambleas donde los trabajadores decidan el rumbo de su lucha. Entonces el buscar la solidaridad con otros explotados deviene una cuestión de vida o muerte para cada huelga (no hablamos de las farsas de "solidaridad" que orquestan los sindicatos), empezar a percibir que el aislamiento es la muerte de todo combate es una profunda lección que preparará las luchas decisivas contra el capital.
Necesidad y realidad de un debate internacionalista
Estos debates internacionalistas no se dan únicamente en América del Sur, también tienen lugar en países tan alejados como Filipinas, India, Corea, Turquía... Poco a poco se van desarrollando las bases de un auténtico debate internacional sobre la lucha del proletariado, el internacionalismo, el combate por la liberación de la humanidad del yugo del capitalismo.
El desarrollo de estas actividades aporta el viento fresco del debate proletario sobre los verdaderos problemas y las verdaderas alternativas de la situación mundial. En lugar de los temas que no conducen a ninguna parte (el nacionalismo, la revancha entre países, las reformas, la intervención del Estado) se empieza a hablar del internacionalismo, de la solidaridad, de las experiencias históricas y actuales de lucha de la clase obrera, de cómo luchar a nivel mundial por el socialismo etc. En lugar de "modelos nacionales de desarrollo" que la experiencia de los últimos 40 años nos ha mostrado que solo desarrollan la miseria, la opresión y la guerra; las discusiones empiezan a girar sobre la dimensión histórica e internacional de los problemas que aquejan a la humanidad, sobre el futuro que nos depara la sociedad capitalista mundial, sobre cómo desarrollar una solidaridad y una conciencia internacional del proletariado para salir del atolladero.
[1] GCI: Grupo Comunista Internacional, un grupo de verborrea radical pero de práctica coincidente con los grupos de "extrema izquierda" del Capital. Ver nuestra denuncia en Revista Internacional nº 124 ¿Para qué sirve el GCI?: /revista-internacional/200602/516/para-que-sirve-el-grupo-comunista-internacionalista-gci