Enviado por CCI Online el
Como en el resto del mundo, la burguesía en México incrementa la explotación de los trabajadores pues no cuenta con otro instrumento para intentar enfrentar la crisis económica. La “reforma laboral” que se pretende imponer representa una cascada de brutales ataques, más intensos que los llevados a cabo en los años 80’s, periodo llamado la “década perdida” debido al proceso que se vivió de agudización de la crisis. Y ahora son los trabajadores de la educación a quienes la burguesía –mediante la “reforma a la ley de la educación” y la ACE (Alianza por la Calidad de la Educación)– ha elegido para iniciar esta nueva serie de golpes que tienen de fondo una más palpable agudización de la crisis capitalista. Ante esta situación no se han hecho esperar ni el descontento ni la combatividad del magisterio, mismos que se han expresado en diversas movilizaciones desde Enero de este año y que implican una perspectiva de próximas luchas dada la brutalidad de los ataques no sólo en este sino en los demás sectores de la clase trabajadora.
La CCI ha intervenido en las divesas manifestaciones que han tenido lugar desde inicios de año ([1]). En particular en el mes de Marzo hemos intervenido con una hoja-volante que se enfoca en la recuperación de la experiencia de luchas recientes de la clase trabajadora internacional, señalando a la unidad y la extensión de la lucha como las necesidades vitales para enfrentar los ataques. Este señalamiento de aquello que resulta vital para luchar en nuestro propio terreno –el del proletariado mundial– no puede dejar de lado la reflexión a favor de todo aquello que promueve y profundiza dicha unidad y autonomía de clase. De ahí la recurrente llamada a conformar Asambleas Generales donde este proceso tenga lugar pero también la necesidad de denunciar y combatir como ajenas y perniciosas todas las trampas que amenazan a los trabajadores, socavando su unidad y la extensión de su lucha. Dichas maniobras burguesas no han tardado mucho en ser servidas en bandeja de plata para intentar esterilizar el descontento creciente y por ello también es necesario traer a colación los episodios nefastos del uso de dichas trampas en el pasado reciente, para identificarlas como tales y sacar las lecciones pertinentes.
Lo que sucede ahora en México representa un “botón de muestra” de lo que ocurre en otras regiones del mundo, dados la agudización mundial de la crisis capitalista, los ataques brutales a la clase trabajadora y el consecuente descontento y combatividad proletarios, así como las trampas burguesas para contener, desviar y esterilizar. En este caso ya es notorio que el aparato sindical intenta desviar la atención de los explotados hacia trampas como la “democracia sindical”, la “defensa de la educación pública”, la “impugnación a Gordillo” o la ilusión de dejar todo en manos de los senadores…
Por ello reproducimos esta hoja-volante pues consideramos que sus argumentos son de interés general para el conjunto del proletariado. Llamamos a los trabajadores a su discusión y reproducción colectivas para así preparar la continuación de la lucha.
Para enfrentar los ataques, la unidad y la extensión de la lucha
La vida de los asalariados está marcada por la explotación y la miseria. Y cuando la crisis se acelera la clase dominante degrada aún más las condiciones de vida de los explotados, agrandando los sufrimientos y las penurias. Una muestra descarnada de esto son los ataques dirigidos en contra de los trabajadores de la educación. Se trata de una prueba más de las “respuestas” de la burguesía ante la crisis: los profesores diariamente en las aulas desarrollan duras faenas que consumen sus fuerzas y absorben su vida; y a cambio de ello reciben un salario directo e indirecto cada vez más degradado, una cascada de nuevos e inútiles trámites burocráticos y una escandalosa campaña acusándolos de “ineficientes y flojos”. La clase dominante afirma que estas violentas medidas se justifican por el “bien de la educación”… ¡Pero vemos que dichas medidas son similares a las que ya se aplican o se pretenden aplicar a trabajadores de otros sectores e incluso de otros países! Por ejemplo en Grecia se ha anunciado una reducción directa y general del salario en 22 %, y para los jóvenes menores de 25 años en 32 %. En Europa entera se ha impuesto el retraso de la jubilación. En los E.U.A., la tasa oficial de desempleo es de 8.5 %, pero si se añaden los miles de desempleados que no han tenido la oportunidad de encontrar trabajo y por tanto ya no pueden cobrar el seguro de desempleo, la tasa de desocupados se eleva hasta cerca del 20 %.
En México no sólo se agrede a los profesores, a los trabajadores del IMSS se les viene amenazando con “ajustar” el sistema de contratación para facilitar el despido… Cada plan o medida que los Estados aplican, dicen que es para mejorar la vida de los trabajadores… ¡Mentiras! Con desempleo, bajos salarios y altas cargas laborales el único objetivo es mejorar la ganancia capitalista.
“Evaluación Universal” = mayor explotación y menos salarios
Los ataques que se preparan contra los profesores son en realidad una continuación de los golpes dados en 2007 a través de la “Reforma a la Ley del ISSSTE”. En ese entonces, los trabajadores buscaron organizarse y expresaron su descontento mediante la movilización. Pero se les desunió y desmovilizó fomentando la esperanza en los amparos jurídicos y en los alegatos y “buenos oficios” de los diputados y abogados de todo tipo. Así, condujeron todo el descontento al impotente camino del amparo ante la ley burguesa donde cada trabajador está solo frente al Estado. ¡Estado que por otra parte no sólo legitima y administra sino que pone en marcha esos mismos ataques!
Si ese golpe logró pasar, fue porque la burguesía, a través de sus acólitos, logró imponer la desarticulación de la combatividad. Esa es una lección que debe estar presente entre los trabajadores que hoy están intentando expresar su descontento: una lucha aislada, donde cada uno se encuentra desnudo ante los ataques, está destinada al fracaso.
La “Evaluación Universal” no es sino un apéndice del proyecto “Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE). Este proyecto no sólo pretende imponer un sistema de evaluación que lleva a los docentes a competir entre sí y restringir las plazas. Además busca incrementar cargas de trabajo, aplastar los salarios, adecuar las formas para asegurar despidos rápidos con “bajos costos” y afectar las jubilaciones.
El contenido general de esta medida forma parte del proyecto que se intenta aplicar a todos los asalariados mediante la “Reforma a la ley del trabajo”. Por eso no puede ser entendida como un problema gremial, ¡es un ataque general hacia todos los trabajadores y por eso requiere una respuesta de todos! La burguesía se adelanta para impedir esta unidad; por ello ha desatado una campaña de desprestigio en contra de los maestros, para dejarlos aislados e impedir la solidaridad y la unidad de los combates.
La burguesía siempre apuesta a dividir, siempre presenta un problema como exclusivo de una parte de los trabajadores. Recordemos cómo el golpe a los trabajadores de Luz y Fuerza lo justificó diciendo que estos eran “ineficientes y privilegiados”. Ahora esa campaña se repite diciendo lo mismo de los maestros. Y pronto esa cantaleta se reciclará y se usará contra otros sectores de la clase trabajadora. Así, la burguesía va atacando sector por sector para aislar, confundir y dividir, nulificando todo combate.
Para poder defendernos, ¡necesitamos luchar unidos!
El sector de los maestros es de los primeros en ser atacado. Pero la crisis es tan severa que exige a la burguesía implantar simultáneamente las mismas medidas en el sector privado o público; como ya lo está intentando con los trabajadores del IMSS. Y para enfrentar estos ataques requerimos de una respuesta unida. Dicha unidad sólo será posible si los trabajadores logran auto-organizarse y extender su lucha. El descontento y la lucha no deben quedarse en un solo sector, como el problema individual de un gremio. Si eso ocurre, los ataques pasarán, sector por sector.
Por eso es vital crear un solo movimiento en el que estén integrados todos los trabajadores sin importar el sector en el que laboren, sin importar si son jubilados o desempleados. De esa manera la masividad y la extensión harán que el descontento se unifique en una misma lucha. Los maestros o cualquier otro sector en lucha, deben dirigirse a sus hermanos de clase de otros sectores para discutir, reflexionar y organizar respuestas conjuntas. De esa manera el combate se extiende y no queda ahogado entre las paredes del gremio. No se trata sólo de sumar a “padres de familia” y quedarse encerrados en la estrechez de la escuela. Se trata de buscar la solidaridad y la unidad de todos los explotados para extender la lucha.
Las condiciones de miseria de los trabajadores son cada día mayores y el descontento va en aumento. Frente a eso el Estado y su aparato harán todo lo posible por crear la división. Su trampa más usada es imponer la separación en gremios, secciones o en siglas sindicales. Intentarán desviar el combate hacia senderos falsos, como “el juicio a Gordillo”, “la democracia sindical”, la “defensa de la economía nacional” o el apoyo a algún “candidato redentor”. La clase dominante buscará imponer estas consignas para desviar el descontento y hacer que pasen los golpes. Así mismo imponen voceros y negociadores que dicen hablar en nombre de los trabajadores, pero que sólo buscan colocar su punto de vista que es el de la burguesía y su Estado, impidiendo la solidaridad entre los explotados.
Asambleas Generales para reflexionar colectivamente y organizar la lucha
Para agrupar el descontento e impulsar nuestra lucha como trabajadores, requerimos ante todo un lugar de reflexión abierta y colectiva. Donde asistamos no para escuchar los discursos de los de siempre que al final imponen decisiones, impidiendo la discusión de todos. Se requieren Asambleas Generales abiertas a todos, en los centros de trabajo, en las plazas públicas. Asambleas en las que los trabajadores podamos hablar, debatir libremente y definir las orientaciones de nuestra lucha. Además, estas mismas Asambleas deben romper el aislamiento e informar sus resolutivos, buscando fomentar la extensión y articulación de las luchas y del descontento general.
Debemos reconocer y enfrentar como una trampa todo aquello que nos divida o nos lleve al alejamiento de los demás explotados. La unidad y solidaridad son la gran fuerza de los trabajadores, por eso la burguesía busca impedir que éstas se desarrollen.
Lo que permitirá la solidaridad y unidad de clase es el debate sobre los problemas que viven todos los trabajadores y la integración de sus diversos sectores en un mismo combate. La fuerza proletaria, sustentada en su unidad y solidaridad, nos recuerda que el futuro pertenece a la clase trabajadora. Pero no se trata del futuro ilusorio de las elecciones, de las mentiras del capitalismo que nos dice que su crisis tiene solución. Se trata de un futuro de lucha contra esta sociedad de explotación que si no es combatida, nos arrastrará a todos a una barbarie sin precedente.
¡A crear las Asambleas Generales para reflexionar colectivamente y preparar la lucha!
¡Qué todo el descontento se unifique
y que la lucha se extienda!
Proletarios de todos los países, ¡uníos!
Marzo de 2012
Revolución Mundial
Sección en México
de la Corriente Comunista Internacional