Enviado por Accion Proletaria el
En los últimos meses, militantes o secciones de la CCI han recibido amenazas intimidatorias o llamamientos apenas disimulados a su asesinato.
En Diciembre UHP-ARDE [1] publicó en su página web un texto titulado “Ciencia y arte del zoquete” [2] que contiene un llamamiento al asesinato de nuestros militantes realizado a través de una macabra cadena de silogismos: empieza por acusarnos abiertamente de “racistas” y veladamente de defender la política de la burguesía; continua estableciendo una jerarquía de calificativos que empieza por “zoquetes”, pasa por “tontos del culo” y acaba en “imbéciles”. Tras haber asentado esas premisas, saca la siguiente conclusión: “CONTRA LAS CAMPAÑAS BURGUESAS DE FALSIFICACION Y REPRESION DE NUESTRAS LUCHAS ¡MUERTE A LOS IMBÉCILES!” [3].
Un mes antes, en la dirección de correo electrónico de nuestra sección en España se había recibido un correo anónimo que terminaba con la siguiente amenaza: “...Sois una pandilla de hijos de puta y alguno tendrá lo que anda sembrando, profesorcillos de mierda. Firmado: uno del lumpen...”.
Recientemente, en Enero 2005, un miembro de la llamada FICCI [4] amenazaba a un camarada nuestro de la sección en Francia con «cortarle el cuello» [5].
Ante esta sucesión de amenazas propias de gángsteres, totalmente ajenas al comportamiento proletario, ¿cuál debe ser la actitud de los revolucionarios y de los elementos proletarios? ¿ no darles importancia pensando que son fanfarronadas o el producto de una excitación momentánea?. Caer en tal apreciación constituiría un grave error.
En primer lugar, porque semejante actitud significa echar en saco roto la experiencia histórica del movimiento obrero. Esta demuestra que el asesinato de militantes obreros ha sido precedido –y en gran medida preparado- por una sucesión de actos aparentemente inicuos: imputaciones calumniosas, amenazas, intimidaciones, llamamientos primero velados y después abiertos, es decir, una serie de “pequeños eslabones” que juntos han desembocado en una gran cadena. Así, el asesinato de Rosa Luxemburgo en Enero de 1919 perpetrado por fuerzas a las órdenes de los verdugos socialdemócratas tuvo una larga maduración: desde 1905 se sucedieron denigraciones graves, amenazas y desafíos, contra esta militante proletaria. Ninguno de esos actos parecía inquietante pero el crimen de 1919 puso de manifiesto la lógica infernal que los entrelazaba uno tras otro. De la misma forma, el asesinato de Trotsky, ejecutado por el infame Mercader, vino a ser la culminación de una serie de pasos orquestados por la canalla estalinista: primero se acusó a Trotsky de agente de la GESTAPO, después empezaron las campañas que pedían abiertamente su cabeza. Luego vino la presión sobre uno de sus hijos (Lyova) que desembocó en lo que tiene todos los visos de ser un asesinato “médico” [6]. Más tarde arreciaron las amenazas directas de muerte realizadas por los sicarios mexicanos del estalinismo. Todos sabemos cual fue el trágico desenlace. La historia demuestra pues que existe un nexo más o menos directo entre las amenazas y llamamientos del hoy y los asesinatos del mañana. Estos vienen a ser la culminación de un tejido de calumnias, amenazas y campañas de odio.
En segundo lugar, no podemos obviar el contexto en el que tienen lugar las 3 amenazas que hemos recibido. Asistimos en los últimos meses al recrudecimiento y multiplicación de las campañas de la FICCI. Como muestra, el boletín número 28 nos trata de “cabrones” lo cual, unido a sus innumerables insultos, amenazas y calumnias, no hace sino propiciar un clima donde todo ataque físico contra la CCI estaría legitimado.
No es ninguna causalidad que estas amenazas ocurran en el contexto que acabamos de exponer. Sus autores han elegido claramente su campo de acción. A los insultos, las campañas de odio, al tejido de calumnias y mentiras, han querido sumar las palabras mayores del llamamiento al asesinato.
No es la primera vez que se produce esta “intervención”. En 1995-96, en el contexto de una campaña igualmente repugnante contra la CCI, con otros protagonistas desde luego [7], el llamado GCI –un grupo que figura en la página de enlaces de UHP /ARDE- quiso aportar su contribución contra la CCI llamando mediante el método del “silogismo” al asesinato de nuestros camaradas en México. Primera premisa: al haber denunciado al grupo estalinista maoísta Sendero Luminoso de Perú nos habríamos hecho cómplices de la masacre de prisioneros proletarios. De ahí hacía la siguiente deducción “lógica”: «para la CCI, como para el Estado y la policía peruana, situarse del lado de los oprimidos es sostener a Sendero Luminoso”. El siguiente silogismo decía: «en el campo obrero, se ha considerado como policía o soplón aquel que contribuye a ese tipo de amalgama policial”. A continuación aportaba un nuevo sofisma: «son los mismos argumentos socialdemócratas que utilizaron los Domingo Arango y Abad de Santillán frente a las acciones violentas de los militantes revolucionarios». ¿Y cual es la conclusión del entramado? «Y por este tipo de calumnia, cuya utilidad para el Estado es bien real, Domingo Arango recibió una bala en la cabeza y no podemos más que deplorar que Abad de Santillán no haya sufrido la misma suerte» (Communisme, nº 43 órgano del G”CI”) [8].
Somos conscientes del proceso en el que estas amenazas se insertan. No nos vamos a dejar intimidar y ante ellas respondemos lo mismo que hicimos en 1996: “Nada de esto nos va ha hacer retroceder. Vamos a profundizar nuestra lucha y toda la CCI se moviliza en defensa de nuestra sección en México empleando un arma que solo posee el proletariado: el internacionalismo. La unidad internacional de la CCI le confiere particularidades intolerables desde el punto de vista de la burguesía, en la medida que toda tentativa de destrucción de una de sus partes tropieza inmediatamente con la movilización y la solidaridad activa del conjunto” [9].
La solidaridad proletaria es la principal arma contra este tipo de ataques
Hemos de rechazar con firmeza y combatir sin cuartel la infiltración de estos comportamientos en las filas revolucionarias pues sólo así podemos cortar la cadena que une, a través de una serie de eslabones, los turbios llamamientos actuales a la “muerte a los imbéciles” con el asesinato de militantes comunistas del mañana.
Cada clase social tiene sus métodos. Ya sabemos cuales son los de la burguesía: por un lado, las armas “políticas” de la calumnia, la amenaza, la intimidación y el chantaje, y, por otra parte, las armas “más expeditivas” del crimen, el terror y el sadismo más oprobioso [10].
Naturalmente, esas armas no forman parte del arsenal de combate del proletariado y sus grupos genuinamente revolucionarios. Nosotros tenemos otras armas, mucho más eficaces para el combate contra el capitalismo. Una de ellas, la más importante, es la solidaridad.
La fuerza del proletariado es la solidaridad. Solidaridad como expresión de su unidad. Solidaridad como capacidad para defender a todos sus componentes. Solidaridad para hacer ver a sus enemigos que cualquier ataque a una de sus partes encuentra inmediatamente la respuesta del conjunto.
Por ello la CCI, de forma unánime, manifiesta su solidaridad con los camaradas y secciones amenazadas y adopta todas las disposiciones necesarias para su defensa. De igual modo, solicitamos a nuestros simpatizantes que expresen activamente su solidaridad. Lo pedimos igualmente a todos los que comparten la lucha revolucionaria contra el capitalismo y que aún manteniendo desacuerdos con las posiciones de la CCI consideran necesario hacer frente a ese tipo de ataques inmundos.
La solidaridad con los camaradas amenazados no sólo es su mejor defensa, es también la mejor defensa de todos los militantes y compañeros que luchan contra el capitalismo. Es igualmente la mejor contribución que podemos hacer para asegurar la defensa de los militantes comunistas del mañana.
Las prácticas de la calumnia, la mentira, la amenaza y la intimidación, son radicalmente incompatibles con el objetivo de la comunidad humana mundial que el proletariado aspira a instaurar tras la destrucción del Estado capitalista. Hay que erradicar la infiltración de esas costumbres que no hacen sino expresar y reproducir la sociedad capitalista putrefacta que queremos abolir.
La clarificación de las posiciones revolucionarias, el combate común contra el capitalismo y su barbarie, no pueden ser perturbados por las turbias maniobras de esas pandillas de farsantes que, embozados tras “posiciones revolucionarias” de opereta aprovechan para lanzar toda clase de dardos, a traición y por la espalda, contra los que de verdad luchan por la causa del proletariado.
¡Solidaridad con nuestros militantes y secciones amenazados!
Corriente Comunista Internacional 15-2-05
Notas:
(1) U.H.P : son las siglas correspondientes a Unios Hermanos Proletarios. ARDE es una publicación que parece ser el portavoz de los distintos grupos que se llaman UHP.
(2) Ver la respuesta de nuestra sección en España en Acción Proletaria nº 180 « Respuesta a UHP-ARDE : más vale zoquete honesto que pillo tramposo »
(3) Cabe destacar la forma cobarde y retorcida con la que estos individuos llaman al asesinato de nuestros militantes. Con asquerosa hipocresía, no dicen las cosas abiertamente, las dejan caer: primero dicen que la CCI se compone de “imbéciles” para acabar con el “muerte a los imbéciles”.
(4) Grupúsculo de hampones que se hace llamar « Fracción Interna de la CCI » y cuya una única actividad consiste en verter toneladas de calumnias contra la CCI y llamamientos furiosos contra nosotros.
(5) Ver artículo de denuncia de este episodio en Révolution Internationale nº 354, publicación de la CCI en Francia.
(6) Ver los testimonios sobre el extraño internamiento del hijo de Trotsky en una clínica rusa de París : Deutscher, Biografía de Trotsky y Vereeken : La GPU en el movimiento trotskista.
(7) En aquellos tiempos fueron grupos extraños como el Communist Bulletin Group, inglés, o Hilo Rojo, español, junto con otros «círculos» los que protagonizaron estas campañas. De ellos nunca más se supo.
(8) Vemos pues que los redactores de UHP-ARDE no han inventado nada en cuanto al llamamiento cobarde y retorcido a nuestro asesinato. Han debido inspirarse en los métodos de los señores del GCI.
(9) Artículo de denuncia del GCI y en solidaridad con nuestra sección en México publicado en toda nuestra prensa territorial. Ver Acción Proletaria nº 131.
(10) Hay que señalar que el lumpen tiene mucha atracción por estos métodos de la burguesía y por ello en momentos de revolución suele nutrir los cuerpos francos y otras milicias de choque de la burguesía como ocurrió por ejemplo en Alemania en 1919.