Ecuador: La descomposición y la crisis económica se agudizan

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La inestabilidad política burguesa, que ha llevado a un escenario de pugnas internas descarnadas en las últimas elecciones, hace ver que la clase dominante en Ecuador, como en el mundo al estar dominada por la tendencia del “cada uno a la suya”, es incapaz de asegurar la cohesión social, mientras avanza la descomposición. “Entre las características más importantes de la descomposición de la sociedad capitalista, hay que subrayar la creciente dificultad de la burguesía para controlar la evolución de la situación en el plano político. La base de este fenómeno es, claro está, que la clase dominante cada día controla menos su aparato económico…”1

Asesinato de un candidato a la presidencia… las pugnas de la burguesía en Ecuador escalan

La ola de violencia que azota a Ecuador expresa la fractura política dentro de la burguesía. La operación de las mafias mexicanas, así como las italiana, albanesa y china, para llevar a cabo sus millonarios negocios y sus sangrientos combates, requieren de relaciones y acuerdos entre los capos de la droga y los sectores de la burguesía, lo mismo con aquellos que se encuentran en las estructuras del poder civil, de las presentes en las fuerzas represivas, es decir, policías o militares, pero también con empresarios “respetables”. De esta manera la burguesía, dividida en grupos, avanza vigilando cada uno sus intereses y en una disputa de “todos contra todos”, en la que son asuntos cotidianos la corrupción, las traiciones y por supuesto los asesinatos. El hecho de que estas disputas llegaran al asesinato de un candidato a la presidencia, revela la magnitud del pudrimiento social que se vive en Ecuador (como en el conjunto de los países de la región); en otras palabras, Ecuador es otro ejemplo de que el torbellino de la descomposición engulle a la misma burguesía.

En medio de las elecciones anticipadas para designar al presidente que dirija las riendas del Estado Ecuatoriano, se da el asesinato a un candidato que al igual que los demás contendientes, representaba los intereses de alguna facción burguesa. El asesinado Fernando Villavicencio, no era un candidato “puntero”, según las encuestas, aparecía en sexto lugar, pero era una ficha clave en el entramado de corrupción dentro del putrefacto régimen ecuatoriano, debido a que fue parte de la comisión de fiscalización, comisión que, en el marco de la disputa de los grupos de la droga, evidenció alguno casos de corrupción y vinculaciones con el narcotráfico de personajes de la política ecuatoriana, lo que puede aparentar que su ajusticiamiento se debe a su valentía y honestidad, sin embargo habrá que considerar que en ese accionar mientras denuncia a personajes de un grupo, encubre a las prácticas y relaciones de otra de las agrupaciones mafiosas.

Los medios de comunicación y los partidos políticos de la burguesía presentan este hecho como un crimen “contra la democracia”. Bajo este discurso no solo ocultan que el crimen fue producto de las disputas burguesas, sino además reaniman la vieja campaña en la que presentan a la democracia como la única alternativa política para los explotados.

Es un hecho que el crimen organizado opera desde el Estado, los cárteles de la droga están fundidos en las estructuras del Estado, sin embargo, no hay un orden en su actuación, cada facción mafiosa se asocia con un gobierno local o con alguna instancia estatal y al defender sus intereses produce una guerra de todos contra todos. Por ejemplo, el actual presidente Guillermo Lasso y su entorno más cercano han sido señalados de tener acuerdos con la Mafia Albanesa. Fernando Villavicencio por su posición política dentro de la Asamblea Nacional (donde fue presidente de la Comisión de Fiscalización), no sólo estaba al tanto de todo esto, sino también, actuó protegiendo, ocultando y desviando la atención de la prensa para otro lado, con el afán de salvaguardar los intereses de Guillermo Lasso.

Ante esta situación, el gobierno norteamericano se colocó a la cabeza de esa campaña de “promoción de la democracia”, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken en una rueda de prensa rechazó este asesinato y lo llamó abiertamente un ataque a la democracia, ofreciendo su ayuda al gobierno de Guillermo Lasso para encontrar a los culpables, mostrando así su interés por contener un poco la extensión de las consecuencias ante los hechos sucedidos y ampliar su presencia dominante en la zona para cerrar el paso al avance económico y político de sus opositores chinos y rusos, que encuentran en Ecuador por su posición geoestratégica, su sistema monetario dolarizado, un puerto de distribución de drogas y lavado de activos, una zona para la extracción de minerales, tierras y petróleo.

Ecuador, como el mundo entero, se sume en un torbellino destructivo

La violencia de los grupos del narcotráfico es un problema cotidiano que enfrenta la población en Ecuador, pero, otra fuente de violencia no menos feroz que azota a los explotados es la crisis: entre la pandemia y la violencia de los grupos de crimen organizado suman hasta la fecha alrededor de 50,000 muertes entre hombres, mujeres y niños2.

A este horror hay que sumar los más de 25,000 ecuatorianos que han cruzado la peligrosa selva del Darién en el primer semestre del año 2023 y que más de 7 millones de personas viven con menos de 3 dólares al día… Ese es el Ecuador de hoy, hundido en la pobreza, el desempleo y la violencia.

Para los medios de comunicación de toda laya, para los economistas, sociólogos y politólogos, para todas las organizaciones políticas de derecha, de izquierda, para los sindicatos, organizaciones sociales: veganos, ecologistas, GLBTIQ+3, CONAIE4, FENOCIN5, etc., la única explicación que presentan es culpar al gobierno de Rafael Correa o a los gobiernos de Moreno y Lasso. De esta forma con la simplificación de la confrontación entre correístas y anticorreístas, la burguesía dibuja una falsa disyuntiva para los explotados: progresismo o neoliberalismo. Se pretende así, encubrir el atolladero histórico en que está metido el modo de producción capitalista, la crisis económica, y la imposibilidad de que la burguesía encuentre una salida.

Crisis económica, se acentúan los golpes contra los explotados

Ecuador junto al resto de los países del mundo vive y sufre las consecuencias de la crisis económica abierta del capitalismo destapada a finales de los años 60 del siglo XX.

Un país en donde la economía se nutre por la vía de las remesas de los migrantes, por el agresivo endeudamiento público y privado, por el lavado de activos provenientes de la corrupción y el narcotráfico. Donde más de 189,000 personas entre los años 2021 a 2022, han salido del país, sumándose a las grandes migraciones a nivel mundial por factores propios de la descomposición: hambruna, violencia, guerras, desempleo. Donde los servicios sanitarios y el sistema educativo están en condiciones críticas (en el ciclo educativo del año 2022 al 2023, 56,675 estudiantes no se matricularon en la región Sierra Oriente). En donde hay un constante incremento en los precios de los alimentos… este avance de la miseria, de la explotación y la violencia intensa, es solo un indicativo de lo que el capitalismo puede ofrecer a la humanidad entera.

De manera que, si la crisis es expresión del mismo capitalismo, los trabajadores para enfrentarla NO pueden ni deben unirse con la burguesía, ni ser más productivos, sumisos y competir con sus hermanos de clase, la única salida que tienen es la lucha, en la que unifiquen sus fuerzas con todos los trabajadores en activo y en desempleo que sufren los ataques y degradan sus condiciones de vida. Pero para que esta pueda expresar todo su poder deberá de pasar por encima y en contra de los sindicatos y los partidos de la burguesía, de todos los colores y caretas, que buscan encasillar el descontento en la imploración de ‘mejores’ gobernantes o ‘mejores’ políticas. La crisis pone al desnudo que el capitalismo no puede ofrecer sino mayor explotación y miseria, pero también revela de forma más clara que la única salida se encuentra en su destrucción, y el proletariado es la única clase capaz de hacerlo y sobre sus ruinas construir una verdadera comunidad humana6.

La burguesía solo ofrece violencia, explotación y miseria

Toda la violencia desatada en Ecuador es un síntoma de enfermedad y de podredumbre del sistema. Los trabajadores se encuentran en medio de un fuego cruzado, violencia irracional y mortal contra ellos. Ninguna facción representa una alternativa para los explotados, ni correístas, ni anticorreístas, ni izquierda, ni derecha. La explotación que viven diariamente los trabajadores, el temor que imponen a la población con la guerra de grupos del narco o la represión con la que responden los gobiernos, es lo único que puede ofrecer la burguesía a los trabajadores.

El proletariado, por supuesto, no debe dejarse atrapar en las pugnas burguesas donde solo es carne de cañón sino que tiene que ir mas allá y luchar contra los ataques económicos, la explotación y represión mediante sus luchas por reivindicaciones salariales, por mejores condiciones de vida, como ya lo están mostrando las huelgas desde hace más de un año en Europa y también en los Estados Unidos que han estado recordando lecciones fundamentales para la lucha obrera en todo el mundo.

Internacionalismo Ecuador, septiembre-2023

1 https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo

2 https://es.internationalism.org/content/4559/en-guayaquil-ante-una-crisis-sanitaria-el-capitalismo-provoca-muerte-y-dolor

3 Gays, lesbianas, Transexuales (GLBTIQ+)

4 Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador (CONAIE)

5 Federación Nacional de Indígenas y Negras (FONOCIN)

6 https://es.internationalism.org/revolucion-mundial/200901/2455/la-agudizacion-de-la-crisis-muestra-que-el-capitalismo-solo-ofrece-ma

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