El 23 de Diciembre, tras 4 meses de expectativas y negociaciones de la Plataforma Unitaria (CCOO, UGT y CGT) con la patronal y la Generalitat, y de convocatorias sindicales, los obreros de SEAT desencadenan espontáneamente un paro contra los despidos, que es una expresión de indignación y de solidaridad ante la forma cobarde como se anuncian y ante la traición de CCOO y UGT que los han firmado, y la pasividad de los demás sindicatos para plantear una alternativa de lucha. CGT, a la que otras formaciones sindicales “radicales” y “de base” (CNT, la Xarxa...) dan su apoyo, y que el mismo día (16 de Diciembre) de la firma de los despidos emplaza a los trabajadores... ¡para Enero!, se sube en marcha al carro de la respuesta obrera, primero para frenarla, llamando el mismo día 23 a limitar el paro a 3 horas; luego, cuando comprueba tras las Navidades que no hay una continuidad de la dinámica de lucha, para presentarse como sindicalismo “combativo”, con un programa de “movilizaciones”. ¿Qué lecciones tenemos que sacar de todo esto?