Con la pandemia se ha producido un cierre generalizado de la economía mundial que ya atravesaba una fase de crisis aguda. A ello debe añadirse los estragos que puede producir tras la euforia inicial las inyecciones masivas de deuda que todos los gobiernos han aplicado y las consecuencias no menos negativas de la explosión del “cada uno a la suya” de cada capital nacional en su política económica. Este conjunto de hechos en torno a la pandemia configura una situación de agravación muy fuerte de la crisis del capitalismo que perdura desde hace más de 50 años y todos sabemos lo que ello va a significar para el proletariado mundial: más despidos, más precariedad, la inflación que se dispara, el ataque a sus condiciones de vida que se une a la amenaza contra su vida misma provocada por la pandemia. Todo esto es el objeto del informe sobre la crisis económica que ha aprobado el Congreso de la CCI.