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El surgimiento internacional de las luchas obreras a partir de 1968 acabó con el largo período de contrarrevolución padecido por el proletariado tras la derrota de los asaltos revolucionarios de 1917-23. Una de las expresiones más importantes de ese cambio fue la aparición de grupos proletarios y de círculos que intentaron, a pesar de su inexperiencia y confusiones importantes, reanudar los lazos destruidos junto con el movimiento comunista del pasado. Durante los años 70, el optimismo inmediato, cuando no inmediatista, producido por la reaparición de la lucha de clases seguía muy presente e hizo surgir a corrientes políticas proletarias como la CCI, o permitió a organizaciones como el PCI bordiguista conocer una fase de crecimiento acelerado y espectacular. Pero la construcción de una organización comunista, al igual que la evolución de la lucha de clases en su conjunto, han sufrido un proceso mucho más difícil y penoso del que se había imaginado “la generación del 68”, y muchos de sus elementos, militantes o ex militantes, han pasado de un optimismo superficial a un pesimismo que también lo es. Tras sacar la conclusión de que nunca acabaría el período de contrarrevolución o al quedar decepcionados por la clase obrera, abandonaron la lucha revolucionaria.
Aquí no se trata de entrar en los detalles de las razones de las importantes dificultades y de las crisis aparentemente sin fin vividas por las organizaciones revolucionarias estos dos pasados decenios. Entre ellas se destacan las repercusiones ideológicas del hundimiento del bloque del Este, el reflujo de la lucha de clases que produjo y los efectos perniciosos del avance de la descomposición del capitalismo, cuestiones que exigen un desarrollo más profundo que el que podemos hacer en estas líneas. Pero a pesar de también confrontarse con estas dificultades, la CCI sigue manteniendo lo que ya iba afirmando en los años 70, o sea que la clase obrera no ha sufrido una derrota histórica fundamental y que se está produciendo, a pesar de un retroceso significativo de la conciencia en la clase obrera, un proceso de “maduración subterránea” de la conciencia que se expresa claramente hoy en la aparición de una nueva generación de elementos que intentan apropiarse de lo esencial del programa comunista.
La CCI ya ha escrito varios artículos en su prensa territorial sobre la evolución de estos elementos que se sitúan en esa área intermediaria entre las posiciones políticas de la burguesía y las de la clase obrera. Esta evolución sin la menor duda es un proceso muy heterogéneo obstaculizado por cantidad de trampas ideológicas, en particular el anarquismo y las diversas formas de la ideología del mundo “alternativo”. Se extiende sin embargo con ramificaciones al conjunto del planeta. También hemos asistido a la emergencia de grupos que se definen desde el inicio como simpatizantes de las posiciones de la Izquierda comunista.
En este marco general, una evolución particularmente significativa ha sido la de la aparición de esta nueva generación en dos países que al ser precisamente las zonas en las que la revolución alcanzó su punto más álgido también sufrieron la más brutal contrarrevolución: Alemania y Rusia. Nuestras secciones en Alemania y Suiza han sido particularmente activas y han intervenido en este nuevo medio en Alemania, como lo demuestran el gran número de artículos que les ha dedicado nuestra prensa territorial en alemán (también se han publicado algunos de ellos en inglés, francés y otros idiomas).
Al mismo tiempo, la CCI también ha dedicado un esfuerzo significativo para seguir y participar en el desarrollo del medio político en Rusia. Desde la Conferencia de Moscú en 1997 sobre la herencia de Trotski, sobre la que ya escribimos en la Revista internacional no 92, hemos publicado varios artículos a propósito de los nuevos grupos en Rusia, como han podido comprobarlo los lectores de nuestra prensa: debates con el Buró Sur del Marxist Labour Party sobre la decadencia del capitalismo y la cuestión nacional, debates sobre el mismo tipo de cuestiones con la Unión comunista internacional, publicación de tomas de posición internacionalistas tanto de los anarcosindicalistas revolucionarios de Moscú (KRAS) como del Grupo de colectivistas proletarios revolucionarios (GPRC) contra la guerra en Chechenia, informe de la reunión pública organizada por la CCI en Moscú en octubre del 2002 para presentar la publicación en ruso de nuestro libro sobre la decadencia (véase por ejemplo la Revista internacional nos 101, 104, 111, 112 y 115, la mayoría de estos artículos son accesibles en nuestro sitio web). Más recientemente, como se puede consultar en la Revista internacional no 118 (únicamente en inglés, posterior a la edición en español), hemos colaborado en la realización de un sitio de discusión en Internet con algunos elementos internacionalistas en Rusia (KRAS, GPRC y más recientemente la UCI) con vistas a ampliar y profundizar los debates que animan a este medio.
Hemos proseguido este trabajo mandando en junio del 2004 una delegación de la CCI para participar en la Conferencia convocada por la biblioteca Victor Serge y el Centro de estudios y de investigación Praxis, que así definían en su circular los temas y objetivos de la reunión:
“... discutir del carácter, de las metas y de las experiencias históricas del socialismo democrático y libertario en tanto que conjunto de ideas y de movimientos sociales (...);
– socialismo y democracia (...);
– socialismo y libertad (...);
– el carácter internacional del socialismo democrático y libertario (...);
– los protagonistas de las transformaciones socialistas (...);
– la educación socialista (...).”
Ni que decir tiene que tenemos muchas divergencias fundamentales con las ideas “democráticas” y “libertarias” citadas en la circular y con el grupo Praxis; ya hemos mencionado algunas en nuestra reseña de la reunión pública de octubre del 2002, en particular en lo que toca a la guerra en Chechenia. La experiencia nos ha demostrado sin embargo que este grupo es perfectamente capaz de crear un foro para un debate abierto a los elementos en búsqueda en Rusia, como lo verificó la conferencia de junio. No solo porque muchos de los temas principales se referían realmente a problemas a los que están confrontados los revolucionarios, sino también porque atrajo, como las precedentes conferencias, a un amplio panel de participantes. Así es como al lado de cierta cantidad de elementos academicistas rusos y “occidentales”, que defendían variantes de la ideología democrática desde la socialdemocracia hasta el trotskismo y el “mundialismo alternativo”, también había varios representantes del medio auténticamente internacionalista que se está desarrollando actualmente en Rusia.
La CCI propuso tres textos a la conferencia, para dar una respuesta comunista a las preguntas planteadas en la circular de llamamiento, sobre estos temas: el verdadero significado del internacionalismo proletario, el mito de la democracia y la alternativa proletaria de los consejos obreros, el carácter reaccionario de cualquier sindicato en este período de la historia (colgado en nuestro sitio web). No nos sorprendimos al ver que los debates en esta conferencia ponían en evidencia una línea de demarcación entre aquellos para quienes internacionalismo significaba solidaridad de clase por encima y contra las divisiones nacionales y aquellos para quienes significaba “amistad entre naciones” o apoyo a los “movimientos de liberación nacional”. Tampoco nos sorprendió el que esta división coincida igualmente con el abismo que separa a quienes afirman que el derrocamiento revolucionario y mundial del capitalismo es hoy en día la única posibilidad progresista para la humanidad, de quienes consideran que puede seguir habiendo algo de progresista en no se sabe qué movimiento parcial y de luchas por “reformas” en este sistema.
Sin embargo, siguen existiendo al mismo tiempo desacuerdos importantes entre los mismos internacionalistas, como lo pusieron en evidencia las discusiones al margen de la conferencia formal, sobre la cuestión de la decadencia del capitalismo, el carácter de la Revolución de Octubre, la cuestión organizativa e incluso sobre el método fundamental del marxismo.
Algunos de estos temas serán debatidos en el foro que hemos mencionado, elaborado en común con el KRAS y el GPRC, ya que para él se han publicado textos sobre la Revolución rusa por parte de las tres organizaciones. Publicamos en este número de la Revista internacional la respuesta sintética que hacemos a las contribuciones del KRAS (sobre la Revolución de octubre) y del GPRC (sobre la idea de que la informatización sería una condición necesaria de la revolución proletaria).
En el número anterior de esta Revista publicamos el último artículo de una serie sobre “El nacimiento del bolchevismo” en 1903-1904. Cien años más tarde, sigue siendo posible hacer interesantes comparaciones entre la situación a la que estaban enfrentados los revolucionarios rusos en los tiempos de Lenin y la situación del medio político actual. Las tareas del momento siguen siendo fundamentalmente idénticas: la definición y la elaboración de un programa comunista y la necesidad de construir una organización de revolucionarios que supere la dispersión extrema de los grupos y círculos existentes. También es comparable el contexto social general, pues podemos discernir en el horizonte (aunque sea más lejano que en 1903) amplios conflictos sociales y huelgas de masas que serán sin la menor duda tan significativos históricamente como los de 1905 en Rusia. Esto tiene como consecuencia que los revolucionarios hoy no tienen a su disposición un tiempo infinito para obrar en la construcción de una organización capaz de intervenir e influir en esos movimientos. Una cosa, eso sí, ha evolucionado desde la primera mitad del siglo XX, y es que la construcción de una organización así no se hará en cada país de forma separada, en un aislamiento relativo con respecto al movimiento comunista internacional, puesto que la cuestión se plantea ya a nivel internacional. Las cuestiones a las que se enfrentan los revolucionarios en Rusia son en lo esencial las mismas que las que se plantean a los revolucionarios de todos los países, y precisamente es la razón por la que los debates de los que tratamos han de ser abordados no solo en el marco general de los principios internacionalistas, sino también en un sentido concretamente internacional. Animamos activamente a todos quienes –en Rusia y en cualquier parte del mundo– estén de acuerdo con las bases de este foro de discusión internacionalista para que manden sus contribuciones al sitio web directamente y a que participen en las futuras conferencias organizadas por el medio ruso.
CCI, Agosto del 2004