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Con la fundación del Partido Comunista Alemán, entre el 30 de Diciembre y el 1° de Enero de 1919, la oposición revolucionaria a la Social-Democracia parece encontrar una autonomía organizativa. Pero, el partido Alemán, que aparece cuando ya el proletariado lucha en la calle con las armas en la mano y ha tomado el poder por poco tiempo en algunos centros industriales, manifestará pronto tanto el carácter heterogéneo de su formación como la incapacidad par ponerse a la altura de su visión global y encararse con las tareas para las que es constituido.
¿Cuáles fueron las fuerzas que se unieron para constituir el Partido? ¿Cuáles fueron los problemas con los que pronto tropezaron? Limitémonos a los momentos, sin duda más importantes para el tema, que puedan hacernos comprender los errores del partido con sus graves consecuencias en el futuro.
La trayectoria que siguieron los sucesos después del 4 de Agosto del 11914, estuvo llena de dificultades. La historia del grupo Spartakus es una prueba de ello. Su acción en la clarificación teórica y en el desarrollo del movimiento comunista es evidente.
En los tiempos de la Liga Spartaco (Spartakusbund)
Así se llamará el grupo en 1916; antes en 1915, se había llamado "Internationale" debido a la revista del mismo nombre aparecida en Abril de ese año), todas las decisiones importantes estuvieron caracterizadas por las posiciones de Rosa Luxemburgo.
En Zimmerwald (5/8 de septiembre del 15), los alemanes están representados por el grupo internationale, por el berlinés Borchardt que representa al pequeño grupo de la revista Lichstrahlen (Rayos de Luz) y por el ala centrista próxima a Kautsky . Únicamente Borchardt apoyaría la posición internacionalista de Lenin , mientras que los demás alemanes dan su apoyo a una moción redactada en los siguientes términos: «En ningún caso debe sacarse la impresión que esta conferencia quiere provocar una escisión y fundar una nueva Internacional».
En Kienthal (24/30/ de Abril de 11916), la oposición alemana está representada por el grupo International (Bertha Thalheimer y Ernst Meyer), por la Oposición en la Organización (centristas de Hoffmann) y por las Bremer Linksradikalen (radicales de la izquierda de Bremen) con Paul Frolich.
Las dudas de los Spartakistas (Internationale) no se han disipado del todo; una vez más, éstos se encontrarán más cerca de las posturas de los centristas que de las de la izquierda (Lenin-Frolich). E. Meyer diría: «Queremos crear la base ideológica (...) de la nueva Internacional, pero en el plano de la organización no queremos comprometernos ya que todo está aún en movimiento».
Es la clásica posición de R. Luxemburgo, para quien la necesidad del partido se sitúa más al fin de la Revolución que en su fase preparatoria e inicial: «En una palabra, históricamente, el momento en que tendremos que tomar la conducción o vanguardia no es al principio sino al final de la Revolución».
El hecho más importante es la aparición en el plano internacional de el Bremen Links radikalen
Los historiadores y la historiografía han utilizado el término de "Linksradikalen" para nombrar grupos como el de Bremen o el de Hamburgo, y luego a los del KAPD y a las Uniones de Trabajadores. El término "Ultralinke", por el contrario, fue usado para designar a la oposición de izquierda (Friesland - Fischer - Maslow) en los años siguientes, en el seno del KPD. Ya en 1910, el periódico socialdemócrata de Bremen, Bremen Burgerzeitung, publicaba artículos semanales de Pannekoek y Radek, y será bajo la influencia de la Izquierda Holandesa como se constituirá el grupo de Bremen alrededor de Knief, Paul Frolich y otros. A finales de 1915, se constituye el ISD Socialistas Internacionales Alemanes nacidos de la unión entre los comunistas de Bremen y los revolucionarios berlineses que publicaron la revista Lichtstrahlen. La Bremer linke se hace independiente de la Socialdemocracia, incluso en lo formal, en Diciembre de 1916, pero ya en junio de este año había empezado a publicar Arbeiterpolitik
Para publicar "Arbeiterpolitik", se abrió incluso una suscripción entre los obreros de los astilleros de Bremen que será el órgano legal más importante de la izquierda. En este órgano aparecerían además de los artículos de Pannekoek y Radek, otros de Zinoviev, Bujarin, Kamevev, Trostsky y Lenin. Arbeiterpolitik mostraría en seguida una conciencia más madura en cuanto a la ruptura con el reformismo, y así podía leerse en el primer número que el 4 de Agosto ha sido «el final natural de un movimiento político cuyo declive se estaba gestando desde hacía tiempo». De Aberiterpolitik surgieron las tendencias que más presión ejercieron para que se discutiera la cuestión del Partido. La discusión del grupo de Bremen con los Spartakistas resultó difícil, al empeñarse éstos en permanecer en la Social-Democracia.
El primero de Enero de 1916, en la conferencia Nacional del grupo Internationale, Knief criticó la ausencia de perspectivas claras e incluso de toda resolución de ruptura con el Partido Socialdemócrata y de toda perspectiva de formación de un partido revolucionario sobre bases radicalmente nuevas.
Mientras el grupo Spartakista Internationale se adhería al Socialdemócrata Arbeitergemeinschaft
Grupo de Trabajo en el Reichtag y publicaban escritos como: «Lucha por el Partido y no contra el Partido...lucha por la democracia en el Partido, por los derechos de las masas, por los camaradas del Partido contra los jefes que se olvidan de su deberes... Nuestra consigna no es escisión o unidad, partido nuevo o viejo, sino conquista del Partido desde la base gracias a la revuelta de las masas... la lucha decisiva por el Partido ha empezado».(Spartakus-Briefe, 30 de Marzo de 1916). Al mismo tiempo en arbeiterpolitik podía leerse: «Creemos que la escisión, tanto a nivel nacional como internacional no sólo es inevitable sino además condición previa a la real reconstrucción de La Internacional, del despertar del movimiento proletario de los trabajadores. Creemos que es inadmisible y peligroso que se nos impida expresar nuestra profunda convicción ante las masas laboriosas». (Arbeiterrolitik N° 4).
Y Lenin en "A propósito del panfleto de Junius" (julio 1916) escribía: «El mayor defecto de todo el marxismo revolucionario Alemán es la ausencia de una organización ilegal estrechamente unida...Tal organización se vería obligada a definir claramente su actitud respecto al oportunismo del Kautskysmo. Únicamente el grupo de los Socialistas Internacionalistas de Alemania (ISD) permanece en su lugar, de forma clara y sin ambigüedades».
Los Spartakistas continuaban adheridos al USPD (Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania fundado el 6/8 de Abril de 1917; partido centrista sin diferencias, excepto en las proporciones, con la Socialdemocracia, ligado de hecho a la creciente radicalización de las masas), y de él formaban parte: Haase, Ledebour, Kautsky, Hilferding y Bornstein. Esta unión volvió aún más duras y exasperadas las relaciones entre los Comunistas de Bremen y aquellos. En Marzo de 1917 se leía en el Arbeiterpolitik: «Los radicales de izquierda se encuentran ante una gran decisión. La mayor responsabilidad se encuentra en manos del grupo Internationale al cual reconocemos, a pesar de las criticas que hemos tenido que hacerle, como el grupo más activo y más numeroso, como núcleo del futuro partido radical de izquierda. Sin éste, tenemos que reconocerlo francamente, no podemos ni nosotros ni la ISD construir en un plazo previsible, un partido capaz de actuar. Es el grupo Internationale de quien depende que la lucha de los radicales de izquierda se desarrolle en un frente ordenado tras su bandera , o que la oposición dentro del movimiento obrero, la cual ha surgido en el pasado y que es un factor de clarificación, se disipe en una total confusión».
Tras la adhesión del grupo Spartakista a la USPD, se podía leer: «El grupo Internationale ha muerto...Un grupo de camaradas se ha constituido en comité de acción para construir el nuevo partido».
Efectivamente , en Agosto de 1917 hubo una reunión en Berlín con delegados de Bremen, Berlín, Francfort y otras ciudades alemanas, para poner los cimientos de un nuevo partido. Otto Ruhle con el grupo de Dresden participó en esta reunión. En el grupo Spartakista mismo se manifestaron posiciones muy cercanas a las de los Linksradicalen, que no aceptaron los compromisos organizativos de la Central y Rosa Luxemburgo. Apareció primero la oposición de los grupos de Duisburgo, Francfort y Dresden a la adhesión al Arbeitergemeinscharft. El órgano del grupo de Duisburgo en particular, inició una viva discusión contra tal adhesión. Más tarde otros grupos como el de Chemnitz, en el que estaba Heckert, manifestaron su oposición a la adhesión a la USPD. Estos grupos estaban de acuerdo en la práctica con lo que Radek expresaba en Arbeiterpolitik: «La idea de construir un partido con los centristas es una peligrosa utopía. Los radicales de izquierda, sean o no propicias la circunstancias, tienen que construir su propio partido si quieren cumplir su tarea histórica».
Liebknecht mismo, más ligado a la efervescencia de la clase, expresaba su posición en un escrito desde la cárcel (1917), en el cual intentando aprehender las fuerzas vivas de la revolución, distinguía tres capas sociales en el seno de la Social-Democracia Alemana: «La primera estaba formada por funcionarios a sueldo, base social de la política de la mayoría del partido Socialdemócrata». La segunda estaba formada por: «los trabajadores más acomodados y más instruidos. Para éstos, la importancia del peligro de ver estallar un grave conflicto con la clase dominante no estaba clara. Ellos quieren reaccionar y luchar; además forman la base del trabajo Colectivo Socialdemócrata». Y la tercera capa: «Las masas proletarias de trabajadores sin instrucción. El proletariado en su sentido real, estricto. Por su estado actual, sólo esta capa no tiene nada que perder . Nosotros apoyamos a esas masas: el proletariado».
Todo esto demuestra dos cosas:
Que una importante fracción del grupo Spartakista se orienta hacia la misma dirección que los radicales de izquierda, chocando así contra un centro minoritario representado por Rosa Luxemburgo, Jogchiches y Paul Levi
El carácter federalista no centralizada del grupo Spartakista.
La Revolución Rusa.- Los desacuerdos que se manifestaron entre los Spartakistas y la mayoría del USPD sobre esta revolución , llevaron a Arbeiterpolitik a discutir de nuevo con los Spartakistas
En la interpretación de lo que pasaba en Rusia, había toda clase de divergencias entre los Comunistas de Bremen y los Spartakistas. Mencionamos únicamente la cuestión del uso del "terror revolucionario". En nombre del Grupo de Bremen, Knief criticó duramente la posición de Rosa Luxemburgo sobre su rechazo en utilizar el terror de clase en la lucha revolucionaria. Los Comunistas de Bremen no habían disociado nunca su solidaridad con la revolución rusa de la exigencia de formar un partido comunista en Alemania, ¿Por qué, se preguntaban los Comunistas de Bremen, la revolución había triunfado en Rusia?
«Única y exclusivamente porque en Rusia, es un partido autónomo de radicales de izquierda quien desde el principio lleva la bandera del socialismo y combate con el emblema de la revolución Social (...) Si con mucha buena voluntad se podía encontrar en Gotha razones que justificaran la actitud del grupo Internationale, hoy en día toda apariencia de justificación de asociación con los independientes se ha desvanecido (...) Hoy la situación internacional hace aún más urgente la necesidad de fundar un partido propio de los radicales de izquierda (...) Sea como sea. Tenemos la voluntad firme de consagrar todas nuestras fuerzas para crear en Alemania las condiciones para un Linksrradikalen Partei (partido de los radicales de izquierda). Invitamos pues, a nuestros amigos, a nuestros compañeros del grupo Internationale, en vista de la quiebra total que desde hace ya casi nueve meses hunde a la fracción y al partido de los Independientes, en vista de las repercusiones corruptas del compromiso de Gotha que sólo perjudicará el porvenir del movimiento radical de Alemania, a romper sin ambigüedades y abiertamente con los pseudosocialistas independientes y a fundar el partido propio de los radicales de izquierda» (Arbeiterpolitik, 15-12-1917).
A pesar de todo, un año pasará aún antes de la fundación del partido en Alemania, y mientras tanto la tensión social no dejará de ir en aumento: desde las huelgas de Berlín de Abril de 1917 hasta la revuelta de la flota durante el verano, y las oleadas de huelgas de Enero del 18 (Berlín, Ruhr, Bremen, Hamburgo, Dresle) que duraron todo el verano y el otoño
Veamos ahora a otros grupos menores característicos de la situación alemana. Hemos escrito más arriba que el ISD agrupada también al grupo de Berlín alrededor de la revista Lichstrahlen. El representante más importante era Borchardt. Las ideas que desarrollaba en las revista eran violentamente antisocialdemócratas, pero ya anunciaban, por su orientación semi-anarquista, la ruptura con los Comunistas de Bremen. Arbeiterpolitik observaba que: «En lugar del partido, éste (Borchardt) pone una secta propagandista de formas anarquistas».
Más tarde, los comunistas de izquierda lo considerarán como un renegado y lo bautizarán "Juliano el Apóstata".
En Berlín, Werner Moller, que ya era afiliado de los Lichtstrahlen, se hizo colaborador asiduo de Arbeiterpolitik, y más tarde su representante. Los sicarios de Noske lo asesinarán bestialmente y a sangre fría en Enero del 19. En Berlín, la corriente de izquierda será muy fuerte con, entre otros, los Spartakistas (más tarde KAPD); Karl Schroder y Friederich Wendel.
El grupo de Hamburgo ocupa un lugar especial en la oposición revolucionaria contra la social-democracia. Este grupo no entrará en el ISD hasta noviembre de 1918. Cuando a partir de una proposición de Knief, éstos cambiaron de nombre para convertirse en el I:K:D: (Internationate Kommunisten Deutschland) el 23 de diciembre de 1918 en Hamburgo, las cabezas visibles fueron Henrich Laufenberg y Fritz Wolffheim. Lo que los distinguía de los Comunistas de Bremen fue una polémica acerba contra los jefes, polémica con aspectos sindicalistas y anarquistas. Arbeiterpolitik se mantenía el contrario en posiciones correctas cuando escribía el 28 de julio 1918: «La causa de los Linksradikalen, la causa del Partido Comunista Alemán, al cual tendrían que afluir tarde o temprano los que han permanecido fieles a los antiguos ideales, no dependen de grandes apellidos. Al contrario, lo que es y tiene que ser el elemento nuevo, si un día tenemos que llegar el socialismo, es que la masa anónima tome a su cargo su propio destino: que cada compañero en tanto que individuo contribuya en ello con su iniciativa propia sin preocuparse si están con él "apellidos notorios"».
Lo que también distinguía al grupo de Hamburgo era el carácter cada vez más claramente sindicalista de su orientación política, lo cual se debía, en parte, a la militancia de Wolffheim en las IWW (International Workers of the World) cuando vivió en USA.
Puede decirse que los que expresaron mejor este período de la lucha de clases en Alemania fueron, sin duda alguna, los Comunistas de Bremen. A este respecto, hay que poner de relieve todas las dudas, vacilaciones y errores del grupo Spartakista (y por tanto su mejor teórico, Rosa Luxemburgo) en cuanto a la organización, a la visión del proceso revolucionario, a la función que debe cumplir el Partido. Quede claro que el resaltar los errores de Rosa Luxemburgo no significa que haya que minimizar sus batallas, su heroica lucha, pero ello permite entender que, al lado de su visión premonitoria en su lucha teórica contra Bernstein y Kaustsky, Rosa defendió posturas políticas que hoy nos resultan inaceptables.
No tenemos dioses que venerar, sino que al contrario, tenemos que entender los errores del pasado para poder evitarlos, tenemos que saber sacar del movimiento proletario las lecciones útiles y no acabadas, y, entre éstas, las que conciernen a la función y el papel organizativo de los revolucionarios.
Para estar a la altura de nuestras propias tareas, hay que comprender también el lazo inevitable que existe entre la actividad de pequeños grupos cuando predomina la contrarrevolución (como ejemplo elocuente, lo que hicieron Bilan e Internationalisme) y la acción del grupo político cuando las contradicciones insuperables del capitalismo empujan a la clase al asalto revolucionario. Ya no se trata entonces de defender posiciones, sino, sobre la base de esas posiciones en constante elaboración, sobre las bases del programa de clase, ser capaces de cimentar la espontaneidad de la clase de expresar la conciencia de clase, de unificar sus fuerzas en vista al asalto de la fortaleza burguesa.
Los partidos sin embargo, no viene prefabricados. Entendámonos: los artificios organizativos nunca sirvieron para nada; al revés, a menudo han servido incluso a la contrarrevolución. Auto proclamarse partido, construirse como tal en período contrarrevolucionario es un absurdo, un error muy grave que demuestra incomprensión de la base del problema, cuando no hay una perspectiva revolucionaria. Pero puede considerarse como cosa tan grave al dejar esa tarea de lado, o dejarla cuando ya es demasiado tarde. Dentro de este artículo, es este segundo aspecto el que presenta mayor interés.
El que habla de una espontaneidad que resolverá todos los problemas, hace, en fin de cuentas, el elogio de una espontaneidad inconsciente y no de un paso de la espontaneidad a la conciencia; no comprende o no puede comprender que la toma de conciencia por parte de la clase en la lucha tiene que llevarla a reconocer la necesidad de un instrumento adecuado para destruir por asalto el Estado, fortaleza del capital.
Si la espontaneidad de la clase es un momento que nosotros reivindicamos, el espontaneismo (o sea, la teorización de la espontaneidad) anula, precisamente, la espontaneidad, y se manifiesta por una serie de recetas viciadas: por un "estar donde están los obreros" por el hecho de no saber andar contra la corriente en los momento de recaída y reflujo para así estar "con la corriente" en los momentos decisivos. Las desviaciones de Luxemburgo sobre las cuestiones organizativas se encuentran también en su concepción de la conquista del poder (nosotros diremos que es inevitable teniendo en cuenta la estrecha conexión entre ambos problemas):
«La conquista del poder no tiene que hacerse de un solo golpe, sino con una marcha progresiva ahondándonos en el Estado burgués hasta que ocupemos todas las posiciones y las defendamos con uñas y dientes»
Tomado del discurso de fundación del Partido Comunista Alemán diciembre 1918
Y, desgraciadamente, eso no es todo. Mientras Paul Frölich, (representante del grupo de Bremen) lanzaba en noviembre de 1918 desde Hamburgo, este llamamiento:
«Es éste el principio de la revolución alemana, de la revolución mundial". ¡Viva la mayor acción de la revolución mundial! ¡Viva la república alemana de obreros! ¡Viva el bolchevismo mundial!», Rosa Luxemburgo, poco más de un mes más tarde, en lugar de preguntarse por qué un ataque masivo del proletariado iba a ser derrotado, decía:
«El 9 de Noviembre, los obreros y soldados destruyeron el antiguo régimen en Alemania (...) El 9 de Noviembre el proletariado se levantó y sacudió el infame yugo, los Hohenzollerns han sido expulsados por los obreros y los soldados organizados en consejos».
Así pues, Rosa interpretaba como revolución, el paso del poder de manos del equipo de Guillermo II a las de los Ebert-Scheidemann-Haase, y no como un relevo de guardia contra la revolución
En el IV Congreso de la Internacional Comunista (Noviembre de 1920), Radek recogerá esa idea diciendo que había que agradecer a la Socialdemocracia «el habernos dado el gusto de derrocar al Kaiser».
La incomprensión de la función del papel histórico de la Social-democracia le costará la vida a Rosa, lo mismo que a Liebknecht y a millares de proletarios. El KAPD (Partido Comunista Obrero de Alemania) sabrá sacar las lecciones de esta experiencia (uno de los puntos sobre los que se basa su proposición fundamental contra la I:C: (Internacional Comunista) y contra el KPD (Partido Comunista de Alemania) es su negativa a tener cualquier contacto con la USPD. Pero, más adelante, volveremos a este tema), así como la izquierda italiana. Bordiga escribía el 6 de Febrero de 1921 en II Comunista un artículo titulado la función histórica de la social democracia. Veamos algunos pasajes:
«La socialdemocracia tiene una función histórica, es decir, que vendría un período en los países de Occidente durante el cual los partidos socialdemócratas estarán en el gobierno, solos o colaborando con los partidos burgueses. Sin embargo, allí en donde el proletariado no tenga fuerza par evitarlo, el intermedio ése no será una condición positiva, necesaria para el advenimiento de formas e instituciones revolucionarias. No será una preparación útil para éstas últimas, sino que constituirá una tentativa desesperada de la burguesía para disminuir y desviar la fuerza de ataque del proletariado para acabar aplastándolo sin piedad a golpes de reacción blanca, en el caso de que le quedasen bastantes fuerzas para atreverse a levantarse contra el legítimo, el humanitario, el decente gobierno de la Socialdemocracia. Para nosotros sólo puede haber una transferencia democrática de poder, la de las manos de la burguesía dominante a las del proletariado, de la misma manera que no puede concebirse otra forma de poder proletario que la dictadura de los Consejos».
LOS BALBUCEOS DEL PARTIDO COMUNISTA ALEMAN (Spartakusbund).
Hemos empezado este estudio con el congreso de la formación del Partido Comunista Alemán (30 diciembre de 1918, 1° de enero de 1919), y hemos recorrido hacia atrás la historia de su conformación; vayamos ahora hacía adelante, a partir de ese punto.
El congreso de formación cristaliza, por así decir, dos concepciones y dos posiciones diametralmente opuestas. Por un lado, la minoría alrededor de Luxemburgo, Jogisches, Paul Levi, que agrupaba a los personajes más importantes del nuevo partido, y que aún siendo minoría asumía su dirección (las burlas y la casi negativa de garantizar la expresión de las posiciones preponderantes de la izquierda - únicamente Frolich será admitido en la Central - acabarán dando lugar unos meses más tarde a la farsa del congreso de Heildelberg). Por otro lado, la gran mayoría del partido: la furia y la potencialidad revolucionaria que expresaba el grupo del IKD y buena parte de Spartakistas. Las posiciones de la izquierda, (con Liebknecht, a su cabeza) triunfan con aplastante mayoría: contra la participación electoral, por la salida de los sindicatos, por la insurrección.
Pero les falta una visión clara de las tareas inmediatas que afrontar, de la preparación del ataque insurreccional que tiene que ser también militar, de la función centralizadora y de dirección del Partido. Reina una especie de federalismo de independencia regionalista. En Berlín, casi ni saben lo que pasa en el Ruhr, en el centro, o en el sur y viceversa, la Rote-Fohne misma reconoce el 8 de enero de 1919 que: la inexistencia de un centro encargado de organizar a la clase obrera no puede seguir...«Es necesario que los obreros revolucionarios pongan en pie organismos dirigentes capaces de guiar y utilizar la energía combativa de las masas»; notemos además, que sólo se trata aquí de la situación en Berlín.
La desorganización sigue en aumento y llega al colmo con la muerte de Luxemburgo y de Liebknecht. El partido cuando se ve reducido a la clandestinidad y sometido al terror contrarrevolucionario, está sin cabeza.
Las repúblicas Soviéticas que surgen aquí y allá en Alemania, Bremen, Munich, Berlín, etc, son derrotadas unas tras otras, y los combatientes proletarios aniquilados. La oleada revolucionaria, la inmensa potencialidad que lleva en sí la clase, retrocede. No podemos citar íntegramente la carta que dirigió Lenin en abril de 1919 a la República Soviética de Baviera. Inútil es decir que la mayor parte de las "medidas concretas" a que se refiere Lenin nunca fueron tomadas.
SALUDO A LA REPUBLICA SOVIETICA DE BAVIERA
«Os agradecemos vuestro mensaje de saludo y a nuestra vez, saludamos con toda el alma a la República de Soviets de Baviera. Os rogamos encarecidamente que nos informéis más a menudo y más en concreto cuales son las medidas que habéis tomado para luchar contra los verdugos burgueses que son Scheidemann y Cía; si habéis creado soviets de obreros y de moradores en los barrios de la ciudad; si habéis armado a los obreros y desarmado la burguesía; si habéis utilizado inmediatamente los almacenes de ropas y demás artículos para asistir inmediata y ampliamente a los obreros, y sobre todo a los jornaleros y pequeños campesinos; si habéis expropiado las fábricas y los bienes de los capitalistas de Munich, así como las explotaciones agrícolas capitalistas de los alrededores; si habéis duplicado o triplicado el salario de los jornaleros y peones si habéis confiscado todo el papel y todas las imprentas para publicar panfletos y periódicos de masas; si habéis sustituido la jornada de trabajo de seis horas con dos o tres horas consagradas en Munich para instalar inmediatamente a los obreros en los buenos apartamentos; si os habéis apoderado de los bancos; si habéis escogido rehenes entre la burguesía; si habéis establecido una ración alimenticia más elevada para los obreros que para los burgueses; habéis movilizado a la totalidad de los obreros a la vez para la defensa y para la propaganda ideológica en los pueblos cercanos. La aplicación urgentisima y lo más amplia posibles de estas medidas y otras parecidas, hechas apoyándose en la iniciativa de los soviets, de los jornaleros y, separadamente, de pequeños campesinos, reforzará vuestra posición. Es indispensable golpear a la burguesía con un impuesto extraordinario, y mejorar en la práctica, inmediatamente y cueste lo que cueste, la situación de los obreros, jornaleros y pequeños campesinos: Mis mejores votos y deseos de éxito». Lenin.
La falta de preparación teórica, la incapacidad para estar a la altura de las tareas que la situación exige, provocarán, con los primeros signos de retroceso, una escisión en el movimiento Alemán. Por un lado empezarán a volver la vista hacía el bolchevismo, hacía la Rusia victoriosa, a tomar su propaganda, sus indicaciones tácticas y estratégicas, procurando, absurdamente calcarlas en Alemania. Valga de ejemplo el caso de Radek, que es típico: portavoz de los Comunistas de Bremen y del ala más intransigente del movimiento, será tras el retroceso momentáneo de la lucha en el ascenso del 19, uno de los artífices junto con Paul Levi, del Congreso de Heidelberg(octubre de 1919), durante el cual se repudiaran las conquistas del Congreso de Fundación del partido, volviendo al uso del "instrumento" electoral, de los sindicatos ultra reformistas en los que los comunistas tendrían que desarrollar su actividad para terminar con "cartas abiertas" y el frente único.
¿Qué valor tiene entonces el llamar a la centralización, si los sucesos toman el camino contrario al desarrollo del movimiento espontáneo? Por otro lado, el ala revolucionaria que rehusó esa alternativa y será mucha más fecunda en consejos e indicaciones, tendrá que afrontar una vez constituida organizativamente, un compacto muro de dificultades crecientes.
¿LA REVOLUCION MUNDIAL FRACASO A CAUSA DE LAS INSUFICIENCIAS DE LA REVOLUCION RUSA?, O BIEN , LA REVOLUCION RUSA FRACASO A CAUSA DE LAS INSUFICIENCIAS DE LA REVOLUCION MUNDIAL?.
La respuesta no es fácil, y exige la comprensión de la dinámica social de aquellos años. La revolución rusa fue un extraordinario ejemplo para el proletariado occidental. La III Internacional, fundada en Marzo de 1919
Debemos recordar que en el I Congreso de la Internacional Comunista la representación del KPD fue enviada a votar en contra de la fundación de la Internacional. Fue solo la insistencia y presión ejercida por los delegados, encabezados por Eberlein, lo que provocó su abstención, es un ejemplo de la voluntad revolucionaria de los bolcheviques, y fue, por su parte, una auténtica tentativa para apoyarse en los comunistas europeos. Pero las dificultades internas de la Revolución
Rusa que surgieron desde el fin de la guerra civil ya no tenían solución dentro del marco ruso; la derrota de la primera fase de la revolución Alemana (Enero-Marzo 19) y la de la República Soviética Húngara, convencieron a los comunistas rusos de que la perspectiva de la revolución en Europa se estaba alejando. Para éstos, ya sólo importaba recuperar, para todo el período, a la gran masa de trabajadores, convencer a las masas socialdemócratas de lo justo de las posiciones comunistas, etc. Tendían a recuperar a la USPD, considerándola en un principio como el ala derecha del movimiento obrero y no como una fracción de la burguesía, en lugar de llevar una lucha teórica contra la Socialdemocracia,, en lugar de estar atentos a las capas más avanzadas de la clase basándose en la voluntad de lucha de éstas para atacar y desenmascarar a la Socialdemocracia.
Podemos, pues, decir, que si bien las vacilaciones de los comunistas de Occidente llegan a ser funestas durante una primera fase (1918-19), fue las misma Internacional Comunista, la que acabó siendo un obstáculo para la irrupción -aunque fuera tardía- de la auténtica vanguardia proletaria de Europa, cuando aún la situación es revolucionaria (y sólo nos referimos aquí a los años 1920-21, aunque aún se puede hablar de reacción proletaria contra los ataques de la burguesía durante dos años más -Hamburgo en 1923- y sólo después de la derrota final y masacre de la clase obrera). Si bien el tránsito de una situación a otra se produce gradualmente, podemos sin embargo, señalar, como momento que expresa el cambio (brutal) de rumbo la disolución del buró de Amsterdam por parte de la Internacional Comunista, y el texto de Lenin "El Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo".
Volvamos a las vicisitudes del Partido Comunista Alemán. El 17 de Agosto de 1919 se convoca a una Conferencia Nacional. El ataque que dirige Levi contra la Izquierda resulta fracasado; pero en Octubre de ese año, en Heildelberg, obtiene, en cierto sentido, resultados. En un congreso clandestino con una escasa representación de los distritos y sin que algunos se enteraran, se decide la escisión en la práctica, al cambiar ciertas posiciones programáticas de Enero. En el punto 5 del nuevo programa del Partido leemos:
«La revolución , la cual no se hace de un golpe sino que es la larga y perseverante lucha de un clase oprimida desde hace miles de años, y por tanto no plenamente consciente de su misión y de su fuerza, está sometida a flujos y reflujos».
Y Levi, poco después, sostendrá que la nueva oleada revolucionaria surgirá en 1926. Pero la decisión de expulsar a los "izquierdistas", a los "aventuristas", no fue tomada oficialmente, y sólo sería en 1920, en el III congreso del KPD, que será resuelta. La izquierda después de lo de Heilderberg procura estructurarse en un KPD(o) (O:oposición) de manera que a finales del primer trimestre de 1920 había dos organizaciones del KPD: el KPD(S) y el KPD(O). Y esto, en una situación particularmente caótica. Las informaciones que conseguían que llegarán a Moscú era muy pocas y fragmentadas. Lenin en su Saludo a los Comunistas italianos, Franceses y alemanes, del 10 de Octubre de 1919, escribía:
«De los Comunistas Alemanes sólo sabemos que hay una prensa comunista en muchas ciudades. es normal que un movimiento que se extiende rápidamente, que soporta persecuciones tan brutales, surjan deserciones bastantes duras. Se trata de una enfermedad del crecimiento. Las divergencias entre los Comunistas Alemanes se reduce, en la medida en que puedo juzgarlo, al problema de la utilización de las posibilidades legales: utilización del parlamento burgués, de los sindicatos reaccionarios, de los consejos legales que scheidemannianos y kautskystas han desvirtuado, de la participación en esas instituciones o en su boicot». Lenin concluía que había que participar , dando la razón a Levi.
Pero el problema central que se manifiesta algunos meses más tarde será:
O lucha revolucionaria ilegal y preparación militar.
O actividad legal en los sindicatos y parlamento.
Es esa la confrontación entre las dos líneas del KPD. El centro de la oposición estuvo durante algún tiempo en Hamburgo. Pero pronto Lauferberg y Wolffheim empezaron a desacreditarse. Son ellos quienes empezaron a elaborar la tesis del Nacional -Bolchevismo según la cual, la defensa de Alemania contra la Entente era un deber revolucionario que cumplir, incluso pagando en precio de una alianza con la burguesía nacional alemana
La posición "Nacional-Bolchevique" será tomada de nuevo por el KPD en 1923 sin que ello levantara tantos escándalos. Brandler y Thalheimer hicieron declaraciones del estilo de: «En la medida en que lleva una lucha defensiva contra el imperialismo, la burguesía Alemana juega, en la situación que se ha creado, un papel objetivamente revolucionario, pero en tanto que clase reaccionaria, no puede utilizar los únicos métodos que permitirían resolver el problema. En estas circunstancias, la precondición de la victoria de el proletariado es la lucha contra la burguesía Francesa y su capacidad en apoyar a la burguesía Alemana en esta lucha, asumiendo la organización y la dirección de la lucha defensiva, saboteada por la burguesía».
Y en "Imprekor", de Junio de 1923, podía leerse: «El Nacional-Bolchevismo no habría sido en 1920 más que una alianza para salvar a los generales que justo después de su victoria habrían aniquilado al Partido Comunista. Hoy, significa que todos están convencidos de que no hay otra salvación sino es con los Comunistas. Hoy, somos la única solución posible. El insistir con fuerza en el elemento nacional en Alemania es un acto revolucionario de l a misma manera que lo es, insistir en el elemento nacional en las colonias». Fue entonces cuando Bremen, que ya funcionaba como centro de informaciones, se convirtió en punto de referencia del Comunismo de Izquierda. El centro de información de Bremen luchó en dos frentes hasta principios del 20: contra la Central del Partido y contra Hamburgo. Bremen no buscó la escisión, pero intentó que se llevara a discusión los resultados del Congreso de Heildelberg; la Central de Levi, sin embargo, se opuso a toda clase de discusión ayudado en eso por la lucha contra el Nacional-Bolchevismo de Hamburgo. La tentativa del levantamiento militar de Kapp, al dar a las divergencias un contenido "práctico", acabó con la discusión. Veamos las respuestas proletarias a esta tentativa de levantamiento, y el comportamiento de las diferentes organizaciones:
En el Ruhr, la Reichsweh no clarificó su posición con respecto al Kapp inmediatamente, y teniendo en cuenta que todos, desde la ADGB
ADGB: Sindicato Alemán (All gemeiner Deutscher Gewerkschafs Bund), antes de Junio de 1919 se llamaba Freien Gewerkshaften y la Socialdemocracia hasta los centristas y el KPDS lanzaron la consigna de huelga general (aunque la Central del KPD dudara un poco en los primeros días), la situación habría tenido posibilidades revolucionarias, si la dirección de los sindicatos y partidos parlamentarios hubiera sido destruidas; efectivamente, numerosas zonas como el Ruhr, en Alemania Central, no habrían sufrido las grandes derrotas obreras de los años precedentes, como las que se habían producido en Berlín, Munich, Bremen. Hamburgo, etc. En el Ruhr había una fuerte tensión entre la Reichswehr y los trabajadores y fue la situación creada por el levantamiento de Kapp lo que provocó inmediatamente el armamento de los proletarios en huelga (el hecho de que muchos obreros combativos hubiesen conseguido levantarse del predominio de la ADGE, metiéndose en la FAUD
FAUD(S): Organización anarco-sindical fundada en Diciembre de 1919 (Freie Arbeiter Union Deutsclands (Syndikalisten) tenía también su influencia). A causa del carácter democratista y constitucionalista de la huelga general, los independientes y numerosos socialdemócratas procuraban moderar la agresividad proletaria, aunque sin éxito en el primer período de ataque. El desenvolvimiento de la situación fue el siguiente localmente en cada ciudad se formaron tropas de proletarios (independientes de los sindicatos) que tomaban las armas contra los soldados de la Reichswehr. Las ciudades insurgentes se reunieron y atacaron las ciudades todavía en manos del ejército para apoyar a los obreros locales.
Mientras por parte de "ejercito Rojo" del Ruhr, como así se llamaba, rechazaban al Reichswehe fuera del Ruhr, formando un frente paralelo al río Lippe, otros grupos de obreros tomaban unas tras otras las ciudades de Reimscheid, Essen, Dusseldorf, Mulheim, Duisburg. Hamborn y Dinkslaken y rechazaban al Reichswehr a lo largo del Rhin hasta Wesse, durante un corto período, entre el 18 y el 21 de marzo.
El 20 de marzo, la AGDB, tras el fracaso del levantamiento de Kapp, declaró terminada la huelga general, y el 22 la SDP y la USPD hicieron lo mismo. El 24 de ese mes representantes del gobierno Socialdemócrata,, de la SDP de la USPD y una parte del KPD concluyeron un acuerdo en Bielefeld proclamando el alto al fuego, el desarme de los obreros y la libertad para los obrero. que hubiesen cometido actos "ilegales". Una gran parte del ejército Rojo no aceptó tal acuerdo, y siguió la lucha.
El 30 de marzo el gobierno Socialdemócrata y el Reichswehr lanzaron un ultimatun a los proletarios: o aceptaban inmediatamente el acuerdo o si no , la Reichwehr -cuya fuerza había cuadruplicado, como mínimo, con la llegada de las partidas guerrilleras de Baviera, Berlín, de la Alemania del Norte y del Báltico- empezaba una nueva ofensiva. La coordinación ente las diferentes tropas obreras fueron mínimas desde entonces a causa de la traición de los independientes, el centrismo del KPD(S) y de los sindicalistas, y la rivalidades entre las tres centrales militares del ejército Rojo, la Reichswehr y las numerosas tropas blancas abrieron una vasta ofensiva en todos los frentes; el 4 de abril cayeron Duisburg y Mulheim, el 6 Dortmund y el 6 Gelsenkirchen.
Se desencadenó , entonces, el terror blanco con dureza; produjo víctimas no solo entre los obreros armados, sino también entre sus familias que fueron masacradas, y entre los obreros jóvenes que habían ayudado a los combatientes heridos en la retaguardia. El ejército de Ruhr (ejército Rojo) incorporó entre 80.000 y 120.000 proletarios: Consiguió organizar una artillería y una pequeña fuerza aérea. El desarrollo de la lucha dio lugar a la formación de 3 centros militares:
a- Hagen, ciudad dirigida por la U.S.P.D., aceptó sin vacilar el acuerdo de Beilefeld.
b- Essen, dirigida por el KPD y por la izquierda Independiente; fue reconocido como central suprema del ejército el 25 de Marzo. Cuándo el gobierno de la Socialdemocracia planteó el ultimatun a los obreros el 30 de marzo, esta central dio la consigna tan ambigua de retorno a la huelga general (¡cuando ya los trabajadores estaban en armas y luchando..!).
c- Mulheim, dirigida por los Comunistas de Izquierda y sindicalistas revolucionarios. Seguía por completo a la Central militar de Essen, pero cuando esta actuó de manera centrista respecto al acuerdo de Bielefeld, la Central de Mulheim dio la consigna: "luchad hasta la muerte". Las centrales de la USPD, del KPD(S), de la FAUD tuvieron en común la posición completamente innoble de considerar las luchas como "aventuristas"
Ninguna Central Nacional tomó la dirección de la lucha; el movimiento proletario local mostró la mayor voluntad de centralización dentro de los límites de las fuerzas locales incluso en Alemania Central, los proletarios se armaron y, bajo la dirección del comunista M. Hoelz se levantaron numerosas ciudades de los alrededores de Halle; pero el movimiento no pudo ir más lejos, ya que el KPD(S), muy fuerte en Chemnitz en donde era el mayor partido, se limitó a armar a los obreros con el acuerdo de la Socialdemócratas y los Independientes y a esperar la vuelta de Ebert al gobierno.
Brandler, que dirigía el consejo obrero de Chemnitz, pensó que su papel de dirigente comunista local consistía en evitar que estallaran luchas entre los Comunistas de Hoelz, que quería armarse con lo que había abandonado la Reichswehr en Chemnitz y en las afueras, y los Socialdemócratas, que siempre estuvieron preparados para atacar a los revolucionarios intentando varias veces lanzar la Heimwehr(grupos blancos armados de la burguesía local) contra ellos.
El centrismo del KPD(S) apareció a las claras cuando, estando los obreros en lucha. La Central de Levi dio la consigna, el 26 de marzo, de "oposición leal" a un posible gobierno "obrero" entre los Socialdemócratas e independientes. "Die Rote Fahne". Órgano central del KPD(S) escribía (N° 32, 1920): «La oposición leal...., así la entendemos: Ninguna preparación para la toma armada del poder, libertad natural para la agitación del partido, para sus metas y soluciones».
El KPD abdicaba oficialmente de sus metas revolucionarias, haciendo esto además, en un momento en el que más que nunca, el proletariado Alemán necesitaba el Partido Comunista Revolucionario.
Es pues, un resultado histórico lógico, el que los Comunistas de Izquierda ante la traición de la sección de la III internacional, formasen al mes siguiente (abril 1920) el KAPD, Partido Comunista Obrero de Alemania".
En aquellos tiempos, otro suceso importante ocurrió: el abandono del KPD(O) por la Bremerlinke y su vuelta al KPD(S), en el que hará el papel de oposición interna, con Frolich y Karld Becker (ya veremos más adelante la postura de estos en los años siguientes y, en particular en la primavera de 1921). Aún no tenemos todos los elementos para entender y juzgar lo que fue un duro golpe para el Comunismo de Izquierda, y un gran éxito para la dirección de Levi. Lo que influenció, sin duda la decisión del grupo de Bremen, fue el sentimiento de fidelidad a la I.C. (la cual dio un apoyo al KPD(S), aún con muchas reservas) y su clara y neta posición al grupo de Hamburgo, con Laufenberg y Wolffheim.
Hasta ahora no hemos hablado sobre Sindicatos, Consejos y Asociaciones Obreras que estuvieron en el centro de los debates y divergencias del movimiento Alemán. Lo complejo del problema, nos ha llevado primero a aclarar los demás puntos para, luego poder tratar, de manera sucesiva pero lo más clara posible, la "cuestión sindical". Es lo que procuraremos hacer en nuestro próximo texto.
S.