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Como hemos denunciado en “Ni Israel ni Palestina ¡Los obreros no tienen patria!”1: “En todo el mundo, la burguesía nos llama a elegir bando. Por la resistencia palestina a la opresión israelí. O por la respuesta israelí al terrorismo palestino”. Elegir campo en las guerras imperialistas significa que el proletariado renuncia a su autonomía de clase, se convierte en carne de cañón de las matanzas y se ve atrapado en el engranaje que lleva a la destrucción de la humanidad.
En esa empresa de hacernos esclavos de las guerras, las prédicas de los gobiernos o de los grandes partidos, de derecha o de izquierda, resultan poco convincentes para un buen número de trabajadores, de ahí que la burguesía necesite el concurso de grupos de extrema izquierda, sindicalistas “radicales” etc., para rematar nuestro alistamiento para la guerra.
“¡Solidaridad internacionalista con el pueblo palestino!” es la consigna del momento de la extrema-izquierda de la burguesía. Como decimos en un reciente artículo denunciando la propaganda guerrera de la CNT francesa, ‘los izquierdistas son los peores y más taimados belicistas. Utilizan el lenguaje “marxista” y todo tipo de contorsiones para intentar que los proletarios acepten no sólo apoyar a un bando en los conflictos imperialistas, sino también, cuando sea posible, alistarlos como carne de cañón’2.
En España este tipo de grupos hacen por supuesto su papel también para la burguesía, aplicando distintas variantes más o menos descaradas de la misma burla: invocar un falso “inter-NACIONALISMO” junto con un “derecho de los pueblos a su autodeterminación”. Su objetivo, enterrar la perspectiva proletaria y poner en su lugar una visión burguesa de las “luchas de los pueblos”.
Los malabares que usan para llegar a ese punto son ligeramente distintos, de modo que puedan cubrir las diferentes vías de reflexión que se produzcan entre los trabajadores a raíz del desarrollo cada vez más descontrolado de la guerra imperialista, que amenaza con agravar aún más el torbellino de efectos destructivos por los que el capitalismo hunde a la sociedad cada vez más en un pudrimiento generalizado3.
El grupo trotskista El Militante-Izquierda Revolucionaria4 invoca un nacionalismo más descarado que los otros dos a los que nos referimos aquí, gracias a su reconocida trayectoria de “defensa de patrias socialistas”, proclamando el “derecho del pueblo palestino a la autodefensa armada” y de los oprimidos a construir una Palestina socialista.
La CGT5, por su parte, defiende sin disimulo un Estado Palestino6 y llama a una serie de peticiones para el Estado español, como por ejemplo “ni un euro de nuestro país para esta guerra de agresión y ocupación” o “la ruptura de relaciones con Israel hasta que no se retire del suelo palestino”.
Por otro lado, está la CNT7 que, más precavida que la CGT, se contorsiona algo más para salvar sus apariencias supuestamente “anti-estatistas”. Así, rechaza la idea de un Estado Palestino y se “solidariza” con aquellos “trabajadores, personas y gente con iguales derechos” que sufren la guerra, al tiempo que incita a una desobediencia civil antimilitarista. ¡Qué rica es la vida espiritual de la CNT! Aunque procura no mojarse demasiado, se asegura de introducir alusiones al colonialismo, al apartheid, y “este tipo de sistemas y prácticas”. Esto prepara el terreno para que las CNTs locales, como por ejemplo las de Aragón-Rioja, la de Córdoba, o la de la región de Barcelona (esta última con más mesura en sus palabras), se lancen ya, pasado el apuro de las apariencias, de lleno a la orgía nacionalista de “solidaridad con palestina”, de “la libertad de los pueblos de autodefenderse y desarrollarse sin opresión estatal o extranjera”. Y por si no fuera ya suficiente, se muestran indignados ante la injusticia de que se “equipare a un estado invasor con uno invadido”, y comprensivos ante “la reacción de HAMAS que refleja la perdida de la moralidad de la causa de los justos (…) es triste que los justos pierdan la moral, pero es el reflejo del sufrimiento, la miseria, la barbarie y el odio que genera la guerra perpetrada por Israel”.
Cabe mencionar también que estos grupos, para mofarse aún más de los trabajadores, no dudan en usar una vez más el comodín del antifascismo contra el ‘mal mayor’ fascista.
Este arte que tienen para vender la guerra imperialista8 tiene como objetivo inocular una segunda vía democrática de alistamiento de los trabajadores a una política burguesa, que niega y deforma nuestra lucha como clase. Esta vía complementa y no contradice en absoluto la vía de defensa de Israel contra el terrorismo, o la vía intermedia de la supuesta búsqueda de un “mutuo acuerdo”.
Dicho todo esto, habrá todavía quien nos señale como demasiado duros con estos pobres defensores de los oprimidos. Ya que hablan también de defender a la clase obrera ¿no estarían a fin de cuentas en nuestro mismo lado de la barricada? ¿Se trata acaso de que estos grupos estén siendo envenenados por la orgía de “defensa de la liberación nacional”, como quisieran ilusionarse algunos grupos del medio auténticamente proletario? Tajantemente, ¡NO! Este tipo de grupos izquierdistas están completamente integrados en el Estado y tienen una amplia hoja de repugnantes servicios contra la clase obrera.
El trotskismo inocula la defensa de todo “mal menor”
El Militante es uno de los múltiples herederos de la variante izquierdista del trotskismo. Como decían nuestros antecesores de Internationalisme en 1947 “toda la historia del trotskismo de vueltas en torno a la ‘defensa’ de algo (…) buscando desesperadamente una causa o víctima cuya defensa podrían tomar (…) el proletariado no debería ponerse como clase frente a todo el capitalismo sino que aliado sucesivamente a distintas facciones políticas de la burguesía, el proletariado eliminará a unas facciones, llegando así, por etapas, poco a poco, a debilitar a la burguesía (…) En 1939 la Alemania de Hitler ataca Polonia. ¡Adelante en defensa de Polonia! Pero ocurre que el "Estado obrero" ruso también ataca Polonia, también guerrea con Finlandia y arranca por la fuerza territorios a Rumania. Eso desorientó un poco a los cerebros trotskistas”.
Para comprobar las innumerables defensas que los trotskistas tuvieron que cargar sobre sus hombros ¡y tan solo hasta 1947! recomendamos los dos artículos de Internationalisme que re-publicamos en nuestra Revista Internacional bajo el título “¿Qué diferencia hay entre los revolucionarios y el trotskismo?”9.
El Militante es parte de esta tendencia histórica de la burguesía decadente y repite una vez más lo que ha hecho siempre contra el proletariado, inocular el nacionalismo con argumentos “radicales”10.
El anarquismo oficial se retuerce para aparentar estar al margen del Estado
Para ser breves, no entraremos aquí en la careta rota que se ha puesto la CGT, ya que en esta ocasión no se ha molestado en disimular ni siquiera la defensa de su país y del Estado Palestino. El proclamado “anti-estatismo” de la CNT, sin embargo, sí es algo más enrevesado (no necesariamente más inteligente porque cada uno de estos sindicatos cumple un papel frente a la clase, atrayendo hacia la lógica burguesa a un sector específico). Sin embargo, se trata del mismo “anti-estatismo” que empleó desde 1936 para alistar a los obreros en la guerra burguesa republicano-franquista, donde llamó a las elecciones en apoyo del Frente Popular y la Generalitat, aceptando incluso descaradamente cargos ministeriales para “la liberación de España a través de la lucha antifascista”. La CNT cumplió un papel imprescindible para la burguesía, del cual sigue presumiendo, inculcando una férrea confianza en el Estado en aquellos obreros que desconfiaban de los medios empleados ya por el PCE o el POUM, y así convertir los órganos autónomos creados por los obreros en brazos auxiliares del control militar del Estado. A través de la consigna de la autogestión obligaron a los trabajadores a aceptar los sacrificios de la guerra y a renunciar a luchar en su propio terreno para así “combatir el fascismo”11. Estos supuestos “anti-estatistas” no hacen más que deformar una y otra vez lo que verdaderamente es el Estado totalitario de la fase decadente del capitalismo y lo que realmente significa y requiere su destrucción por el proletariado para inaugurar un periodo de transición al comunismo.
¿Qué es verdaderamente el internacionalismo?
Los grupos izquierdistas, que se pretenden del lado de los trabajadores, de obreros no tienen más que su amplia experiencia en guardar las apariencias para acabar arrastrándonos hacia una política burguesa de defensa del nacionalismo y la guerra, y distraer nuestra reflexión en un terreno de clase. Forman parte de una tradición de la burguesía decadente que se inauguró con la degeneración de la oleada revolucionaria de los años 1917s-1920s, y una contrarrevolución que, a través de las enrevesadas teorizaciones del estalinismo y sus satélites, se encargó sistemáticamente de mantener una cáscara “obrera” para deformar la teoría proletaria y arrastrar a los trabajadores bajo las banderas del “socialismo nacional”. Sus consignas políticas corresponden hoy tanto a la defensa de los intereses de ciertas facciones de la burguesía en el terreno imperialista, como en una gran medida a la necesidad de cada burguesía nacional de enfrentar y mistificar al proletariado.
El internacionalismo expresa, al contrario de lo que balbucean mentirosamente estos grupos, la unidad internacional de SOLO la clase obrera. Es la ÚNICA clase de la sociedad burguesa para la que es materialmente posible una solidaridad internacional verdaderamente antagónica al capitalismo y que puede ofrecer una perspectiva de futuro real a la sociedad. El llamado “internacionalismo de los pueblos” es una mentira e idealización absurda al servicio de una defensa nacional más o menos enmascarada. El internacionalismo es la expresión política de la unidad mundial de una clase explotada, desposeída, excluida de la sociedad civil, la cual es a la vez, revolucionaria y portadora del comunismo, por su condición material de clase mundial de productores asociados.
Opero, octubre de 2023
1 Ni Israel ni Palestina ¡Los obreros no tienen patria!, CCI octubre 2023. https://es.internationalism.org/content/5007/ni-israel-ni-palestina-los-obreros-no-tienen-patria
2 L’anarchisme au service de la guerre, CCI octubre 2023. https://fr.internationalism.org/content/11208/lanarchisme-au-service-guerre
3 Ver Los años 20 del Siglo XXI: La aceleración de la descomposición capitalista plantea abiertamente la cuestión de la destrucción de la humanidad | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org)
4 “El Estado sionista prepara un genocidio en Gaza. ¡Solo la solidaridad internacionalista lo impedirá!” El Militante, octubre 2023. https://www.izquierdarevolucionaria.net/index.php/internacional/oriente-medio/13804-el-estado-sionista-prepara-un-genocidio-en-gaza-solo-la-solidaridad-internacionalista-lo-impedira
5 “Israel declara el estado de Guerra tras el ataque de Hamas, el pueblo palestino sufre las consecuencias” CGT, octubre 2023 https://cgt.org.es/32807-2/
6 Habría que recordar que existen ¡dos estados palestinos! en este momento, el de Cisjordania bajo el control de la OLP y el de Gaza bajo la férula de Hamas. Ambos Estados defienden la explotación capitalista más brutal, bien sea como subcontratistas del Capital israelí, bien “autónomamente”. Tanto la OLP como Hamas han reprimido brutalmente las huelgas de sus “hermanos palestinos”.
7 “CNT ante el agravamiento de la guerra en Oriente Próximo”, CNT, octubre 2023 https://www.cnt.es/noticias/cnt-ante-el-agravamiento-de-la-guerra-en-oriente-proximo/ ; Llamamientos de CNTs locales: “La CNT se adhiere a la concentración contra el genocidio en Gaza”, “Solidaridad con Palestina”, “Palestina libre, stop genocidio”: https://granollers.cnt.es/2023/10/15/comunicats-internacionalistes-sobre-el-conflicte-a-palestina/ ; http://cordoba.cnt.es/content/solidaridad-con-palestina ; https://aragon-rioja.cnt.es/concentracion-solidaridad-con-palestina/
8 "La política imperialista no es obra de un país o de un grupo de países. Es el producto de la evolución mundial del capitalismo en un momento dado de su maduración. Es un fenómeno internacional por su propia naturaleza, un todo inseparable que sólo puede comprenderse en sus relaciones recíprocas y del que ningún Estado puede escapar". Esto es lo que decía Rosa Luxemburgo hace casi un siglo en su famoso panfleto Junius. Independientemente del tamaño de sus ejércitos, de si hacen la guerra con machetes, cohetes o tanques ultrasofisticados, todos los Estados son imperialistas. También lo son los grupos aspirantes a tener un Estado como por ejemplo los movimientos kurdos, Hizbollah etc.
9 Internationalisme no 26, septiembre de 1947: ¿Qué diferencia hay entre los revolucionarios y el troskismo?, Revista Internacional nº 139. https://es.internationalism.org/revista-internacional/200910/2675/internationalisme-no-26-septiembre-de-1947-que-diferencia-hay-entr
10 «El Militante»: Cómo inocular el nacionalismo con argumentos "radicales, Acción Proletaria nº 170. https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200512/350/el-militante-como-inocular-el-nacionalismo-con-argumentos-radicales
11 Ver “Las bodas de sangre de la CNT con el Estado burgués”, en nuestra publicación España 1936, Franco y la República masacran al proletariado, basada ampliamente en la compilación de textos de BILAN, publicación de la Fracción Italiana de la Izquierda Comunista https://es.internationalism.org/cci/200602/758/1las-bodas-de-sangre-de-la-cnt-con-el-estado-burgues