La combatividad y la solidaridad de los proletarios se expresa también en Grecia

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En numerosas ocasiones, con ocasión de catástrofes climáticas o industriales que causan numerosas víctimas, la CCI ha denunciado sistemáticamente las lágrimas de cocodrilo de los gobiernos, responsables políticos o económicos que invocan siempre la "fatalidad", la mala suerte, los "errores humanos", la "irresponsabilidad" de tal o cual técnico, empleado o estructura local encargada del mantenimiento, o la "imprevisibilidad" de los episodios climáticos...

Cada vez, ante tales catástrofes, inundaciones, gigantescos incendios forestales, el derrumbamiento de un puente, como en Génova, la caída de un teleférico, el hundimiento de una fábrica, un corrimiento de tierras, etc. (y estos trágicos acontecimientos se han acelerado con el paso de los años), la hipocresía y el cinismo desvergonzados de la burguesía no tienen límites. Siempre ha tratado de encontrar un chivo expiatorio ideal, de encontrar una explicación poco convincente para justificar lo injustificable, para hacer olvidar quiénes son los verdaderos culpables: los representantes y defensores de un sistema capitalista decadente y moribundo que en todo el mundo respira muerte por todos sus poros1.

Hoy de nuevo en Grecia, con la catástrofe ferroviaria del choque frontal de dos trenes, el gobierno y las compañías ferroviarias han intentado echar la culpa a un jefe de estación inexperto que cometió un error fatal que él mismo reconoció y asumió.

Pero, a diferencia de otros accidentes igualmente dramáticos, incluso en Grecia con ocasión de los gigantescos incendios de 2018 y 2021 que causaron decenas de muertos, la conmoción, el dolor y la tristeza de la población, ante la muerte de estas 57 víctimas, no se limitaron al recuerdo íntimo, a los homenajes solemnes bajo la égida del Estado burgués, y no se volvieron contra este jefe de estación designado como "culpable" por el gobierno y por el primer ministro Mitsotakis.

Rechazando la "fatalidad", la indignación y la inmensa cólera de la mayor parte de la población, especialmente de la clase obrera, estalló en las calles, en Atenas, en Salónica, en las empresas, en manifestaciones masivas que reunieron a decenas de miles de personas, por huelgas espontáneas entre los ferroviarios, con un llamamiento a parar el trabajo el miércoles 8 de marzo en gran parte de los sectores públicos y privados, desde la sanidad a los profesores, marineros, trabajadores del metro, estudiantes... ¡nunca visto desde hace más de diez años!

Como en Gran Bretaña desde hace más de 9 meses, como en Francia hoy frente a la reforma de las pensiones, la clase obrera en Grecia grita: "¡Basta ya! ¡La copa está llena!”

Ante la delicuescencia de los servicios públicos, tras más de diez años de planes de austeridad, la calle respondió al Gobierno con este lema que se escuchó en todas las concentraciones: "No fue un error humano, no fue un accidente, fue un crimen". "¡Abajo los gobiernos asesinos! "Mitsotakis, ministro del crimen"... La publicación de las disculpas apocadas del primer ministro Mitsotakis tras sus primeras declaraciones de pacotilla sobre el "error humano" del jefe de estación, se vivió como una provocación más, sacando espontáneamente a la calle a más de 12.000 personas.

La clase obrera griega grita su solidaridad con todas las víctimas de la explotación capitalista, su rechazo a pagar la crisis, su rechazo a los repetidos planes de austeridad, o a la prolongación de la jornada laboral como en Francia, su rechazo a morir utilizando los transportes cotidianos que se han convertido en una máquina de muerte: falta de personal, infraestructuras deterioradas, autobuses o trenes arruinados, sistemas de seguridad ausentes u obsoletos, escasez de material... ". Este accidente de tren ha sido la gota que ha colmado el vaso. Nada funciona en Grecia. La educación, el sistema sanitario, el transporte público, todo está en ruinas. Este gobierno no ha hecho nada para rectificar la intolerable situación del sector público, pero ha gastado dinero en el ejército y la policía" (una profesora griega).

Esta es la realidad cotidiana del mundo capitalista, del empeoramiento de nuestras condiciones de vida y de trabajo, ¡en todas partes, en todos los países!

Esta combatividad masiva de la clase obrera hoy en Grecia se une a la del proletariado en Francia, en Gran Bretaña, que ya lucha y se moviliza desde hace semanas, desde hace meses, a través de luchas que expresan una gran rabia y determinación.

La indignación ante la hipocresía del Estado, ante la búsqueda desenfrenada de beneficios por parte de las empresas privatizadas o no privatizadas, expresa la misma rabia, la misma solidaridad, el mismo rechazo a doblegarse, a sufrir una y otra vez la explotación y a pagar con la vida la descomposición cotidiana del pútrido sistema capitalista.

Es el mismo "reflejo" de clase que resurge aquí en Grecia, en la continuidad de otras expresiones masivas de cólera en todo el mundo ante la crisis, la mala gestión y la negligencia del Estado. También aquí, hace años que la combatividad de los trabajadores en Grecia no se expresa a tal nivel.

Este "reflejo" de solidaridad en las filas de los trabajadores rompe con años de repliegue, apatía o expectación por la clase obrera. Un ejemplo elocuente y muy significativo: durante la jornada de huelga del 8 de marzo en Atenas, los trabajadores del transporte público, en huelga, ¡decidieron poner en marcha autobuses y líneas de metro durante unas horas, para facilitar el transporte y la participación de los manifestantes en las concentraciones! Así es como la lucha puede dar vida a la movilización y a la solidaridad, ¡frente a los "bloqueos" propuestos por los sindicatos como en Francia!

La burguesía, en Grecia, desestabilizada durante un tiempo por la reacción masiva de los trabajadores, intenta por supuesto limitar la movilización y la reflexión: grita "haro" sobre la corrupción, el clientelismo, el retroceso del "Estado de derecho», la austeridad impuesta por Europa, ¡y llama a la movilización electoral para las próximas elecciones legislativas! Todo vale para encubrir la realidad de la descomposición del mundo capitalista y su verdadera responsabilidad, en Grecia como en todas partes.

Pero sea cual sea el resultado de este movimiento de lucha, su expresión abierta hoy, masiva, solidaria, es ya una victoria, una etapa, que participa directamente en toda la renovación de la lucha obrera internacional.

Stopio, 10 de marzo de 2023

1 Para comprender el marco histórico en el que se producen las múltiples catástrofes de todo tipo que asolan el mundo ver Los años 20 del Siglo XXI: La aceleración de la descomposición capitalista plantea abiertamente la cuestión de la destrucción de la humanidad https://es.internationalism.org/content/4897/los-anos-20-del-siglo-xxi-la-aceleracion-de-la-descomposicion-capitalista-plantea

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