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La trampa del movimiento “popular” por la democracia
Desde hace dos días todo el país, se ha visto arrastrado por la ola de protestas originada por la indignación que ha sido motivada por la vacancia de Vizcarra del gobierno, varios sectores de la sociedad se han movilizados pidiendo la restitución de Vizcarra, pidiendo democracia y rechazando una “dictadura” por parte del poder del congreso a cargo del señor Merino, actual presidente del gobierno, en este periodo de transición, como le llaman.
El estallido social, recorre todos los rincones del país, multitudinarias protestas se desarrollan por todo el territorio nacional, esta revuelta ciudadana con cientos de trabajadores y estudiantes invaden las calles y plazas exigiendo un alto a la dictadura y exigiendo democracia.
El gobierno de turno de Merino[1] y la burguesía han salido con todo, por cierto, a reprimir estas manifestaciones, no han dudado en poner freno con mano dura soltando sus fuerzas represivas.
Esta revuelta ciudadana y popular no se plantea en un terreno de clase, pese a que la gran mayoría que allí se moviliza son obreros o estudiantes hijos de obreros, pero también facciones de la burguesía desplazada del poder y su oposición. Todos los trabajadores que se movilizan contra el gobierno de turno de Merino, por democracia, por un nuevo gobierno con o sin Vizcarra, se encuentran en un terreno que está dominado por los intereses del Capital, su lógica de miseria, pandemia, desempleo y guerra imperialista.
Esta revuelta sirve a los intereses del Estado Capitalista y la burguesía pues la influencia de la pequeña burguesía radicalizada la desvía hacia reformar el estado burgués y no a destruirlo, “mejorar” el capitalismo y construir un “Perú mejor y digno”, “Fortalecer la democracia”, “luchar contra la corrupción”, elementos totalmente contrarios a los objetivos históricos del proletariado mundial, situación que lo encuadra en el terreno de la burguesía y que solo fortalece el Estado capitalista, alejándolo cada vez de su auténtica lucha por el comunismo y una sociedad sin explotación.
La revuelta es una lucha ajena al movimiento obrero, la revuelta sólo significa caos, desorganización, anarquía, violencia minoritaria y agresiones políticas, incluso hasta terrorismo, o sea, acciones que no tienen que ver con el proletariado y sus métodos de lucha.
Esta revuelta es interclasista porque contiene elementos de distintas clases sociales antagónicas, en ella el proletariado no tiene identidad, ni autonomía política en esta revuelta popular, se mezcla y se pierde en el “pueblo” y la “patria peruana”, el “pueblo” no es sinónimo de clase obrera, al contrario, el “pueblo”, así como la patria y la ciudadanía, son conceptos donde se encuadra a los trabajadores y los convierte en ciudadanos esclavos del orden burgués dominante.
Volvemos a decirlo, la izquierda del capital, la oposición y otros agentes de las distintas facciones de la burguesía han arrastrado a las calles en revuelta a cientos de trabajadores, estudiantes y a otros sectores no explotadores de la sociedad, a luchar por la democracia, contra la dictadura, la patria y la corrupción elementos políticos de la ideología burguesa que se intenta imponer a toda costa al proletariado.
Derecha e Izquierda las dos caras del Estado capitalista contra la clase obrera:
En las movilizaciones actuales, la clase obrera se encuentra en el terreno total de la burguesía, asediado por la derecha burguesa, la izquierda burguesa y los órganos del Estado como los sindicatos, estos agentes se encargan de dividir y confundir permanentemente a los trabajadores retrasando el desarrollo de su conciencia y debilitando su proyecto político histórico.
- ¿Acaso el gobierno en estos últimos meses no ha desplazado toda su artillería junto a la patronal a cargo de la CONFIEP y otros gremios de explotadores tomando medidas contra los trabajadores, como la suspensión perfecta, reducción de salarios, despidos masivos, o sea más miseria y precariedad para los trabajadores? Gobierno y empresarios juntos contra la clase trabajadora.
- ¿No es cierto acaso, que los sindicatos y los partidos de izquierda han contenido las luchas de los trabajadores en estos meses de pandemia, que solo ha venido a precarizar más las condiciones de vida de los trabajadores?
- ¿No es cierto acaso que todas estas pugnas de los partidos políticos burgueses en el congreso han sido solo para salvar y sacar adelante sus propios proyectos que solo a ellos beneficia? Esta jugada de la destitución de Vizcarra ha demostrado que solo a los políticos burgueses les interesa defender el interés de la burguesía dándole la espalda a las necesidades de los trabajadores que ya han tenido suficiente con la pandemia del covid 19 y la crisis económica mundial que azota con fuerza cada vez sobre sus hombros.
- ¿Acaso, no es cierto que todas estas movidas políticas en el congreso de la república no solo demuestran tajantemente los intereses viles de los políticos burgueses, sus pútridos partidos políticos, sus privilegios absolutos, sus actos de corrupción sin límites, la verdadera putrefacción síntoma ineludible de la descomposición del capitalismo decadente de hoy?
Es así que en todo este escenario los partidos de derecha, partidos de izquierda o centro y sindicatos forman una perfecta unidad contra el proletariado aquí y en el mundo. Todos ellos uno a uno, son los que se encargan de reprimir y atacar siempre a la clase obrera y en estas condiciones actuales de aumento de la precariedad de nuestras condiciones de vida no debemos olvidar, que ellos son los responsables de toda esta inhumanidad.
Sin embargo, hay que observar también que la burguesía es cada vez más incapaz e irresponsable de conducir la sociedad y su propio aparato político: el Estado. Es por ello que debemos de reflexionar a profundidad para luchar contra todas estas lacras que solo viven acosta de nosotros. Nuestra lucha es ardua y consciente en completa unidad e internacionalismo de clase.
La solución no se encuentra en nuevas elecciones burguesas, en el recambio burgués del nuevo político para el próximo gobierno de turno, la democracia no es la solución a esta crisis política, no es la solución a los problemas reales del proletariado. Esta crisis política es el fracaso político de la burguesía, su incapacidad cada vez mayor de seguir conduciendo su propio aparato, es la pelea permanente entre las burguesías de las distintas facciones por una cuota del poder del Estado Capitalista. Solo el proletariado pueda dar una salida histórica a toda esta crisis política producto de la descomposición política en la que ha entrado el capitalismo decadente en los últimos años, a través de su lucha decisiva en completa unidad e internacionalismo proletario.
Las armas ideológicas contra el proletariado:
En medio de esta crisis política de la burguesía peruana vemos como han venido utilizando estas viejas armas contra el proletariado:
-La democracia y las elecciones: Ya lo hemos señalado la solución no está en la democracia o en la dictadura, ambas son parte de lo mismo, la democracia representa al fin y al cabo el modo de vida que impone el capitalismo, la cual también es una dictadura, la dictadura del capitalismo sobre los hombros de los trabajadores. Es una manera discreta de llevar la explotación de todos los trabajadores en completa paz social. Esta se legitima cada 5 años en las urnas electorales.
-La lucha contra la corrupción: El Estado capitalista cada vez está más sujeto a la dinámica de la corrupción, con el desarrollo de la descomposición del capitalismo decadente, la burguesía es incapaz de sostener una lucha contra la corrupción, porque la corrupción le representa la ventaja en la brutal competencia entre facciones por la toma del poder[2].
-La defensa de la Patria: Es otra vieja arma de la burguesía contra el proletariado siempre se ha usado para desmovilizar a la clase obrera, cuando está en busca de sus propios intereses de clase. La ideología de la patria ha servido siempre para alistar al proletariado a la guerra y la muerte. Hoy se usa para movilizar a los trabajadores a defender la patria, representada en el Estado burgués, o sea se moviliza a los trabajadores a defender el aparato que administra su explotación asalariada.
- La Unidad Nacional: Este viejo slogan le sigue sirviendo a los explotadores y no han dudado en utilizarlo esta vez, llamando a la unidad nacional, a la unidad de explotadores y explotados, esa unidad forzada, que siempre nos intentan imponer por la “fuerza de la razón”, unidad que nos hace perder el horizonte de nuestros intereses de clase, una unidad que nos hace abrazar a nuestros explotadores como si fuéramos hermanos.
¿Pelear por Vizcarra? ¿Sacar a Merino?
Ponerse en cualquier bando es peligroso porque estos señores representan facciones distintas de la burguesía en disputa, apoyar a cualquiera de ellos sería un error fatal para los trabajadores, porque debilitaría más su identidad política de clase y su proyecto político de vida. Tampoco se trata de defender la democracia o el Estado de Derecho, como ya lo hemos explicado líneas arriba, ni mucho menos defender la patria de estas garrapatas.
Así como pasó en Chile[3] cuando los trabajadores sumergidos en la revuelta popular cayeron en la trampa de apoyar la Asamblea Constituyente, logrando un recambio democrático modificando las nuevas tareas y leyes para explotar mejor a los trabajadores en ese país, no cambió nada, a fin de cuentas. Del mismo modo estas revueltas populares originadas por la indignación que trajo la destitución de Vizcarra solo pretenden arrastrarnos al terreno burgués de la política de recambio y de la democracia, que nada tiene que ver con los intereses reales del proletariado.
En medio de esta expresión de violencia y nihilismo representadas en estas revueltas populares se pierden los trabajadores apoyando el bando “más bueno” de la burguesía, a los “menos corruptos”, etc., es muy duro ver a obreros apoyar a Vizcarra, o clamar por democracia.
PERSPECTIVAS:
Los trabajadores deben aprender a rechazar estas trampas que le tiende la burguesía y evitar caer en estas revueltas populares que por más que se pinten como un método para “expresarse y luchar”, no son más que un callejón sin salida, donde se pierde toda identidad de clase y nuestros verdaderos intereses de clase explotada. Solo la lucha internacional del proletariado puede abrir una vía de solución al caos incontrolable que nos arrastra el capitalismo decadente hoy. El proletariado debe defender su identidad y autonomía política de clase en sus luchas y frente a estos terrenos donde la burguesía utiliza sus armas ideológicas contra ella.
Internacionalismo, sección en Perú de la Corriente Comunista Internacional
[1]A partir de este martes ocupará una posición que por la que han pasado en los últimos cuatro años Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y Martín Vizcarra (2018-2020), ninguno de los cuales pudo terminar su mandato en medio de una crisis política. Merino de Lama estará en el cargo hasta julio de 2021.
[2]Ver nuestras Tesis sobre la Descomposición, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[3]Ver nuestra hoja Chile: Ante los ataques del Gobierno la respuesta no es la revuelta popular sino la lucha de clase del proletariado https://es.internationalism.org/content/4479/chile-ante-los-ataques-del-gobierno-la-respuesta-no-es-la-revuelta-popular-sino-la