Gran Bretaña: Las protestas en el sector sanitario ponen en duda la unidad nacional

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Desde el 8 de agosto y los restantes fines de semana del mes, pudimos ver a miles de trabajadores de la sanidad británica echarse a las calles de las principales ciudades, en fuertes protestas por los bajos salarios, los altos precios de matriculación, el aumento ilimitado de turnos y cargas de trabajo, la falta de Equipos de Protección Individual (EPI) para prevenir contagios de Covid-19, la falta sistémica de fondos y la presentación por parte del gobierno de su ''heroico sacrificio'' como una carga que hay que sobrellevar cueste lo que cueste.

En épocas anteriores, estas expresiones de combatividad por parte de sectores de la clase obrera que defienden sus condiciones de vida y trabajo parecerían algo rutinario, parte de la vida cotidiana. No obstante, en un contexto en el que los trabajadores muestran pocos signos de recuperación ante un retroceso de la combatividad y la consciencia que dura ya décadas[1] – y particularmente con ese telón de fondo de ''unidad nacional'' exigido por los Estados frente a la crisis del Covid – estas expresiones de lucha de clase son algo a destacar.

Organizados principalmente a nivel local como enfermeros, trabajadores de asilos y personal del sector sanitario en general, y coordinados y acorralados por los comités sindicales y grupos adheridos al Partido Laborista, hubo trabajadores hablando en docenas de manifestaciones en Leeds, Liverpool, Manchester y Glasgow sobre el estrés que les ha provocado tener que ver morir a pacientes y compañeros (más de 540 miembros del personal sanitario han fallecido), la incertidumbre de saber cuándo se infectarían y podrían transmitir la enfermedad a su familia, la lucha por sobrevivir teniendo que enfrentar deudas por cursos de formación de hasta 60.000 o incluso 90.000 libras, por tener que vivir con salarios reales que, en muchos casos, han caído hasta un 20% desde la última década, a pesar de las huelgas de 50.000 médicos jóvenes en 2016 y el ''acuerdo'' del pago en tres años de 2018...

En lo esencial, los trabajadores están indignados por haberse visto excluidos de las ''compensaciones'' que el gobierno prometió pagar, en Julio, a 900.000 trabajadores de sectores públicos ''clave'' en los que se incluía a miembros de las fuerzas armadas, servidores civiles, miembros de la judicatura y doctores de más antigüedad por su parte en la ''batalla'' contra el Covid, ignorando a enfermeros y otros trabajadores de asilos. Volveremos a este punto más adelante.

El aspecto ad hoc de las protestas – los trabajadores no esperaron a ''sus'' sindicatos a que dieran voz a su ya evidente indignación – lo subrayaron los desfiles con pancartas, casi todas hechas a mano, mostrando mensajes como: ''Heroes to 0%'' [Heroes to zeroes - Héroes al 0%], ''Claps don't pay the bills'' [Los aplausos no pagan las facturas], ''Pay NHS a fair wage – you owe us'' [Pago de un salario justo al NHS – nos lo debéis], ''Some cuts don't heal'' [Hay (re)cortes que no sanan], ''Stop clapping and start talking'' [Dejad de aplaudir y empezad a hablar] o ''A nurse is for life, not just for Covid19'' [Un/a enfermero/a lo es para toda la vida, no sólo para el Covid19]. Las protestas – 100 trabajadores en Cambridge, 100 en Bournemouth, 2000 en Londres y así por todo el país – atrajeron sobre todo a trabajadores jóvenes que nunca antes se habían manifestado o formado parte de una lucha proletaria, junto a algunos ''veteranos'' cercanos a la jubilación que querían mostrar su solidaridad con compañeros afectados por presiones cada vez más intolerables. ¡Se usaron muchas plataformas como grupos de Facebook de trabajadores sanitarios, con títulos como ‘‘NHS workers say NO! To public sector pay inequality'' [Trabajadores de la NHS dicen NO a la desigualdad de salarios del sector público] que afirma tener 80.000 miembros, ''NHS Pay 15'' que exige una subida de salarios del 15% (consigna que se observó en la manifestación del 26 de Agosto de los trabajadores del hospital Guy's y St. Thomas de Londres), y ''Nurses United UK'' [Enfermeros/as unidos de Gran Bretaña] para recabar apoyos. Las banderas sindicales brillaron por su ausencia, aunque no faltaron, desde luego, los grupos políticos ''radicales'' diciendo que el objetivo principal de los manifestantes tenía que centrarse en hacer más ''combativos'' a los sindicatos. Estas ideas acabarán seguramente teniendo eco ya que, hasta donde sabemos, ninguno de estos grupos ad hoc antes mencionados ha desafiado abiertamente a los sindicatos o al sindicalismo.

Rechazo de la paz social y el sacrificio

A los trabajadores sanitarios los han adoctrinado durante meses como parte esencial del ''esfuerzo nacional'' – incluso por parte de elementos militares y con el reclutamiento de miles de ''voluntarios'' (en un momento de alza de contratos de ''cero horas'' y la amenaza del desempleo masivo) – teniendo que poner sus vidas en riesgo en el ''frente'' de la ''guerra contra el Covid'', cualquiera que fuese el precio a pagar. Todo esto incluyendo horas de trabajo extra interminables, renuncia a las vacaciones e instrucciones confusas sobre los EPIs (ausentes en más de un caso) que cambiaban día tras día. Por todo ello los irritados manifestantes, aun de forma limitada, mostraron una patente resistencia a la presión del Estado para trabajar más por menos salario, en nombre del ''bien nacional''. Al hacerlo fueron fiel reflejo de las luchas de otros tantos millones de obreros alrededor del mundo que han intentado resistir la creciente explotación – y a veces, represión – a la que les somete el capital. Algunos ejemplos:

  • En el continente africano se han reportado huelgas de trabajadores sanitarios en varios países, entre otros Kenia, Egipto, Zimbabue, Nigeria, Ghana y Sierra Leona, con protestas en Lesotho y Malawi. ``En Sudáfrica hemos visto la que, con diferencia, ha sido la mayor oleada de huelgas y protestas, ya que el gobierno del país ha planteado recortes salariales a los enfermeros, como parte de un plan más amplio de recortes salariales del sector público previo a la solicitud de préstamos al FMI´´[2]. Los enfermeros en huelga han sido amenazados con ''medidas disciplinarias'', con algunos de ellos habiendo sido ya ingresados por impacto de balas de goma y granadas aturdidoras.
  • En la India, en Junio y Julio, vimos cómo el personal de dos hospitales de la capital (Nueva Delhi) protestaban por la falta de EPIs y el despido de 84 compañeros que expresaron su preocupación por la falta de seguridad en el trabajo. Esto fue el preludio de la huelga de dos días a escala nacional de Agosto, que abarcó al menos a 21 estados y a la que se unieron, según estimaciones, 3 millones y medio de trabajadores de diferentes sectores económicos, liderados por las 600.000 miembros de la organización femenina Accredited Social Health Activists [Activistas Oficiales de Salud Social], que se describen como ``trabajadoras que visitan zonas rurales de bajos ingresos para ofrecer servicios médicos básicos[3]´´.
    En California (EEUU): ``los ingresos de los hospitales han disminuido más de una tercera parte desde que empezó la pandemia, y estas pérdidas se han traducido en que los trabajadores sanitarios tengan que afrontar recortes salariales e incluso licencias de compensación en algunos casos´´ (San Francisco Chronicle, Julio 2020). Una de las reacciones a este ataque en la región fue la huelga de 700 sanitarios en el Santa Rosa Memorial Hospital, que protestaban por la falta de equipos de protección, los recortes en asistencia y Beneficencia social y la ''peligrosa falta de personal''.

Además: ``En al menos 31 de los países que ha analizado Amnistía Internacional, el equipo de investigación registró informes de huelgas, amenazas de huelgas o protestas del personal sanitario y de trabajadores y trabajadoras esenciales a causa de condiciones laborales peligrosas. En muchos países, las autoridades respondieron a estas acciones con represalias. ´´[4]:

  • En Rusia, se acusó de difundir ''noticias falsas'' a médicos que se quejaban de la falta de EPIs, sufriendo multas y/o despidos
  • En Malasia ``la policía dispersó un piquete pacífico que protestaba contra una empresa de servicios de limpieza de un hospital... y se presentaron cargos contra 5 trabajadores sanitarios por ''reunión no autorizada''
  • En Egipto, ``nueve trabajadores sanitarios fueron detenidos de forma arbitraria entre Marzo y Junio en base a ambiguas acusaciones de ''difundir noticias falsas'' y ''terrorismo''´´

Maniobras contra la clase obrera

A pesar de todo esto, las medidas descaradas de represión no son el arma principal de la clase dominante a la hora de imponerle el ''estado de emergencia'' a los obreros. En los antiguos centros del capitalismo – Europa, EEUU y demás – hay una tendencia generalizada al juego político del divide y vencerás, orientado sobre todo a poner a los trabajadores sanitarios como un ''caso especial'', sembrando la división entre ellos y separándolos a su vez de sus hermanos y hermanas de clase de otros sectores:

  • En Bélgica, el ''Decreto de Poderes de Emergencia nº14'' estableció la obligación de los empleados de sanidad, pública y privada, de trabajar horas extra no renumeradas y sin tiempos de descanso. Esta cláusula no se acabó aprobando por la evidente oposición e indignación mostrada por muchos trabajadores, pero fueron los sindicatos los que acabaron fortaleciéndose al asumir la dirección de la lucha, amenazando con la convocatoria de huelgas que nunca llegaban a materializarse mientras las condiciones de trabajo no hacían sino empeorar.
  • En Francia, el recientemente aclamado plan de ''Ségur de la Santé'' para ''premiar'' a los trabajadores sanitarios, en realidad lo único que hace es provocar la división entre el personal público y privado, proponiendo una disminución de los tiempos de descanso entre turnos y dando un paso más hacia el desmantelamiento de la responsabilidad del Estado en la provisión de materiales sanitario[5].
  • En Reino Unido, la compensación salarial anteriormente mencionada ha sido un evidente insulto a los enfermeros, con la intención añadida de provocar divisiones entre los médicos de menor y mayor antigüedad, entre los enfermeros y los trabajadores públicos de otros sectores, etc.

La tendencia a ver el sector sanitario como el alfa y el omega de la lucha – esa maldición del corporativismo que ya causó la derrota de las huelgas mineras y del acero británico en los 80 – es una debilidad patente que quedó expresada en las protestas de Agosto en Reino Unido, incluso a pesar de que en una de las concentraciones se cantó la consigna ''los bomberos también merecen un aumento''. También hay que tener en cuenta la tendencia a culpar a los Tories de ''privatizar el sector sanitario'', cuando la realidad es que todos los partidos han estado intentando reducir al mínimo los servicios sanitarios durante décadas, como forma de asegurar la reproducción ampliada del capital y la fuerza de trabajo que necesita este proceso. La Iniciativa de Financiación Privada (Private Finance Initiative) fue de hecho asumida y fortalecida por el último gabinete laborista, lo que ciertamente ''puso en venta la NHS'' y empeoró las condiciones de trabajo.

La combatividad que se ha podido ver en Reino Unido[6] y otros lugares durante el verano está en marcado contraste con el ambiente reinante de miedo e incertidumbre que ha generado la crisis del Covid, y los despidos y cierres patronales masivos que le han seguido. Estas luchas han supuesto un esperado recordatorio de que la clase obrera no ha sido aplastada por la extenuación ni los cantos de sirena del auto- sacrificio. La necesaria politización de estas luchas – el reconocimiento de qué es la clase obrera en términos históricos y en qué puede y debe convertirse – queda aún como tarea pendiente de la mayoría del proletariado.

RF, 10-09-20

 

[1]Ver: ''Informe sobre la lucha de clases: Formación, pérdida y reconquista de la identidad de clase proletaria'' https://es.internationalism.org/content/4452/informe-sobre-la-lucha-de-clases-formacion-perdida-y-reconquista-de-la-identidad-de

[2] World Socialist Website, 7 de Julio 2020, https://www.wsws.org/en/articles/2020/07/17/afri-j17.html

[3]Worker's World, 13 de Agosto 2020;  https://www.workers.org/2020/08/50567/ 

[6]Entre los sectores que ya estaban en lucha en primavera y verano encontramos a los profesores universitarios, las enconadas protestas de los trabajadores de British Airways que acabaron en miles de despidos y otros tantos contratados de nuevo con salarios más bajos y peores condiciones... para más información al respecto de las huelgas y la resistencia de los obreros al principio de la pandemia, leer ``Covid-19: a pesar de todos los obstáculos, la lucha de clases trata de forjar su futuro´´ https://es.internationalism.org/content/4569/covid-19-pesar-de-todos-los-obstaculos-la-lucha-de-clases-trata-de-forjar-su-futuro

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