Durante más de un siglo el capitalismo nos ha vendido ilusiones que jamás se han cumplido. Decían que la Primera Guerra Mundial se terminaría en unos meses. ¡Duró 4 años y destruyó millones de vidas humanas e industrias! Desde hace 50 años nos han dicho que “habrá una salida al túnel de la crisis” ¡y la situación no ha cesado de degradarse sobre todo en las condiciones de vida obreras! Ahora nos dicen que con las vacunas saldremos de la pandemia ¡y hasta de la crisis económica! ES UN NUEVO ENGAÑO, como evidenciamos en este artículo. ¡Ninguna confianza en el capital y su Estado! ¡Solo la politización internacional revolucionaria de las luchas obreras podría abrir una salida!

¡La pandemia no da tregua! En numerosos países se está produciendo una segunda ola que puede ser más mortífera que la primera. Pero esta vez ningún capital nacional quiere perder pie en la feroz competencia por los mercados y quiere a toda costa mantener las ganancias capitalistas. Por ello, no le importa jugar con la vida de millones de trabajadores expuestos al contagio y, por tanto, a la muerte. Del mismo modo, ningún gobierno ha tomado medidas para reforzar el sistema sanitario, los hospitales están al borde del colapso y los trabajadores sanitarios se ven sometidos a una explotación demencial y amenazados por el virus.

Durante el confinamiento, los gobiernos de Europa pedían "aplausos" para los trabajadores sanitarios vendiéndolos como "héroes de la nación". Pero todo esto era CIRCO y JABON, que escondía un empeoramiento cada vez más grave de sus salarios y condiciones de vida y una exposición al virus COVID. Se estima que 7.000 trabajadores de la salud han muerto de COVID-19 en todo el mundo, según los datos publicados el 3 de septiembre por la ONG Amnistía Internacional. Frente a esta burla y atropello los trabajadores de la sanidad en Gran Bretaña y en otros países han salido a la calle a luchar. Esta lucha tiene muchas debilidades pero es una confirmación de que nuestra clase existe y resiste.