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Con alegría y entusiasmo queremos presentar aquí el primer número de la revista semestral del Colectivo Comunista Alptraum de México: COMUNISMO.
COMUNISMO sale en un momento en que da en la historia una terrible aceleración con la agravación de la crisis económica y la existencia de una tercera oleada internacional de luchas por parte del proletariado que no acepta la miseria y la barbarie crecientes del capitalismo.
La publicación de COMUNISMO y la existencia de artículos sobre la situación de la lucha de clases, tanto en México como a nivel internacional, demuestran una preocupación militante de intervención en la lucha de clases. Son la prueba de la comprensión creciente por parte de los compañeros del C.C.A. de papel activo de los revolucionarios en la lucha del papel activo de los revolucionarios en la lucha de clases y de la perspectiva de la revolución proletaria. COMUNISMO nº 1 y el surgimiento de un pequeño medio político revolucionario en México, también demuestran que no estamos viviendo hoy los tiempos de dispersión y desaparición de las energías revolucionarias como ocurrió en los años de la contrarrevolución. Al contrario, hoy día estamos asistiendo al surgimiento y al agrupamiento de nuevas fuerzas en el mundo entero, en el marco del curso histórico hacia el desarrollo de la lucha de clases y hacia enfrentamientos de clase, frente a la alternativa histórica que nos impone el capitalismo: Socialismo o Barbarie.
El despertar de una nueva voz revolucionaria en América Latina es un país importante para el proletariado internacional. Desde un punto de vista tanto histórico como económico, político o geográfico, México ocupa un lugar central en el continente americano; y el proletariado de USA y el de Latinoamérica.
La voluntad política de intervención de los compañeros del C.C.A, en la lucha de clases viene acompañada de un esfuerzo de reapropiación histórica y de debate con el medio revolucionario internacional:
- Es una gran honra para los camaradas el haber vuelto a tomar el nombre de la publicación de los años 30 del Grupo de Trabajadores Marxistas de México del que ya hemos publicado algunos textos en esta revista (ver nros. 10, 19 y 20). Recordemos que el Grupo de Trabajadores Marxistas mantuvo lazos con la Fracción Italiana y la Izquierda Comunista Internacional. En COMUNISMO nº 1 se publica un texto de 1940 que denuncia la guerra imperialista y el anti-fascismo.
- Los compañeros del C.C.A. publican una serie de textos de discusión con el Buró Internacional para el Partido Revolucionario –BIPR. Y nos prometen una respuesta a nuestra crítica de sus tesis en el próximo números.
ALGUNAS CRÍTICAS
Saquemos pues un balance positivo de la evolución y de las discusiones que han mantenido los compañeros del C.C.A. desde hace más de 4 años con el Medio Revolucionario Internacional. Puede que el lector se sorprenda al ver que ahora, tras tantos elogios, hacemos criticas a los compañeros. Pero la actividad revolucionaria está hecha de tal modo que exige la discusión, la contradicción y la critica para poder desarrollarse. En la medida en que nuestras críticas se sitúan en su lugar, es decir en el marco de una evolución y de una dinámica positiva tanto por parte de los compañeros como de la situación histórica actual, pueden ser a su vez un factor dinámico y activo en la discusión y la clarificación política.
Al ser un grupo de evolución el C.C.A. aun no tiene posturas políticas claramente definidas. No es pues sorprendente encontrar posturas contradictorias entre diferentes artículos, y hasta en el mismo artículo. Aquí queremos destacar dos que remiten a cuestiones de primer orden. No vamos a desarrollar nuestra postura, solo queremos avisar a los compañeros de las contradicciones y peligros que, desde nuestro punto de vista, pueden acecharles si no tienen cuidado.
1) Decadencia del capitalismo
Los compañeros son muy imprecisos sobre la entrada en la decadencia del capitalismo. Consideran que “el sistema está en decadencia” y que “podemos situar el principio de la decadencia global del sistema capitalista a partir de 1958” Afirmación de lo más original que ya criticamos en el plano “económico” en la Revista Internacional nº 40/41.
Queremos destacar aquí las contradicciones en las que los compañeros corren el riesgo de encerrarse. Su afirmación sobre “1958” es algo abstracto y sin ninguna referencia histórica. Pero en cuanto han de dar bases a las posturas políticas de clase que defienden, en cuanto están obligados a defender en las discusiones su postura justa sobre el curso histórico y el desarrollo de la lucha de clases (ver en COMUNISMO la respuesta al BIPR) ya no se refieren a 1858, sino a la ruptura histórica que fue 1914 y la Iº Guerra Mundial que marcó el paso del capitalismo hacia su fase de decadencia “al ser una situación irreproducible y única en la historia...” en los propios términos del C.C.A.
Y no se ha de creer que estas cuestiones sólo conciernen a historiadores quisquillosos sobre fechas, o que es una cuestión teórica en sí sin implicaciones prácticas para los revolucionarios. El reconocimiento del fin del período historicamente progresista del capitalismo y su entrada en la decadencia están en la base de la formulación de la IIIº Internacional muerta en 1914. Son los cimientos de la coherencia del conjunto de las posiciones de clase que los compañeros comparten con la CCI. Y particularmente la denuncia de los Sindicatos como órganos del Estado capitalista en el Siglo XX, y los movimientos de liberación nacional como parte que son de los antagonismos interimperialistas actuales.
2) La cuestión del partido
Queremos plantear un segundo punto: las contradicciones de los compañeros en su esfuerzo de clarificación sobre la cuestión de las organizaciones y del partido político. Los compañeros piensan que “la cuestión de la organización de los revolucionarios y la constitución del partido político del proletariado son aspectos centrales de cualquier reflexión teórico-política que trata de situarse en una perspectiva comunista”. Estamos de acuerdo.
Pero al mismo tiempo los compañeros –al menos en este número de COMUNISMO- tienen tendencia a recoger tal y como se publicaron en su tiempo las tesis y los textos de la Internacional Comunista y de Bordiga, sin sentido crítico y sin referencia a las diferentes aportaciones de la Fracciones de izquierda sobre esta cuestión. Compañeros del C.C.A., os arriesgais a caer en los errores del bordigusmo:
- al afirmar sin razón la inviabilidad del programa comunista (ver Revista Internacional nº 32), Nosotros nos conformamos con reafirmar la unidad y la continuidad históricas del programa comunista. Lo que no cambia, lo que es invariado es el objetivo: la destrucción del capitalismo y el advenimiento del comunismo. Los medios y las implicaciones inmediatos, por su parte, varían y se enriquecen con la experiencia misma de la lucha de clases del proletariado. Sólo daremos dos ejemplos:
- la imposibilidad del proletariado de apoderarse del Estado burgués y utilizarlo para sus fuentes revolucionarios y la necesidad de destruirlo para imponer su dictadura de clase, es la mayor lección que sacaron Marx y Engels de la Comuna de París, y que contradecía lo que habían mantenido antes.
- la imposibilidad para el proletariado de utilizar el Sindicato en el período de decadencia, contrariamente el siglo 19. Berdiga y sus “herederos” fueron quienes desarrollaron en los años 40 y 50, contra las ideas según las cuales el marxismo estaba superado, la idea llevada hasta el absurdo de la invariabilidad del programa comunista desde 1848, desde la primera publicación Manifiesto Comunista. Al contrario, fue precisamente una de las fuerzas de la Fracción Italiana de la Izquierda Comunista –con la que estaba en relación y de acuerdo el Grupo del que se reivindican los compañeros del pasar por el cedazo de la crítica la oleada revolucionaria de los años 1917-23 y las posturas de la IIIº Internacional.
- al recoger tal cual la cita de Bordiga (II Soviet, 21.09.191): “Mientras existe el poder burgués el órgano de la revolución es el partido; después de la liquidación del poder burgués es la red de los consejos obreros” Aquí comete Bordiga un error al confundir las organizaciones políticas del proletariado cuyo papel será sin duda alguna más importante después de la toma del poder por el proletariado, con las organizaciones unitarias de la clase que son los basados en las asambleas que a todos los obreros; y estos “soviets (los consejos) son los órganos de preparación de las masas para la insurrección, después de la victoria, los órganos del poder” (Trotsky, Historia de la Revolución Rusa).
Compañeros del C.C.A., esta visión de Bordiga y del bordiguismo de una “invariabilidad del programa” y de un Partido que puede sustituir a la clase obrera lleva hoy o a la esclerosis o a la nada, o sino a la contrarrevolución como se ha comprobado con la evolución reciente de la corriente “bordiguista”.
EL REAGRUPAMIENTO DE LOS REVOLUCIONARIOS
La publicación de COMUNISMO y el desarrollo de un medio revolucionario en torno al C.C.A., por muy pequeño que sea, confirma las posibilidades de aparición y de agrupamiento de elementos revolucionarios del mundo entero, incluidos los países del Tercer Mundo. Para ello, sin embargo, los elementos revolucionarios deben romper claramente y sin vacilaciones con el “tercermundismo”, con todo tipo de nacionalismo e izquierdiusmo. Sólo de ese modo podrán desarrollar una clarificación política auténtica y una actividad revolucionaria real. Esa es la fuerza de COMUNISMO.
Las organizaciones políticas del proletariado ya existentes, que se sitúan sobre todo en Europa, deben ser firmes sobre esa indispensable ruptura con todo nacionalismo si de verdad quieren participar a ayudar al surgimiento de elementos y grupos revolucionarios.
Esa en una de las tareas fundamentales que se ha dado siempre la CCI, tarea que intentamos cumplir con nuestras escasas fuerzas: “concetrar las escasas fuerzas revolucionarias, dispersas por el mundo, es hoy, en este período de crisis general preñada de convulsiones y de tormentas sociales, una de las tareas más urgentes y arduas ante las que se encuentran los revolucionarios” (Revista Internacional nº 1, Abril de 1975)
Por todo eso, la CCI ayudará todo lo más que pueda a los compañeros del C.C.A. en su esfuerzo militante de intervención en la lucha de clases. El cumplimiento de esas tareas por parte de COMUNISMO permitirá el desarrollo de un medio revolucionario en México y al cabo, y eso es lo más importante, una real presencia política del proletariado. Y par ello, COMUNISMO es el instrumento indispensable que el proletariado en México necesita.
¡Salud a COMUNISMO!