Balance de las movilizaciones contra la Ley de Empleo Juvenil

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Las movilizaciones contra la Ley de Empleo Juvenil (llamada "Ley Pulpin") constituyen una reacción saludable de indignación y rechazo contra la explotación. Los afectados directamente: los jóvenes hijos de la clase trabajadora, salieron a las calles a primera instancia: muchos de ellos salieron de forma espontanea, otros motivados por las fuerzas políticas de la oposición y otros sectores ciudadanistas de la pequeña burguesía.

Era claro para muchos (y se notó en muchas consignas y pintas) que el propósito de esta Ley era que la burguesía los iba a usar para mejorar sus ganancias precarizando cada vez más las condiciones de trabajo. Y esto se explica porque la burguesía peruana ya ha empezado a sentir los azotes de la crisis económica mundial y, ante ello, reacciona atacando las condiciones de vida de los trabajadores.

Las 5 marchas en Lima y provincias han sido un ejemplo de energía, valentía y vehemencia muy propia de los jóvenes, quienes se enfrentaron a la violencia brutal y la represión salvaje del Estado a sus perros de turno (Humala, Urresti…) y todo un ejército de infiltrados, soplones y provocadores dejando un notable saldo de apaleados y detenidos. Con todo, ha sido importante tomar la calle.

 La solidaridad de la gente con los que protestaban era emocionante, muchos jóvenes heridos y bajo los efectos de los gases lacrimógenos y pestíferos salían de la movilización en busca de
aire y agua, muchas personas con botellas de agua se acercaban a mojarles los rostros y la cabeza para buscar su alivio inmediato. En el calor de las movilizaciones jóvenes preparados con mascarillas, pañuelos y vinagre apoyaban a otros jóvenes que habían acudido a la movilización poco equipados.

Algunos gremios de obreros en conflicto (Replay, Topy Top, Aventura Mall…) que coincidieron en aquellas fechas se sumaron a la movilización como si comprendieran que no se trata de la explotación juvenil solamente, sino de la explotación de una clase en su conjunto. No fue
como muchos lo intentan mostrar (prensa, radio y TV) una movilización generacional, que implicaba solo jóvenes, pues en plena movilización se podía ver mucha gente adulta, hombres y mujeres gritando y marchando contra lo que ellos pueden entender por explotación asalariada. Es evidente que los niveles de conciencia fueron muy incipientes y que a la gente le es muy difícil reconocerse como clase.

No sólo eso, costaba trabajo identificar cual es el problema real: las relaciones sociales de explotación, el capitalismo. Pero, algunos chispazos hubieron. Por ejemplo en algunos carteles que decían “abajo la esclavitud asalariada” o en consignas como “abajo la burguesía, viva el proletariado” (Bloque de jóvenes Hip Hop del Callao).

 Las sombras del movimiento

Ha pesado en el movimiento el viejo y nefasto lastre del Frentismo con la convocatoria a todas "las organizaciones populares y progresistas" por parte de los dirigentes juveniles quienes por
falta de experiencia y claridad fueron engañados, lo que derivó en el típico oportunismo de la izquierda del capital (congresistas, partidos como el frente amplio, Patria Roja, MAS Tierra y Libertad o sindicatos como el SUTEP y la CGTP) que logró subirse a la ola del movimiento para sacar réditos y de paso desviar y bloquear cualquier reflexión o debate que clarificase la conciencia de clase de los jóvenes. También han pesado en el movimiento, varios aspectos de la ideología burguesa tales como el Autonomismo (“no a las ideologías”), el izquierdismo y el sindicalismo; otro tanto sucedió con el ciudadanismo (“Trabajo digno”, “igualdad de derechos") y el nacionalismo (Se vieron banderas rojiblancas y en la primera marcha se cantó el himno nacional peruano), todo un entramado reforzado por los colectivos ciudadanistas que contaminan al movimiento con su ideología del "Capitalismo con rostro humano”. No ha habido un mayor cuestionamiento al Capitalismo como sistema y causante de la actual crisis y las medidas anti obreras en el Perú y el mundo.

Visión crítica de la organización juvenil: las Zonas…

Las Zonas, son agrupaciones distritales que dirigieron el movimiento. Aparte de ello, son espacios de aglutinamiento y discusión donde se puede encontrar desde gente vinculada a las organizaciones izquierdistas hasta jóvenes políticamente sanos y en búsqueda. En un primer momento dieron la sorpresa encabezando las marchas y rechazando a los partidos políticos del Capital en sus asambleas lo que sonaba interesante porque era tajante ("fuera los oportunistas"). Esas agrupaciones de trabajadores jóvenes por su cantidad y presencia salieron
espontáneamente ante la iniciativa de muchos jóvenes universitarios posicionados dentro del izquierdismo (trotskismo, anarquistas, maoístas, alternativas culturales) que discutían temas de solución inmediata y el que hacer ante la amenaza del Estado y la burguesía de precarizar sus futuras condiciones de trabajo. No es casual pues que el peso del izquierdismo sea un golpe feroz a la conciencia proletaria, lo que lleva a la mistificación democrática que
desvía y confunde (¡aún más!) a los elementos en búsqueda haciéndoles perder el camino de un cuestionamiento del capitalismo en la perspectiva de una revolución mundial.

 En las reuniones de las zonas que se daban en diferentes distritos de Lima, las charlas o los mal llamados "debates”, en la práctica fueron un verdadero ejemplo de inmediatismo, de cálculo y aprovechamiento político de elementos negativos para el medio proletario (los trotskistas o el Movadef[1]) quienes no sólo suelen imponer su izquierdismo sino además una práctica de "participación" ajena a una asamblea proletaria. Por ejemplo ,cuando incitan a que
la intervención por participante sea de apenas un minuto como máximo o 30 segundos si es "demasiado tarde”, teniendo a los obreros tensos, mecanizados,  llenos de confusiones debido a lo absurdo de un debate vacío, y, más aun, confundiendo la perspectiva autentica del proletariado[2]. Las zonas funcionan absolutamente como un frente, algo que ellos mismos se pregonan en sus reuniones donde se decidían acuerdos con sindicatos, ONG y demás…

El legalismo es otra de las taras del movimiento ya que en sus reuniones habituales y en los medios de comunicación los dirigentes hablan de movilizarse para "cambiar la constitución", "derogatoria de leyes anti obreras", "trabajo digno y con derechos" todo ello enmarcado en el legalismo burgués y en una perspectiva totalmente localista, alejada de cualquier enlace o solidaridad internacionalista con luchas en otras partes del mundo. En sus reuniones nunca se escucha algo referente a trabajadores que combaten contra la precarización en Europa, Asia o la propia América Latina. Las preocupaciones por lo nacional, lo local, creemos que es, por un lado, fruto del nulo conocimiento de la experiencia histórica del proletariado mundial, y por otro de la ideología nacionalista, "antiimperialista" propia del izquierdismo.

Conclusiones

La derogatoria de la Ley Pulpin, representó una verdadera victoria del movimiento en la medida que hizo recular a la burguesía y su Estado de una de sus medidas anti-obreras. La toma de la calle y las luchas son un paso adelante que hay que reconocer. Pero hasta ahí no más. Como ya dijimos la lucha no desembocó en una reflexión sobre la naturaleza del trabajo asalariado ni del capitalismo, quedando constreñido a la coyuntura y el activismo. Prueba de ello es que los dirigentes hablan ahora de luchar por la “Nueva Ley del trabajo”, “contra la TV basura” e incluso de incursionar en el futuro en política al estilo PODEMOS[3].

Por otro lado, nunca se dio en las calles ni plazas (a pesar de lo multitudinaria composición de las marchas) la formación de Asambleas abiertas a la gente donde la reflexión fuese el eje de las luchas y sus necesidades. Todas las directivas y "lecciones" se han sacado a puerta cerrada de cada una de las organizaciones que impulsaron y dirigieron la lucha (el 18D y Las Zonas). A pesar de lo constreñida y limitada de esas reuniones en las mismas ya se han manifestado jóvenes proletarios que plantean ver e ir más allá de la coyuntura y del legalismo. Son elementos potenciales en búsqueda de una perspectiva anticapitalista que sólo le podrá ofrecer la izquierda comunista mundial para ir más allá del pantano localista y reformista.

 Internacionalismo Perú, Febrero 2015


[1] MOVADEF: Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales, aparece como una organización electoral de Sendero Luminoso.

[2] Situación vista y vivida por un camarada de la CCI que participó en la asamblea de una de las zonas

 

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