Toma de posición de un medio de contactos

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La siguiente toma de posición es producto de la discusión de un medio de contactos jóvenes con la CCI en la ciudad industrial de Monterrey, al noroeste de México, que han reaccionado con mucha preocupación a la escalada guerrera en Asia Oriental catalogándola claramente como producto de la división del mundo en naciones imperialistas enfrentadas en tensiones mortales por avanzar sus voraces intereses sin importarles si en esa locura ponen en cuestión la sobrevivencia de la humanidad. Además, el texto no olvida mencionar muy fuerte que el proletariado, como la clase revolucionaria de esta época, es la única que tiene una alternativa a esta barbarie. A continuación el texto.

La reciente declaratoria de guerra de Corea del Norte a Estados Unidos y su vecino Corea del Sur suscita opiniones encontradas. Están quienes defienden la retórica de Estados Unidos porque el país asiático está armándose “hasta los dientes”. Otros, como la izquierda del capital, llaman a defenderla ante la amenaza del imperialismo norteamericano. Sin embargo, ¿cuál es el interés que tiene la clase obrera en este conflicto?

Las guerras en la etapa de desarrollo actual del capitalismo no son más que conflictos de intereses entre distintas fracciones de la burguesía, que utilizan al proletariado como carne de cañón para la defensa de sus intereses. Son la expresión de que el capitalismo está en decadencia y su única salida son las constantes confrontaciones entre distintos polos imperialistas.

Elegir un bando en este contexto es participar en la carnicería imperialista que el capitalismo desarrolla y que tenderá a desarrollar aún más. Posicionarse a favor de uno de estos bandos es participar en el juego de la burguesía y seguir su dinámica guerrera que utiliza a la clase obrera para defender intereses que no le son propios.

Es común que los medios y los propios gobernantes del país asiático llamen a este país socialista o incluso comunista. El largo régimen de los Kim se manifiesta como una dictadura con una clásica sucesión monárquica (de padre a hijo). Esta dictadura ha desarrollado desde el inicio un culto hacía la personalidad del Kim, la imagen del dictador se convierte en objeto de adoración y se vuelve genio en toda disciplina, el presidente es quien da las órdenes y un grupo muy reducido de personas tienen la oportunidad de aconsejar algo distinto a la voluntad de los Kim. Es sabido que el régimen dictatorial con semejante culto a la personalidad no es más que una herencia del estalinismo que desde un inicio fue impuesto en la Corea del Norte.

Desde la instauración de la República Democrática Popular de Corea es claro que su “revolución” fue más un acto de imposición de estos “líderes revolucionarios” que un verdadero proceso revolucionario de la clase trabajadora. El proceso revolucionario debe venir de las manos del proletariado, no de una pequeña mafia “roja” que va delegando el poder de generación en generación.

El sistema económico de la Corea del Norte es un capitalismo de Estado. El país vive dentro de una sociedad de clases; es absurdo el suponer que sea comunista. El desarrollo del sistema coreano sólo ayuda a esclarecer el proceso revolucionario de la clase trabajadora ilustrando cuál no es su combate y cómo la única salida que tiene es la defensa de sus propios intereses.

El inicio de una guerra contra distintas potencias capitalistas (EUA y Corea del Sur) no es más que una pugna imperialista que responde única y exclusivamente a los intereses de los gobernantes y de la burguesía de estos países.

Ante ello, el proletariado tiene sólo una alternativa realista, una salida que le permitirá desarrollarse como clase en su combate: su unión internacional contra el capitalismo, traspasando las fronteras nacionales y constituyéndose como clase para sí.

La emancipación de la clase obrera sólo será obra de ella misma, del desarrollo de sus propias luchas. Se representa a sí misma y defiende sus intereses. Sólo mediante su unión internacional es como podrá, finalmente, eliminar la sociedad de clase y construir un mundo nuevo.

Rubric: 

Corea