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Mil millones de seres humanos sufren de desnutrición[1]. A eso hay que sumarle la creciente miseria de un gran masa total de pobres, una mayoría de la población mundial. ¡A pesar del progreso técnico y capacidad productiva sin precedentes un gran número de personas todavía están muriendo de hambre!
¿Cómo explicar esta paradoja? La clase dominante tiene sus respuestas. Esta tragedia es vinculada a "la escasez de recursos"[2] y la "explosión demográfica"[3] .
En realidad la escasez crónica de alimentos extendiéndose como una plaga es producto del sistema capitalista, de la ley de la ganancia. Esta ley lleva a un absurdo al propio mercado y a la humanidad: la sobreproducción de mercancías. Esta es la base de un fenómeno irracional y escandaloso que la burguesía mantiene en silencio: el desperdicio.
El informe de un estudio reciente revela que "se estima que de 30-50% (de 1,2 a 2 billones de toneladas de todos los alimentos) nunca alcanza un estómago humano"[4]. Puesto que el estudio no puede sacar a la luz las causas profundas de los desperdicios sin poner en cuestión el sistema capitalista, se queda en la superficie del fenómeno, explicando que en Europa y EU los propios consumidores tiran la comida a la basura como resultado del producto empacado con fines de marketing (las promociones del tipo 'compre uno y llévese otro gratis'). El estudio no se atreve a revelar que el desperdicio sobretodo es generado por la sobreproducción y la búsqueda de ganancias a corto plazo, llevando a la industria a hacer un uso cada vez mayor de una infraestructura inadecuada y áreas de almacenamiento ineficientes con fallas importantes dela cadena de producción.
Este estudio olvida mencionar que los productos de calidad cada vez más pobre no pueden ser vendidos por falta de compradores y se amontonan en lugares que se descuidan. Con el fin de economizar y ganar los especuladores capitalistas a menudo terminan deliberadamente por destruir las mercancías, especialmente alimentos. Por los mismos motivos "hasta 30% de los cultivos vegetales del Reino Unido nunca se cosecha". Así, los productos a menudo son destruidos para evitar la caída del precio del mercado. Por ejemplo, algunos productores que no pueden vender sus frutas y vegetales, incluso con pérdidas, utilizan gasolina para quemarlos para mantener artificialmente su precio.
El mismo fenómeno existe en los llamados países "en desarrollo", amplificado y agravado incluso desde el inicio de la cadena de producción. Aquí el "despilfarro tiende a ocurrir desde elagricultor-productor hasta el fin de la cadena de suministro" debido a la "ineficiente cosecha, transporte local insuficiente y deficiente infraestructura", lo que provoca pérdidas colosales. Las "deficiencias" pueden ser como "en los países del sudeste asiático, por ejemplo donde las pérdidas de arroz pueden ir desde 37% a 80% de la producción total, dependiendo de la etapa de desarrollo... En China, un país que experimenta un rápido desarrollo, la cifra de la pérdida de arroz es de alrededor del 45%, mientras que en los menos desarrollados Vietnam, las pérdidas de arroz entre el campo y la mesa pueden ascender hasta el 80% de la producción".
El informe subraya la sombría realidad: "acumulativamente esta pérdida representa no solo la eliminación de alimentos que de lo contrario podrían alimentar la creciente población, sino también una pérdida de valiosos recursos de la tierra, energía y agua. En el caso del agua por ejemplo, unos 550 billones de metros cúbicos se desperdicia a nivel mundial en el crecimiento de cultivos que nunca llegan a los consumidores..."
De acuerdo a los ingenieros que escriben este informe, una simple explotación racional de los recursos existentes crearía "el potencial para proporcionar 60-100% más de alimentos para el consumo... Además, debido a la gran demanda que la producción de alimentos pone sobre otros recursos naturales como la tierra, agua y energía, este enfoque ofrece ventajas significativas en términos de sustentabilidad y reducción del riesgo ambiental." Esta perspectiva de "sentido común" es imposible realizar dentro del sistema capitalista. El problema no radica en la falta de capacidad o de voluntad: se encuentra sobre todo en las contradicciones de un sistema económico que no produce para satisfacer las necesidades humanas, sino para el mercado, para obtener una ganancia. Esto lleva a los peores absurdos, anarquía completa e irracionalidad.
Uno de los ejemplos más escandalosos es la de los niños que sufren desnutrición grave en África subsahariana, mientras que las cuotas lácteas y retirada de las granjas se imponen en Europa. ¡Mientras tanto, las organizaciones de beneficencia y las ONG organizan costosas campañas basadas en sentimientos de culpa para recaudar fondos para la leche en polvo para los niños hambrientos, que están también sin... agua! Si esto no fuera tan trágico casi podría ser una broma de muy mal gusto.
El capitalismo es un modo de producción obsoleto que se ha convertido en una fuerza destructiva que amenaza la civilización. Genera y activa todas las pasiones mortales. Ante las crecientes tragedias que engendra, sus contradicciones exacerban los comportamientos más irracionales y antisociales. Hambre y desperdicio, pobreza y desempleo, como las guerras, son sus hijos. Pero dentro crece su negación, su sepulturero, la clase obrera, la clase explotada que solo tiene una perspectiva para el futuro. Sólo la clase obrera puede poner fin a este sistema podrido. Más que nunca, la alternativa es "socialismo o barbarie".
WH, enero de 2013
[1]Esto significa nutrición diaria insuficiente para las necesidades físicas de una persona (2500 calorías diarias).
[2]Todas las mentiras tienen una base de verdad. No es en sí, debido a la falta de recursos. Al contrario, el sistema capitalista conduce a su destrucción masiva.
[3]Se predice habrá 9 mil millones de personas para 2050.
[4]Residuos globales de alimentos no, no los queremos. Publicado el 10 de enero de 2013 por la Institution of Mechanical Engineers. (IME). Todas las citas de este informe se pueden ver en https://www.imeche.org/news/archives/13-0110/. Un nuevo informe dice que 2 billones de toneladas de alimentos producidos terminan en la basura. Aspx.