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A día de hoy 20 de febrero continuan las cargas brutales y las encerronas de la policía contra los estudiantes de institutos y universitarios y contra gente de otras edades que se solidarizan con ellos. Toma de posición denunciando la barbarie estatal y planteando un debate sobre sus causas y sobre cómo responder
El miércoles 15 la policía reprimió a los estudiantes que cortaron el tráfico en la calle Xátiva de Valencia en su protesta contra los recortes. Detuvieron a un menor. Desde entonces las manifestaciones y concentraciones de solidaridad se suceden respondiendo el Estado con una escalada represiva: 17 detenidos, que han sido tratados de forma humillante como a una chica a quien un policía dijo que «si fueras mi hija te daría dos hostias» y otra a quien dijeron «no llegas ni para puta». Una tercera fue arrastrada por el suelo y los concentrados ante el complejo policial de Zapadores fueron objeto de un encerrona e identificados uno a uno.
Ante estos hechos canallescos, queremos manifestar nuestra solidaridad con todos los detenidos, el apoyo a las numerosas manifestaciones solidarias que se han producido así como a la actitud de los vecinos de Zapadores que «han mostrado su apoyo a los concentrados bajando desde los balcones botellas de agua y refrescos, que han provocado los aplausos de los manifestantes»[1].
El por qué de esta escalada represiva
¿Por qué emplean una represión desproporcionada y provocadora contra jóvenes estudiantes?
Una primera pista es que esos métodos han sido reiteradamente empleados en otros países para enfrentar protestas sociales masivas. Los gobernantes españoles siguen "el manual". En Francia, durante las manifestaciones contra la reforma de las pensiones, la policía tendió una encerrona a 600 jóvenes en Lyon y los identificó uno a uno como ahora en Valencia. Lo mismo hizo el gobierno Cameron en Trafalgar Square cuando las movilizaciones contra el aumento de las tasas estudiantiles. El objetivo que perseguían era tomar a los jóvenes como cabeza de turco para dar un aviso a los numerosos manifestantes que ocupaban las calles. Eso es con toda seguridad lo que buscan en Valencia. No se atreven ante muchos miles de manifestantes y escogen a unos cientos de jóvenes.
Una segunda respuesta -que es complementaria a la primera- es que pretenden atraparnos en una especie de espiral de acción-reacción, con continúas detenciones, movilizaciones, más detenciones, de tal manera que el movimiento acabe agotado en ese juego y los objetivos centrales de la lucha contra los recortes y la reforma laboral queden en un segundo plano. En Grecia, el gobierno "socialista" de Papandreu lo empleó en numerosas ocasiones no dudando en utilizar provocadores policiales para organizar actos de vandalismo que a continuación eran empleados para "justificar" violentas cargas policiales y detenciones masivas.
Otro de los propósitos es crear un clima de tensión que nos empuje a respuestas improvisadas e inconscientes. Así, gracias al ambiente que han provocado se ha cancelado el encierro general abierto a los trabajadores y a los estudiantes de TODOS LOS SECTORES que estaba previsto para el lunes 20.
Finalmente, un objetivo de la represión tiene que ver con la Derecha española. Esta se ha distinguido históricamente por su arrogancia provocadora y su bestialidad represiva. El actual Gobierno de Derechas se revuelca sin ningún escrúpulo en esa actitud e incluso se regodea en ello. Ello viene muy bien al Estado y al Capital español tomados en su conjunto para desviarnos hacia la defensa de la Democracia -supuestamente amenazada por esta derecha- y hacia la lucha por alternativas "menos represivas y más sociales", cuando la única solución es LUCHAR CONTRA EL CAPITALISMO EN TODAS SUS FORMAS Y EN TODAS SUS COLORACIONES POLITICAS.
Trampas políticas que hemos de evitar
Un joven decía ante la vorágine represiva de Valencia, « ¡Esto es Siria!».
Tiene razón en un punto: el Estado -sea democrático o abiertamente dictatorial como el de la familia El Assad- no vacila ni un segundo en aplicar una represión brutal cuando están en juego los intereses de la clase capitalista. Ahora bien, existe una diferencia entre el Estado democrático y el Estado dictatorial. El primero es capaz de emplear la represión con inteligencia política, dando golpes represivos que se acompañan con maniobras políticas para desviar, dividir y desmovilizar. Eso lo hace más cínico y peligroso pues una represión acompañada con la maniobra, la división y las trampas políticas e ideológicas hace mucho más daño que una represión pura y dura.
La trampa de mostrar la represión como especialidad exclusiva de la Derecha tiene la gran ventaja de lavarle la cara al Estado y a quien está tras él, el Capital. ¿Es que acaso no hay una continuidad entre lo que hizo el gobierno PSOE tanto en materia de recortes sociales como en acciones represivas y lo que está haciendo el actual Gobierno? ¿Es que si miramos el resto de mundo no vemos que con todo tipo de gobiernos las cosas no hacen sino empeorar?
La trampa de cebarse con los jóvenes además de revelar una asquerosa cobardía tiene el objetivo político de crear una fractura entre generaciones, de dividirnos, a lo cual se han prestado algunos representantes políticos y sindicales diciendo de forma paternalista que los jóvenes «se han dejado llevar por el apasionamiento» o «han ido a la suya en las protestas».
El círculo se cierra con las "alternativas" de la leal oposición (los PSOE, IU etc.) que se lamentan de la "represión desproporcionada" lo que quiere decir que estos señores proponen una represión "proporcionada", "controlada", o sea, legitiman la represión. Además piden la dimisión de la Delegada del Gobierno creando la ilusión de que colocando en ese puesto burocrático a otro político no habría represión o sería más "suave".
Necesitamos rechazar estas trampas.
A la represión no podemos responder con "peticiones de dimisión" de tal o cual cargo ni con reclamaciones de "más democracia". Tampoco "moderando" las reivindicaciones como concesión. Todo eso envalentona y hace más fuerte al Estado.
A la represión hemos de responder haciendo MUCHO MAS MASIVAS las manifestaciones, las concentraciones y las Asambleas. Hemos de ir hacia una ASAMBLEA GENERAL de trabajadores, estudiantes, parados, que pida apoyo a los trabajadores del resto de España, de los demás países, que reivindique la retirada de la Reforma Laboral y la anulación de los Recortes junto con el rechazo de la actuación policial y la libertad SIN CARGOS de todos los detenidos.
Hemos de movilizarnos TODOS, jóvenes y mayores, parados y activos, empleados públicos privados, todas las generaciones unidas. La única posibilidad que tenemos de hacerles retroceder es una acción conjunta, masiva y solidaria. Pero cualquier retroceso que logremos imponerle será solamente temporal porque volverán a la carga con nuevas caras y nuevos métodos. Así hemos visto que han cambiado al PSOE por el PP para seguir dando aún más palos como en Grecia cambiaron al Partido "Socialista" por un Gobierno de Unión Nacional que incluye a neofascistas. Por ello, solamente si encaminamos la lucha a la transformación revolucionaria de esta sociedad podremos avanzar hacia una auténtica solución a los graves problemas que nos aquejan.
Corriente Comunista Internacional 19-2-12
1. Tomado de https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2012/02/17/seis-arrestados-nueve-heridos-dia-13003388.html