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Por si a estas alturas no estaba claro, no hace falta esperar a las elecciones generales de 2012 para saber lo que le espera a las condiciones de vida de la clase obrera española, gane la izquierda o la derecha. La campaña de las elecciones en Cataluña muestra que los aporreados y los aporreadores serán los de siempre: los obreros y la burguesía respectivamente; la promesa de "salida" de la crisis y las medidas a emplear apuntan en una sola dirección aunque no se diga: atacar sin contemplaciones las condiciones de vida de la clase obrera. En esto, el bandidaje burgués no tiene fisuras, aunque se enfrenten en carnicerías como la de Irak o Afganistán, están de acuerdo en ser brutales y estar unidos, a la hora de tomar las únicas medidas posibles para intentar salir de una crisis económica, aguda, sin precedentes: Atacar profunda y rápidamente a la clase obrera en todas sus facetas: Fijos, eventuales, pensionistas, funcionarios, etc. ya nadie está a salvo. En la campaña para las elecciones de Cataluña, como ejemplo, los que han gobernado, los que gobiernan y los que gobernarán con todo el sequito de los que no aparecen en la campaña, izquierdistas y sindicalismo, tienen preparada una auténtica declaración de guerra contra el proletariado. Este, para afrontar este desafío total, se encuentra solo pero tiene armas poderosas de la que aún no es consciente: la unidad, la conciencia y la organización
España un capitalismo en derribo
No se trata ni de una visión fatalista ni de un punto de vista elaborado en base a prejuicios ideológicos, es simplemente una constatación de lo que está pasando en la vida real. Desde que en 2007 la crisis mundial crónica de sobreproducción, mostró que al capitalismo se le habían agotado los paliativos, en especial el de un crecimiento basado en un progresivo endeudamiento tanto público como privado[1], la posición económica de España en el ranking mundial, como potencia capitalista, no ha hecho más que retroceder. No vamos a mencionar las cifras que todo el mundo sabe o que se puede encontrar fácilmente en la prensa burguesa, nosotros mismos hemos publicado artículos sobre la crisis económica[2]. La economía española se encuentra entre las más débiles de la llamada eurozona, junto con Irlanda, Portugal y Grecia, aunque también otros países como Italia pueden ser engullidos por el torbellino de la deuda; en el caso español, los factores de esta debilidad son muy difíciles de superar a medio plazo: Un desempleo monumental, una deuda privada enorme con altas tasas de morosidad, gran parte de todo ello a causa de la llamada burbuja inmobiliaria, donde los precios de las viviendas y de los terrenos alcanzaron precios irracionales. Todos los expertos mundiales[3] coinciden en que estos precios inmobiliarios deben bajar de forma drástica para que pueda haber un principio de saneamiento, lo cual significa un gran problema tanto para los que adquirieron las viviendas como para los acreedores bancarios, endeudados hasta las cejas en el mercado internacional, que concedieron préstamos hipotecarios y de consumo. Buena prueba de lo que decimos, a nivel general, es que la bolsa española, el famoso Ibex 35, es el que más ha caído en lo que va de año, casi un 15%, en comparación con los mercados bursátiles de otros países, por ej. el Dax alemán que ha subido en ese tiempo un 13%.
Ahora bien, con ser muy importante, ese problema, por así decirlo, está ligado a otro no menos importante: La deuda de los Estados y su posible quiebra. El Estado español está fuertemente endeudado, también en el mercado internacional, la caja del Estado está prácticamente vacía, la deuda que en estos momentos está emitiendo España es para pagar los vencimientos de la deuda contraída con anterioridad. Los mercados internacionales saben perfectamente, que si el pago de la deuda privada falla, especialmente las convenidas entre la banca española y los mercados internacionales, el Estado no tiene dinero para socorrer a la banca privada ni en efectivo ni concediendo avales. Una causa importante de esta falta de liquidez del Estado en todas sus vertientes, central autonómica, local, etc. precisamente estriba en el estallido de la burbuja inmobiliaria, que ha secado, directa e indirectamente, la principal fuente recaudatoria del Estado y que le permitía sacar pecho a la hora de financiarse internacionalmente. No vamos a explicar las consecuencias de todo esto, más o menos la pescadilla que se muerde la cola.
¿Cómo puede el capitalismo y su Estado escapar de esta situación o al menos disminuirla? Solo atacando profundamente las condiciones de vida de los trabajadores, sea cual su posición: parados, fijos, funcionaros, precarios, pensionistas, subcontrataciones en varios grados, o como finamente se dice externalizaciones, etc.
Tenemos que defendernos de los ataques
Con el panorama antes expuesto ¿Significa eso que la burguesía va tirar la toalla? Nada de eso, ni puede ni quiere. La burguesía sabe perfectamente lo que tiene que hacer, en contra de algunos "radicales bien pensantes" que dicen que el capital está desorientado y no sabe qué camino seguir, la burguesía ha declarado la guerra al proletariado, a sus condiciones de vida: trabajo, salud, enseñanza, pensiones y un largo etcétera. Además la burguesía española tiene mucha experiencia histórica en combatir a la clase obrera, tiene claro cómo hacerlo, no confundamos su patente debilidad económica, con debilidad política frente al proletariado, está armada y lista para la lucha. Sobre todo ha aprendido muy bien que los ataques deben ir siempre cubiertos con la mistificación democrática: la negociación mejor que la imposición, la lucha sindicalista mejor que la lucha independiente, el inmediatismo mejor que la reflexión obrera, el interés nacional de todos en lugar del interés de clase, de esta crisis se saldrá como siempre se ha salido de las anteriores, con el esfuerzo de otros, etc. Cada uno de estos aspectos daría lugar para escribir un extenso artículo. Pero nosotros escribimos y debatimos para el proletariado y en especial para la minorías internacionalistas que van surgiendo, no pretendemos dar lecciones de ortodoxia revolucionaria, sino abrir la discusión; desde este enfoque y en relación con la situación en España, aunque nosotros defendemos estas posiciones en el ámbito internacional, a nuestro juicio, se imponen dos observaciones urgentes de cara a entender y enfrentar los ataques:
1) La idea de que la crisis es como otras crisis cíclicas pasadas, que se superara mediante las políticas capitalistas empleadas durante los últimos 40 años, casi todas basadas en un mayor incremento del endeudamiento público y privado, esa solución, o paliativo como nosotros le llamamos, ya hemos intentado explicar de la manera más clara que esa salida a alcanzado sus límites, la única solución ahora para enderezar la crisis consiste en el ataque urgente y profundo a la clase obrera, aunque ello no es garantía de superación de la crisis, si bien la burguesía no puede hacer otra cosa.
2)Ataque a la reflexión de la clase obrera como una medida al elemento más peligroso que ve la burguesía no solo española sino internacional, el que la clase se vaya dando cuenta, de que todas las "soluciones" pasan por atacar sus condiciones de vida, que se consolida su no creencia en el futuro prometido por el capitalismo, su desafecto a la mistificación democrática en todos los órdenes, es de lo más peligroso para la burguesía; no es la respuesta inmediatista, como se produce como cuando se convocan huelgas generales como la del 29-S, una huelga burguesa con vestiduras obreras, sino reflejos, intentos de tomar la lucha a cargo a través de las asambleas, como sucedió de manera breve e insegura por parte de los compañeros del metro de Madrid en junio de este año, son lo que nos enseñan el camino a seguir.
La burguesía no tiene otra salida a su crisis que atacar a las condiciones de vida de la clase obrera, y el timón de ese ataque lo lleva directamente el Estado, es decir Gobierno central, oposición, gobiernos autonómicos; los ataque son de tanta profundidad, que la burguesía necesita movilizar todo el aparato sindical como en el 29-S, para crear una sensación de oposición y de lucha obrera, pero los trabajadores no olvidan que hasta este momento, todos los ataques que se han hecho a lo largo de la democracia llevan el sello de los sindicatos, por muy radicales que se quieran presentar en la defensa de los intereses de los obreros, son los mismos que en su momento firmaron los grandes marcos que permitieron los ataques que se han sucedido hasta hoy, Pactos de la Moncloa, Estatutos de los Trabajadores, el Acuerdo Marco de 1980, etc. Hablamos de los grandes acuerdos, pero también está el día a día de la negociación, el menudeo sindical, el ataque cotidiano, especializado, rapaz y cicatero del que ningún sindicato sindicatos se ha desligado.
13-11-2010
1. La Señora Carmen Reinhart, una nueva gurú, que ha escrito un célebre libro junto a Kenneth S. Rogoff, titulado "Esta vez es diferente", en una entrevista publicada en el "País, Negocios" del 31 de octubre del 2010, decía respecto a al enorme endeudamiento: "A pesar de todo, EE.UU aún tiene margen para lidiar con su deuda. Europa está peor: una combinación nunca vista de deuda pública y privada con los sistemas financieros muy dañados....y con una combinación de deuda pública y privada que no se ha dado nunca en esta escala que yo sepa.
El los felices años veinte se acumulo una cantidad de deuda privada barbara, pero no publica; luego llegó la guerra y generó montañas de deuda pública pero no privada. La combinación actual es más peligrosa. Y ahí una deflación sería terrible".
2. Ver: ¿Crisis del neoliberalismo o crisis del capitalismo? En https://es.internationalism.org/node/2380. Para un análisis de la crisis económica actual ver: /content/2903/las-ensenanzas-de-la-fase-actual-de-la-crisis
3. Ente ellos Nouriel Roubini, el venerado gurú que "vio" venir la crisis financiera. Entrevista en la publicación semanal "El País Negocios" antes citada.