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Toma de posición de la CCI
El debate se plantea sobre 3 cuestiones en las cuales compartimos globalmente la posición desarrollada por el compañero JV.
1ª Cuestión: ESPAREVOL no es un grupo político
2ª Cuestión: Las generaciones proletarias de hoy necesitan la experiencia de la lucha histórica del proletariado
3ª Cuestión: El partido mundial arma indispensable de la revolución proletaria
ESPAREVOL es un foro de debate, no un grupo político
ESPAREVOL no es un grupo político con unas posiciones definidas. Es algo diferente pero también muy necesario: un lugar de encuentro y debate donde compañeros de distintas posiciones (o que están en búsqueda de ellas), puedan intercambiar ideas y experiencias, puedan colaborar en todo lo que les sea posible, puedan romper las cadenas del aislamiento y la atomización que nos impone esta sociedad.
Se trata de un espacio absolutamente imprescindible en la situación actual que sirve tanto para combatir el aislamiento y la atomización que nos impone la podredumbre del capitalismo como para ir buscando entre todos mediante el debate y la colaboración fraterna respuestas a todo lo que nos plantea en la situación actual la lucha por una alternativa revolucionaria mundial.
Por tanto, en ESPAREVOL cabe totalmente el compañero Roi Ferreiro y sus intervenciones serán bien recibidas. El -como otros- puede exponer sin ninguna limitación sus posturas.
Las generaciones proletarias de hoy necesitan la experiencia de la lucha histórica del proletariado
El proletariado es una clase histórica que tiene un pasado, un presente y, sobre todo, es portador de un porvenir revolucionario.
No es una clase que siempre empieza desde cero. No es como Penélope
Penélope: personaje de la leyenda griega que tejía por el día y destejía por la noche, empezando siempre de cero. que se pasa la vida tejiendo y destejiendo el vestido.
Lo que quisiera la burguesía es que el proletariado permaneciera eternamente atado a un presente enajenante y alienador. Que las generaciones actuales no comprendan que cuentan con la fuerza teórica y emocional que les da la experiencia de las generaciones que le precedieron. Que la generaciones actuales no logren recuperar su identidad de clase y por tanto que su combatividad y su inquietud ante la cruel situación presente, no logren insertarlas en la continuidad histórica del proletariado, una continuidad que une en un hilo firme el combate de las generaciones presentes con las generaciones pasadas y las generaciones futuras.
En particular, hay una experiencia fundamental para el proletariado que proporciona un material inagotable de lecciones: la Revolución de Octubre de 1917 y la oleada revolucionaria internacional de 1917-23.
Ese hito de la lucha histórica del proletariado, la burguesía pretende borrarlo cubriendo de oprobio a los bolcheviques, a los Soviets, estableciendo una continuidad entre la revolución y la contra-revolución estalinista que la aplastó desde dentro.
Al reclamar el estudio y el análisis crítico de Octubre 1917 y la oleada revolucionaria de 1917-23, no pedimos que se tomen como una receta infalible ni como una Biblia. ¡Todo lo contrario! Se trata de verlas como un jalón imprescindible para armarnos para la lucha actual.
Se trata de ver tanto sus puntos fuertes (la lucha internacionalista contra la guerra, la constitución de la Internacional Comunista, la formación de los Consejos Obreros etc.) y simultáneamente los puntos débiles que favorecieron la derrota (el aislamiento internacional en que quedó ahogada la revolución en Rusia y que llevó a la barbarie de la restauración capitalista perpetrada por el estalinismo; algunos errores que cometieron los bolcheviques y que llevaron a su degeneración oportunista la cual a su vez contaminó y acabó hundiendo a la Internacional Comunista etc.)
Tanto unos como otros nos proporcionan material para orientar el combate actual por la Revolución Proletaria Mundial. En ese combate es preciso utilizar la luz de esas lecciones para comprender los elementos históricos de nuestra época que se presentan de forma más extrema o distinta (o que resultan inéditos) para saber darles respuesta.
Si queremos tener futuro no podemos olvidar nuestro pasado como clase. El compañero Roi Ferreiro quizá tenga enfoques o aportes sobre el pasado del proletariado. Nos gustaría conocerlos. Sin duda, incluso aunque no estuviéramos de acuerdo, nos ayudaría a todos a comprender mejor.
El partido mundial arma indispensable de la revolución proletaria
La burguesía pudo hacer su revolución utilizando a las masas populares como ariete para derribar el poder feudal, mientras ella vivía cómodamente en sus palacios, sus fincas y sus gabinetes. La burguesía cuenta con el poder económico más absoluto, lo que le permite delegar tranquilamente la gestión de sus asuntos en una capa de políticos especializados que forman sus partidos políticos.
LA POSICION Y LA LUCHA DEL PROLETARIADO NO ES LA MISMA. El proletariado es una clase explotada y revolucionaria. Aspira a abolir toda explotación y por tanto a eliminar todo poder económico exclusivo. Por ello el Manifiesto Comunista pudo escribir que «el movimiento del proletariado es por primera vez en la historia el movimiento independiente de la inmensa mayoría en beneficio de la inmensa mayoría» y la Primera Internacional afirmó que «la emancipación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores».
La clase obrera no puede delegar en ninguna minoría de especialistas la gestión de su lucha. No puede delegar en ningún partido el ejercicio de su poder revolucionario. Desde 1905 la clase obrera ha generado la herramienta para ejercitar colectivamente el poder: LOS CONSEJOS OBREROS (soviets en ruso).
Ahora bien, es un error deducir de ello que la clase obrera no necesita un partido político de clase. Este es imprescindible. El proletariado necesita las dos armas: el Partido y los Consejos. Son dos armas que no se pueden oponer o excluir la una de la otra. Se refuerza mutuamente.
¿Para qué necesita la clase obrera un Partido de Clase?
La clase obrera es una clase explotada y revolucionaria a la vez. Vive bajo la presión permanente de la ideología burguesa. No puede tomar conciencia de golpe y porrazo. Su toma de conciencia no es el producto mecánico de la crisis del capitalismo. El proletariado no es como el perro de Pavlov que reacciona ante el aguijón de la crisis. Esa visión lo reduce a una masa informe y desarticulada. Es una ofensa a la dignidad y al criterio propio de los obreros.
Por otra parte, las luchas inmediatas proporcionan experiencias para la toma de conciencia obrera. Pero no son el único lugar de dicha toma de conciencia y tampoco son necesariamente el mejor.
La conciencia de la clase es un producto histórico y mundial. Surge de su lucha de clase histórica y mundial que dura más de 2 siglos.
Esa lucha de clase no se limita al combate económico. Tiene 3 dimensiones:
- La lucha económica contra la explotación
- La lucha política por abolir la explotación
- La lucha ideológica para darse un pensamiento, una visión del mundo, un proyecto histórico como clase.
Esa conciencia no reside en todos y cada uno de los individuos obreros sino que es el producto de un combate político cuya expresión de vanguardia son los comunistas internacionalistas, las minorías revolucionarias segregadas históricamente por el proletariado. Es decir, las fuerzas que constituyen o pueden acabar constituyendo el Partido Mundial de Clase.
Estas minorías deben mediante el debate, la clarificación y la participación activa en las luchas de la clase, agruparse, unificarse, desarrollar el arma de la teoría revolucionaria. Sin teoría revolucionaria no puede haber vanguardia revolucionaria ni lucha revolucionaria.
¿Cuál es la función del Partido de Clase?
Hay compañeros que rechazan el partido porque asocian partido a los partidos de la burguesía. Efectivamente, hay que rechazar la práctica, la ideología, el funcionamiento, el tipo de relaciones, de los partidos burgueses, sea cual sea su coloración ideológica: fascista, derecho liberal, centro, "socialista", estalinista etc. Todos esos partidos están cortados por el mismo patrón en cuanto a objetivos, medios, modelo organizativo, funcionamiento, comportamiento etc.
Ahora bien, no podemos tirar el niño con el agua sucia. Las aguas pestilentes en las que se refocilan los partidos burgueses no pueden justificar el rechazo del partido proletario.
El Partido del proletariado no tiene la misma función que los partidos de la burguesía. Los partidos de la burguesía son aparatos burocráticos porque su fundamento es la delegación del poder y tienen como finalidad el control político, ideológico y físico de los proletarios y de otras capas sociales oprimidas.
En cambio, el partido del proletariado no parte del principio de la delegación del poder porque no tiene como fin conquistar el poder en nombre de la clase ni auto-proclamarse su representante. Su función es contribuir en primera línea al desarrollo de la lucha, la unidad, la conciencia, del proletariado. Participa en la generalización en el conjunto de la clase de la conciencia, los fines y los medios de su combate.
Como su función es completamente diferente y diametralmente opuesta a la de los partidos burgueses, la estructura, el funcionamiento, los fines y los medios, los relaciones con la clase, del partido mundial del proletariado, no se parecen en nada y son totalmente opuestos y diferentes a los partidos de la burguesía.
De todo eso deberíamos discutir porque hay una cosa que está clara: el compañero Roi Ferreiro aporta a la clase obrera unas posiciones y se da una forma de organización. ¡Esa es una labor de partido aunque no lo quiera llamar así! Habría pues que discutir cual es la función de los revolucionarios, cómo deben funcionar, cual ha sido la experiencia de partidos que se ha dado a lo largo de la historia, el proletariado.
Todo ello nos llevará a una clarificación.
Esperamos que se anime un debate.
Saludos comunistas
CCI 22-3-10
ANEXO I: Texto del compañero ROI FERREIRO
Saludos,
Hasta ahora me habéis estado enviando mensajes del "Espacio Revolucionario" a una dirección
Quiero deciros dos cosas y envio también este mensaje a la lista de destinatarios sólo con objeto de comunicarles la misma aclaración:
1) Esta dirección de e-mail hace tiempo que está abandonada, la única vigente actualmente es otra.
2) Reconozco la buena intención en hacerme llegar los mensajes del "esparevol", pero dada la que parece ser vuestra orientación política e ideológica general, no entiendo por qué me seguís enviando vuestra correspondencia.
Cuando desde el Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques, Ricardo Fuego y yo mantuvimos discusiones con la gente de Democracia Comunista y en el Foro Luxemburguista, ya quedaron claras nuestras diferencias profundas en todo tipo de materias -además de una falta de capacidad de debate por vuestra parte.
Es obvio que, desde el momento en que nuestras posiciones se identifican con las del comunismo de consejos, nada tenemos que ver con ningún género de neoleninistas como vosotr@s, salvo quizá para intercambiar información sobre luchas o acontecimientos.
Además, leyendo vuestros textos y valorando tanto su forma como su contenido, dudo que podáis contribuir al desarrollo de un nuevo movimiento proletario. No se puede escribir como hace 40 o 80 años, hablando del Partido y la Clase además, y creerse que hay quienes -siendo sensatos- os tomarán en serio.
De modo que, todo lo que veo, confirma lo que pude apreciar en nuestros primeros contactos. Para construir un nuevo movimiento revolucionario es necesario el pensamiento creativo, la renovación teórica, la capacidad programática, estratégica y táctica, y francamente, de todo eso veo muy poco. Seguís creyendo en la "Dirección", solo que en el altar habéis puesto a Luxemburg en lugar de a Lenin, o sea, tenéis una versión más "mariana" del mito bolchevique.
Y acabo. Esto es lo mínimo que debo deciros, y no pretendo ser insultante. Si reaccionáis y agudizáis la mirada sobre vosotr@s mism@s, intuitivamente todo esto es de lo más evidente y por este camino tendréis la oportunidad de liberaros de tanto peso muerto y de aportar algo para construir el movimiento del futuro. Si no, seréis otra secta de ultraizquierda más, que no hará otra cosa que reeditar lo que ya está muerto hace décadas. Buscar la inspiración en el pasado, en lugar de hacerlo en la vivencia del presente y la apertura al futuro, es algo propio de quienes se engañan a sí mismos y acuden a las teorías radicales caducadas buscando una sensación de seguridad y sentido que acalme su ansiedad, su desesperación, y al mismo tiempo les confirme en ella. La justeza de la lucha no dice nada sobre la justeza del camino escogido.
Un abrazo.
Roi Ferreiro
ANEXO II: Respuesta del compañero JV - Sevilla
Roi Ferreiro:
Tu mail, por muy respetuoso que sea en la forma, rebosa de prejuicios y errores que me obligan a responderte.
En primer lugar te equivocas cuando hablas de la orientación política e ideológica general, ya que en Esparevol ni siquiera se ha llegado aún a eso (en parte de esto se pretende debatir en abril). Todo lo que hay son contribuciones de distintos compañeros (entre los que me incluyo) que de ningún modo son producto de todo el grupo. Que yo sepa, de momento Esparevol no ha asumido como colectiva la autoría de algunos textos a título particular.
Dices que "no se puede escribir como hace 40 u 80 años", que buscamos "la inspiración en el pasado" o que acudimos a "teorías radicales caducadas". ¿Por qué escribimos como hace 40 u 80 años? ¿Porque hablamos de clase y partido? ¿Por qué nuestras "teorías radicales" están caducadas? ¿No te das cuenta de que transmites exactamente la misma visión que difunde la burguesía sobre "lo pasado de moda" que está el comunismo?
De todas formas no me sorprende tu reacción, formando parte de un Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques cuyo nombre, aparte de chirriar, es una contradicción en sí mismo. Ya no se trata de superar o criticar de forma constructiva el legado de los revolucionarios del Imperio ruso que consiguieron elevar al proletariado en clase dirigente. No, ahora la moda es ser "antibolchevique" (con un contenido rabiosamente anticomunista). No tendría nada de extraño si no fuera porque "antibolchevique" va precedida de "comunista". Me deja pasmado semejante nivel de oportunismo y confusión. ¿Qué será mañana? ¿Comunistas antiproletarios? ¿Cómo se puede renegar, desde un supuesto comunismo, de uno de los mayores y mejores legados del Movimiento Comunista Internacional?
Los proletarios no podemos construir el comunismo si antes no hemos aprendido las lecciones del pasado. Igual que desde pequeñitos nos enseñan eso de que sin conocer la historia no se puede construir el futuro en mejores condiciones, el proletariado no puede derribar el capitalismo si no conoce sus experiencias de lucha e intentos de construcción de un orden social radicalmente nuevo. Pero tú reniegas de la historia, no entiendes que nuestra clase es una clase histórica, que no puede tirar a la basura -como haces tú- dos siglos de luchas, experiencias y teoría (de las que, paradójicamente, los consejistas escribieron estimulantes páginas de nuestra historia).
No ponemos en el altar a nadie, ni a Lenin ni a Rosa Luxemburg ni a Chiquito de la Calzada. Lo que hacemos los que hemos escrito contribuciones en este sentido es rescatar lo mejor del pensamiento y la acción de los grandes revolucionarios, al igual que de las grandes experiencias del movimiento obrero y comunista.
El capitalismo no va a ser destruido por la explosión de "consejos obreros espontáneos", sino por la construcción de un potente movimiento POLÍTICO que se base en la unión de la lucha de clases y los elementos más avanzados de esta. Si quieres seguir con el mito anarco-consejista de que queremos "dirigir" a los obreros para oprimirlos de otra manera (nada más y nada menos que "neoleninistas" nos llamas, no entiendo tanta obsesión patológica por Lenin), allá tú, pero desde luego LA HISTORIA demuestra que, sin una organización conectada con la clase preparada para llevar al proletariado al poder, la burguesía seguirá frotándose las manos.
Termino. Yo tampoco entiendo cómo se te siguen mandando mails. Desde luego has sido honesto y has pedido lo mínimo que podías pedir. Espero que se tomen medidas y no se te sigan enviando más mails. Nada más.
Por el triunfo de la clase obrera, por el comunismo.
J. de Sevilla