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El 28 de mayo se iniciaron en Caracas movilizaciones de los estudiantes, las cuales se extendieron rápidamente a varias ciudades del país [1]; el motivo aparente: la decisión del gobierno de cerrar el canal de televisión Radio Caracas Televisión (RCTV), hasta esa fecha una de las principales trincheras mediáticas de los sectores del capital nacional que se oponen al gobierno de Chávez. Medida que sirvió de detonante al malestar social que anida en el seno de las masas asalariadas y del conjunto de la población, expresado esta vez a través de las movilizaciones de los estudiantes.
Debido a las protestas, el propio Chávez convocó el día 29 a los habitantes de los cerros a “defender la revolución”; poco después, diputados “radicales” de la Asamblea Nacional (integrada en su totalidad por diputados que apoyan el proyecto de la llamada “revolución bolivariana”), secundaron a su líder máximo llamando a los habitantes de los barrios a manifestarse contra el movimiento. Pero los habitantes de los cerros y barrios pobres, donde supuestamente domina el chavismo, no se movilizaron ni lo han hecho hasta ahora, lo que expresa que existe cierta simpatía con algunas de las consignas del movimiento que los medios de comunicación han tratado de poner en segundo plano, tales como la necesidad de enfrentar los problemas del desempleo, la delincuencia, la salud y de la pobreza en general [2]; mas aún, la no movilización de estos sectores ante los llamados belicosos del “comandante”, puede expresar que el discurso mentiroso de Chávez de “defensa de los pobres” ya no está calando como antes en esa población que cifró en él sus esperanzas, debido a que sienten en carne propia el peso de la creciente pauperización mientras que el presidente, sus familiares y acólitos viven como verdaderos ricos beneficiándose del poder, tal como lo hicieron los gobernantes anteriores [3].
A la par que Chávez y sus secuaces hacían esta convocatoria, movilizaron sus cuerpos represivos y bandas armadas para intimidar y reprimir a los estudiantes y a las personas que desde sus casas y apartamentos le brindaban apoyo; lo que dejó un saldo inicial de mas de 200 estudiantes presos y varios heridos, varios de ellos menores de edad; mientras que, cual jauría, atacaban la protesta, criminalizándola y calificando a los estudiantes de “lacayos del imperio”, “traidores a la patria”, “niños bien”, etc.; ataques a los que se unió Daniel Ortega, mandatario “revolucionario” de Nicaragua quien de visita a la Asamblea Nacional acusó a los estudiantes en protesta de pertenecer a las clases mas ricas de Venezuela y de servir de “señuelo para calentar las calles”.
Sin embargo, la represión y la denigración, antes que intimidar a los estudiantes, les sirvió de excusa para radicalizar y extender el movimiento.
¿Cómo entender esta movilización de los estudiantes?
Para intentar caracterizar este movimiento, nos debemos plantear las siguientes preguntas: ¿son estas movilizaciones una expresión más de la confrontación entre las facciones burguesas del chavismo y de la oposición, las cuales han dominado la escena política durante los 8 años de gobierno de Chávez?, ¿representan éstas, meras protestas estudiantiles de tipo gremialista?
Pensamos que la respuesta es negativa para ambas preguntas. Esta movilización de una parte importante del sector estudiantil, que ha sorprendido por igual a oficialistas y opositores, presenta unas características que la ubica en una tendencia a romper el cerco estéril de la polarización política inducida por las facciones de la burguesía en pugna, y es expresión de un malestar social que hasta ahora ha quedado asfixiado en esa polarización, por lo tanto trasciende el marco meramente estudiantil. Veamos por qué:
-es indudable que las fuerzas políticas del oficialismo y la oposición intentan capitalizar el movimiento a su favor: los primeros planteándolo como resultado de una mera manipulación de las fuerzas políticas contrarias al gobierno, incluyendo al imperialismo norteamericano; los segundos, asimilándolo como un movimiento político de la oposición, ya que éste comparte consignas tales como la lucha por la “libertad de expresión” y contra el “totalitarismo estatal”, banderas burguesas defendidas por las fuerzas de oposición que intentan desplazar a Chávez del poder. Sin embargo, el movimiento ha tratado de deslindarse de los dirigentes y las fuerzas políticas, tanto oficialistas como de oposición. Los estudiantes no han ocultado el carácter político de la protesta, pero sí han aclarado que no obedece a la politiquería de oficio de los dirigentes oficialistas y opositores. Las declaraciones de los dirigentes espontáneos del movimiento han dejado en claro este aspecto: “los políticos tienen su agenda, nosotros tenemos la nuestra”.
-con este fin, el movimiento se ha dado formas organizativas propias, tales como las asambleas donde se debate, se nombran comisiones y se deciden las acciones a realizar, tanto a nivel de una ciudad como a nivel nacional. Fue en estas asambleas, realizadas en varias universidades, donde se debatieron los objetivos del movimiento y se prepararon las primeras acciones, las cuales eran transmitidas al resto de los estudiantes. Por otra parte, los estudiantes se han organizado para tratar de cubrir los gastos de las movilizaciones con sus propios medios, a través de colectas entre los estudiantes y entre el público.
-otra característica importante del movimiento es que desde sus inicios, ha propuesto la necesidad del diálogo y el debate de los principales problemas sociales que aquejan a la sociedad: desempleo, inseguridad, etc., solidarizándose con los sectores más necesitados. Con este fin los estudiantes han convocado indistintamente a todo el estudiantado y a la población en su conjunto, chavistas o no, a un diálogo abierto que tenga como escenario las universidades, los barrios y la calle, fuera de las instituciones y órganos controlados por el oficialismo, así como de los escenarios dominados por la oposición. En este sentido, los estudiantes de supieron salir de la trampa promovida por los oficialistas, cuando les propusieron debatir con estudiantes adeptos al chavismo en la Asamblea Nacional; donde les “salió el tiro por la culata”: los estudiantes movilizados, en una acción de creatividad y audacia, después de leer un documento donde acusaban a los propios diputados de la Asamblea de criminalizar el movimiento, denunciar que ese no era un escenario imparcial para el debate y plantear sus reivindicaciones, abandonaron el recinto, ante la ira y estupor de diputados y estudiantes chavistas [4].
-las banderas del movimiento toman cada vez un perfil mas político: aunque los medios, principalmente los controlados por la oposición, han colocado como banderas centrales del movimiento la “lucha por la libertad de expresión” y “no al cierre de RCTV”, o, la “defensa de la autonomía universitaria”; los estudiantes, desde el inicio del movimiento han defendido banderas abiertamente políticas: cese a la represión, libertad para los estudiantes detenidos o en régimen de presentación, solidaridad con los 3000 trabajadores de RCTV, contra la criminalidad, contra la pobreza, por la necesidad de “crear un mundo mejor”, etc.
En este sentido, el movimiento de los estudiantes que a la fecha está en estado “latente”, debido en parte a las acciones de oficialistas y opositores por controlarlo y contenerlo, rompe con los esquemas de los movimientos estudiantiles del pasado y expresa un contenido social, influenciado por tendencias en su seno que expresan los intereses de los asalariados.
¿De dónde surgen estas características de este nuevo movimiento de los estudiantes?
La génesis de este movimiento no es otra que la agudización de la crisis económica y política que sacude al país. Crisis económica que el chavismo ha intentado ocultar detrás de los ingentes recursos del maná petrolero, que sólo han servido para tratar de atornillar a las nuevas elites “revolucionarias” en el poder, mientras que el conjunto de la población progresivamente se hace mas pobre, pese a las migajas que reparte el estado a través de sus “misiones”. Una de las mayores expresiones de la crisis se evidencia en el incesante crecimiento de la inflación, que según las nada confiables cifras oficiales, en los últimos 3 años promedia un 17% (la mas alta de América Latina), que vuelve “sal y agua” los salarios y los pingues aumentos del salario mínimo decretados por el gobierno, debido al incesante aumento de precios de alimentos, bienes y servicios. El tan publicitado crecimiento económico que promedia cerca del 10% del PIB en el mismo período, se ha basado fundamentalmente en una acentuación de la explotación, un crecimiento del empleo precario e informal (camuflado en parte detrás del cooperativismo y las “misiones” del gobierno), el cual afecta a cerca de un 70% de la población económicamente activa si incluimos a los desempleados; que ocasiona que la mayoría de los asalariados no cuentan con los beneficios sociales de ley y un alto porcentaje no llegue a ganar el salario mínimo oficial. Esta crisis económica, resultado de la crisis que sacude al sistema capitalista en su conjunto, que existe desde mucho antes del gobierno de Chávez pero se ha exacerbado durante sus 8 años de gobierno, ocasiona una pauperización progresiva de la sociedad [5].
Al incesante aumento del costo de la vida y crecimiento del empleo precario o subempleo, se le unen problemas como la escasez de alimentos, falta de viviendas, alta criminalidad que en 2006 acabó con la vida de mas de 17000 venezolanos en su gran mayoría jóvenes de los sectores mas pobres, resurgimiento de enfermedades como la malaria y el dengue como resultado de la insalubridad, deterioro de los servicios públicos y… sigue un largo etcétera.
Esta situación lo que hace es expresar que el modelo capitalista de estado del chavismo, no tiene otro camino que proseguir los ataques contra las condiciones de vida de los asalariados y del conjunto de la población, tal como lo hicieron los gobiernos que le antecedieron, acentuando la precariedad y la pauperización, esta vez en nombre del “socialismo”.
Obviamente los estudiantes no son ignorantes de esta situación, ya que la mayoría pertenecen a familias proletarias o depauperadas por la crisis. Por otra parte, muchos de los estudiantes de las universidades públicas y privadas viven en carne propia la explotación pues tienen que trabajar formal o informalmente para cubrir los gastos de sus estudios o parte de los mismos, o ayudar a los ingresos familiares. Tampoco los estudiantes son ignorantes del futuro nada halagador que les espera: la mayoría de los pocos profesionales que han egresado de las universidades en las últimas décadas, progresivamente se han proletarizado, como lo atestiguan decenas de miles de profesionales de la salud, la educación, ingenieros, etc. cuyos salarios difícilmente llegan a superar los 2 salarios mínimos oficiales [6] y ven como se deteriora el salario social (seguridad social, bonificaciones, HCM, etc.), lo que les impide llevar una vida digna, aun siendo unos “privilegiados” tal como lo dicen los altos jerarcas del gobierno.
Así mismo, buena parte de esos jóvenes que hoy protestan en las calles han sido testigos de los estragos que ha ocasionado en sus familias, en su entorno y en la sociedad, la polarización política inducida por las cúpulas chavistas y de la oposición, en su afán por tener el control del poder. Han sido víctimas de la división de la sociedad y de un debilitamiento de los lazos de solidaridad; muchos de ellos y sus padres han quedado atrapados en las redes de la polarización política, llegando incluso a fanatizarse tras una u otra facción, perdiendo toda perspectiva. También han evidenciado que las clases dirigentes en pugna, que utilizan la máxima de “el fin justifica los medios”, manipulan y engañan sin el menor escrúpulo, expresando toda la podredumbre de la moral burguesa.
Entonces, el movimiento de los estudiantes, aunque ha surgido de manera espontánea, no es el resultado de un “sarampión juvenil” ni de unos lideres iluminados, ni mucho menos surge de la cabeza hueca de los líderes de la oposición o de la enigmática CIA, tal como lo repiten como loros Chávez y sus secuaces. Es el resultado de una reflexión que se viene gestando desde hace varios años en el seno de la sociedad, y en particular en las nuevas generaciones acerca de cuál futuro les espera en una sociedad que le cierra las posibilidades de tener una vida digna. En este sentido, no es casual que la protesta de los estudiantes se plantee consignas con un claro contenido social: luchar contra el desempleo, la criminalidad, la niñez y madres abandonadas, la pobreza; mas también, contra la mentira, la intransigencia, la inmoralidad e inhumanidad que campea en la sociedad.
Por sus características, el movimiento trasciende la oposición a un gobierno y contiene los gérmenes de una puesta en cuestión del sistema capitalista de explotación en su conjunto, así que se inscribe de manera inequívoca en la lucha de los asalariados, del proletariado. Por los medios y métodos que se ha dado para la lucha (asambleas, elección de delegados responsables ante ésta, tendencia a la unificación, convocatoria al debate fuera de las universidades, etc.), propios del proletariado cuando lucha en el terreno de la defensa de sus intereses, en este movimiento existe, aunque de seguro de manera minoritaria e inconciente, tendencias que expresan los intereses de los asalariados, que lo impulsa hacia adelante.
Un aspecto a resaltar es que en los últimos años se han dado movimientos de los estudiantes con mas o menos el mismo perfil en otras partes del mundo, como en Brasil, Chile y Francia. En este último país hubo protestas y manifestaciones lideradas por los estudiantes en mayo de 2006, contra el gobierno que intentaba imponer planes precarios de empleo, que movilizaron millones de personas en toda Francia [7]. No se descarta que el movimiento de los estudiantes en Venezuela se haya nutrido de elementos presentes en esos acontecimientos. Estos movimientos nos indican que el de los estudiantes en Venezuela no es un hecho aislado, sino que expresa una reflexión que se está dando en las nuevas generaciones en búsqueda de una perspectiva, ya que la sociedad actual no ofrece ningún futuro.
Amenazas y…
El movimiento de los estudiantes se desarrolla en una situación de fragilidad e incertidumbre. Las presiones de las fuerzas de la burguesía para controlarlo y acabarlo, son extremadamente fuertes. Tanto oficialistas como opositores cuentan con sus maquinarias partidistas, medios materiales y mediáticos. Por otra parte, la polarización y división que han logrado oficialistas y opositores en toda la sociedad, tiene un peso importante que no se debe subestimar. Tampoco hay que descartar acciones de amedrentamiento y represión, no sólo de los cuerpos represivos del estado, sino de las bandas conformadas por el chavismo
Sin embargo, uno de los mayores peligros para el movimiento son las ilusiones democráticas. Consignas tales como la lucha por la “libertad de expresión” o “los derechos civiles”, entre otras, si bien en boca de los estudiantes pueden significar la necesidad de enfrentar a las instituciones del estado que les impiden luchar, en el fondo expresan la ilusión de que es posible bajo el capitalismo expresarse libremente o tener “derechos”; que es posible (quizás con otros gobernantes) perfeccionar la democracia para que ésta realmente se transforme en un modelo que permita superar los problemas que aquejan a la sociedad. La democracia, con sus instituciones, partidos y mecanismos (principalmente los electorales), es el sistema que ha perfeccionado la burguesía para mantener su sistema de dominación de una minoría sobre la mayoría de la sociedad. La “libertad de expresión” forma parta de ese conjunto de “libertades democráticas” que proclama la burguesía desde mucho antes de la Revolución Francesa de finales del siglo XVIII, que sólo han servido para mistificar a las masas explotadas mientras aquella mantiene su dominación de clase. Todos los “derechos” no son mas que la codificación de esas ilusiones. Todo régimen burgués, permite toda “libertad” y “derecho”, mientras no se atente contra el orden capitalista o el estado que le sirve de órgano de sustentación. En ese sentido no es por pura casualidad, que en la confrontación entre los gángsters del oficialismo y la oposición, unos y otros se presentan como los verdaderos defensores del orden democrático.
Inscrita dentro de las ilusiones democráticas, está la lucha por la “autonomía universitaria”, vieja consigna del ámbito universitario que defiende la quimera de tener instituciones sin la intervención del estado, pretendiendo ignorar que las universidades y las instituciones de educación en su conjunto, son las principales vías mediante las cuales la clase dominante (se oriente políticamente a la derecha o la izquierda) transmite su ideología a las nuevas generaciones y forma los cuadros de reemplazo para sostener el orden existente. Esta bandera, promovida principalmente por las federaciones estudiantiles y las autoridades universitarias, pretende encerrar el movimiento en una lucha gremialista dentro de las 4 paredes de las universidades, aislándolo del conjunto de la sociedad [8].
Otro peligro del movimiento es su cercanía con las banderas de lucha de la oposición, lo que unido al interés de estas fuerzas en penetrarlo y controlarlo, le da argumentos al oficialismo para identificarlo como un movimiento de la oposición. El movimiento debe deslindarse y enfrentar a las fuerzas políticas opositoras, con la misma claridad y vehemencia con que lo hace de las oficialistas. De no hacerlo, puede quedar sumido dentro de movimientos que se han dado en otros países [9], que sólo han servido para colocar en el gobierno a las fuerzas opositoras, mientras la situación de fondo (el sistema de explotación capitalista) ha quedado intacto. Los estudiantes deben tener en cuenta que tanto oficialistas como opositores son responsables de la situación que vivimos; que la oposición tendió la alfombra para el ascenso de Chávez, y que de ésta volver al poder atacará las condiciones de vida de las masas asalariadas tanto o mas como hoy lo hace el chavismo, ya que ambos son fuerzas burguesas que defienden el orden existente.
… Perspectivas
Este movimiento de los estudiantes, el cual hay que saludar y apoyar, ha tenido la gran virtud de intentar romper el círculo vicioso y nefasto de la polarización, proponiendo el dialogo y el debate a través de asambleas donde se decida qué se debate y en qué condiciones. Esa es una ganancia para los propios estudiantes, para los asalariados y para la sociedad en su conjunto; ya que fortalece los verdaderos lazos de solidaridad social.
Sin embargo, sería ilusorio pensar que la lucha de los estudiantes, por más valientes y esclarecidos que sean algunos, va a poder cambiar el actual estado de cosas. Este movimiento tendrá verdaderos frutos si los factores proletarios que anidan en su seno logran acercarlo, no sólo a los barrios, sino principalmente a los asalariados de las fábricas y empresas del sector público y privado. Este acercamiento debe buscarse, no a través de los sindicatos y partidos políticos, sino a través de las asambleas donde sean invitados los trabajadores de todos los sectores y desempleados. De esta manera los trabajadores podrán percibir la vena proletaria que existe en el movimiento, impulsando a su vez la reflexión y, por qué no, la lucha de los trabajadores, cuya acción es insustituible para enfrentar al estado y poder atacar de raíz las causas de la barbarie que vivimos: el sistema capitalista de explotación, e implantar el verdadero socialismo basado en el poder de los consejos obreros. De lo contrario, el movimiento quedará como un movimiento efímero, sumido en la lucha interburguesa y la impotencia, sin haber dejado su huella para el futuro.
Los elementos mas esclarecidos del movimiento, deben tratar de agruparse en círculos de discusión, para hacer un balance del mismo hasta los momentos y buscar cómo fortalecer los elementos proletarios de un movimiento que apenas se está iniciando, ya que las causas que lo han hecho surgir, no sólo están presentes sino que se profundizan con la crisis económica y social.
Independientemente del futuro de este movimiento, hay algo que ya ha logrado que es altamente positivo para el futuro de la lucha de clases: la apertura de un proceso de reflexión y de debate.
La CCI
08-07-07
[1] Según el Ministro de Interior y Justicia Pedro Carreño, el primer día hubo 94 movilizaciones en todo el país.
[2] “No deseamos luchar en contra de nuestros hermanos”, así declaró un miembro de un consejo comunal de un barrio de Petare, al este de Caracas, refiriéndose a la convocatoria del presidente Chávez de movilizar los barrios contra los estudiantes.
[3] “Ser rico es malo” repite Chávez sin cesar en sus frecuentes presentaciones mediáticas, para que los proletarios y sus seguidores (en su mayoría de los sectores mas pobres de la población) se acostumbren a vivir en la precariedad, objetivo real del “socialismo del siglo XXI”. Pero, tanto él como sus familiares y los altos burócratas del estado no practican esta máxima. Para ilustrarlo, el periódico francés Le Monde publicó en junio pasado una serie de artículos sobre Chávez y su gobierno, entre ellos uno titulado “Les bonnes affaires de la famille Chavez” (Los buenos negocios de la familia Chávez), donde describen la forma como viven los nuevos ricos de la llamada “boliburguesía” (burguesía bolivariana). Estos artículos muestran que Chávez ha dejado de ser objeto de interés de parte de la burguesía francesa, quien pretendía explotar a su favor la “revolución bolivariana” y su frenético “antiamericanismo”.
[4] Los estudiantes tuvieron que ser escoltados por la policía para entrar y salir de la Asamblea, pues las bandas chavistas los asediaban en los alrededores.
[5] Según cifras oficiales, el gobierno ha logrado la proeza de bajar los índices de pobreza de 54% en 2003 a 32% en 2006. Detrás de estas cifras hay una manipulación estadística (principalmente con los precios de la canasta básica alimentaria), para que el discurso del régimen de acabar con la pobreza para el 2021 se corresponda con la “realidad” de las cifras. Mientras tanto crece el número de “buhoneros” (vendedores en calles y avenidas), la indigencia, la insalubridad, etc. El crecimiento del consumo registrado en 2006 debido al incremento del gasto público con fines electorales, no disminuye la situación de pobreza. La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), que hace un seguimiento de la pobreza desde hace varios años, la ubica en un 58% para 2005.
[6] Del orden de $300 según la tasa de cambio oficial de Bs. 2150 por $; que llega a ser menos de 150$ al utilizar la tasa de cambio del mercado negro de divisas.
[7] Al respecto ver “Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera de 2006 en Francia”
rint/2006/125_tesis
[8] Una muestra de ello fue la “asamblea” realizada el 22 de junio en el estadio de béisbol de la Universidad Central de Venezuela, promovida por la Federación de Centros Universitarios, con el apoyo de las autoridades universitarias y de seguro fuerzas de oposición; la cual realmente fue un show montado que desvirtúa las verdaderas asambleas que se habían dado hasta esa fecha. Por este motivo algunos estudiantes decían la consigna “no queremos show, queremos asamblea”.
[9] Al respecto ver entre otros artículo “Sobre la “revolución naranja” en Ucrania - La cárcel del autoritarismo y la trampa de la democracia”
rint126-ucrania