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El 17º Congreso de la sección de la CCI en Francia (Révolution Internationale) se ha celebrado justo cuando se desarrollaba el movimiento de lucha de las nuevas generaciones obreras contra la generalización de la precariedad. El movimiento de los estudiantes contra el CPE expresa el punto más alto hasta ahora de la reanudación internacional de las luchas obreras, que se ha confirmado recientemente con la lucha de Vigo, en España.
La lucha de clases ha entrado en un nuevo periodo. Ante esto, nuestra organización tenía que darse como prioridad centrar los trabajos del Congreso en los análisis y las exigencias que plantea una situación tan importante. La CCI tenía que comprender la dimensión histórica e internacional de los acontecimientos.
Los trabajos de este Congreso se han orientado pues, claramente, a la comprensión de todas las implicaciones que esta lucha podía tener en nuestra actividad, y en particular respecto a nuestra intervención. En esta situación, consciente de sus responsabilidades, el congreso ha cumplido plenamente sus responsabilidades.
La presencia en este Congreso, aceptando nuestra invitación, de una organización revolucionaria venida de Brasil, toma así toda su significación política. Es innegable que el medio político proletario está entrando en una nueva fase de desarrollo tras la que vimos a finales de los 60 y principios de los 70. Este es un hecho esencial del nuevo periodo histórico. Y a fin de estar a la altura de las necesidades de esta nueva situación, nuestra organización ha invitado al grupo de Brasil Oposición Obrera[1] (OPOP) a participar en todas las sesiones del Congreso.
El 17º Congreso de RI saca las lecciones de la lucha de las nuevas generaciones
Desde el año 2003 hemos señalado que se estaba produciendo un “giro” en la lucha de clases internacional. Como decíamos entonces: «Las movilizaciones a gran escala en la primavera de 2003 en Francia y Austria han significado un giro en la lucha de clases desde 1989. Son el primer paso significativo en la recuperación de la combatividad obrera tras el período más largo de reflujo desde 1968.» (Revista Internacional nº 119: “Resolución sobre el giro en la lucha de clases”). Esta reanudación de la lucha de clases se barruntaba difícil, pero con el movimiento de los estudiantes en Francia ha vivido un avance político muy importante. Tras largas y enriquecedoras discusiones, el Congreso ha señalado la importancia de este primer combate de las nuevas generaciones de la clase obrera en un texto que reúne el conjunto de características y de lecciones de este movimiento: las “Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera de 2006 en Francia” que fueron adoptadas por este 17º Congreso de RI. En ellas se plantea que «ésta `[la burguesía] no podrá suprimir toda la experiencia acumulada durante semanas por miles de futuros trabajadores, su iniciación a la política y su toma de conciencia. Es ése un verdadero tesoro para las luchas futuras del proletariado, un elemento de la mayor importancia en la capacidad de esas luchas para continuar su camino hacia la revolución comunista.» (Revista Internacional nº 125, “Tesis…” pto.18). La dimensión internacional de ese movimiento se puso de manifiesto claramente en los debates del Congreso, lo mismo que las lecciones que deja. OPOP, durante el Congreso, se ha situado completamente en ese cuadro: «…[la] preocupación [del] internacionalismo proletario ha sido explícita en todas las discusiones, y la lucha de clases se ha abordado, por la mayoría de las intervenciones, con un prisma internacionalista, incluso cuando se trataba de la situación en Francia» (toma de posición de OPOP sobre los trabajos del Congreso de RI).
Solidaridad y cultura de debate: la CCI desarrolla la experiencia de la Izquierda Comunista
Esta capacidad para comprender profundamente la significación histórica e internacional de la lucha de las nuevas generaciones en Francia también se ha concretado en el refuerzo de la cohesión interna de la CCI. Este Congreso ha manifestado una voluntad profunda de clarificación de parte de todas las delegaciones de la CCI y de todos los militantes. Pero esa clarificación no es posible sin una visión y una vida proletaria interna cada vez más sólida, marcada por un espíritu profundo de camaradería en los debates.
La solidaridad, la confianza de los camaradas entre sí y en la organización son indispensables para una verdadera cultura proletaria de los debates. Esta cultura de debate, la voluntad de confrontar los argumentos, ha sido particularmente saludada por la delegación de OPOP, que, gracias a un clima fraternal en las discusiones, ha podido inscribirse con naturalidad en los debates: «Pensamos que, después de los debates entre nuestras dos organizaciones, tanto en Brasil como en Francia, hay elementos que permiten una actividad común, o por lo menos trabajos en común, cada vez que sea posible y se inscriba en el desarrollo de nuestras dos organizaciones con vistas al desarrollo de la conciencia y la organización de los trabajadores del mundo entero».
Semejante capacidad de inscribirse claramente en la actividad del medio político proletario, tal y como hemos visto en el Congreso, ha sido acogida con entusiasmo por nuestra organización. Efectivamente, a pesar de los desacuerdos entre organizaciones que puedan persistir, es necesario que todo grupo del medio político proletario participe activamente en la clarificación y la elaboración teórica frente a los problemas centrales que se plantean al proletariado. Como es igualmente indispensable que, frente a situaciones cruciales para el proletariado, se desarrolle una intervención común. Contra cualquier manifestación de sectarismo, inmovilismo, u oportunismo, junto a la CCI, OPOP ha manifestado una comprensión rica en promesas de futuro: «A pesar de algunas diferencias que hemos percibido, y sobre las que hemos tratado y profundizado en las discusiones y encuentros apropiados, tenemos que poner en evidencia los puntos en común; somos dos organizaciones que pertenecen al campo del proletariado, que no buscan disputar el espacio político burgués, que no se hacen ilusiones sobre las organizaciones sindicales que están encadenadas al Estado capitalista, sino que las combaten.». La actitud política que manifiesta OPOP en este pasaje de su toma de posición sobre los trabajos del Congreso no deja lugar a equívocos. Es la misma actitud que hemos impulsado desde la fundación de la CCI. Es la misma actitud que, a imagen de OPOP, va a atravesar los nuevos grupos proletarios, contrariamente a la actitud que ha gangrenado el medio surgido de la Izquierda Comunista desde la reanudación histórica de la lucha de clases a finales de los años 60.
El Congreso frente a las responsabilidades de los revolucionarios
Sobre la base de estos debates, nuestra organización, aún siendo parte activa del movimiento de los jóvenes contra el CPE, no ha dejado de trazar perspectivas para el futuro. El Congreso ha afirmado claramente que es la intervención lo que ha de orientar la actividad de la CCI en el periodo de reanudación de la lucha de clases a nivel internacional. Pero precisamente en este terreno, el presente no se opone al futuro. La movilización intensiva de la organización para intervenir en las asambleas generales y las manifestaciones de los estudiantes ha sido un elemento determinante para inscribir nuestras perspectivas de actividad en las necesidades históricas de la lucha del proletariado. Como muestra concretamente la lucha en las universidades y los institutos, las nuevas generaciones, al mismo tiempo que luchan contra la degradación de las condiciones de vida de toda la clase obrera, han planteado inmediatamente y simultáneamente cuestiones políticas más amplias: ¿Qué perspectivas ofrece el capitalismo a la humanidad? ¿Por qué se hunde el mundo en la miseria y la guerra? Responder a este cuestionamiento que se desarrolla en el seno de los jóvenes debe ser una de las prioridades de la actividad de los revolucionarios. El Congreso se ha inscrito firmemente en esta orientación de la actividad. Estas orientaciones y discusiones sobre la lucha de clases internacional del proletariado, y lo que exigen de los revolucionarios, tanto de manera inmediata como a más largo plazo, han sido particularmente destacadas por OPOP: «… agradecemos que se nos haya dado la oportunidad de participar en una reunión en la que las preocupaciones y las discusiones están determinadas por la lucha de clases a nivel internacional, en la que se verifica el hecho de que, desde hace un cierto tiempo, estamos viviendo un periodo histórico de reanudación del desarrollo de la conciencia de la clase obrera a escala mundial, en la que se ha puesto en evidencia la importancia del papel de las nuevas generaciones que se ven afectadas por las debilidades y los condicionamientos políticos de las precedentes, en las luchas futuras de los trabajadores del mundo entero. OPOP comparte la visión de que existe una dinámica de reanudación de la conciencia, engendrada por la agravación de la crisis del capitalismo y por la necesidad de reaccionar frente a la precariedad engendrada por el sistema y que se aplica por medio de diferentes reformas promulgadas por el Estado en los 4 puntos del planeta. Somos precavidos sin embargo, frente a una visión demasiado optimista a corto plazo, que puede haber existido en el seno de un Congreso que se desarrolla al calor de la lucha de los estudiantes y trabajadores en Francia».
Está absolutamente claro que OPOP comparte con la CCI la comprensión de la reanudación internacional de la lucha de clase esbozada desde el 2003, así como la creciente importancia de las nuevas generaciones de la clase obrera en esa dinámica. Pero queremos señalar aquí que nuestra organización no comparte la idea de que la CCI habría sido demasiado “optimista” en este Congreso. En el marco de este artículo no podemos desarrollar una respuesta al punto que suscita OPOP. Invitamos a los camaradas a leer atentamente nuestras tesis, que argumentan ampliamente sobre la importancia histórica e internacional de este movimiento a largo plazo. Sin embargo, desde ahora mismo querríamos llamar la atención sobre el significado político del miedo que ha sentido la burguesía frente a la posibilidad de la extensión del movimiento al conjunto de la clase obrera durante abril. Contra ese peligro, y el ejemplo que podía representar para el proletariado de otros países, la burguesía ha desarrollado su contraofensiva política. En Francia se ha visto obligada a retirar el CPE tras la gran manifestación del 4 de Abril. En otros países de Europa, como Alemania, la clase dominante ha tenido que dejar de lado, al menos por un tiempo, proyectos de leyes equivalentes al CPE. Esta realidad demuestra el contenido proletario de este movimiento y su importancia inmediata, pero más aún su importancia para las luchas futuras.
La lucha de la clase obrera tiene que reapropiarse de la moral proletaria
En este Congreso se ha desarrollado una discusión particular sobre la evolución en la organización de un debate interno que comenzó a escala internacional en junio de 2004, sobre las cuestiones de la ética y la moral proletaria. Esta discusión es crucial para el combate del conjunto de la clase obrera, pero igualmente para el reforzamiento de la vida de sus minorías revolucionarias.
Desde su fundación, nuestra organización se ha preocupado de estas cuestiones; pero de una manera más intuitiva que conscientemente asumida. Hemos tenido que confrontarnos a los comportamientos de “gángsteres” y soplones de una pequeña asociación de malhechores autoproclamada de forma mentirosa como “Fracción Interna de la CCI” para comprender la necesidad de abordar teóricamente la cuestión de la ética en relación al comportamiento político de los revolucionarios.
La degeneración del comportamiento en la sociedad capitalista, el auge del cada uno a la suya y la descomposición del tejido social, han provocado un desarrollo innegable del pesimismo sobre las cualidades humanas, un rechazo, incluso una negación, de la importancia de los valores morales que distinguen a la especie humana del mundo animal. El Hombre habría sido siempre y continuará siéndolo, un lobo para el Hombre, según la célebre fórmula de Hobbes. A esta visión nihilista de la burguesía de la “naturaleza humana”, los revolucionarios hemos de oponer la del proletariado. A la visión de la negación de cualquier moral por parte del capitalismo decadente hay que oponer la moral proletaria. Por eso desde hace ahora dos años, nuestra organización desarrolla un debate y una reflexión teórica sobre este asunto. Para el marxismo, el origen de la moral reside en la naturaleza completamente social y colectiva de la humanidad, Conocer los orígenes de la moral, su evolución a través de la historia, es indispensable para la capacidad del proletariado de desarrollar la moral proletaria en todos sus aspectos. En este sentido, es igualmente necesario reapropiarse de la lucha del marxismo contra la “moral” burguesa.
El Congreso ha trabajado sobre la base del avance en la profundización teórica que ya ha hecho la organización sobre estas cuestiones. Ha decidido proseguir el debate, a fin de que el fruto de esta elaboración teórica colectiva pueda ser repercutido en nuestra prensa y transmitido al conjunto de la clase obrera.
La importancia de la cuestión de la ética y la moral proletaria para el combate de clase no ha pasado desapercibida para OPOP. Esta organización ha manifestado durante el Congreso, por medio de su delegación, el deseo de participar concretamente en estas discusiones. Por nuestra parte hemos acogido con el mayor interés esta iniciativa de OPOP: «Otro aspecto a destacar es la discusión sobre la ética. Es saludable que una organización del proletariado se preocupe y se implique en la formación de sus militantes, formación política general, pero igualmente la que concierne al comportamiento militante. Aunque no hayamos asistido mas que a las discusiones relativas a las conclusiones parciales de una discusión que (como se nos ha dicho) se desarrolla desde hace dos años, hemos podido percibir una tentativa de profundización del tema, que se ha expuesto sin embargo a riesgo de una cierta fragmentación (dicho esto, no conocemos todas las discusiones en curso)». OPOP expresa en su toma de posición una comprensión profunda de la importancia política de esta cuestión. Señala, con razón, que hubo una dispersión en el debate sobre la ética del Congreso. Pero lo que puede haber dado la impresión de fragmentación en esta discusión, es de hecho reflejo de la inmensidad de la tarea teórica que hay que llevar a cabo. Las cuestiones de la ética y de la moral proletaria, las de la “naturaleza humana”, necesitan investigar el campo de las ciencias para retener lo que puede enriquecer la visión marxista. Siempre ha sido una preocupación del marxismo estar al corriente y asimilar los avances científicos y técnicos de la civilización humana. El trabajo de Engels «Dialéctica de la naturaleza» es, entre otros, una clara ilustración de esto. Ese mismo tipo de trabajo teórico es el que nuestra organización se ha comprometido a proseguir hoy sobre la cuestión de la moral proletaria[2].
Los nuevos grupos proletarios que surjan en este periodo de reanudación de las luchas obreras, exigen de la CCI que asuma sus responsabilidades de organización de la Izquierda Comunista. La organización proletaria Oposición Obrera, que surgió en los años 80, se conduce, por su dinámica, su apertura al debate y la confrontación seria y fraternal, como en la intervención común de los revolucionarios, por la dinámica profunda de este nuevo medio. Ante la emergencia de este nuevo medio proletario, la CCI continuará asumiendo sus responsabilidades en el mismo estado de espíritu con que lo ha hecho en este Congreso y que OPOP ha saludado: «Hemos tenido el gran honor de participar, en primavera de este año, en el Congreso de la sección de la CCI en Francia. Hemos asistido, como grupo invitado, al desarrollo de los trabajos del congreso, que hemos seguido atentamente, con la posibilidad de intervenir cada vez que nos ha parecido necesario».
La CCI tiene que ser un polo de clarificación y de reagrupamiento para las fuerzas revolucionarias. LA experiencia acumulada por la CCI sobre la concepción y el funcionamiento de la organización es un elemento indispensable para las nuevas organizaciones proletarias. Un Congreso es un momento esencial de la vida de una organización revolucionaria en el que se manifiesta concretamente su concepción organizacional: «En el orden del día del Congreso de la CCI figuraba un balance de la actividad de la organización, discusión gracias a la cual hemos podido descubrir ampliamente el funcionamiento de esta organización, con la posibilidad de sacar lecciones para nuestra propia vida política, como la forma en que se trata de la prensa revolucionaria, la importancia y la utilidad de Internet, un instrumento suplementario al servicio de la propaganda y de una intervención realmente proletaria» (OPOP). Nuestro Congreso se ha esforzado por transmitir esta experiencia de nuestra vida interna a OPOP.
Tras más de diez años de tendencia al aislamiento de los grupos surgidos de la corriente de la Izquierda Comunista, el desarrollo actual de la oleada internacional de luchas obreras abre la perspectiva de un nuevo polo de reagrupamiento a escala internacional. La presencia de OPOP en el 17º Congreso de RI, su participación fraternal en los debates, su voluntad de proseguir la discusión con la CCI, constituye una clara ilustración de la dinámica de reanudación de la lucha y de la conciencia de clase a escala internacional.
CCI
[1] Este grupo, con el que la CCI desarrolla una relación de discusión y colaboración política, pertenece claramente al campo del proletariado, por su implicación en el combate internacionalista por la victoria del comunismo. Además demuestra una claridad significativa sobre la naturaleza de los sindicatos y la mistificación democrática y electoralista. Para consultar su sitio web: http//:opo.sites.uol.com.br/
[2] El informe que podemos hacer aquí de estos dos años de debate, sobre el cual el Congreso se ha pronunciado, no puede evidentemente desarrollarse en este artículo. La CCI publicará en breve un texto recogiendo los primeros avances de sus debates sobre esta cuestión.