Pandemia del Covid-19: ¡El capitalismo es responsable de la catástrofe sanitaria!

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La pandemia de coronavirus está causando miles de muertes en todo el mundo. ¿Por qué? Porque la investigación sobre este tipo de virus, conocido desde hace mucho tiempo, ha sido abandonada porque se consideraba ¡no rentable![1] Porque cuando la epidemia comenzó, era más importante para la burguesía china hacer todo lo posible por ocultar la gravedad de la situación con el fin de proteger su economía y su reputación, no dudando en propalar mentiras y patrañas, en presionar a los médicos que daban la alarma. Porque en todos los países, las medidas de contención se adoptaron demasiado tarde en cada etapa, siendo la principal preocupación de los Estados "no bloquear la economía", ¡"no hacer sufrir a las empresas"! ¡Porque por todas partes faltan mascarillas, gel hidroalcohólico, medios para detectar la enfermedad, camas, respiradores y plazas para cuidados intensivos! ¿Habrá que recordar que en Francia los médicos de urgencias y los internos están en huelga desde hace más de un año para denunciar la catastrófica falta de recursos humanos y materiales en los hospitales?[2] Los dirigentes se atreven hoy a hablar de la protección de los más desamparados contra el virus, las personas mayores, a pesar de que los empleados de las residencias de ancianos medicalizadas (EHPAD), también están en huelga desde hace más de un año, indignados por lo que consideran malos tratos a los "residentes" debido a la falta de personal y, por tanto, de tiempo para ocuparse de ellos. En Francia, a pesar de ser la segunda potencia económica europea, es imposible hacerse con mascarillas. Incluso en los servicios de neumología, en primera línea de la pandemia, los médicos tienen que conformarse ¡con tres mascarillas al día! En Italia prevalece la misma situación vergonzosa e indigna. Muchos empleados se ven obligados a ir a trabajar, a menudo amontonados por miles en los transportes públicos, porque oficialmente son "indispensables para la continuidad económica del país"... ¡como las fábricas del sector automovilístico! Se encuentran apiñados en las líneas de producción, sin ninguna precaución, sin mascarillas, sin jabón. En los últimos días han estallado huelgas en Italia. He aquí un breve extracto de un testimonio de Bolonia: "Los obreros no son carne de matadero". "Las huelgas en las cadenas de las fábricas se están multiplicando. Obligados a trabajar sin ninguna protección para su salud, los trabajadores se rebelan: "Me veo obligado a trabajar en un entorno laboral que pone en peligro mi salud, la de mis familiares, la de mis compañeros de trabajo, la de las personas que conozco". (...) “En almacenes y fábricas de nada sirven todos esos sabios preceptos que escuchamos todos los días. En muchos de esos lugares hay una ausencia casi total de las condiciones mínimas necesarias para evitar la proliferación del virus:

- nunca se ha puesto en entredicho la presencia de trabajadores en cantidades significativas en espacios pequeños y repletos de mercancías;

- (...) ¡Incluso falta jabón en los baños!

- ¿guantes y mascarillas? Eso no son sino pretensiones innecesarias de los que no quieren trabajar, así dicen los dirigentes. (…)

- ¿Intervenciones públicas para verificar el respeto de estas pequeñas atenciones? Lo hará la fuerza pública en caso de huelga".

El grito de guerra de estas huelgas es "¡Vuestras ganancias valen más que nuestra salud!" Esta es, en efecto, la realidad bajo el capitalismo, ese sistema decadente de explotación. Pero estas luchas también muestran que hay esperanza. La clase obrera es portadora de solidaridad, dignidad y unidad. Es portadora de un mundo donde la búsqueda de beneficios ya no sea la regla, en el que “la internacional será el género humano”.

Ante esta pandemia, no sólo debemos desarrollar la solidaridad y cuidar a los más desfavorecidos, sino también desarrollar nuestra reflexión sobre lo que es el capitalismo, por qué se está pudriendo de raíz, discutiendo sobre ello cuando sea posible, a fin de alimentar la conciencia colectiva de la necesidad de derrocarlo.

 

[1] Además, existe un informe que conocían todos los estados datado de septiembre 2019 que alertaba de una pandemia señalando entre otros elementos que “El espectro de una urgencia sanitaria global se vislumbra en el horizonte (...). Los países, los donantes y las instituciones multilaterales deben prepararse para lo peor”. Son dos frases del premonitorio Un mundo en peligro. Informe anual sobre preparación de emergencias sanitarias , presentado... en el mes de septiembre del 2019. Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20200322/4816599990/cada-estado-no-puede-combatir-por-su-cuenta.html?utm_source=newsletters&utm_medium=email&utm_campaign=internacional&utm_term=20200322&utm_content=listado-de-noticias-de-la-seccion-de-internacional

[2] Macron echó la semana pasada un discurso detestable y zalamero sobre "lo excelente que es el sistema de salud en Francia", supuestamente gratuito y accesible a todos, y elogió la abnegación de los sanitarios. La respuesta fue inmediata: en todas las redes había numerosas fotos de enfermeras, enfermeros y médicos blandiendo un cartel dirigido al presidente: "¡Puede usted contar con nosotros! ¡Lo contrario aún no se ha demostrado!".

Como se dice antes, los sanitarios llevan en huelga exactamente un año. Desde hace más de diez la degradación del sistema hospitalario francés ha llegado a extremos insoportables en hospitales públicos, en los psiquiátricos, las urgencias. Con el sistema “pagar por acto” han amontonado las deudas, los despidos, la precariedad, la ausencia de material de todo tipo.

En marzo, la principal demanda del personal sanitario fue la creación de puestos y la apertura de camas. En ese momento, la ministra de sanidad les ofreció primas. En septiembre de 2019, cuando el personal sanitario se manifestó de nuevo para pedir más puestos y camas, lo mismo que en marzo. La ministra les ofreció plataformas telefónicas. En noviembre de 2019, cuando el personal de salud volvió a reclamar puestos y camas, y parecía bastante claro, como dicen, fue vergonzoso que el ministro les propusiera asumir la deuda del hospital, ¡pero sin puestos y sin camas! Porque aunque el personal trató de volver a manifestarse el mes pasado, el 14 de febrero, mientras tanto la ministra se fue y su sustituto llegó al mismo tiempo que la crisis del coronavirus, tanto que el personal de enfermería ni siquiera tiene tiempo de manifestarse para nada... pero todos podemos ver con nuestros propios ojos por qué no hemos tenido oídos, todos podemos ver por qué no hemos escuchado las llamadas de auxilio del Hospital Universitario de Montpellier, de las llamadas de auxilio del Grand-Este, que dicen que les faltan brazos ante la crisis y sólo podemos decir que así es” (18/03/2020, una humorista de France-Inter, radio pública) En los últimos tiempos el sector sanitario es uno de los más combativos de Francia. Lo que no puede decir esta humorista es que el 5 de noviembre, antes de que se iniciara el movimiento contra la “reforma” de las pensiones, los sindicatos de ese sector se las arreglaron para anticipar el movimiento y no “mezclarse” con los demás. Los sindicatos de los sanitarios, médicos, enfermeras, técnicos, celadores…lo hicieron todo por aislar un movimiento de una gran tenacidad combativa. Sin duda los hospitalarios, que ahora saben que tienen que hacerlo todo por combatir la pandemia, no olvidarán el deleznable cinismo de la clase dominante. Y no serán esos discursos aduladores del presidente y ministros, ahora diarios como un mantra obligatorio antes de enunciar situaciones y medidas a tomar, lo que haga hacer olvidar tanto desprecio, tanta mentira y tanta explotación.

 

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