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Materiales para un debate sobre la situación actual y las perspectivas de lucha

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Una compañera ha escrito una serie de textos sobre la situación de la lucha de clases en España y sus perspectivas. Cargamos los textos con la intención de que se suscite un debate

Introducción de la CCI:

Hemos recibido de la compañera Aurora Despierta 5 documentos donde hay reflexión, aportes y propuestas sobre la situación actual del capitalismo y la lucha del proletariado. La compañera defiende posiciones claramente revolucionarias aunque no compartimos todo lo que dice. Sin embargo, conforme a nuestra orientación, acogemos en nuestra Web, textos y contribuciones, los cuales aportan elementos para la lucha proletaria, alimentando un debate entre sus minorías más comprometidas.

Los textos de la compañera son bastante extensos y queremos comprender bien todo lo que defiende para no caer en interpretaciones erróneas que dificultarían la discusión. De ahí que la respuesta que nos proponemos realizar nos tomará un tiempo porque no queremos precipitarnos, ir a las cuestiones centrales y favorecer así un verdadero debate.

Entre tanto, invitamos a quien lo desea a participar en el debate, exponiendo los puntos de vista que le sugieran las contribuciones de la compañera.

Situación nacional: 

  • Lucha de clases [1]

Herencia de la Izquierda Comunista: 

  • La lucha del proletariado [2]

25 de septiembre, rodear el Congreso. Maniobra burguesa y ¿provocación? ¿Peligra la HG del 26-S? La tarea actual

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Pronunciamiento de la compañera sobre la convocatoria del 25-S

No necesitamos Cortes Constituyentes, ni referéndum de CCOO-UGT, sino avanzar en unificar las luchas, hacer fracasar la estrategia del capital español y europeo (Reforma Laboral, Pacto, Tratado, Ley de Estabilidad, y otras), que ningún otro gobierno ni Cortes tomen el relevo en esa política

Me informan de que la Plataforma ¡En Pie! mantiene su convocatoria y en sus términos, pese a las reuniones e intentos por reconducirla. Aunque no puedo enterarme de más, saco del cajón este texto. Ya no caben más contemplaciones ni esperas con la Plataforma A los Pies del capital.

La Plataforma ¡En Pie!, por medio de internet, ha lanzado un Manifiesto llamando a rodear el Congreso de los Diputados, en Madrid, el día 25 de septiembre, a fin de provocar la dimisión del Gobierno del PP, del Rey, la disolución de las Cortes y la convocatoria de Cortes Constituyentes para elaborar una nueva Constitución, y satisfacer determinadas reivindicaciones. Tras su aparente radicalidad y populismo, tras el atajo, se esconde una trampa. La clase trabajadora no tenemos por qué estar eligiendo entre esta convocatoria aventurera y antiobrera o el sabotaje a la lucha de CCOO y UGT. [Para ver bien el cartel de la imagen: clic sobre ella. Situarse encima, ratón derecho: “Abrir imagen en nueva pestaña” o “Ver imagen” o Copiar o Guardar]

1.- ¿Quién está detrás de esta propuesta? No la clase trabajadora, sino, en el mejor de los casos, pequeños burgueses haciendo el juego a la burguesía. Sienten fobia y tirria hacia la clase trabajadora consciente. ¡Ni se atreven a mencionar las palabras “trabajador”, “clase”, “huelga”!

Enterada por el programa “Al rojo vivo” de la 6ª tv, me han pasado el Manifiesto de la Plataforma y poco más. Es suficiente. Antes de entrar de lleno a analizar sus propuestas (Cortes Constituyentes, etc.), quiero hacer unas observaciones que ayudarán a entender mejor de qué se trata y mi actitud.

No se puede convertir en progresista o revolucionario lo que en sus fundamentos es reaccionario aunque aparente lo contrario, como demostraré. Un movimiento de la clase trabajadora con confusiones se puede superar más allá de su planteamiento inicial. Pero no lo que desde su inicio es una iniciativa aparentemente pequeño burguesa que pertenece al campo de la burguesía y es una amenaza para los trabajadores/as, tanto mayor cuanta más gente confusa quede atrapada en sus redes porque está furiosa y quiere “hacer algo”. Hay que rechazarla, no pretender modificarla y llevarla más lejos. No la necesitamos para nada, podemos impulsar nuestro movimiento. No corramos el riesgo de caer en una trampa. No hay razón para acudir al 25-S. La lucha que nos llevará a la victoria es de corredor de fondo y contra otros objetivos. No nos dejemos llevar por la impaciencia y los falsos atajos que favorecerían nuestra derrota.

En una primera lectura, la indignación y la denuncia de la situación actual recogida en sus dos primeros párrafos, puede dar el pego, aunque no se puede tratar a todas las fuerzas políticas por igual, acusándolas a todas de “enriquecimiento desmedido e ilícito”. Pero cuando lees todo el Manifiesto, te das cuenta de que es un cebo demagógico y populista para que caigamos en la trampa. Porque los intereses que defienden no escapan de los de la burguesía, como lo demuestran sus propuestas. En sus denuncias y objetivos, a pesar de la aparente radicalidad de la exigencia de Cortes Constituyentes, están incluso por detrás de los más conciliadores sindicatos. Y explico y demuestro por qué.

Unos trabajadores/as con una elemental conciencia de clase, y una mínima base teórica socialista (no significa miliar en ningún partido, y menos en el PSOE), nunca habrían escrito este Manifiesto. Unos trabajadores/as se habrían presentado como trabajadores/as y dirigido su llamamiento sobre todo a sus compañeros/as de clase, distinguiéndose de otros ciudadanos como la burguesía y sus servidores en el Estado (partidos políticos burgueses, alta burocracia, militares, policías). Es muy llamativo y revelador que en el Manifiesto no figuren ¡ni una sola vez! las palabras “trabajadores”, “clase”, “huelga”. Aunque exigen “La derogación inmediata de los recortes y de todas las reformas en contra del estado de bienestar”, la contrarreforma laboral no es exactamente un recorte, ni parte del “Estado de bienestar”, y en todo caso, ningún trabajador/a se habría olvidado de mencionarla expresamente como una gravísima agresión contra nuestra clase a favor de todos los burgueses, sean grandes, medios, pequeños o micros. ¿No será porque los autores del Manifiesto tienen afinidades, cuando menos, con los empresarios micros y pequeños?

Un trabajador/a con una mínima conciencia sabe que los ataques le vienen también de la Unión Europea del Capital, de una estrategia común de toda la burguesía (pactos, tratados, condiciones, rescates) y del papel del Banco Central Europeo. Pero no encontraréis ni una palabra sobre esto, porque no quieren que hagamos fracasar esa ofensiva estratégica, ni nos unamos los trabajadores/as europeos.

Un trabajador/a mínimamente consciente pondrá en el centro de sus denuncias al sistema capitalista, al régimen asalariado del trabajo, y al Estado burgués que lo protege, en lugar de a “los políticos” (a bulto), como rezuma este Manifiesto. Meterse con “los políticos” pero no cuestionar para nada el trabajo asalariado, y ver, como la Plataforma, en el Estado burgués ¡la solución! a los problemas (¡cuando es parte fundamental del problema!), es de lo más burgués y puede llevar a derivas antidemocráticas.

Un trabajador/a consciente no ataca a los banqueros, etc., por su “avaricia”, sino al capitalismo en su conjunto (financiero, agrario, extractivo, industrial, comercial...), por su propia dinámica de funcionamiento basada en la acumulación, en forma de capital, de trabajo no pagado o plusvalía, que hace que la explotación sea inevitable haya más, menos o ninguna avaricia en el burgués. En este Manifiesto, nos encontramos con referencias a los “mercados”, el “poder económico”, la “oligarquía intocable”, la crisis considerada sólo en términos de “estafa”, o de “pretexto” para las agresiones, “la avaricia de los grandes intereses”, la acusación genérica a “banqueros, políticos y empresarios”, pero no al capitalismo y su funcionamiento inevitable.

Un trabajador/a consciente sabe que es precisamente el Estado burgués el encargado hoy de desmantelar el “Estado de bienestar” (los gastos sociales, funcionarios y empleados) como parte de la estrategia conjunta de la burguesía española y europea de abaratar al máximo los costes salariales y sociales de la clase trabajadora y sectores populares, a fin de preservar mejor sus ganancias. Para ello se sirven entre otros del Pacto de Estabilidad y Tratado de Estabilidad de la UE y la Ley de Estabilidad con fecha tope de 2020. Por tanto la solución no puede venir del Estado burgués, sino de la lucha de los trabajadores/as como clase capaz (huelgas, etc.) de derrotar esa estrategia de la burguesía, comprendiéndola a fondo, y derogando sus tijeras y hachas (Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, y derivadas). El Estado tiene una naturaleza de clase burguesa, para proteger el capitalismo, poniendo algo de orden en sus disputas y descarríos, sirviendo de garrote contra los trabajadores/as, y en las luchas contra las burguesías de otros estados (guerras). Pero la Plataforma pretende que el problema del Estado no es intrínseco a su propia naturaleza, sino que esté manipulado por esos sectores como si pudiese ser realmente de otra manera y estar al servicio de la “soberanía popular”, por lo que la solución vendría a través del Estado burgués con una nueva Constitución y representación electoral en las Cortes. Un trabajador/a consciente ve la solución definitiva en la superación del capitalismo y el desmantelamiento de su Estado, no en quitar o poner a unos políticos y hacer nuevas Cortes burguesas, ni en palabras lindas y brindis al sol “por una Sociedad más justa”, “reparto equitativo de la riqueza”, etc., que no son más que un camelo capitalista

Para llegar a la mayoría no se necesita el discurso burdamente populista del Manifiesto. Tal discurso responde a unos intereses de manipulación de masas. Se puede tener un discurso y utilizar un lenguaje al alcance de la mayoría, que sin embargo sea la expresión de un pensamiento social y políticamente profundo y de verdad progresista y revolucionario, y aquí, desgraciadamente, no hay ni lo uno ni lo otro.

Sin embargo, en este Manifiesto, sólo encontramos el más bajo, demagógico y adulador populismo ciudadanista (“nosotros, personas comunes”, “gente común”, “ciudadanos”), dirigiéndose a “toda la ciudadanía” sin distinción de clases; las ilusiones, mitos y fantasías de la clase media radicalizada, de la pequeña burguesía, es decir, sobre todo, supongo, de los profesionales titulados y universitarios que se ven maltratados por el capitalismo, con sueldos bajos, en paro o debiendo emigrar (como en los años 50 y 60 del siglo pasado, los campesinos, trabajadores/as asalariados de baja cualificación o represaliados), pero que siguen depositando sus esperanzas de promoción en papá Estado burgués una vez hecha la limpieza de los actuales políticos.

El populismo y la superficialidad de sus planteamientos, delatan su interés por ocultar las causas profundas de la grave situación y su dinámica, que se encuentran en la naturaleza del capitalismo, en el régimen asalariado del trabajo, en su decadencia histórica, de su crisis actual y de su futuro y de quiénes son los que pueden construir otra civilización: la clase trabajadora. Su anticapitalismo y anti-neoliberalismo son un camelo porque ¡ni mencionan a los trabajadores! Un diagnóstico del todo equivocado, da lugar a remedios peligrosos. Denuncian estafas y fraudes pero no la “estafa” primordial, la del trabajo no pagado como origen de la ganancia gracias al régimen asalariado del trabajo, tal vez porque aspiren a ser “emprendedores”, micro o pequeños empresarios. Pero pretenden haber descubierto las “raíces tan profundas” y plantean unas exigencias que no pasarían de ser como el pastoreo del ganado que come la hierba pero deja sus raíces, de modo que las hierbas (malas en este caso) brotaran con fuerza renovada.

Si Marx y Engels, en su Manifiesto Comunista, parten de y responden a los intereses internacionales de la clase trabajadora y con ella los de la Humanidad; los de Plataforma ¡En Pie!, en su Manifiesto, parten de los pequeños burgueses radicalizados con una perspectiva nacional y, sean o no conscientes de ello, responden a los intereses de la burguesía española y del resto de la Unión Europea, contra la clase trabajadora, como demostraré.

2.- La trampa de las Cortes Constituyentes da la soberanía al Capital. Reivindicaciones subordinadas al programa burgués. Los pequeños burgueses buscan ventajas a nuestra costa. El plan B para derrotarnos

La Plataforma ¡En Pie! no pretende sólo la dimisión del Gobierno, sino la disolución de las Cortes y un nuevo proceso constituyente. Las referencias a las soberanía popular, etc., pueden sonar muy bien, pero son profundamente engañosas. La vida social y política no se mueve según nuestros deseos y discursos, sino según una “leyes” propias de la lucha de clases. Supongamos, y ya es demasiado suponer, que se disolviesen las Cortes y se llamase a un proceso constituyente. ¿Quién constituiría? ¿La voluntad del pueblo, de toda la ciudadanía? ¿Acaso no son ciudadanos y de mil maneras influyentes –poderoso caballero es don dinero– los directivos y propietarios de los grandes paquetes de acciones de los bancos, de las industrias del automóvil, química, armamento, construcción, de las cadenas comerciales, de las fincas agrarias, de las flotas pesqueras, etc.; y dándoles la mano, los altos burócratas del Estado, jueces, generales, jefes de policía, etc.? La sociedad tiene un carácter de clase bien claro: es el capitalismo, basado en el régimen asalariado del trabajo, por el que una clase (la burguesía) se apropia del trabajo no pagado de otra (la clase trabajadora o proletariado) y el Estado que inevitablemente surge de ella protege esta “estafa”. Si no luchas contra el capitalismo y no quieres que la sociedad sea un auténtico caos, debes preservar su funcionamiento. Esto, unido al poder e influencia de la burguesía, se traduce en que el poder constituyente no está en manos del “pueblo”, sino del capitalismo, de la burguesía. Además, tiene el Ejército y la policía, que por su extracción social, organización, disciplina de cuerpo, función e ideología, se identifica y protege los valores del capitalismo, y tiene como su finalidad mantener este orden social. Por eso la Transición resultó lo que resultó, por mucho que desde cierta “extrema izquierda” se reclamase una Asamblea Constituyente más rupturista con el franquismo, pero burguesa, para la que ni siquiera existía la debida correlación de fuerzas porque la burguesía, entre derecha e izquierda, se había decidido por la transición pactada.

Por si fuera esto poco, están los partidos políticos de la burguesía, que bien podrían transformarse camaleónicamente en otros. Y por diferentes que sean, por mucha reforma electoral que se haga de modo que a la izquierda más a la izquierda se le reconozca la representación en votos que tiene, el papel del Estado de gestión de esta sociedad, bajo la presión de “los mercados”, hará que releven al PP en llevar adelante el programa de la burguesía española que es también de la Unión Europea: contrarreforma laboral, Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, que suponen derrotar para esta década a los trabajadores/as, abaratarnos y empobrecernos con la reducción de los salarios, el poder totalitario de la patronal en la empresa, y el desmantelamiento efectivo del “Estado de bienestar”.

Las Cortes Constituyentes sólo responde a las pretensiones de unos pocos, para pasar de la Monarquía o a no se sabe bien qué. En cualquier Constituyente, teniendo en cuenta la permanencia del capitalismo y de su Estado burgués (bajo régimen franquista, monárquico constitucional, republicano, presidencialista caudillista…), quien constituye no es “el pueblo”, menos la clase trabajadora, sino quien tiene de verdad el poder para constituir, quien constituye el poder fáctico real, la burguesía con su dominio de los medios de producción, lo que garantiza por el monopolio de las armas a través de los ejércitos y policías. Y quien lo niegue, o es un completo ignorante de la historia real, o un mentiroso.

Para colmo, lo único de verdad organizado y con poder son los partidos políticos que defienden el capitalismo, sea en su versión neo-liberal y cada vez más demo-ultraderechista (PP) o keynesiana de izquierda (Izquierda Unida) o intermedia (el PSOE), y unos sindicatos serviles al capital o que tienen las limitaciones del sindicalismo que los convierten en obstáculos para avanzar en la lucha. Ahora Izquierda Unida (Llamazares, Sánchez-Gordillo) ven con buenos ojos el 25-S (la 6ª tv), sobre todo porque con unas reformas tendrían mayor representación parlamentaria y no importándoles la trampa y los riesgos que supone. Movimientos plurales e interclasistas, con alguna posibilidad de evolución contra el capitalismo, como el 15-M, para nada se pueden equiparar a lo que podría ser un movimiento autoorganizado en base a las asambleas y sus coordinadoras de la clase trabajadora en lucha generalizada por sus reivindicaciones contra el capitalismo y por hacer fracasar la estrategia de la burguesía para derrotarla antes de 2020.

Pretenden hacernos creer los de la Plataforma que son muy listos, que la burguesía y los políticos a ellos no les engañan, y quieren hacernos tragar lo que ellos ya se han tragado: el cebo de la “verdadera democracia”, la “soberanía popular”, el “trabajo justamente remunerado”, el “derecho al trabajo”, con el anzuelo de la democracia burguesa, el Estado burgués, el capitalismo, el explotador régimen asalariado del trabajo. En vez de ir a la raíz y centrarnos en lo que de verdad nos conviene, desviarnos, desperdiciar fuerzas y tiempo mientras la burguesía nos derrota antes de 2020 y tal vez por décadas.

Los partidos se alternan en el gobierno (hoy PP, mañana PSOE u otro), el régimen cambia (franquismo, monarquía constitucional, república, fascismo), pero el Estado burgués permanece (burocracia, jueces y fiscales, cárceles, ejército, policía…), para garantizar la continuidad del régimen asalariado del trabajo (cada vez peor), que otorga a la burguesía su poder en base al trabajo no pagado.

Los convocantes creen y/o quieren hacernos creer que con una nueva Constitución y Cortes, se podrán solucionar los problemas de los trabajadores/as. Estoy de acuerdo con la “derogación inmediata de los recortes y de todas las reformas en contra del estado de bienestar”. Pero lograr estos objetivos no pasa por unas Cortes Constituyentes ni nuevas elecciones, sino por el fortalecimiento de la clase trabajadora contra la estrategia de la burguesía española y europea, plasmada en la contrarreforma laboral, el Plan, el Tratado y la Ley de Estabilidad, y demás leyes y medidas, para hacerla fracasar con las huelgas y derogarlas, y para ello avanzar en la dirección de la unidad de los trabajadores/as europeos contra esa estrategia conjunta de la burguesía europea. El fortalecimiento de la clase trabajadora y debilitamiento de la burguesía nunca pasará por las alturas, por las instituciones del Estado burgués, sino por abajo, en los centros de trabajo y en la calle, desarrollando la autoorganización y las reivindicaciones de los trabajadores/as, no de los pequeños burgueses desesperados por alcanzar alguna cuota de poder.

Una vez dimitido el PP, y ya que todos los partidos del parlamento son unos impresentables según la Plataforma, con unas nuevas elecciones ¿qué gobierno saldría? ¿un gobierno de concentración de esos partidos? ¿un gobierno con un “tecnócrata” como presidente que ni siquiera habremos elegido? ¿para llevar exactamente qué política? Porque si los partidos incumplen sus promesas electorales, lo mismo ocurrirá con las promesas de este “proceso Constituyente” si es que no tienen ya preparado algún “programa oculto” más siniestro. Sin duda su eje será derrotarnos cuanto antes, con el tope de 2020.

Esta consigna de Cortes Constituyentes puede volver a surgir por iniciativa de partidos reconocidos de la burguesía en el caso de que la crisis del Estado se profundice tanto que, con objeto de “echar un hueso” a los trabajadores/as y sectores populares para que nos entretengamos con él, y de reorganizar sus fuerzas, les convenga realizar cambios institucionales importantes; cambiar lo secundario para que permanezca lo principal, y así asegurar mejor la continuidad de su poder. El Plan B para derrotarnos.

Por mucho que estos pequeños burgueses lo crean, no hay atajos, “trucos de magia potagia”, en la lucha de clases. Los atajos, “la definitiva movilización”, no existen, y demuestran la profunda ignorancia sobre la naturaleza y dinámica de la lucha política en la sociedad de clases en el capitalismo decadente y con las necesidades que tiene el gran capital ante todo de derrotar a la clase trabajadora para 2020.

Los trabajadores/as debemos recomponer nuestra unidad, autoorganización asamblearia y conciencia como clase y fuerza social revolucionaria. Y esto es una labor en profundidad, de corredor de fondo, a veces muy discreta, poco visible, sin efectismos ni espectacularidades, por una vía que no debe dar crédito a las encerronas y los timos que plantean los pequeños burgueses y la burguesía, ni tampoco a sus provocaciones para conseguir una aceleración de la derrota de los trabajadores/as. Porque la lucha, para triunfar, va a ser prolongada; primero hay que salvar hasta 2016 (finales de 2015 término legislatura PP) y 2020 (Ley de Estabilidad) y mirando hacia los 30 con su tremenda crisis. La pequeña burguesía, a diferencia del movimiento de los trabajadores/as asalariados, no puede tener un proyecto propio de sociedad que sea diferente del capitalismo y por eso, en su desesperación, se precipitan y juegan todo a una carta, pero quieren que la carne de cañón la pongamos nosotros.

¿Quieren un verdadero proceso constituyente y que los electos a las instituciones representativas no tengan privilegios y sean revocables en cualquier momento? No será por unas Cortes Constituyentes del Estado burgués, sino por un proceso revolucionario encabezado por la clase trabajadora, para desmantelar el capitalismo y su Estado, e instaurar una nueva civilización, sin régimen asalariado del trabajo, sin explotación, organizada sobre todo a partir de los Consejos de Trabajadores, en base a procesos asamblearios. Este es el único proceso constituyente por el que vale la pena prepararse para luchar y el único del que de verdad cabe esperar soluciones a los problemas llegando hasta la raíz de los mismos.

Pero estos pequeños burgueses no se plantean avanzar hasta ahí, sino cortarnos el camino, porque ven su salvación en el Estado burgués. Con las Cortes Constituyentes y ascendidos al poder los políticos que ellos impulsarán, muchos de los promotores de esta iniciativa se olvidarán de las reivindicaciones que hoy plantean, porque ya no serán los “ingenuos y soñadores” de hoy, se harán “mayores”, “madurarán”, serán “responsables”, “realistas”, y abandonarán las “utopías” que antes defendieron, y lo harán, con la ayuda de la policía y el Ejército, contra los trabajadores/as que quieran de verdad solucionar los problemas. Oiremos de su boca el discurso mentiroso que hoy nos lanza el PP “no nos gusta, no es lo que quisiéramos, pero no hay remedio, es lo que debemos hacer”.

Estoy de acuerdo en que debemos conseguir la dimisión del gobierno, pero no tendrá ningún valor si no es porque estamos comprendiendo bien, desgastando, debilitando, haciendo fracasar la estrategia conjunta de la burguesía española y europea, es decir, echando abajo su contrarreforma laboral, de jubilaciones, sus Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad y demás leyes, porque de lo contrario harán cambios para darnos gato por liebre y cualquier gobierno que les suceda les relevará en esa política. Y para eso necesitamos un largo proceso de huelgas, unificándose, extendiéndose y HG de verdad.

Es justo exigir una reforma fiscal y la derogación de la “amnistía fiscal”, pero si no queremos caer en ilusiones engañosas debemos entender por qué el Estado ni siquiera persigue a fondo el fraude fiscal que sólo de las grandes empresas supone unos 50.000 millones de euros al año y ¡equivale al déficit anual del Estado!. ¿No será porque en las condiciones actuales, el gran capital requiere que se le toque lo menos posible la tasa de ganancia que se vería algo reducida si desapareciese el fraude fiscal y se hiciese una reforma progresiva de la fiscalidad? Porque la cuestión está en a dónde va la plusvalía, el trabajo no pagado, si a las cuentas de la empresa, los bolsillos del empresario o al Estado y vía transferencia en los gastos sociales, encareciendo (para el capital) el coste de mantenimiento de la clase trabajadora. Y la burguesía, empujada por la crisis del capitalismo, ya tiene la estrategia de abaratarnos vía el Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, que son muy rigurosos en el establecimiento de límites de déficit y deuda (a costa de los gastos sociales en la práctica), pero no dan ninguna prioridad a la lucha contra el fraude fiscal y menos a una reforma progresiva de la fiscalidad. Así que si en algún momento se puede conseguir esa persecución y reforma será porque deben hacer una concesión al estar nosotros haciendo fracasar la Ley de Estabilidad, cuestionando por tanto el Tratado de Estabilidad de la UE del que es hija, y el recorte a los salarios y gastos sociales. Pero nuestro objetivo final no es una mayor transferencia de la plusvalía a los trabajadores/as en gastos sociales vía Estado, sino acabar con la producción de plusvalía y por tanto su apropiación por el capital, esto es, suprimir el régimen asalariado del trabajo.

La auditoria de la deuda pública es una reivindicación justa, pero otra ilusión de quienes sueñan con una solución nacional a la crisis. La reforma del artículo 135 de la Constitución, con la iniciativa del PSOE en el gobierno y el apoyo del PP (agosto y septiembre de 2011), ha establecido claramente que el pago de la deuda tiene prioridad absoluta sobre cualquier otro gasto del Estado (o sea, los sociales y salariales) y que no se discute si se ha aceptado al constituirse, o sea, que de auditorias nada. Esta reforma de la Constitución lo ha sido en previsión del Tratado de Estabilidad de la Unión Europea que la mayoría de los partidos han ratificado el 21 de junio de 2012. Y la deuda ha sido blindada por la Ley de Estabilidad del 27 de abril. No son leyes meramente nacionales, sino que responden una vez más a la estrategia conjunta del capital español y europeo. Por tanto, exige una respuesta no sólo a nivel de España, sino de la unidad de los trabajadores/as europeos que también estarán afectados por sus propias leyes nacionales en aplicación del común Tratado de Estabilidad de la UE. En lugar de perder el tiempo pidiendo una auditoria que no van a hacer, lo que debe exigirse es la derogación de la Ley de Estabilidad, de la reforma del artículo 135 de la Constitución y, de la mano de trabajadores/as de Europa, del Tratado de Estabilidad ratificado, del que todas ellas son hijas obligadas. Una vez derogadas, derrotada la estrategia de la burguesía, tanto en España como en otros países euros, se podría proceder a la auditoria, porque la banca alemana, francesa, etc., ya no podría obligarnos a pagar toda esa deuda, porque tendría también la presión de sus propios trabajadores/as. Pero siendo importante, lo más importante no es la auditoria, sino unir y fortalecer a la clase trabajadora europea, hacer fracasar la estrategia para derrotarnos a todos (también alemanes) para antes de 2020, y entonces ya veremos el paso que más nos conviene dar. [Sobre el Tratado y Ley de Estabilidad, mi texto, desde el mencionado al final]

La creación de nuevos empleos depende de la correlación de fuerzas entre la clase trabajadora y la estrategia de la burguesía de abaratar los costes salariales y sociales, para lo cual necesita de una gran masa de paro que presione a la baja los salarios. Pero esto no depende sólo ni sobre todo de su voluntad, ni de nuestra presión, pues es una lacra intrínseca al capitalismo, al proceso espontáneo de acumulación de la ganancia, su crisis y decadencia, que seguiremos arrastrando con gran peso cuando menos durante la próxima década de los 20, como anuncian las previsiones del FMI y CES. No hay manera de reducirlo de forma notable si no se consigue un enorme cambio en la correlación de fuerzas entre la clase trabajadora y la burguesía y esto no ocurrirá tampoco gracias a ningunas Cortes, sino a la lucha de los trabajadores/as españoles cada vez más unidos con los de otros países intervenidos o no, contra la estrategia conjunta de la burguesía europea. Exige derogar la contrarreforma laboral que facilita y abarata los despidos individuales y masivos, y somete a los trabajadores/as a la dictadura de la patronal en la empresa. Pero aun así sería muy difícil, pues depende de la evolución del capitalismo y no tendrá una solución definitiva hasta que no acabemos con el régimen asalariado del trabajo. Por eso, en tanto, teniendo en cuenta que el desempleo no se va a resolver ni en meses, ni en uno, dos, ni cinco años, sino que en plena década de los 20 todavía tendremos como mínimo más dos millones de parados (los correspondientes a la construcción), debemos exigir una prestación por desempleo indefinida. El Manifiesto pretende una ilusoria solución al problema del paro, se refiere a la creación de empleo, pero no denuncia la contrarreforma laboral, ni llama a la lucha de los trabajadores/as por el stop a los despidos y contra el capitalismo mediante la huelga y las huelgas generales. Prefiere quedarse en discursos melifluos y brindis al sol que no llevan a nada. Su pánico a la clase trabajadora es tal que incluso aquí sólo se atreven a hablar de “la gente común” ¡patéticos!

Me parece justa la reivindicación de stop a todos los desahucios. La del parque de viviendas de alquiler social con las de los bancos y cajas ayudados con fondos públicos, choca contra las necesidades de la banca de sanearse cuanto antes vendiendo las viviendas, por lo que es imposible incluso con Cortes Constituyentes.

La Plataforma lanza estas reivindicaciones porque sabe que son brindis al sol, sobre todo si no hay una potente lucha de la clase trabajadora a la que precisamente rehuyen y ponen en riesgo. Y son un gancho pues dependerían de las Cortes Constituyentes, su más serio objetivo (tal vez ni siquiera el verdadero).

El eje que atraviesa todo el Manifiesto es: en lugar de centrarse en constituir una fuerza social en un proceso desde abajo, autoorganizado, dando el protagonismo a la clase trabajadora y sectores populares no explotadores, unificando las luchas, cambiando la correlación de fuerzas con la burguesía en las empresas, centros de estudios, barrios, creando lazos con los trabajadores/as europeos, lo que hace es impulsar un pseudo-proceso de “autoorganización” cuya finalidad no es más que subordinarlo para centrarlo todo en un proceso por arriba, y limitado a España, en las instituciones del Estado burgués, en las Cortes, pretendiendo que podemos hacerlas nuestras, en vez de reconocerlas como las garantes del capitalismo, como el instrumento de la burguesía para derrotarnos, aplastarnos y masacrarnos. Es más, un gobierno de izquierdas que pretendiese resistirse al capital, no tendría ninguna oportunidad si no hubiese previamente una clase trabajadora autoorganizada fuerte. No se puede construir la casa por el tejado. En lugar de liberarnos de ese moderno opio para el pueblo, pretenden engancharnos más a él. Esto no es anticapitalismo, ni anarquismo, ni leches en vinagre. Es un programa burgués, haciendo que esperemos del Estado burgués la solución a nuestros problemas, lo que refleja, en el mejor de los casos, las ilusiones propias de la pequeña burguesía. Pretenden “deconstruir” un régimen, pero sobre todo destruir la conciencia de clase (anticlases) de los trabajadores/as.

No existe para la clase trabajadora la solución nacional y a través de la “democratización” del Estado burgués a la crisis histórica del capitalismo y su deriva a peor. El aislamiento nacional será nuestra derrota (como en Grecia, etc.). Lo que necesitamos es una estrategia local y europea en una lucha prolongada para hacer fracasar la del gran capital español y europeo para derrotarnos antes de 2020 (a poder ser en la actual legislatura del PP). Nuestra esta estrategia pasa fundamentalmente por echar abajo, en Europa el Tratado de Estabilidad, y aquí su versión española, la Ley de Estabilidad, pues es la pieza central de su estrategia para derrotarnos antes 2020 y liquidar después el “Estado de bienestar” e impedir que pongamos límite al Cambio Climático.

3.- La convocatoria de Plataforma ¡En Pie!, supone más un peligro para la HG en Euskadi y el proceso de las luchas que una amenaza para el gobierno. Hagamos fracasar la maniobra de la Plataforma A los Pies del Capital

En Euskadi y Navarra, los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, más CNT, CGT y otros, han convocado Huelga General (HG) para el día 26 de septiembre. Lo mejor sería que se uniesen también CCOO y UGT como hicieron en la Huelga General del 29 de marzo. Por ello CCOO y UGT se vieron obligados a convocarla también para toda España el mismo 29 de marzo. Pero esta vez no están por la labor, y CCOO Euskadi pide a los convocantes que se echen atrás en aras de la “unidad”. Ahora CCOO y UGT pretenden retrasar y eludir todo lo posible la Huelga General (HG) con la convocatoria de un referéndum por el gobierno, y como se negará, con la realización de una consulta por los sindicatos. Proponen un referéndum cuando el único que necesitamos ya es la unificación de las luchas, la HG y la exigencia al Gobierno de dimisión.

Si CCOO y UGT son colaboradores con la burguesía y el Estado y saboteadores de la lucha a la hora de la verdad, la Plataforma ¡En Pie!, cae en el aventurerismo propio de la pequeña burguesía radicalizada, pero con un programa de hecho también antiobrero, incluso más que el de los sindicatos, porque ni atacan a la contrarreforma laboral y evitan como la peste las huelgas de los trabajadores/as.

Todavía no ha madurado ni la conciencia, ni la determinación de los trabajadores/as para llevar una lucha indefinida, mediante una oleada de huelgas, generales y sucesivas, para conseguir la retirada de las políticas antiobreras y antipopulares del gobierno, y la dimisión de cualquier otro gobierno que pretenda relevarle con ellas, buscando la confluencia con los trabajadores/as de otros países, como Portugal, Italia, Grecia, Irlanda, Francia... Una lucha que estaría muy equivocada si tuviese su meta en la exigencia de unas Cortes Constituyentes en el Estado burgués. Las luchas hay que hacerlas para ganar o perder lo menos posible, no para provocar que nos derroten por aceptar la batalla en un campo y términos que les favorecen a ellos, que es lo que hace la Plataforma y su Manifiesto.

El Gobierno de España no es una alcaldía a la que se pueda obligar a dimitir porque se concentren unos cuantos miles de vecinos cerca del Ayuntamiento. Por muchos que se reuniesen cerca de las Cortes, millones de personas apoyan al PP tanto en Madrid como en el resto del Estado y, sobre todo, los poderes fácticos (económicos, militares) tanto en España como en Europa, EEUU, etc. Otros partidos tampoco estarán por la labor, pues sentaría un peligroso precedente de cuestionamiento de las instituciones del Estado. Hay demasiado en juego como para dimitir así de fácil y, menos aun, gastar el cartucho del cambio de régimen que deben reservar para, en una situación más apurada, desviar la protesta.

El gobierno del PP está perdiendo apoyos incluso en sectores sociales que le han votado siempre, como determinadas capas bajas y medias del funcionariado, incluso de la policía, y de los pequeños empresarios y autónomos. Pero no es suficiente. Por sus actos, las denuncias y lucha de los trabajadores/as, debe desacreditarse más, perder más apoyos, verse más aislado, a la vez que lo hace la estrategia del conjunto de la burguesía española y europea, para que sea muy difícil un relevo de esa política por el PSOE o por cualquier otro gobierno o régimen, republicano o lo que sea.

La Plataforma ha estado dando vueltas y rectificando sobre lo que significa “ocupar”, “rodear” y a las formas pacíficas, la legítima defensa, etc. y han surgido sospechosas sobre su verdadera naturaleza, manipulación o intervención de la ultraderecha. También al problema de la ilegalidad o no de rodear el Congreso estando en pleno. Carezco de conocimientos y de información para pronunciarme sobre estos aspectos y no puedo andar buscando en internet. Pero me parece que “a río revuelto, ganancia de pescadores” y que esta convocatoria, pretendiendo supuestamente empujar al gobierno a la dimisión, como en el judo, el empuje puede ser utilizado para lo contrario, saliendo reforzado y favoreciendo la derrota del movimiento de oposición popular y de los trabajadores/as. Podría ser una provocación para precipitar la derrota, ideada por quien sea.

La concentración en torno a las Cortes, no digamos un intento de ocuparlas (espero que nadie sea tan irresponsable), en lugar de restar apoyo al Gobierno (desgastado por su agresión y el fraude programático electoral), escudándose en que es un “atentado a la soberanía popular representada en el Congreso” en el que está no sólo el PP, sino todos los partidos elegidos en todas las autonomías del Estado, lo puede convertir en el defensor de esa soberanía a los ojos de muchos, dándole más respaldo del que ahora tiene, y la ocasión perfecta al Estado para dar una lección a todos, con la represión policial, detenciones y exigencia de largas penas de cárcel, y así intimidar al movimiento contra el gobierno. No olvidemos que no faltarían a la concentración los exaltados que les faciliten la tarea, incluso los provocadores conscientes, con origen e intenciones inconfesables, pero que no hace falta ser muy lista para imaginar. Excusándose en lo que ocurra, el gobierno tendría pretextos para endurecer todavía más la reforma prevista del Código Penal y empezar a adelantar la reforma de la legislación contra las huelgas, avanzando en el recorte de nuestros derechos y libertades.

Los sindicatos CCOO y UGT han convocado desde la “Cumbre Social” una gran manifestación para el 15 de septiembre en Madrid, con participantes procedentes de muchas partes de España. Visto su programa de referéndum y, en su defecto, consulta, promete tener un contenido muy blando sin concretar en las tijeras y hachas del capital. No aspiran más que a un relevo del PP por otro gobierno que seguirá llevando, sólo que con mayor “consenso” y “mejores” maneras, en lo esencial la misma estrategia del capital español y europeo, pero dándoles a ellos mayor papel en la “negociación” de las agresiones.

Si CCOO y UGT no anuncian antes del 25 cuál va a ser la fecha para su HG, y ya previstos nuevos hachazos con o sin rescate, exigidos o no desde la UE, y contando con la “comprensión” oportunista de personalidades de Izquierda Unida, puede ocurrir que mucha gente, vista la pasividad de los sindicatos, acepte la convocatoria de la Plataforma. De este modo, los sindicatos habrían ayudado a la Plataforma y a las consecuencias que el 25-S puede tener para la HG en Euskadi y posteriormente en España.

Según cómo gestione el Gobierno el 25-S, si se pasasen de rosca dando palos y deteniendo gente, podría tener el efecto de la indignación. Pero el riesgo personal puede ser demasiado y la represión puede, para algunos, dar credibilidad a las Cortes Constituyentes (“si pegan será porque es correcto”) y desviarnos de nuestro verdadero camino. Como en toda España no se habrá convocado HG para el día siguiente, el 26-S, el efecto intimidador puede ser mayor al no poder dar una respuesta inmediata como la HG, y sí más tiempo al Gobierno para tomar medidas y leyes represivas. Podría dar una excusa a CCOO y UGT para retraerse más de la convocatoria de HG y enrocarse en una consulta popular que no irá a ninguna parte. El gobierno, si el 25-S le da argumentos, podría tomar más fácilmente medidas intimidatorias ante la HG en Euskadi y Navarra, apoyándose en que convocan sindicatos nacionalistas, como LAB, ligado a la izquierda abertzale, haciendo amalgamas entre “golpistas antisistema” de Madrid, “radicales” vascos, bla, bla, bla. También influiría el miedo del gobierno a una mayoría nacionalista en las próximas elecciones vascas del 21 de octubre.

La lucha de clases no es un juego, y los trabajadores/as debemos ser capaces de encontrar nuestro propio camino independiente, evitando a Escila y Caribdis de la renuncia a la lucha y su sabotaje por sindicatos como CCOO y UGT, o el aventurerismo y falsas promesas de pequeños burgueses como los de Plataforma ¡En Pie!, o el oportunismo de IU. No se trata de que ellos demuestren lo que son, si es a costa de que salgamos perdiendo, sino de avanzar, fortalecernos, con nuestra propia estrategia.

Los trabajadores/as nos estamos jugando la derrota para esta década, tal vez para antes de 2016 (final legislatura del PP), así que no estamos para propuestas de pequeños burgueses que juegan a rebeldes, que sólo sirven para desviarnos de nuestro verdadero camino, hacernos perder un tiempo precioso, favorecer la estrategia de la burguesía y la provocación que aceleraría la derrota.

El paso a dar para finales de septiembre no es ni el referéndum de CCOO-UGT, ni la convocatoria para el Congreso del 25-S, sino la unificación de las luchas y la HG para todo el Estado y empezar a cuestionar el Plan, Tratado, y Ley de Estabilidad. En cualquier caso, hacer fracasar la convocatoria del 25-S por los enormes riesgos que entraña, por ser una trampa ideológica, y el coste que podríamos pagar.

4- ¿Qué tendrán en la cabeza los de la Plataforma ¡En Pie!? La verdadera tarea central.

El problema fundamental de esta gente no es la ignorancia, sino la posición social que se ocupa, una clase media en proceso de proletarización (asalariados mileuristas o menos), pero que mantiene su mentalidad, psicología y aspiraciones pequeño burguesas y por eso no tienen el menor interés por conocer el mundo capitalista tal cual es, ni acercarse de verdad a la clase trabajadora y su experiencia histórica.

Semejantes fantasías me parece que corresponden a una generación de pequeños burgueses que lo ha tenido “todo” durante su infancia y adolescencia. Llega un momento en que se dan de bruces contra la brutal realidad del capitalismo cuando estalla la crisis mundial y la burbuja nacional, y la burguesía, en su afán por abaratar el trabajo (salarios, gastos sociales del Estado) para lograr más beneficios, está proletarizando a las antiguas clases medias, sobre todo si son asalariadas. Pero lo mismo que les bastaba con pedir para que los padres les diesen todo lo que querían, se creen que, con la actual correlación de fuerzas, basta una concentración “indefinida” (¡!) para llenar de vergüenza a los malos gobernantes, o que se asusten tanto, que se vean obligados a dimitir, y tumbar no sólo un gobierno, sino ¡todo un régimen, Monarquía incluida!, convocar Cortes Constituyentes, nueva Constitución y que todo esto, a través del Estado burgués (el zorro en el gallinero), suponga de verdad una mejora real y radical en las condiciones de existencia de los trabajadores/as y capas populares no explotadoras.

Ni comprenden ni les interesa la verdadera naturaleza de la crisis del capitalismo (se limitan al “neoliberalismo” y al “capitalismo salvaje”, o sea, rascar en la superficie), la estrategia del conjunto de la burguesía española y de la Unión Europea para abaratar la fuerza de trabajo en salarios y en gastos sociales del Estado, sirviéndose para ello de la contrarreforma laboral, del Plan de Estabilidad (déficit máximo inferior al 3% y deuda máxima del 60% del PIB), el Tratado de Estabilidad (déficit para 2020 del máximo 0,5% estructural, deuda máximo del 60%) y, para España, la Ley de Estabilidad (para 2020 déficit del 0%, y llegar a la deuda del 60%, prioridad absoluta al pago de la deuda). Una estrategia, una política a largo plazo, en la que la burguesía, se juega muchísimo, ésta década, la siguiente y los años 30, siendo una prioridad la derrota en ésta década de la clase trabajadora en Europa. Esa estrategia es nuestro enemigo y no van a renunciar a ella por el numerito al que llaman los convocantes. Es más, puede que se sirvan de esa convocatoria para avanzar hacia nuestra derrota.

Los de Plataforma ¡En Pie! dicen ser “anticapitalistas” y estar por la lucha de clases. Hacen un batiburrillo de todas las denominaciones, corrientes y tópicos progres, todos señuelos para enganchar a los descontentos y despistados de izquierdas, a los jóvenes impacientes que “quieren hacer algo” aunque sea meterse en la boca del lobo, porque carecen de una experiencia seria en la lucha de clases, en esa en la que hay hasta muertos y nos jugamos el futuro en una partida estratégica en la sombra. Pero su discurso es tan falso, su propuesta tan burguesa y manipuladora de la clase trabajadora subordinándola al Estado burgués, y su llamamiento tan irresponsable, que sólo puede ser mentira. La burguesía también está por la lucha de clases ¡contra los trabajadores! En su “Definición ideológica” mencionan: “La lucha contra cualquier tipo de explotación de hombres, mujeres, niños y niñas” Cuando se formula así está claro que por explotación no se entiende lo mismo que los trabajadores conscientes (la plusvalía del trabajo asalariado), sino las situaciones extremas, las que denuncian los organismos de defensa de derecho humanos y ONG, las que incluso la misma burguesía reconoce. Lo confirma cuando incluyen “La convicción de la necesidad de conciencia de clase como forma de lucha frente a la oligarquía financiera”. ¡Qué formulación! La conciencia de clase no es una forma de lucha, sino conciencia para la lucha, y limitan esa conciencia, o sea crítica nada más, a la oligarquía financiera, el típico objetivo de la pequeña burguesía que no apunta contra el capital “productivo”, “comercial”, que aspira acumular, sino exclusivamente el financiero que le absorbe una parte de la plusvalía que querría quedarse. Es a lo sumo el “anticapitalismo” al estilo demagógico, de la pequeña burguesía, incluidas sus “nacionalizaciones y control público” de sectores básicos (energía, agua, banca, sanidad, educación) que no son más que Capitalismo de Estado y “Estado de bienestar”. Acumulan los peores defectos de la oposición “radical” y “rupturista” al franquismo y los “post-modernos” del ciudadanismo. Recordemos que los nazis se declaraban partido obrero y socialista, y que los falangistas “auténticos” tenían durante las primeras elecciones democráticas, un discurso más “anticapitalista” que mucha izquierda. Cuidado con los camaleones que dan el pego a tanta hormiguita despistada. Plataforma En Pie, a los pies de la burguesía!

La lucha de clases tiene muchos rostros y el más feroz no está sólo en el pasado, como el golpe militar de Pinochet al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile (11 septiembre 1973, eclipsado interesadamente por el montaje del 11-S de New York), y su dictadura terrorista.

En Alemania, el 17/08/2012, el Tribunal Constitucional, por la puerta de atrás, ha modificado de hecho la Constitución al autorizar la intervención del Ejército en el país en caso de “situación excepcional de naturaleza catastrófica” que excede los desastres naturales ya previstos, dejando la interpretación de tan genérica situación al criterio del Gobierno federal. El SPD y los Verdes, han acogido bien la decisión, aunque algunos ¡hipócritas! lamentan que el Tribunal no haya aclarado lo que entiende con esos términos ¡como si no estuviese claro y lo fuesen a decir con todas las letras para que todos se den cuenta de lo que son! Por eso, el partido La Izquierda (Die Linke), aunque socialdemócrata de izquierda, lo ha rechazado. El gobierno del PP viene preparando la reforma del Código Penal que supondrá un recorte de derechos y libertades, una dinámica de intimidación a las luchas.

En lugar de lo que nos propone la Plataforma ¡En Pie!, la tarea central del momento es: una campaña para que los trabajadores/as comprendan que existe una estrategia de la burguesía española y europea, vía Pacto del euro, Pacto y Tratado de Estabilidad de la U.E, contrarreforma laboral, art. 135 de la Constitución, y Ley de Estabilidad, que exige derrotarnos para antes de 2020 (a poder ser antes de 2016, fin gobierno PP), pues si la “competitividad” sacrifica los salarios, las condiciones de trabajo y el empleo, el objetivo del déficit 0% y la deuda 60% del PIB de la Ley de Estabilidad exige sacrificar los gastos sociales (sanidad, educación, pensiones, etc.), y no tomar las medidas necesarias para limitar al máximo el Cambio Climático. No es cosa sólo del PP. PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN han ratificado el Tratado de Estabilidad de Europa. Si fuésemos lo suficientemente conscientes y listos haríamos un proceso de generalización de luchas y Huelga General, en la que ocuparía un lugar destacado la Ley de Estabilidad, llamando a la unidad de los trabajadores/as europeos contra el Tratado de Estabilidad de la que es hija, la más peligrosa arma estratégica para derrotarnos, abaratarnos y empobrecernos hasta la Mega-Crisis de la década de los 30 con la carestía de la energía. La Ley de Estabilidad es el buque insignia de la flota del capital para derrotarnos y someternos como nunca y por lustros. Hundirlo sería desbaratar su plan estratégico. Este es el camino para vencerles a todos, no el 25-S, ni el referéndum, ni una HG descafeinada.

5.- Plataforma ¡En Pie!, ¡no jugaréis con los trabajadores/as! No os necesitamos para nada, no aportáis nada, sois un obstáculo y un peligro más, apartaos de nuestro camino. Resumiendo, el 25-S merece el rechazo por estas razones básicas:

  1. Las reivindicaciones que pudieran ser por los trabajadores/as están subordinadas a una estrategia política burguesa (Cortes Constituyentes) y a una falaz salida nacional y “democrática” de la crisis del capitalismo europeo y mundial; son por tanto, de hecho, un cebo.
  2. Poner por delante las reivindicaciones de los trabajadores/as no es llamar a las Cortes Constituyentes burguesas, sino al proceso de autoorganización (asambleario) y de luchas, cada vez más generalizadas, y unidas a las de los trabajadores/as de toda Europa, contra la estrategia conjunta del capital por derrotarnos para antes de 2020 en aplicación de su Plan y Tratado y Ley de Estabilidad.
  3. La estrategia independiente de la clase trabajadora contra el capital es la única que de verdad puede acabar poniendo en manos de la clase trabajadora y pueblo trabajador la política, las decisiones sobre nuestro futuro colectivo. Las Cortes Constituyentes las seguirán dejando en manos de los políticos de la burguesía, sean estos los viejos partidos o los aupados por pequeños burgueses como Plataforma ¡En Pie!, o los “tecnócratas”, o los fascistas de nuevo cuño. La “devolución de los poderes al pueblo” sólo vendrá por la supresión del régimen asalariado del trabajo y del Estado burgués. Lo demás ¡mentiras!
  4. Desvía y pone en riesgo los que deben ser nuestros próximos pasos: avanzar hacia un proceso de unión y extensión de huelgas, más allá de la HG para finales de septiembre u otra fecha.
  5. La concentración en torno al Congreso puede ser la ocasión perfecta para un reforzamiento del gobierno y paso adelante en nuestra derrota, afilando su arsenal represivo. Una provocación.
  6. La mejor forma de evitar trampas y provocaciones es disponer de una estrategia correcta que dé respuesta a las necesidades de los trabajadores/as y sus ganas de luchar, que nos permita debilitar las agresiones de la burguesía y su Estado, sea cual sea el gobierno: contra las tijeras y hachas nacionales y de la UE (contrarreforma laboral, Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad) y el látigo del BCE.

Mi denuncia ha partido del supuesto más favorable para la Plataforma y aun así sale tan mal parada. Por mis conocimientos no puedo afirmar pero tampoco descartar que sea un montaje de fuerzas nada inexpertas ni ingenuas, con motivos inconfesables. En todo caso ¡Plataforma En Pie, No Pasarás!

Espero quede en casi nada, en un bluff, una fantasmada, pero cuando desde IU les dan luz verde, el riesgo es demasiado grande como para dejarlo a verlas venir en lugar de cortarlo de raíz desde ya. Al menos, sirva de vacuna. Según avance la crisis económica, respondamos los trabajadores/as, y la burguesía se sienta un tanto desbordada, llegarán maniobras más engañosas (lenguaje más proletario y revolucionario, añadir esta o aquella reivindicación). ¡Estad alertas! ¡Estudiad para saber descubrirlas!

Mi petición: no acudáis a la convocatoria, pasad de esa gente, diga lo que diga Izquierda Unida he demostrado su verdadera catadura, no os fiéis un pelo pues en el mejor de los casos son unos pequeños burgueses irresponsables y en el peor unos provocadores (en ambos, un peligro), extended esta denuncia política, haced fracasar la convocatoria, no pongáis en riesgo la HG en Euskadi, y aprended de esta experiencia para sucesivas. Por eso, lector/a, este artículo ¡pásalo! y añade tu denuncia por los medios a tu alcance.

¡Para que no les tomen el relevo: Reforma Laboral, Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, al vertedero!    ¡Ley 20/2012, de 13 de julio, al gran hachazo, nuestro rechazo, Derogación!     ¡Rescate con recortes aprobados en las Cortes, Derogación!     ¡BCE, déjate de exigir reducción de salarios, apoya al erario y compra deuda AL Estado, ya!    ¡La deuda es de la burguesía, por sus ventajas y fraudes fiscales, por salvar nosotros sus capitales!    ¡Constitución, artículo 135, al pie de los acreedores, dejáis a los trabajadores!     ¡Ley de Estabilidad, 2020, déficit cero por ciento, menos gastos sociales, mayor empobrecimiento, y del clima calentamiento!    ¡Trabajadores europeos, unidos o vencidos!    ¡FMI, UE, BCE, dad crédito a Grecia y no el golpe de gracia!    ¡Einheit mit den deutschen arbeitern – Unidad con los trabajadores alemanes!   ¡Gobierno del capital, gobierno de bancarrota, a los trabajadores, no nos derrotas!    ¡El programa oculto, es de la burguesía!   ¡Los trabajadores no estamos de rebajas, Gobierno, date de baja!   ¡Gobiernos de la agresión, Dimisión!    ¡Burguesía, si quieres el rescate, tu bolsillo ráscate!   ¡Cortes Constituyentes, siempre de las clases pudientes!    ¡[voz solista] De la patronal [coro] Menos salario. [voz] Del Estado [coro] Menos servicios. [voz] Abaratar [coro] Al proletario. [voz] Del capital [coro] El beneficio!     [cantarla como “María Cristina me quiere gobernar”]  ¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!     ¡Unid las huelgas, debatid y decidid en asambleas!

Para profundizar en esta línea, mi texto: “Merkel. Mascarón de proa del buque insignia del capital: Tratado de Estabilidad (en España, Ley de Estabilidad)” (03/09/2012) seleccionado como Destacado. kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29504-merkel-mascar%C3%B3n-de-proa-del-buque-insignia-del-capital-tratado-de-estabilidad-en-espa%C3%B1a-ley-de-estabilidad.html       Da acceso a otros artículos y libros, todos en Kaosenlared.

BCE, compra deuda al Estado. Gobierno de la agresión, dimisión. Ejes para evitar la bancarrota y la derrota

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BCE, compra deuda al Estado. Derogación de: Pacto de Estabilidad, Ley 20/2012, Contrarreforma laboral, art 135 Constitución, Ley de pensiones. Gobierno de la agresión, dimisión. FMI crédito a Grecia. No a los referéndums trampa. Trabajadores europeos, unidos o vencidos

Vaya una propuesta de ejes básicos por los que luchar sin demora para ponernos de verdad a la altura de unas circunstancias dramáticas y de trascendencia histórica, que ya no están para las simplezas a las que nos tienen acostumbrados los sindicatos y la izquierda, y las consignas para niños de sus manifestaciones, o lo vamos a pagar como ni nos imaginamos. Para ello, todos los trabajadores/as debiéramos tener un conocimiento básico de las cuestiones aquí planteadas. Por eso, PÁSALO.

I.- No podemos esperar a septiembre. Deberíamos salir a la calle ya, con dos reivindicaciones básicas para evitar el “rescate” total o la suspensión de pagos y frenar la agresión de la burguesía española y europea a través del gobierno del PP y del Banco Central Europeo: ¡BCE, COMPRA DEUDA AL ESTADO YA!  ¡GOBIERNO DE LA AGRESIÓN, DIMISIÓN!

Una vez más los procesos se aceleran sin darnos un respiro. Leo en El País “El rescate total [a España] ya no es inconcebible” (22 de julio) y economistas burgueses, pero no necios, alertan de la gravísima situación en la que se encuentra el Tesoro español necesitado de renegociar o pagar deuda en octubre a su vencimiento, por 27.658,20 millones de euros, cuando “los mercados”, como se ha comprobado en la subasta de la última semana y por la huída de la inversión en España, se están cerrando y/o exigiendo altísimos tipos de interés incluso para la deuda a dos años (más del 6,5%), cuando algunos analistas económicos dicen que una razonable prima de riesgo española debiera estar en los 300 puntos básicos (no en los 640). El Tesoro puede salvar los vencimientos y emisiones hasta finales septiembre. Sin crecimiento económico es muy difícil un saneamiento de las cuentas públicas (más ingresos, menos gastos en subsidios) y reducir el endeudamiento que debe financiarse a un coste ya insostenible o no encontrará quien lo financie. Las Comunidades Autónomas de Valencia y Murcia (ejemplos del PP) y Catalunya piden ayuda económica al Estado central porque en el mercado nadie les compra deuda pública, lo que supondrá a cambio recortes aun más brutales en esas comunidades, y más dificultades para las arcas del Estado central. Y se pueden sumar otras, lo que aumenta las dudas sobre la solvencia del Estado central y la sospecha sobre lo inevitable del “rescate” al Estado, ya intervenido por el rescate a la banca. El nuevo diseño para el fondo de rescate MEDE, por la insuficiencia de sus fondos, no inspira confianza, por lo que se disuelve el efecto balsámico de la última cumbre europea del 29 de junio.

El PP y el PSOE, más multitud de economistas, reclaman con fuerza y en términos cada vez más duros (1), una urgente intervención del Banco “Central” Europeo para comprar deuda, aunque sea en el mercado secundario (“segunda mano”), con el objetivo de bajar su tipo de interés (2). En tanto, el Presidente del BCE, Mario Draghi (proveniente del imperio bancario y especulador Goldman Sachs, como el Primer ministro de Italia, el “tecnócrata” Mario Monti) se mantiene en las mismas “El BCE no está para resolver los problemas financieros de los Estados” (El País, 22 julio), ¡depende de qué Estado sea (Alemania, España…) y sí para agravar los nuestros!, señor Draghi. Su misión supuestamente es la de evitar una subida de la inflación (un falso problema hoy) con el ridículo pretexto del pavor de los alemanes (los muertos será) a la hiperinflación de comienzos de ¡la década de los 20 del siglo pasado!, pobre hoja de parra con la que pretende ocultar las vergüenzas de su verdadero papel en la UE del capital que aquí comentaremos.

El FMI avisa que está pensando en cortar el préstamo a Grecia, lo que la llevaría a la suspensión de pagos para septiembre, obligaría a salir del euro y el mayor empobrecimiento de su población trabajadora, arrojándolos como a limón exprimido. La salida de Grecia podría tener consecuencias no calculadas para la UE y en especial para sus países más débiles como España.

Para agosto, “los mercados”, descontando acontecimientos próximos, tanto en Grecia como en España, pueden hacer repicar las campanas a funeral por una España ya intervenida a la portuguesa para octubre como tarde, como prevén muchos (también Jordi Sevilla, exministro del PSOE). Pero si a España se le cierran definitivamente los mercados, el “rescate” del Estado supondría entre los 300 o 600.000 millones de euros. España es la cuarta economía de Europa (no 1/4 como en un lapsus escribí en otro texto), y su caída puede arrastrar a Italia, que es la tercera, y Francia echaría a temblar. De este escenario, a nada que se les vaya de las manos, o a Alemania ya no le compense mantener la zona euro o prefiera reducirla a unos pocos estados, podría llegar a derivarse lo peor, la suspensión de pagos de España (el default), la quita a los acreedores (alemanes, franceses, etc.), el hundimiento de la zona euro tal como la conocemos, la vuelta a la peseta, un empobrecimiento mayor, tensiones crecientes entre los estados burgueses europeos liberados de sus compromisos y “solidaridades”, la vuelta al más rancio nacionalismo, graves conflictos para la década de los 30 con su crisis impulsada por el encarecimiento energético.

Pero tampoco ganamos nada con una UE del Capital más integrada a costa de la desintegración de la clase trabajadora, de nuestros derechos laborales y del “Estado de bienestar”, y con una UE militarista y agresiva en el mundo.

El “rescate” al Estado supondría ya la pobreza generalizada, la mutilación total del “Estado de bienestar” (subsidios, pensiones, sanidad…), privatizaciones, y que de la supuesta “soberanía del pueblo español” no queden ni las apariencias. Si con los recortes se acrecienta la recesión, con el “rescate” total y sus exigencias draconianas (el anti-crecimiento de todo para pagar la deuda), empeoraríamos, hacia la completa bancarrota, sin salida a muchos años vista (más de lo que, sin ello, prevé el CES, como comentaré).

Debemos dar una respuesta rápida y contundente. Los sindicatos nacionalistas vascos (ELA y LAB), sin esperar a más, han llamado a la Huelga General en Euskadi y Navarra para el 26 de septiembre, consiguiendo el respaldo de otros menores y organismos diversos. En tanto, CCOO, UGT y otros, se lo siguen pensando. Fueron los vascos quienes arrastraron a los demás a concretar y adelantar la HG al 29 de marzo y ahora podría volver a ocurrir.

II.- No a referéndums trampa y de pérdida de tiempo

Izquierda Unida ha hecho un “Llamamiento para una rebelión democrática” y junto a ella, los sindicatos, apelan a la necesidad de un Referéndum sobre la política económica de Gobierno del PP, y en particular sobre la última gran agresión, el hachazo general (IVA, funcionarios, parados, etc.) del Decreto-Ley 20/2012 (14 julio) ya convalidado por el PP gracias al rodillo de su mayoría absoluta en el Congreso.

Si bien la solicitud de un referéndum sirve para cuestionar la legitimidad de la política del Gobierno, y Cayo Lara de Izquierda Unida advierte que de no aceptarlo el gobierno, lo siguiente será pedir su dimisión, la propuesta tiene cuatro grandes pegas.

1) Fácilmente puede llevar a unos esfuerzos y lo que es mucho peor, a la inversión y pérdida de un tiempo precioso, en algo que no se va a lograr o que de conseguirse, sería el gobierno quien incluso podría ganarlo con una pregunta trampa y para asustar como “¿Prefiere estas medidas o que España se hunda del todo por espantar a los mercados y ponernos a los pies de los caballos de nuestros acreedores y de la Unión Europea (UE)?”, con la ayuda de la mayor parte de los medios de comunicación y la inestimable de la UE que haría su particular campaña del miedo a favor del gobierno. Entre la abstención de los asqueados, y el voto favorable de los atemorizados, más el de los burgueses y pequeño burgueses (“clase media”) convencidos, podrían ganar aunque sea por los pelos (incluso con un Sí muy minoritario con respecto al censo), como ha ocurrido en las últimas elecciones griegas. Recordemos cómo ganó el PSOE con Felipe González nuestra inclusión en la OTAN a pesar del referéndum y su inicial “de entrada NO”. Incluso si perdiese, no dudemos que la UE presionaría con amenazas para que volviese a celebrarse y ganarlo, como ocurrió en Irlanda con motivo del referéndum por el Pacto de Lisboa. Terminando por ganar formalmente, pretendería tener ya la más completa legitimidad para hacer lo que quisiese: mayoría absoluta y Sí en el referéndum, y nos quitaría legitimidad para protestar.

2) Derivada de la anterior, que siembra una confianza inmerecida en las instituciones y recursos de la democracia burguesa, siempre escorados para servir a los grandes empresarios, banqueros, etc. y garantizarles que salgan ganando. El abuso de los decretos-leyes es posible no sólo por los reglamentos, sino porque el gran capital está interesado en que así sea.

3) Además de la pérdida de tiempo, ya no lo hay para juegos florales porque el proceso se está acelerando hasta el vértigo y lo que debemos empezar a exigir desde ya es la dimisión del Gobierno que a este ritmo nos aboca a un “rescate” completo, o a la suspensión de pagos, al servicio de los intereses del gran capital español y europeo, y que pretende ante todo nuestra derrota como clase y no la supuesta salida de la crisis. La izquierda y los sindicatos están jugando con espadas de madera cuando el capital ya maneja los cañones.

4) Como lo demuestra Toxo, secretario general de CCOO, si el gobierno es tan audaz como para llamar al referéndum, entonces ya no convocarán huelga general, es decir, pasividad y dejarnos en manos de la decisión del gobierno que dará largas (no se monta un referéndum en una semana) y podrá ganarlo. Y como cree que no lo va a convocar, CCOO se entretendrá en organizar una consulta popular no oficial para octubre y la huelga volverá a depender de lo que diga el gobierno ante el resultado, con lo cual la huelga como pronto sería para finales de octubre. Sabe que todo está a favor de la huelga, teniendo además en cuenta el llamamiento en Euskadi y Navarra para el 29 de septiembre, pero no quieren convocarla cuanto antes sea posible, ni poner al gobierno en el brete de pedir su dimisión ni convocar nuevas elecciones.

III.- ¡BCE, compra deuda, no del sino AL Estado, ya!

El Banco Central Europeo (BCE) no es un verdadero Banco Central, sino un engendro porque es el único banco central del mundo al que se le ha prohibido comprar deuda del Estado directamente, en las subastas del Tesoro en el mercado primario, y que no lo considera su verdadera tarea ni en el secundario. Su filosofía y estatutos son los de cuidar ante todo la inflación y no prestar directamente a los estados sino a lo sumo, cuando le interesa a Alemania y otros, comprar la deuda en el mercado de “segunda mano” o secundario (ya encarecida en el primario). Con ello consigue tres grandes objetivos:

a) Que los bancos puedan recibir prestado del BCE al 1% o 0,75% y, si quieren, prestar al Estado, si pueden hasta al 7%, consiguiendo así grandes beneficios a costa de los ciudadanos (sobre todo los trabajadores/as que no podemos librarnos de unos impuestos directos e indirectos, injustos por su regresividad social). Luego, estos bancos pueden, en el mercado secundario, vender los bonos de deuda al BCE a un precio mayor o ventajoso cuando esos bonos pueden ya no interesar al sector privado, como puede ser en este momento en el que tener en la cartera mucha deuda española puede acabar siendo tan tóxico como los activos de las hipotecas y ejecuciones inmobiliarias (oficinas, viviendas, villas, suelo).

b) Que huya el dinero de países como España e Italia, que por su déficit y deuda son de solvencia cada vez más dudosa gracias en buena parte al BCE, para irse a países como Alemania y otros de su cuerda (Finlandia, Países Bajos, Austria, Dinamarca…), donde a cambio de “seguridad” pagan intereses reales mínimos o bajo 0 ¡más barato que al inicio de la crisis! Sus bancos nadan en liquidez y esos estados pueden financiar barato los gastos sociales que también reducen (Alemania ya no es lo que era para los trabajadores/as, sino la de los mini-jobs y niños en la pobreza por falta de ayudas sociales).

c) Que al aumentar el déficit (cada vez más por los intereses crecientes por la prima de riesgo) y la deuda, en cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (¿crecimiento de la miseria será?), que estipula conseguir en el menor plazo posible el 3% de déficit y el 60% de deuda, en relación con el PIB, tenga el gran capital (representado por los organismos de la UE y los gobiernos) la excusa perfecta para presionar a la reducción del déficit mediante el recorte de los gastos salariales y sociales del Estado (funcionarios y empleados públicos, sanidad, educación, pensiones, subsidios, etc.), y de la subida los ingresos mediante los impuestos sobre todo a los trabajadores/as y autónomos (IVA, IRPF, IBI, “copagos”, etc.).

El rescate a la banca española, al hacer al Estado primer responsable del pago de los intereses (inicialmente bajo, 1,5%) y de la devolución del capital (aunque con una carencia de 10 años y un plazo de devolución de 15), va a aumentar, por el miedo a su insolvencia, el tipo de interés de la deuda, con lo que incrementará el déficit por el pago de la deuda de la banca y por la ordinaria del Estado, sirviendo esto una vez más de pretexto para mayores recortes sociales. En tanto, los bancos podrán saldar sus deudas con otros bancos alemanes, franceses, británicos, etc., que así no precisarán de otro rescate a costa de los trabajadores/as de su país, a pesar de ser estos acreedores tan responsables como los deudores del desastre de la burbuja inmobiliaria española y otros despilfarros, y de que siguen escondiendo mucha basura bajo la alfombra, pero sin someterla a inspecciones como a la española.

El vicepresidente de la Comisión Europea, el “socialista” Joaquín Almunia, dice que España debería pedir al fondo de rescate europeo, el FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que será relevado por el MEDE, Mecanismo Europeo de Estabilidad que podría comprar deuda en el primario), que compre deuda para rebajar la tensión. Pero el FEEF impondrá más “condicionalidad”, es decir, recortes, también porque Alemania aprovechará para presionar, y las agencias de calificación pondrían la nota de bono basura al español y rebajarían la del FEEF. Según Almunia se debe respetar la sacrosanta “independencia” del BCE ¡de los ciudadanos, pero no del gran capital, norteeuropeo sobre todo!

La exigencia al BCE para comprar deuda viene también de la parte de la burguesía más perjudicada por esa estudiada e interesada pasividad del “independiente” BCE. Pero es el conjunto de la burguesía el que ha establecido desde el Tratado de Maastricht estas reglas porque durante el período de expansión y de la burbuja inmobiliaria a la burguesía española le vino de cine gracias a los préstamos a bajo interés del BCE y otros bancos europeos, a quienes también les convenía, aunque a largo plazo supusiese éste desastre que pagamos sobre todo nosotros. Muchos bancos pueden estar interesados en librarse de la deuda española consiguiendo que se la compre el BCE en el secundario a un precio mayor y así tener liquidez y beneficio. Por eso, lo que nos interesa a nosotros que haga el BCE es comprar la deuda directamente al Estado, es decir, en el mercado primario y, sin afán especulador, abaratarla muchísimo. Por eso la queja de la burguesía no es la nuestra y no pretendemos hacer un frente común con quienes están lanzando las mayores agresiones desde hace décadas contra los trabajadores/as. Nuestra exigencia al BCE es inseparable de la de dimisión del Gobierno. Nosotros deberíamos plantear la exigencia al BCE, porque tiene recursos incomparablemente superiores al FEEF (248.000 millones de euros) y MEDE (pendiente de conformidad por el Tribunal Constitucional en Alemania y otros países), el mercado primario siempre tiene menos demanda que el secundario y por tanto el BCE produciría más impacto, tendrá menos costes sociales, y debemos desenmascarar a este agente de la agresión del gran capital, obligarle a reducirla, debilitar a un pilar de la UE del capital, y que no se vaya de rositas como siempre. La dureza del BCE ante España es también una intimidación de Alemania a Francia para que Hollande acepte más austeridad, porque de verse en problemas, el BCE tampoco le asistiría. Por mucho que España “haga sus deberes” (recortes, contrarreformas…), si no hay perspectivas de rentabilidad por el crecimiento económico, el capital no bajará la prima de riesgo porque además el BCE se lo permite, y el BCE no se ablandará, pues sirve a la banca y a Alemania y a su objetivo de presión sobre el déficit. Si el BCE no está haciendo nada es porque con una España totalmente intervenida, el gran capital europeo tendrá todo el control de las riendas para exprimirnos y derrotarnos a los trabajadores/as, reforzando el predominio alemán. Sólo se moverá si nosotros le obligamos poniéndolo por fin como objetivo en nuestras luchas, comprendiendo que el campo de batalla está ya en Europa.

¡BCE presta barato a los bancos para que se enriquezcan a costa de los intereses de la deuda del Estado!   ¡BCE, instigador de la subida de la prima de riesgo!   ¡BCE = Banco Central para los Especuladores!   ¡BCE, instigador de los recortes laborales y sociales!   ¡BCE = Bandidos Capitalistas Europeos!   ¡BCE, compra al Estado deuda ya!

IV.- ¡Pacto de Estabilidad y Crecimiento, derogación!

Este Pacto ya parte de una concepción viciada porque, comparados con el resto de Europa, el problema del déficit no es tanto de exceso de gastos como de insuficiencia de ingresos, sobre todo de los provenientes de impuestos al capital y la burguesía, y no pretende resolverse por ahí, sino por la reducción de los gastos salariales y sociales y el aumento de la carga fiscal a la población trabajadora. Su eslogan, con el símil bobo de la economía doméstica es “no gastar más de lo que se ingresa”, en lugar de “ingresar todo lo posible para los gastos necesarios”.

Este Pacto, tiene unos objetivos de déficit, unos plazos y ritmos, que incluso muchos economistas burgueses consideran, para el caso de España sobre todo, demasiado cortos y bruscos, muy difíciles de cumplir, si no imposibles, y en todo caso a costa de grandes sacrificios para la población (el juego de la horca: de los recortes a los hachazos y te tiro a la calle porque me toca) y de profundizar en la recesión, porque el capitalismo español, imposibilitado de volver a recurrir al tirón de un sector inmobiliario sobredimensionado totalmente, no tiene quien le sustituya a esa escala de producción y empleo, y menos en el marco de una recesión generalizada. Porque el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, a pesar de su nombre, no tiene instrumentos reales para promover el crecimiento, es sólo para dar mejor imagen y disfrazar lo que realmente hace: crecimiento de la pobreza y el paro.

Es además un mecanismo diabólico, una auténtica trampa. Se viene demostrando que por pretender cumplir así el objetivo del déficit se dificulta conseguirlo y se agrava la situación económica. Puedes recortar brutalmente los gastos, es decir, reducir el déficit, pero en cuanto al tanto por ciento del déficit, que se establece en relación con el PIB, el resultado puede ser que apenas haya una reducción, que no la haya, o incluso que aumente el tanto por ciento del déficit. ¿Por qué? Porque por rebajar los gastos, has acabado por empeorar la economía (menos consumo de los funcionarios, pensionistas, parados, menos inversión del Estado en bienes de equipo en sanidad, educación, infraestructuras, Investigación y Desarrollo, etc.) y por tanto reducido el PIB y empeorado la relación del déficit con el PIB vía porcentaje (3).

Como no se ha conseguido reducir el déficit, la burguesía, de mano del Pacto de Estabilidad, tendrá otra excusa para plantear una nueva reducción de los gastos salariales y sociales del Estado, y aumento de los impuestos antipopulares, para fracasar nuevamente o lograr un magro resultado. ¡Intentad llegar así hasta el déficit del 3% del PIB para 2014, y será a costa de los trabajadores y mayor recesión!

Al perjudicar todavía más el difícil crecimiento y con ello los ingresos fiscales del Estado, los inversores extranjeros desconfían de la economía española y de la solvencia final del Estado para pagar la deuda, lo que lleva a que retiren dinero del sector privado (de todos y de los bancos con riesgo por haber comprado mucha deuda pública) y a que exijan elevados intereses por comprar deuda.

El “gran éxito” de la última Cumbre europea con la iniciativa del presidente francés Hollande, se planteó 120.000 millones de euros (una rebaja en 10 mil millones de los iniciales) para el crecimiento, que en realidad, repartido, da para bien poco.

Pero lo que de verdad buscan no es tanto rebajar el % de déficit con respecto al PIB, como por el camino reducir los gastos salariales y sociales del Estado. Que eso suponga también el hundimiento de autónomos, pequeñas y medianas empresas, forman parte de la “purga” de la crisis para que sobreviva en mejores condiciones el gran capital, el más fuerte, en un mercado sobreendeudado y saturado, y con poco crédito disponible.

Para detener la agresión del capital, es fundamental lograr la derogación (declararlo nulo) del Pacto.

¡Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pacto diabólico del recorte y del paro que, por poner al déficit reparo, rebaja el PIB y al déficit no pone fin!   ¡El déficit es la deuda del capital!   ¡Déficit en derechos laborales y sociales por pagar las deudas de los capitales!   ¡No al déficit en derechos y gastos sociales, el copago a los capitales!

V.- ¡Ley 20/2012, el mayor recorte de la democracia, derogación!

Esta ley, la última gran agresión generalizada, cuyos ejes generales todos más o menos conocemos: subida del IVA, recortes a los funcionarios, a los subsidios de paro, a la dependencia, etc., es una aplicación de los objetivos del déficit establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, para acercarnos cuanto antes al maldito y sacrosanto 3% porque sí, acordado por la burguesía española y el resto de la europea.

Esta ley, unida a la Contrarreforma Laboral sobre todo, es la mayor muestra de que el gobierno del PP ha lanzado una auténtica guerra relámpago, y como dice Rajoy, está pisando el acelerador de las “reformas”, para derrotarnos a poder ser mientras siga en el gobierno, en una legislatura que se puede acortar por su creciente desgaste, es decir, antes del final de 2015.

Con todas estas leyes ¡y las que vendrán! su objetivo es imponer a favor del capital unos costes salariales y sociales mínimos, para facilitar los beneficios del gran capital ante todo, y en particular del exportador, y someternos para lanzar una agresión aun mayor cuando llegue con el pico o cénit del petróleo una nueva gran crisis en la década de los 30, pretendiendo amortiguar en parte el aumento de los costes energéticos partiendo de unos costes laborales y del “Estado de bienestar” bajo mínimos.

La ofensiva en toda regla ya la inició el PSOE congelando las pensiones, rebajando el sueldo de los funcionarios y con la nueva ley de jubilación y sistema de pensiones, que el PP pretende agravar todavía más adelantando la efectiva elevación de la edad de jubilación para todos y para la anticipada, endureciendo requisitos y recortando de hecho las pensiones. Esto nos espera para el otoño y más recortes a los subsidios de paro. El subgobernador del Banco de España, ante la escalada de la prima de riesgo, dice que para “inspirar confianza a los mercados” hacen falta más “ajustes”, y la inigualable Esperanza Aguirre, del PP, presidenta de la Comunidad de Madrid, avisa que “se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias”, mientras muchos alcaldes del PP se suben y mucho sus sueldos a la vez que recortan.

¡Ley de la jubilación, del PSOE, derogación!   ¡Contrarreforma laboral, derogación!   ¡Trabajadores parados, más desamparados!   ¡Ley 20/2012, al gran hachazo, nuestro rechazo, Derogación!

VI- ¡Reforma del artículo 135 de la Constitución, derogación!

En agosto-septiembre de 2011, gobernando el PSOE, de la mano del PP, a toda prisa, por la puerta de atrás y por la vía exprés, en la para otras cuestiones (como la Monarquía) inamovible Constitución Española, introdujo la reforma del artículo 135 por la cual se da prioridad absoluta al pago de la deuda sobre las demás necesidad del Estado, y se establece a partir de 2020 el déficit no superior al 0% del PIB, siguiendo las indicaciones del Tratado de Estabilidad de la Unión Europea firmado por España.

Es decir, nos deja atados de pies y manos frente a los acreedores, por injustas e impopulares que puedan ser las deudas, generadas en realidad por la burguesía (gigantesca evasión y fraude fiscal, impuestos que la favorecen a ella y perjudican a la población trabajadora y generan déficit, deudas con altos intereses por los especuladores y por el papel del BCE, deudas por el rescate a la banca, deudas por pedidos de armamentos, etc.).

Como si el Pacto de Estabilidad fuera poca condena (el objetivo del déficit del 3% del PIB y bajar la deuda al 60% del PIB), el Tratado de Estabilidad Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (llamado también, Pacto Fiscal) y su aplicación a España con la reforma del artículo 135 de la Constitución y la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, marcan el objetivo del déficit del 0% a partir de 2020. Eso significa cero patatero para el “Estado de bienestar”.

Con el Tratado de Estabilidad, el conjunto de la burguesía europea, encabezada por el gran capital, y en particular el alemán, pretenden derrotarnos ya para antes de 2020, de modo que se reduzcan enormemente los gastos salariales y sociales de los trabajadores/as para aumentar los beneficios del capital. Merkel y Sarkozy habían llegado incluso al acuerdo de conseguir el déficit del 0% para ¡2016! lo cual significa derrotar a los trabajadores/as alemanes y franceses a toda velocidad, y establecer esos objetivos para más países. El gobierno español se declaró a favor del mismo objetivo para ese año, aunque a este paso le resultará imposible y más si nos resistimos a acercarnos a esa meta tan destructiva para nosotros. Se centran en derrotarnos para 2020, pero no en poner todos los medios necesarios para cumplir antes de 2020 los objetivos contra el Cambio Climático requeridos por el plan del IPCC.

¡Reforma del artículo 135 de la Constitución, Derogación!   ¡Tratado de Estabilidad, Derogación!   ¡Derogación de todas las leyes españolas derivadas del Tratado de Estabilidad!   ¡Reforma laboral, déficit 0, ataques del capital contra el obrero!   ¡Déficit 0: derrotar a los trabajadores es lo primero!    ¡2020 déficit 0%: ricos+ricos, trabajadores ko, Cambio Climático 10”

VII.- ¡Gobierno de la agresión, dimisión!

El PP ha llegado al gobierno gracias a un programa electoral que no era más que para conseguir los votos necesarios porque llevaba, más o menos elaborado, un programa oculto, el que de verdad tenía intención de imponer, como bien sabíamos los que no nos dejamos engañar por la demagogia del que ya quería hacerse pasar por el “partido de los trabajadores” (jua, jua, jua), y sobre todo los burgueses, grandes empresarios, banqueros, etc., tanto españoles como europeos, americanos, etc., que les apoyaron de un modo u otro.

Por tanto, se ha dado una estafa electoral, con el objetivo de conseguir una mayoría parlamentaria, a fin de imponer sin obstáculos toda una estrategia de agresión y derrota contra los trabajadores/as, desde los salarios a los gastos sociales del Estado, de acuerdo con el gran capital europeo (a través de los pactos y tratados de la UE).

PP programa oculto al servicio de la burguesía ----à Estafa electoral legal ---à Mayoría parlamentaria absoluta contra la mayoría social   ---à A los trabajadores agresión, del capital la gestión   ---à Gobierno Dimisión.

Por eso, y porque su objetivo es infligirnos una derrota histórica, abaratarnos al máximo y desmantelar todo lo que pueda el “Estado de bienestar”, no tenemos porque aguantar al PP hasta el final de la legislatura y en tanto sufrir sus agresiones y perder, tal vez de forma irreversible, muchos derechos laborales y sociales. Quien se impone mediante el engaño, la estafa, y pretende machacar a la mayoría social, sólo merece ser desalojado del poder, exigiendo su dimisión. Su permanencia sólo sirve para arriesgarnos a nuestra derrota por muchos años.

El PP sabe perfectamente lo que muchos, como el FMI, y el último, el Consejo Económico y Social (CES) (16 julio), estiman: España ¡en el mejor de los casos! no recuperará la situación económica y el nivel de empleo de 2007 hasta 2025, y siempre que se creen 300.000 puestos de trabajo netos anuales desde 2014. Esto, más que ser optimista, es estar en lo alto del ciclo maniaco-depresivo en el que uno toca las nubes. Para hacer sostenible un capitalismo con semejante nivel de desempleo, pobreza y desamparo público durante tantos años, con un futuro mucho peor de lo que calculan el CES y el FMI, con una década de los 20 terrible y de los 30 pavorosa, y evitar una revuelta social anticapitalista, es imperioso derrotar, someter, doblegar, humillar (el “¡que se jodan” los parados, de Andrea Fabra, parlamentaria del PP), desmoralizar, a los trabajadores/as, para que nos resignemos al destino que nos preparan. Por eso, la necesidad para el PP de aprovechar al máximo su tiempo de gobierno, de pisar el acelerador, aunque eso suponga “quemarse”, inmolarse “por la Patria” del capital, como también lo hizo el gobierno del PSOE con Zapatero a partir del 12 de mayo de 2010 sabiendo que eso le supondría una derrota electoral.

Ahora que incluso parte de sus electores se sienten engañados y perjudicados, que sectores en otro tiempo muy conservadores como los funcionarios de la burocracia, e incluso de tribunales, prisiones, policías, están sufriendo con especial saña las agresiones del gobierno, que la inmensa mayoría de la población es agredida de un modo u otro, y cada vez más amenazada, es ya el momento para empezar a exigir la dimisión del gobierno y mantenerla en cada una de las luchas ¡Que se vayan!

No debemos perder tiempo en exigencia de referéndums que pueden ser una trampa. Debemos hacerle pagar al gobierno caras sus agresiones e impedir que pueda seguir infligiéndolas, que llegue hasta el final de su mandato y que consiga cumplir su objetivo de derrotarnos para antes de 2016.

El desgaste del gobierno podría dar lugar a que el PP haga algunos cambios de ministros para ver si así calma algo a la población, como si fuese cuestión de personas y no de una política general. Si ve que se le complica más, la jugada del PP podría ser sustituir vía parlamentaria a Rajoy por otro del PP, o por un “tecnócrata” de la burguesía a lo Monti como en Italia, o llegar a un acuerdo con el PSOE, incluso hasta formar un “gobierno de concentración”.

A nosotros, quien forme parte del gobierno o quienes le apoyen es secundario. Lo fundamental es que no pueda llevar adelante la estrategia de agresión y derrota de los trabajadores/as establecida por el gran capital español y europeo en el Pacto y en el Tratado de Estabilidad, en la reforma del artículo 135 de la Constitución, en la contrarreforma laboral, en la ley de pensiones, etc. Es a esa política y a cualquier gobierno que piense llevarla adelante, a la que debemos derrotar para que no nos derrote a nosotros. Por eso exigimos la destrucción de esas armas (tratados y pactos europeos, leyes españolas) y su rendición (dimisión del gobierno).

¡PP, Gobierno de la estafa electoral, al servicio del capital, Dimisión!   ¡PP, Gobierno del capital, gobierno de bancarrota, a los trabajadores, no nos derrotas!   ¡Despedidos readmisión, Gobierno dimisión!   ¡Gobierno del PP, a la cola del SEPE!   ¡Del PP o PSOE, de la burguesía, gobierno es!   ¡Gobierno de concentración, de la burguesía y su explotación!

VIII.- ¡FMI, da crédito a Grecia, no el golpe de gracia!

Si el FMI se niega a dar crédito a Grecia, el Estado será insolvente en septiembre, lo que le empujará a abandonar el euro y con seguridad a una mayor miseria a los trabajadores/as y el pueblo griego después de haberlo exprimido como a un limón con el “rescate” (hay “ayudas” que matan). Alemania está dispuesta a dar la puntilla negando también la continuidad de los créditos.

Los trabajadores/as griegos han luchado durante mucho tiempo con un coraje admirable contra un “rescate” que les quería hacer pagar pecados que no eran suyos sino de su burguesía (hasta la española envidiaría su capacidad para librarse de pagar impuestos) y los contratos de ésta con la alemana y francesa entre otras (como la enorme deuda a causa de la compra de armamento para un ejército, golpista no hace tantos años, en previsión de guerra con ¡otro socio de la OTAN, Turquía!).

Pero se han visto solos. No podemos dejarlos abandonados a su suerte ante esta nueva agresión del FMI, tanto por ellos como por nosotros, porque si seguimos con esta dinámica de cada uno agredido por el capital europeo en su conjunto, pero sufriéndolo en solitario, nos derrotarán país por país y así irán logrando su objetivo general para 2020. Después de Grecia, Irlanda, Portugal, iremos España e Italia, luego Francia, otros países y finalmente los alemanes.

¡Hagamos saber a los trabajadores/as griegos que estamos con ellos, mediante carteles y pancartas en inglés (o griego) en nuestras concentraciones y manifestaciones! Si no sabemos, los traductores de internet pueden ayudarnos con una frase sencilla. No necesitamos más que nuestra iniciativa.

¡Trabajadores griegos y españoles, contra los mismos explotadores!

IX.- Todo es una estafa porque lo que lo sustenta todo, también lo es: el régimen asalariado del trabajo

La democracia burguesa es una estafa, porque quienes gobiernan no nos representan. El PP puede abusar todo lo que quiera de su mayoría absoluta conseguida en base a una estafa electoral (programa oculto) y de los decretos-leyes; el PSOE puede impulsar sin referéndum siquiera una reforma de la Constitución que hipoteca nuestro presente y futuro (artículo 135); lo que elijamos no pinta nada frente al “voto” de “los mercados” o la bota de los militares golpistas; la “soberanía popular y nacional” no mantiene ni las apariencias ante esa realidad y unas instituciones europeas menos representativas de nuestros intereses si cabe, pero que trabajan muy bien a favor de los intereses del gran capital, incluso a largo plazo, para infligirnos una gran derrota histórica antes de 2020.

La crisis, originada en las burbujas inmobiliarias, la desregulación financiera, las hipotecas subprime, los productos derivados de la “ingeniería” financiera, la corrupción en las cajas de ahorros y en las instituciones autonómicas y partidos, la deuda a costa de rescatar a la banca y los que nos han conducido a esto, el timo de las acciones preferentes, la salida a bolsa de Bankia, la “amnistía fiscal” para los defraudadores, y un larguísimo y pestilente, etc., es lo que nos lleva a decir que la crisis es ante todo una estafa social y no una “catástrofe” natural en una economía socialmente neutra.

Si el capitalismo es tan bueno como dicen ¿cómo pueden ser sus resultados económicos, sociales, políticos, tan desastrosos? Por debajo de todos estos aspectos más o menos superficiales hay una realidad, que no quieren que descubramos, para que así nos quedemos en una visión muy limitada de la verdadera naturaleza de la estafa. El origen de todo, la base sobre la que se asienta la gigantesca estafa piramidal que es esta civilización, la madre de todas las estafas, es el régimen asalariado del trabajo porque supuestamente se paga con el salario todo el trabajo realizado, pero la burguesía en realidad se apropia de una parte que es de la que surge su beneficio, llamado por la clase trabajadora, plusvalía o valor extra, porque es el no pagado en el salario ni en los gastos sociales del Estado.

Pero esta estafa precisa de unas condiciones para producirse (no pagar todo el trabajo) y finalmente realizarse (vender el producto para poder realizar, en forma de dinero, el beneficio que contiene). Y es ahí donde el capitalismo se encuentra para producirla con los problemas del aumento de los costes en la energía, la maquinaria, los límites de la jornada de trabajo, la productividad, para generar plusvalía; y para realizarla, la limitación de los mercados solventes (todo el planeta ya es un mercado capitalista saturado) y de los compradores solventes (los salarios bajos permiten mucha plusvalía, pero cuando son la demanda, dificultan su realización por su poca capacidad de compra), por lo que se acaba recurriendo al endeudamiento masivo, la especulación, las burbujas, la financiarización y la “economía de casino”, porque no existen mercados tan amplios y con capacidad de compra suficiente para tanta mercancía, lo que conduce a la imposibilidad de pagar las deudas, a un reclamo de beneficios sin base real en la plusvalía de la economía productiva, y el estallido de burbujas con sus correspondientes tsunamis.

Esta estafa primordial no puede perpetuarse por mucho tiempo más. Ya ha entrado en su fase de decadencia, de senilidad, debido a las crecientes dificultades para su producción y realización, y sus enormes costes humanos, sociales y planetarios, como la futura crisis detonada por la energía, y el Cambio Climático.

El trabajo asalariado es la base sobre la que se levanta todo este edificio social que es el capitalismo y su civilización, desde las clases sociales, las empresas, los bancos, al Estado. Si las raíces están podridas, todo el árbol lo está; si su naturaleza es venenosa, lo son sus frutos. La crisis, la pobreza, el paro, la ofensiva de la burguesía para derrotarnos, la agresividad de sus Gobiernos, sólo es posible porque existe el capitalismo, es decir, el régimen asalariado del trabajo, y mientras no lo abolamos (no se puede simplemente derogando alguna ley), la burguesía seguirá amenazándonos. No es éste el lugar para más explicaciones, pero basta con leer a Marx y su teoría del trabajo asalariado y la plusvalía, disponible en internet, o los textos mencionados al final.

¡Para eliminar la estafa de la democracia, de la crisis, ataquemos la madre de todas las estafas: el régimen salariado del trabajo!   ¡Régimen asalariado del trabajo, los trabajadores lo echaremos abajo!

X.- ¡Trabajadores europeos, unidos o vencidos!

Las reivindicaciones que valen para España, como derogación del Pacto y del Tratado de Estabilidad (de la Unión Europea) y de las leyes españolas derivadas de esto, como el artículo 135 de la Constitución, la ley 20/2012, etc., el régimen asalariado del trabajo, también valen en lo fundamental para los trabajadores/as de otros países de la UE, especialmente de la eurozona, como los griegos, portugueses, irlandeses, italianos, franceses, belgas, alemanes, etc.

Luchando por estos objetivos comunes podemos unirnos, hacernos fuertes, crear un frente unido, no con nuestra burguesía doméstica, sino entre la clase trabajadora y los sectores populares agredidos, de toda Europa.

Cada burguesía nacional, como está clarísimo en el caso de la española, no pretende proteger a sus propios trabajadores/as, sino derrotar a toda la clase trabajadora europea para antes de 2020. Por eso ¡las fronteras estatales no nos protegen de las burguesías, sino que nos aíslan del resto de nuestra clase y nos hacen más vulnerables a la burguesía doméstica y europea! La derrota de los trabajadores/as de un país, significa el debilitamiento del conjunto de la clase trabajadora europea y que el capital europeo se haga más fuerte, avanzando en sus objetivos para 2020: trabajadores/as derrotados, abaratados al máximo, y desmoralizados por muchos años para hacernos víctimas de mayores agresiones cuando llegue la crisis de la década de los 30 a raíz de dispararse los costes energéticos, y los riesgos de guerra dentro de Europa o desde Europa.

No nos interesa eso, sino una Europa menos dividida por los nacionalismos, en la que los trabajadores/as tengamos cada vez más unidad y más peso social y político hasta poder llegar a los Estados Socialistas Unidos de Europa como tarde para la década de los 40 para impedir la respuesta burguesa a la crisis de los 30 y la catástrofe del Cambio Climático sin medidas suficientes para antes de 2020 ni para antes de 2050 por parte de la burguesía. Pero para esto debemos impedir la derrota en España para 2016 y en toda Europa para 2020, lo que exige derogar los pactos, tratados y leyes que nos llevan a eso.

¡Por encima de las fronteras, unidad de la clase obrera!   ¡Frente a la Unión de Explotadores, la unión de los trabajadores!   ¡Europa será obrera o mal futuro nos espera!   ¡Pena capital a la UE del capital!

XI.- Tomemos la iniciativa sin esperar a sindicatos y partidos

Los sindicatos y partidos de izquierda ya nos vienen demostrando de sobra sus limitaciones, atados a sus compromisos con el Estado, o con tal o cual fracción de la burguesía, estatal o nacional, o búsqueda de “consensos” con partidos más a la derecha que ellos.

Debemos empezar a prepararnos desde los centros de trabajo, estudio, oficinas de parados, etc. para mantener una lucha sostenida durante varios años. Allí donde estemos cada uno podemos impulsar la conversación, el debate, sobre cuestiones como las planteadas en este documento, sobre las derogaciones de los pactos, tratados y leyes con las que nos agreden y buscan derrotarnos para tenernos más sometidos y por muchos años, la necesidad de que este gobierno no consiga llegar al final de su legislatura e imponer su programa oculto en las elecciones, sobre los intereses comunes que tenemos todos los trabajadores/as de la eurozona, cómo el aislamiento estatal lleva al desastre y la derrota, la necesidad y posibilidad de unirnos por encima de las fronteras. Y todo esto llevarlo a las Asambleas, para debatir en ellas, decidir las reivindicaciones, las consignas, tanto las más concretas para hacer frente a las agresiones, como las más generales y comunes a todos como las expresadas en este documento, y las acciones a tomar, sin que líderes, comisiones, sindicatos o partidos, las mangoneen y tomen las decisiones a nuestras espaldas o sin un verdadero debate.

NOTAS: 1) Esteban González Pons, del PP, ha sido casi insolente el domingo “Si el BCE quiere, esto se acaba el lunes. Si no se acaba el lunes es porque el BCE no quiere o porque alguien no quiere que el BCE quiera. Puede que alguien, en contra del espíritu de la UE, quiera que España y los países del sur no pertenezcan al mismo club que los países del norte de Europa” (El País, 23 julio).

2) Su gran capacidad de demanda encarece el precio del bono pero como el interés es fijo, reduce su rentabilidad (también para el BCE), desanima así a otros posibles compradores y a los especuladores a corto que apuestan por la bajada del precio, y la presión al interés alto en las subastas del Tesoro (mercado primario) ante el riesgo de que ocurra todo eso si provoca la intervención del BCE; pero harán negocio los bancos que consigan vender alto al BCE, o a un precio aceptable cuando desean deshacerse de esos bonos porque no se fían suficiente del Estado o quieren liquidez para negocios mejores. Pero el efecto a la baja del tipo de interés es mucho menor que si el BCE comprase directamente al Tesoro en el primario.

3) Una aproximación sencilla. Supongamos, si antes el Estado tenía unos ingresos de 100 euros y unos gastos de 180, el déficit sería de 80 euros. Si el PIB era de 1000 euros, tenías un déficit del 8% del PIB (1000 x 8% = 80). Pongamos que puedes conseguir bajar el déficit a 60, pero por lograrlo en muy poco tiempo habrá sido a costa de reducir sobre todo los gastos y no de aumentar los ingresos o a costa de mayores impuestos a los trabajadores/as sobre todo (IVA, IRPF, IBI, “copago”), mermando su capacidad de consumo. No hay manera de que en esas condiciones se produzca crecimiento económico, al contrario, se profundizará la recesión, es decir, supongamos, a costa de bajar el PIB a 750. Tendremos otra vez el déficit del 8% en relación con el PIB (750 x 8% = 60), a pesar de haber reducido el déficit de 80 a 60 euros (un 25%). Si se pretendía bajar el déficit al 6%, se debería haber mantenido el PIB en 1000 (1000 x 6% = 60), lo que significa sostener la misma producción y demanda, en lugar de hundirlas, y por tanto no podría haber sido a costa de los gastos salariales y sociales y los impuestos a los trabajadores/as, sino a cuenta de mayores impuestos a los beneficios del gran capital y las grandes rentas ante todo.

Lector/a: para profundizar en los fundamentos y argumentación de esta orientación, e inspirarse en muchos eslóganes, los siguientes artículos y libros, todos seleccionados en Kaosenlared.

El futuro del mundo se juega en Europa esta década. Campaña “2020: déficit 0, trabajadores ko, Cambio Climático 10” (16/07/2012) seleccionado como “Destacado”.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/24902-el-futuro-del-mundo-se-juega-en-europa-esta-d%C3%A9cada-campa%C3%B1a-%E2%80%9C2020-d%C3%A9ficit-0-trabajadores-ko-cambio-clim%C3%A1tico-10%E2%80%9D.html.

“La UE del capital. Nueva era, nuevo rumbo. Trabajadores europeos, unidos o derrotados. Nueva estrategia” 22 páginas (14/06/2012) Seleccionado como “Destacado”. Descargando el archivo pdf, tendréis acceso a libros y artículos que vengo publicando en Kaosenlared

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/21552-la-ue-del-capital-nueva-era-nuevo-rumbo-trabajadores-europeos-unidos-o-derrotados-nueva-estrategia.html.

“2016 déficit 0. La burguesía acelera para derrotar al proletariado. Por una campaña europea contra el déficit 0” 14 páginas (28/05/2012).

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“[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” 94 páginas. (3/03/2012), seleccionado como “Destacado”.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-libro-trabajadores-en-bancarrota-y-riesgo-de-derrota-%C2%BFc%C3%B3mo-evitarlas-y-fortalecernos?-una-gu%C3%ADa.html.

“Capital, energía y plusvalía. Por un ecologismo proletario. Comentarios a Ramón Fernández Durán. Llamamiento”.80 páginas (3/09/2011). kaosenlared.net/noticia/capital-energia-plusvalia-ecologismo-proletario-comentarios-ramon-fern.

“Horizonte 2050: Socialismo o Mega-Crisis. Recuperar nuestra vida y salvar la Tierra. Una propuesta de Marco” 25 páginas (14/05/2011) kaosenlared.net/noticia/horizonte-2050-socialismo-mega-crisis-recuperar-nuestra-vida-salvar-ti.

 

La “marcha de la muerte” de la U.E. De la falsa solidaridad al “es lo que hay”. Argumentario. Momento crítico

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Estrategia ideológica de la burguesía. Inocularnos el veneno de sacrificarnos en nombre de una falsa solidaridad que sólo a ella beneficia. Sembrar cizaña. Someternos a las exigencias del capital como algo inevitable. Cambio de argumentario y derrota. Este otoño. Nuestra estrategia. Eslóganes

Me he atrevido, pasados ocho años, a echarle un vistazo al libro “Tiempos de horror. Amok, violencia, guerra” de Wolfgang Sofsky (Siglo XXI, 2004). Me ha bastado con leer dos páginas (101 y 102) y he vuelto a dejarlo, no estaba para tristezas. Pero han sido muy provechosas, porque como en un flash, he reconocido la metáfora del programa oculto del PP, y de la estrategia de la burguesía europea, con la vista puesta en 2020 y su década. Aquí me dedicaré a un aspecto no por elemental menos importante dado su valor propagandístico para la burguesía, pues afecta a mucha gente sobre todo con bajos conocimientos y conciencia de clase; un veneno que nos inoculan, con el cual nos confunden y paralizan, para devorarnos más fácilmente. Es importante sacar a la luz no sólo las contradicciones y mentiras del gobierno, el “donde dije digo, digo Diego”, sino su argumentario y cómo afecta a la psicología y conciencia de los sectores populares. El argumentario de la burguesía se desplaza, entiendo, desde aceptar el sacrificio por “solidaridad” porque eres un “privilegiado”, a la siembra de sospecha de fraude y abuso para dejar tirada a la gente, al sometimiento a una realidad inamovible que nos obliga a aceptar (y hacer ellos) lo que “no nos gusta”. Este argumentario, aunque puede coincidir en el tiempo, se da en diferentes dosis porque responde a diferentes estadios de conciencia y capacidad de resistencia en los receptores, incluida la derrota. La evolución del argumentario de la burguesía también es un indicio de la correlación de fuerzas, de sus dificultades y avances para derrotarnos, y por eso debemos prestarle mucha atención, pues nos aproximamos a un momento crítico, que empezará a revelarse en este otoño, más con el próximo “rescate” al Estado.

Frente a este argumentario, además de contrarrestarlo en concreto, debemos desvelar a los ojos de todos cuál es la estrategia de la burguesía, el programa oculto que comparten todos, sus planes a medio y largo plazo, para lo que resta de esta década y a partir de 2020, que pasa por derrotarnos antes de 2020 para imponer el régimen social implícito en el Tratado de Estabilidad de la U.E. ante todo. Que yo sepa, no se está haciendo y sin embargo es fundamental para no caer en la miopía del cortoplacismo, en los análisis en los que los árboles nos impiden ver el bosque. Que los trabajadores/as descubran las verdaderas intenciones del capital a medio y largo plazo, manifiestas en sus pactos, tratados y leyes, hará que rechacen con más facilidad las mentiras que hoy quieren colarnos sobre la “salida de la crisis” y el futuro que nos espera bajo su dominio en los próximos lustros. Tenemos aquí un recurso formidable para resistir, debilitar, agotar su estrategia para derrotarnos y lanzar la contraofensiva, y no debemos seguir desaprovechándolo. También mostraré cómo aprovechar mucho mejor la denuncia del fraude fiscal.

Los eslóganes del final del texto sirven de contraargumentario a su propaganda, y estrategia a largo plazo. Unas tareas que, no por ser alguna muy elemental, debe ser descuidada o aumentará la distancia entre los sectores más avanzados y los más retrasados e intimidados, lo que perjudicará nuestra resistencia ahora y la contraofensiva que deberá contar con importantes reservas dispuestas a luchar también. Pido a quienes conocéis mejor las entrañas de las (malas) artes de la comunicación, a estar vigilantes y a profundizar en esta línea de investigación y, sobre todo, de respuesta.

No perdamos ni por un momento de vista que la política y propaganda de los gobiernos del PP, CiU y también PSOE (aunque en menor medida), son parte de la estrategia del conjunto de la burguesía europea. La contrarreforma de las jubilaciones y contrarreforma laboral son aconsejadas por el Pacto por el Euro y aprobada por la Unión Europea (Olli Rehn, Comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, contestando “Eso sería fantástico, ok, ok” al parte del ministro de Guindos “Mañana aprobamos la reforma del mercado laboral, vas a ver que será extremadamente agresiva”); los recortes responden a los objetivos del déficit del 3% del Pacto de Estabilidad, del déficit del 0% y deuda máximo del 60% a partir de 2020 de la Ley de Estabilidad, a la prioridad absoluta al pago de la deuda introducida con la traicionera reforma del artículo 135 de la Constitución, hijas del Tratado de Estabilidad de la U.E., y al papel del Banco Central Europeo encareciendo nuestra deuda pública; las verdaderas tijeras, hachas y látigos con las que luego se concretan las mil y un agresiones. Cuestiones que trato con más profundidad en mis textos, todos en Kaosenlared. [Para ver bien el cartel de la imagen: clic sobre ella. Situarse encima, ratón derecho: “Abrir imagen en nueva pestaña” o “Ver imagen” o Copiar o Guardar]  

1.- La “marcha de la muerte” del capital. Agitar la “solidaridad” para destruir la verdadera solidaridad. Cuando no haga falta, solo “hacemos lo que hay que hacer”. La señal de la derrota. Un momento crítico. Este otoño

Analiza Sofsky la naturaleza de las “marchas de la muerte”, como, supongo, las de los prisioneros de los nazis y también de los japoneses, que resumo y añado de mi parte: Como la velocidad de la marcha, agota las fuerzas ya escasas, al principio, los prisioneros, para resistirse y por solidaridad con los más débiles, pueden colectivamente intentar reducirla. Pero la presión de los guardias armados (con sus perros mata-hombres, látigos, armas de fuego), sobre los últimos de la columna y los rezagados, víctimas de sus ataques y asesinatos, acelera la marcha. Para evitar quedar atrás, todos intentan adelantar puestos, con lo cual, imprimen más velocidad a la columna, lo que expone a los más débiles a quedar a la cola, a rezagarse, a caer, y a la muerte. Quienes van en cabeza también acabarán flaqueando. Los lazos de camaradería más fuertes se van rompiendo. Cualquier intento de ayudar a un compañero, de sostenerle, detenerse para asistirle, rezagarse por él, significa también la muerte del solidario. Los guardianes cometen asesinatos aleatorios, sólo para transmitir que nadie debe sentirse seguro, que están totalmente a su merced. Cada uno debe pensar sólo en sí mismo, lo que facilita la tarea de los guardianes y la finalidad de la marcha. Según se reducen las esperanzas de vida a pesar del sobreesfuerzo, se impone la desmoralización, la apatía, la indiferencia por la suerte de cualquier otro. Los guardianes se regodean en el sufrimiento y en su poder absoluto. Finalmente, gran parte de la columna ha sido eliminada y los supervivientes están totalmente derrotados, sometidos, reducidos al instinto de supervivencia de un animal indefenso, entregando sus últimas fuerzas al trabajo esclavo.

A diferencia del trato dado a una columna de presos que están ya derrotados, como todavía no lo han conseguido con nosotros, la burguesía no puede atacar directamente las relaciones de solidaridad. Se sirve de un falso discurso solidario para socavar la solidaridad verdadera. En vez de exigir la solidaridad de la burguesía con el resto de la población, lo que siendo consecuentes y llevándolo hasta el final, sólo podría suponer la supresión de esa relación de explotación, eliminar a la burguesía en cuanto que clase (no a las personas), reclama la “solidaridad” para aceptar injustos sacrificios y garantizar los beneficios. El que ya ha sido robado, en vez de reclamar que se lo devuelvan, debe permitir que se le robe más, supuestamente para ayudar a otro asaltado, pero en realidad, para facilitar la transferencia de más bienes a los ladrones.

Por “solidaridad”, los trabajadores/as que todavía tengamos trabajo, debiéramos aceptar sacrificios, para poder ayudar a los más expuestos, pues seríamos unos privilegiados (la burguesía no, porque según ellos, tampoco lo es, se lo ha ganado todo justamente y debemos sentirnos agradecidos porque su misión en la vida es crear empleo, aunque sea destruyéndolo). Cuando a los funcionarios se les elimina una paga extra, se les culpabiliza, porque otros están en paro, necesitan ayuda, y ellos tienen trabajo “seguro”. A los parados que cobran prestación por desempleo, de algún modo se les recorta, para que los nuevos parados también puedan tenerlo, pero en realidad para pagar a la banca la deuda a un alto interés o para rescatarla. Los que viven en casa de sus padres, acabarían por tener menos derecho a subsidio, porque para eso cuenta con el “colchón familiar” y hay que dar preferencia a quienes tienen una familia que mantener, aunque tampoco se les garantice a estos un derecho mínimo e indefinido. Aceptar el retraso de la edad de jubilación y una reducción de las pensiones, para que los que nos siguen también la disfruten, dicen, sabiendo que para ellos puede que ya la hayan suprimido o por muchos años trabajados no tengan derecho. Como “los de aquí” somos los primeros, habría que cicatear la asistencia sanitaria a los inmigrantes “sin papeles”, pero los nacionales de cualquier forma también sufrimos duros recortes y el gobierno programa el desmantelamiento de la sanidad pública para que la privada haga más negocio y nosotros sólo podamos acceder si podemos pagar más, lo que de hecho es un abaratamiento de nuestra fuerza de trabajo. Como no sirven para trabajar, reducir los recursos a la dependencia, a la vez que por “respeto a la vida”, “solidaridad con los disminuidos”, se plantea limitar el derecho al aborto por malformaciones del feto, aumentando las personas dependientes, y recortando el derecho de las mujeres a controlar nuestro cuerpo y reproducción. Como los jubilados gastan mucho en medicinas y tampoco volverán a trabajar, para no ser unos “aprovechados derrochadores”, deberían costearlas directamente en parte, aunque vengan cotizando toda la vida y apenas hayan necesitado de la asistencia sanitaria hasta ahora, porque buen ciudadano sería para ello aquél trabajador/a que paga impuestos por unos servicios que no utilizará, para que se puedan hacer transferencias de recursos a otros fines más convenientes a la burguesía que en tanto practica el fraude fiscal. La brutal subida del IVA se justificaría para podernos garantizar la sanidad, educación, etc., que con la misma subida recortan y que a pesar de todo seguirán recortando, a la vez que evitan la presión fiscal al gran capital. Los trabajadores/as griegos, irlandeses, portugueses, españoles, italianos…, a pesar de enfrentarnos básicamente a los mismos problemas y agresores (pactos, tratados, la troika de la UE), luchemos aislados como buenos nacionales, comprometidos con “nuestra” economía “nacional” (o sea, la burguesía doméstica y europea, como la banca alemana acreedora), sin contaminarnos con extranjeros, para ser más fácilmente vencidos. Los trabajadores/as griegos no tendrían, según la burguesía, nada en común con los alemanes del recortado “Estado de bienestar” y de los mini-jobs (400 euros), porque son alemanes como la “nazi” Merkel que les gobierna por su elección. Enfrentémonos también a través de la “competitividad” de las empresas, a costa de aceptar y presionar al abaratamiento mutuo. Los trabajadores/as griegos, después de haber sido exprimidos por su propia burguesía y la del resto de la Unión Europea (alemanes y franceses sobre todo), pueden ser arrojados fuera de la zona euro para que terminen de hundirse en la miseria, y así “no poner más en riesgo a todos perjudicando el euro”. Y así, una lista que sería interminable.

A la vez que quieren manipular contra nosotros la solidaridad a fin de preservar sus beneficios, siembran cizaña para dividirnos más. Previamente a los ataques contra los funcionarios, hacen una campaña para presentarlos como poco laboriosos y privilegiados, aunque el funcionario corriente es un mileurista. Siembran maliciosamente y agigantan la sospecha del pequeño fraude entre los parados y el abuso de medicamentos entre los jubilados, o dejan caer la especie de que las tarjetas sanitarias que no se anulan tras el fallecimiento del titular sean objeto de fraude (los hijos o cónyuge viudo recibirían los medicamentos que el médico receta al titular y luego los venderían, idiotez de la que por supuesto no aportan ninguna cifra, siquiera sobre la utilización de las tarjetas posteriormente al fallecimiento, y como si aquí cupiese un gran fraude a la Seguridad Social que justifica recortes). En tanto, no persiguen como debieran el verdadero y gigantesco fraude fiscal que de las grandes empresas solo, ascendería, tirando por lo bajo, en torno a unos 50.000 millones de euros al año, y para colmo, otorgan amnistías fiscales a los defraudadores. Es todo un modo de desviar la atención sobre el fraude que de verdad hace daño a las arcas del Estado (el de la burguesía), y de sembrar cizaña para romper nuestra solidaridad, enfrentarnos entre nosotros, facilitar las medidas de recortes a funcionarios, parados y jubilados, en nombre de las necesidades de la “economía nacional” que no es otra que la del capital, la explotación del trabajo asalariado y dejarnos cada vez más desamparados.

Otra línea argumental del gobierno del PP (siguiendo los criterios del Plan de Estabilidad y del Tratado de Estabilidad de la U.E., y para avanzar hacia los objetivos de la Ley de Estabilidad española a partir de 2020), es la de que debemos reducir el déficit hasta eliminarlo y rebajar la deuda pública, y que por tanto no podemos gastar más de lo que tenemos. Esta es la excusa para los recortes en los gastos sociales. Pero terminan aumentando los ingresos fiscales, no para mejorar los servicios sociales, sino para reducir el déficit y pagar la deuda, solo que subiendo los impuestos a la clase trabajadora y sectores populares, pero no acabando con el fraude fiscal de la burguesía que, al menos por su volumen, podría evitar todo eso, como veremos un poco más adelante.

La solidaridad, la “lucha contra el fraude” y “contra los privilegios”, que lleva adelante la burguesía y sus gobiernos es ante todo: unirse como una piña contra nosotros, llamar solidaridad a sacrificarnos por sus intereses, sembrar la cizaña y la insolidaridad entre los trabajadores activos, parados, jubilados, dependientes e inmigrantes “sin papeles”, atacar los derechos adquiridos de los trabajadores/as como si fuesen privilegios inmerecidos y sujetos a la conveniente revisión de la burguesía (“los mercados”), abaratarnos como trabajadores/as asalariado y perceptores de los servicios sociales, y no perseguir debidamente y amnistiar el fraude fiscal de la burguesía y proteger sus privilegios de clase, los beneficios del capital.

A nivel más general, nos dicen que para salir de la crisis debemos “arrimar el hombro”, “remar juntos en la misma dirección” es decir, al ritmo y con la ruta que nos marca la burguesía; llamadas a “asumir sacrificios para salir todos adelante”, a “no crear más dificultades a la economía haciendo huelgas”, incluso, “no afectar a la prima de riesgo, infundiendo desconfianza en los mercados, al perjudicar la imagen de España” por hacer huelgas, manifestaciones, etc. Es decir, que la responsabilidad por el agravamiento de la crisis la echan sobre nuestras espaldas, por resistirnos a sus agresiones, por no poner buena cara.

Según la exigencia de sacrificios en nombre de la “solidaridad” etc., va colando menos porque no se resuelven los problemas y se agravan los de la clase trabajadora, mientras se preservan los beneficios del gran capital y los burgueses siguen cobrando elevadísimos emolumentos, y ni siquiera se acaba con el enorme fraude fiscal de las grandes empresas, entonces recurren al mensaje definitivo de la exigencia de una fuerza superior, por encima de todos, inapelable, como una potencia de la naturaleza o el Olimpo de los dioses, a la que sólo cabe someterse y aplacar su ira en evitación de males mayores. Lo transmiten cuando nos dicen que los sacrificios son imprescindibles no por solidaridad entre todos, salir adelante, etc., sino para “inspirar confianza y calmar a los mercados”, es decir, para que los capitalistas vean atractivo invertir por la tasa de ganancia, las instituciones financieras (a veces las mismas salvadas a nuestra costa) se animen a conceder sus préstamos por ser el Estado solvente, etc. Bajo el eufemismo de “los mercados” encontramos la exigencia del beneficio económico para el capital por encima de todo, pues es el motor de este sistema social. No es a “los mercados” a los que debemos tranquilizar, sino al dios Capital con la seguridad de que seguiremos ofreciéndonos en sacrificio. En último extremo, el capital internacional deberá “rescatar” al país para que el hundimiento de sus bancos y de la deuda de su Estado no arrastre a la quiebra a los bancos acreedores alemanes, etc. que previamente han propiciado el desastre cuando la burbuja inmobiliaria y las ventas de sus productos (automóviles, etc.) en base al endeudamiento les reportaban enormes beneficios. Resultado, los “rescatados” rescatamos al “rescatador”.

Hasta que llegamos al argumento “hacemos lo que hay que hacer aunque no nos guste y vosotros debéis aceptarlo porque no hay otro remedio”, a falta del final “se hace porque lo que manda la autoridad y punto”. Pero ¡atentos! Cuanto menos recurran al discurso de la “solidaridad”, más al de culpabilizar, más a la cizaña, y más todavía al de la inevitabilidad, la fuerza mayor, las fuerzas superiores, la fuerza de la autoridad, la autoridad de la fuerza, significará efectivamente que ya no nos creemos sus mentiras, pero también podría llegar a significar dos cosas muy diferentes: a) que a falta de mejores argumentos deben recurrir cada vez más al “porque las cosas deben ser así”, o b) que ¡tampoco necesiten ya del discurso de la solidaridad, porque nos estén derrotando!

Ahora nos encontramos en un momento crítico: las mentiras se van agotando y deben recurrir a culpabilizarnos y al sometimiento a la “fatalidad”, pero seguimos siendo demasiado débiles, nuestra respuesta está muy lejos de ser la que se merecen las agresiones que sufrimos, por lo que podrían someternos con la sensación de impotencia frente a condiciones y fuerzas que nos desbordan, más con el próximo rescate al Estado y el “aval” de la Europa “democrática”. Estamos en un punto clave en el que empezará a decidirse el curso del proceso. Necesitamos que su argumentario se deba a la causa a) desgastado el truco de la solidaridad no les queda más que el de la fatalidad; y no al b) nos están derrotando y ya no necesitan del truco desgastado. Pues podemos no tragarnos sus mentiras, pero ser impotentes para impedir que nos aplasten. Tengamos en cuenta que la burguesía ante todo quiere vencer, si lo hace convenciendo, tanto mejor para ella, pero no es imprescindible; de ahí, por ejemplo, los golpes de estado militares y las matanzas que los siguen. Porque algunas de sus mentiras se desgasten (como las referentes a la solidaridad), no quiere decir que no puedan derrotarnos.

No debemos llegar a la situación en que para tenernos sometidos bastaría recurrir a una autoridad (sea la económica, los mercados, el gobierno), no a nuestra sensibilidad humana, al compañerismo, la solidaridad. En el peor de los casos supondría la imposición del terror militar; en el menos malo, la sumisión por resignación. Si no se necesita recurrir a la solidaridad, y se consigue dominar, es porque la solidaridad ya no tiene capacidad de rebelión y por tanto no hay que engatusarla, desviarla direccionándola hacia donde a ellos les interesa. El mensaje de la solidaridad puede haberse desgastado y ser inútil, pero tampoco quedaría ya una solidaridad auténtica que suponga un peligro potencial, porque imperaría la resignación y el individualismo.

Hasta ahora nos vienen diciendo “¿Te parece injusto?, fíjate mejor, porque lo verdaderamente injusto es…”. Será “¿te parece injusto? Pues, te jodes”. Mejor para ellos “Ya ni te sublevas porque sea injusto, sólo esperas salir lo mejor posible, sin contar con el apoyo de los demás, de una situación inevitable, debido a una fuerza superior,”. Ellos adoran al capital, nosotros también deberíamos someternos a su dios de todo corazón; seríamos los muslim (musulmanes, los que se someten) del capital. Más cerca del estado mental de los presos de la columna de la marcha de la muerte. A los presos de la columna de la muerte ya no hacía falta contarles milongas para conseguir que avanzaran. No hacía falta manipular su solidaridad, simplemente se la castigaba. A los prisioneros que en los campos de trabajos forzados y exterminio nazis se rendían y hundían, incapaces ya de reaccionar emocionalmente, les llamaban “musulmanes”.

Por eso, el abandono del discurso de la solidaridad y el recurso cada vez mayor al de lo inevitable, el sometimiento a los mercados, etc., es una señal, no sólo de que se agotan las mentiras, sino de que percibiendo también nuestra debilidad, buscan otra forma de aproximarnos a la derrota. Una derrota en la que acabarían rompiendo también nuestra potencial solidaridad para la rebeldía.

Cuanto más inevitable consideremos la situación, cuanto menos creamos que podemos hacer algo para cambiarla, que pueda existir una alternativa a esta sociedad, más fácilmente nos embarcarán en la “marcha de la muerte”.

Y a todos nos presionan para acelerar cada vez más la marcha y aceptar sacrificios, dejar abandonados en la cuneta a más y más personas, de éste u otro sector social, de todas las edades, de este país o de otro, porque lo exige la “competitividad”, y el pago de la deuda. Devaluar, ya que no se puede la moneda (no la tenemos propia), los salarios y gastos sociales del Estado, y para ello aceptar menores salarios, no actualizarlos a la subida del coste de la vida, sino condicionarlos al aumento de la productividad (dar cada vez más trabajo no pagado por actualizar el salario al coste de la vida), la pérdida de poder negociador en las empresas, eliminar a parte de la plantilla, provocar lo mismo en las empresas de la competencia si quieren sobrevivir y que lo consigan porque nos desplazan del mercado; transferir el resultado de nuestro trabajo, en forma de impuestos, al rescate de la banca española para que a su vez pague los intereses y devuelva capital a la banca alemana, francesa, etc., a costa de desmantelar el “Estado de bienestar”, de modo que esa banca alemana socializa sus potenciales pérdidas en España y garantiza sus beneficios. Y en todo esto, aumentar las suspicacias entre los trabajadores/as de unos y otros países, para que cada uno nos pongamos del lado de nuestra burguesía: todos contra los chinos, los alemanes contra los “vagos y manirrotos” del sur, los griegos contra los alemanes que son unos “nazis”, todos contra los inmigrantes negros, turcos, rumanos…, y la burguesía unida venciéndonos, aumentando sus beneficios a costa de nuestros salarios y sacrificios, y ¡partiéndose de risa!

El resultado será la depauperación cada vez mayor, la exclusión social, el aumento del sufrimiento (ansiedad, depresiones, etc.) incluso de los suicidios. La destrucción de la solidaridad, el imperio de la insensibilidad social (el “¡que se jodan!” de Andrea Fabra, del PP), la mezquindad, la imposición de la lucha de todos contra todos y el sálvese quien pueda. La destrucción de la comunidad de los trabajadores/as, de la más básica comunidad social, para que impere sobre todos la depredación de la Mega-Máquina de acumular trabajo no pagado (plusvalía --- beneficio ---- capital) que es el régimen asalariado del trabajo o capitalismo. A cambio, la engañifa de la falsa comunidad del patriotismo de la burguesía, más entregado que nunca a los intereses generales del capital de la zona euro. Y para tapar la farsa, banderas gigantes, y los triunfos de las selecciones deportivas.

El debilitamiento de su mentira “solidaria” debe suponer el reforzamiento de nuestra verdadera solidaridad. No debemos comprometernos con la economía nacional y los mercados, porque eso lleva a nuestra división en el país y en Europa, sometimiento, abaratamiento, empobrecimiento, derrota. Debemos solidarizarnos entre nosotros contra la burguesía, y traspasar las fronteras nacionales para unirnos con los trabajadores/as europeos tanto intervenidos como no, porque sufrimos las mismas agresiones básicas que parten del mismo Pacto por el Euro, del mismo Pacto de Estabilidad, del mismo Tratado de Estabilidad. En lugar de someternos a las exigencias de “los mercados”, a lo que dice la acumulación de beneficios que “hay que hacer aunque nos disguste”, cuestionaremos el beneficio, y el origen de todas estas calamidades, el régimen asalariado del trabajo, raíz del capitalismo. Este es el camino para vencerles a todos, no el 25-S con su trampa de las Cortes Constituyentes burguesas, ni el referéndum de CCOO y UGT, ni una HG descafeinada.

He dicho que vivimos un momento crítico, nos encontramos en una fase clave que puede decidir hacia dónde empieza a inclinarse la balanza, aunque eso no significa que lo haga de modo irreversible, si en un sentido ni en otro. Y ese momento es ahora, este otoño, tras tantas agresiones y un nuevo rescate, que exigen una respuesta contundente, pero en la dirección correcta.

 2.- El caso del fraude fiscal, sorprendentemente desaprovechado. Cómo usarlo para contrarrestar su argumentario, pero sin desviarnos de la tarea principal

La cifra de 50.000 millones de euros es una estimación moderada tirando hacia abajo entre las más elevadas y las más bajas (la inferior serían 42.711 millones, una probable 64.000 millones, otras estimaciones que extrapolando el porcentaje correspondiente a las grandes empresas dispararían la cifra por encima de los cien mil), pues aunque existen estudios de inspectores de Hacienda, de sus sindicatos, y de economistas, no hay una cifra oficial, porque no se ponen los medios para ello. Para hacernos una idea de lo que suponen esos moderados 50.000 millones de euros al año de fraude fiscal de las grandes empresas hagamos unas comparaciones bien sencillas. El PIB de España en 2011 fue de 1.073.383 millones de euros. Se estima que este año puede bajar entre un 1,5% y un 2%, dejémoslo en lo primero, es decir, a 917.742 millones de euros. Se busca que el déficit público sea del 6,3% del PIB, es decir 57.817 millones, en torno ¡al fraude fiscal!  El “ajuste presupuestario” para 2013 y 2014 suma 60.000 millones de euros, que se traducirá en enormes recortes en sanidad, educación, dependencia, subsidios, etc. Es también 60.000 millones más o menos la cantidad prevista que se pedirá para el rescate a la banca que aumentará el déficit y la deuda del Estado, recayendo en gran parte sobre nuestros impuestos. Con 50.000 millones se podría pagar a 5 millones de parados 10.000 euros al año, dividido entre doce pagas, a 833 euros cada una. El déficit de las comunidades autónomas, que son precisamente las encargadas de los gastos de sanidad y educación, es de 85.000 millones de euros. Claro que con el fraude de un año no se podría costear todo esto, pero recordemos que llevamos “toda la vida” con un enorme fraude fiscal protagonizado por la burguesía y sobre todo por el gran capital (en torno al 70% del total). Por eso se puede decir con absoluta seguridad, que el déficit del Estado, y por tanto la deuda que el Estado debe emitir para compensar ese déficit, pagando un alto interés por ella, está provocada, no por los gastos sociales, sino directamente por el fraude del gran capital sobre todo, y vuelve a recaer sobre nuestras espaldas mientras a la burguesía se le ofrece la amnistía fiscal para que aflore algo de ese dinero, en tanto a los parados, etc., se le recorta por todos lados y afilan los requisitos y medidas de control, sanciones, suspensión del subsidio, etc. El gran capital sobre todo, elude pagar incluso los impuestos que le corresponden, obligando así al Estado a pedir prestado a la banca y otros inversores que hacen su negocio a costa de los intereses que con nuestros impuestos sobre todo se le pagan. Los grandes que cometen fraude y las grandes empresas con importantes paquetes de acciones en la banca, vía dividendos, sacan también este beneficio indirecto de su fraude fiscal. El gran capital es un gran defraudador fiscal a pesar de disfrutar de un régimen impositivo mucho más benévolo para sus intereses que el de otros países del primer mundo; un sistema fiscal que carga casi todo su peso sobre la clase trabajadora y sectores no explotadores de la población. De equipararnos a otros países, lo que debería ingresarse sería mucho mayor, y si no existiese el fraude fiscal a esta escala, no cabría hablar ni de déficit, sino de superávit o de muchos más gastos sociales perfectamente financiados, pero esto, claro está, contraviene la estrategia que frente a la crisis sigue la burguesía: reducir los gastos directos (salario, cotizaciones), indirectos y diferidos (sanidad, educación, subsidios, pensiones…) que le supone el mantenimiento de la clase trabajadora, y preservarse por los medios que sea, incluido el fraude fiscal, la mayor parte del beneficio (trabajo no pagado).

Pero es mucho más cómodo, y agradecido por la burguesía, aumentar la recaudación subiendo el impuesto sobre la renta (IRPF) a los trabajadores/as que estamos perfectamente controlados por la nómina (no como las declaraciones de la renta de burgueses que parecen unos pobres de solemnidad), y a todo lo que consumimos (el IVA, el método más injusto por recaer principalmente sobre la población trabajadora), pero no a los productos de lujo (automóviles de alta gama, etc.) que no han disminuido sus ventas. O recortar el sueldo y quitar una paga extra a los funcionarios y empleados públicos. Es tan escandaloso el tema que por eso mismo procuran que se hable lo menos posible en los medios de comunicación (controlados por el gobierno o directamente por el capital, financiados por su publicidad…) y se compare menos aun. Y para colmo, a fin de desviar nuevamente la atención sobre los principales causantes (el 70%) del monumental fraude fiscal, insisten en ¡el fraude del fontanero con la trampita de “señora ¿con IVA o sin IVA?”!, cuando han subido al 21% ¡por supuesto sin IVA, que debemos llegar a fin de mes!

Si hay tan pocos inspectores de Hacienda dedicados a la persecución del fraude fiscal a gran escala y si no es para perseguir como se debe el fraude fiscal ¿por qué tenemos en comparación con otros países del primer mundo un gasto tan elevado en policías, y más número de policías por habitantes? ¿Para proteger a la burguesía, o sea, a los defraudadores reales o potenciales, y sus privilegios de clase? ¡Qué mal pensada!

Con esta denuncia del fraude fiscal no pretendo crear la ilusión de que la solución vendrá de superarlo y que debamos centrarnos en esa batalla. El fraude fiscal es la vía por la que la burguesía consigue retener para sí una parte de los beneficios extraídos gracias al trabajo no pagado (plusvalía) a los que, como con el salario, no están dispuestos a renunciar en esta situación de crisis. Lo que está en el fondo por tanto es la cuestión de la plusvalía, no de la “responsabilidad ciudadana o empresarial”. Forma parte de su estrategia: el mantenimiento del aparato burocrático y represivo del Estado burgués sobre las espaldas de los trabajadores/as a la vez que se desmantelando del “Estado de bienestar” de modo se contribuimos más y directamente al mantenimiento de los “gastos políticos” del capital, reducimos nuestro coste social, y el trabajo no pagado (plusvalía ---- beneficio) se lo quedan en lugar de contribuir a su Estado y a transferencias a los trabajadores/as mediante los gastos sociales. El fraude fiscal es para ellos algo que deben mantener porque de lo contrario perderían parte de las ventajas obtenidas gracias a la reforma laboral, los recortes con la excusa de la reducción del déficit.

Para hacer fracasar la estrategia de la burguesía española-europea para derrotarnos para antes de 2020, y establecer un modelo de Unión Europea exactamente a su medida, debemos evitar el aislamiento nacional al que nos llevaría obcecarnos en la reforma fiscal. Teniendo en cuenta su ofensiva de guerra relámpago, debemos centrar nuestra defensa y contraataque por otro lado mucho más efectivo para acabar con sus armas de abaratamiento y empobrecimiento masivo (Tratado de Estabilidad, y su versión española, la Ley de Estabilidad…), darles bajo la línea de flotación, y reunir las fuerzas necesarias que sólo pueden provenir de la unidad de los trabajadores/as europeos, la cual se puede lograr con una gran campaña desde cada una de nuestras luchas contra nuestro agresor común, el Tratado de Estabilidad, eje central de la estrategia de la burguesía para antes y después de 2020. El valor de sacar a la luz el fraude fiscal es ante todo para contrarrestar el argumentario venenoso de la burguesía, evitar que aturdan a los sectores más confusos de la población trabajadora.

3.- La crisis de las estafas, la estafa de la crisis, y la madre de todas las estafas y crisis

La burguesía es capaz de reconocer que, por ejemplo, en el caso de las participaciones preferentes de la banca, o de la salida a bolsa de Bankia, se ha estafado a los ahorradores abusando de su ignorancia. La pequeña burguesía insiste en que la misma crisis, con todos sus chanchullos y transferencias de recursos hacia la banca, su origen en la burbuja inmobiliaria, que hagan pagar “justos por pecadores”, es una gran estafa. Pero ninguno de estos, porque debe defender sus intereses o porque espera convertirse en “emprendedor” y tener sus propios asalariados o falsos autónomos, quiere destapar que la misma base de esta sociedad es una estafa: el beneficio, cuyo origen es siempre la parte invisible del trabajo que no se paga bajo el régimen asalariado, por muy avanzadas, “democráticas” y “justas” que sean las relaciones laborales; y que ese proceso de explotación, de extracción de plusvalía (trabajo no pagado) y realización de la misma (venta del producto o servicio), para su posterior acumulación (inversión) o disfrute del burgués (consumo personal),  es intrínseco, consubstancial, inseparable del capitalismo, motor de sus contradicciones, de sus crisis y de su decadencia histórica inevitable, que es en la que nos hallamos en la actualidad.  Ésta y no otra es la raíz oculta de los fenómenos superficiales de la crisis, de la corrupción y privilegios, que sí somos capaces de reconocer con más o menos facilidad, pero que si nos quedamos ahí, no podremos superar nunca del todo porque no arrancamos la raíz.

Este contraargumentario debemos ser capaces de desarrollarlo, en forma de teoría, de ejemplos y también de eslóganes que hagan surgir interrogantes e inviten a la investigación.

4- Derrotarnos antes de 2020 para imponer también el Tratado de Estabilidad, en su versión española, Ley de Estabilidad y así abaratarnos y empobrecernos como mínimo hasta la crisis de la década de los 30 impulsada por la carestía de la energía

El peligro que acecha a los trabajadores/as es mucho mayor del que por lo general creemos. Existe una estrategia de la burguesía española y europea, vía Pacto por el Euro, Pacto y Tratado de Estabilidad, contrarreforma laboral, art. 135 de la Constitución, y Ley de Estabilidad, que exige abaratarnos al máximo reduciendo los costes directos (salarios, cotizaciones de la empresa a la Seguridad Social) indirectos y diferidos (sanidad, educación, dependencia, subsidios desempleo, pensiones de jubilación…) de la clase trabajadora; y para lograrlo, derrotarnos para antes de 2020 (a poder ser antes de 2016, fin gobierno PP). No es una política española para unos pocos años “hasta salir de la crisis”, sino para toda Europa y cuando menos hasta la crisis de la década de los 30. Toda una era de pobreza, miseria y opresión. Pues si la “competitividad” sacrifica los salarios, las condiciones de trabajo y el empleo, el pago y reducción de la deuda (objetivo del déficit 0% y la deuda al 60% del PIB) exige sacrificar hasta la agonía los gastos sociales (sanidad, educación, subsidios, pensiones, etc.) y no tomar las medidas necesarias para limitar al máximo el Cambio Climático. No es cosa sólo del PP. PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN han ratificado el Tratado de Estabilidad de Europa. Este es el verdadero Programa Oculto, que puede ser todavía más siniestro. La Europa “democrática y social” está empujando a los trabajadores/as griegos a una semana laboral de 6 días con jornadas interminables.

Para facilitar esta tarea debemos servirnos de un “marco de sentido” para que los trabajadores/as encajen ahí las diversas agresiones de la burguesía y tengan una perspectiva de futuro. Un marco que se puede expresar así: “2020, déficit 0%, ricos + ricos, trabajadores ko, Cambio Climático 10”. Esto es incomparablemente superior a la tontería populista de CCOO y UGT “Quieren arruinar el país” que en su interclasismo y pro-economía nacional, no explica nada, ni en el tiempo, ni las consecuencias, ni el carácter de clase de las agresiones. El marco de sentido es “Para abaratarnos, quieren derrotarnos. Peor en el trabajo y los gastos sociales, para abajo”. Y en términos positivos, lo que expreso en la cancioncilla (al modo de “María Cristina me quiere gobernar”) “¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!”

A profundizar en esta cuestión estoy dedicando varios textos, todos seleccionados en Kaosenlared, y uno expresamente a la cuestión del “marco”, a los que remito al lector/a.

5.- Una Europa cada vez menos democrática y más violenta. El ejército en Alemania. No sirve de nada intentar escapar. Frente al desmantelamiento del “Estado de bienestar” y otros males mayores, unidad de los trabajadores europeos. Imagina una HG contra la Ley y el Tratado de estabilidad, su impacto en la eurozona.

La lucha de clases tiene muchos rostros y el más feroz no está sólo en el pasado, como el golpe militar de Pinochet al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile (11 septiembre 1973, eclipsado interesadamente por el montaje del 11-S de New York), y su dictadura terrorista. El 16/08/2012, la policía democrática sudafricana (ya no existe el Apartheid, también manda la nueva burguesía negra del CNA y de los sindicatos) ha matado a 34 y herido a 80 trabajadores al disparar contra una manifestación de miles de huelguistas contra la empresa británica minera Lonmin, extractora de platino, que considera la huelga ilegal, y llama a la represión. Esto no es un coletazo del pasado, sino un aviso para el futuro, dadas las necesidades de obtención de ganancia del capitalismo mundial en una crisis que se irá profundizando y que llegará a su paroxismo cuando con el pico o cénit del petróleo en la década de los 30 lleguemos a la Mega-Crisis. Que sea una empresa británica, la tercera mayor del mundo dedicada al platino, nos muestra cómo la civilizada y democrática burguesía europea, en cuanto puede, se comporta como la más explotadora de los trabajadores/as del Tercer Mundo, propiciando situaciones extremas de pobreza y de represión junto con la burguesía local blanca y negra.

Pero en el continente europeo también pintan bastos. En Alemania, el 17/08/2012, el Tribunal Constitucional, por la puerta de atrás, ha modificado de hecho la Constitución al autorizar la intervención del Ejército en el país en caso de “situación excepcional de naturaleza catastrófica” que excede los desastres naturales ya previstos, dejando la interpretación de tan genérica situación al criterio del Gobierno federal. El SPD y los Verdes lo aprueban. Nosotros ya sabemos de qué va cuando recordamos por ejemplo, el 11 de Septiembre de 1973 en Chile.

Alemania tiene prisa porque se firme un nuevo tratado de la U.E., de unión política y fiscal, que dará la llave de la caja (los presupuestos) a una autoridad nada democrática y bajo el peso sobre todo, de Alemania, que sancionaría a los estados que no cumpliesen con los objetivos de déficit y deuda, es decir, con el programa de abaratamiento a base de hachazos salariales y en los gastos sociales.

Que el PSOE y el PP a nuestras espaldas modificasen el artículo 135 de la Constitución para dar prioridad absoluta al pago de la deuda (agosto-septiembre 2011); que el PP gobierne con un programa oculto y a través de decretos-leyes como si fuera lo más habitual del mundo, todo ello bajo las indicaciones de la Unión Europea y especialmente de Alemania; que en la U.E se hayan integrado países del Este en los que la derecha y extrema derecha tienen una influencia creciente; son síntomas de la deriva cada vez más autoritaria de Europa, que ya no es las “viejas democracias” previas a la caída del bloque del Este (España y Portugal eran nuevas democracias, y Grecia, había sufrido unos años de dictadura de los coroneles).

Todo va en la línea de la derrota del proletariado, menos democracia real y formal, mayor represión. Tampoco traerán la “paz”, sino más riesgos de violencia y guerra que vendrán de la mano de la Mega-Crisis de la década de los 30, a raíz del encarecimiento energético. Si la U.E. se desintegrase, podría haber guerra incluso entre países europeos. Si se mantuviese la U.E., desde Europa se podría tomar la iniciativa para guerras en otras partes del mundo por recursos escasos, como el petróleo y el gas natural, lo que podría desembocar en una guerra mundial.

Por eso nuestra derrota para antes de 2020, supone un mundo mucho peor para la década de los 20 y de los 30, con un gran riesgo de guerras en el continente y mundial. Ese sería el final de la “marcha de la muerte” que ya se ha iniciado.

Frente a esto ¿qué hacer? No nos sirve de nada intentar escapar saliendo de la UE por el empobrecimiento que nos causaría y porque la presión de una potencia como la UE sería invencible. Debido a la crisis del capitalismo español y al aumento de la crisis general del capitalismo, el aislamiento tras las fronteras nacionales no nos protegerá a los trabajadores/as de ningún país, ni de nuestra burguesía ni de la europea; hará nuestra derrota más fácil al solo poder contar con nuestras fuerzas. Debemos encarar el problema del único modo en que tendremos alguna posibilidad para vencer a medio y largo plazo ¿Cuál es? Dando un salto hacia adelante en dirección a Europa para hacer fracasar la estrategia europea del capital. ¿Cómo? Fortaleciendo la solidaridad entre los trabajadores/as, contra la burguesía local y europea, uniéndonos los trabajadores/as europeos contra la estrategia conjunta del capital que nos afecta a todos, entre otras vías, la más estratégica, con el Tratado de Estabilidad y sus leyes nacionales. Conseguir una Europa en la cual la clase trabajadora tengamos un peso mayor al que proyectan para nosotros, evitando que liquiden el “Estado de bienestar”. Teniendo en cuenta que la única solución, definitiva y hasta la raíz, es imponer el socialismo-comunismo y que para ello necesitamos agrupar el máximo posible de trabajadores/as de todo el mundo, empezando por los de Europa, esa vía es también la correcta pues en tanto hacemos fracasar en Europa la ofensiva de la burguesía, nos fortalecemos para llegar a imponer los Estados Unidos Socialistas de Europa. Es lo único que nos permitiría hacer frente en mejores condiciones a los desastres de la Mega-Crisis de la década de los 30, y evitar los mayores rigores del Cambio Climático, y el elevado riesgo de guerras, incluso mundial. En vez de salir ahora del euro, ser derrotados por luchar aislados y pretender más tarde unirnos a los trabajadores/as europeos, lo que difícilmente se logrará si estamos desmoralizados, lo que debemos hacer es coger la directa ¡a por ellos ahora que todavía no estamos derrotados, que hay motivos crecientes para unirnos y posibilidades de hacer fracasar la estrategia de la burguesía de la U.E., y ahorrarnos así muchos sufrimientos y darnos una posibilidad real de vencer! Sin duda un camino muy difícil y duro, pero no tanto como el futuro del capitalismo. Podemos intentar ignorar la realidad, pero la realidad no nos ignorará. Debemos espabilar y madurar muchísimo más o nos veremos en la “marcha de la muerte”. Imaginad el impacto en toda Europa de una huelga general en España y manifestaciones con cientos de carteles y pancartas contra la Ley de Estabilidad y el Tratado de Estabilidad, llamando a los trabajadores/as europeos a la unidad ¡Manos a la obra!

6.- Eslóganes para desarrollar la verdadera solidaridad, destapar el origen de todas las estafas y hacer fracasar su estrategia para derrotarnos

¡A los trabajadores no más sacrificios; pague el capital con sus beneficios!   ¡Nos robaron la plusvalía, las pérdidas a la burguesía!    ¡Con lo que despilfarran los ricos, salvaríamos del hambre, a los más pobres y sus hijos!    ¡Economía nacional, economía del capital!    ¡Trabajo asalariado, no es de privilegiado, sino de explotado!    ¡Solidaridad entre trabajadores es luchar contra los explotadores!  ¡Arriba de la escalera, nos dicen con engaño, “descendamos todos un peldaño”, mientras sube la marea!    ¡Solidaridad burguesa: “repartid vuestra pobreza, no toquéis nuestra riqueza”!   ¡Levantar esta economía es producir más plusvalía!    ¡Trabajo asalariado, enemigo del proletariado!    ¡Desde el puente dicen, “reflotemos el barco, trabajadores al agua”!    ¡El burgués reclamando impunidad: “no toquéis mi libertad, no soy responsable, ni el capitalismo culpable”!     ¡No son “los mercados” es el beneficio capitalista!    ¡No es la crisis, es el explotador régimen asalariado del trabajo!    ¡“Rememos juntos, todos vamos en el mismo Banco”!    ¡Llaman solidaridad a con nuestros sacrificios asegurar sus beneficios!   ¡Para justificar los recortes nos tachan de privilegiados, y acusan a otros pobres de defraudadores, mientras toleran y amnistían a los verdaderos, las grandes empresas y los ricos. Es un veneno que nos inoculan para paralizarnos y mejor devorarnos!    ¡La solidaridad que los burgueses predican es un fraude como el fiscal que practican!   ¡Siembran la sospecha del pequeño fraude en parados y otros subsidiados, mientras dan amnistías fiscales y no persiguen el fraude fiscal de los potentados, todo por romper nuestra solidaridad y a su mayor rentabilidad!   ¡50.000 millones al año de fraude fiscal del gran capital y señalan a nosotros con el dedo!    ¡Mariano, recórtanos más el cobro del paro para que cojamos los cinco millones de empleos que nos están esperando!    ¡50.000 millones al año de fraude fiscal de las grandes empresas, 10.000 euros al año para 5 millones de parados!    ¡50.000 millones al año de fraude fiscal de las grandes empresas causan el déficit que luego recortáis en sanidad, educación y demás gastos sociales!   ¡50.000 millones al año de fraude fiscal del gran capital y nos hipotecamos y sacrificamos por el rescate a la banca por esa cantidad!     ¡Un ajuste presupuestario de 60.000 millones 2013 y 2014, mientras toleran un fraude fiscal de las grandes empresas de 50.000 millones al año; pero los rectores en sanidad, educación, etc., a ellos no les hacen daño!   ¡Un déficit de las comunidades autónomas, para sanidad, educación, de 85.000 millones, y las grandes empresas defraudan al fisco 50.000 millones al año!   ¡Del “sacrifícate porque otro está peor que tú” a “sacrifícate porque lo exige la economía (capitalista)”: dos trampas para llevarnos a la derrota!

¡No son “los mercados” es el beneficio capitalista!    ¡La crisis una estafa es, porque el trabajo asalariado lo es: beneficios a cuenta del trabajo no pagado y de recortes en gastos sociales del Estado!   ¡Asalariados e intervenidos, todo es una estafa y la burguesía se escapa!    ¡Trabajo asalariado, rescate para la banca, intervención para el Estado, trabajadores estafados!     ¡La madre de todas las estafas es el régimen asalariado del trabajo: trabajo no pagado origen del beneficio. De aquí se levanta, de esta civilización, el edificio!    ¡No es la crisis, es el explotador régimen asalariado del trabajo!    ¡La raíz de la crisis, es la del beneficio: del trabajo no pagado en el régimen asalariado!      ¡El 2 por 1 del capital. Para el trabajador un salario. Para la empresa, su trabajo pagado y la plusvalía del expropiado!      ¡No es el banquero el culpable verdadero, ni el neoliberalismo, sino el trabajo asalariado, raíz del capitalismo!   ¡Como el trabajo esclavo era la raíz del esclavismo, el trabajo asalariado lo es del capitalismo!    ¡”Salarismo” el verdadero nombre del capitalismo!   ¡El capitalismo senil no necesita viagra: “la plusvalía me pone”!   ¡Para eliminar la corrupción, las estafas, la crisis, los privilegios, la explotación: arrancar el árbol de raíz; el régimen asalariado del trabajo!     ¡Burgueses, os creéis imprescindibles porque socialmente tenéis mucho peso, pero sois un lastre a nuestro progreso!    ¡El capitalismo no tiene remedio, el trabajo asalariado quitemos de en medio!     ¡El capitalismo tiene tirón, todavía puede llevarnos al precipicio!    ¡Decimos los trabajadores: para reflotar la nave planetaria, por la borda el capital y la condición proletaria!     ¿Qué moral se basa en una estafa? la de la burguesía, en el trabajo no pagado o plusvalía!   ¡El capitalismo está condenado. o acabamos con él o viviremos encadenados!    ¡D-M-D´ la fórmula del capital, dinero-mercancía-dinero+ o dame-más-dinero!    ¡D-M-D´ más dañino que el DDT y destructivo que el TNT!     ¡La tarea de los economistas de la burguesía consiste en ocultar el trabajo no pagado tras la ganancia y ayudar al capital a aumentarla!    ¡Último término de moda en el argot de los economistas burgueses importado del sexual: vamos a hacerles un “griego”!     ¡Reforma laboral: incluso con la mejor ley el régimen asalariado del trabajo será una estafa! ¡Ni reformas ni contrarreformas, sólo nos libraremos del acoso del capital con la abolición del régimen asalariado del trabajo!    ¡El capitalismo es una estafa (trabajo no pagado) que aboca a un saqueo (pagamos la crisis) que puede desembocar en un crimen (guerras) y terminar en un suicidio (la humanidad arrastrada por su hundimiento y el Cambio Climático)!      ¡Dejad de atacar nuestros subsidios y hablemos de vuestros beneficios!     ¡Ni un parado sin ingresos del estado! ¡A quienes se les ha agotado la prestación, su renovación hasta que exista un empleo para ellos!

¡La “marcha de la muerte” del capital: del sacrificio porque “eres un privilegiado”, dejando compañeros en la cuneta, al sacrificio por la economía nacional (el beneficio del capital), de ahí a la economía de guerra, pasando por el cambio climático, para terminar en el holocausto nuclear! 

¡Trabajadores europeos, unidos o vencidos!    ¡FMI, UE, BCE, dad crédito a Grecia y no el golpe de gracia!   ¡Einheit mit den deutschen arbeitern – Unidad con los trabajadores alemanes!   ¡Gobierno del capital, gobierno de bancarrota, a los trabajadores, no nos derrotas!    ¡El programa oculto, es de la burguesía!   ¡Los trabajadores no estamos de rebajas, Gobierno, date de baja!   ¡Gobiernos de la agresión, Dimisión!    ¡Burguesía, si quieres el rescate, tu bolsillo ráscate!   ¡[voz solista] De la patronal [coro] Menos salario. [voz] Del Estado [coro] Menos servicios. [voz] Abaratar [coro] Al proletario. [voz] Del capital [coro] El beneficio!     [Cantarla como “María Cristina me quiere gobernar”]  “¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!” [Podemos introducir la variante, al comienzo “Para abaratarnos nos quieren derrotar”]    ¡Unid las huelgas, debatid y decidid en asambleas!

6.- Una orientación para la victoria. Una estrategia de los trabajadores europeos. No es “lo de siempre, lo de todos”

“25 de septiembre, rodear el Congreso. Maniobra burguesa y ¿provocación? ¿Peligra la HG del 26-S? La tarea actual” (06/09/2012) seleccionado como Destacado

kaosenlared.net/component/k2/item/29829-25-de-septiembre-rodear-el-congreso-maniobra-burguesa-y-%C2%BFprovocaci%C3%B3n?-%C2%BFpeligra-la-hg-del-26-s?-la-tarea-actual.html.

“Merkel. Mascarón de proa del buque insignia del capital: Tratado de Estabilidad (en España, Ley de Estabilidad)” (03/09/2012) seleccionado como Destacado. Acceso a lo publicado.

www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29504-me... [3].

“¿Qué son el Tratado y la Ley de Estabilidad? Abaratar, empobrecer y derrotar para 2020. Futura política fiscal” (31/08/2012) seleccionado como Destacado.

www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29222-%C... [4].

 “[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” 94 páginas. 3/03/2012, seleccionado como “Destacado”. Con un montón de eslóganes.

www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-lib... [5].

“Horizonte 2050: Socialismo o Mega-Crisis. Recuperar nuestra vida y salvar la Tierra. Una propuesta de Marco” 25 páginas (14/05/2011). El Marco como método, entre otras cosas, para establecer campañas.

www.kaosenlared.net/noticia/horizonte-2050-socialismo-mega-crisis-recupe... [6].

Merkel. Mascarón de proa del buque insignia del capital: Tratado de Estabilidad (en España, Ley de Estabilidad)

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El 6 de septiembre visita al presidente Rajoy la señora Merkel. Ocasión para denunciar la estrategia de agresión de la burguesía española-europea, y llamar a la unidad con la clase trabajadora europea y alemana en particular, pues de seguir aislados, seremos derrotados. Eslóganes

La lucha de la clase trabajadora española, si quiere triunfar, debe hacer una apreciación lo más objetiva posible de la realidad y no dejarse arrastrar por ilusiones, mitos y discursos superficiales. Por ello hoy no debe aislarse tras las fronteras, pues eso nos llevará a la derrota y antes a un enorme desgaste como en Grecia, Portugal.., sino hacer frente a la estrategia conjunta de la burguesía española-europea, impulsando la unidad de la clase trabajadora de la zona euro. Para ello, un eje fundamental de nuestra estrategia, como explicaré, es la lucha contra el Tratado de Estabilidad, en su versión española, la Ley de Estabilidad   [Para ver bien el cartel de la imagen: clic sobre ella. Situarse encima, ratón derecho: “Abrir imagen en nueva pestaña” o “Ver imagen” o Copiar o Guardar]

1.- Para acabar con la deuda injusta, hay que hundir el buque insignia de los acreedores: la Ley de Estabilidad y el Tratado de Estabilidad

La reforma del artículo 135 de la Constitución que sacraliza el pago de la deuda dándola prioridad sobre cualquier gasto social del Estado, viene reforzada por la Ley de Estabilidad y ambas a su vez son una adaptación del espíritu y la letra del Tratado de Estabilidad de la Unión Europea, pues éste ya plantea la exigencia de bajar la deuda al 60% del PIB pero, claro está ¡no negándose a pagarla!, sino garantizando el pago a la banca alemana, francesa, española, etc., que son las fuerzas que están detrás de esta estrategia conjunta de la burguesía europea (española incluida).

Para romper el blindaje de la deuda, llegar a reducciones, o a su impago, primero debemos derrotar la presión de la burguesía alemana, francesa, etc. para obligarnos a pagarla entera. Significa debilitarla, hacer que el Tratado de Estabilidad y la Ley de Estabilidad se conviertan en poco más que papel mojado. Esto sólo es factible si hay una lucha de un nivel extraordinario, porque los intereses en juego no son sólo los de la banca con respecto a la deuda española, ya de por sí muy grandes, sino que el cuestionamiento de la Ley de Estabilidad y del Tratado de Estabilidad y su imposibilidad para sustituirlos por otros similares, supondría para toda la burguesía europea un cataclismo en su estrategia para muchos años. Ello sólo es factible si en España hay una lucha de un nivel muy elevado. Pero con esto no es suficiente, como nos demuestra por ejemplo el caso griego. Hace falta que a la burguesía alemana, francesa, etc. se le rebele su retaguardia, es decir, su propia clase trabajadora; que se niegue también a sufrir las consecuencias que para ella tendrá el Tratado de Estabilidad vía hachazos al “Estado de bienestar” debido al límite casi cero al déficit y también reducción de la deuda al 60%; y que esos trabajadores/as rechacen que por los intereses de “su” banca se nos sacrifique a nosotros, a la vez se nieguen a pagar ellos los platos rotos de esa banca. Por tanto, es necesario el cuestionamiento del Tratado de Estabilidad por la clase trabajadora tanto del país deudor como del país acreedor.

Es estrechando lazos entre los trabajadores/as de los países deudor y acreedor como se conseguirá la solidaridad necesaria para que los trabajadores/as presionen a su burguesía acreedora para que no estrangule a los del país deudor. La lucha de los trabajadores/as griegos no ha podido llegar más lejos precisamente porque no han conseguido romper el aislamiento con respecto a otros países intervenidos y en particular con respecto a los trabajadores/as alemanes.

El caso de Islandia, aunque es un ejemplo estimulante, está cubierto de mitos, exageraciones y extrapolaciones fuera de contexto (un país de sólo 300.000 habitantes, con moneda propia para una economía eminentemente exportadora y por tanto con capacidad para devaluarla sin devaluar los salarios, la ventaja de recibir fondos al ser el primer país rescatado, etc.), con un coste mucho mayor para la población trabajadora de lo que muchos creen. Por tanto es un referente muy relativo para nosotros, por el peso de la deuda privada y pública y nuestro lugar en la economía europea y mundial, por el efecto que causaría en la eurozona y en la estrategia, para esta década y la próxima cuando menos, de la burguesía europea, por el impacto en la lucha de clases mundial dando un “mal ejemplo” inadmisible para el capital. Lo que se juega la burguesía en España es incomparablemente superior tanto cuantitativa como cualitativamente a lo ocurrido en Islandia. No hay más que ver el trato dado a los griegos a pesar de su gran lucha, pero aislada. Por eso nosotros necesitamos generar un movimiento internacional, en la eurozona, apoyándonos en particular en lo que más tenemos en común, a pesar de las diferencias actuales de situación: en el rechazo potencial de los trabajadores/as, alemanes incluidos, al Tratado de Estabilidad y, aunque menor, al papel del Banco Central Europeo.

2.- ¡Derogación del Pacto de Estabilidad, del Tratado de Estabilidad, de la Ley de Estabilidad! ¡Derogación de la modificación del artículo 135 de la Constitución!

Nosotros debemos exigir la derogación del Pacto de Estabilidad de la U.E, ya que con su objetivo de alcanzar cuanto antes un déficit inferior al 3%, está dando hachazos a los servicios y gastos sociales del Estado, provocando el despido de muchos trabajadores públicos y empeorando sus condiciones laborales y salariales (lo último, la supresión de la paga extra de diciembre). Persigue bajar el déficit para finales de 2012 al 6,3% del PIB (para 2013 el 4,5%, y en 2014 el 2,8%), pero ya se perfila como muy difícil. El empeño por reducir a marchas forzadas el déficit está profundizando la crisis y aumentando el paro. Esto beneficia sobre todo a las grandes empresas, que pueden resistir mejor la situación, a la vez que llevan a la ruina a otras competidoras, a los autónomos, y con el aumento del paro atemorizan a los trabajadores/as con empleo, presionan a la baja sus condiciones laborales y salariales. En noviembre llegará la presentación y tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 que se prometen draconianos.

Pero aquí no se termina la agresión. El PSOE en el gobierno y el PP, en agosto-septiembre 2011, acordaron modificar el artículo 135 de la Constitución, de modo que el pago de la deuda (intocable) tendrá prioridad sobre cualquier otro pago del Estado (en servicios y gastos sociales), y se impone un límite al déficit y a la deuda pública lo cual redundará en la práctica en una merma al “Estado de bienestar”.

Con esto preparaban el camino al Tratado de Estabilidad de la Unión Europea, que en España se traduce en la Ley de Estabilidad, del 27 de abril, por la cual deberemos rebajar el déficit no sólo hasta menos del 3% del PIB, sino llegar a 2020 con un déficit 0% y mantenernos así, salvo en casos muy excepcionales, desde 2020 en adelante “hasta el infinito”, dando prioridad siempre al pago de la deuda, y haciendo enormes esfuerzos para que ésta no supere el 60% del PIB, cuando para los primeros años de la década de los 20 habremos superado por largo una deuda del 100% del PIB.

Todo ello sólo puede traducirse en la liquidación efectiva del “Estado de bienestar” porque es claro que ni van a acabar con el gigantesco fraude fiscal de la burguesía ni impondrán un régimen impositivo que cargue ante todo los beneficios de las grandes empresas, el capital y las rentas de la burguesía.

Con semejante limitación al déficit y a la deuda, es impensable que el Estado pueda jugar un papel directivo en la lucha por imponer las medidas necesarias antes de 2020, ni después, contra el Cambio Climático. Y tampoco resolverá nada, porque para la década de los 30 todo apunta a que llegará la crisis definitiva del petróleo como energía y fuente de numerosos recursos (pesticidas, herbicidas, fertilizantes, combustible, partes de la maquinaria, en el vestido, plásticos, medicinas), que dará un empujón mayor a la crisis del capitalismo decadente. Pero para entonces nos habrán abaratado todo lo posible a fin de amortiguar algo el impacto del aumento de los costes energéticos y la reducción que eso supondrá a sus beneficios si no consiguen un aumento notable de la productividad.

El Tratado de Estabilidad ha sido ratificado el 21 de junio pasado por el Congreso español con los votos de PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN. Y si lo han hecho no es porque sean unos “vendepatria” serviles a Alemania, sino porque la estrategia implícita en los objetivos del Tratado interesa a la burguesía española para abaratar al máximo el mantenimiento de la clase trabajadora al liquidar, de hecho, el “Estado de bienestar”, aunque el PSOE-socialneoliberal diga que no será así.

El Tratado de Estabilidad y su aplicación en España, la Ley de Estabilidad, son el buque insignia de la burguesía europea y española en sus medidas para imponer el abaratamiento, vía liquidación de los gastos sociales, de la clase trabajadora y sectores populares.

Su influencia se notará antes de 2020, no sólo porque debe acercarse lo más posible al 0% de déficit para llegar en 2020 a ese objetivo, sin obligarse a dar un triple salto mortal en muy poco tiempo, sino porque el gobierno del PP ya ha declarado su intención (otra cosa será que puedan) de que para 2016 estemos, no en el déficit 3%, sino ¡en el 0%! ¿a costa de cuántos hachazos y sacrificios?

También hay una parte de la Ley de Estabilidad que se aplica ya, en concreto se hará con el rescate que ha pedido la Generalitat al gobierno central, por lo que para nada es una ley que sólo nos afectaría partir de 2020; por eso puede y debe ser denunciada desde ahora mismo.

Pero no sólo nos afecta a nosotros. Sarkozy y Merkel ya acordaron llegar al déficit 0% para 2016 y Hollande sólo pretende aplazarlo a 2017, pero ya veremos en qué queda cuando, tras las promesas electorales, empieza a plegarse cada vez más a Merkel.

El Tratado, según vaya siendo ratificado por los países firmantes, se traducirá también en leyes nacionales que se parecerán mucho a nuestra Ley de Estabilidad y supondrán por tanto una amenaza similar, para su clase trabajadora, aunque tal vez en algunos no llegue a los extremos de España, pues ya partimos comparativamente de un escaso “Estado de bienestar” que admite mal cualquier recorte.

Zapatero, Rajoy, Merkel, Sarkozy, Hollande, Rubalcaba, Draghi, Mario Monti, etc., pueden representar intereses contradictorios, pero están de acuerdo en lo fundamental: imponer el Tratado de Estabilidad, aunque sea costa de la voluntad de la clase trabajadora.

Para no repetirme remito a todos los interesados en un análisis a fondo del Tratado y de la Ley de Estabilidad al texto mencionado al final y seleccionado por Kaosenlared.

3.- ¡Derogación de la Contrarreforma Laboral!

La contrarreforma laboral es un instrumento fundamental en la estrategia de la burguesía española (toda ella, desde la grande a la micro empresa) por abaratar y doblegar a los trabajadores/as, destruyendo derechos de negociación colectiva, facilitando y abaratando el despido individual y colectivo. Pero forma parte de una estrategia conjunta con la burguesía europea, como lo demuestra el Pacto por el Euro y la satisfacción mostrada por Olli Rehn, Comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, contestando “Eso sería fantástico, ok, ok” al parte del ministro de Guindos “Mañana aprobamos la reforma del mercado laboral, vas a ver que será extremadamente agresiva”.

En Alemania ya han hecho su particular reforma laboral y por eso ahora proliferan los trabajos a tiempo parcial y con bajos salarios, los mini-jobs (400 euros). Y en otros países también están dando pasos en esa dirección (los intervenidos, también Italia).

4.- ¡BCE, compra deuda directamente al Estado, ya!

El mismo día 6, el Banco Central Europeo se reúne, al parecer, para tratar sobre las condiciones de rescate a países que lo pidan. El BCE no tiene contemplado en sus estatutos la compra directa de deuda a los estados, en las subastas en el mercado primario (de primera mano), donde, sin el factor especulador de los inversores privados, el Estado la podría vender a un tipo de interés muy inferior al que imponen los bancos y fondos de inversión. Si el BCE presta a los bancos al 1% o 0,75% ¿por qué no al Estado? Porque el BCE facilita el negocio de los bancos al prestarles a ellos que a su vez, si lo desean, lo hacen al Estado pero por un interés muy superior, hasta el 7% si se trata de bonos a 10 años. El BCE, cuando le da la gana, y cuando interesa a sectores del gran capital y tiene el visto bueno del Bundesbank (banco central alemán), puede comprar deuda de “segunda mano”, en el mercado secundario, cuando ya se ha encarecido en el primario, aunque su intervención puede hacer que baje porque dificulta las operaciones especulativas “a corto” posteriores, pero también puede facilitar el negocio de los bancos si estos quieren deshacerse de una deuda pública problemática porque el Estado empieza a tener riesgo de insolvencia.

En marzo del año pasado el Consejo Europeo autorizó al FEEF (Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, también Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) para comprar directamente deuda al Estado (subastas del mercado primario), pero sólo en “condiciones excepcionales”. Como hasta ahora no lo ha hecho, será que ni la que está cayendo la consideran así ni por tanto justifica su intervención. Pero el FEEF tiene una capacidad limitada que sólo podría remediar el problema a medio plazo.

También se ha pesando en que el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) que sucederá al FEEF, pueda tener licencia bancaria, de modo que no tendría un límite de fondos como el FEEF, sino “barra libre” con tal de pedir créditos al BCE, poniendo como garantía para los mismos los títulos de deuda de los Estados a los que ayude. Y acudiría al mercado primario, salvando así el escollo de que eso no está contemplado para el BCE. Pero esta solución tampoco le gusta al BCE, ni a Merkel, ni al Bundesbank. Se ve que no les interesa poner dificultades serias ni a la especulación, ni a la elevación del tipo de interés de la deuda, ni por tanto, al diferencial de la prima de riesgo que tanto favorece a Alemania, Francia… Además el MEDE está pendiente de que se pronuncie a su favor del Tribunal Constitucional alemán el 12 de septiembre.

Así que a lo máximo que están dispuestos es a que un Estado pida ayuda al fondo de rescate que le hará un préstamo con duras condiciones (reducción del déficit, recortes sociales, control de las finanzas del Estado por sus inspectores, etc.) y sólo entonces se dignaría el BCE a comprar deuda en el mercado secundario para ayudar a bajar algo la prima de riesgo, pues una vez que se pide rescate, es muy probable que España quedase estigmatizada en “los mercados” y no pudiese conseguir préstamos privados salvo a un interés prohibitivo. Pero es lo máximo, a lo que también han mostrado su oposición el Bundesbank y figuras como el ministro de Asuntos Exteriores alemán.

Lo que está más que claro es que el BCE y su famosa “independencia” no es tal con respecto al capital financiero, y ni siquiera con respecto al Bundesbank, como representante de la principal potencia económica de la Unión Europea.

El BCE es un instrumento para que los bancos y fondos de inversión se forren gracias al Estado. Y por medio de éste, a cuenta sobre todo de la clase trabajadora (vía impuestos y recortes en los gastos sociales), se asegure de que los bancos rescatados puedan pagar los intereses y devolver los créditos concedidos por los bancos alemanes, franceses, etc., para forrarse durante la burbuja inmobiliaria y el boom de las compras de bienes de equipo y de consumo alemanes, pero que no quieren correr con las pérdidas por los riesgos temerarios que tomaron, sino que seamos nosotros los paganos.

El Banco Central Europeo es también un instrumento para abaratar a la clase trabajadora. Como los altos intereses a pagar aumentan el déficit del Estado, entonces debe aplicarse el diabólico Pacto de Estabilidad, que exige bajar a un déficit inferior al 3% del PIB. El déficit no se resuelve acabando con el fraude fiscal de unos 50.000 millones anuales sólo de las grandes empresas españolas, ni aumentando sensiblemente los impuestos a las grandes fortunas y a las grande grandes empresas, sino subiendo los impuestos al trabajo (IRPF) y al consumo de los trabajadores/as (IVA), dando hachazos a todos los servicios sociales del “Estado de bienestar” (sanidad, educación, dependencia, subsidios, condiciones para las pensiones de jubilación, etc.). Esto de hecho significa que el mantenimiento de la clase trabajadora le cuesta mucho menos al capital porque nosotros debemos costearnos cada vez más unos servicios y gastos sociales del Estado cada vez más reducidos. De este modo se preservan mejor los beneficios del capital, vía menores impuestos a la empresa, no luchar debidamente contra el fraude, amnistía fiscal, trasferencia de recursos del Estado a lo que más interesa a la burguesía, al rescate de la banca y sus acreedores y al pago de los intereses a la banca acreedora de la deuda pública. Si la “lucha contra el déficit” provoca la previsible recesión y con ello, a pesar incluso de una gran reducción de la masa del déficit, una escuálida reducción del déficit porcentual (la misma suma de déficit supone un porcentaje mayor del PIB si este es menor), se aplica una nueva vuelta de tuerca con el Pacto de Estabilidad a cuenta otra vez de los gastos sociales ante todo.

El BCE está por esta labor, pues sabe perfectamente que el aumento del déficit (por su culpa) y la lucha contra el déficit con el perverso mecanismo del Pacto de Estabilidad, sirve para “disciplinar” y “aplicar las reformas” que los sucesivos directores del BCE aconsejan, a costa de los trabajadores/as.

El BCentralE en realidad no es tal, sino un mero auxiliar de la banca privada, y de los intereses del gran capital más poderoso, pues cualquier Banco Central financia directamente a su Estado, en lugar de a la banca privada para que se enriquezca a costa de nosotros vía impuestos por pagar altos intereses, y favorecer un desequilibro ventajista en la prima de riesgo tal que permite a Alemania y Francia financiarse pagando tipos de interés reales del cero por ciento e incluso cobrando por el hecho de pedir prestado. La “prima de riesgo” y el Pacto de Estabilidad sirven así para que la banca alemana, francesa, se liberen de las consecuencias del riesgo que contrajeron cuando impulsaron (junto con la burguesía española, a la que no se puede disculpar nada) la burbuja inmobiliaria.

A nosotros no nos interesa cómo se puede organizar mejor la burguesía, el mejor diseño para ella del papel del BCE, sino la parte que juega el BCE en agredirnos descaradamente, y en esa medida debemos cuestionar su papel y presentar nuestra reivindicación. Poner en evidencia esta estructura financiera de la U.E. y del rescate y luchar porque se rompa, para que el BCE cumpla las funciones de Banco Central que nos interesan o menos perjudican. Y, como todo, se puede hacer, basta cambiar de acuerdos y de estatutos. La única forma de romper con ese mecanismo BCE-Pacto de Estabilidad que es un lecho de Procusto para la clase trabajadora, es que el BCE pueda comprar directamente deuda al Estado, como lo haría cualquier verdadero Banco Central, como lo hace la Reserva Federal de los EEUU, el Banco de Inglaterra, o lo hacía el Banco de España. Pero está claro que sólo lo harán si luchamos por ello.

Pero si sólo reclamásemos que el BCE compre deuda directamente al Estado, aunque podríamos aliviar nuestra situación, estaríamos haciendo un favor a muchos sectores de la burguesía española, sobre todo mediana, pequeña y micro empresa, que también salen perjudicados por esta situación, ya que se encuentran sin crédito, ven que se agrava la crisis, o cómo la banca se lleva una buena parte de la plusvalía (trabajo no pagado) que preferirían quedarse ellas. Por eso es imprescindible la lucha contra el conjunto de la estrategia de la burguesía, plasmada sobre todo en la contrarreforma laboral, el Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad.

Hay que hacer una labor divulgativa entre los trabajadores/as de lo que es en realidad el BCE. Aunque es algo nuevo para nuestra experiencia, no es difícil de explicar ni de comprender, y es imprescindible para hacer fracasar su estrategia.

5.- Todos los trabajadores europeos vamos a ser perjudicados, como mínimo, por el Tratado de Estabilidad

¿Qué tenemos en común los trabajadores/as españoles con los alemanes? Ellos ya vienen padeciendo desde hace años un recorte de lo que antes era un elevado “Estado de bienestar”. Los salarios de los trabajadores/as han descendido también muchísimo facilitando así la “competitividad” de la industria alemana, y muchos de ellos se ven condenados a la precariedad en los “mini-jobs”. La profundización de la crisis se notará también cada vez más en Alemania, con el aumento del paro y disminución de los salarios. A no tardar, en Alemania también sacarán una legislación que traduzca el Tratado de Estabilidad que solo puede empeorar su situación, pues aunque su déficit será ahora casi el 0%, su deuda es ahora incluso más elevada que la española. Los trabajadores/as alemanes, aunque puedan tener de momento mejores condiciones que las nuestras, son también clase trabajadora y por eso nuestro destino es el mismo: o seguir padeciendo el régimen asalariado del trabajo, sostén del capitalismo, o liberarnos de él, con el socialismo-comunismo.

Tampoco podemos dejar olvidados a los compañeros de los países ya intervenidos, en particular a los griegos, que después de haber luchado tanto, y de ser especialmente agredidos, cuando ya no se les pueden exprimir igual, se piensa arrojarlos fuera de la Unión Europea para que terminen como deshechos, negándoles los créditos que necesitan o exigiéndoles a cambio sacrificios aun mayores.

La burguesía europea tiene sus diferencias, entre sus intereses nacionales, entre la grande, la mediana, la pequeña, la microempresa. Pero todas comparten un interés común: la extracción de plusvalía del trabajo asalariado, la derrota de la clase trabajadora, imponer el objetivo estratégico del Tratado de Estabilidad.  Las diferencias residen esencialmente en qué parte del botín se lleva cada uno y quién tiene más peso a la hora de tomar las decisiones, de llevar las riendas del Estado. Las peleas pueden ser muy duras pero todas pueden ser capaces de unirse si es para enfrentarse a nosotros, así que debemos ser capaces de explotar sus diferencias, por ejemplo, a cuenta del BCE, o del ritmo en la aplicación del Pacto de Estabilidad que lleva a la ruina a pequeños y micro-empresarios.

El papel que juega el BCE es también otro factor para unir a los trabajadores/as ya intervenidos y a los que pueden estarlo o se ven también muy afectados, como es el caso de Italia.

6.- Si Merkel, como representante del gran capital alemán y europeo es nuestra agresora, junto al Estado español. La clase trabajadora alemana es nuestra potencial aliada

Merkel no es enemiga de España, como nosotros no somos amigos de Rajoy, ni de la burguesía española. Las diferencias entre Rajoy y Merkel son menores y de un tipo muy diferentes a las existentes entre el gobierno y la burguesía española y europea que representa, con los intereses de la clase trabajadora del Estado Español. No podemos hacer un frente común con Rajoy o la burguesía española contra Merkel y la burguesía del resto de Europa y la alemana en particular, porque todos ellos como clase y como coalición europea ya han levantado un frente contra nosotros y el resto de los trabajadores/as europeos. Merkel no es más enemiga nuestra de lo que lo es Rajoy y cualquier otro que pretenda relevarle en la tarea de llevar a buen fin el Tratado de Estabilidad, y ya hemos visto quienes lo han ratificado. Nuestros intereses y los de los trabajadores/as alemanes son substancialmente los mismos y opuestos a los de las respectivas burguesías.

Sería un gran error, estúpido y trágico, que nuestro rechazo hacia lo que representa la señora Merkel se deslizase hacia el rechazo a los alemanes en general y por extensión a la clase trabajadora alemana. Es un error tratar a Merkel como si fuese una nazi, porque representa lo que es de hecho la burguesía democrática. Es un error, porque la burguesía alemana lo sabrá explotar para decir “trabajadores alemanes: esos meridionales vagos y manirrotos os insultan llamándoos nazis, no merecen vuestra consideración y menos vuestra solidaridad”.

Debemos hacer todo lo contrario. Ayudar a los trabajadores/as a liberarse de la influencia de su burguesía, para que les quede claro que los reconocemos como miembros de nuestra misma clase y que nos necesitamos mutuamente para vencer la estrategia de la burguesía europea.

7.- Hacia una mayor unidad política de la burguesía europea, con un recorte de nuestros derechos y libertades y un reforzamiento de sus medios represivos. El nuevo papel legalmente reconocido al Ejército alemán

Alemania, por boca de la señor Merkel, tiene prisa porque se firme un nuevo tratado de la U.E., de unión política y fiscal, que dará la llave de la caja (los presupuestos generales de los estados) a una autoridad nada democrática y bajo el peso, sobre todo, de Alemania, que sancionaría a los estados que no cumpliesen con los objetivos de déficit y deuda, es decir, con el programa de abaratamiento a base de hachazos salariales y en los gastos sociales. Según avance la burguesía en esos proyectos conjuntos, deberemos incorporarlos a nuestra estrategia para combatirlos y unir en torno a esa lucha a los trabajadores europeos.

De la catadura que tendrá esa democracia europea es también una muestra el último acto protagonizado por Alemania. El 17/08/2012, el Tribunal Constitucional, por la puerta de atrás, ha modificado de hecho la Constitución al autorizar la intervención del Ejército en el país en caso de “situación excepcional de naturaleza catastrófica” que excede los desastres naturales ya previstos, dejando la interpretación de tan genérica situación al criterio del Gobierno federal. El SPD y los Verdes, han acogido bien la decisión, aunque algunos ¡hipócritas! lamentan que el Tribunal no haya aclarado lo que entiende con esos términos ¡como si no estuviese claro y lo fuesen a decir con todas las letras para que todos se den cuenta de lo que son! Por eso, el partido La Izquierda (Die Linke), aunque socialdemócrata de izquierda, lo ha rechazado. Ya sabemos que, lo reconozca o no la Constitución, el ejército tiene ese papel, pero le facilitan la faena reconociéndolo legalmente, de modo que la cadena de mando y la disciplina funcionarían sin fricciones.

En España, el gobierno del PP viene preparando la reforma del Código Penal que supondrá un recorte de derechos y libertades, una dinámica de intimidación a las luchas.

8.- Nos estamos jugando la derrota para antes de 2020 y nuestro sometimiento por lustros. Ni a nosotros ni a los trabajadores/as alemanes nos interesa eso, sino luchar juntos para evitarlo

La estrategia de la burguesía para imponernos la contrarreforma laboral, el Pacto y el Tratado de Estabilidad, la reforma del artículo 135 de la Constitución y la Ley de Estabilidad, sólo tendrá éxito si vencen nuestra resistencia, si nos obligan a rendirnos, nos desmoralizan, nos derrotan. Y para los trabajadores/as alemanes es substancialmente lo mismo. Si nosotros somos derrotados, a las burguesías europea y alemana les resultará mucho más fácil doblegarles. Si ellos son derrotados, a nosotros nos resultará mucho más difícil resistir la presión de Alemania que en su interior no tendrá a “nadie que le tosa” por lo que nos haga ni reduciendo sus recursos.

Esa derrota deberá estar cumplida, teniendo en cuenta los objetivos del Tratado de Estabilidad y de la Ley de Estabilidad, como tarde para 2020. El PP visto el objetivo de déficit 0% para 2016, tiene intención de lograrla, al menos en lo fundamental, para antes de 2016, es decir, durante esta legislatura. En su empeño tendrá todo el apoyo de Alemania y de otros estados de la Unión Europea, incluido el “socialista” Hollande, de Francia. Cuando termine, pasará el relevo al PSOE para que remate la faena.

9.- El Tratado de Estabilidad, es el buque insignia de la flota de agresión y derrota lanzada por la burguesía europea. El Tratado debiera ser también el objetivo común de la clase trabajadora europea para hacer fracasar esa estrategia

Ahora sumemos 2 + 2. ¿Cuál es la pieza fundamental de la burguesía para imponer su estrategia más allá de esta década, durante la de los 20 al menos, y por tanto para derrotarnos? El Tratado de Estabilidad, y en España la Ley de Estabilidad. ¿Qué objetivo de lucha tenemos más en común con los trabajadores/as del resto de la zona euro, tanto intervenidos como no, para hacer frente a esa estrategia?  Derogar el Tratado de Estabilidad, que en cada país tendrá su traducción legal.

Si esto es así, en vez de luchar por objetivos que no solucionarán nada (como la trampa de las Cortes Constituyentes, en la que ahora no puedo detenerme) y con los que sólo conseguiremos agotarnos, y perder un tiempo precioso, debemos hacer un gran esfuerzo porque llegue al conocimiento del conjunto de la clase trabajadora lo substancial de la naturaleza del Tratado y de la Ley de Estabilidad.

Y el primer paso lo tenemos en las protestas que se puedan realizar contra la visita de la señora Merkel. Denunciando el Tratado de Estabilidad que afecta a todos los trabajadores/as de la eurozona, desde los portugueses a los alemanes pasando por españoles e italianos, y que en plazos breves deberá ser ratificado por los demás países y traducido a su legislación en sus versiones particulares.

A la vez, debemos dejar claro que nuestro rechazo a lo que significa la señora Merkel, es a la vez un abrazo a nuestros compañeros de clase de toda Europa y, muy especialmente, a los alemanes que también tienen que aguantarla.

Como nos están enseñando los trabajadores/as griegos sobre todo, por mucho que se luche, si nos quedamos aislados tras nuestras fronteras, nos iremos agotando, hasta la derrota. Ellos han caído, al parecer, en la trampa de los ataques a Merkel y, generalizando, a “los alemanes”, facilitando las maniobras de división de la burguesía griega y alemana. En vez de pelear por sus intereses y a la vez ganarse las simpatías de los trabajadores/as alemanes, parece que han conseguido su pasividad, indiferencia, y tal vez hasta cierta hostilidad. La burguesía ha sembrado cizaña todo lo que ha podido aprovechándose de esos errores, como tratar a Merkel de nazi. Si nosotros protestamos contra Merkel, que las televisiones de todo el mundo, sobre todo las alemanas, vean que tenemos carteles y pancartas denunciando la agresión común del Tratado de Estabilidad y saludando a la unidad con los trabajadores/as alemanes, en inglés o en alemán a ser posible. No hay ningún obstáculo real para que se haga eso si se quiere. Es una tarea sencilla si se comprende su necesidad y con unos efectos muy superiores a otras actividades.

10.- La madre de todas las estafas: la del trabajo no pagado en el régimen asalariado

Nos quedaremos siempre en una comprensión muy superficial de la naturaleza de la crisis, si no llegamos hasta su raíz: las contradicciones intrínsecas al capitalismo, que se basa en el régimen asalariado del trabajo y su explotación a través del trabajo no pagado o plusvalía que es de donde surge el beneficio del capital y las rentas de la burguesía. Esta es la verdad que la burguesía y también la pequeña burguesía, están interesadas en ocultar, pretendiendo desacreditar este descubrimiento de Marx, para así seguir explotando aunque sea echando las culpas a la banca o a las grandes empresas, monopolios, multinacionales, la globalización, el neoliberalismo, etc., que sirven de cabeza de turco. Para comprenderlo hay que conocer los principios básicos de la crítica económica marxista. Para facilitar su acceso os remito a mi libro que menciono al final.

¡No son “los mercados” es el beneficio capitalista!    ¡La crisis una estafa es, porque el trabajo asalariado lo es: beneficios a cuenta del trabajo no pagado y de recortes en gastos sociales del Estado!   ¡U.E., Unión de Estafadores!    ¡Asalariados e intervenidos, todo es una estafa y la burguesía se escapa!    ¡Trabajo asalariado, rescate para la banca, intervención para el Estado, trabajadores estafados!    ¡La madre de todas las estafas es el régimen asalariado del trabajo: trabajo no pagado origen del beneficio. De aquí se levanta, de esta civilización, el edificio!    ¡No es la crisis, es el explotador régimen asalariado del trabajo!    ¡La raíz de la crisis, es la del beneficio: del trabajo no pagado en el régimen asalariado!

¡BCE presta barato a los banqueros para que se enriquezcan con los intereses de la deuda del Estado a costa de los obreros!   ¡BCE, instigador de la subida de la prima de riesgo!     ¡BCE, sube la prima de riesgo y el déficit, a la banca los beneficios, a nosotros los sacrificios!    ¡BCE engordas la prima de riesgo, pero el régimen, a los trabajadores!    ¡BCE, la prima de riesgo es de tu familia!   ¡BCE = Banco Central para los Especuladores!   ¡BCE, instigador de los recortes laborales y sociales!    ¡BCE = Bandidos Capitalistas Europeos!   ¡BCE, a quién sirves ya se ve: banqueros y capitales, sobre todo alemanes!     ¡BCE abriendo la mano a los especuladores, apretando el cuello a los trabajadores!      ¡BCE, déjate de exigir reducción de salarios, apoya al erario y compra deuda AL Estado, ya!  ¡Burguesía, si quieres el rescate, tu bolsillo ráscate!

¡El déficit es la deuda del capital!  ¡Déficit y deuda son los 50.000 millones de euros defraudados por las grandes empresas!    ¡Déficit en derechos laborales y sociales por pagar las deudas de los capitales!   ¡No al déficit en derechos y gastos sociales, el copago a los capitales!    ¡La deuda es de la burguesía, por sus ventajas y fraudes fiscales, por salvar nosotros sus capitales!   ¡Burguesía, si quieres el rescate, tu bolsillo ráscate!    ¡Rescate con recortes aprobados en las Cortes, Derogación!    

¡Constitución, artículo 135, para 2020 hacia el déficit cero, el hacha de Rajoy, Rubalcaba y Zapatero!   ¡Constitución, artículo 135, al pie de los acreedores, dejáis a los trabajadores!    ¡Constitución, artículo 135, PSOE y PP, dais paso al Tratado de Estabilidad, al capital mayor rentabilidad, a los trabajadores total inseguridad!    ¡Constitución, artículo 135, reformado, es la burguesía quién os lo ha mandado!

¡Ley de Estabilidad, al Tratado de la UE, más inflexibilidad!     ¡Tratado de Estabilidad de la UE a la española, 2020, déficit cero por ciento, menos gastos sociales, mayor empobrecimiento y del clima, calentamiento!   ¡La Unión Europea y sus tratados, trabajadores maltratados!     ¡Ley de Estabilidad, liquidación del “Estado de bienestar”!    ¡Ley de Estabilidad, 2020, déficit 0%, el hacha se te ve!    ¡Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, armas de abaratamiento y empobrecimiento masivo, Derogación!    ¡Ley de Estabilidad, 2020 déficit 0%, prioridad a los acreedores, empobrecimiento a los trabajadores, Derogación!    ¡Contra el Tratado de Estabilidad, trabajadores europeos, unidad!   ¡Trabajadores europeos, unidos o vencidos!    ¡FMI, UE, BCE, dad crédito a Grecia y no el golpe de gracia!   ¡Trabajadores griegos y españoles, contra los mismos explotadores!  ¡Einheit mit den deutschen arbeitern – Unidad con los trabajadores alemanes!   ¡Gobierno del capital, gobierno de bancarrota, a los trabajadores, no nos derrotas!    ¡El programa oculto, es de la burguesía!   ¡Los trabajadores no estamos de rebajas, Gobierno, date de baja!   ¡Gobiernos de la agresión, Dimisión!    ¡Para que no les tomen el relevo: Reforma Laboral, Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, al vertedero!     ¡[voz solista] De la patronal [coro] Menos salario. [voz] Del Estado [coro] Menos servicios. [voz] Abaratar [coro] Al proletario. [voz] Del capital [coro] El beneficio!     [cantarla como “María Cristina me quiere gobernar”]  “¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!”

¡Contrarreforma laboral, derogación!   ¡Ley 20/2012, de 13 de julio, al gran hachazo, nuestro rechazo, Derogación!    ¡Reforma del artículo 135 de la Constitución, Derogación!   ¡Tratado y Ley de Estabilidad, Derogación!    ¡Derogación de todas las leyes españolas derivadas del Tratado de Estabilidad!   ¡Reforma laboral, déficit 0, ataques del capital contra el obrero!   ¡Déficit 0: derrotar a los trabajadores es lo primero!     ¡Tratado de Estabilidad, Tratado de Es tal la habilidad para machacar a los trabajadores, No pasarás!   ¡Contra el Tratado de Estabilidad, trabajadores europeos, unidad!   ¡Desde Lisboa hasta Berlín, al Tratado de Estabilidad, daremos fin!

¡Estado nacional, franquicia de la dictadura europea del gran capital!     ¡Votar cada 4 años para que te pisen con el botín financiero, te boten del trabajo y te golpeen con la bota de la represión!    ¡Votar para que el PP y el PSOE se releven en la aplicación del Pacto y del Tratado de Estabilidad, para derrotarnos con el juego del poli malo y poli bueno!    ¡El programa oculto, es de la burguesía!     ¡Si no hundimos la Ley de Estabilidad, se relevarán para hundirnos!      ¡Para que en la tarea de derrotarte no se releven, que la verdad de la Ley de Estabilidad te revelen!

11.- Para profundizar más en esta línea

Los siguientes textos, todos seleccionados en Kaosenlared. No es “lo de siempre, lo de todos”.

“¿Qué son el Tratado y la Ley de Estabilidad? Abaratar, empobrecer y derrotar para 2020. Futura política fiscal” (31/08/2012) seleccionado como Destacado

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29222-%C2%BFqu%C3%A9-son-el-tratado-y-la-ley-de-estabilidad?-abaratar-empobrecer-y-derrotar-para-2020-futura-pol%C3%ADtica-fiscal.html.

“BCE, compra deuda al Estado. Gobierno de la agresión, dimisión. Ejes para evitar la bancarrota y la derrota” (25/07/2012) seleccionado como Destacado.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/25811-bce-compra-deuda-al-estado-gobierno-de-la-agresi%C3%B3n-dimisi%C3%B3n-ejes-para-evitar-la-bancarrota-y-la-derrota.html.

“El futuro del mundo se juega en Europa esta década. Campaña “2020: déficit 0, trabajadores ko, Cambio Climático 10”” (16/07/2012) seleccionado como Destacado

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/24902-el-futuro-del-mundo-se-juega-en-europa-esta-d%C3%A9cada-campa%C3%B1a-%E2%80%9C2020-d%C3%A9ficit-0-trabajadores-ko-cambio-clim%C3%A1tico-10%E2%80%9D.html.

“La UE del capital. Nueva era, nuevo rumbo. Trabajadores europeos, unidos o derrotados. Nueva estrategia” 22 páginas (14/06/2012) Seleccionado como “Destacado”. Descargando el archivo pdf, tendréis acceso a libros y artículos que vengo publicando en Kaosenlared

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/21552-la-ue-del-capital-nueva-era-nuevo-rumbo-trabajadores-europeos-unidos-o-derrotados-nueva-estrategia.html.

“[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” 94 páginas. (3/03/2012), seleccionado como “Destacado”. Archivo pdf.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-libro-trabajadores-en-bancarrota-y-riesgo-de-derrota-%C2%BFc%C3%B3mo-evitarlas-y-fortalecernos?-una-gu%C3%ADa.html.

“2016 déficit 0. La burguesía acelera para derrotar al proletariado. Por una campaña europea contra el déficit 0” 14 páginas (28/05/2012).

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/19693-2016-d%C3%A9ficit-0-la-burgues%C3%ADa-acelera-para-derrotar-al-proletariado-por-una-campa%C3%B1a-europea-contra-el-d%C3%A9ficit-0.html.

Un artículo que no es mío, pero interesante para conocer lo que ha sido el caso de Islandia “¿Existe un modelo islandés para hacer frente a la crisis capitalista?”

www.elmilitante.net/index.php?option=com_content&view=article&id=7790:ie... [7].

Para acceder a más artículos y libros que vengo publicando en Kaosenlared, todos seleccionados: en el buscador Google (en Yahoo no sale):   “Aurora Despierta” site:kaosenlared.net     Y hacer clic en la primera dirección que pone: Aurora Despierta.  Y dentro “Enlaces a mis artículos y ensayos”    ... Os da acceso a mi página en Kaosenalred donde he metido los enlaces a los textos que voy publicando. O directamente kaosenlared.net/secciones/s2/izquierdaadebate/itemlist/user/1037.html También se va a mi sitio, haciendo clic en mi nombre si en este texto está en rojo

Qué son el Tratado y la Ley de Estabilidad? Abaratar, empobrecer y derrotar para 2020. Futura política fiscal

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Lo que necesitas saber del Tratado de Estabilidad de la U.E. y la española Ley de Estabilidad y no te explican. Hacerlas fracasar con la unión de los trabajadores europeos o su implantación significará nuestra derrota por muchos años, y no poner, para 2020, remedios al Cambio Climático 

Aunque el Tratado de Estabilidad de la Unión Europea y su hija la española Ley de Estabilidad son un rollo, más vale que les prestes atención, porque con los trabajadores/as tienen muy mal rollo. Y apenas encontrarás quién te explique nada. Unos no quieren que te enteres. Otros no reconocen toda su gravedad ni su potencial para ayudar a la unidad de la clase trabajadora europea. En este texto comprenderás por qué cuando incluyan la palabra Estabilidad debes ponerte en guardia: Pacto de… ¡malo!, Tratado de… ¡muy malo!, Ley de… ¡peor! Así que, una vez lo sepas, haznos un favor a todos y ¡pásalo! [Por si alguien es tan ignorante como yo, para ver bien el cartel de la imagen: clic sobre ella. Situarse encima, ratón derecho: “Abrir imagen en nueva pestaña” o Copiar o Guardar]

1.- ¿Qué es el Tratado de Estabilidad, también llamado Pacto Fiscal Europeo?

El 2 de marzo de 2012, todos los estados de la Unión Europea, excepto el Reino Unido y la República Checa, han firmado el Tratado de Estabilidad Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria. El Tratado de Estabilidad, previa ratificación por al menos 12 de los 25 firmantes, entrará en vigor el 1 de enero de 2013, o en su defecto, cuando lo hayan ratificado los necesarios. El Tratado establece la “regla de oro” del equilibrio, estabilidad, consolidación fiscal. Lleva el típico nombre ideado para que no nos enteremos, pues si se denominase por lo que es, sería el Tratado para el desmantelamiento del “Estado de bienestar”, e irresponsabilidad ante el Cambio Climático. En breve, el Tratado de se acabó lo que se daba y vaya comprándose un abanico.

¿Por qué? Establece el Tratado que a partir de 2020 los estados deberán tener un presupuesto equilibrado o superávit, y que la deuda pública no suponga más del 60% del PIB. Por presupuesto equilibrado no se entiende un rígido 0%, sino que se da un margen, un máximo de 0,5% de déficit estructural del PIB a precio de mercado. Los estados que mejor se porten y rebajen mucho la deuda por debajo del 60%, podrían llegar a un déficit estructural del 1% del PIB a precio de mercado.

El déficit estructural es algo así como lo que resultaría si aprovechando todo el potencial productivo del país (PIB potencial) tuviésemos un 0,5% de déficit; la cifra resultante (PIB potencial multiplicado por 0,5%) sería la máxima admisible de déficit real. Pero en la práctica es más complicado y sobre cómo debe entenderse existen controversias. Sólo para hacernos una idea aproximada, un déficit estructural del 0,5% podría equivaler ahora en España, en un período de recesión importante, a un déficit (el que mencionamos habitualmente) del 2,75% del PIB (apreciación personal a “ojímetro” en base a unas estadísticas pero que no anda descarriada). Recordemos que este año España no llegará al objetivo del 3,5% del PIB a pesar de recortes y hachazos por doquier. El límite inferior a 3% de déficit que marca el vigente Pacto de Estabilidad y Crecimiento, está claro que no es ya el objetivo que busca el Tratado, pues de serlo no lo tocarían, por lo que el 0,5% estructural debe ser más ambicioso, y por eso para 2016 ya buscaban el déficit 0.

El Tratado admite que en caso de grave recesión económica (ojo, se entiende por recesión la caída del PIB durante dos trimestres seguidos), temporalmente se pueda desviar del objetivo del máximo 0,5% estructural (o para los más aplicados, del 1%), aunque sin precisar, sin que ponga en riesgo la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo, o sea, moderado, para no aumentar la deuda. Pero bien puede darse esta situación: recesión, estancamiento, caída (cinco meses seguidos no es recesión), estancamiento, caída ídem., estancamiento, y así por mucho tiempo, con algún ligero ascenso pero sin llegar a salir del agujero (volver al nivel de 2007). “Nos hundimos cada vez más pero ¡milagro, no hay recesión!” Si en circunstancias como esas se aplicase el Tratado, a partir de ahí, olvidarse de un déficit estructural superior al 0,5%, por mucho que quede todavía por ascender, por mucho paro que haya y se alargue la fase de recuperación, pero si llegar al nivel de 2007, ni a la expansión (superarlo). En España tendremos paro para dar y tomar también durante la década de los 20, y hasta entonces, dicen las previsiones optimistas del FMI, olvidémonos de llegar al PIB previo a la crisis (2007). Da igual. Si no estamos en recesión, máximo 0,5% estructural. Hasta ahí se podría contar a la hora de déficit para estímulos desde el Estado, protección a los parados, mantenimiento de la sanidad y educación, o, muy importante, para las necesidades de luchar contra el Cambio Climático. Si la UE se muestra ahora tan dura y exigente cuando los objetivos del Pacto de Estabilidad no son tan rigurosos como los del Tratado, da una idea de lo que sería bajo el Tratado una situación de grave recesión, caída, estancamiento y lentísima recuperación.

En cuanto a que la deuda no supere el 60% del PIB, a quienes ahora no la cumplan, les da (desde la entrada en vigor del Tratado, el 1/01/2013) un periodo de veinte años para que el exceso lo disminuyan en un ritmo medio de una veinteava parte por año. Es decir, que se podría estar hasta final de 2032 con una deuda todavía algo superior al 60% del PIB. Si un Estado tiene ahora el 100% del PIB de deuda, deberá reducirla en 40 puntos del PIB hasta llegar a 60% a un ritmo de 2 puntos del PIB al año durante veinte (1/20 de 40 = 1/20 x 40 = 40/20 = 2); llegar a 2020 (7 años desde el 1/01/2013), con 14 puntos menos (al 86% del PIB). Pero no será tan simple. El PIB y la proporción de la deuda (%) no permanecen estables. Lograrlo en tiempos de caída del PIB, supondrá mayor esfuerzo anual pues sube la proporción, pero si aumenta el PIB y se mantiene el volumen de la deuda, se reduce la proporción, y el esfuerzo será menor (1). La deuda de los países más importantes ronda ahora entre el 80% y el 100% o más, y debido a la recesión, o caídas sin recesión, la tendencia es a aumentar el porcentaje, aunque no suba el volumen. La Comisión Europea calcula que para 2020 España una deuda tendrá más del 110% del PIB. Si se tiene déficit y deuda excesivos, toca doble esfuerzo.

2.- Equilibrio, consolidación, superávit, estabilidad. Todo suena muy bonito, pero…

¿Qué esfuerzo supone esto y a cuenta de quiénes cuando estamos viendo lo que ocurre en España para rebajar sólo un poco el déficit y sin meternos de lleno con la deuda? Terminamos el año 2011 con una deuda pública de 68,5% del PIB, y el primer trimestre de 2012 ha finalizado con un 72,1% del PIB, tanto porque ha disminuido el PIB como porque ha aumentado el volumen de la deuda.

El equilibrio o incluso el superávit, no son por sí mismos una misión imposible. Depende del conjunto, del contexto. Alemania (gracias a los desequilibrios europeos y su ventajismo) lo tiene en el 0% y España, antes de estallar la crisis mundial y la burbuja doméstica (2007), tenía superávit y la deuda pública era del 32,6% del PIB. Como criterio general y abstracto, es correcto procurar no desviarse mucho del equilibrio; sobre todo en los buenos tiempos de crecimiento, es importante lograr un superávit que permita sobrellevar mejor un déficit en los malos; pero la cuestión central es de quién se recauda sobre todo (empresas o trabajadores) y en qué se gasta (sociales o militares). El problema es también la pretensión de convertirlo en principio de política fiscal, programa, dogma, mantenerlo “para siempre”, tolerar un déficit muy bajo incluso en caso de recesión, estancamiento y caídas sin recesión, y a la vez conseguir un gran y rápido descenso en la deuda acumulada (lo que significa priorizar de hecho a los acreedores), aprovechando cualquier ingreso por encima del previsto. Sólo puede emitirse deuda pública si hay déficit (gastos superiores a los ingresos por las vías ordinarias: impuestos, tasas…). La exigencia de bajar la deuda y a la vez el tope del déficit, significa limitar la emisión nueva deuda al punto de casi extinguirla. Tanto más duro con las perspectivas que tiene por delante el capitalismo mundial y europeo, y con una política recaudatoria socialmente regresiva. Las previsiones del FMI y de la OCDE para la deuda pública en 2013 son, para Alemania superiores al 80%, también para España, para Francia entre el 90 y el 100%, Italia el 120%, para el conjunto de la zona euro, entre el 92 y el 100%. Y van muy en serio pues prevén sanciones para los estados infractores.

En una fase de expansión, el crecimiento de los ingresos del Estado, permite reducir el déficit y lograr un descenso de la deuda de un modo que no resulte obligadamente doloroso para la población, pero en circunstancias como las actuales de recesión o caídas, de una vuelta de tuerca en la misma por aplicar el Pacto de Estabilidad (déficit inferior al 3% del PIB), con nulas o escasas perspectivas de reactivación de la economía nacional, europea y mundial, y una fiscalidad injusta a tope, es otro cantar. España además, con el rescate a la banca, carga con un aumento del déficit por el pago de los intereses, y de la deuda por la responsabilidad del Estado en la devolución del crédito. Y pretenden que disminuyan ambos, con un sobreesfuerzo a costa de los gastos sociales, claro está.

Perseguir una política fiscal disciplinada, de modo que en los años de expansión se consiga el equilibrio, incluso importantes superávits gracias a buenos ingresos, no por las burbujas, sino por una base impositiva estructural sólida y socialmente no regresiva (importantes impuestos a las empresas y a las rentas personales de la burguesía, no sobrecargar a los trabajadores/as ni al consumo ordinario), que se traduzca en grandes gastos sociales y que permita déficits importantes durante una recesión para ayudar a superarla, no es lo mismo que no haberlo hecho y a estas alturas del partido, en recesión, cambiar de reglas y de árbitro (U.E., BCE), buscar a toda costa el equilibrio con un régimen fiscal de lo más injusto por regresivo y coladero para el fraude fiscal del capital y la burguesía.

El equilibrio, el superávit y el déficit mínimo serían estupendos si fuesen el resultado de grandes ingresos a cuenta del capital, con grandes transferencias a los trabajadores/as mediante gastos sociales y promoción del empleo, porque supondría recuperar buena parte de la plusvalía (trabajo no pagado) apropiada por la burguesía para devolverla a los trabajadores/as vía Estado. Pero el capitalismo real, la burguesía real y el Estado burgués real, son lo que hemos visto, porque con el régimen asalariado del trabajo, ante todo debe primar el proceso de acumular plusvalía (beneficios) en forma de capital para generar más ganancias en la siguiente ronda. Aquel panorama idílico tal vez se haya imaginado en algunos pocos países europeos ricos durante parte de los “30 gloriosos” (en España nunca), pero con la llegada del neoliberalismo (década de los 80), la globalización con sus deslocalizaciones y competencia feroz, definitivamente empezó a esfumarse con la reducción de impuestos al capital y la burguesía, y recortes en gastos sociales además de salariales. No vale escudarse en esos países (Suecia, Dinamarca…), porque no son los más representativos del capitalismo realmente existente e implican (como veremos) a una parte muy pequeña de la población, incluso a escala europea.

En el comienzo del capitalismo, era sobre todo la burguesía la que corría con los gastos del Estado (burocracia, militares, policías…), pero para el proletariado no era un chollo pues a duras penas lograba sobrevivir con salarios de miseria (imposible cargar impuestos), y tampoco tenía ninguna protección social. El trabajo no pagado (plusvalía, casi = beneficios) se lo embolsaba prácticamente intacta la burguesía, sin que hubiese trasferencias a los trabajadores/as vía Estado, por lo que el sistema no era menos injusto, sino más. Pero ese no sería el modelo del futuro, sino un Estado burgués mínimo (burocracia, represión, militarismo, servicios al capital), con impuestos a los trabajadores/as sobre todo pero con una enseñanza, sanidad, dependencia, jubilación, crecientemente privatizadas y de más difícil acceso, y sin apenas cobertura de desempleo. Algo que nos anuncian también los republicanos de EEUU.

El objetivo declarado de la burguesía es el equilibrio fiscal y se hace la loca sobre la cuestión central: qué pasa con la plusvalía y a dónde va a parar. Recortes salariales y con qué clase de política fiscal ¿regresiva o progresiva? ¿reforzando o desmantelando el “Estado de bienestar”?. Veremos como el PSOE se ha dado unas prisas enormes para imponer en la Constitución el equilibro fiscal y la obligación prioritaria del pago de la deuda, pero durante sus mandatos y en la oposición no se ha tomado ni el mismo interés por subidas reales notables del bajo salario mínimo (SMI) ni una política fiscal progresiva que acabe siquiera con el enorme fraude fiscal de la burguesía. Y yendo más lejos, el PP nos ha traído la “amnistía fiscal”. Con un régimen fiscal clamorosamente injusto y un “Estado de bienestar” pequeño como el español (comparando en la UE, relación gastos sociales % del PIB), el equilibrio fiscal, la casi prohibición de emitir más deuda, la prioridad al pago de la existente, solo puede agravar esa situación.

Así que ahora nos vienen con la historia de la disciplina fiscal, porque saben que recaerá sobre nosotros, pues entre las urgentes “reformas estructurales” nunca está la de aumentar los ingresos fiscales acabando con un sistema impositivo regresivo, y eliminando de verdad la evasión y los paraísos fiscales. Claro, la Unión Europea, “no” se entromete en los “asuntos internos” de un país. Se puede tener el mucho o poco “Estado de bienestar” que se quiera. La UE se “limita” a “recomendar” reformas laborales, la individualización de las relaciones laborales, devaluación de la negociación colectiva, bajada de sueldos, reducción del salario mínimo, despido más barato, supresión de empleo público, recorte de los subsidios a los parados, elevación de la edad de jubilación y bajada de las pensiones, disminución de las cotizaciones sociales de las empresas, subidas del IVA, privatizaciones, el “plan Bolonia” para la enseñanza universitaria, recortes en todos los gastos sociales para ajustarse cuanto antes al déficit inferior al 3% (Plan de Estabilidad), y si eso provoca recesión y baja poco el déficit, pues del mismo veneno ¡otra ronda!, etc.. Ahora las transferencias son ante todo de los trabajadores/as al capital, vía impuestos para salvar a la banca y que ésta pague sus deudas a la alemana, francesa, británica, etc. Ellas fomentaron y se forraron con la burbuja inmobiliaria, pero cuando estalla, tanto los deudores como los acreedores, quieren que el riesgo y las pérdidas corran de cuenta de los trabajadores. ¡Luego dirán que el beneficio es el premio por el riesgo! Es decir, saquear, avasallar y derrotar a la clase trabajadora que en esas condiciones ¿cómo puede defender el “Estado de bienestar” que la UE desmantela con sus exigencias para el déficit y “condiciones” a los rescates?

Renunciar prácticamente a emitir deuda, en plena decadencia histórica del capitalismo, con una crisis y sus consecuencias que sobre todo en España seguiremos arrastrando durante toda la década de los 20, y con la Mega-crisis que se anuncia para la década de los 30 con la carestía de la energía (pico o cénit del petróleo y gas natural), con la necesidad de ingentes inversiones públicas para luchar contra el Cambio Climático, es un ajuste más que extraordinario, toda una “proeza” de política económica, pues no se plantean un objetivo para un año o poco más, sino, en principio, para siempre, hasta que decidan cambiar. Con lo que nos van adelantando ya nos imaginamos cómo lo conseguirán.

Éste es el tiempo real, la realidad en la que buscan imponer el Tratado y sus resultados reales, y no las elucubraciones con la que la socialdemocracia europea (PSOE incluido) pretende afirmar lo que niega con los hechos: un golpe mortal al “Estado de bienestar”, presentado como una forma de garantizarlo. Igual que el PP, cuando excusa los recortes como medida para asegurar la sostenibilidad de lo que mutilan… a la espera del siguiente hachazo.

El Tratado debe plasmarse en la legislación de cada Estado, y para que no pueda tumbarse (derogarse) fácilmente, quieren dejarlo “atado y bien atado”, de modo que sus principios se recojan en la más difícil de modificar, en nuestro caso, la sacrosanta Constitución. Con su reforma y acuerdo, el PSOE y PP han pretendido echarle el candado y arrojar la llave.

3.- El Tratado empieza a hacer sus trastadas en España. Reforma Constitución. Ley Orgánica 2/2012 de 27 de abril o Ley de Estabilidad

Antes de la firma del Tratado y que cualquier otro Estado (salvo Alemania), como alumnos aventajados del neoliberalismo, para ganar méritos ante Europa y “los mercados” financieros, el PSOE, con Zapatero en el gobierno, tomó la iniciativa, y con el apoyo del PP, a nuestras espaldas, aprovechando que el país estaba de vacaciones, en agosto y septiembre de 2011 (día 27), reformaron por vía de urgencia el artículo 135 de la Constitución, la misma que para otros asuntos no hay dios que la mueva.

¿Y en qué consiste esa reforma? Dejemos de entrada bien establecido que la deuda pública puede ser (es) muy injusta: deuda por pagar el rescate a la banca, porque gracias al BCE (no compra deuda directamente al Estado en las subastas del mercado primario) los bancos y demás especuladores suben los intereses que debemos pagar por la deuda pública, porque en España el gran capital defrauda al año unos 50.000 millones de euros, porque la burguesía sale mejor parada en los impuestos que los trabajadores/as y así no hay tantos ingresos como debiera, por los costosos gastos y compras militares, etc.

Pues bien, gracias al paso adelante voluntario del PSOE, sin que nadie, salvo su conciencia burguesa, le mandara nada, con esa reforma del artículo 135, el pago de los intereses y del capital de la deuda tendrá prioridad absoluta sobre cualquier otro gasto del Estado. Aunque la deuda sea inmoral y el acreedor un usurero, el pago a su vencimiento tendrá prioridad, y por tanto, si hace falta, se retirará dinero de los salarios de los funcionarios, de la educación, de la sanidad, de la dependencia, de las prestaciones y subsidios de desempleo, de las pensiones, de donde sea antes de faltar al pago. Las deudas no se discuten, no hay modificación (recorte) a los acreedores. Y esto no los ha impuesto, junto con el PP, los supuestos socialistas y paladines del “Estado de bienestar”, el PSOE.

Quitar el dinero a un pobre está feo pero, como dirían en el PP, a veces “no hay otro remedio, es lo que debemos hacer, aunque no nos guste y sea desagradable”; retrasarse o hacer un recorte en el pago al acreedor, o negarse a pagar una deuda por injusta o usurera ¡eso es pecado mortal!, peor incluso, ¡anticonstitucional! Si tanto les preocupa el déficit y el pago de la deuda ¿Por qué no han evitado esa reforma y en su lugar han puesto hace años otra que dé rango constitucional a la prioridad de luchar contra el fraude fiscal sobre todo de las grandes empresas y fortunas, castigarlo con duras penas monetarias e incluso de cárcel?

El artículo reformado recoge también el límite del volumen de la deuda y el equilibrio en términos de déficit estructural, remitiéndose al Tratado que más delante firmarían los estados. El Tratado de Estabilidad, ha sido ratificado el 21 de junio por el Congreso español con los votos de PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN. Tomad nota, porque por sus frutos los conoceréis.

Pero el Tratado y la Constitución no bastan. Debe ser plasmado en una ley, y esta es la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, del gobierno del PP, con los votos favorables además de CiU y UPyD. El PSOE, PNV y UPN, pueden no compartir la radicalidad de la ley española, o dárselas ante la población de objetores u opositores con la tranquilidad de que su aprobación estaba garantizada aunque sólo fuese gracias al rodillo parlamentario del PP. El caso es que nadie ha impedido que la saque adelante amenazando con no ratificar el Tratado, ni llamado a la lucha, y, en fecha posterior, el 21/06/2012 han ratificado el Tratado, del que la ley es hija, demostrando así su acuerdo en lo fundamental con la estrategia del conjunto de la burguesía de la UE.

En esta ley se establece que el Estado debe tomar medidas de reducción del déficit y la deuda pública para que a partir de 2020 el déficit sea el 0% del PIB nacional e incluso haya superávit, y que la deuda pública pendiente no supere el 60% del PIB, aunque se concede el plazo del Tratado (sus veinte años), para reducirla a ese máximo. El PP pretendía que el plazo sólo fuese de ocho años (de 2012 a 1/01/2020), pero la presión de CiU, pensando en las Comunidades Autónomas, ha conseguido que se amplíe con el criterio del Tratado. Previsora, porque Catalunya ha pedido ahora un rescate al Gobierno.

Esta Ley es más dura, y ya es decir, que el artículo 135 de la Constitución y el Tratado, pues éste considera equilibrado un déficit estructural que no supere el 0,5%, pero la Ley exige el 0% puro y duro o superávit. Si la Constitución buscaba limitar el déficit estructural, la ley, eliminarlo. Y sólo para el caso de las reformas estructurales con efectos presupuestarios a largo plazo se admite hasta el 0,4% estructural para el conjunto de las administraciones del Estado. En caso de catástrofe natural, recesión económica o emergencia extraordinaria, según apreciación de la mayoría absoluta del Congreso, podría aceptar un déficit estructural ¿Cuánto? Visto el 0,4% y que el Tratado de Estabilidad permite en esas circunstancia más del 0,5% estructural, por ahí quedará, y tirando a la baja vista la letra y el espíritu de la ley, la experiencia del Pacto de Estabilidad, y la política del PP y afines; y deberá corregirse pronto. En las circunstancias excepcionales en las que se puede incurrir en déficit estructural se podrá tener una deuda superior al 60% del PIB.

El pago de la deuda y sus intereses tendrá prioridad absoluta sobre cualquier otro gasto, aunque sea sanitario, y no podrá revisarse, cuestionarse, ni habrá recortes a los acreedores. Si se obtienen ingresos superiores a los previstos (superávit), no irán a más gastos, sino a reducir la deuda. Cuando se consiga que la economía española crezca al menos un 2% anual (buena tasa), o se cree empleo neto por al menos un 2% anual, también deberá reducirse la proporción de deuda, anualmente como mínimo en dos puntos porcentuales del PIB, lo que supone una reducción de su volumen (2).

Por la obligación de reducir la deuda, no se podrá acumular superávit para gastos extras; y por el límite al déficit y su 0%, tampoco podrá emitirse apenas deuda pública para cubrir nuevos gastos. Además, la deuda pública, sólo en muy pequeña proporción (el 13%, en ese 60%) podrá corresponder a las administraciones autónomas que son las encargadas de los gastos en sanidad y educación, por lo que se les corta las alas, y se verán presionadas a continuar con ajustes, para el pago de su deuda y reducción de su déficit. Porque el objetivo de pagar la deuda y reducirla, es prioritario a cubrir las necesidades de las personas y poner remedio a los desastres que el capitalismo ocasiona, como el Cambio Climático.

La ley entra en vigor: para el límite déficit y deuda, el 1/01/2020; para otros, el 1/05/2012.

4.- Objetivos del Tratado de Estabilidad, se sentirán antes y ¡los adelantan y rebajan!

Hasta aquí disponían del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (lo último es pura retórica añadida por el PS francés) que establece el déficit máximo en inferior al 3% y la deuda en el 60% del PIB. Como no les parece suficiente, han ideado el Tratado. En tanto se llega a 2020, deberán cumplir el Pacto. Pero el Tratado ya afectará, pues para que a partir de 2020 el déficit máximo sea el estructural del 0,5% del PIB, antes debe acercarse todo lo posible. ¡Más se notará con nuestra ley, para tener en 2020 déficit 0%!

Tan es así, que la señora Merkel (Alemania) y el señor Sarkozy (Francia) ya habían acordado (noviembre 2011) llegar al déficit 0% ¡para 2016!, pero el presidente Hollande (Francia) ha preferido dejarlo para 2017. Para no ser menos, el ministro de España, Luis de Guindos, anunció el 27/04/2012, el objetivo del Gobierno de conseguir también el déficit cero para todas las administraciones del Estado para ¡2016! Es decir, terminar su legislatura a finales de 2015 y dejarle al PSOE el déficit en bandeja para bajarlo al 0% y mantenerlo contra viento y marea de los trabajadores/as hasta 2020 cuando podría tomarle el relevo el PP. ¿Cómo lograrlo cuando sólo bajar un punto o algunas décimas, está significando enormes sacrificios a la población, recortes y hachazos a los salarios, al empleo, a los gastos sociales del Estado?

Por tanto, los objetivos de déficit del Tratado son de larga duración pero no a largo plazo, pues su presión ya se nota y mucho, aunque ni siquiera haya entrado en vigor. La pretensión de imponerlo cuanto antes implica vencer la resistencia de la clase trabajadora, abaratarla mucho más, empobrecerla y desampararla, y como eso supone mayor sometimiento, derrotarla. ¿Cuántos han alertado en su momento y de forma audible de la pretensión del gobierno español? ¡Quieren derrotarnos para antes de 2016!

5.- Crisis de sobreproducción, endeudamiento, desendeudamiento, tasa de ganancia y una nueva era de política fiscal desde 2020 con el horizonte de la década de los 30 y su Mega-Crisis

Una característica resultante de esta crisis de sobreproducción, con un mundo ya cubierto por el capital y las mercancías, con una demanda solvente de los trabajadores/as muy limitada por la permanente reducción de los salarios, es haber intentado posponer el pago con un gigantesco endeudamiento de empresas y bancos sobre todo, pero también particulares y Estado. El capitalismo ya no aguanta esta marcha de endeudamiento. Necesita cobrar, desendeudarse y aumentar sus beneficios reduciendo los gastos directos (salarios) e indirectos (gastos sociales, “Estado de bienestar”) de la clase trabajadora, sobre todo.

El Estado tiene parte de la deuda y también a su cargo los gastos sociales de la clase trabajadora (sanidad, etc.) y los gastos directos de sus trabajadores y servidores (funcionarios y empleados, militares, policías, jueves, burócratas medios y altos, etc.). Como no existe una fiscalidad consolidada que provea de los necesarios ingresos, porque durante varias décadas se han ido reduciendo los impuestos al capital y a la burguesía, y esto ya no puede ser compensado por los ingresos gracias a la bonanza durante la burbuja y sus impuestos al sector inmobiliario y sus transacciones, debido al descenso de la actividad económica y los menores ingresos por IRPF, IVA, Sociedades, etc., el Estado español ha pasado de tener superávit a déficit, acrecentado por el pago de prestaciones y subsidios de desempleo, y los sucesivos rescates a la banca. Para cubrir los gastos ocasionados por el déficit, el Estado ha debido recurrir a un mayor endeudamiento que, “gracias” al papel “independiente” del BCE que apenas compra (en el mercado secundario) deuda del Estado (nunca al Estado en el mercado primario) y a los buitres especuladores, sólo se puede financiar con un alto tipo de interés que aumenta el déficit y la deuda en una espiral infernal, poniendo en riesgo la solvencia del Estado y con ello, el valor de los títulos de deuda comprados por la banca, de la que a su vez sigue dependiendo para vender su deuda pagando alto interés; otro bucle infernal.

Para evitar la insolvencia del Estado, ahora procede el desendeudamiento. Esto se consigue de dos formas. Reduciendo el déficit para emitir menos deuda, y bajando la deuda pendiente. Se consigue menos déficit equilibrando los gastos y los ingresos. Si se aumentasen los impuestos al capital y persiguiese a tope su fraude fiscal, se reducirían los beneficios y los privilegios de la burguesía. Tampoco se puede agotar a los trabajadores/as subiéndoles mucho más el IRPF y el IVA que además retrae el consumo, baja el PIB y aumenta el porcentaje del déficit y la deuda con respecto al PIB. Entonces, aunque siga existiendo ese riesgo, la directa es reducir los gastos salariales y sociales del Estado, para equilibrarlos a los ingresos y eliminar el déficit. Se reduce la deuda pendiente destinando todo lo posible de los ingresos existentes a pagarla, a costa de los gastos sociales, y así despejar las dudas sobre la solvencia del Estado y el verdadero valor de los títulos de deuda de los que los bancos y otros inversores son acreedores.

Hay también otra razón importante. La burguesía tiene una lucha permanente contra la tendencia al descenso de la tasa de ganancia (relación entre el beneficio y el total de la inversión). Esta pelea se agudizará según nos acerquemos al pico o cenit del petróleo y límites del gas natural (década de los 30), porque para mantener y aumentar su beneficio, con costes crecientes, debe reducir el más flexible y accesible, el de los trabajadores/as, tanto en salarios como en gastos sociales del Estado. La burguesía, quiere que el Estado no se endeude por los esos gastos, por lo que debe evitarse el déficit, pero no será porque ella pague más impuestos o deje de defraudar, sino por reducir los gastos. También quiere que el pago de la deuda pendiente tenga prioridad absoluta sobre cualquier otro gasto (social) del Estado, y así rebajarla cuanto antes. El endeudamiento debe reservarse para salvar a la banca y comprar armamento. Y esto tiene prioridad sobre la conveniencia inmediata de los bancos por cobrar intereses altos por la deuda si es para mantener gastos sociales que encarecen el coste total de la fuerza de trabajo y reducen la plusvalía global disponible para el capital.

La vocación del Tratado, y sobre todo de la ley española, es que no se vuelva a generar deuda pública y que, de hacerlo, se pague cuanto antes y con prioridad sobre cualquier otro gasto. ¿Ha habido alguna época en la que los estados burgueses no hayan emitido deuda? Pues algo muy próximo a eso pretenden y sin límite de tiempo, no como una medida transitoria, sino como el modo normal de funcionamiento del Estado, una nueva era.

Según los mismos economistas burgueses, al menos los de tendencia keynesiana, cuando se da una recesión, no hay que tener fobia al déficit porque puede ayudar a superarla, recurriendo a la política fiscal expansiva. Su objetivo es estimular la producción y el empleo, y puede teóricamente hacerse de dos maneras: a) Bajando impuestos, con lo que aumenta el consumo privado; b) Aumentado el gasto público (infraestructuras, investigación y ciencia, etc.) y las transferencias como las prestaciones por desempleo, subsidios, etc. Aunque el efecto inmediato es subir el déficit y emitir deuda, a medio plazo ayuda a reducirlo pues al aumentar la demanda y reactivar la economía, son necesarios menos subsidios de paro, aumentan las cotizaciones y pago de impuestos, mejora el balance del Estado, se reduce el déficit.

Pero si con el Tratado y derivados nacionales, incluso en periodo de recesión sólo se admite un déficit muy bajo, en lugar de una política fiscal expansiva, habría que aplicar una política fiscal contractiva ¡cómo en las fases de crecimiento con riesgo inflacionista! ¿Qué se haría?: a) Una reducción del gasto público (infraestructuras, educación, sanidad, etc.) y unas transferencias mínimas (apenas subsidios y con tendencia a recortarlos, etc.); b) un aumento de los ingresos del Estado subiendo los impuestos, a la renta de los trabajadores/as (IRPF), al consumo (IVA), etc. El resultado, con el descenso de la demanda interna, y de las exportaciones por la crisis general, no puede ser otro que la reducción de la producción y el empleo, luego más recesión e incluso tal vez casi el mismo o más déficit en relación con el PIB. Algo muy parecido a lo que está ocurriendo ahora con las políticas para lograr el 3% del déficit (Pacto de Estabilidad). Si incluso esa política fiscal contractiva provoca un aumento del déficit en vez de su reducción, tendrán la excusa perfecta para una nueva vuelta de tuerca, como ahora con el mecanismo diabólico y sádico de perseguir el 3% del déficit (sobre el mecanismo diabólico leer en “BCE, compra deuda al Estado”). En España, durante toda la década de los 20 seguiremos arrastrando mucho paro y un nivel de PIB inferior al de 2007, más el pago del crédito del rescate a la banca ¡y pretenden un déficit del 0%! ¿Cómo lograrlo si no es a costa de desmantelar el “Estado de bienestar”?

¿Están locos? No lo creo. 1º contarían con que ya habrían derrotado a la clase trabajadora en la presente década con la aplicación del Pacto de Estabilidad y la aproximación a los objetivos del Tratado. 2º durante la década de los 20, en previsión de la crisis de la década de los 30 con aumento de gastos energéticos que repercutirán en todo y la contracción de los mercados mundiales, al gran capital le interesa ir soltando más lastre, eliminando de la competición a muchas empresas, y con la presión de un paro sostenido a posta y la persecución del déficit 0%, reducir aun más la capacidad de resistencia y los costes salariales y sociales de la clase trabajadora, favoreciendo sobre todo la competitividad del sector exportador. Pero eso tampoco les salvará. En la década de los 30 llegará el Decrecimiento a lo capitalismo “caníbal” y hay que ir despejando el terreno. Cuando vean necesario un gran rearme para una guerra en Europa o desde Europa, además de cargarnos de impuestos, se olvidarán del déficit 0% y nos presionarán para comprar “deuda patriótica”.

Quien crea que esto es demasiado cálculo, previsión y maquiavelismo para la burguesía, ignora las múltiples lecciones de la historia, no ha leído nunca un documento del Pentágono (otros estados ponen más celo en preservar sus secretos) y peca de ingenuo creyendo que nos van a explicar de verdad sus planes estratégicos cuando mienten como bellacos en cuestiones de mucha menor trascendencia, y a corto plazo, como el programa oculto del PP, o que su racionalidad es la misma que la de los trabajadores.

6.- Imponer en Europa el Tratado de Estabilidad requiere la derrota de la clase trabajadora para antes de 2020 y mantenerla de ahí en adelante

Cuando el objetivo de la burguesía es recuperar su tasa de ganancia, vía recorte en costes salariales y sociales, la reducción del déficit y deuda del Tratado, está claro que no será a costa de expropiar a la burguesía, ni de aumentar notablemente los impuestos a las grandes empresas y fortunas personales, ¿ni siquiera de terminar con su enorme fraude fiscal?, porque eso atentaría contra su tasa de ganancia y privilegios, sino a costa de desmantelar de hecho el “Estado de bienestar”. Si esto es verdad para toda la zona euro, más lo sería para España, porque se pretende partiendo de una grave crisis (¡el peor momento para aplicar una política así, que se convierte en pro-cíclica!, aunque esto sea ya mucho más serio que un simple ciclo) de la que, en el mejor y muy improbable de los casos, no saldríamos (recuperando el nivel de PIB y empleo de 2007) hasta bien entrada la década de los 20 (FMI; el CES: 2025), y porque el “Estado de bienestar” es escaso comparado por el PIB con otros países europeos, por lo que se acusaría mucho más la cura de “adelgazamiento”. En la ley española ya se contempla el ajuste del sistema de pensiones en caso de que tenga déficit, y no hay que ser adivina para saber que será recortándolas, no aumentando las cotizaciones del capital, sobre todo si tenemos en cuenta que es desde el año 2020 cuando más se van a empezar a notar las jubilaciones de los baby boomers españoles (nacidos entre los mediados de las décadas de los 50 y de los 60 del siglo pasado).

De imponerse los objetivos del Pacto, del Tratado y las leyes domésticas que lo aplican, sólo puede significar el abaratamiento y empobrecimiento de la clase trabajadora, y vencida nuestra resistencia a esa agresión, nuestra derrota y desmoralización, que la burguesía procurará prolongar en la próxima década cuando menos para mantener los objetivos del Tratado, y también para desánimo de los trabajadores/as de países que no son de la zona euro, y los de otros continentes.

Aunque en otros países europeos, como Alemania, Austria, Países Bajos, Suecia, Francia, la situación no sea tan dura como en España, el Tratado también exigirá un retroceso muy importante en las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora (Alemania ya conoce de forma masiva los contratos mini-jobs y un recorte del “Estado de bienestar”). Sus exportaciones se verán afectadas por la reducción del consumo en Europa, y en mercados extra-europeos no encontrarán suficiente compensación El descenso del consumo en España, Italia, Portugal, etc., que al abaratar la fuerza de trabajo favorece la competitividad de las exportaciones, no podrá ser del todo compensado por otras partes del mundo que además lo tendrán más y más complicado por la reducción europea de la importación de sus mercancías. Además no basta con hacer una lista de países, pues debemos considerar también el número de habitantes. España tiene más de 47 millones, Austria no llega a los 8.5 millones, Países Bajos 16.7, Luxemburgo 0.5, Bélgica 11, Dinamarca 5.5, Finlandia 5.3, Italia 61, Francia 66, Alemania 82.6, Portugal 11.3, Grecia 11.2, Irlanda 4.2. Es decir, que el número de habitantes de la eurozona fuertemente afectados va a ser muy grande y no estarán libres sectores amplios de la población de los países más ricos. Derrotar a los trabajadores/as españoles, griegos, portugueses, irlandeses, italianos, franceses, y que los alemanes se queden prácticamente solos, ya sería una derrota en toda regla de la clase trabajadora europea.

El objetivo de la burguesía española y europea no es la cacareada “salida de la crisis”, “sanear las cuentas para impulsar el crecimiento”, y otras muchas trolas, sino abaratar el coste que el mantenimiento de los trabajadores/as supone para ella, tanto en gastos directos (salario, cotizaciones a la Seguridad Social) como en indirectos y diferidos (sanidad, enseñanza, pensiones, jubilaciones, dependencia, etc.). ¿Para qué? Pues porque así, queda más margen para el trabajo no pagado, que es el origen de su beneficio, para favorecer al gran capital sobre el mediano y pequeño, al financiero sobre el productivo, al capital exportador sobre el que depende del consumo interior, y al que habla alemán sobre los del Sur. Y por una previsión cara a la década de los 30 que ya he mencionado aquí y tratado en otros textos.

Para conseguir ese objetivo se sirven incluso de profundizar la crisis a costa de los trabajadores/as, autónomos, pequeñas y medianas empresas, porque el aumento del paro es un arma ideal para atemorizar, abaratar a los que trabajan con la amenaza del paro, y desorganizar a los trabajadores/as desperdigándolos sin centro de trabajo desde el que luchar. No quieren crear empleo, sino abaratar el trabajo al máximo incluso a costa de generar más paro. Por eso, aunque sepan que habrá más recesión, las instituciones de la UE, los grandes bancos, etc., aprueban al Gobierno.

El capital, procurando darle muy poca publicidad para que no nos enteremos de qué va realmente, está proyectando todo un nuevo escenario social, una Unión Europea en la cual el dominio del gran capital será absoluto y del “Estado de bienestar” y los derechos laborales y sociales, no quedará sino la sombra. Esto es llevar hasta sus extremos más dictatoriales el régimen asalariado del trabajo. A pesar de su nombre tan discreto e inocente, el Tratado de Estabilidad, es una pieza maestra en este plan maquiavélico y siniestro. Debería llamarse Tratado de Es tal la habilidad para machacar a los trabajadores, o Tratado de Desestabilizar a los trabajadores. Y condicionará también esta década porque para 2020 debemos llegar, al menos en España con su hija la Ley de Estabilidad, al déficit 0%. ¿Están los sindicatos y la izquierda alertándonos debidamente contra todo esto para que lo tengamos bien claro y lo echemos abajo cuanto antes? No. ¿Están las organizaciones que se dicen revolucionarias dando la señal de alerta? Tampoco, tal es su grado de desorientación y carencia de una estrategia para la clase trabajadora europea.

Así la burguesía seguirá yendo muy por delante de nosotros y metiéndonos goleadas. Para imponer semejante agresión, saben que deben derrotarnos, humillarnos (como el “que se jodan” de Andrea Fabra, del PP), desmoralizarnos, someternos del todo.

Esta es la verdadera meta de la burguesía europea y a la que se dedican los gobiernos de España encabezados por el central del PP. Y quieren hacerlo cuanto antes, no sea que seamos capaces reaccionar y hacerles fracasar, sobre todo uniéndonos los trabajadores/as de los países intervenidos y con los que no lo están. Por eso la guerra relámpago que han lanzado a base de “viernes de crucifixión” y no parando ni en agosto. Como instrumentos para su objetivo de abaratar los costes que para el capital supone la población trabajadora, disponen de la Contrarreforma Laboral, la ley de jubilaciones (ya aprobada por el PSOE y que el PP ya ha prometido a la UE empeorar incluso antes de su entrada en vigor el 1 de enero de 2013) y todo un arsenal legislativo y constitucional que sin duda se irá reforzando. El rescate a la banca, el rescate al Estado, todas las leyes van orientadas a aumentar los beneficios sobre todo del gran capital, financiero y exportador, reduciendo los costes salariales y sociales de la clase trabajadora y el pueblo.

Es cierto que el gobierno tiene problemas y conflictos con las burguesías de las autonomías y de otros estados; a veces está desorientado sobre cuál es el mejor paso a dar, pero también es verdad lo que dice Rajoy: “el Gobierno sabe perfectamente a dónde va” (3 agosto), otra cosa es por dónde. Pero tienen claro lo fundamental de la hoja de ruta: derrotar a la clase trabajadora para antes de 2020, a poder ser mientras ellos estén en el gobierno, antes de finales de 2015, imponer el nuevo escenario de política económica estatal del Tratado y la Ley de Estabilidad desde 2020 hasta donde puedan, haciendo desaparecer el déficit y reduciendo la deuda del Estado pendiente, sacrificando los salarios y los gastos sociales. ¡No pararán si no lo impedimos, y mientras puedan aprovecharán a tope su mayoría absoluta en el Congreso! Si hace falta, el PSOE le tomará el relevo porque comparte la reforma del artículo 135 de la Constitución, el Pacto y Tratado de Estabilidad y lo fundamental de la ley española.

7.- El Tratado y la Ley de Estabilidad, un obstáculo formidable en la lucha contra el Cambio Climático. Las prioridades de la burguesía para 2020 no son las nuestras

Los objetivos del IPCC (Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático) que debieran estar cubiertos para 2020 y 2050 a fin de frenar el calentamiento global, es imposible que se consigan cuando a los intereses creados del capital privado, y la crisis cada vez mayor del capitalismo, se le añade una Unión Europea que con el objetivo de déficit 0%, de no emitir más deuda, de reducir cuanto antes la existente, no podrá promover, con el apoyo de nueva deuda pública, las medidas contra el Cambio Climático y la transición a energías renovables que no asumirá la iniciativa del capital privado. El Tratado y sus objetivos antes y a partir de 2020, son por ello un formidable obstáculo más a la adopción de las medidas necesarias para luchar contra el calentamiento global. La derrota de la clase trabajadora, necesaria para imponer el Tratado y leyes domésticas, eliminará también a la única clase social capaz de liderar a la Humanidad en la lucha contra el Cambio Climático que pasa por modificar las prioridades para 2020 y, cara a 2050, vencer a la burguesía y llegar a suprimir el origen de todo esto, el régimen asalariado del trabajo, el capitalismo decadente, depredador y degradante de la Naturaleza.

8.- El Tratado de Estabilidad, peligro para toda la clase trabajadora europea y mundial, factor de unidad para un referente planetario

Esta cuestión viene siendo objeto de varios textos seleccionados en Kaosenlared y lo será de más, así que para no repetirme remito a ellos. La lucha contra el Tratado sólo puede llevarse hasta su victoria mediante la resistencia de la clase trabajadora afectada en toda la Unión Europea, sobre todo de los principales países (España, Italia, Francia, Alemania…). Los efectos del Tratado no los van a notar igual, por ejemplo, los trabajadores/as de Suecia que los de Portugal, porque el poder económico, el nivel de déficit y de deuda, el carácter de los impuestos y el desarrollo previo del “Estado de bienestar” son muy diferentes, pero de un modo u otro todos lo van a sufrir, más si aumenta la recesión en Europa y el mundo. El Tratado establece unos mínimos. Como demuestra la Ley de Estabilidad española, la ley nacional puede ser peor que el Tratado. Si esto ocurre en otros estados, dará pie a una mayor unidad. Sin duda existirá una cadena de países especialmente lacerados que corresponden al Sur de Europa, también Irlanda, e incluida Francia que todavía tiene mucho déficit y deuda. La lucha contra el Tratado es un elemento clave, una oportunidad extraordinaria, para establecer una estrategia conjunta de los trabajadores/as europeos, que supondrá un salto histórico en las relaciones europeas, y un referente para los trabajadores/as de todo el mundo, como los de EEUU, amenazados por unos republicanos que quieren cargarse lo que allí queda del “Estado de bienestar”; sería incalificable que no supiésemos aprovecharlo. Esto forma parte de una visión histórica que se prolonga a la década de los 30 y más allá que vengo desarrollando en numerosos textos y libros, todos ellos seleccionados en Kaosenlared.

9.- ¡Tratado y Ley de Estabilidad destrozados, la responsabilidad que nos hemos marcado! Empecemos ya este otoño.

Si la burguesía se sale con la suya, el año 2020 será el año que confirme nuestra doble derrota: ante su ofensiva para nuestro abaratamiento sistemático, y ante su irresponsabilidad frente al Cambio Climático. Las consecuencias de ambas pesarán sobremanera sobre nosotros y las generaciones futuras.

Para impedirlo, debemos cargarnos el Tratado de Estabilidad, porque es la pieza maestra de la estrategia del gran capital europeo. Que no sepan muy bien cómo hacerlo no quiere decir que no sepan a dónde quieren llegar. Nosotros vamos a impedir que lleguen, dificultando su marcha, pero sobre todo atacando su objetivo, desenmascarando su plan estratégico, y uniendo a los trabajadores/as de toda Europa en su contra.

La lucha contra el Tratado, puede constituir el eje central de una campaña por la unidad de todos los trabajadores europeos contra la estrategia de doble derrota por el capital, con un planteamiento concreto para el país (dependiendo diferencia en el límite déficit): ¡2020, déficit 0%, ricos +ricos, trabajadores ko, Cambio Climático 10! Sus primeros pasos los vengo exponiendo en varios textos todos en Kaosenlared. Un primer paso es que también forme parte de nuestra lucha en este otoño, en la próxima Huelga General.

¡Tratado de Estabilidad de la UE a la española, 2020, déficit cero por ciento, menos gastos sociales, mayor empobrecimiento y del clima, calentamiento!   ¡La Unión Europea y sus tratados, trabajadores maltratados!     ¡Ley de Estabilidad, liquidación del “Estado de bienestar”!    ¡Ley de Estabilidad, 2020, déficit 0%, el hacha se te ve!    ¡Constitución, artículo 135, para 2020 déficit cero, el hacha de Rajoy, Rubalcaba y Zapatero!    ¡Pacto, Tratado y Ley de Estabilidad, armas de abaratamiento y empobrecimiento masivo, Derogación!    ¡Contra el Tratado de Estabilidad, trabajadores europeos, unidad!   ¡Para los 20 nos quieren derrotar,/ los trabajadores enseñamos los dientes,/ despediremos al Gobierno saliente,/ al capital haremos recular! [cantarla como “María Cristina me quiere gobernar”]

NOTAS: 1) Con un descenso del PIB la misma deuda supondrá una proporción (%) mayor del PIB, luego a la reducción de 1/20 le corresponderá una deuda mayor. Visualicemos con un ejemplo con cifras algo exageradas: 100 PIB --- 100 deuda --- proporción 100%; 60% (de 100) = 60; exceso deuda 40; 1/20 anual de 40 = 2 al año. Descenso a 90 PIB ---100 deuda --- proporción 101,1%; 60% (de 90) = 54; exceso deuda 46; 1/20 anual de 46 = 2,3 al año. Si, al contrario, hubiese crecimiento, y no aumentase el volumen de la deuda, podría ser esto: 110 PIB ---100 deuda --- proporción 90,91%; 60% (de 110) = 66; exceso 34; 1/20 anual de 34 = 1,70 al año.

2) Un ejemplo simple. Si tenemos un PIB de 100, con un volumen de deuda de 80, tendremos una proporción de 80% del PIB. Si subimos el PIB a 102, y dejamos el volumen de la deuda intacto en 80, descendería a 78,43% del PIB. Pero si debemos bajar directamente la proporción como mínimo en dos puntos, a 78%, entonces le corresponde un volumen de deuda de 79,56, por lo que es obligado reducirla mediante pago. Si el año siguiente obtenemos otro 2% de crecimiento y aplicamos la misma reducción tendremos: 104 PIB, proporción deuda 76% PIB, volumen deuda 79,04. Se quiere reducir no sólo la proporción sino el volumen. Si la redacción de la ley fuese: “A partir del momento en que la economía nacional alcance una tasa de crecimiento real de, al menos el 2% anual o genere empleo neto con un crecimiento de al menos el 2% anual, la ratio de deuda pública se reducirá anualmente, como mínimo, en esos mismos puntos porcentuales” quedaría bien clara la intención de disminución progresiva. Pero finaliza diciendo “como mínimo, en 2 puntos porcentuales del PIB”, es decir, que de alcanzar un crecimiento del 4%, ¿la obligación no sería reducir la proporción en al menos 4 puntos del PIB, sino en al menos 2? Puede que sea sólo una cuestión de afinar la redacción pero que la intención sea la progresiva.

10.- Para profundizar más en esta línea.

Los siguientes textos, todos seleccionados en Kaosenlared. No es “lo de siempre, lo de todos”.

“BCE, compra deuda al Estado. Gobierno de la agresión, dimisión. Ejes para evitar la bancarrota y la derrota” (25/07/2012) seleccionado como Destacado.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/25811-bce-compra-deuda-al-estado-gobierno-de-la-agresi%C3%B3n-dimisi%C3%B3n-ejes-para-evitar-la-bancarrota-y-la-derrota.html.

“El futuro del mundo se juega en Europa esta década. Campaña “2020: déficit 0, trabajadores ko, Cambio Climático 10”” (16/07/2012) seleccionado como Destacado

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/24902-el-futuro-del-mundo-se-juega-en-europa-esta-d%C3%A9cada-campa%C3%B1a-%E2%80%9C2020-d%C3%A9ficit-0-trabajadores-ko-cambio-clim%C3%A1tico-10%E2%80%9D.html.

“La UE del capital. Nueva era, nuevo rumbo. Trabajadores europeos, unidos o derrotados. Nueva estrategia” 22 páginas (14/06/2012) Seleccionado como “Destacado”. Descargando el archivo pdf, tendréis acceso a libros y artículos que vengo publicando en Kaosenlared

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/21552-la-ue-del-capital-nueva-era-nuevo-rumbo-trabajadores-europeos-unidos-o-derrotados-nueva-estrategia.html.

“[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” 94 páginas. (3/03/2012), seleccionado como “Destacado”.

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-libro-trabajadores-en-bancarrota-y-riesgo-de-derrota-%C2%BFc%C3%B3mo-evitarlas-y-fortalecernos?-una-gu%C3%ADa.html.

“2016 déficit 0. La burguesía acelera para derrotar al proletariado. Por una campaña europea contra el déficit 0” 14 páginas (28/05/2012).

kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/19693-2016-d%C3%A9ficit-0-la-burgues%C3%ADa-acelera-para-derrotar-al-proletariado-por-una-campa%C3%B1a-europea-contra-el-d%C3%A9ficit-0.html.

Para acceder a más artículos y libros que vengo publicando en Kaosenlared, todos seleccionados: en el buscador Google (en Yahoo no sale):   “Aurora Despierta” site:kaosenlared.net     Y hacer clic en la primera dirección que pone: Aurora Despierta.  Y dentro “Enlaces a mis artículos y ensayos”    ... Os da acceso a mi página en Kaosenalred donde he metido los enlaces a los textos que voy publicando. O directamente kaosenlared.net/secciones/s2/izquierdaadebate/itemlist/user/1037.html También se va a mi sitio, haciendo clic en mi nombre si en este texto está en rojo


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Enlaces
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