La
desgastada campaña de la burguesía sobre la «muerte
del comunismo», lanzada luego del derrumbe del bloque
estalinista, busca ser reanimada a partir de la insistencia de la
formación de la «nueva izquierda». En este «nuevo
esquema» se destacan como sus mejores representantes personajes
como Negri, Saramago, Holloway, el guerrillero Marcos y el conjunto
del «movimiento altermundista». Esta «nueva
izquierda» pretende ser la expresión crítica y
renovada de lo que consideran los «viejos principios del
marxismo», no obstante, lo mismo que el estalinismo, el
maoísmo, trotskismo y demás engendros ideológicos,
sigue siendo una estructura dominada (e incluso creada) por la misma
burguesía, por eso es que a través de un enredo
ideológico busca golpear la conciencia de los trabajadores y
someterlos en una dinámica interclasista, que desgaste y
esterilice el descontento y coraje de clase, conduciéndolos a
un callejón donde la única salida que ofrece es la
justificación de la existencia del capitalismo.