Submitted by Revolucion Mundial on
La burguesía habla de recuperación, los ataques crecen
En pleno vendaval de la crisis mundial la burguesía mexicana se llegó a jactar de una "catarrito" para la economía mexicana; los esfuerzos del Estado mexicano se abocaron, desde el 2008, a tratar de poner como causa de la crisis a "factores externos" a la economía mexicana, esta argucia de cada capital nacional por tratar de culpar siempre a "los otros" de la crisis mundial del capitalismo es una manera de ocultar ante los explotados la verdadera causa de la quiebra de este sistema de explotación. Los discursos del capital van en el sentido de hacernos creer que la culpa de nuestra desgracia la tienen otros y los medios se encargan de remacharnos eso, es así que los "alemanes culpan a los griegos, los americanos a los emigrantes latinos, los españoles a los emigrantes sudamericanos, etc.". Todos los estados se aprestan a implementar planes de austeridad, todos los estados están lanzando los peores efectos de la crisis sobre las espaladas de los trabajadores. Los recortes a las pensiones, el aumento a los años de jubilación, el congelamiento salarial, recortes salariales a trabajadores del estado...todos estos flagelos lo está viviendo la clase obrera de Europa y no se trata de una "excepción", se trata del futuro que viviremos millones de trabajadores del planeta entero.
La burguesía mexicana acaba de anunciar la acumulación de una reserva récord en dólares (más de 100 mil millones de dólares), de un aumento en el empleo (que coincide, al igual que en EUA con el fin de los trabajos ligados al levantamiento de censos poblacionales pero que hoy muestran un declive pronunciado), todos esos discursos de que "vamos a salir de la crisis", de que "la recuperación esta en marcha", no concuerdan con los ataques inmisericordes a nuestras condiciones de vida y de trabajo. Esa "recuperación" está en la estratosfera de la ideología burguesa, la realidad es de sacrificios, penurias y privaciones al límite del hambre para millones de trabajadores. ¡Mientras la burguesía habla de recuperación nuestras vidas se vuelven cada vez más miserable!
Por todo el mundo hay un ataque a las pensiones (España, Italia, Grecia...), se reducen los montos de la pensión y se aumentan los años de trabajo. El sueño de jubilarse temprano y vivir bien el resto de vida se ha esfumado, el capitalismo reduce esta parte del salario social y, ante una crisis mundial que no da tregua, cada capital nacional debe atacar las condiciones de vida del proletariado, esa es la receta de siempre si quiere sobrevivir en la competencia del mercado mundial. ¡El "estado de bienestar", el "estado benefactor" se está desmantelando a velocidad récord!
Dividir al proletariado: fórmula del capital para mantener su dominación
El estado arguye que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está en quiebra, que es "inviable financieramente"...en fin, están preparando un ataque mayor bajo la argucia de la "quiebra financiera del IMSS" de lo cual hoy nos dan una "probadita". Como dice la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) de boca de su presidente: "En el futuro, el problema es que las finanzas del IMSS están colapsadas y tenemos que arreglarlo porque nos queda un año y meses para que se colapse financieramente el Instituto; es un problema real y hay que trabajarlo".
Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó el 9 de junio de este año que las pensiones pasaban de un máximo de 25 salarios mínimos a sólo 10 se levantó inmediatamente una nube de declaraciones provenientes de todo el aparato de la burguesía. Sindicatos, partidos políticos y empresarios, todos al unísono reclaman por la magnitud de la "injusticia", cada parte asumiendo su tarea de división desde su trinchera... ¡Hipócritas! Todos ellos aprobaron la reforma del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a mediados de los 90 y también la del Instituto de Seguridad Social al Servicio de Trabajadores del Estado (ISSSTE) que desde la segunda mitad de la década de 2000 rebajó las pensiones del sector educación a 10 salarios mínimos como tope.
Por ejemplo, la CTM declaró pomposamente: "el sector obrero organizado de México "no puede quedar impávido ante semejante ultraje a la clase trabajadora pues de ninguna manera podría avalar esta medida por más cuentas alegres que le presenten" (El Universal, 27-07-10), esta "radicalidad" es precedida por una distinción entre los no afectados (jubilados actuales y los que están bajo el régimen de 1973 y 1997) y los afectados...¡toda la nueva generación de obreros que empezaron a cotizar desde 1998! Los sindicatos son especialistas en mostrar un rostro radical para mejor dividir a los trabajadores. Nos quieren aislar bajo la consigna suicida de "eso a mi no me afecta".
Por otro lado, las organizaciones empresariales, es decir, los representantes directos de la burguesía empresarial, también contribuyen a la confusión a través de declaraciones del presidente de la Concamín donde afirman que "los integrantes del Consejo Técnico estaremos ahí para defender los derechos de los trabajadores. Espero que no se dé el caso. No vemos que en el futuro esto se vaya a presentar, esperemos que no, mientras trataremos de trabajar para resolver el tema, pero cuando menos hoy quedó arreglado". ¡Obreros, no hay de que preocuparse, la burguesía nos salvará! El cinismo no tiene límites, sabemos que esas afirmaciones consoladoras sólo buscan paralizar nuestra indignación para que nos postremos pasivamente aceptando un deterioro criminal de nuestras condiciones de vida. El Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) es más claro: "...los más afectados son dos segmentos: las personas mayores a 60 años que están próximas a jubilarse y los mexicanos que más ganan en el país. "La jubilación máxima con el tope de 25 salarios mínimos es de 40 mil pesos, normalmente no accedes a 100% de la jubilación, accedes a 80%, la expectativa de la gente que se va a jubilar es de 36 mil pesos al mes, con esto lo que podría alcanzar son 13 mil pesos, hay una merma de 23 mil pesos mensuales", (...) Agregó que todos aquellos trabajadores con hasta 10 salarios mínimos no se ven afectados. Dijo que en el caso de los trabajadores próximos a jubilarse, los afectados son 360 mil 214 personas mayores de 60 años". Una buena parte del proletariado, un sector de obreros calificados será atacado sin misericordia, los de 10 salarios mínimos, otro enorme sector y mucho más grande, estará en la lista después de esta andanada. Sería una actitud poco solidaria e ingenua pensar que eso "no nos atañe". Aceptar los ataques hoy es abrir la puerta a peores ataques de mañana.
Hasta el PRI promete "promover reformas para proteger el patrimonio de los trabajadores" (Beltrones), todos los partidos se desgañitan tratando de aparecer como los "defiende obreros", sin embargo son meras poses donde tratan de recolectar clientela electoral y, en coherencia con su función, impedir toda reflexión que cuestione la democracia y la dictadura del capital. Este rancio discurso de las instituciones como "protectoras" de los desposeídos... ¡es falso! Los partidos no representan a la sociedad sino que ¡son el Estado en la sociedad! Se trata de un reparto de las tareas donde cada parte del Estado (sindicatos, partidos y empresarios) asume su función para confundir al proletariado e impedirle una reacción inmediata.
El veneno de la división y del nacionalismo: terreno necesario para ejecutar los ataques
Los sindicatos y los partidos ya están trabajando en la división (los "afectados y no afectados"), otros más hablan de que el sector que se jubila con 25 salarios (40 mil pesos mensuales) son unos "privilegiados" y merecen esa reducción. La mayor parte de jubilados obtienen pensiones de hambre, pero no podemos aceptar que nos dividan entre partes "privilegiadas" y "míseras"; siempre los sindicatos, partidos e izquierdistas usan ese terreno para hacernos aceptar ataques (recuérdese como se satanizó a los electricistas del SME como "holgazanes que ganan mucho").
Para continuar con la campaña, la Confederación de jubilados, pensionados y adultos mayores de la República Mexicana ha llamado a movilizaciones (la primera para el 11 de agosto) bajo perspectivas que son auténticos callejones sin salida:
-"nacionalizar las afores". Con el pretexto de que los fondos para las pensiones están bajo la "voracidad de la banca privada", sindicatos e izquierdistas llaman a que sea el Estado mexicano el que administre las Afores (Fondos para el retiro). Este veneno nacionalista ata a los trabajadores a los designios del Estado, se oculta que es éste y sus cómplices (empresarios, partidos y sindicatos) los causantes de los ataques a nuestras condiciones de vida. Presentar al Estado como el "administrador honesto e ideal" es conducirnos al matadero, es ocultarnos que el Estado es el "capitalista ideal" (Engels), es impedir que comprendamos que la salida a la situación está ligada a la destrucción de ese mismo Estado junto con la explotación que éste mismo encubre y disfraza.
-"pensión digna y recuperar el nivel de vida". Luchando aislados y pidiendo la nacionalización de las Afores es imposible defender nuestras condiciones de vida. Detrás de los sindicatos iremos sólo a la derrota, nos van a aislar de otros sectores de la clase obrera y nos van a imponer consignas que no cuestionan la explotación asalariada y su estado democrático (¡como las nacionalizaciones!). Luchar, resistir al deterioro de nuestras condiciones de existencia, es un combate que no pasa por los sindicatos y sus huelgas de hambre, sus "amparos ante la ley" y sus "imploraciones de piedad" ante la SCJN o cualquier otra dependencia estatal.
Una verdadera movilización para enfrentar los ataques a las pensiones (que ya son una realidad por lo menos desde hace 15 años en México, los ataques que se avecinan con la "reforma laboral" y los que se acumulen), es la movilización de todos los trabajadores, la discusión colectiva en asambleas generales, sin esperar las consignas sindicales y organizando por nosotros mismos las huelgas. Confiar en los sindicatos, los partidos políticos y los izquierdistas nos conducirá a amargas derrotas.
Luchar detrás de los sindicatos es una derrota segura, así pasó en todo los intentos de luchas anteriores contra las reformas a las pensiones donde la consigna sindical más radical consistió en "ampararse ante la nueva ley", resultado... ¡nos metieron un ataque brutal! Recientemente los 44 mil despedidos del SME han dejado sus destinos en manos del sindicato "independiente", resultado, despidos consumados, humillantes y desmoralizantes huelgas de hambre y una casta sindical que busca sacar los mayores dividendos como pago por su función que consistió en agotar a los electricistas más combativos hasta quedar reducidos a una minoría impotente. Debemos desarrollar una reflexión de fondo donde nos planteemos cómo luchar contra y fuera de los sindicatos si queremos realmente defendernos eficazmente contra los ataques terribles que están en marcha y los que vienen.
Marsán. 10-08-10