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Las portadas de los diarios de todo el mundo han anunciado la renuncia de Fidel Castro a la presidencia de Cuba. Los comentarios que se hacen expresan alegría, por parte de unos, y nostalgia por otros, pero sea cual sea el tono, ambas expresiones son extremos de toda una campaña que busca ampliar la confusión sobre el significado real del comunismo.
En la campaña iniciada sobre el "retiro" de Fidel, lo mismo los críticos del castrismo, como los apologistas no hacen sino remarcar que este personaje fue y es un representante del comunismo. De esta forma, gobiernos como el de EUA, y grupos de la "disidencia cubana" instalados en Miami, suponen que esto puede abrir una esperanza para que se genere un ablandamiento de la política cubana, aunque insisten que el verdadero cambio provendrá cuando se derrumbe el "comunismo" y regrese la democracia. Por otro lado gobiernos como el de Nicaragua y Venezuela, y junto a ellos una gran variedad de grupos estalinistas (que de forma convencional suelen presentarse como "marxistas leninistas") lanzan alabanzas a Fidel; y bien podemos suponer que no ha de tardar en que los trotskistas, aunque se dicen críticos del estalinismo y de la tesis contrarrevolucionaria del "socialismo en un solo país", llamen a la defensa del pretendido "Estado obrero degenerado" que suponen existe en Cuba...
Esta campaña empujada por la burguesía, principalmente a partir de su izquierda, le da vida al plantear la discusión sobre lo que sucederá en Cuba con la actual renuncia de Fidel Castro y su evidente muerte próxima. Esta polémica ha estado presente en la agenda del conjunto de las fuerzas imperialistas desde el derrumbe del bloque estalinista.
A mediados de los 90, cuando los efectos del derrumbe del bloque imperialista del Este agitaba las aguas imperialistas, abriéndose la impugnación del liderazgo de los EUA por las mismas fuerzas que habían sido sus fieles aliados mientras existía el peligro de la URSS, a lo que se añade el desmoronamiento de la economía cubana por la falta de los recursos que provenían del desplomado bloque, que alentaba los ánimos de las fuerzas imperialistas rivales a EUA por tomar en este país el relevo que la URSS había dejado vacante; y no era justamente por la importancia económica de la isla, sino que fue realizada con tal osadía con toda la intención de restar fuerza a los EUA, de forma que con ese marco la CCI en su XVI Congreso Internacional podía explicar: "... las tentativas de la burguesía francesa y española de promover una ‘transición democrática' en Cuba CON Castro y no SIN él como pretende el ‘Tío Sam" (Revista Internacional 82, 3er trimestre-1195).
En este sentido, si se realiza la discusión sobre lo que viene sin Fidel a la cabeza del gobierno, hay, ante todo, estar claros que lo que existe en Cuba (desde 1961 a la fecha) no tiene nada que ver con el comunismo. Los grupos estalinistas (desde el EPR, el PCM-ml, Machetearte, hasta En lucha) en todo momento aseguran que Cuba es un bastión del comunismo, entre tanto los grupos trotskistas, complementando la tarea de confusión, nos dicen que se trata de un "Estado obrero degenerado" [1]... pero, puntualizamos:
- En Cuba NO hubo revolución proletaria, sino un golpe de una minoría armada y apoyada por la burguesía de los EUA, y es hasta que en la disputa imperialista, la URSS logra la seducción del nuevo Estado cubano encabezado por Fidel Castro, que se declara de un día para otro como "comunista".
- Las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Castro, aún cuando puedan ofrecer un salario indirecto a través de servicios educativos y médicos o subsidio a mercancías racionadas, los rangos de explotación son muy altos, como referente baste considerar que el salario directo promedio diario para 2008 es de 60 centavos de dólar, y la intensidad de las jornadas es cada vez mayor (incluso se les exige cumplir jornadas gratuitas), de manera que la pretendida protección a los trabajadores resaltada en sus carteles propagandísticos dentro de la isla, no son sino demagogia que puede ser desmentida por los miles de jóvenes y niños (tanto de sexo femenino como masculino) que son arrojados a la prostitución[2] para completar los ingresos necesarios que les permita recurrir al mercado negro y obtener mercancías de consumo básico que sólo disponen los personeros del gobierno.
- El capitalismo NUNCA fue eliminado en Cuba, las medidas de nacionalización y expropiación de tierras y fábricas, no eliminó las relaciones de producción capitalistas, lo único que hizo fue cambiar la forma jurídica de la propiedad (pasando a ser estatal), aparentando con ello que había un cambio, no obstante perdura el dominio del capital sobre el trabajo.
- La existencia de gobiernos de izquierda como el cubano, no valida la tesis estalinista del "socialismo en un solo país", por el contrario confirma que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de ella misma, y cualquier expresión en la que su programa y su fuerza masiva no este presente, no serán sino groseros simulacros que no tiene más objetivo, por más que use un lenguaje radical, que el de perpetuar el dominio del capital.
En ese sentido la clase obrera debe tener claro que gobiernos como el de Castro o el de Chávez, no tienen nada que ver con sus intereses, son representaciones de la clase dominante y esta, mientras exista el capitalismo, requiere para sostener su dominio engendrar tiranos como Batista o Castro, como Calderón o Chávez... por eso no basta con quitar a un personaje para asegurar el cambio, la verdadera emancipación de la clase obrera requiere de la Revolución Comunista Mundial.
RM/23-febrero-08
Notas:
[1] El grupo trotskista LIT-CI, pretende dejar la desgastada cantaleta defensista del "Estado obrero" de Cuba, pero no hace sino repetir el mismo argumento aunque adornándolo con mayor confusión, al plantear que antes del derrumbe del bloque del Este si había tal "Estado obrero", pero la apertura del mercado cubano en los 90 "restauró" el capitalismo... nada se avanza cuando se iguala capitalismo de Estado con comunismo, y estalinismo con marxismo.
[2] El cinismo de Fidel Castro, es tan grande como el de cualquier otro burgués, dado que, en la década de los 90 reconoció el crecimiento de la prostitución, pero agregando que eran, las prostitutas cubanas, las más cultas del mundo.