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La ciudad de Matamoros es un municipio del estado de Tamaulipas que es considerado como una de las regiones más peligrosas del país. En ella se presentan confrontaciones continuas entre las bandas de las mafias por la disputa de sus zonas de control, sembrando el terror y la muerte. Los secuestros, la extorsión y los asesinatos son sucesos comunes que enfrentan los habitantes de esa zona, pero también lo sufren aquellos migrantes, tanto los mexicanos como los que provienen de Centroamérica, que tienen que cruzar esa zona en su búsqueda por llegar a los EUA[1]. Matamoros, a pesar de estar marcada por ese terrible ambiente, forma parte del cordón industrial fronterizo, formado a fines de los años 60, pero fortalecido y ampliado a mediados de los años 90, como efecto del TLCAN[2]; tan solo en este tramo de la frontera se han instalado cerca de 200 fábricas maquiladoras, que ya no son pequeñas y medianas unidades como sucedía en los años 70, algunas de ellas son empresas gigantes con diferentes plantas y con una plantilla laboral de hasta dos mil obreros.
Es característico que en las fábricas maquileras se laboren jornadas con ritmos intensos, desde 2002 sus jornadas se han ampliado de 40 horas semanales a 48, manteniendo desde hace 15 años los salarios casi al mismo nivel, con apenas variaciones anuales mínimas. Pero para poder mantener los rangos de productividad y las altas ganancias, se requiere mantener una vigilancia y control técnico y político al interno de la fábrica por parte de supervisores y capataces, pero fundamentalmente a través de la estructura sindical. La alta productividad y los bajos salarios (que compiten o igualan a los míseros salarios de los obreros en China) son la combinación que ha permitido que estos proyectos de inversión obtengan grandes ganancias, pero la presencia vigilante de los sindicatos es esencial para asegurar el sometimiento de los trabajadores y la continuidad de esas condiciones.
Tomando en consideración el ambiente dominante en la frontera, el feroz control político que se impone en las fábricas de Matamoros por los sindicatos y la gerencia, parecía complicado que pudiera presentarse una respuesta obrera en esa zona y además expresando una gran combatividad y una amplia capacidad para construir lazos solidarios. Todo ello pone en evidencia que la clase obrera cuenta con sus capacidades potenciales de lucha vivas, sin embargo, no logra asumir el control de su combate … el peso de la confusión y la desconfianza en sus fuerzas es un problema que marcó a las movilizaciones.
El aparato izquierdista del capital asegura que lo vivido recientemente en Matamoros fue una “rebelión obrera”, otros afirman que fue una ofensiva contra AMLO y su “cuarta transformación” e incluso hay los que dicen que se vivió una “huelga salvaje y de masas”[3]. Estas afirmaciones además de ser falsas son engañosas y un ataque directo a los trabajadores, porque tienden un velo sobre la realidad para evitar que los trabajadores puedan sacar las lecciones de sus luchas.
La consigna que unificó y movilizó durante poco más de un mes a los trabajadores fue “20-32”, con ella simplificaban su demanda: aumento salarial del 20% y el pago de un bono de 32 mil pesos (1,660 dólares). De manera que la degradación de la vida de los trabajadores fue el detonante primario que alimentó el descontento y animó la lucha, pero el control de los sindicatos atrapó la combatividad. Desde el inicio de las movilizaciones se empezaban a expresar una desconfianza hacia los sindicatos, pero en ningún momento logran comprender que los sindicatos no son ya instrumentos que puedan utilizar los trabajadores para defender sus intereses, por eso se sometieron a sus prácticas, mostrando todavía una indecisión y cierta ingenuidad, al inicio, cuando se empieza a extender el descontento obrero, suponen que es posible “presionar” al “líder sindical” y obligarlo a “defenderlos”. Luego esa indecisión se convirtió en confusión generalizada cuando consideraron que bastaba con recibir una “asesoría legal honesta” para hacer valer sus “derechos”.
Al centrar sus esperanzas en las leyes y en su abogada Susana Prieto, la movilización obrera se debilita y se extiende la confusión. Al sentirse “protegidos” por la abogada, no se plantearon ya la búsqueda del control de su lucha, haciendo notar un grave problema que enfrenta la clase obrera en la actualidad: la desconfianza en sus fuerzas y su falta de identidad de clase.
Esa dificultad llevó a que, a pesar de mostrar una desconfianza hacia la estructura sindical, se mantuvieron bajo su control y en su terreno, que es el que marcan las leyes laborales. Son estas leyes las que le otorgan poder al sindicato, en tanto son los firmantes del contrato colectivo. Al mantenerse atados a los lineamientos sindicales, entregaron el control de la lucha al mismo sindicato, permitiendo que este contuviera el descontento obrero, encadenando la combatividad, obligando al cumplimiento con las leyes burguesas, impidiendo así que lograran una verdadera unificación de las fuerzas obreras, organizándose por encima del sindicato.
Al reducir la lucha al cumplimiento de las leyes, los trabajadores, aun cuando se encuentra en las calles en unidad y realizan asambleas generales, al momento de enfrentar al patrón, al Estado y al sindicato, lo hacen separados, fábrica por fábrica y contrato por contrato, pues es así como lo estipula la legalidad burguesa, pero de esa manera se divide y aísla a los trabajadores. A fin de cuentas, las leyes están hechas para someter a los explotados.
Pero ¿es posible luchar fuera del sindicato y por encima de las leyes? La historia de la clase obrera tiene diversas experiencias que confirman que es posible hacerlo. Por ejemplo, en agosto de 1980 los obreros de Polonia desarrollaron una huelga de masas controlada verdaderamente por los propios trabajadores. Ni el estallamiento de la huelga, ni la construcción de sus órganos unitarios de combate cumplían los lineamientos legales y sin embargo fueron capaces de extender la movilización por todo el país e impusieron la negociación pública con el gobierno. La masividad de las movilizaciones y su capacidad de organización les permitieron crear una gran fuerza capaz de impedir la represión[4].
Justamente el mecanismo que el Estado polaco utilizó para dividir a los trabajadores y debilitarlos, fue el mismo que la burguesía en el mundo entero utiliza: los sindicatos. Con la creación del sindicato “Solidaridad” (dirigido por Lech Walesa), el Estado rompió la organización y la unidad de los trabajadores y solo así pudo extender la represión. Un tiempo después, el líder sindical Lech Walesa es colocado como el jefe del Estado polaco…
La huelga de masas de Polonia es el mejor ejemplo que los trabajadores y especialmente los de Matamoros deben recuperar en sus análisis porque permite ver con claridad que el sindicato es una estructura que opera en contra de los trabajadores y no basta desconfiar de él, se requiere organizarse fuera de él y fuera de su terreno.
La primera gran lección que de la lucha de los obreros de las maquilas es que el sindicato es un arma de la burguesía[5]. La actitud descarada de los sindicatos, engañando para que aceptaran un menor aumento y rechazaran el bono, expone de forma clara que estos no son ya un instrumento de los proletarios (como lo fueron en el siglo XIX). Las amenazas y las agresiones directas operadas por los sindicatos de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora (SJOIIM) y por el Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras (SITPME), solo confirmaron abiertamente que los intereses que defienden no son los de los trabajadores. Al operar encubiertos entre las filas proletarias se presentan como armas de la burguesía… son como lobos encubiertos con la piel de oveja.
Durante el transcurso de las huelgas los sindicatos actuaron defendiendo los intereses de los patrones, por eso el grueso de los obreros expusieron en las movilizaciones su repudio a los líderes sindicales Juan Villafuerte y Jesús Mendoza, pero también los gritos de “¡fuera sindicato!” se repitieron en cada fábrica y en cada manifestación. Eso pone de relieve que había un coraje y desconfianza hacia los sindicatos, sin embargo, se quedaron detenidos en esta expresión de coraje y combatividad, no avanzaron más, porque la desconfianza que los mismos trabajadores tienen en su fuerza los llevó a que en vez de tomar el control del combate, organizándose en una estructura unificadora, que los orientara a romper de forma completa con el dominio sindical y la división sobre la que opera, reprodujeron la misma trampa: formalmente dejaron de seguir pasivamente a la dirección sindical “traidora”, para seguir pasivamente a la “nueva dirección” informal, personificada por su asesora legal, la cual uso su habilidad en el litigio[6], para someter la lucha de la clase al marco de la legalidad burguesa y siembra la esperanza en la creación de un sindicato “independiente” que dispute con las viejas estructuras sindicales el contrato colectivo.
El trabajo de confusión, sometimiento y control que los sindicatos realizan no es exclusivo de algunas regiones o de algunos sindicatos, todos ellos son armas de la burguesía. O ¿alguien puede considerar que hay diferencia entre el SNTE y la CNTE[7]? Uno usa un lenguaje tradicional, el otro recurre a frases y acciones de aparente radicalidad, pero su objetivo es el mismo: someter y controlar a los trabajadores.
No resulta nada extraño que el gobierno de AMLO, de forma muy silenciosa, está fomentando la creación de estructuras sindicales que le permitan usar el descontento de los trabajadores y dirigirlo para enfrentar a las viejas estructuras sindicales asociadas principalmente al PRI (como es el caso de la CTM, CROM y CROC[8]). López Obrador no solamente ha “rescatado” al mafioso jefe del sindicato de mineros, Napoleón Gómez Urrutia (“Napito”) del pretendido exilio que vivió lujosamente en Canadá, durante los últimos dos sexenios, para convertirlo en senador, sino fundamentalmente para que éste conforme una “nueva central sindical”. A unos meses de su retorno a México, “Napito” ha creado la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), integrando a sindicatos que se han desprendido de la CTM y la CROC, pero además ha asegurado alianzas con sindicatos de EUA y Canadá, particularmente la AFL-CIO y United Steelworkers[9].
En su discurso del 14 de febrero, AMLO afirmó que su gobierno no tendrá intervención en la vida de los sindicatos, sin embargo, añade que: “No podemos impedir que los trabajadores o dirigentes puedan, de conformidad con la ley, solicitar la conformación de un sindicato…” (La Jornada). Justamente siguiendo esa línea, están surgiendo “nuevos” sindicatos, con los que buscan restar fuerza a los viejos sindicatos que responden a intereses de fracciones burguesas diferentes a las alineadas en torno al nuevo gobierno. Así se ha visto la conformación de proyectos sindicales “alternativos” en el IMSS, PEMEX y la UNAM[10].
Los sindicatos en siglo XIX fueron un importante instrumento para la unidad y el combate de los obreros, el mismo capitalismo, al desarrollar las fuerzas productivas permitía la aplicación de reformas económicas y sociales que mejoraban la vida de los trabajadores. En la actualidad es imposible que el sistema capitalista asegure mejoras duraderas a los trabajadores. Esa situación lleva a que el sindicato pierda su naturaleza proletaria y sea asimilado por el Estado.
Por ello cada combate que llevan a cabo los trabajadores encuentran al sindicato intentando contener y sabotear la lucha, sometiendo el descontento a los lineamientos de las leyes burguesas, creando confusiones y temores para debilitar la confianza e impidiendo la unidad y extensión de la lucha.
La movilización encabezada por los obreros de las maquilas fue sin duda una jornada muy combativa, no obstante, no pudo evitar el dominio de las ilusiones hacia las leyes y hacia el propio sindicato, en tanto se extendió la esperanza confusa en que las leyes, así como los sindicatos, si son manejados “honestamente” pueden cambiar su naturaleza anti proletaria. Incluso la referencia al decreto de López Obrador (“Decreto de Estímulos Fiscales de la Región Frontera Norte”[11]) para mostrar la “legalidad” del aumento salarial en las maquilas, permitió ver que la confusión es más profunda aun, porque alimenta la esperanza en que el nuevo gobierno puede mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Pero, además el mismo gobierno de AMLO aprovechó la movilización obrera para mostrar a su socio norteamericano su disposición a cumplir los incrementos salariales en las fábricas del sector automotriz y electrónica, instaladas en México como lo exigió el gobierno encabezado por Trump en las mesas del TLCAN2.0 (o TMEC).
Para hacer un balance de las movilizaciones no basta con cuantificar el número de fábricas en las que se aceptó el pliego de demandas. Ese aspecto es importante, pero no es definitivo. Para tener una perspectiva más amplia se requiere evaluar la fuerza masiva que unificó, pero sobretodo hay que considerar el nivel de conciencia que alcanzó y que se expresa en las formas de organización que asumió. Por ejemplo, la falta de control de la movilización por los propios trabajadores y la dispersión que se tiene al finalizar la mayor parte de las huelgas rompe los lazos solidarios y permite que se tomaran represalias en contra de trabajadores. Según las cifras oficiales, hay 5 mil obreros despedidos por haber participado en la huelga.
Sintetizando, las huelgas permitieron ver una combatividad obrera motivada por la degradación de sus niveles de vida, pero pronto la burguesía somete el coraje expresado, alimentando las ilusiones en las leyes e impidiendo el desarrollo de la conciencia…
Más grave puede resultar que problemas que se desarrollaron durante la movilización se extiendan y profundicen. El entusiasmo con el que se levantaron las huelgas y la falta de reflexión ha creado el ambiente muy propicio para renovar las ilusiones en las leyes y en nuevas estructuras sindicales. La misma asesora legal ha expresado que en la “segunda fase” del “movimiento 22-30” se orientarán a la formación de un sindicato “independiente” que competirá con las viejas estructuras sindicales, pero además establecerá en Matamoros un bufete de abogados “honestos” para “defender” a los obreros… Mas ilusiones y más confusión es lo que se presagia ha de propagarse, la única salida que ante esa ofensiva tienen los trabajadores es la lucha, asegurando tomar su control y la reflexión profunda sobre la forma en que operan los sindicatos.
Tatlin
Abril-2019
[1] . En 2010 se conoció el hallazgo macabro de 79 cuerpos de migrantes centroamericanos y luego en 2011, se volvió a encontrar una fosa que contenía cerca de dos centenas de cuerpos, aunque algunas fuentes notificaban que eran cerca 500 los cadáveres. Concerniente la reciente caravana de emigrantes desde Centroamérica ver https://es.internationalism.org/content/4377/migraciones-en-latinoamerica-solo-el-proletariado-puede-parar-la-barbarie-del [2]
[2] TLCAN: Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado por USA, Canadá y México entró en vigor en 1994.
[3] Estas afirmaciones son expuestas por: “Izquierda Socialista” (https://marxismo.mx/rebelion-obrera-en-matamoros-tamaulipas [3]), el MTS (www.laizquierdadiario.mx/Matamoros-donde-late-fuerte-la-lucha-proletaria... [4]) y “Nuevo Curso” (https://nuevocurso.org/dos-mexicos-dos-alternativas-universales-tlahueli... [5]), existen otras agrupaciones izquierdistas que repiten esos mismos argumentos con ciertas variaciones, pero tomamos estos como muestra para ilustrar la forma en que usan la exageración, la mentira y el engaño, ayudando a la clase en el poder a alimentar la confusión entre los trabajadores
[4] Sobre la experiencia de Polonia 1980 ver Huelga de masas en Polonia: se ha abierto una nueva brecha, https://es.internationalism.org/revista-internacional/198007/2307/huelga-de-masas-en-polonia-se-ha-abierto-una-nueva-brecha [6] y Un año de luchas obreras en Polonia /content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia [7]
[5] Ver nuestro folleto Los sindicatos contra la clase obrera (se puede pedir a nuestra dirección mail) y Apuntes sobre la cuestión sindical, https://es.internationalism.org/cci-online/201104/3103/apuntes-sobre-la-cuestion-sindical [8]
[6] No pretendemos detenernos en conjeturas sobre la abogada S. Prieto, el principio de su profesión la lleva a moverse en el marco de las leyes burguesas, pero el hecho de que mantenga una simpatía y apoyo (como ella misma lo ha declarado) hacia el gobierno de López Obrador, la coloca en un terreno claramente burgués
[7] SNTE: Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (sindicato oficial). CNTE: Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (sindicato “disidente”)
[8] CTM: Confederación de Trabajadores de México (CTM), creada en 1936. CROM: Confederación Regional Obrera Mexicana, fundada en 1918. CROC: Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), formada en 1952
[9] La “American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations” (AFL-CIO) es la más grande de las estructuras sindicales de EUA, agrupando también sindicatos como la United Steelworkers (USW), de Canadá
[10] IMSS: Instituto Mexicano de la Seguridad Social; PEMEX: principal empresa petrolera de México y con proyección internacional. UNAM: Universidad Nacional Autónoma de México, considerada una de las mejores del mundo.
[11] El 10 de diciembre de 2018, el gobierno de AMLO, presentó un programa para impulsar la inversión y el empleo en la zona fronteriza. Su objetivo es cooptar una parte de migrantes mexicanos y centroamericanos, para enlentecer los flujos de migrantes hacia EUA. En resumen, ese programa ofrece: i) Reducción del Impuesto sobre la Renta (ISR) del 30% al 20%. ii) Reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16% al 8%. iii) Igualación del precio de los combustibles con Estados Unidos. iv) Aumentó del 100% al salario mínimo fronterizo, para alcanzar por lo menos $8.8 dólares
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El 15 de abril, las espectaculares imágenes de Notre-Dame en llamas fueron vistas en todo el mundo. Una viva emoción se apoderó del planeta: esta catedral es una de las obras maestras más bellas e impresionantes de París, una joya de la arquitectura gótica cuya construcción se extendió a lo largo de no menos de dos siglos y que inspiró a muchos artistas: Víctor Hugo, por supuesto, pero también el cineasta Jean Delannoy o el cantante libertario Léo Ferré. Las llamas se llevaron la aguja de la catedral, obra de Viollet-le-Duc, y el impresionante marco de madera de roble de los siglos XII y XIII. La arquitectura sublime de Notre-Dame no tiene nada que ver con la de la Basílica del Sagrado Corazón, ese pomposo pastel construido apresuradamente en la cima de Montmartre para celebrar la represión de la Comuna de París y exorcizar "las desgracias que asolan Francia y las mayores desgracias que quizás todavía la amenazan"[1](¡las de una "odiosa" revolución proletaria! [2])
El fuego aún no se había apagado cuando los políticos, liderados por el gobierno, corrieron a la plaza frente a Notre-Dame (o a los platós de la TV), con lágrimas de cocodrilo en los ojos, para realizar, como Esmeralda, su acto de saltimbanquis frente a las cámaras. "Mañana reconstruiremos todo, piedra a piedra, viga a viga, teja a teja", dijo el ex portavoz del gobierno (y candidato al Ayuntamiento de París), Benjamin Griveaux. "Un crimen para todos nosotros. Reconstruiremos Notre-Dame", se irguió el flamante matemático (y candidato a alcalde de París), Cédric Villani. "Todos solidarios ante esta tragedia", exclamó la eurodiputada (y también candidata al Ayuntamiento de París), Rachida Dati. Al mismo tiempo, la alcaldesa de París (y candidata a su propia reelección), Anne Hidalgo, abrazó al jefe de Estado, Emmanuel Macron, que vino, con semblante sombrío, a jugar su papelito de padre de la nación: "Es la catedral de todos los franceses, incluso de los que nunca han estado aquí".
No es de extrañar que la burguesía y sus medios de comunicación se hayan lanzado a la caza de chivos expiatorios: ¿quién es el responsable? ¿Quién olvidó apagar el soldador? ¿Quién no ha comprobado esta o aquella instalación eléctrica? Otros han denunciado más claramente la flagrante falta de recursos al afirmar furtivamente que la conservación del patrimonio representa "sólo" el 3% del presupuesto de 10.000 millones de euros del Ministerio de Cultura, lo que implica que los artistas, los teatros, las salas de conciertos (el "espectáculo en directo" en lenguaje tecnocrático) son demasiado caros.
Pero detrás de las ardientes declaraciones de amor a Nuestra Señora y la búsqueda de chivos expiatorios, la fría realidad del capitalismo aún prevalece. Para mantener la competitividad del capital nacional, el Estado hace recortes presupuestarios siempre que es posible: educación, hospitales, servicios sociales, cultura.... ¡todo vale! Así, con la excepción de los monumentos más visitados (es decir, rentables y, además, víctimas de la superpoblación que causan daños evidentes), Macron et consortes no se preocupan demasiado de "piedras viejas" muy caras de mantener. Desde 2010, el ya ridículo presupuesto asignado a la conservación del patrimonio ha disminuido en un 15%[3]. Este año, el Gobierno ha previsto destinar sólo 326 millones de euros a la conservación y restauración de nada menos que 44.000 "monumentos históricos". Afortunadamente, el presidente jupiteriano confió al columnista mundano reconvertido en historiador de pacotilla, Stéphane Bern, la misión de salvar el "patrimonio de los franceses". Una lotería y alguna controversia más tarde, el presentador de televisión recaudó 19 millones de euros... una pajita en comparación con las necesidades.
El caso de Italia es aún más espantoso. El patrimonio excepcional de la península está literalmente en ruinas como resultado de los masivos recortes presupuestarios que la crisis y la creciente competencia mundial han hecho necesario: el sitio arqueológico de Pompeya se encuentra en un estado desolador, el Coliseo de Roma está empezando a mostrar serios signos de fragilidad, al igual que el Museo de los Uffizi de Florencia. Los monumentos que no están en los circuitos turísticos están completamente abandonados. El incendio en el Museo Nacional de Río de Janeiro el 2 de septiembre de 2018 fue el resultado de la misma negligencia por parte del Estado brasileño, que es directamente responsable de la pérdida de los 20 millones de objetos del edificio, incluido un fósil humano de 12.000 años de antigüedad.
Todos los especialistas que han intervenido desde el incendio de Notre-Dame, los historiadores del arte, los conservadores y los arquitectos del patrimonio han denunciado una cruel falta de recursos y un deterioro muy preocupante de los monumentos. Didier Rykner, redactor jefe de La Tribune de l'art, denunció la laxitud de las normas de seguridad en los monumentos históricos: "Ya ha habido una serie de incendios de este tipo. Los requisitos para trabajar en los monumentos históricos eran insuficientes. (...) Un arquitecto del patrimonio me dijo que esto podría haberse evitado con algunas medidas.[4] En efecto, el incendio de la catedral de Notre-Dame está lejos de ser un caso aislado: "Hace algún tiempo, visité la iglesia de la Magdalena. Tomé fotos de enchufes eléctricos en todas las direcciones... no está en absoluto a la altura de las normas. Mañana, la Madeleine puede estallar”. En 2013, el Hotel Lambert y sus decorados pintados del siglo XVII, situadas cerca de la catedral de la isla de Saint-Louis, también se habían esfumado durante las obras de renovación. Más recientemente, el 17 de marzo, un incendio asoló la iglesia de San Sulpicio en el sexto distrito de París. Ahora se abre un nuevo "gran debate": ¿es realista Macron cuando promete a los franceses que "su" catedral será reconstruida "aún más hermosa" dentro de cinco años? ¿Debe reconstruirse la estructura de forma idéntica en madera de roble o en hormigón?
Cuando se trata de hacer la guerra, a la burguesía le importa un comino el patrimonio histórico. Bombardeos, incendios, destrucción deliberada... la clase dominante no carece de imaginación para destruir los "grandes tesoros del mundo" (Trump).
Cuando Macron dice: "hemos construido ciudades, puertos, iglesias", se olvida de mencionar que también estaba en las cenizas de lo que otros "pueblos de constructores" habían construido. Por ejemplo, la capital de Vietnam, Hanoi, que estaba llena de pagodas milenarias de gran belleza, fue destruida salvajemente por el imperialismo colonial francés a finales del siglo XIX con la bendición de la Iglesia Católica: el monasterio de Bao Thien (que data del siglo XI) y la pagoda de Bao An fueron quemados deliberadamente en nombre de la evangelización de la población budista indígena. Entre 1882 y 1886, sobre las cenizas del monasterio de Bao Thien, los colonos construyeron, siguiendo el modelo de Notre-Dame, la muy fea e imponente catedral de San José, símbolo de la Francia colonial, todo financiado, irónicamente... ¡por una lotería nacional! ¡El monasterio de Bao Thien fue también ocho siglos de historia devastada por las llamas de un incendio provocado por la República Francesa que ocupó Tonkin!
Lo mismo ocurrió con la destrucción del antiguo templo y de la ciudad azteca de Tenochtitlán, arrasada por los colonizadores españoles bajo las órdenes de Hernán Cortés, quien mandó construir una iglesia que se convirtió en catedral bajo Carlos V y que no tenía nada en común con las obras maestras del arte gótico, romano o barroco.
En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados del Campo Democrático bombardearon la ciudad de Dresde, vertiendo un torrente de hierro y fuego en una de las ciudades más bellas de Alemania, "Florencia en el Elba". Dresde no tenía ningún interés militar estratégico e incluso fue apodada: la "ciudad hospital" con sus 22 hospitales: casi 1.300 aviones lanzaron bombas incendiarias que mataron a unas 35.000 personas y destruyeron por completo el casco antiguo[5]. ¡Democracia en acción contra el fascismo! Sobre todo, la burguesía victoriosa debía arrasar las grandes concentraciones de la clase obrera de Hamburgo y Dresde e inocularles un terror absoluto, para asegurarse de que no pudiera surgir ningún intento de insurrección proletaria contra la barbarie de la guerra (como ocurrió en 1918 con la revolución alemana).
Según la UNESCO, una institución a la que la cueva de ladrones imperialistas de la ONU ha confiado la protección del "patrimonio mundial": "la degradación o desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento perjudicial del patrimonio de todos los pueblos del mundo". Cuando, día tras día, los "Estados miembros" transforman Oriente Medio, de Siria a Yemen, en un verdadero campo de ruinas, cuando las grandes potencias democráticas, encabezadas por los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, bombardean el planeta todos los días, ¡es vomitiva tanta hipocresía! ¡Nadie se sorprenderá, entonces, de que Trump, presidente de la potencia imperialista líder del mundo, defienda estúpidamente el envío de "bombarderos de agua" para apagar Notre Dame![6]
"Nos corresponde a nosotros, las mujeres y hombres franceses de hoy, garantizar la gran continuidad que constituye la nación francesa", dijo Macron al día siguiente del incendio de la catedral. Para asegurar la "gran continuidad que hace a la nación francesa", el gobierno llamó, la misma noche del desastre, a "la generosidad de los franceses" y creó una "colecta nacional".
La burguesía se ha estado llenando los bolsillos durante años sin asegurar nada, sin mantener nada y no tiene reparos en chantajear al "ciudadano" y al contribuyente modesto, pidiéndole que se rasque el bolsillo en nombre de salvaguardar el símbolo de la nación francesa. Todo el "pueblo" de Francia, burgueses y proletarios deben reunirse ahora en torno a la reconstrucción de la catedral, ¡porque es "nuestro destino" (Macron)! Las grandes y ricas familias burguesas han dado ejemplo al desbordarse de "generosidad", cada una de las cuales se apresura a cruzar la puerta para estar entre las primeras en querer llenar el bote y difundir su hipócrita "filantropía".
La burguesía ha sabido utilizar la emoción para lanzar una nauseabunda campaña de unidad nacional en la que todo el pueblo francés está llamado a compartir las lágrimas de tragasantos de la Iglesia Católica, de los grandes mecenas de la burguesía, desde Sarkozy hasta Melenchon, y de todo el pueblo "elegido" de derecha e izquierda. Cuando Macron prometió reconstruir Notre-Dame, "y quiero que esté terminada en cinco años", sólo tenía un objetivo, patéticamente chovinista: terminar la obra previa a los Juegos Olímpicos de París para curar y pulir "la imagen de Francia".
La clase obrera sólo puede basar su perspectiva revolucionaria en la verdadera preservación del patrimonio cultural, artístico y científico de la humanidad, un patrimonio que el capitalismo sólo puede seguir destruyendo o dejando colapsar pieza por pieza. Para el proletariado, el arte no es un mercado jugoso ni una atracción turística, sino que aspira a construir la primera cultura universal y verdaderamente humana de la historia, una cultura en la que ningún monumento, ninguna obra maestra sea el símbolo del prestigio de una u otra nación. Porque el objetivo final de la lucha revolucionaria del proletariado contra el capitalismo es la abolición de las fronteras y los estados nacionales. En la sociedad comunista del futuro, todas las obras de arte serán consideradas "maravillas del mundo" y símbolos de la creatividad y el poder de la imaginación del género humano.
En homenaje al gran artista León Tolstoi, Trotsky escribió: "Si no simpatiza con nuestras metas revolucionarias, sabemos que es porque la historia le ha negado toda comprensión de sus caminos. No lo condenaremos por eso. Y siempre admiraremos en él no sólo al genio, que vivirá tanto tiempo como el arte mismo, sino también la indómita valentía moral que no le permitió permanecer dentro de su hipócrita Iglesia, su Sociedad y su Estado, y que lo condenó a permanecer aislado entre sus incontables admiradores".
EG, 22 de abril de 2019
[1] Palabras de Alexandre Legentil, uno de los iniciadores de la construcción del Sagrado Corazón, citado por Paul Lesourd en Montmartre (1973)
[2] Sobre la Comuna de Paris ver entre otros documentos Lecciones de la Comuna de París, /content/4164/lecciones-de-la-comuna-de-paris [12]
[3] Artículo de Le Monde 19 de abril 2019
[4] France Info 16 de abril de 2019
[5] Ver "60º aniversario de la liberación de los campos de concentración...Barbarie capitalista y manipulaciones ideológicas [13]".
[6] Trump es tan estúpido que no tenía ni idea de que un lanzamiento masivo de agua sobre Notre Dame hubiera causado un choque térmico y hecho que la estructura de la catedral se derrumbara.
Links
[1] https://es.internationalism.org/files/es/huelgas_en_las_maquilas_de_matamoros.pdf
[2] https://es.internationalism.org/content/4377/migraciones-en-latinoamerica-solo-el-proletariado-puede-parar-la-barbarie-del
[3] https://marxismo.mx/rebelion-obrera-en-matamoros-tamaulipas
[4] http://www.laizquierdadiario.mx/Matamoros-donde-late-fuerte-la-lucha-proletaria-de-Mexico-123198
[5] https://nuevocurso.org/dos-mexicos-dos-alternativas-universales-tlahuelilpan-vs-matamoros
[6] https://es.internationalism.org/revista-internacional/198007/2307/huelga-de-masas-en-polonia-se-ha-abierto-una-nueva-brecha
[7] https://es.internationalism.org/content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia
[8] https://es.internationalism.org/cci-online/201104/3103/apuntes-sobre-la-cuestion-sindical
[9] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases
[10] https://es.internationalism.org/en/tag/2/29/la-lucha-del-proletariado
[11] https://es.internationalism.org/files/es/sacrecoeur.pdf
[12] https://es.internationalism.org/content/4164/lecciones-de-la-comuna-de-paris
[13] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200506/70/60-aniversario-de-la-liberacion-de-los-campos-de-concentracionbarbar
[14] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/francia
[15] https://es.internationalism.org/en/tag/3/43/cultura