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La guerra siempre ha sido una prueba para la clase obrera y las minorías revolucionarias. Los obreros son los primeros en sufrir las consecuencias de la guerra, pagándola con su misma vida o una explotación feroz. Pero el proletariado sigue siendo en la sociedad la única fuerza capaz de acabar con la barbarie echando abajo al capitalismo que la engendra.
Esta nueva guerra del Golfo y la importante agravación de las tensiones imperialistas que expresa, vienen precisamente a recordar al mundo la amenaza que para la humanidad es, un sistema condenado por la historia y cuya huida ciega en la guerra y el militarismo es la única respuesta a la crisis de su economía.
Denunciar las mistificaciones burguesas
A pesar de que actualmente la clase obrera no posea la capacidad, mediante la lucha revolucionaria, de dar una respuesta al reto que la historia le plantea, es, sin embargo, de la mayor importancia que esta nueva irrupción de la barbarie pueda ser un factor de maduración de su conciencia. Ahora bien, la burguesía lo hace todo para que este conflicto, cuyo carácter imperialista no puede ocultar con pretextos humanitarios o del derecho internacional, no pueda ser aprovechado por el proletariado para desarrollar su conciencia Debe para eso apoyarse, en todos los paises, en su arsenal mediático e ideológico especializado en el lavado de cerebros.
Cualesquiera que sean los intereses imperialistas que oponen a las diversas fracciones nacionales de la burguesía, su propaganda tiene siempre dos temas en común: por un lado, que no es el capitalismo como un todo el responsable de la barbarie guerrera, sino tal o cual Estado en particular, o tal co cual régimen que lo dirige; por otro, que la guerra no es la expresión ineluctable del capitalismo, sino que existen posibilidades de pacificar las relaciones entre naciones.
Como la revolución, la guerra es un momento de la verdad para las organizaciones del proletariado que las obliga a tomar claramente posición en uno u otro campo.
Intervenir en la clase obrera de forma decidida
Ante esta guerra, su preparación y su acompañamiento por parte de la burguesía de un verdadero diluvio de propaganda pacifista, les incumbe a las organizaciones revolucionarias, las únicas en poder defender un verdadero punto de vista clasista, movilizarse para una intervención decidida en su clase. Era su obligación denunciar en voz alta y clara el carácter imperialista de esta guerra –como el de todas las guerras que han devastado a la planeta a lo largo del siglo XX–, defender el internacionalismo proletario, oponer los intereses generales del proletariado a los de cualquier fracción de la burguesía, sea cual sea, rechazar todo apoyo a cualquier unión nacional, subrayar la única perspectiva posible para el proletariado, el desarrollo de la lucha de clases en todos los paises, hasta la revolución.
En lo que a la CCI se refiere, hemos movilizado todas nuestras fuerzas para asumir lo mejor posible la responsabilidad que nos incumbía.
La CCI ha intervenido vendiendo su prensa en las manifestaciones pacifistas que se han multiplicado en todos los países desde el mes de enero, y la importancia de las ventas realizadas en ellas demuestra su determinación en convencer de sus posiciones. En ciertos paises, se han publicado suplementos a la prensa territorial, y se han hecho llamamientos a reuniones públicas extraordinarias. En ciertas ciudades, éstas han permitido que contactos o discusiones se desarrollen con nuevos elementos que hasta entonces no conocían a la CCI.
Al día siguiente de los primeros bombardeos de Irak, la CCI difundió masivamente (en la medida de sus escasas fuerzas) una hoja (que aquí publicamos a continuación) dirigida hacia la clase obrera en los catorce paises en los que tiene una presencia organizada, o sea en cincuenta ciudades de todos los continentes excepto África. En ciertos paises, como India, hubo que traducirlo al hindú y al bengalí. Muchos simpatizantes se han unido a nuestra labor de reparto, permitiendo así su ampliación. De forma más selectiva, la hoja también fue repartida en las manifestaciones pacifistas. Se tradujo al ruso para permitir la intervención en un país en que la CCI no tiene presencia. El mismo día en que empezaron los bombardeos, se difundió en inglés y francés en el sitio internet de la CCI. También podrá ser consultado en dicho sitio en todos los idiomas en que ha sido traducido, incluidas otras lenguas, como el coreano, el persa y el portugués, que se utilizan en paises en donde no está presente la CCI.
Llamar al medio revolucionario a sus responsabilidades
Otras organizaciones revolucionarias de la Izquierda comunista también han intervenido en las manifestaciones pacifistas, especialmente repartiendo hojas. Por su defensa de un internacionalismo intransigente contra la guerra, que no permite la menor concesión a uno u otro campo burgués, se distinguen radicalmente del fárrago izquierdista.
En conformidad con la concepción que tiene de un medio revolucionario precisamente constituido por estas organizaciones, y en conformidad también con la práctica que le es propia desde que existe, la CCI se dirigió a esas organizaciones para una intervención común ante la guerra, precisando, en una carta dirigida a estos grupos, lo que hubiese podido contener esta intervención : “redactar y difundir un documento común de denuncia de la guerra imperialista y de las campañas burguesas que la acompañan” o “realizar reuniones públicas comunes en las que cada grupo podrá defender tanto las posiciones comunes que nos unen como los análisis específicos que nos diferencian”.
Publicamos aquí el contenido de nuestro llamamiento, así como un primer análisis de las respuestas que se nos han hecho, todas negativas. Esta situación ilustra que el medio revolucionario como un todo no está a la altura de las responsabilidades que le incumben, ante la actual situación bélica pero también, y esto es lo más grave, frente a la perspectiva del necesario reagrupamiento de los revolucionarios con vistas a la constitución del futuro partido de clase del proletariado internacional.
CCI